11.04.2023 Views

Guerras de los Ángeles

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Guerras</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Ángeles</strong><br />

A pesar <strong>de</strong> la solemne <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios que habían contemplado, <strong>de</strong> la<br />

inusitada presencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales que venían <strong>de</strong> <strong>los</strong> bosques y <strong>los</strong> campos en dirección<br />

al arca, <strong>de</strong>l ángel <strong>de</strong> Dios que <strong>de</strong>scendió <strong>de</strong>l cielo revestido <strong>de</strong> luz y terrible majestad para<br />

cerrar la puerta, <strong>los</strong> impíos endurecieron su corazón y continuaron divirtiéndose y<br />

mofándose <strong>de</strong> las manifestaciones <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r divino. Pero al octavo día <strong>los</strong> cie<strong>los</strong> se<br />

oscurecieron... Des<strong>de</strong> las nubes la lluvia <strong>de</strong>scendía sobre el<strong>los</strong>. Era algo que no habían<br />

visto antes... La tormenta aumentó en violencia hasta que las aguas parecían <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l<br />

cielo como tremendas cataratas... Chorros <strong>de</strong> agua surgían <strong>de</strong> la tierra con fuerza<br />

in<strong>de</strong>scriptible, arrojando rocas macizas a cientos <strong>de</strong> metros <strong>de</strong> altura, para luego caer y<br />

sepultarse en las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tierra... {VAAn 74.4}<br />

La violencia <strong>de</strong> la tormenta aumentó, y entre la furia <strong>de</strong> <strong>los</strong> elementos se escuchaban<br />

<strong>los</strong> lamentos <strong>de</strong> la gente que había <strong>de</strong>spreciado la autoridad <strong>de</strong> Dios. Arboles, edificios,<br />

rocas y tierra salían disparados en todas direcciones. El terror <strong>de</strong> hombres y animales era<br />

in<strong>de</strong>scriptible. El mismo Satanás, obligado a permanecer en medio <strong>de</strong> la furia <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

elementos, temió por su vida... {VAAn 74.5}<br />

El arca avanzaba con seguridad. Algunos ángeles sumamente fuertes la guiaban y la<br />

protegían <strong>de</strong> todo peligro. Su preservación a cada instante <strong>de</strong> esa terrible tempestad <strong>de</strong><br />

cuarenta días y cuarenta noches fue un milagro <strong>de</strong>l Todopo<strong>de</strong>roso.—La Historia <strong>de</strong> la<br />

Re<strong>de</strong>nción, 68-71. {VAAn 75.1}<br />

Después <strong>de</strong>l diluvio<br />

Noé y su familia observaban ansiosamente el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> las aguas. El patriarca<br />

<strong>de</strong>seaba salir y pisar tierra firme nuevamente. Envió un cuervo que salió <strong>de</strong>l arca y volvió.<br />

No recibió la información que <strong>de</strong>seaba, y entonces envió una paloma, la cual, al no<br />

encontrar don<strong>de</strong> posarse, regresó al arca. Después <strong>de</strong> siete días soltó <strong>de</strong> nuevo una paloma,<br />

y cuando vieron la rama <strong>de</strong> olivo en su pico, <strong>los</strong> ocho miembros <strong>de</strong> la familia se regocijaron<br />

mucho, pues habían estado por largo tiempo en el arca. Nuevamente <strong>de</strong>scendió un ángel<br />

y abrió la puerta. Noé podía sacar la parte superior, pero no podía abrir lo que Dios había<br />

cerrado. El Señor habló con Noé por medio <strong>de</strong>l ángel que abrió la puerta, y or<strong>de</strong>nó a su<br />

familia que saliera <strong>de</strong>l arca con todos <strong>los</strong> seres vivientes que había en ella.—La Historia<br />

<strong>de</strong> la Re<strong>de</strong>nción, 71-72. {VAAn 75.2}<br />

Cuando Noé vio las po<strong>de</strong>rosas fieras que salían con él <strong>de</strong>l arca, temió que su familia,<br />

compuesta <strong>de</strong> ocho personas solamente, fuese <strong>de</strong>vorada por ellas. Pero el Señor envió un<br />

ángel a su siervo con este mensaje <strong>de</strong> seguridad: “El temor y el miedo <strong>de</strong> vosotros estarán<br />

sobre todo animal <strong>de</strong> la tierra, y sobre toda ave <strong>de</strong> <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>, en todo lo que se mueva<br />

sobre la tierra, y en todos <strong>los</strong> peces <strong>de</strong>l mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que<br />

se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas ver<strong>de</strong>s, os<br />

lo he dado todo”. Génesis 9:2-3.—Historia <strong>de</strong> <strong>los</strong> Patriarcas y Profetas, 98. {VAAn 75.3}<br />

39

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!