Rutamotor T+ Nº8 Julio - Agosto 2023

POR EL MUNDO
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Más de 18 mil kilómetros separan a
Santiago de Chile de Shenzhen, la ciudad
asiento de BYD, la joven marca china que
en agosto hizo noticia mundial por haber
alcanzado los cinco millones de vehículos
electrificados producidos. Y a pesar de la
distancia -la más larga en el planeta que
podría fijarse desde el Chile continentalvarias
cosas acercan a BYD con la realidad
local, una que, coincidentemente, busca
como nunca las soluciones eficientes y la
descarbonización. El compromiso del Estdo
al menos está.
Como ocurre siempre, mejor que ver un
invento plasmado en una diapositiva, resulta
probarlo en la práctica y así sorprenderse in
situ con su operación. Es eso precisamente
lo que BYD propone con su monorriel
para quien visite su casa matriz en esta
ciudad costera pegada a Hong Kong,
donde, quienes llegamos por tierra desde
el ex territorio británico experimentamos la
particularidad de que en un lado se conduce
por la derecha y en el otro, por la izquierda.
Los vehículos, eso sí, están autorizados para
cruzar, independientemente del lado donde
lleven el volante. Raro, ¿no?
El llamado BYD SkyRail es un mini tren en
altura que cubre 4,4 kilómetros al interior
de la sede de Shenzhen -transita por las
diferentes dependencias- y que tiene una
composición modular, pudiendo armarse
con entre dos y ocho coches, con largos
desde 18,6 hasta más de 50 metros. Se
trata de un sistema totalmente autónomo,
que alcanza una velocidad máxima de 80
km/h, pero que opera en promedio a 40
km/h. Cada pieza tiene una capacidad
de 16 pasajeros sentados y 32 de pie. La
suspensión es de tipo neumática.
La carga, a diferencia de los tradicionales
trenes, no es mediante cables colgantes
ni tampoco a través de los rieles, sino
que se ejecuta a través del techo en cada
estación: 30 segundos de carga aseguran
un kilómetro de recorrido, de manera que
en cada detención el monorriel va ganando
para el siguiente tramo. Inteligencia.
Otro punto destacado de este servicio de
transporte modular tiene que ver con su
construcción. El gigante chino garantiza que
esta red puede implementarse en pocos
meses en cualquier ciudad del mundo.
¿Cómo? Desde un inicio este proyecto de
US 1.5 mil millones se pensó para armarse
de forma también modular, con columnas y
bloques que permiten avanzar un kilómetro
por mes. ¿Quién quiere?
Sobre el asfalto
En los buses eléctricos BYD también es voz
autorizada. La firma fue pionera en 2010 en
el desarrollo de la electromovilidad aplicada
al servicio de transporte de buses urbanos.
Hoy dispone de diferentes soluciones, con
máquinas de entre seis y 27 metros de largo,
con las que ha nutrido los sistemas de más
de 300 ciudades en 50 países alrededor del
mundo.
En mayo de 2016 la empresa presentó
el primer bus eléctrico en Chile y dos años
después concretó la entrega de la flota
eléctrica más grande de América, con
los primeros 100 buses que entraron en
operación en la capital, trayendo un nuevo
estándar de silencio y comodidad en el
andar para millones de personas que a diario
utilizan el transporte público capitalino. A
fines de este 2023 serán unos 900 buses
BYD los que rueden por Santiago.
En China conocimos cómo se estructuran
estos enormes pero amigables vehículos,
partiendo por un chasis de acero
ultrarresistente, con cientos de puntos
de soldadura, y con paquetes de baterías
que, a diferencia de como ocurre en autos
de pasajeros, van situados en formato
vertical en unas especies de clósets sobre
las ruedas, de manera de propiciar el piso
bajo que permite un acceso universal a las
personas. La marca también experimenta
con motores ya no adosados a un eje -como
fue siempre la norma- sino que directamente
en las ruedas, de manera de que se mejora
aún más el espacio destinado al acceso y la
bajada de los usuarios.
Si Santiago no tuviera más de 2 mil buses
eléctricos circulando a diario en las calles,
la electromovilidad aún podría ser difícil de
imaginar en la práctica. De todas formas,
para dar cuenta de lo realizable que resulta
su implementación, hoy la red pública de
Shenzhen opera solo buses eléctricos en
una flota que supera las 16 mil unidades.
Mi Taxi Eléctrico
Según pudo conocer Ruta Motor T+ en
China, la filial local de BYD volverá a decir
presente en el próximo programa Mi Taxi
Eléctrico, impulsado por el Gobierno de
Chile. Esta iniciativa del Ministerio de
Energía e implementado por la Agencia
de Sostenibilidad Energética, da apoyo
concreto para que dueños de taxis básicos
cambien sus herramientas de trabajo por un
vehículo 100% eléctrico. El cofinanciamiento
puede llegar incluso hasta los $ 16 millones.
BYD, que en ediciones anteriores participó
con el sedán e5, esta vez va a ofrecer como
alternativa un vehículo desarrollado desde
cero como taxi o vehículo de aplicaciones
(de hecho, es fruto de una alianza con la
también china DiDi). Se trata del D1, un
monovolumen que esta revista ya conoció
en Ciudad de México, en marzo pasado,
y que se caracteriza por un amplísimo
espacio interior para cuatro pasajeros y por
contar con una puerta corrediza de apertura
eléctrica, accionada por el conductor (lado
derecho). El maletero es de 400 litros
y permite llevar tres o cuatro maletas
medianas.
En los números, mide 4.390 mm de
largo, por 1.850 mm de ancho y 1.650 m de
alto, con una buena distancia entre ejes
de 2.800 mm. Posee un motor delantero
síncrono de imanes permanentes de 100
kW (equivalente unos 134 Hp) y 180 Nm de
par, que se nutre de un paquete de baterías
Blade de 70 kWh, que garantiza una
autonomía de 370 kilómetros, según el ciclo
WLTP. El BYD D1 declara una velocidad punta
de 130 km/h, limitada electrónicamente.
El BYD D1 estará disponible para los
taxistas a partir de un valor que estará por
debajo de los $ 30 millones. Como se dijo,
a ese valor se pueden descontar hasta $ 16
millones por copago estatal.
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