Rutamotor T+ Nº8 Julio - Agosto 2023

TEST DRIVE
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Hasta ahora ningún auto de pasajeros
propiamente tal había aparecido en esta
sección de pruebas de manejo de Ruta
Motor+, un área siempre volcada al manejo
de camiones, minibuses, camionetas y
vehículos comerciales en general. Pero,
como en todo, siempre hay excepciones,
y el Citroën C-Elysée tiene poderosas
credenciales para haber pasado esta vez
por el garage de techo alto de Ruta Motor.
A saber de su doble militancia…
El C-Elysée de la marca de los chevrones
debutó en Chile en 2013, posicionándose
de inmediato como una alternativa más
que válida para los colectiveros y taxistas
de todo el país. El buen espacio interior y
sobre todo su motorización turbodiésel
de 1.6 litros (entonces el petróleo costaba
unos $ 650) de reconocido buen consumo
fueron los grandes incentivos para que el
llamado gremio de los ‘techos amarillos’
pusiera sus ojos sobre este sedán español.
Así, en una década en el mercado local, el
modelo ha puesto nada menos que 20 mil
unidades.
Dicho lo anterior, ahora Citroën volvió a
la carga con la renovación de su emblema.
Más allá de cambios estéticos para un
modelo ya saliente en países de Europa,
las actualizaciones se concentran en
las entrañas: la marca parisina actualizó
el motor y la caja de cambios. Se dejó
en el pasado el corazón BlueHDi de 1.6
litros, para evolucionar al 1.5 BlueHDi
de 100 caballos (+8 Hp que antes) y 250
Nm a 1.750 rpm (+20 Nm); y se sepultó la
transmisión manual de cinco marchas,
para reemplazarla por una también en H,
pero de seis relaciones. En resumidas
cuentas, el actualizado tres cuerpos se
presenta más ecológico -cumple la norma
Euro 6b- potente, torqueador y económico
en el andar, al homologar un consumo
mixto de 22,8 km/l.
Impresiones interiores
Por dentro el Citroën C-Elysée no es
pretencioso ni aspira tampoco a serlo
(bien por la consecuencia). Cuenta con
un tablero sencillo, con predominancia de
materiales duros, pero que al menos se
percibe muy bien empotrado a la carrocería.
Su volante de polímero, a priori visto como
uno de ‘vieja escuela’ por la total ausencia
de botones, compensa con el limitador
de velocidad, el control crucero (ambos a
la izquierda) y los mandos de audio en la
columna de dirección (en el lado opuesto).
Simplemente se estiran los dedos y se
administra todo con absoluta simpleza.
Este rasgo de sencillez también se
palpa en características que ya se tenían
de la última actualización de 2017, como
los botones de los cuatro alzavidrios
puestos en el centro de la consola, junto
a la palanca de cambios. Para las plazas
traseras también hay dos botones en la
extensión de la zona central. Se agradecen
la inclusión de elementos como un aire
acondicionado de mandos digitales muy
fácil de operar -con un pequeño display
monocromático redondo- y la pantalla
central táctil de 7”, compatible con Android
Auto y Apple CarPlay mediante cable. Eso
sí, la veteranía de este C-Elysée 2023 se
manifiesta en el hecho de que el sistema
de infoentretención va por debajo de
las salidas de aire centrales y no por
encima, como es la regla actualmente.
Esto, evidentemente, resulta no ser lo más
cómodo para quienes van en la primera fila.
Las butacas delanteras en tela son
suficientemente cómodas como para
no resentir un largo viaje y, además,
ahora Citroën dota al C-Elysée de un
útil apoyabrazos central deslizable, que
propicia una conducción comodísima en
la carretera. En las tres plazas traseras
hay buen espacio y se cuenta con los
respectivos tres cinturones de seguridad
de tres puntos con pretensores y tres
apoyacabezas de idéntico tamaño (vale
la salvedad, porque generalmente el de la
plaza central es más pequeño).
El C-Elysée Challenge
El reto de conducir entre Santiago y
Copiapó asomaba sencillo en el papel:
conducir 800 kilómetros, intentando
establecer el mejor registro de consumo.
La prueba contemplaba dos check points
en la ruta -en La Serena y en Cachiyuyo- y
una llegada a la capital de Atacama antes
de las 19 horas. El auto de Ruta Motor,
numerado con el 1 en el parabrisas, estuvo
comandado por Nicolás Gerlach, periodista
de La Tercera, y quien escribe, José Ignacio
Gutiérrez. Salió a las 8.10 horas desde el
local de Citroën en Bellavista.
Lo primero que puede decirse al transitar
los primeros kilómetros, tiene que ver con
la mezcla entre buena insonorización y bajo
nivel de ruido del citado motor BlueHDi
1.5 litros. Alejado de los antiguos bloques
petroleros (hasta suena estruendoso), este
corazón que funciona con un depósito de
urea para reducir drásticamente la emisión
de partículas es justamente muy discreto
-por silencioso- en la entrega de potencia
y de torque.
Debo decir que apenas saliendo de
Santiago tuve la certeza de que junto con
mi compañero podríamos establecer un
T+ T+