08.08.2015 Views

Rayuela: el París de Cortázar - El País

Rayuela: el París de Cortázar - El País

Rayuela: el París de Cortázar - El País

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

también: “Debe hacer fácilmente veinte añosque empecé a soñar con La Ciudad, que encada nuevo sueño le voy agregando una calle yque sé que por esa calle voy a llegar a una zonaque ya conozco. Y ocurre así, <strong>de</strong>semboco en unazona conocida. La Ciudad se va configurando,se va armando cada vez más, y por eso te digoque incluso puedo dibujar un plano”.Ciudad, La (2). En <strong>el</strong> prólogo <strong>de</strong> Cortázar allibro conjunto con Alécio <strong>de</strong> Andra<strong>de</strong>, tambiéncomparece La Ciudad: “Pero <strong>el</strong> mejor d<strong>el</strong>os planos mágicos no lo dan las cartulinascoloreadas o las varas <strong>de</strong> av<strong>el</strong>lano que d<strong>el</strong>atansincronismos y const<strong>el</strong>aciones; la ciudadtiene otra imagen secreta que sólo habrá <strong>de</strong>mostrarse al término <strong>de</strong> una ahincada fid<strong>el</strong>idad,cuando sepa que no la hemos vivido por vivirla,que no la hemos caminado por rutina. Algunanoche entrará en nuestros sueños, se volverá suescenario momentáneo u obsesivo, empezaráa <strong>de</strong>snrrollar sus tapices <strong>de</strong> perspectivas, sust<strong>el</strong>ones <strong>de</strong> esquina, sus tramoyas <strong>de</strong> arcadaso vías férreas, y en <strong>el</strong> sueño será <strong>el</strong>la y otra,simultánea y consecutiva, dará lo ya dadoo inventará lo que acaso existe pero que nosabremos o no podremos situar jamás, unparque con un lago oblongo, un café don<strong>de</strong>se juega al billar bajo luces naranja, un portal<strong>de</strong>trás d<strong>el</strong> cual está acechando <strong>el</strong> principio<strong>de</strong> la pesadilla o una interminable sucesión<strong>de</strong> corredores que terminan en otro tiempo ylugar”. Y así sucesivamente.Ciudad, errancia. Muy importante estefragmento d<strong>el</strong> libro <strong>de</strong> Cortázar sobre Keats:“La ciudad <strong>de</strong> noche… Hay visiones <strong>de</strong> la raza,atávicas. Sé <strong>de</strong> muchos que <strong>de</strong> tiempo entiempo ven lo que estos versos [<strong>de</strong> Keats. Nota<strong>de</strong> JMB] cuentan y que John vio también en susmenores <strong>de</strong>talles. Cosas así son las que tantasveces busca <strong>de</strong>cir Saint-John Perse, las quedan su fría locura <strong>de</strong> antorcha al comienzo <strong>de</strong>Salammbô. Llegar a la ciudad que en su sueñoboca arriba murmura, parpa<strong>de</strong>a, se queja o seacaricia los flancos con una mano húmeda. Lanoche <strong>de</strong> François Villon, la noche londinense<strong>de</strong> Kit Marlowe; <strong>el</strong> brillo <strong>de</strong> vagas espadasen la sombra; la noche <strong>de</strong> Aloysius Bertrand,<strong>el</strong> reverbero <strong>de</strong> Gérard [<strong>de</strong> Nerval. Nota <strong>de</strong>JMB], <strong>el</strong> errar <strong>de</strong> Neruda con inventarios<strong>de</strong>sesperantes que rechazan a la nada enlas esquinas solas, las noches <strong>de</strong> Masaccioentrado a pie en Florencia, oyendo gritar lasguardias. Lord Dunsany, sí, y Pierre Mac Orlan,y Dédée d’Anvers. Es preciso haber llegado alas dos <strong>de</strong> la mañana a Génova, con una valija<strong>de</strong> mano don<strong>de</strong> se resume <strong>el</strong> entero mundoconocido; o haber caminado por Valparaísoun sábado <strong>de</strong> estr<strong>el</strong>la y dry gin, ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong>músicas a pedazos que caen <strong>de</strong> las ventanascon visillos, con torsos y espaldas saliendo<strong>de</strong> cada hueco, dando nombre a una voz”.(Mac Orlan, prosista d<strong>el</strong> “fantastique social”,enormemente interesado por <strong>el</strong> arte <strong>de</strong> lafotografía, citado por Cortázar en <strong>el</strong> Keats, y en<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato que da título a Las armas secretas).Ciudad, errancia (2). Cortázar a Jonquières,en carta <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1957 sobre suvisión <strong>de</strong> París, y tras invocar a Aragon y Le66

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!