Descargar revista - Ekos Negocios
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el tema, quizás haciendo un recuento<br />
de las cosas que NO están<br />
consideradas en la metodología<br />
de coaching.<br />
Un coach no es quien brinda las<br />
respuestas o soluciones a los problemas<br />
que presenta su coachee<br />
(término utilizado para identifi -<br />
car a quien es benefi ciario de un<br />
proceso de desarrollo a través de<br />
este sistema). La idea equivocada<br />
es que el coach deberá ser quien<br />
resuelva todos los casos que se<br />
presenten y siempre tenga la respuesta<br />
precisa a cualquier inconveniente<br />
que exista. De ser así,<br />
no estaríamos hablando de un<br />
coach, sino probablemente de un<br />
genio de otra dimensión.<br />
Entonces, ¿en qué radica la labor<br />
del coach? En ayudar al coachee<br />
a encontrar su propio camino<br />
(soluciones) por medio de<br />
la refl exión y el cuestionamiento.<br />
Un coach “facilita” el proceso<br />
de descubrimiento y realización.<br />
Es aquella persona que<br />
identifi ca la capacidad y busca<br />
promover el potencial que tienen<br />
las personas. Las formas de realizarlo<br />
pueden ser diversas: algunos<br />
coach confían en el llamado<br />
método socrático -preguntar insistentemente-,<br />
buscando que las<br />
respuestas provengan del involucrado<br />
que es quien mejor conoce<br />
su situación personal.<br />
Desde esta perspectiva queda<br />
muy claro que el coach no es un<br />
mentor. Es importante esta aclaración<br />
porque suelen confundirse<br />
los conceptos alrededor de ambos.<br />
En la otra orilla, el mentor<br />
sí proporciona consejos, guías e<br />
incluso respuestas, basado generalmente<br />
en su experiencia.<br />
El capital<br />
intelectual<br />
surge del<br />
crecimiento<br />
personal y<br />
profesional de la<br />
persona.<br />
¿Es entonces más sencilla la labor<br />
del coach? Suena apresurada<br />
y simplista esa conclusión. Porque<br />
si bien es cierto, éste no tiene<br />
la responsabilidad de fabricar<br />
respuestas, no es menos complejo<br />
“despertar” ese potencial innato<br />
que muchas personas llevan y<br />
que por alguna razón interna o<br />
externa no han sido capaces de<br />
liberar. En conclusión, son dos<br />
roles distintos, cada uno con su<br />
importancia dependiendo del caso<br />
y de lo que se busque obtener.<br />
El proceso de coaching<br />
Una vez aclarado el concepto,<br />
resta por establecer las fases<br />
que se siguen en un proceso típico.<br />
En primer lugar, el coach<br />
necesita conocer a profundidad a<br />
su coachee. Suena casi elemental,<br />
pero precisamente por subestimar<br />
esta etapa, es que suelen<br />
fracasar los planes, ya que por<br />
facilidad, algunos profesionales<br />
aplican medidas estándar.<br />
La evaluación de competencias<br />
múltiple (la famosa 360°) es la<br />
herramienta más efi caz para conocer<br />
en detalle al participante.<br />
Esta “foto” permitirá al coach,<br />
primero que nada determinar la<br />
situación que vive su coachee<br />
y el nivel de desarrollo de cada<br />
competencia. Partiendo de una<br />
retroalimentación integral, se ge-<br />
nera el primer resultado positivo:<br />
brindarle al sujeto una visión externa<br />
de su realidad. Y sobre la<br />
misma, estructurar un plan de<br />
desarrollo.<br />
Este plan se elabora con las refl<br />
exiones alcanzadas en consenso<br />
por ambas partes. Va dirigido a<br />
trabajar sobre las debilidades halladas.<br />
O también a potenciar las<br />
fortalezas encontradas. Es la guía<br />
para el seguimiento que luego se<br />
acordará entre ambos. Y que permitirá<br />
evaluar los avances que se<br />
vayan consiguiendo.<br />
Este plan debe ser práctico y sencillo.<br />
Y, sobretodo, elaborado en<br />
gran medida con los compromisos<br />
voluntarios que exprese el<br />
propio coachee, porque de esa<br />
manera generará mayor interés<br />
de ser cumplido.<br />
El acompañamiento es decisivo.<br />
Y el plazo del mismo dependerá<br />
del grado de mejora que se vaya<br />
alcanzando. Es necesario que<br />
exista un principio y un fi n. El<br />
coach no supervisará en el sentido<br />
literal el cumplimiento de las<br />
acciones del plan, sino que brindará<br />
soporte y confi anza.<br />
Conclusiones<br />
Un proceso de coaching bien dirigido<br />
y con defi nición clara de<br />
las expectativas y roles, es una<br />
poderosa herramienta para el desarrollo<br />
personal y profesional.<br />
Incluso en las empresas se habla<br />
de la necesidad de que los directivos<br />
aprendan a ser buenos<br />
coach, porque entienden que es<br />
el mejor sistema para comprometer<br />
y desarrollar al talento dentro<br />
de la organización.<br />
[pág. 91]