Derechos Indígenas Derechos Indígenas - Fondo Indígena
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Fuente 2<br />
El linchamiento no es justicia comunitaria<br />
Al finalizar su informativo La hora del país, sábado 1º de mayo pasado,<br />
radio Fides trasmitió sin mayores comentarios la entrevista al diputado<br />
Felipe Quispe por la cadena Radioprogramas de enorme audiencia en el<br />
Perú, acerca del reciente linchamiento de un alcalde acusado de corrupción<br />
en una población de ese país, cercana a la frontera con Bolivia. En<br />
esta ocasión, y no es la primera vez que lo hace, Quispe defendió abiertamente<br />
el procedimiento de hacer justicia por mano propia, a título de que<br />
forma parte de los usos y costumbres del pueblo aymara.<br />
Sin embargo, nos parece que tales afirmaciones obedecen más bien a<br />
una línea de confrontación política radical con el Estado boliviano, para<br />
lo cual, cualquier argumento o pretexto es válido. Ninguno de los estudios<br />
antropológicos y etnográficos realizados en la última década, autoriza a<br />
nadie, por más dirigente aymara que sea, a sostener que en la actualidad<br />
el linchamiento sea parte de la justicia comunitaria practicada por alguno<br />
de los pueblos originarios de Bolivia.<br />
Es cierto que acciones corruptas de algunos alcaldes rurales, ante la<br />
ineficacia de los recursos legales ordinarios, fueron enfrentadas con procedimientos<br />
de lo que podría llamarse justicia comunitaria: destituciones,<br />
castigos morales, obligaciones de trabajo comunitario, multas y, en algún<br />
caso unos azotes quizá merecidos, penas todas ellas decididas en asambleas<br />
o cabildos luego de amplia deliberación. Este es un tema que también<br />
merece ser estudiado y debatido, sobre todo por la inoperancia de los<br />
mecanismos jurídicos competentes. Pero, en ningún caso se ha llegado a<br />
los extremos de aplicación de pena de muerte, ni menos a la aberración<br />
del linchamiento.<br />
La supresión de la pena de muerte es parte de una corriente mundial tendiente<br />
a humanizar los mecanismos jurídicos en todos los países, incluido<br />
Estados Unidos, donde todavía se aplica la silla eléctrica o la inyección de<br />
sustancias letales. Por supuesto, también es parte de la humanización del<br />
derecho consuetudinario de los Pueblos <strong><strong>Indígena</strong>s</strong> en América Latina, donde<br />
todavía figura sólo por vía de excepción aunque por lo general no se la pone<br />
en práctica. En todo caso, allí donde todavía se la considera vigente, implica<br />
un juicio donde comparece el acusado y donde varias personas deliberan y<br />
deciden la pena a ser aplicada en base a procedimientos establecidos o reconocidos<br />
por prácticas comunitarias.