155(definitiva).qxd (Page 10) - Institut Metropolità del Taxi

Condena de 6
meses de prisión y
multa para el taxista
que falsificó
licencia y matrícula
en otro vehículo de
su propiedad
El Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona ha
dado a conocer la sentencia por la que condena
a JJDM, titular de una licencia de taxi, como autor
responsable de un delito de falsificación de documento,
sin la concurrencia de circunstancias modificativas
de responsabilidad criminal, con la pena de 6 meses
de prisión y multa de seis meses a razón de 6 euros la
cuota diaria, con abono de las costas causadas.
Los hechos que han derivado en esta sentencia y condena
se han producido como consecuencia de que
JJDM, propietario del vehículo Seat Toledo, colocó una
placa de matrícula similar en otro coche de su propiedad
—de la misma marca—, pintándolo con los colores amarillo
y negro y sin, lógicamente, tener la licencia preceptiva
que le permitiera explotarlo como taxi. Aún más, hizo
pintar en la ITV, por orden suya, el número de la licencia
de taxi de la cual era titular.
Una patrulla de la Guardia Urbana lo sorprendió circulando
con el taxi falsificado en mayo del 2001 en la
Avenida del Hospital Militar de Barcelona, aunque, como
declaró el propio acusado, había trabajando en esta
situación durante un año. JJDM alegó en su defensa que
había optado por esta alternativa porque su taxi se había
averiado y no quería dejar de trabajar. El taxista en cuestión
admitió, sin embargo, que conocía la alternativa que
en estos casos concede el Institut Metropolità del Taxi y
que está recogida en el Art. 17.3 del Reglamento
Metropolitano de Autotaxi vigente.
Los hechos que han condenado a JJDM están tipificados
como delito de falsificación de documento oficial por
el artículo 392 del Código Penal, en relación con el artículo
390. 1º 2ª del referido texto legal. La sentencia se
extiende con independencia de que JJDM pretendiera
obtener un rendimiento económico ilegítimo mediante
esta falsificación y, al respecto subraya, entre otros argumentos
jurídicos: “de lo que no hay duda es de que la
intención del taxista en cuestión era hacer creer que el
vehículo que no tenía la licencia de taxi era el vehículo
que sí tenía licencia y esa intención ya es, de por sí,
constitutiva de delito, sean cuales fueran los fines perseguidos
por la misma”.
Conocedor de estos hechos que derivaron en esta
Sentencia, el Institut Metropolità del Taxi ejerció la acusación
particular.