ESPECIAL TRANSPORTE URBANO - Revista Viajeros

El concepto de transporte urbano ha evolucionado
mucho en las últimas décadas. El transporte público en
superficie de las ciudades tiene que enfrentarse a nuevos
retos como el tráfico, la expansión de las áreas metropolitanas,
la intermodalidad, la accesibilidad para todos, la
información personalizada para el usuario y sistemas de
ticketing que van más allá del simple billetaje entre otras
cuestiones.
El PEIT recogía un proyecto prometedor del Gobierno aunque
todavía no se ha ejecutado, dotar a todas las autovías
de entrada a la capital con un carril bus o plataforma reservada
separada por muros del resto de la calzada para
fomentar el transporte colectivo. Otros proyectos como el
Metrobús, que depende de la Comunidad de Madrid, también
son una apuesta clara por los carriles exclusivos para
transporte público. Sin embargo, tras la reforma de la Ley
de Seguridad Vial recientemente aprobada por el
Congreso de los Diputados, aparcar en carril bus seguirá
siendo sancionable económicamente pero no restará puntos
en el carné.
La accesibilidad ha sido durante muchos años el fin perseguido
por todos los operadores de transporte público.
Actualmente las grandes flotas están adaptadas casi en su
totalidad. Rampas, suelos antideslizantes y asientos específicos
para personas de movilidad reducidas y bebés, así
como colores llamativos en los asideros y pulsadores de
llamada a diferentes alturas son algunas de las mejoras
incorporadas. La información al pasajero tanto dentro
como fuera del autobús empieza a suministrase en diferentes
soportes: escrito, sonoro y en Braille.
El transporte público urbano ha pasado de ser un
servicio a convertirse en derecho de los
ciudadanos.
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