Arte, Estética, Ideal, tomo I - Figuras
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ARTE, ESTÉTICA, IDEAL<br />
acumulados por la tradición, y como cada conquista<br />
lo transforma todo, aprovecha a todos, y muy particularmente<br />
a los que han sido privados de esos benefiCios,<br />
a los desvahdos.<br />
Cierto que muchos espíritus religiosos, de todos los<br />
credos y de todas las sectas, han concurrido a la benemérita<br />
obra de la invesngactón CientífiCa; sin embargo,<br />
es preciso reconocer que en esa tarea han sido<br />
inspirados por la razón, y no por la fe. Así, por<br />
eJemplo, el gran Pasteur, que ha descubierto nuevas<br />
vías en pleno rnisteno, como lo haría un relámpago<br />
sobre tinieblas, acruó dentro de las sendas racwnales,<br />
y no de las fideístas, vale deor que, para determinar<br />
su esfuerzo invesngatorio, no lo gmó su fe de creyente,<br />
sino su convtcción de investtgador racional. Y<br />
así todos los demás que han concumdo a la obra<br />
científica. Nt la cosmología, ni la biología como<br />
ramos fundamentales, m las auxiliares: la geología,<br />
la paleontología, la astronomía, la antropología, la<br />
anatomía, la fis1ología, la histología, la mecánKa,<br />
la químiCa, la física, etc , que más han hecho por el<br />
conocimiento humano y, cons1guienremente, por el<br />
hombre, son triburanas de la fe, sino de la razón.<br />
Si la estenlidad de la ingenua fe religiosa es manifiesta,<br />
no lo es menos la fecundidad del espíritu<br />
mvestigatorio-racional. Pero esto que se ve todos los<br />
días, no Je ve. Imbuidos todavía de las vieJaS ideas,<br />
se espera siempre lo prod1gioso, la vara mágtca. Estas<br />
verdades, dignas de M. de la Palisse, se discuten<br />
aún deb1do a que el metafisicismo idealista pesa<br />
sobre nosotros, tanto por la herencia cuanto porque<br />
mstintivamente nos encandilan y seducen las sugestiones<br />
de la leyenda que nos adjudica el abolengo de<br />
semidioses, y en lo más íntimo confiamos todavía<br />
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