08.05.2013 Views

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - La Pastoral Familiar es

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - La Pastoral Familiar es

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - La Pastoral Familiar es

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

fiel<strong>es</strong> laicos ‘animar, con su compromiso cristiano, las realidad<strong>es</strong> y, en ellas, procurar<br />

ser t<strong>es</strong>tigos y operador<strong>es</strong> de paz y de justicia’ (SRS 47; cf 42).<br />

VI El amor de los pobr<strong>es</strong><br />

2443 Dios bendice a los que ayudan a los pobr<strong>es</strong> y reprueba a los que se niegan a<br />

hacerlo: ‘A quien te pide da, al que d<strong>es</strong>ee que le pr<strong>es</strong>t<strong>es</strong> algo no le vuelvas la <strong>es</strong>palda’<br />

(Mt 5, 42). ‘Gratis lo recibisteis, dadlo gratis’ (Mt 10, 8). J<strong>es</strong>ucristo reconocerá a sus<br />

elegidos en lo que hayan hecho por los pobr<strong>es</strong> (cf Mt 25, 31-36). <strong>La</strong> buena nueva<br />

‘anunciada a los pobr<strong>es</strong>’ (Mt 11, 5; Lc 4, 18)) <strong>es</strong> el signo de la pr<strong>es</strong>encia de Cristo.<br />

2444 ‘El amor de la Igl<strong>es</strong>ia por los pobr<strong>es</strong>... pertenece a su constante tradición’ (CA 57).<br />

Está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas (cf Lc 6, 20-22), en la pobreza<br />

de J<strong>es</strong>ús (cf Mt 8, 20), y en su atención a los pobr<strong>es</strong> (cf Mc 12, 41-44). El amor a los<br />

pobr<strong>es</strong> <strong>es</strong> también uno de los motivos del deber de trabajar, con el fin de ‘hacer<br />

partícipe al que se halle en nec<strong>es</strong>idad’ (Ef 4, 28). No abarca sólo la pobreza material,<br />

sino también las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa (cf CA 57).<br />

2445 El amor a los pobr<strong>es</strong> <strong>es</strong> incompatible con el amor d<strong>es</strong>ordenado de las riquezas o su<br />

uso egoísta:<br />

Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las d<strong>es</strong>gracias que <strong>es</strong>tán para caer<br />

sobre vosotros. Vu<strong>es</strong>tra riqueza <strong>es</strong>tá podrida y vu<strong>es</strong>tros v<strong>es</strong>tidos <strong>es</strong>tán apolillados;<br />

vu<strong>es</strong>tro oro y vu<strong>es</strong>tra plata <strong>es</strong>tán tomados de herrumbre y su herrumbre será t<strong>es</strong>timonio<br />

contra vosotros y devorará vu<strong>es</strong>tras carn<strong>es</strong> como fuego. Habéis acumulado riquezas en<br />

<strong>es</strong>tos días que son los últimos. Mirad: el salario que no habéis pagado a los obreros que<br />

segaron vu<strong>es</strong>tros campos <strong>es</strong>tá gritando; y los gritos de los segador<strong>es</strong> han llegado a los<br />

oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis<br />

entregado a los placer<strong>es</strong>; habéis hartado vu<strong>es</strong>tros corazon<strong>es</strong> en el día de la matanza.<br />

Condenasteis y matasteis al justo; él no os r<strong>es</strong>iste (St 5, 1-6).<br />

2446 San Juan Crisóstomo lo recuerda vigorosamente: ‘No hacer participar a los pobr<strong>es</strong><br />

de los propios bien<strong>es</strong> <strong>es</strong> robarl<strong>es</strong> y quitarl<strong>es</strong> la vida. Lo que poseemos no son bien<strong>es</strong><br />

nu<strong>es</strong>tros, sino los suyos’. Es preciso ‘satisfacer ante todo las exigencias de la justicia, de<br />

modo que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que ya se debe a título de justicia’<br />

(AA 8):<br />

Cuando damos a los pobr<strong>es</strong> las cosas indispensabl<strong>es</strong> no l<strong>es</strong> hacemos liberalidad<strong>es</strong><br />

personal<strong>es</strong>, sino que l<strong>es</strong> devolvemos lo que <strong>es</strong> suyo. Más que realizar un acto de<br />

caridad, lo que hacemos <strong>es</strong> cumplir un deber de justicia. (S. Gregorio Magno, past. 3,<br />

21).<br />

2447 <strong>La</strong>s obras de misericordia son accion<strong>es</strong> caritativas mediante las cual<strong>es</strong> socorremos<br />

a nu<strong>es</strong>tro prójimo en sus nec<strong>es</strong>idad<strong>es</strong> corporal<strong>es</strong> y <strong>es</strong>piritual<strong>es</strong> (cf. Is 58, 6-7; Hb 13, 3).<br />

Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras <strong>es</strong>piritual<strong>es</strong> de misericordia, como<br />

también lo son perdonar y sufrir con paciencia. <strong>La</strong>s obras de misericordia corporal<strong>es</strong><br />

consisten <strong>es</strong>pecialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene,<br />

v<strong>es</strong>tir al d<strong>es</strong>nudo, visitar a los enfermos y a los pr<strong>es</strong>os, enterrar a los muertos (cf Mt<br />

25,31-46). Entre <strong>es</strong>tas obras, la limosna hecha a los pobr<strong>es</strong> (cf Tb 4, 5-11; Si 17, 22) <strong>es</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!