08.05.2013 Views

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - La Pastoral Familiar es

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - La Pastoral Familiar es

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - La Pastoral Familiar es

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

inc<strong>es</strong>ante... Recurrimos, por tanto, a la oración para que <strong>es</strong>ta santidad permanezca en<br />

nosotros (San Cipriano, Dom orat. 12).<br />

2814 Depende inseparablemente de nu<strong>es</strong>tra vida y de nu<strong>es</strong>tra oración que su Nombre<br />

sea santificado entre las nacion<strong>es</strong>:<br />

Pedimos a Dios santificar su Nombre porque él salva y santifica a toda la creación por<br />

medio de la santidad... Se trata del Nombre que da la salvación al mundo perdido pero<br />

nosotros pedimos que <strong>es</strong>te Nombre de Dios sea santificado en nosotros por nu<strong>es</strong>tra<br />

vida. Porque si nosotros vivimos bien, el nombre divino <strong>es</strong> bendecido; pero si vivimos<br />

mal, <strong>es</strong> blasfemado, según las palabras del Apóstol: 'el nombre de Dios, por vu<strong>es</strong>tra<br />

causa, <strong>es</strong> blasfemado entre las nacion<strong>es</strong>'(Rm 2, 24; Ez 36, 20-22). Por tanto, rogamos<br />

para merecer tener en nu<strong>es</strong>tras almas tanta santidad como santo <strong>es</strong> el nombre de nu<strong>es</strong>tro<br />

Dios (San Pedro Crisólogo, serm. 71).<br />

Cuando decimos "santificado sea tu Nombre", pedimos que sea santificado en nosotros<br />

que <strong>es</strong>tamos en él, pero también en los otros a los que la gracia de Dios <strong>es</strong>pera todavía<br />

para conformarnos al precepto que nos obliga a orar por todos, incluso por nu<strong>es</strong>tros<br />

enemigos. He ahí por qué no decimos expr<strong>es</strong>amente: Santificado sea tu Nombre 'en<br />

nosotros', porque pedimos que lo sea en todos los hombr<strong>es</strong> (Tertuliano, or. 3).<br />

2815 Esta petición, que contiene a todas, <strong>es</strong> <strong>es</strong>cuchada gracias a la oración de Cristo,<br />

como las otras seis que siguen. <strong>La</strong> oración del Padre nu<strong>es</strong>tro <strong>es</strong> oración nu<strong>es</strong>tra si se<br />

hace "en el Nombre" de J<strong>es</strong>ús (cf Jn 14, 13; 15, 16; 16, 24. 26). J<strong>es</strong>ús pide en su oración<br />

sacerdotal: "Padre santo, cuida en tu Nombre a los que me has dado" (Jn 17, 11).<br />

II Venga a nosotros tu reino<br />

2816 En el Nuevo T<strong>es</strong>tamento, la palabra "basileia" se puede traducir por realeza<br />

(nombre abstracto), reino (nombre concreto) o reinado (de reinar, nombre de acción). El<br />

Reino de Dios <strong>es</strong>tá ante nosotros. Se aproxima en el Verbo encarnado, se anuncia a<br />

través de todo el Evangelio, llega en la muerte y la R<strong>es</strong>urrección de Cristo. El Reino de<br />

Dios adviene en la Ultima Cena y por la Eucaristía <strong>es</strong>tá entre nosotros. El Reino de Dios<br />

llegará en la gloria cuando J<strong>es</strong>ucristo lo devuelva a su Padre:<br />

Incluso puede ser que el Reino de Dios signifique Cristo en persona, al cual llamamos<br />

con nu<strong>es</strong>tras voc<strong>es</strong> todos los días y de quien queremos apr<strong>es</strong>urar su advenimiento por<br />

nu<strong>es</strong>tra <strong>es</strong>pera. Como <strong>es</strong> nu<strong>es</strong>tra R<strong>es</strong>urrección porque r<strong>es</strong>ucitamos en él, puede ser<br />

también el Reino de Dios porque en él reinaremos (San Cipriano, Dom. orat. 13).<br />

2817 Esta petición <strong>es</strong> el "Marana Tha", el grito del Espíritu y de la Esposa: "Ven, Señor<br />

J<strong>es</strong>ús":<br />

Incluso aunque <strong>es</strong>ta oración no nos hubiera mandado pedir el advenimiento del Reino,<br />

habríamos tenido que expr<strong>es</strong>ar <strong>es</strong>ta petición , dirigiéndonos con premura a la meta de<br />

nu<strong>es</strong>tras <strong>es</strong>peranzas. <strong>La</strong>s almas de los mártir<strong>es</strong>, bajo el altar, invocan al Señor con<br />

grand<strong>es</strong> gritos: '¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a <strong>es</strong>tar sin hacer justicia por<br />

nu<strong>es</strong>tra sangre a los habitant<strong>es</strong> de la tierra?' (Ap 6, 10). En efecto, los mártir<strong>es</strong> deben<br />

alcanzar la justicia al fin de los tiempos. Señor, ¡apr<strong>es</strong>ura, pu<strong>es</strong>, la venida de tu Reino!<br />

(Tertuliano, or. 5).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!