Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina
Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina
Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
2.6.4.7.1. Ejemplo: la vaca preferida.<br />
A esta joven paciente le fue diagnosticado un “tumor cerebral”. <strong>El</strong> DHS sucedió<br />
a la edad <strong>de</strong> 6 u 8 años. Los padres <strong>de</strong> la muchacha poseían <strong>una</strong> granja y la<br />
paciente tenía <strong>una</strong> vaca joven como su preferida, a la cual se había apegado mucho<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que era un ternerillo. Cuando iba a la cuadra la acariciaba siempre y hablaba<br />
con su vaca, que era muy dócil y se había acostumbrado a ella.<br />
Un día sus padres <strong>de</strong>cidieron dar la vaca al carnicero. En este ambiente<br />
normalmente nadie se preocupa por los sentimientos <strong>de</strong> los niños. Para estas<br />
personas los animales son objetos que se poseen con los que se pue<strong>de</strong> hacer lo que<br />
se quiera.<br />
La hija sufrió primero un conflicto <strong>de</strong> impotencia en el lado izquierdo <strong>de</strong>l<br />
cerebro, dado que era diestra. Al mismo tiempo sufrió un conflicto <strong>de</strong> susto y uno <strong>de</strong><br />
miedo con repugnancia, porque se imaginó que su vaca sería sacrificada. Gritó y<br />
chilló sin vergüenza para impedir la muerte <strong>de</strong> la vaca, pero no sirvió <strong>de</strong> nada. Los<br />
padres permanecieron cruelmente insensibles y la encerraron en su habitación.<br />
Cuando vio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su ventana como metían la vaca en el coche <strong>de</strong>l carnicero y<br />
con ello su <strong>de</strong>stino estaba ya <strong>de</strong>cidido, sufrió un segundo conflicto que hoy, tras<br />
veinte años, nos es posible reconstruir bastante precisamente, como confirma<br />
también la propia paciente, es <strong>de</strong>cir, un conflicto <strong>de</strong> miedo frontal. En aquella media<br />
hora la paciente entró en constelación esquizofrénica. Sufrió dos conflictos <strong>de</strong><br />
impotencia similares a miedo frontal, un conflicto <strong>de</strong> susto y uno <strong>de</strong> miedo con<br />
repugnancia. Obviamente todos los conflictos permanecieron activos, dado que<br />
continuó viviendo en la granja en los siguientes años y permaneció en el viejo rail, ya<br />
que se tenía que ocupar <strong>de</strong> las vacas. Cada problema o cada discusión con los<br />
padres la llevaba <strong>de</strong> nuevo al rail.<br />
Des<strong>de</strong> entonces fue <strong>una</strong> muchacha hiperansiosa con miedo constante por el<br />
futuro, miedo casi esquizofrénico. Para los padres la muchacha era doblemente<br />
“buena”, ya que seguía las ór<strong>de</strong>nes al pie <strong>de</strong> la letra. Se podría <strong>de</strong>cir también que<br />
estaba <strong>de</strong>struida por el miedo al futuro.<br />
Veinte años <strong>de</strong>spués la paciente conoció a un joven terapeuta, se fue con él a<br />
300 Km <strong>de</strong> distancia <strong>de</strong> su familia y al final no se volvió a recordar <strong>de</strong> su “rail <strong>de</strong> la<br />
vaca”. Los conflictos se resolvieron en los dos lados cerebrales. Cuando, a causa <strong>de</strong><br />
la sintomatología cerebral se le hizo un TAC cerebral, se diagnosticó un gran tumor<br />
cerebral a la izquierda que ya tenía “metástasis” hacia la <strong>de</strong>recha, en el otro lado.<br />
Primero se quiso operarla, <strong>de</strong>spués se dijo que no era operable y se pronunció un<br />
pronóstico catastrófico. Según los médicos, sin radioterapia y sin quimioterapia<br />
viviría <strong>de</strong> 3 a 6 semanas, con la quimio y la radio un poco más.<br />
La paciente conoció la <strong>Nueva</strong> <strong>Medicina</strong> y <strong>de</strong>cidió hacer solamente <strong>una</strong> terapia<br />
sintomática con cortisona. Pero <strong>de</strong>bido a la larga duración <strong>de</strong> sus conflictos se<br />
presentaron dificulta<strong>de</strong>s que vamos a callar aquí. Se añadió el problema siguiente:<br />
ya antes <strong>de</strong>l diagnóstico la paciente había <strong>de</strong>cidido y dispuesto mudarse cerca <strong>de</strong> su<br />
pueblo natal con su novio. De esta manera la situación entera se transformó en <strong>una</strong><br />
“solución en suspenso”: cada vez que iba a ver a los padres, lo que más tar<strong>de</strong> por<br />
consejo mío <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> hacer (¿<strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>?), y cada vez que los padres la<br />
visitaban, lo cual ella no podía evitar, entraba <strong>de</strong> nuevo en los raíles conflictivos. Así<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> estas breves recaídas el e<strong>de</strong>ma <strong>de</strong> reparación volvía a ser gran<strong>de</strong>. No<br />
pudo <strong>de</strong>jar nunca <strong>de</strong> tomar cortisona, aunque en dosis relativamente pequeñas. Al<br />
final no le quedó otro remedio que mudarse con los padres <strong>de</strong>l novio, y sólo<br />
entonces la reparación fue llevada a cabo hasta el final. Entonces el e<strong>de</strong>ma <strong>de</strong><br />
resolución no se pudo controlar más y la paciente murió en un coma cerebral.<br />
120