08.05.2013 Views

Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina

Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina

Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

momento. Pensé que quizás aquel sentimiento <strong>de</strong> impotencia, <strong>de</strong> abandono, <strong>de</strong><br />

tristeza infinita se <strong>de</strong>svanecería lentamente, pero por el contrario cada vez es mas<br />

fuerte. No puedo seguir siendo la persona que fui. Pobre hijo mío, lo que has tenido<br />

que soportar, lo que has tenido que sufrir, y sin quejarte jamás. Que no habría dado<br />

por haber muerto yo en tu lugar. Cada noche vuelves a morir entre mis brazos, 730<br />

noches que has vuelto a morir a mi lado y yo no quería <strong>de</strong>jarte ir, pero la atroz<br />

fatalidad te llevaba siempre. Cada vez me quedaba impotente hasta el final, gritando<br />

como hace dos años, gritando sin po<strong>de</strong>rme contener y <strong>de</strong>sconcertado, como en<br />

aquel momento, entre los pacientes graves y los médicos y enfermeras apáticos,<br />

brutales y crueles, que solo me <strong>de</strong>jaron estar a tu lado cuanto estabas muriendo.<br />

Tú, chico maravilloso, has muerto como un rey, orgulloso, gran<strong>de</strong> y aun así tan<br />

tierno, a pesar <strong>de</strong> todos los tormentos, <strong>de</strong> todos los tubos en las venas y arterias; a<br />

pesar <strong>de</strong> la intubación y <strong>de</strong>l terrible <strong>de</strong>cúbito. Rechazaste la bajeza y la maldad <strong>de</strong><br />

tus torturadores tan solo moviendo la cabeza: “Papá, son malos, muy malos”. En los<br />

últimos días me hablabas solamente con los ojos, pero yo comprendí cada <strong>una</strong> <strong>de</strong><br />

tus palabras.<br />

¿Has entendido tú también todo aquello que te dije al final, que tu padre y tu<br />

madre te amarán infinitamente que siempre estarás presente haciendo todo junto a<br />

nosotros? ¿Y que ahora <strong>de</strong>berás ser muy fuerte y tener un sueño larguísimo?<br />

Asentiste y yo estoy seguro <strong>de</strong> que lo has comprendiste todo, a pesar <strong>de</strong> tu lucha<br />

contra la muerte.<br />

Solo <strong>una</strong> vez, cuando ya habías cerrado los ojos y mis lágrimas caían en tu<br />

cara y oyéndome llorar, has movido un poco la cabeza contrariado. Querías <strong>de</strong>cirme:<br />

“Papá, no tienes porque llorar, siempre estaremos juntos”.<br />

No me avergüenzo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nadie, hijo mío. Lloro tan a menudo, cuando<br />

nadie me ve. No te lo tomes a mal. Sé que no has visto jamás llorar a tu padre. Pero<br />

ahora soy también tu alumno y estoy tristemente orgulloso <strong>de</strong> ti por la dignidad con<br />

la que nos has precedido a través <strong>de</strong> la gran puerta <strong>de</strong> la muerte. Pero ni siquiera<br />

ese orgullo pue<strong>de</strong> calmar mi <strong>de</strong>sesperación cuando cada noche vuelves a morir<br />

entre mis brazos y me <strong>de</strong>jas sumido en la <strong>de</strong>sesperación.<br />

Este dibujo lo pintó mi hijo a la edad <strong>de</strong><br />

dieciocho años en Roma. Es un tipo<br />

particular <strong>de</strong> “Autorretrato” en el que se<br />

pintó con ochenta años, un año antes <strong>de</strong> su<br />

muerte.<br />

Primero mi Dirk me enseñó a<br />

compren<strong>de</strong>r el contexto global <strong>de</strong>l cáncer;<br />

<strong>de</strong>spués, lentamente he abarcado la<br />

medicina entera.<br />

3

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!