Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina
Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina
Ryke Geerd Hamer – El testamento de una Nueva Medicina
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ya no valgo nada”. A finales <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>l 95 se contaron 19.500 leucocitos, que junto<br />
a los dolores que tenía allí <strong>de</strong>trás, como signo <strong>de</strong> la recalcificación, es <strong>de</strong>cir, tenía<br />
<strong>una</strong> leucemia.<br />
Conflicto <strong>de</strong> miedo a la muerte <strong>de</strong>l 21-7-1995 en Málaga con a<strong>de</strong>nocarcinoma<br />
alveolar <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nado por un redactor <strong>de</strong>l “Spiegel”. <strong>El</strong> diagnóstico fue confirmado<br />
también por el hospital.<br />
En el hotel Las Vegas <strong>de</strong> Málaga sucedió un acci<strong>de</strong>nte horrible. Un redactor <strong>de</strong><br />
“Spiegel-TV” gritó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>una</strong> distancia <strong>de</strong> dos metros al señor Pilhar, a Olivia y a mí<br />
mientras atravesábamos el hall <strong>de</strong>l hotel (llevaba a Olivia <strong>de</strong> la mano): “Señor<br />
<strong>Hamer</strong>, ¿qué hará si Olivia se muere pasado mañana?”.<br />
Olivia pali<strong>de</strong>ció y soltó un grito <strong>de</strong> susto. Entonces, apenas Olivia se había<br />
marchado, dije que esta era la clásica situación para un DHS con conflicto <strong>de</strong> miedo<br />
a la muerte. Des<strong>de</strong> aquel momento en a<strong>de</strong>lante tenemos que calcular que Olivia<br />
tendría focos en el pulmón (a<strong>de</strong>nocarcinoma pulmonar). Y <strong>de</strong> hecho estos focos, que<br />
seguramente hasta entonces no estaban presentes (radiografía <strong>de</strong>l 19-7-95) fueron<br />
encontrados <strong>una</strong> semana <strong>de</strong>spués en el hospital <strong>de</strong>l Tull, es <strong>de</strong>cir, Olivia durante el<br />
tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ese acontecimiento tenía miedo <strong>de</strong> morir. Esta terrible<br />
experiencia, típica <strong>de</strong> la prensa amarilla y sin alma, fue el elemento <strong>de</strong>cisivo para<br />
llamar a la doctora Marcovich, que se había marchado sin Olivia, y <strong>de</strong>cirle: “Señora<br />
Marcovich, la <strong>Nueva</strong> <strong>Medicina</strong> podrá ser totalmente cierta, pero la pobre pequeña<br />
Olivia no se pue<strong>de</strong> curar en medio <strong>de</strong> esta caza <strong>de</strong> brujas. Las autorida<strong>de</strong>s, los<br />
magistrados, los médicos y la prensa amarilla, entre 100 y 200, van a la caza <strong>de</strong> la<br />
pobre niña <strong>de</strong> la mañana a la noche. Si el gobierno austriaco diese <strong>una</strong> garantía <strong>de</strong><br />
que a la niña no se suce<strong>de</strong>rá nada que esté contra la voluntad <strong>de</strong> los padres,<br />
entonces me comprometo personalmente para que los señores Pilhar regresen <strong>de</strong><br />
motu proprio a Austria con Olivia. En Maiersdorf, en la tranquilidad <strong>de</strong>l hogar, Olivia<br />
podría <strong>de</strong> verdad curarse mejor que aquí en Málaga, en medio <strong>de</strong> estas hienas”.<br />
Conflicto <strong>de</strong>l líquido, afectando ahora al riñón izquierdo<br />
el 31 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1995 con parada respiratoria y muerte clínica <strong>de</strong> Olivia cuando<br />
estaba todavía en condiciones <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r que la quimio que le metían por goteo<br />
podría haber sido la causa o al menos un factor provocador <strong>de</strong> su muerte por parada<br />
respiratoria.<br />
Des<strong>de</strong> entonces se produjo un aumento <strong>de</strong> la presión sanguínea <strong>de</strong> 140/100,<br />
valores que para un niño son muy altos.<br />
Debemos imaginarnos la cuestión <strong>de</strong>l siguiente modo: Olivia ve el veneno <strong>de</strong> la<br />
quimio cayendo gota a gota. Los padres habían rechazado con vehemencia este<br />
veneno y ella sabía lo peligroso que era. Así sufre el más terrible <strong>de</strong> todos los DHS y<br />
por añadidura, sola, sin su madre, con el peor conflicto biológico. “¡Me muero!”.<br />
Si el lector relee las advertencias que he dado en mis cartas y explicaciones<br />
verá que he insistido para que no se administren tales infusiones venenosas en un<br />
proceso <strong>de</strong> curación extremadamente vagotónico, tuberculoso y leucémico. Caería<br />
como <strong>una</strong> helada a menos veinte grados en las tiernas flores. Y sin embargo es justo<br />
lo que han hecho esos ignorantes, animados por los gritos y júbilos <strong>de</strong> los<br />
periodistas salvajes.<br />
En la <strong>Nueva</strong> <strong>Medicina</strong> sabemos que muchísimas, quizás la mayor parte <strong>de</strong> las<br />
personas que mueren conscientes sufren un posterior conflicto biológico. Muchos<br />
entran en <strong>una</strong> <strong>de</strong>nominada “constelación esquizofrénica” <strong>de</strong>l hemisferio <strong>de</strong>l<br />
neoencéfalo y se ven a sí mismos “oscilar en el aire”, prácticamente en paranoia. Lo<br />
ven realmente, y luego son capaces <strong>de</strong> acordarse <strong>de</strong> ello.<br />
224