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MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

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Artículo 4<br />

La aplicación de estos motivos:<br />

1. Cuán grande debería ser nuestra humillación ante Dios, por haber descuidado la enseñanza<br />

personal de aquellos que fueron encomendados a nuestro cuidado. Solamente Dios conoce<br />

cuántos podrían haber sido ayudados. ¿Porqué no comenzamos pronto? Hay muchos obstáculos:<br />

Satanás, corazones endurecidos por el pecado, etc.. Sin embargo, el obstáculo más grande está en<br />

nosotros mismos: Nuestra incredulidad, infidelidad, flojera y aversión a la obra. Nuestra culpa es<br />

tan grande porque la obra que hemos descuidado es sumamente vital. No tenemos excusa.<br />

Solamente podemos rogar a Dios por misericordia. Quizás El limpiará nuestra culpa con la sangre<br />

de Cristo y se volverá de su ira hacia nosotros. En nuestro país tenemos días de humillación<br />

nacional a causa de los juicios de Dios, por los pecados de nuestra nación. (Nota: El autor se está<br />

refiriendo a Inglaterra en el siglo XVII). Ojalá que cada pastor en este país apartara un día de<br />

humillación a causa de los pecados del ministerio. Debemos dejar a un lado el orgullo, la<br />

contención, la ambición egoísta y la ociosidad, o de otra manera Dios nos dejará a nosotros.<br />

2. Hermanos, a partir de ahora vamos a negarnos a nosotros mismos y a ponernos a trabajar. La<br />

mies es mucha y los obreros son pocos. Las almas son preciosas y el peligro de los pecadores es<br />

grande. No es un honor pequeño el ser colaborador con Cristo. Ya hemos desperdiciado mucho<br />

tiempo. Multitudes están yendo a toda velocidad con rumbo al infierno. ¿No son suficientes estos<br />

pensamientos para despertarle al cumplimiento de su deber? No podemos despertar a otros si<br />

nosotros estamos medio dormidos también. ¿Qué es lo que se necesita para convencerlo de sus<br />

responsabilidades? ¿Acaso no ha de ser suficiente un solo texto de la Escritura? ¿Acaso no será<br />

suficiente para persuadirlo, una visión de la condición miserable de sus vecinos impíos? Ojalá<br />

que estuviésemos más convencidos de la verdad para que de este modo pudiésemos convencer a<br />

otros. ¡Cuán grande sería el mejoramiento de nuestras vidas y de nuestro ministerio!<br />

Frecuentemente me pregunto a mí mismo, porqué mi predicación es tan fría y superficial, cuando<br />

las personas son descuidadas acerca de sus pecados y el juicio venidero. Es rara la vez que bajo<br />

del púlpito sin sentirme culpable , porque no he sido lo suficientemente ferviente y serio. Mi<br />

consciencia pregunta: ‘¿Cómo pudiste hablar tan fríamente acerca del cielo y el infierno?<br />

¿Realmente crees lo que estás diciendo? ¿Cómo pudiste describir la miseria del pecado y no ser<br />

conmovido? ¿Acaso no deberías llorar sobre este pueblo? ¿No deberías levantar tu voz y rogar<br />

con ellos en este asunto de vida o muerte?<br />

¡Qué el Señor nos libre de la infidelidad y de la dureza de nuestro corazón para que seamos<br />

instrumentos aptos para salvar a otros! Si usted se hubiera enfrentado con la muerte tan<br />

frecuentemente como yo, entonces su conciencia sería más sensible. Frecuentemente mi<br />

conciencia me pregunta: ‘¿Acaso es ésta toda la preocupación que tienes por los perdidos?

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