MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español
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detalladamente los fundamentos del arrepentimiento y la fe en Cristo. Los recién convertidos<br />
necesitan la leche de la palabra, mientras que los creyentes maduros necesitan el alimento sólido.<br />
4. Nuestro ministerio debe estar centrado en las grandes enseñanzas de la Escritura. Esto es lo que<br />
la gente necesita par alimentar sus almas, para mortificar sus pecados y calentar sus corazones. Si<br />
solo predicamos a Cristo, estaremos predicando todo. Esta es la mejor forma para no perder el<br />
tiempo. Muchas otras cosas pudieran ser deseables, pero el tiempo es corto y las almas son<br />
preciosas. Si los oyentes fallan en comprender las verdades esenciales del evangelio, entonces<br />
serán perdidos para siempre. Esto no agradará a aquellos que siempre quieren escuchar algo<br />
nuevo y emocionante.<br />
Frecuentemente tendremos que repetir las mismas cosas, porque las verdades esenciales son<br />
relativamente pocas. Sin embargo, debemos tratar de usar mucha variedad en su presentación.<br />
Tenga cuidado de no imitar a<br />
aquellos que tratan de compensar su falta de espiritualidad, convirtiendo su predicación en un<br />
“show” para divertir a los oyentes.<br />
5. Nuestra enseñanza debería ser lo más clara y sencilla posible. La gente no puede beneficiarse<br />
de nuestro ministerio a menos que lo puedan entender. Si obscurecemos la verdad, entonces<br />
somos enemigos de ella. Si no podemos enseñar sencillamente un tema, entonces, esto significa<br />
normalmente, que no lo hemos entendido claramente. Algunos ministros guardan silencio acerca<br />
de ciertas doctrinas, debido a que piensan que el pueblo tiene prejuicios que les impiden<br />
aceptarlas. Pero, seguramente la mejor manera para vencer los prejuicios es explicando los<br />
hechos y haciendo los temas lo más claro posible. Algunas doctrinas son difíciles de comprender<br />
y debemos considerar las limitaciones de nuestros oyentes. Sin embargo, es nuestro deber<br />
esforzarnos para hacer que todas nuestras enseñanzas sean tan claras y sencillas que aún los más<br />
ignorantes puedan entenderlas.<br />
6. Debemos cumplir nuestros deberes con gran humildad. Recuerde que la palabra “ministro”<br />
significa uno que sirve. El orgullo está fuera de lugar en uno que está buscando ayudar a otros en<br />
el camino de la salvación. Si Dios expulsó a un ángel orgulloso del cielo, entonces ¿Acaso dará la<br />
bienvenida a un predicador orgulloso y soberbio? El orgullo genera la envidia y los pleitos, y<br />
obstaculiza grandemente la obra del evangelio. Algunos pastores se han vuelto incompetentes<br />
porque son demasiado soberbios para aprender. No debemos rechazar con arrogancia a aquellos<br />
que no están de acuerdo con nosotros. Siempre debemos estar dispuestos a aprender de otros.<br />
7. Nuestro ministerio debería mantener un equilibrio cuidadoso de autoridad y ternura. El balance<br />
exacto dependerá del tipo de personas y las situaciones que tenemos que tratar. Sin autoridad la<br />
gente no nos hará caso, pero una autoridad excesiva les volverá en nuestra contra.<br />
8. Debemos ser serios, responsables y fervientes en toda nuestra obra. Nuestra tarea demanda más<br />
habilidad y celo de lo que nos es posible dar. No es un asunto de poca importancia pararse frente<br />
a la congregación y entregar un mensaje del Dios vivo. La seriedad de nuestro llamamiento<br />
condena la frialdad y la tibieza. Si queremos despertar a otros, nosotros deberíamos estar<br />
completamente despiertos. Si nuestras palabras no son agudas, no traspasarán a los corazones de<br />
piedra.<br />
9. Nuestro servicio entero debería ser motivado por un amor sincero hacia nuestro pueblo. Ellos<br />
deben estar convencidos de que nos preocupamos por sus intereses espirituales y eternos en todo<br />
lo que hacemos. Deberíamos amarlos más tiernamente de lo que una madre ama a sus hijos.<br />
Debemos imitar a Cristo, el Buen Pastor, quien puso su vida por sus ovejas. Si nuestro pueblo