10.05.2013 Views

MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

trabajo incesante, sin recreación ninguna, puede ser propio de espíritus emancipados de<br />

ese pesado barro; pero mientras habitamos en el nicho que nos forma, nos es preciso<br />

hacer alto en ocasiones, y servir al Señor en una santa inacción y piadosa tranquilidad.<br />

Que las conciencias escrupulosas no pongan en duda la legalidad de llevar por<br />

temporadas la carga que se lleva, sino que aprovechando la experiencia de otros, se<br />

persuadan de la necesidad y del deber en que están de dar descanso al cuerpo cuando éste<br />

así lo pida.<br />

La vista de un acto brusco de deslealtad, ha producido a veces en el ministro un<br />

profundo abatimiento. Ve que el hermano en quien más se confía se convierte en traidor;<br />

que Judas vuelve la espalda al hombre que tanto lo estimaba, y siente en ese momento<br />

abatido el corazón. Todos nosotros nos sentimos inclinados a fijarnos en las debilidades<br />

humanas, y de ahí dimanan muchos de nuestros pesares. Es igualmente desconsolador el<br />

golpe que recibimos cuando algún miembro de la congregación honrado y estimado por<br />

nosotros, cede a la tentación y echa una mancha sobre el buen nombre que tenía.<br />

Cualquiera cosa es menos mala que ésta. Un acontecimiento semejante hace que al<br />

ministro le den ganas de ir a buscar un rincón en el desierto, y estarse metido allí toda su<br />

vida para no volver a oír los escarnios blasfemos de los impíos. Diez años de trabajo no<br />

consumen tanto nuestra vida, como la consume en unas cuantas horas Achitifel el traidor<br />

o Demas el apóstata. También las luchas, en el seno de la congregación, las divisiones,<br />

las críticas necias y los chismes, han postrado a menudo a los mejores hombres, y<br />

hécholes andar "como con una espada en sus huesos." Las palabras duras hieren muy profundamente<br />

a las personas delicadas.<br />

Muchos de los mejores ministros son a causa de la espiritualidad de su carácter,<br />

sumamente sensibles, más quizá de lo que debieran serlo en un mundo como éste. "Una<br />

patada que apenas impresionaría a un caballo, podría matar a una persona delicada." Una<br />

dolorosa experiencia hace que el alma se endurezca en términos de poder resistir los<br />

rudos golpes inevitables en nuestro trabajo; pero al principio nos hacen bambolear y nos<br />

envían a nuestras casas envueltos en una noche de horrorosa oscuridad. Los sinsabores de<br />

un verdadero ministro, no son pocos, por cierto; y los que nos causan los que se nos<br />

venden por amigos, son más amargos que los que nos hacen sufrir nuestros enemigos<br />

declarados. Que nadie, por lo menos de los que aman la tranquilidad de su espíritu, y<br />

buscan las dulzuras de una vida exenta de zozobras, ingrese al ministerio; pues si así lo<br />

hace, tendrá que abandonarlo lleno de disgusto.<br />

Pocos sin embargo, por fortuna, estarán predestinados a pasar horas tan sombrías como<br />

las que a mi me amargaron la vida después del deplorable accidente acaecido en la<br />

academia de música de Surry. Me sentí agobiado por las penas, más allá de toda<br />

ponderación. El tumulto que presencié, el pánico, las muertes, se me presentaban a la<br />

imaginación noche y día, y me hicieron la vida materialmente pesada. Entonces cantaba<br />

yo en medio de mis pesares:<br />

Mis recuerdos en tropel<br />

Hacen mayor mi aflicción,<br />

Y llenas de saña cruel

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!