10.05.2013 Views

MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

MINISTERIOS L ID ERA Z G O ESP IRITU A L Y ... - MINTS español

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

permitirme el que ponga a prueba mis aptitudes oratorias: escójame usted el texto que le<br />

agrade, o sugiérame el asunto que le parezca, y aquí, en este mismo sitio, hablaré o<br />

predicaré sobre él sin la menor deliberación, y usted se sorprenderá."—"No, gracias,<br />

prefiero no tomarme la molestia de escuchar a usted."— "¡Molestia! señor; le aseguro a<br />

usted que sería el mayor placer posible que usted pudiera disfrutar." Le dije que bien<br />

podría ser, pero que me sentía indigno de ese privilegio, y de consiguiente le di una larga<br />

despedida. El individuo me era desconocido en ese tiempo, pero desde entonces ha<br />

figurado en los anales de la policía, quizá por su extremada habilidad.<br />

A veces hemos tenido solicitudes de las que quizá os sorprenderíais, de hombres que<br />

evidentemente tienen bastante fluidez, y que contestan todas nuestras preguntas muy<br />

bien, excepto las relativas a sus opiniones doctrinales, a las cuales en repetidas ocasiones<br />

hemos tenido esta respuesta: "¡El señor Fulano de tal está dispuesto a recibir las doctrinas<br />

del colegio, sean éstas cuales fueren!" En semejantes casos nunca titubeamos ni un<br />

momento, dando en el acto una contestación negativa. Hago mención de esto para poner<br />

así de bulto nuestra convicción de que no están llamados al ministerio los hombres que<br />

carecen de conocimientos religiosos y de creencias bien definidas. Cuando se presentan<br />

individuos jóvenes que dicen que no han fijado definitivamente sus ideas en cuanto a<br />

teología, debe hacérseles volver a la escuela dominical hasta que lo hagan. Porque un<br />

hombre que viene con vacilaciones o engañifas al colegio, pretendiendo que tiene su<br />

espíritu abierto para acoger cualquiera forma de verdad, y que es eminentemente<br />

receptivo, pero que no ha fijado en su ánimo cosas tales como si Dios tiene o no una elección<br />

de gracia, o si él ama a su pueblo hasta el fin, me parece que es una perfecta<br />

monstruosidad. "No un novicio," dice el apóstol; y un hombre que vacila acerca de<br />

puntos como éstos, no es otra cosa que un egregio y manifiesto novicio, y debe ser<br />

relegado a la clase de catecismo hasta que haya aprendido las primeras verdades del<br />

Evangelio.<br />

Sobre todo, señores, tendremos que probar nuestro llamamiento por la prueba práctica de<br />

nuestro ministerio en el transcurso de nuestra vida, y será para nosotros una cosa<br />

lamentable emprender la carrera sin el examen debido, pues que haciéndolo así, nos<br />

exponemos a tener que dejarlo con ignominia. Por último, la experiencia será nuestra<br />

prueba más segura, y si Dios nos sostiene de año en año, y nos da su bendición, no<br />

necesitamos otra señal de nuestro llamamiento. Nuestra aptitud moral y espiritual será<br />

patentizada por la obra de nuestro ministerio, y esta es la prueba más fidedigna de todas.<br />

No recuerdo a quién le oí hablar en una conversación, de un plan adoptado por Matthew<br />

Wilks, para examinar a un joven que quería ser misionero. El designio, si no el asunto de<br />

la prueba, se recomienda a mi juicio aunque no a mi gusto. El joven deseaba ir a la India<br />

como misionero, en conexión con la Sociedad Misionera Londinense. El señor Wilks fue<br />

designado para juzgar de su aptitud para tal puesto. Con este motivo le escribió al joven<br />

diciéndole que fuera a verlo la mañana siguiente a las seis. El hermano vivía a muchas<br />

millas de allí, pero estuvo en la casa a las seis en punto. El señor Wilks no entró, sin<br />

embargo, en la pieza, sino hasta horas después. El hermano esperó sorprendido de la<br />

tardanza, pero con paciencia. Por fin llegó el señor Wilks, y se dirigió al candidato del

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!