Descargue la revista Estela Nº6 - Editorial Fajardo el Bravo
Descargue la revista Estela Nº6 - Editorial Fajardo el Bravo
Descargue la revista Estela Nº6 - Editorial Fajardo el Bravo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
72<br />
cesar. No había ninguna cama. Solo un pequeño banco para poder sentarse.<br />
Por <strong>el</strong> día debía acudir al trabajo y por <strong>la</strong> noche regresaba a su castigo.<br />
Al cabo de un tiempo y cuando ya habían regresado a Odesa y se<br />
encontraban en <strong>el</strong> campo número 1, les fueron a ver una comisión con un<br />
miembro d<strong>el</strong> Partido Comunista Español. Le l<strong>la</strong>maron y le preguntaron si se<br />
quería quedar a trabajar en Rusia. Contestó que no, que se quiere ir a España.<br />
El d<strong>el</strong>egado, Abad, le dice que si vu<strong>el</strong>ve, Franco lo fusi<strong>la</strong>. Él contesta que le<br />
da igual, que si va a España y lo matan su madre lo verá, vivo o muerto, pero<br />
que si se queda en Rusia seguro que moriría como un perro.<br />
También y durante su estancia, en una ocasión <strong>la</strong>s autoridades soviéticas<br />
quisieron repatriar a muchos de <strong>el</strong>los a España, pero dirigentes d<strong>el</strong> Partido<br />
Comunista Español lo impidieron. Por esa razón y como protesta hicieron los<br />
prisioneros numerosas hu<strong>el</strong>gas y se enviaron muchos escritos a Moscú, al<br />
Ministerio de Asuntos Exteriores y a <strong>la</strong>s Embajadas. Algunas de <strong>la</strong>s enfermeras<br />
de los hospitales les ayudaron. Les daban pap<strong>el</strong> y tinta y depositaban <strong>la</strong><br />
correspondencia al correo. A cambio les rega<strong>la</strong>ban cinturones o cortes de<br />
zapato de hilo que se realizaban en <strong>el</strong> período invernal, ya que muchas veces<br />
no se podía salir al trabajo por <strong>la</strong>s terribles ventiscas de nieve y frío reinante.<br />
En alguna ocasión que salieron, algunas personas desaparecían “devorados”<br />
por <strong>la</strong> tormenta. El trabajar en <strong>el</strong> interior de los barracones les salvó quizás <strong>la</strong><br />
vida en más de una ocasión.<br />
Días más tarde <strong>la</strong>s autoridades d<strong>el</strong> campo ent<strong>revista</strong>ron al grupo en general<br />
de 190 españoles de los que fueron apartados ocho. Entre <strong>el</strong>los Piñeiro que<br />
fue conducido e ingresado en <strong>el</strong> campo de castigo l<strong>la</strong>mado <strong>el</strong> número 2. En él<br />
<strong>la</strong> policía tenía por costumbre l<strong>la</strong>mar a los presos a dec<strong>la</strong>rar a <strong>la</strong>s horas de <strong>la</strong><br />
comida, por lo que no <strong>la</strong> podían realizar. También lo hacían por <strong>la</strong> noche<br />
después de <strong>la</strong>s dos de <strong>la</strong> madrugada para acusar a otros compañeros de haber<br />
realizado escritos o de<strong>la</strong>tar sus conversaciones. Como no decían nada, les<br />
llevaban a unos sótanos que inundaban de agua. Allí permanecían con <strong>el</strong><strong>la</strong> al<br />
cu<strong>el</strong>lo durante dos o tres horas. Luego los sacaban en medio d<strong>el</strong> frío y los<br />
devolvían a los barracones. Cada uno secaba su ropa como podía. Así<br />
estuvieron dos meses pero nunca consiguieron que nadie de<strong>la</strong>tase a nadie. El<br />
compañerismo fue <strong>el</strong> arma que emplearon para sobrevivir.<br />
Después de unos meses fue enviado a trabajar a los astilleros de Odesa<br />
donde se estaban construyendo <strong>la</strong>nchas rápidas. En febrero de 1947, les<br />
incorporaron con los prisioneros de <strong>la</strong> División Azul, curiosa paradoja, y <strong>el</strong><br />
periplo de cárc<strong>el</strong>es, hospitales y campos de trabajo continuó hasta los primeros<br />
días d<strong>el</strong> mes de marzo de 1954.