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53. Recibireis Poder - Truth For the End of Time

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15 de abril ACEPTA SUS ORIENTACIONES<br />

Para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Sin<br />

embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de<br />

los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en ministerio, la sabiduría<br />

oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria. (1 Corintios 2: 5-7).<br />

El Amado lo acepta. Fervientemente siento que usted debería perfeccionar su carácter cristiano, no con<br />

el auxilio de sus propias fuerzas, sino con la fortaleza y con las virtudes de la justicia de Cristo. El don<br />

del Espíritu Santo es el mayor regalo que Dios podría conceder al hombre finito. Es gratis para todos;<br />

este obsequio es de un valor incalculable. Esta prenda señala la entronización del Unigénito Hijo de<br />

Dios en su reinado de mediación. Mediante el regalo del Consolador, el Señor Dios de los cielos<br />

demuestra al creyente la reconciliación perfecta que logró entre él y el hombre, gracias a "la cual -dice<br />

Pablo- tenemos como segura y firma ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús<br />

entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de<br />

Melquisedec" (Heb. 6: 19, 20).<br />

¿No dijo Dios que concedería el Espíritu Santo, a los que lo pidieran? En la actualidad, ¿no es acaso el<br />

Espíritu alguien real, verdadero y guía fiel? Hay creyentes a los que les parece una presunción tomar al<br />

pie de la letra esta promesa. Oran al Señor para que les enseñe, y sin embargo se resisten a dar crédito a<br />

la promesa de Dios y a creer que fuimos instruidos por él para reclamarla. Si acudimos a nuestro Padre<br />

celestial con humildad, con fervor y la mejor disposición para aprender, ¿por qué poner en duda el<br />

cumplimiento de su promesa? Ni por un momento debemos desconfiar de él, porque eso significa<br />

deshonrarlo.<br />

Cuando usted busque descubrir sus designios, su parte en esta relación con Dios consiste en creer que<br />

será guiado y bendecido al hacer su voluntad. Debemos desconfiar de nosotros mismos, no sea que<br />

interpretemos mal sus enseñanzas; aun esto podemos hacerlo objeto de nuestras oraciones, y confiar<br />

hasta lo sumo que el Espíritu nos guiará a interpretar correctamente sus planes y la obra de su<br />

providencia.- Letter 35, 1893.

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