11.05.2013 Views

53. Recibireis Poder - Truth For the End of Time

53. Recibireis Poder - Truth For the End of Time

53. Recibireis Poder - Truth For the End of Time

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

371<br />

26 de diciembre POR LA SANGRE DEL CORDERO<br />

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y<br />

menospreciaron sus vidas hasta la muerte. (Apocalipsis 12: 11).<br />

Consideremos la vida y el sufrimiento de nuestro precioso Salvador en nuestro favor, y recordemos,<br />

que si no estamos dispuestos a soportar pruebas, fatigas, conflictos, y a participar con Cristo en sus<br />

sufrimientos, seremos considerados indignos de ocupar un lugar junto a su trono.<br />

Como en el conflicto con nuestro poderoso enemigo tenemos todo para ganar, no podemos atrevernos<br />

a ceder a sus tentaciones ni por un momento. Sabemos que con nuestras propias; fuerzas no es posible<br />

tener éxito. Pero Cristo, al humillarse y tomar sobre sí la naturaleza humana, se familiarizó con<br />

nuestras necesidades al soportar las tentaciones más duras que el hombre alguna vez tuvo que soportar.<br />

Conquistó al enemigo al resistir sus sugerencias a fin de que el hombre pueda aprender cómo ser un<br />

conquistador. Estuvo revestido con un cuerpo como el nuestro y en todo aspecto sufrió lo que el<br />

hombre puede llegar a sufrir, y mucho más. Nunca seremos llamados a sufrir como Cristo sufrió<br />

porque los pecados, no de uno sino de todo el mundo, fueron puestos sobre Jesús. El soportó<br />

humillación, vituperio, sufrimientos y muerte, para que al seguir su ejemplo pudiéramos ser salvos y<br />

heredar la vida eterna.<br />

Cristo es nuestro modelo, el perfecto y santo ejemplo que nos ha sido dado para emularlo. Nunca<br />

podremos igualarlo, pero podemos imitarlo y asemejarnos a él de acuerdo al conocimiento y la relación<br />

que con él tengamos, y a la gracia que él nos haya concedido. Cuando caemos totalmente impotentes,<br />

sufriendo las consecuencias de nuestra concepción de pecaminosidad; cuando nos humillamos ante<br />

Dios afligiendo nuestro ser con verdadero arrepentimiento y contrición; cuando le <strong>of</strong>recemos nuestras<br />

fervientes oraciones en el nombre de Cristo, seremos bien recibidos por el Padre al entregarle completa<br />

y sinceramente nuestra vida. En lo más íntimo de nuestro ser deberíamos darnos cuenta de que todos<br />

nuestros esfuerzos son totalmente inútiles por ellos mismos, pues sólo en el nombre y por la fuerza del<br />

Conquistador que podremos ser vencedores.- Review and Herald, 5 de febrero de 1895.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!