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53. Recibireis Poder - Truth For the End of Time

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25 de junio SEGUIR LAS ORDENES DEL CAPITÁN<br />

Tú, pues, sufre penalidades como buen solado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los<br />

negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. (2 Timoteo 2: 3, 4.)<br />

Nos resta poco tiempo para impulsar la guerra; pronto vendrá Cristo y con ello concluirá la rebelión.<br />

En ese contexto, nuestros últimos esfuerzos deben desplegarse para obrar con Jesús a fin de hacer<br />

avanzar la obra de su reino. Algunos que estuvieron en el frente de batalla, resistiendo celosamente a la<br />

penetración de las fuerzas del mal, cayeron en sus puestos del deber; los otros miraron llenos de<br />

tristeza a los héroes caídos, pero no perdieron tiempo deteniendo la obra. Debieron cerrar las filas,<br />

levantar la bandera que estuvo en las manos de los que ahora están paralizados por la muerte, y con<br />

renovadas energías continuar vindicando la verdad y el honor de Cristo. Como nunca antes, debemos<br />

ejercer una fuerte resistencia contra el pecado y los poderes de las tinieblas. El tiempo requiere energía<br />

y una acción resuelta por parte de los que creen en la verdad presente. Debemos enseñar la verdad por<br />

precepto y por ejemplo.<br />

Si nos parece larga la demora del regreso del Redentor, si estamos doblegados y desgastados por las<br />

aflicciones e impacientes por terminar la comisión asignada, y en medio de la lucha suspiremos por un<br />

honorable descanso, recordemos -y que el recuerdo modere cada queja- que Dios permite las tormentas<br />

y los conflictos para perfeccionar nuestros caracteres. También tienen el propósito de ayudarnos a<br />

conocer mejor a Dios como nuestro Padre, y a Cristo como nuestro hermano mayor. Además, ayudan a<br />

servir al Maestro en el plan de ganar a muchos conversos para su reino. Al final, con alegría podremos<br />

oír la aprobación: "Bien, buen siervo y fiel... entra en el gozo de tu Señor" (Mat. 25: 21).<br />

Soldado cristiano, sé paciente. Un poquito más, y el que ha de venir, vendrá. La noche de fatigosa<br />

espera, de estar en guardia y en aflicción, está por terminar. Pronto recibiremos la recompensa y,<br />

entonces, el día eterno habrá comenzado. Ahora no es tiempo de dormir, ni para ser complacientes con<br />

las lamentaciones sin sentido. El que se aventura en el descuido perderá preciosas oportunidades de<br />

hacer el bien. Se nos ha concedido el bendecido privilegio de juntar gavillas para la gran cosecha; cada<br />

pecador que sea salvo será una estrella adicional en la corona de Jesús, nuestro adorable Redentor.<br />

Considerando que al participar por un poco más de tiempo en la batalla obtendremos más victorias, y<br />

ganaremos nuevos tr<strong>of</strong>eos para la eternidad, ¿quién desea despojarse de la armadura?- Review and<br />

Herald, 25 de octubre de 1881.

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