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53. Recibireis Poder - Truth For the End of Time

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53<br />

12 de febrero CRUCIFIXIÓN DEL YO<br />

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo<br />

en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas<br />

2: 20).<br />

¿Hemos considerado con sinceridad y seriedad si delante de Dios tenemos una actitud humilde para<br />

que, por nuestro intermedio, el Espíritu Santo pueda obrar con poder transformador? Como hijos de<br />

Dios tenemos el privilegio de que el Espíritu actúe en nosotros. Cuando el yo es crucificado, el Espíritu<br />

toma al quebrantado de corazón y lo transforma en una vasija honrosa. Queda en sus manos como la<br />

arcilla en poder del alfarero. Jesucristo quiere dotar a estos hombres y mujeres con un poder moral,<br />

mental y físico superior. Las gracias del Espíritu son las que dan solidez al carácter, y, si ejercen una<br />

influencia para el bien, es gracias a Cristo que habita en el creyente.<br />

A menos que el reavivamiento del Espíritu se produzca y el poder de conversión se manifieste en las<br />

iglesias, todo lo que puedan pr<strong>of</strong>esar los feligreses jamás los hará cristianos. Hay pecadores en Sión<br />

que necesitan arrepentirse de los males que han acariciado como tesoros preciosos. A menos que los<br />

vean, y los extirpen, y que cada defecto y expresión de un carácter sin amor sea transformado en virtud<br />

de la influencia del Espíritu, Dios no podrá manifestar su poder. Hay más esperanza para un pecador<br />

declarado, que para los pr<strong>of</strong>esos justos que son impuros, corruptos y sin santidad.<br />

¿Quién desea examinarse? ¿Quién está dispuesto a señalar sus acariciados ídolos pecaminosos y<br />

permitir que Cristo purifique el templo interior arrojando a los compradores y vendedores? ¿Quién<br />

quiere dejar entrar a Jesús para que lo limpie de todo lo que empaña y corrompe? La medida es: "Sed,<br />

pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mat. 5: 48). Dios<br />

ordena a hombres y mujeres que se liberen del yo; sólo así el Espíritu tendrá libre acceso al corazón.<br />

Sin embargo, no intente realizar esta obra por sí mismo. Pídale a Dios que obre en usted, y también por<br />

su intermedio, hasta hacer suyas las palabras del apóstol: "Ya no vivo yo, mas vive Cristo vive en mí"<br />

(Gál. 2: 20).- Manuscript Releases, t. 1, pp. 366, 367.

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