Crimen Pedido

Indira Meza
dio un giro tomándola por el brazo para entrar, mientras Liar más bien
mantuvo una mirada fría que no le quitó de encima hasta que decidió
detallar más de cerca los instrumentos de tres metros de altura hechos con
láminas de acero— Aunque ¿me podrías adelantar si estoy hablando con
una actriz de Hollywood?.
—Jajajaja no, prefiero decir que me decidí por la escultura.
—¡Ah! Es decir, que tengo frente a mí a una colega…
—Considérame tu amiga.
—¿Algún nombre artístico amiga mía?
—Athina Divine.
—Jajajaja… ¡me gusta tu nombre! —Ángel la va dirigiendo hacia el
centro del taller.
—Pensé que te habías inclinado por la madera.
—Sí, hace bastante tiempo tuve afán por las piezas pequeñas,
decoración para el hogar y esas cosas, sin embargo esto me da más dinero.
Ahora tengo un contrato para decorar la ciudad musical del país —Él hace
un pequeño giro, señalando un cuatro, arpa, guitarra y violín-— me faltan
algunos… espero terminarlos antes de dos meses.
—Me gustan… nunca he pensando en trabajar con instrumentos
musicales.
—Bueno, háblame de tu tendencia.
—Siento devoción por el realismo, amo la vigorosa expresividad y el
movimiento en cada una de mis obras, trabajo sólo con mármol y piedras
preciosas.
—Vaya… ¿entonces te has convertido en una obrera?
—Podría decirse que sí. —Respondió Athina mientras a Liar se le
desencajaba el rostro con desagrado.
—¿Y qué te trae por aquí mi hermosa damisela?
—Mi pasado.
—Yo soy parte de tu pasado, pero no soy quien te ha traído de
vuelta.
—Tienes razón, sólo el amor y la decepción han dirigido mis últimos
pasos.
—Un día cierto sabio me dijo “como saber no puedes del mañana,
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