Crimen Pedido

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Crimen Pedido
—No entiendo por qué continúas insistiendo en mantener una
relación que está prácticamente perdida. Sólo tiras manotazos de ahogado
en un mar de tormentas de obstáculos que se atraviesan para hundirte;
y sin embargo, ¡tú ahí! Firme, caprichosa, desafiando a la imponente
naturaleza que trata de absorber todo lo que consigue a su alrededor, esa
naturaleza de las leyes humanas, de la moral y los principios de la sociedad.
Has luchado tanto contra eso sin poder derrumbarlo. Al parecer aún
sigue virgen el exceso de dedicación y buena atención de un ser simple y
descolorido que se hace importante por su esencia y no por su presencia.
—¿Y qué quieres que haga con todo lo que siento? Si este
tipo de amor cambia por completo a una persona; y para lo que antes
se era malicioso, ahora se es frágil, susceptible y hasta más inocente…
Eucra se mantiene recostada en su cama y Amanda sale de la
habitación para dejarla escribir lo que ya no tiene sentido:
“Ni siquiera sé cómo empezar, porque nunca he escrito sobre
Jorge… no puedo decir que era uno de mis mejores amigos porque nunca
compartimos el alma, sólo era un compañero de cuentos e inspiración, a
quien veía cada dos o seis meses.
Estudiamos juntos dos semestres y era un poco introvertido pero
muy aplicado, a veces me aburría, pero él me contaba fragmentos de la
historia rosa que tenía con su novia mientras yo le hablaba sobre mis
aventuras y caprichos, sólo nos buscábamos para conversar sobre nuestras
vidas de vez en cuando.
Una noche comenzó todo con un juego de palabras y seducción,
surgió un beso que me intimidó y después, cada vez que salíamos, él quería
hacer lo mismo (besarme) pero yo no podía hacerlo, pues realmente casi no
me gustaba, me parecía un chico genial, pero hasta ahí.
Llevábamos una relación muy esporádica, él tenía a su novia y yo
amaba a otro hombre, hasta que un día la dejó y ese hombre me descuidó;