13.05.2013 Views

Crimen Pedido

Crimen Pedido

Crimen Pedido

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

155<br />

<strong>Crimen</strong> <strong>Pedido</strong><br />

algo caliente.<br />

—¡Te has vuelto todo un cocinero!<br />

—Que te puedo decir, soy un hombre solo que no soporta mucho a<br />

la gente, excepto a ti, así que he tenido que aprender ciertas cosas.<br />

—¿Sabes una cosa? Creo que no podría vivir sin ti.<br />

—No digas eso.<br />

—Es verdad, yo sola no puedo Liar…<br />

—¡Si puedes! Sólo debes ser disciplinada con tus emociones.<br />

—Imagínate ¡Le pides eso a Athina Divine, la gran escultora!<br />

—¿Acaso es mucho pedir?<br />

—¿Y qué crees? Si no fuera porque no sé medir mis emociones, jamás<br />

habría llegado a ser quien soy, me habría quedado como una periodista más<br />

en este país. Además tú nunca me vas a dejar, ¿O sí? —Liar deja escapar un<br />

pedacito de risa y le recuerda…<br />

—Tu y yo hicimos un pacto de sangre hace diez años, ni siquiera la<br />

muerte me va a separar de ti… —Liar la mira fijamente a los ojos con cierta<br />

nostalgia y le coge ambas manos para arroparlas con las de él— Así que<br />

quédate tranquila. –Athina se siente reconfortada con sus palabras y surge<br />

un momento íntimo entre ellos, pero ella reacciona.<br />

—¡Tienes manos de ángel! Creo que podré continuar trabajando<br />

después de desayunar.<br />

—Tú quédate aquí que yo te sirvo – Le dice Liar al mismo tiempo<br />

que le suelta las manos.<br />

Tal como ella lo dijo, comió, subió a la habitación, se vistió con un<br />

conjunto deportivo gris y zapatos blancos para volver al taller y darle el<br />

toque final al esclavo de la tentación.<br />

—Aquí estamos nuevamente… ¿Me extrañaste? Yo creo que sí<br />

porque tienes cara de ansiedad, pero no te preocupes, ya cambiaremos<br />

esa expresión y te pondré a suplicar, que es como debes estar, suplicando<br />

para que no te ejecute. Lo bueno es que ambos estaremos fuera del país<br />

antes de que me metas en problemas. ¿Te imaginas? Cuando tus pobres<br />

padres empiecen a preocuparse porque su otro hijo no llega a casa. —<br />

Athina suelta una carcajada, mientras el cuerpo de Brando Malären reposa<br />

resignado dentro de la escultura que tiene frente a ella.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!