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Indira Meza<br />
—¿Te lo dijo?<br />
—No fue necesario, entre nosotros es más fuerte la pasión que el<br />
amor, por lo tanto no seré yo la mujer que conquiste su corazón.<br />
—Pensé que te habías arreglado para verte con él. ¿A dónde vas?<br />
—A un encuentro con Pío Monteverde<br />
—¿Qué? ¡Eucra!. —Eucra salió sin mirar atrás, mientras Amanda se<br />
llevaba las manos a la cabeza.<br />
Pío Monteverde es médico, estudiante de periodismo y muy cotizado<br />
en la universidad, 36 años, moreno, 1.85 cm de estatura, cuerpo atlético,<br />
soltero, muy guapo y por supuesto mujeriego. El objetivo de ese encuentro<br />
era lo que precisamente le preocupaba a Amanda. Desde hace tiempo él<br />
anda detrás de Eucra y le dijo que no se daría por vencido hasta tenerla<br />
entre sus brazos.<br />
Suena el teléfono de Eucra, es un mensaje de texto, estira el brazo<br />
hacia la mesa de noche y lo lee.<br />
—Me declaro en acato y subordinación. Soy tu esclavo.<br />
—¿Tu esclavo? —Pío se ríe. Eucra había leído el mensaje rápidamente<br />
y entre dientes, pero él logró escuchar la última parte— de lo que no tiene<br />
idea es que ahora estás entre mis brazos y que nos encanta estar juntos<br />
¿verdad mi querida y bella amiga? Le susurra al oído, acariciándola bajo sus<br />
azules sábanas.<br />
—Este es un chico con el que salgo pero en realidad no sabe lo que<br />
quiere, así como me escribe imagino que le escribirá a su ex novia.<br />
—Yo lo noto muy claro, sobre todo en eso de que es tu esclavo. —<br />
Le besa en el cuello, mientras se posa sobre ella para calentarla nuevamente.<br />
Pero el teléfono de Eucra vuelve a sonar, esta vez es una llamada.<br />
—¿Le vas a atender?<br />
—Prefiero no escuchar mi teléfono la próxima media hora. —Y<br />
responde— Hola Brand.<br />
—Disculpa, sé que es tarde, pero necesitaba escuchar tu voz.<br />
—En realidad estaba durmiendo, me has despertado, son casi las<br />
dos de la madrugada. —Pío se mete entre sus piernas para saborearla<br />
nuevamente y va subiendo hasta sus senos.<br />
—Si lo sé. Sólo quería saber que estás bien.<br />
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