13.05.2013 Views

adam smith - Universidad de Navarra

adam smith - Universidad de Navarra

adam smith - Universidad de Navarra

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

66. "Es perfectamente virtuoso el hombre<br />

que actúa conforme a las reglas <strong>de</strong> la<br />

perfecta pru<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong> la justicia estricta<br />

y <strong>de</strong> la correcta benevolencia". TSM, p.<br />

427.<br />

67. Vid. Ibid., p. 173.<br />

68. "Así, aunque la naturaleza exhorte a<br />

las personas a obrar benéficamente, por<br />

la placentera conciencia <strong>de</strong> la recompensa<br />

merecida, no ha juzgado necesario<br />

vigilar y forzar esa práctica mediante el<br />

terror <strong>de</strong>l escarnio merecido en caso <strong>de</strong><br />

omisión". Ibid., p. 186.<br />

69. Ibid., p. 178.<br />

70. "Del mismo modo que los hombres<br />

están hoy obligados a no herirse los<br />

unos a los otros, y a actuar limpia y justamente<br />

en sus relaciones, pero no están<br />

obligados a ningún acto <strong>de</strong> benevolencia,<br />

que quedan enteramente a su buena<br />

voluntad, así en los tiempos primitivos<br />

esto se extendía a los parientes más cercanos".<br />

LJ(A), p. 208.<br />

71. "Los vecinos pue<strong>de</strong>n ser muy convenientes<br />

unos para otros, y también muy<br />

molestos. Si son buena gente están naturalmente<br />

predispuestos al consenso.<br />

Esperamos su buena avenencia y el ser<br />

un mal vecino equivale a tener un mal<br />

carácter. Hay por consiguiente ciertos<br />

pequeños buenos oficios que por regla<br />

general se consi<strong>de</strong>ra que son <strong>de</strong>bidos a<br />

un vecino con preferencia a cualquier<br />

otra persona que carezca <strong>de</strong> esa conexión".<br />

TSM, p. 403.<br />

72. Ibid., p. 405.<br />

73. Ibid., p. 405. Smith habla <strong>de</strong>l querer<br />

como una operación que acaba en uno<br />

mismo, no en el otro: quiero al otro para<br />

ADAM SMITH:<br />

INTERÉS PARTICULAR Y BIEN COMÚN<br />

64 Raquel Lázaro Cantero<br />

CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO<br />

que el otro me quiera. Condiciona el acto<br />

<strong>de</strong> querer. Lo que persigue uno al querer<br />

a otro es el placer <strong>de</strong> ser querido, un sentimiento<br />

en sí mismo placentero para la<br />

persona que lo experimenta. La felicidad<br />

no tiene que ver principalmente con querer<br />

a otros, sino con ser queridos: el acento<br />

lo pone Smith en ser sujeto paciente <strong>de</strong><br />

esa acción. No se trata tanto <strong>de</strong> dar<br />

afecto a otro, o hacerle bien a otro por él,<br />

como <strong>de</strong> recibir los afectos <strong>de</strong> otro, y sus<br />

buenos servicios en mí. El ser querido no<br />

está puesto en relación con los apetitos<br />

racionales, por lo cual es díficil que el<br />

hombre pueda escapar <strong>de</strong> la centralidad<br />

individual a que le aboca cualquier<br />

afecto o pasión en un nivel que no es intencional,<br />

es <strong>de</strong>cir, espiritual, sino tan<br />

sólo psicológico. Sólo si el afecto fuese<br />

intencional podría ir más allá <strong>de</strong> su pura<br />

centralidad, es <strong>de</strong>cir, trascen<strong>de</strong>rla, porque<br />

sólo en ese caso el afecto apuntaría<br />

a otra realidad distinta <strong>de</strong> él, no ya sólo<br />

como aquello que lo ha provocado, sino<br />

como aquello que reclama <strong>de</strong>l sujeto paciente<br />

una respuesta afectiva (Vid. Hil<strong>de</strong>brand,<br />

D. (1996), pp. 57-89). Sólo así la<br />

realidad que ha provocado el afecto adquiriría<br />

protagonismo, pues lo previo a<br />

respon<strong>de</strong>r a esa realidad es estar abierto<br />

a ella: valorarla (Vid. Herrero, M. (1999),<br />

pp. 91 y ss.). De lo contrario el único protagonista<br />

acaba siendo la pasión misma.<br />

74. Según Spaemann la benevolencia no<br />

es un término medio entre dos extremos<br />

sino un extremo en sí mismo. Claro que<br />

Spaemann entien<strong>de</strong> la benevolencia <strong>de</strong><br />

forma un poco distinta a como lo hace<br />

Smith. Para el primero el amor benevolente<br />

es el que hace que lo real se torne

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!