Resolución Defensorial N° 58 - Defensoría del Pueblo
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7. 15 embargos por jurisdicción coactiva a<strong>del</strong>antados por parte <strong>del</strong> Incoder.<br />
De igual manera, se denunció que la señora Clara Rosa Paternina ha venido<br />
comprando parcelas a la población desplazada a precios irrisorios, sin que se le<br />
ponga límite a este acaparamiento de tierras y sin saber si las ventas se hacen<br />
bajo presión. Indicaron los voceros que los programas de reforma agraria no se<br />
han desarrollado en el municipio en forma debida, por cuanto han presentado<br />
proyectos productivos integrales que han sido devueltos por contener algunas<br />
inconsistencias y sólo se les da un día para corregirlas o subsanarlas, lo que<br />
resulta imposible, ya que la comunidad campesina no cuenta con asesores en la<br />
materia y el Incoder no presta asesoría sobre este particular. Por la tanto, la<br />
comunidad queda en estado de incertidumbre por no poder acceder a los<br />
programas que publicita el Gobierno nacional a través de convocatorias.<br />
De otra parte, se indicó que el resguardo Quebrada Cañaveral ha sido víctima <strong>del</strong><br />
desplazamiento desde el año de 1999 por parte de las Autodefensas Campesinas<br />
de Córdoba y que en el año 2001 asesinaron a varios dirigentes indígenas, lo<br />
mismo que a dos jóvenes de la comunidad. Igualmente, el resguardo está<br />
afectado por la explotación de minerales como el hierro, el níquel y el carbón. Sin<br />
contar con la correspondiente consulta previa, han sido sembradas minas<br />
antipersona y la fumigación de su territorio ha significado la devastación de los<br />
recursos naturales que constituyen su fuente de vida; por ello, muchos miembros<br />
de la comunidad han fallecido, bien como víctimas de las minas o por el hambre,<br />
dada la imposibilidad de cazar o pescar.<br />
Los indígenas embera katio <strong>del</strong> Alto Sinú denuncian que han sido afectados<br />
drásticamente por la construcción de la hidroeléctrica de Urrá y las obligaciones y<br />
compromisos de la empresa no son cumplidos cabalmente. Su territorio está muy<br />
afectado por la siembra de minas antipersona.<br />
Sobre los municipios de Montelíbano, Ayapel y San José de Uré se resaltan los<br />
siguientes problemas de tierras:<br />
Montelíbano tiene registradas a 350 familias desplazadas, 500 campesinos<br />
tradicionales, que aspiran a un subsidio para compra de tierra y desarrollo de<br />
proyecto productivo, lo cual resulta difícil por la falta de información sobre la<br />
formulación de proyectos productivos, ya que los asesores en esta materia les<br />
cobran hasta el 20% <strong>del</strong> valor <strong>del</strong> proyecto productivo integral.<br />
En cuanto al municipio de Ayapel, se informó que el predio Las Catas fue<br />
entregado en forma provisional por la Dirección Nacional de Estupefacientes, en<br />
el cual se asentaron 320 familias campesinas desplazadas, pero se encuentran<br />
dentro de él varios desmovilizados que causan mucha preocupación. En el mismo<br />
predio se a<strong>del</strong>anta un programa de vivienda de interés social, en el que han<br />
resultado favorecidas personas que no tienen la condición de desplazados, pero<br />
que son amigas o simpatizantes de la administración.<br />
Al parecer, las fincas compradas por el Incora e Incoder se hallan localizadas<br />
demasiado lejos <strong>del</strong> casco urbano de Ayapel, sin vías de comunicación, lo cual<br />
dificulta su explotación; además, no cuentan con recursos económicos para el<br />
desarrollo de proyectos productivos. Adicionalmente, el municipio tiene<br />
registradas 700 familias desplazadas que requieren de tierras y recursos para su<br />
explotación. Se denuncia la desviación de recursos por parte de las autoridades<br />
municipales, quienes amenazan ante cualquier intento de denuncia que se quiera<br />
hacer; también habría presión de la policía a la población campesina para que<br />
erradique directamente la coca.<br />
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