EL ANIMAL SOCIAL - Ediciones B
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54 <strong>EL</strong> <strong>ANIMAL</strong> <strong>SOCIAL</strong><br />
Aunque todavía no tenía conciencia de sí mismo como ser<br />
independiente, el pequeño Harold contaba con un repertorio de<br />
destrezas para conseguir que Julia se enamorase de él. La primera,<br />
el aspecto. Harold tenía todos los rasgos físicos que despiertan<br />
de forma natural el amor de una madre: ojos grandes, frente amplia,<br />
boca y barbilla pequeñas. Esas facciones suscitan reacciones<br />
profundas en todos los seres humanos, tanto si se aprecian en<br />
bebés, Mickey Mouse o E.T.<br />
El niño también tenía la capacidad de mirar. Se tendía junto<br />
a Julia y la miraba fijamente a la cara. Al cabo de unos meses,<br />
desarrolló un seductor sentido de la sincronización: cuándo mirar<br />
para atraer la mirada de Julia, cuándo apartar la cara, y cuándo<br />
volver a mirar para despertar de nuevo su atención. Él la miraba<br />
y ella le devolvía la mirada. A una edad asombrosamente<br />
temprana, Harold habría sido capaz de distinguir el rostro de su<br />
madre en una galería de rostros (y mirarlo más rato). 58 Percibía<br />
la diferencia entre un semblante feliz y un semblante triste. 59 Se<br />
volvió un experto en interpretar expresiones, en advertir diferencias<br />
minúsculas en los movimientos musculares alrededor de los<br />
ojos y la boca. Por ejemplo, los bebés de seis meses saben localizar<br />
los diferentes rasgos faciales de diferentes monos, aunque<br />
para los adultos todos parezcan iguales. 60<br />
Luego estaba el tacto. Harold sentía el deseo primigenio de<br />
tocar a su madre tanto como fuera posible. Como sugieren los<br />
famosos experimentos de Harry Harlow con monos, los bebés<br />
renuncian a comida a cambio de piel o incluso una toalla de tacto<br />
suave y acogedor. Y lo hacen porque, para el crecimiento neural<br />
y la supervivencia, el contacto físico es tan importante como<br />
los alimentos. Esa clase de contacto también era para Alicia una<br />
delicia que le cambiaba la vida. La piel humana tiene dos tipos de<br />
receptores. Unos transmiten información a la corteza somatosensorial<br />
para la identificación y la manipulación de objetos; los<br />
otros activan las partes sociales del cerebro. Es una forma de<br />
comunicación cuerpo a cuerpo que desencadena cascadas hormonales<br />
y químicas, lo que reduce la presión sanguínea y provoca<br />
una sensación de bienestar extraordinario. 61 Harold se recostaba<br />
en el pecho de Julia, le chupaba el pezón, forjaba una serie