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EL ANIMAL SOCIAL - Ediciones B

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72 <strong>EL</strong> <strong>ANIMAL</strong> <strong>SOCIAL</strong><br />

tadas que se activan juntas. Estas activaciones, o impulsos electroquímicos,<br />

no se concentran en una sección del cerebro. No<br />

existe una sección para las manzanas. La información sobre las<br />

manzanas se extiende por una red complicadísima. En cierto experimento<br />

se enseñaba a un gato a encontrar comida detrás de<br />

una puerta marcada con una forma geométrica concreta. 100 Esa<br />

forma geométrica desencadenaba respuestas relativas al aprendizaje<br />

en más de cinco millones de células repartidas por todo el<br />

cerebro del animal. En otro experimento, la capacidad para diferenciar<br />

el sonido «P» del sonido «B» estaba representada en veintidós<br />

lugares dispersos por el cerebro humano. 101<br />

Cuando Harold veía un perro, se activaba una red de neuronas.<br />

Cuanto más a menudo veía un perro, más densas y eficientes crecían<br />

las conexiones entre las neuronas adecuadas. Cuantos más<br />

perros vemos, más rápidas y complejas se vuelven nuestras redes<br />

de perros, y más hábiles somos cuando se trata de percibir las<br />

cualidades generales de la condición de perro y las diferencias entre<br />

perros. Con esfuerzo, práctica y experiencia, podemos aumentar<br />

la sutileza de nuestras redes. Los violinistas cuentan con conexiones<br />

compactas en el área cerebral relacionada con la mano<br />

izquierda, pues la usan mucho mientras tocan su instrumento. 102<br />

Cada persona tiene una firma característica, una sonrisa particular<br />

y una manera personal de secarse tras la ducha porque<br />

lleva a cabo estas actividades muy a menudo y las correspondientes<br />

redes neuronales están, por tanto, densamente conectadas en<br />

el cerebro. Seguramente podemos recitar el alfabeto de la A a la<br />

Z, porque a base de repetirlo hemos construido esta secuencia de<br />

patrones en la cabeza. Probablemente nos costaría mucho recitarlo<br />

de la Z a la A, pues esta secuencia no ha sido reforzada por<br />

la experiencia.<br />

Así pues, cada uno de nosotros tiene redes neurales exclusivas,<br />

que las circunstancias eclécticas de nuestra vida forman, refuerzan<br />

y actualizan continuamente. En cuanto los circuitos están formados,<br />

esto incrementa las posibilidades de que se activen esos mismos<br />

circuitos más adelante. Las redes neurales plasman nuestras<br />

experiencias y a su vez guían la acción futura. Contienen el modo<br />

exclusivo en que cada uno se desenvuelve en el mundo, la manera

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