18.06.2013 Views

La virtud de la prudencia según Tomás de Aquino - El que busca ...

La virtud de la prudencia según Tomás de Aquino - El que busca ...

La virtud de la prudencia según Tomás de Aquino - El que busca ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Una costumbre, por ejemplo, es el uso <strong>de</strong> corbata. Una moda, el <strong>que</strong><br />

<strong>la</strong> corbata tenga tales o cuales dibujos y colores en una temporada<br />

<strong>de</strong>terminada. Un estilo, el <strong>que</strong> <strong>la</strong> corbata se use con nudo simple o doble,<br />

acabada en corte o en punta, etc. Una forma <strong>de</strong> vivir es, siguiendo el<br />

ejemplo, el <strong>que</strong> se lleve dicha prenda ajustada o <strong>de</strong>senfadadamente. <strong>La</strong><br />

corbata también es una posesión física. Pues bien, a nada <strong>de</strong> eso se<br />

parece a un hábito <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia.<br />

Una disposición natural, es por ejemplo, <strong>que</strong> uno sea más propenso<br />

por salud y constitución física a un <strong>de</strong>porte <strong>que</strong> a otro, a pescar<br />

resfriados, a engordar, etc. Un uso social es una costumbre vigente en<br />

una sociedad en un lugar y tiempo <strong>de</strong>terminado. Por ejemplo, es usual en<br />

occi<strong>de</strong>nte saludar con un apretón <strong>de</strong> manos. En unos países es usual<br />

tomar fruta tras el almuerzo; en algún otro, en cambio, antes. Una manía,<br />

rareza o extravagancia, en fin, es una anomalía en <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> vivir <strong>la</strong>s<br />

costumbres <strong>que</strong> pasa por ser chocante <strong>según</strong> lo vigente en el uso social.<br />

Teñirse el pelo con los colores <strong>de</strong>l arco iris, por ejemplo, es <strong>de</strong> momento<br />

algo raro, no común. Tampoco es normal vestir armadura o casco romano<br />

por <strong>la</strong>s calles, a menos <strong>que</strong> <strong>de</strong> una fiesta histórica se trate. Pues bien,<br />

tampoco <strong>la</strong>s disposiciones, los usos sociales y <strong>la</strong>s manías son en modo<br />

alguno hábitos <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia.<br />

Ninguna costumbre, disposición o uso social, en sí mismas<br />

consi<strong>de</strong>radas, mejora o empeora intrínsecamente al hombre, es <strong>de</strong>cir, al<br />

hombre como hombre. Nadie es más y mejor hombre, por ejemplo, por el<br />

mero hecho <strong>de</strong> llevar corbata, practicar tenis o saludar dando <strong>la</strong> mano. En<br />

cambio, los hábitos <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia, y también <strong>la</strong>s <strong>virtud</strong>es <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

voluntad, son <strong>la</strong> humanización progresiva <strong>de</strong>l hombre. Uno no es más<br />

hombre/mujer por tener más cualida<strong>de</strong>s naturales, posesiones físicas, por<br />

vivir unas costumbres u otras, etc., pero sí es más humano por poseer<br />

más hábitos y más <strong>virtud</strong>es. A<strong>de</strong>más, son <strong>de</strong> adquisición gratuita y, por<br />

ello, están al alcance <strong>de</strong> cualquier fortuna.<br />

Para evitar confusiones, por tanto, se entien<strong>de</strong> en este trabajo por<br />

hábito <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia como ya se ha indicado una perfección<br />

intrínseca, <strong>de</strong> índole espiritual, adquirida por <strong>la</strong> inteligencia humana 25 ,<br />

siendo ésta potencia susceptible <strong>de</strong> un crecimiento irrestricto merced<br />

precisamente a los hábitos. Como el crecimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia no es<br />

arbitrario, sino sólo en una dirección, a saber, <strong>según</strong> <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

misma y en or<strong>de</strong>n a su fin, <strong>que</strong> es <strong>la</strong> verdad, los hábitos son el<br />

crecimiento en conocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia respecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

Si el acto <strong>de</strong> pensar, en esto o en lo otro, en cualquier asunto, no es<br />

material o físico, como tampoco lo es el objeto o i<strong>de</strong>a pensados, menos<br />

aún lo será un hábito <strong>de</strong> <strong>la</strong> inteligencia, <strong>que</strong> consiste precisamente en<br />

conocer al acto <strong>de</strong> pensar. Pensamos <strong>que</strong> pensamos o conocemos <strong>que</strong><br />

conocemos. <strong>El</strong> primer “pensamos” o “conocemos” es un hábito; el<br />

segundo, un acto <strong>de</strong> pensar. Los hábitos son una garantía <strong>de</strong> en esas<br />

verda<strong>de</strong>s <strong>que</strong> po<strong>de</strong>mos l<strong>la</strong>mar “sin vuelta <strong>de</strong> hoja”. En efecto, nadie duda<br />

<strong>de</strong> <strong>que</strong> piensa cuando piensa, es <strong>de</strong>cir, no cabe duda alguna por parte <strong>de</strong><br />

11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!