21.06.2013 Views

Deaf People and Human Rights Report (ESP) - World Federation of ...

Deaf People and Human Rights Report (ESP) - World Federation of ...

Deaf People and Human Rights Report (ESP) - World Federation of ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

4.4 Perspectiva médica y social<br />

Para muchas personas, el término ‘sordo’ se refiere simplemente a una persona que no puede oír.<br />

Sin embargo, la (in)capacidad de oír parcial o totalmente tiene unas implicaciones sociales y<br />

lingüísticas fundamentales, afecta seriamente al modo de relacionarse con los demás y no está<br />

necesariamente relacionada con el grado de pérdida auditiva. No se pueden ignorar los aspectos<br />

culturales y sociales ligados a la sordera cu<strong>and</strong>o se trabaja para garantizar los derechos humanos<br />

de las personas Sordas. Las personas Sordas crean continuamente comunidades nacionales y<br />

regionales basadas en la comunicación en lengua de signos y poseen un legado de interacción<br />

internacional que ha evolucionado a lo largo de los siglos. Esta tradición aparece recogida en el<br />

Artículo 30 (4) de la CRPD “Las personas con discapacidad tendrán derecho, en igualdad de<br />

condiciones con las demás, al reconocimiento y el apoyo de su identidad cultural y lingüística<br />

específica, incluidas la lengua de signos y la cultura sorda” (el uso de la cursiva ha sido incluido<br />

por la investigadora). En el caso del inglés el uso de la palabra ‘sordo’ en minúsculas hace<br />

referencia a una característica física (por ejemplo la incapacidad física para oír), mientras que el<br />

término ‘Sordo’, en mayúsculas, se usa habitualmente para referirse a los aspectos culturales y<br />

lingüísticos ligados a la condición de ser sordo; de todos modos, no siempre está clara la distinción<br />

entre ambos conceptos.<br />

No disponemos de sugerencias o indicios formales sobre el número de personas usuarias o<br />

conocedoras de una o más lenguas de signos, o que se beneficiarían del aprendizaje de dicha<br />

lengua. En general, las lenguas de signos no están ampliamente reconocidas como la lengua<br />

natural y evidente de todas aquellas personas con una pérdida auditiva entre moderada y<br />

pr<strong>of</strong>unda. En la nota descriptiva de la OMS sobre pérdida auditiva, las lenguas de signos tampoco<br />

se consideran como una posible herramienta que puede contribuir a la mejora de la vida de las<br />

personas Sordas, hecho que contradice el artículo 30 (4) de la CRPD citado anteriormente. Dado<br />

que las lenguas de signos son lenguas naturales, se debe dar por sentado que todas las personas se<br />

pueden beneficiar del conocimiento de una o más lenguas de signos. En el caso de las personas<br />

con pérdida auditiva (de moderada a severa) que conocen la lengua de signos y son capaces de<br />

comunicarse gracias a ella, no estamos habl<strong>and</strong>o simplemente de una cuestión de beneficio<br />

personal, sino que se trata principalmente de la posibilidad de disfrutar de sus derechos humanos<br />

además de contribuir y participar en las comunidades en las que viven, ya que las lenguas orales<br />

normalmente o mayoritariamente son inaccesibles e insuficientes para establecer una<br />

comunicación con otras personas. La falta de reconocimiento, de concienciación y el acceso<br />

limitado a la educación en lengua de signos indican que la población actual usuaria de la lengua<br />

de signos representa simplemente una fracción de todas aquellas personas cuya calidad de vida<br />

mejoraría notablemente y que podrían disfrutar de sus derechos humanos en mayor medida si les<br />

concediesen el acceso a la lengua de signos.<br />

4.5 Organizaciones encuestadas por regiones<br />

Existen algunas diferencias regionales entre el grado de autogobierno de las personas Sordas<br />

dentro de sus organizaciones. Las tablas que aparecen a continuación muestran, por regiones, el<br />

grado de autonomía de las organizaciones (entendiendo autonomía tal y como se requiere entre<br />

los afiliados a la WFD: si hay una mayoría de integrantes Sordos en su junta y si la persona al<br />

m<strong>and</strong>o es Sorda o no); si cuentan con el reconocimiento de su gobierno nacional para asumir la<br />

representación de las personas Sordas en su país, y si mantienen algún tipo de contacto con el<br />

gobierno actual de sus país. Por cada respuesta afirmativa se suma un punto; las respuestas<br />

negativas contabilizan cero puntos. La puntuación máxima posible es de cinco puntos, lo que<br />

indicaría que la organización está liderada por Sordos y que mantiene contacto con el gobierno de<br />

su país. La naturaleza o frecuencia del contacto establecido con el gobierno no aparece reflejada<br />

en los diagramas. Los números al lado de los nombres de los países indican el año de creación, y<br />

las letras entre paréntesis muestran la categoría según el Banco Mundial (Alto – A (H), Medio alto –<br />

MA (UM), Medio bajo – MB (LM) o Bajo – B (L). Los números que aparecen al lado de las preguntas<br />

en la leyenda de la derecha se refieren al número de la pregunta en el cuestionario. Los países<br />

que no son miembros se muestran en el lado derecho del diagrama para el caso de las regiones en<br />

las que no había miembros entre sus encuestados; se ha dejado un ligero espacio entre los que son<br />

miembros y no lo son.<br />

Personas Sordas y Derechos <strong>Human</strong>os Pág. 16

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!