166 may/jun 2013 - Odebrecht Informa

Horácio Enokihara
tu de cambio. “Por otro lado, el joven advierte en el sector
de bioenergía un ambiente propicio para su crecimiento
y compatible con su forma de ser, lo que le permite aprovechar
mucho con la convivencia con los que tiene más
experiencia. Es una relación de ganar-ganar”, subraya.
Exliderado directo de Antônio Ailton, Hugo de Almeida,
27 años, planeaba irse de Mato Grosso do Sul antes
de ingresar en Odebrecht Agroindustrial. La oportunidad
de desarrollo que recibió lo hizo reconsiderar la decisión.
En cinco años, Hugo pasó de barrendero y limpiador a
supervisor administrativo en la Unidad Eldorado. Hugo
afirma que, por eso, se esfuerza para servir de ejemplo
a otros jóvenes con potencial de desarrollo. “Ya me equivoqué
demasiado, soy cuestionado y recibo las críticas
de buen grado. El joven es innovador: se equivoca, pero
no le falta voluntad para hacerlo de una forma diferente”,
resalta Hugo.
La energía de los integrantes con menos experiencia
contagia también a los profesionales maduros recién ingresados.
Fue lo que ocurrió con la operadora de máquina
agrícola de la Unidad Conquista do Pontal, Maria Zélia
de Sena, impulsada por el propio hijo, Marcelo Barbosa
de Sena, líder del frente de trabajo, a no desistir del entrenamiento
que recibió. Marcelo aconseja a los jóvenes
y los orienta a que se dediquen al trabajo y al autodesarrollo,
“sin jamás olvidarse de ayudar a las personas con
quien trabajan”. “En el marco de la filosofía de la empresa,
el espíritu de servir, la delegación planeada y la
descentralización facilitan la relación: los más maduros
creen en los jóvenes”, refuerza.
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