19.05.2014 Views

oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay

oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay

oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

GABRIEL CASACCIA, AGUAFUERTE<br />

DE LA ALUCINACION<br />

Gabriel Casaccia marcha al exilio cuando<br />

caen los liberales, en 1936, y sube al poder el<br />

coronel Franco con el partido Febrerista. Nacido<br />

en 1907, de ascendencia italiana (las fotos<br />

muestran un rostro bastante parecido al de Alberto<br />

Moravia), Casaccia se hizo abogado y durante<br />

la guerra <strong>del</strong> Chaco era auditor en una<br />

división <strong>del</strong> ejército. Cruzó el Paraná y vivió<br />

bastante tiempo en Posadas, centro de refugiados<br />

políticos frente a la localidad de Encarnación,<br />

y cuya vida recrearía, treinta años después,<br />

en Los exilados. Más tarde bajó a Buenos<br />

Aires, donde ejerce la profesión de abogado y<br />

distribuye su día entre los tribunales y la literatura.<br />

Hasta hoy ha escrito ocho libros, alguno de<br />

los cuales ha <strong>dic</strong>ho que prefiere olvidar. Se<br />

inició con una novela, Hombres, mujeres y fan·<br />

toches (1930), a la que siguió, dos años después,<br />

una obra de teatro, El bandolero. El resto<br />

de su producción es el siguiente: El guajhú,<br />

novela, 1938; Mario Pareda, novela corta, 1939;<br />

El pozo, cuentos, 1947; La babosa, novela, 1952;<br />

La llaga, novela, 1963; y Los exHados, novela,<br />

<strong>1967</strong>.<br />

De hecho, la notoriedad de Gabriel Casaccia<br />

se inicia cuando la editorial Losada le publica<br />

La babosa. Es la primera novela par3guaya que<br />

logra despertar el interés de la crítica y el público<br />

latinoamericano, tanto que posteriormente<br />

Gallimard se encarga de su traducción al francés.<br />

Igual que Hijo de hombre de R03 Bastos, La<br />

babosa, aunque en términos más discretos y<br />

menos simbólicos, quiere representar el desti·<br />

no paraguayo, el drama de une sociedad enquistada<br />

y opresiva. Y es fácil explicarlo: como<br />

en toda narrativa nacional que se inicia, Roa<br />

Bastos y Casaccia parecen empeñados en trazar<br />

un censo, un relevamiento de las con<strong>dic</strong>iones<br />

materiales y espirituales de su pueblo. Con<br />

una diferencia: Casaccia no recurre para ello<br />

al vasto, y a veces confuso, frise histórico-social<br />

de Hijo de hombre, sino que le alcanza con varios<br />

personajes y un pequeño pueblo cercano<br />

de Asunción, una localidad balnearia llamada<br />

Areguá.<br />

Ese pueblo termina bajo el dQminio de doña<br />

Angela, una solterona que se impone a todos<br />

por medio de la calumnia, la mentira y el anónimo.<br />

Logra la separación de un matrimonio y<br />

el distanciamiento de otro, lleva a la muerte al<br />

sacerdote <strong>del</strong> lugar y destruye i'! su propia hermana<br />

cuando la denuncia como aficionada a<br />

la lectura pornográfica, e interviene en la decadencia<br />

alcohólica de otro personaje, Ramón<br />

Pleitas, figura cel fracasado que persiste en la<br />

narrativa de Casaccia. Doña Angela es 13 Babosa,<br />

como la llaman todos, CC1n temor, a sus<br />

espaldas. Casaccia, un Pérez GCll::Jós pasado pur<br />

Dostoievski, describe con minucia terrorista, el<br />

clima de miedo, cobardía, fracaso, mentira y<br />

envidia que la solterona instala en Areguá.<br />

En ciertos momentos, ese pueblo deja de ser<br />

una aldea y se transofrma imperceptiblemente<br />

en el Paraguay, y doña Angela se convierte -a<br />

su modo, simbólicamente- en una <strong>dic</strong>tadora a<br />

la que nadie se anima a resistir, tal vez porque<br />

todos tienen la conciencia sucia y la solterons<br />

funciona como el castigo que todos, sumisos,<br />

esperan. Si la novela no llega a dimensiones<br />

trágicas se debe al precario compromiso que<br />

establece Casaccia entre el naturalismo de plan<br />

y escritura, con el significado latente de su tema,<br />

que habría requerido un estilo esperpéntico<br />

y menos llano. Casaccia carga los tonos y<br />

caricaturiza porque no quiso hacer una novela<br />

meramente psicológica; le faltó, sin embargo,<br />

audacia y vigor para completar e! aguafuerte<br />

de un pueblo sombrío y des<strong>dic</strong>hado.<br />

Por eso tienen interés los cuentos de El pozo,<br />

ahora que el editor Jorge Alvarez, aprovechando<br />

la notoriedad que Casaccia logró al obtener el<br />

primer premio en el concurso de novelas organizado<br />

por la revista Primera Plana, los ha<br />

reeditado. Lo que más llama la atención en ese<br />

volumen es la insistencia de Casaccia en presentar<br />

a sus personajes en actitunes de alucinación,<br />

ensueño y autoengaño; la frecuencia,<br />

también, con que gusta colocarlos sobre la cama,<br />

inactivos, ociosos rumiantes de sus penas<br />

durante siestas tórridas o en noches de insomnio.<br />

A veces parecería empeñado en escribir los<br />

cuentos que Quiroga escribió, incluso los que<br />

el narrador uruguayo copió de Poe y Maupassant.<br />

Uno de ellos, por ejemplo, presenta el estu;::or<br />

de una mujer que visita la iglesia en la que<br />

ella cree que se ha de casar al día siguiente y<br />

el asombro cuando se entera que el músico<br />

que ha de interpretar para ella no se enr.uentra<br />

15

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!