oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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cielo <strong>del</strong> arte, están en el purgatorio de<br />
la historia, esperando algunos de ellos<br />
de la posteridad la revisión de la sentencia.<br />
Este carácter tuvieron el romanticismo,<br />
luego el naturalismo, luego el decadentismo(modernismo<br />
en Hispanoamérica),<br />
más tarde el futurismo, el trasnochado<br />
neoclasicismo <strong>del</strong> Siglo XX, el hermetismo<br />
y -por fin- el neorrealismo.<br />
El término l/realismo" en sí, es equívoco,<br />
pues todo arte es realidad. Si la<br />
obra es auténtica y vital, es un hecho<br />
histórico y se incorpora a la realidad.<br />
Pero no refleja una realidad ajena a ella,<br />
una realidad que llamaríamos objetiva,<br />
sino que expresa-universalizándoloel<br />
sentimiento individual de esa realidad,<br />
vivida en el mundo o creada por la fantasía.<br />
Laura de Petrarca no es nunca un<br />
retrato, sino siempre el sentimiento de<br />
Petrarca por Laura encarnado en una<br />
imagen. Y Balzac no nos da la sociedad<br />
francesa de la primera mitad <strong>del</strong> Siglo<br />
XIX; sino su poderosa intuición giobal de<br />
esa sociedad, que vive en el transfondo<br />
de cada detalle de sus novelas; y cada<br />
detalle, por eso, es vital.<br />
Lo mismo podríamos decir acerca de<br />
las obras de los neorrealistas de nuestro<br />
tiempo (pienso en I/Cronaca di poveri<br />
amanti" de Pratolini), tan autobiográficas<br />
en el fondo. Hay que resignarse, pues, a<br />
la inasibilidad de la l/realidad en sí", o,<br />
mejor, hay que resignarse a considerar a<br />
la realidad -por lo menos en el terreno<br />
de la expresión artística- como encerrada<br />
en lo subjetivo.<br />
Entonces, ¿qué es lo propio de una<br />
obra realista y cuál es la diferencia entre<br />
ella y, pongamos, una obra surrealista,<br />
hermética o futurista? La raíz de esa<br />
definición y de ese deslinde la encontramos<br />
en la actitud de mayor o menor humildad<br />
<strong>del</strong> poeta o <strong>del</strong> novelista frente a<br />
su propia creación. Repito una definición<br />
que en otra oportunidad ya he tratado de<br />
dar de la actitud <strong>del</strong> escritor realista,<br />
porque aún me parece valedera y porque<br />
me han conducido a ella, como de la mano,<br />
Silone y Pasternak.I/Definiría al realismo<br />
como el resultado literario de ese<br />
impulso que lleva a compartir con los demás<br />
-expresándola- una visión, forzosamente<br />
subjetiva, de la realidad, en que<br />
lo personal, lejos de dominar egocéntricamente<br />
(como, por ejemplo, en D'Annunzio)<br />
todos los detalles, penetrara en ellos<br />
desde abajo, con humildad y respeto".<br />
El Dr. Zivago es una novela impregnada<br />
de poesía, pero es a la vez una novela<br />
realista. El mismo Pasternak lo reconoce<br />
señalando ese realismo como un punto<br />
de llegada hacia el cual la revolución ha<br />
contribuido a conducirlo. Dijo, en efecto,<br />
Pasternak cuando se publicó su novela:<br />
Yo he sido un poeta esotérico, perdido en<br />
ensueños inconsistentes; debo mucho a<br />
esta pedagogía (la pedagogía de los hechos)<br />
y le estoy agradecido. Si es verdad<br />
que no me he transformado en un realista<br />
socialista, no es menos cierto que<br />
he llegado a ser un realista, simplemente,<br />
y de esto estoy contento (citado por Angel<br />
Rama en su artículo sobre Pasternak,<br />
publicado en Marcha <strong>del</strong> 3 de junio de<br />
1960).<br />
El realismo es, pues, para él, una conquista.<br />
En su relato autobiográfico, escrito<br />
antes de 1930, Salvoconducto', que<br />
más tarde él juzgará como un libro obscurecido<br />
por l/un inútil amaneramiento,<br />
pecado común de aquella época" (Autobiografía<br />
- Santiago de Chile 1958 p. 15),<br />
ya se pone de manifiesto su preocupación<br />
por asir poéticamente la realidad:<br />
l/Como no había un segundo universo<br />
desde el cual se pudiera levantar la realidad<br />
<strong>del</strong> primero, tirándola de los tallos,<br />
era necesario tomar su imagen... Sin<br />
embargo, esta imagen me parecía siempre<br />
una salida <strong>del</strong> apuro y no el propósito<br />
en sí. En cuanto a la meta, la ví siempre<br />
en el transplante de lo representado desde<br />
el eje frío al eje caliente". La expresión<br />
es algo hermética; creo que hay que<br />
entenderla en el sentido de un trasplante<br />
<strong>del</strong> terreno de la historia al de la poesía,<br />
que es, como <strong>dic</strong>e luego, una incorporación<br />
a "la vida en marcha" (Salvoconducto<br />
- Buenos Aires - 1959 P. 33). Y, más<br />
literaria de Maiacowsky ai comenzar la<br />
guerra <strong>del</strong> 14: "Como todos los hipócritas,<br />
Moscú vivía una vida exterior pronunciada<br />
y despedía el brillo artificial de una<br />
vitrina floral en invierno. Por las noches<br />
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