oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay
oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay
oct.-dic. 1967 - Publicaciones Periódicas del Uruguay
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Tomo nota: está soplando <strong>del</strong> sudoeste; pero de poco sirve: de aquí a<br />
una nadita, cambiará sin explicar la razón.<br />
¿Y ahora? ¿Cómo llegar hasta el camino? Quién sabe: si gritase, tal<br />
vez alguien me escuche, aunque sea por milagro. Grito. Grito. Grito. Nada.<br />
¿Qué puedo hacer? Nada. ¿Y entonces? Con mis propias fuerzas, no soy<br />
hombre para acertar el rumbo. Tomo aliento. Rezo. Me irrito. Me acuerdo<br />
de «Quién-Será» . ¿Y entonces?:<br />
«a la izquierda fui, contigo.<br />
Corazón supe escoger.»<br />
Sí. Pero, ¿y las aves, y los grillos? Los palomos de arribada, transponiendo<br />
regiones extrañas, y los patos <strong>del</strong> bosque, de laguna en laguna, y<br />
los machos y hembras de una porción de amorosos, solitarios bichitos, todos<br />
orientándose tan bien, sin mapas, cuando están en tierra seca y tienen<br />
que ir a la meca.... El instinto. Puedo probar. Puedo. Voy a probar. A ir.<br />
Sin tomar dirección, sin saber el camino. Pie a pie, pie de por sí. Dejaré<br />
que el camino me escoja. ¡Vamos!<br />
Vamos. Los primeros pasos son los peores. Las manos estiradas por<br />
<strong>del</strong>ante, de escudo y reconocimiento. No. Pie a pie, pie de por sí. Una liana<br />
me da en la cara, con mano de hombre. Salto para atrás, doy un puñetazo<br />
en el vacío. Caigo de bruces en la arpillera. Algún trasto se me ha caído<br />
de la mochila. Los anteojos. Me limpio las hojitas secas. ¿Para qué? Me<br />
río de mí. Sigo: Pie a pie, de pie por sí. El follaje se va espesando. Hay,<br />
de repente, el gorjeo de un picudo. Mis ojos lo oyen, también, cor<strong>del</strong> suspenso<br />
en el que van haciéndose lazos. Una cosa me aparta, de un empujón<br />
en el hombro. Una liana-ven-acá o una tripa-de-puerco. ¡Al camino! pie a<br />
pie, pie de por sí. Una cigarra se restrega y perfora. Cecea dos espirales<br />
doradas. ¡Ay! Un testarazo en un tronco. El choque ha sido fuerte. Pero,<br />
¿y el árbol? Cortez-a arrugada, escamosa... ¿Un árbol-de-murciélago? ¿Un<br />
angico? Pie a pie... ¿Viene alguien detrás de mí, otra persona agitando<br />
las hojas? Me paro. No es nadie. Vamos. Otro encontronazo, ahora contra<br />
un tamboril, lo aseguro. Lianas espinosas, lianas cortinas, lianas serpientes,<br />
lianas látigos, lianas brazos humanos, lianas serpentinas, una cor<strong>del</strong>ería<br />
que nunca se acaba. Pie a p ... ¡Otro árbol que no me ve, ay! Es el euchara-de-vaquero:<br />
este aroma, estas ramas densas, esta corteza averrugada<br />
de resinas: lo sé como si estuviese viendo vista su profusión de flores<br />
rosadas. Vamos. Olor de musgo. Olor de humus. Olor de agua podrida.<br />
Un claro, sin obstáculos. Barro en el suelo. Pies en lo blando. De nuevo, los<br />
árboles. El ris~rás de un roedor cualquiera. Estoy yendo muy ligero. Un<br />
canto arapongado, desconocido: cae de muy alto, pesado, a plomo. De<br />
metal. Me canso. Voy. Pie a pie, pie por sí... pieapié, pieporsí. Pepp a<br />
pepp, epp a sü... piepié apiepié, hepp Orcy...<br />
Pero me estremezco, maldigo, me horrorizo. ¡El ajuno! ¡El olor macizo,<br />
dulceardido, <strong>del</strong> árbol <strong>del</strong> ajo! Reconozco el tronco. Debe haber un lentisco<br />
nuevo, aquí al lado. Está. Acierto con las hojas: aplastadas entre los dedos,<br />
huelen a manga. Es él, el lentisco. Conozco esta escampada fría: ha sido<br />
el punto extremo de mis tentativas de penetración; más allá de aquí, nunca<br />
me he aventurado en los paseos bosque adentro.<br />
¡¿Entonces, y por caminos tantas veces recorridos, el instinto ha sabido<br />
guiarme sólo en la peor dirección: hacia los hondones <strong>del</strong> bosque, lleno<br />
de charcos de aguas tapadas y trampas <strong>del</strong> barro comedor de pesos... ?!<br />
43