11.07.2015 Views

Revista Educación y Ciudad - Edición número 20 - IDEP

Revista Educación y Ciudad - Edición número 20 - IDEP

Revista Educación y Ciudad - Edición número 20 - IDEP

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Investigación en Formación Docente«Contra la explosión demográfica,educación»: Intento por controlar y reducirlos nacimientosA comienzos de los años setenta el control sobre el aumentodemográfico se constituía en una preocupación nosólo a nivel mundial, sino a nivel del país, al punto que seorganizaban e instalaban certámenes en los que se discutíany planeaban las acciones y políticas a desarrollarpara enfrentar esta situación. El IV Congreso Nacional dePlanificación en 1969, en el que se anunciaba cómo “lostiempos [estaban] muy difíciles para hacerse cargo de loque en las clases populares se llama «una boca más» (...)[expresando que el] excesivo crecimiento demográfico,[producía] el natural desequilibrio entre las carencias deesa población y los recursos disponibles del Estado paraatender las necesidades en trabajo, educación, asistenciasocial y cultural, etc.”, que demandaba la sociedad (“Se instaló IV Congreso Nacional de Planificación”, miércoles3 de diciembre, 1969, El Tiempo, p. 5A). Más adelantecon la Conferencia Mundial de Población, reunidaen Bucarest en 1975, se afirmó que, “no hay ningún remedioefectivo y práctico para tan grave amenaza (…). No[se sabe] si es urgente el problema de la explosión demográficay de la escasez de alimentos y materias primas”(Uslar Pietri; 1975, Jueves, 16 de enero. El año de la mujer.El Tiempo, p. 5A). Sin embargo, el gobierno nacional decidióafrontar esta situación, aumentando la implementaciónde programas de planificación familiar, tomando encuenta las recomendaciones de la jerárquica eclesiásticacolombiana en torno a la fecundidad, como un intento pordisminuir además, las precarias condiciones económicasy el abandono infantil:La adopción de estos programas [era] necesaria anteel alto índice de nacimientos que acrecienta a las familiasy [que hacían] nugatorios la mayoría de planes paramejorar la situación social y económica de los colombianos.[Con ellos se buscaba] corregir la ignorancia delas gentes respecto de la planificación familiar y disminuirel elevado número de abortos originados por la faltade información. Tras una serie de estudios en los queparticiparon médicos demógrafos, el ministerio de Salud,e incluso representantes de la Iglesia, se llegó a laconclusión de que por carencia de conocimientos milesde mujeres ponen en peligro su salud y acrecientan lailegitimidad. Sin avasallar los principios de moral, el planfue concebido [a] favor de la paternidad responsable (...)no [como] un hecho meramente biológico sino [como]un compromiso con la familia y la sociedad” (El Tiempo,1970, sábado 3 de enero. Aumentarán programas deplanificación familiar. Basados en recomendaciones dela Iglesia. p. 2).Por su parte, en opinión de expertos del DepartamentoNacional de Planeación se expresaba la existencia de “(…)una alta proporción de parejas que [deseaban] planificarsu descendencia y [manifestaban] un deseo cada vezmayor, de conocer mejor los métodos y procedimientos”(El Tiempo, 1970, Aumentarán programas de planificaciónfamiliar. Basados en recomendaciones de la Iglesia.Sábado 3 de enero. p. 2). Así, durante la década de lossetentas la preocupación por el control natal incursionóen la sociedad de la época como un discurso más parasolidificarse como una práctica legitima que se enfrentabaa los modos de comprender la situación demográficahasta el momento:Cuando se habla de los peligros que puede ofrecer parael futuro el desbordado crecimiento de la población, sueleconfundirse el control de la natalidad y la planificación familiar.La primera en su justa acepción es coercitiva, en elsentido de que el Estado la impone como una obligacióndefinitiva y determinada en las Leyes, como sucede en numerosospaíses. En Colombia no existe ni existirá jamás, porlo menos mientras se mantengan los principios tutelares denuestra Carta Constitucional, que ante todo reconoce, respetay hace respetar la libertad de conciencia. Precisamenteen esta norma se fundamenta la planificación familiar que,en esencia, no es otra cosa que un acto cuya decisión correspondeúnica y exclusivamente a la determinación de lasparejas, sin que medie ninguna intervención por parte delEstado. Cada hombre y cada mujer tienen de acuerdo conestos principios, el derecho a escoger el número de hijosque consideren conveniente entregar al mundo (El Tiempo,1976. Control Natal. Sábado 3 de enero. p. 4A).Contrario a lo anterior, la iglesia colombiana, en cabeza delCardenal, en su momento enunció cómo:(…) todas las campañas antinatalistas, [condenándolas]como criminales (...) correspondían a un fuero propio delEstado, en desarrollo de la libertad de conciencia que, entreotras cosas es una de las conquistas más importanteslogradas por el pueblo colombiano a lo largo de su historia.87

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!