Reflexiones bÃblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y ...
Reflexiones bÃblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y ...
Reflexiones bÃblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
A. Usar los medios de la graciaObviam<strong>en</strong>te, debemos usar los medios que Dios nos ha dado: la Palabra, laoración, <strong>el</strong> compañerismo cristiano, y los sacram<strong>en</strong>tos. Si no usamos estasherrami<strong>en</strong>tas, estamos perdi<strong>en</strong>do muchas b<strong>en</strong>diciones simplem<strong>en</strong>te por no haceruso de algo que ya t<strong>en</strong>emos.Es como <strong>el</strong> chiste d<strong>el</strong> hombre que subió al techo de su casa y empezó aorar cuando <strong>el</strong> agua de una aluvión subía sobre su propiedad. Pronto llegó un bote,pero él rechazó su ayuda. «¡Gracias!», dijo, «<strong>el</strong> Señor me va a salvar.» Después,llegó un h<strong>el</strong>icóptero, y de nuevo, negó <strong>el</strong> rescate, porque estaba «confiando <strong>en</strong>Dios». Finalm<strong>en</strong>te, se ahogó y fue al ci<strong>el</strong>o. Se pres<strong>en</strong>tó al Señor, y preguntó unpoco molesto, «¿Por qué no me salvaste?», a lo que <strong>el</strong> Señor contestó, «Pero te<strong>en</strong>vié un bote y un h<strong>el</strong>icóptero, ¡y no querías aceptar Mi ayuda!»Este chiste ilustra un punto: A veces nos quejamos de que avanzamos muyl<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la santificación, cuando ni siquiera estamos aceptando la ayuda que<strong>el</strong> Señor nos ha dado. Si no estamos orando y estudiando la Palabra, si no estamosasisti<strong>en</strong>do la iglesia y las reuniones de compañerismo, si no hemos sidobautizados y no estamos participando <strong>en</strong> la santa c<strong>en</strong>a, no debemos sorpr<strong>en</strong>dernossi no estamos creci<strong>en</strong>do.Pero esto no es todo. Como vimos <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo anterior, es posible usarestas herrami<strong>en</strong>tas, sin crecer, si <strong>nuestra</strong> actitud no es la correcta.B. Practicar <strong>el</strong> arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>toEl primer paso hacia una actitud correcta es la honestidad, especialm<strong>en</strong>teconsigo mismo. T<strong>en</strong>emos que dejar de <strong>en</strong>gañarnos, de p<strong>en</strong>sar que casi hemoslogrado la santidad, de soñar que falta un poquito de trabajo <strong>para</strong> lograr una granestatura espiritual. La verdad es que estamos muy lejos de la meta de sersemejantes a Cristo. Somos egocéntricos, <strong>en</strong>vidiosos, miedosos, impuros, yarrogantes.Romanos 12.3Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está <strong>en</strong>tre vosotros,que no t<strong>en</strong>ga más alto concepto de sí que <strong>el</strong> que debe t<strong>en</strong>er, sino que pi<strong>en</strong>se de sícon cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.17