Reflexiones bÃblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y ...
Reflexiones bÃblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y ...
Reflexiones bÃblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Romanos 9.19-21Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido su voluntad?Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, <strong>para</strong> que alterques con Dios? ¿Dirá <strong>el</strong>vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no ti<strong>en</strong>e potestad<strong>el</strong> alfarero sobre <strong>el</strong> barro, <strong>para</strong> hacer de la misma masa un vaso <strong>para</strong> honra yotro <strong>para</strong> deshonra?Podríamos agregar que <strong>el</strong> faraón ya estaba decidido a resistir a Dios, y queDios solam<strong>en</strong>te lo abandonó a su propia maldad. Como dice Pablo <strong>en</strong> Romanos1.24 y 26, “Dios los <strong>en</strong>tregó a la inmundicia”, y “Dios los <strong>en</strong>tregó a pasionesvergonzosas”. Dios no es culpable de su pecado. Simplem<strong>en</strong>te deja de fr<strong>en</strong>ar <strong>el</strong>pecado.Pero es interesante que Pablo no ve la necesidad de disculpar a Dios porSus decisiones soberanas, como nosotros a veces tratamos de hacerlo.Simplem<strong>en</strong>te explica que t<strong>en</strong>emos que ponernos <strong>en</strong> nuestro lugar: somos <strong>el</strong> barro,y Dios es <strong>el</strong> alfarero. Dios ti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> derecho de hacer lo que desea con nosotros.Hay algo que queda clarísimo: Dios decide soberanam<strong>en</strong>te a t<strong>en</strong>ermisericordia de qui<strong>en</strong> quiera.B. ¿Por que Dios no salva a todos?¿Cómo puede Dios <strong>el</strong>egir a algunos y no a otros? Posiblem<strong>en</strong>te no<strong>en</strong>contremos una respuesta totalm<strong>en</strong>te satisfactoria <strong>para</strong> <strong>nuestra</strong>s m<strong>en</strong>tes limitadasy teñidas por <strong>el</strong> pecado. Pero hay unos principios bíblicos que ayudan mucho:1. Nadie merece la salvación. El que hace la pregunta puede estar suponi<strong>en</strong>do queDios le debe la salvación al hombre. Pero no es así. Dios no debe nada a nadie.Todos somos pecadores y merecemos la cond<strong>en</strong>ación. La pregunta está al revés.Debemos preguntar, ¿Por qué Dios salva a algunos? Si Dios no salva a todos, nole podemos acusar de injusto, porque no t<strong>en</strong>ía que salvar a nadie.Es como la historia d<strong>el</strong> predicador Charles Spurgeon. Cuando predicó deRomanos 9.13 ("A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí."), una señora le dijo despuésque le costaba <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der <strong>el</strong> versículo. Spurgeon dijo que <strong>para</strong> él también era difícil,y preguntó qué parte le confundía más. Ella respondió que era difícil aceptar que54