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político contemporáneo y centrarlas en un personaje del pasado? Quizá no<br />
haya constancia, pero sea como fuere, tanto Alessio robles como Martín<br />
Luis, a través de estos personajes de la Conquista y la Independencia,<br />
encontraron una metáfora que, de algún modo, les permitiera —así fuera de<br />
manera indirecta— seguir diciendo lo que querían, aunque, por supuesto,<br />
los lectores no quedaran tan satisfechos. Sin duda esta prohibición atentó<br />
considerablemente contra el prestigio y respeto que inspiraron sus primeras<br />
obras. Xavier Mina, héroe de España y de México (1932) no es un libro tan<br />
atractivo como El águila y la serpiente (1928), pese a compartir la maestría<br />
de estilo que caracterizaba a este novelista y que destaca hasta en sus<br />
textos más breves, como El ineluctable fin de don Venustiano Carranza<br />
(1938). En cuanto a don Vito y su libro sobre Urdiñola, resulta un poco<br />
decepcionante si lo comparamos con Mis andanzas con nuestro Ulises,<br />
libro que tiene más balcones que nuestro egregio Palacio de Gobierno.<br />
Ustedes me dirán que eso ocurría en el pasado, que el país ha cambiado,<br />
que la literatura y la historiografía han evolucionado porque a los escritores<br />
ya no se les destierra ni se les prohíbe escribir sobre ciertos temas. No<br />
estoy tan seguro. Si hago un repaso en mi experiencia, descubro que en<br />
efecto a los escritores ya no se les destierra, sólo se les beca y se les manda<br />
a estudiar al extranjero; no se les prohíbe escribir sobre ciertos temas,<br />
pero se les estimula a tratar otros o a retomarlos con un enfoque diferente,<br />
de ser posible, tan sobrecargado de teorías que el resultado sea un libro<br />
prácticamente ilegible, aunque eso sí muy lujosamente editado. de esos<br />
libros que se ven tan, pero tan bonitos, así como adornos de recibidor, y que<br />
nomás no dan ganas de abrirlos. dicho de otro modo: antes se desterraba a<br />
los autores, ahora se les encierra en un cubículo. ¿Y los temas? Sepultados<br />
en kilos y kilos de tesis académicas absolutamente ilegibles. ¿Que cómo<br />
lo sé? Soy el editor de una gazeta historiográfica. ¿Cómo carajos no podría<br />
saberlo?<br />
destaco estos dos artículos de la revista El Ateneo porque son unas de<br />
las muy pocas muestras de crítica literaria auténtica publicada en nuestra<br />
ciudad. Muy distintas, por cierto, del tipo de notas sobre libros de autores<br />
locales a los que durante mucho tiempo nos tuvieron acostumbrados los<br />
periodistas saltillenses de tiempo completo: textos que por lo general<br />
hablan en términos muy vagos y siempre elogiosos de la obra y se dedican<br />
a exaltar cuidadosamente la vanidad del autor. Quién se iba a imaginar<br />
que la reseña de un libro pudiera dar lugar a textos tan acalorados y<br />
apasionantes en donde los involucrados dicen hasta de lo que el otro se va<br />
a morir y, bueno, meterse con don Vito era arriesgarse a eso y a algo más.<br />
Ese señor en un descuido hasta se la cantó a San Pedro.<br />
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