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(retobado, irrespetuoso, respondón), reborujar (revolver varias cosas entre<br />

sí), súpito (sin sentido, profundamente dormido), surumbato (tonto, zonzo),<br />

tatemado (asado en las brasas), testerear (atropellar), tilichento (que anda<br />

lleno de cosas inútiles), trascuerdo (desmemoriado), trochiloso (persona<br />

descuidada en el arreglo de la casa), turnio (tuerto, viriolo o bizco), rufiano<br />

(grosero, que no respeta a los mayores).<br />

Frases y exclamaciones: ¡carancho! equivale a caray; persona que se<br />

porta mal o hace daño es un carancho), brete (tentación, idea persistente;<br />

estar en un brete: estar apurado), buir-bullir (mover, provocar, excitar,<br />

molestar fastidiar; búyete: apúrate; no le buigas: no lo provoques), cala<br />

(prueba: dar la cala), ¡coche! (exclamación para espantar al cerdo), color<br />

de hormiga (algo no muy claro y peligroso), combiliado (desasosegado,<br />

que no para: habla como un combiliado), ¡cuela! (vete, sigue adelante,<br />

apártate), ¡demontre! (diantre, eufemismo por diablo), encartado (de dos<br />

razas, mezclado el animal y por extensión la persona: encartado de gringo),<br />

malacanchoncha (juego que consiste en dar rápidas vueltas sobre sí mismo:<br />

lo trae a la malacanchoncha), ¡chino! (exclamación suave para llamar al<br />

cerdo y darle el alimento; chino: peine), que conque (no importa). 57<br />

Oímos esas palabras o esas expresiones e inevitablemente agarramos<br />

carro en el tren de la nostalgia, aunque nuestro boleto tenga regreso.<br />

¿En qué contexto escuchamos esas palabras consignadas en El habla de<br />

Coahuila? ¿de quién o contra quién? ¿Cómo podríamos hoy utilizar esos<br />

giros del lenguaje? ¿En qué momentos? dos años antes de la aparición de<br />

texto de Villarello, la televisión llegó a Saltillo y con ella el consecuente<br />

declive del habla local. La radio no había sido tan efectiva, pero la tele<br />

terminó estandarizando el idioma. A partir de entonces, en el único<br />

momento en que oímos hablar en saltillense, es cuando pasan por la<br />

televisión las películas del Piporro.<br />

57 Ildefonso Villarello Vélez, El habla de Coahuila, Ediciones Mástil, Saltillo, 1970, pp. 45-74.<br />

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