Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ecorramos esta lista de términos, de voces, de palabras que nos obligan<br />
a cuestionarnos como saltillenses.<br />
Algunos vocablos se utilizan para calificar el carácter de la gente o su<br />
apariencia: amosomado (de cara hosca, sañudo), angurriento (que padece<br />
poliuria, meón), apergatado (más que tonto, muy cerrado de mollera),<br />
apergollado (preso, sometido), argenudo (flojo, perezoso), arrecholado<br />
(arrumbado, escondido y olvidado), arriado (lento, despacioso, pachorrudo),<br />
avetarrado (envejecido), baquetón (desvergonzado, disimulado), bisbirindo<br />
(muy listo o muy despierto), cacarañado (cacarizo), cábula (que gusta<br />
de bromas), carrascaloso (enojón, cascarrabias), chípil (el último de los<br />
hijos; está chípil: celoso por la venida de otro hijo), chirriona (mujer que<br />
no se ocupa de nada útil, coqueta), charchina (persona o cosa vieja o poco<br />
servible), enjetado (mal encarado), entelerido (enfermizo, débil), espichado<br />
(avergonzado), fruncido (melindroso para la comida), guzgo (que se come<br />
todo con apetito voraz), huevonazo (muy perezoso), improsulto (non plus<br />
ultra, el mejor), íntico (idéntico), jolino (sin cola), jorra (estéril), norteado<br />
(perdido el rumbo), ñango (flaco, débil, enclenque), orondo (satisfecho,<br />
complacido consigo mismo).<br />
Otras palabras sirven para distinguir objetos, animales o partes del<br />
cuerpo: arca (axila), belduque (cuchillo para destazar), birloche (carruaje<br />
viejo y desvencijado), blanquillo-blanquío (huevo), borcelana (bacinica)<br />
cacalina (cosa muy pequeña), cachirul (peineta), carrancista (pajarillo<br />
conocido también como saltapared o chilero), castaña (baúl), clavijero<br />
(perchero), cócono (pavo, guajolote), colaseca (serpiente de cascabel),<br />
colguijes (lo que pende o cuelga), cotense (lienzo de tela que se usa en las<br />
cocinas para asear trastos o para poner las tortillas), cuacha (excremento),<br />
chinchorro (ganado de cabras u ovejas, de pocas cabezas), chiquiador<br />
(parche para las sienes), guaripa (sombrero de palma), güichol (sombrero<br />
de palma), gurguñate (gaznate), jorongo (poncho, sarape).<br />
También existen esos adjetivos o verbos poco usuales o de un uso<br />
exclusivamente regional, los cuales no están exentos de contar con<br />
equivalentes en otras regiones: bornear (voltear una cosa), columbrar (ver<br />
desde lejos, descubrir a la distancia), cocorear (molestar a alguno para<br />
enojarlo), cuerear (azotar), chacotear (charlar con mucha bulla), chacualear<br />
(agitar ruidosamente el agua), despelucar (robar), empelotarse (enamorarse<br />
perdidamente), desconchavado (fuera de quicio), descuacharrangado<br />
(descompuesto), desguangüilado (desaliñado), engerido (de apariencia<br />
triste), malencachado (con cara fosca), girimiquiar (llorar), jurguniar<br />
(manosear mucho una cosa), lambiache (adulador), lampando<br />
(desfalleciendo de hambre), pichicato (tacaño, piedra), pinchurriento<br />
(mezquino, despreciable), pipilisco (de ojo chico), sagaz (astuto), lebrón<br />
80