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Hersey, John ''Hiroshima''-Fr-En-Sp-Sp

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tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandTodo cayó, y la señorita Sasaki perdióel sentido. El cielo raso se vino abajorepentinamente y el piso de maderade arriba se derrumbó en pedazos, y porla brecha abierta cayó la gente del pisosuperior; pero principalmente, y antesque nada, los estantes con libros que estabanexactamente detrás suyo se inclilâchéela bombe. Il y avait un supplémentde ménage à faire ce jour-là. La [37] veille,son petit frère, Akio, âgé de onze mois,avait eu de sérieux troubles digestifs ; samère l’avait conduit à l’hôpital pédiatrique 5Tamura, où elle était restée avec lui. MlleSasaki, . âgée d’une vingtaine d’années,devait préparer le petit déjeuner de sonpère, de son frère, de sa sueur, en plus dusien; en outre - l’hôpital, par suite de la 10guerre, ne fournissant plus de repas - il luifallait cuire les repas de la journée pour samère et pour le bébé, à temps pour que sonpère, qui travaillait dans une fabrique deprotège-oreilles en caoutchouc pour l’artillerie,pût déposer les plats ainsi préparés,15en se rendant à son travail. Lorsqu’elle eneut terminé avec ces occupations, qu’elleeut lavé, nettoyé et rangé les ustensiles, ilétait près de sept heures. La famille vivait 20à Koï ; la jeune fille devait compterquarante-cinq minutes pour arriver à sonbureau, dans le quartier de la ville connusous le nom de Kannon-machi. Elle avaitla charge du fichier du personnel de l’entreprise.Elle partit de Koï à sept heures et,25sitôt arrivée, se rendit, avec quelques autresjeunes employées de son service, dans lasalle des fêtes de l’usine. Un éminent officierde marine, précédemment [38] employé 30par l’entreprise, s’était suicidé la veille ense jetant sous un train - suicide estimé assezhonorable pour autoriser un service enmémoire du défunt ; service qui devait avoirlieu à l’usine, à dix heures ce matin-là. 35Dans la grande salle, Mile Sasaki et sescompagnes procédèrent aux préparatifsappropriés. Ce qui loir prit quelque vingtminutes.Mlle Sasaki revint ensuite dans son bureauet s’assit devant sa table. Elle était àbonne distance des fenêtres qui se tenaientassez loin, sur sa gauche ; derrière elle, sedressaient deux hautes armoires à livres, 45contenant tous les volumes de la bibliothèquede l’usine, organisée par les soins duservice du personnel. Elle s’installa doncdevant sa table, rangea certaines choses dansun tiroir, remua des papiers. Elle se dit que, 50avant de se mettre à la liste des membres dupersonnel nouvellement engagés, renvoyésou mobilisés, elle bavarderait quelques secondesavec sa voisine de droite. Elle venaitjuste de détourner la tête, cessant de ce 55fait de regarder dans la direction des fenêtres,quand la pièce s’emplit d’une lueuraveuglante. Paralysée par la peur, elle restaclouée sur sa chaise un bon moment [39](l’usine était à 1.600 mètres du centre). 60 yards from the center).40bomb fell. There was extra houseworkto do. Her eleven-month-old brother,Akio, had come down the day beforewith a serious stomach upset; hermother had taken him to the TamuraPediatric Hospital and was stayingthere with him. Miss Sasaki, who wasabout twenty, had to cook breakfast forher father, a brother, a sister, and herself,and—since the hospital, becauseof the war, was unable to providefood—to prepare a whole day’s mealsfor her [21] mother and the baby, intime for her father, who worked in afactory making rubber earplugs for artillerycrews, to take the food by onhis way to the plant. When she had finishedand had cleaned and put awaythe cooking things, it was nearlyseven. The family lived in Koi, and shehad a forty-five-minute trip to the tinworks, in the section of town calledKannonmachi. She was in charge ofthe personnel records in the factory.She left Koi at seven, and as soon asshe reached the plant, she went withsome of the other girls from the personneldepartment to the factory auditorium.A prominent local Navyman, a former employee, had committedsuicide the day before by throwinghimself under a train—a death consideredhonorable enough to warranta memorial service, which was to beheld at the tin works at ten o’clock thatmorning. In the large hall, Miss Sasakiand the others made suitable preparationsfor the meeting. This work tookabout twenty minutes.Miss Sasaki went back to her officeand sat down at her desk. She was quitefar from the windows, which were offto her left, and behind her were acouple of tall bookcases containing allthe books of the factory library, whichthe personnel department had organized.She settled herself at her desk,put some things in a drawer, andshifted papers. She thought that beforeshe began to make entries in her listsof new employees, discharges, and departuresfor the Army, she would chatfor a moment with the girl at her right.Just as she turned her head away fromthe windows, [22] the room was filledwith a blinding light. She was paralyzedby fear, fixed still in her chairfor a long moment (the plant was 1,6ooa las tres de la mañana. Tenía más quehaceresque de costumbre. Su hermanoAkio, de once años, había llegado el díaanterior aquejado de serias molestias estomacales;su madre lo había llevado alhospital pediátrico de Tamura y se habíaquedado a acompañarlo. La señoritaSasaki, de poco más de veinte años, tuvoque preparar desayuno para su padre, unhermano, una hermana y para ella misma;y —puesto que, debido a la guerra,al hospital no le era posible dar comidas—tuvo que preparar las de un díaentero para su madre y su hermano menor,y todo eso a tiempo para que su padre,que trabajaba en una fábrica haciendotapones plásticos para los oídos de losartilleros, le llevara la comida de caminoa la planta. Cuando hubo terminado,limpiado y guardado los utensilios de cocina,eran casi las siete. La familia vivíaen Koi, y a la señorita Sasaki la esperabaun trayecto de cuarenta y cinco minutoshasta la fábrica de estaño, ubicada en unaparte de la ciudad llamada Kannonmachi(ella estaba a cargo de los registros depersonal en la fábrica). Salió de Koi a lassiete; tan pronto como llegó a la planta,fue con otras chicas al auditorio. Un notablemarino local, antiguo empleado, sehabía suicidado el día anterior arrojándosea las vías del tren —una muerte consideradalo suficientemente honorable [25]como para merecer un servicio funerarioque tendría lugar a las diez de la mañanaen la fábrica de estaño—. <strong>En</strong> el amplio zaguán,la señorita Sasaki y las otras arreglabanlos preparativos para la reunión. Estalabor les llevó unos veinte minutos.La señorita Sasaki regresó a su oficinay tomó asiento frente a su escritorio.Estaba bastante lejos de las ventanasa su izquierda; detrás de ella habíaun par de altas estanterías que conteníantodos los libros de la bibliotecade la fábrica: el personal del departamentolas había organizado. Ella seacomodó, metió algunas cosas en uncajón y movió unos papeles. Pensó queantes de comenzar a hacer entradas ensus listas de contratos, despidos y reclutamientosen el ejército, conversaríaun rato con la chica de su derecha.Justo al girar la cabeza y dar la espaldaa la ventana, el salón se llenó deuna luz cegadora. Quedó paralizada demiedo, clavada en su silla durante unlargo momento (la planta estaba a1.462 metros del centro).la mañana el día que cayó la bomba.Tenía trabajo extra en la casa. Su hermanitoAkio, de once meses, se habíadescompuesto seriamente del estómagoel día anterior; la madre lo había llevadoal Hospital Pediátrico Tamura, y sequedaba acompañándolo. La señoritaSasaki, que tenía unos [29] veinte añosde edad, debió preparar el desayuno parasu padre, su hermana, su otro hermano,y para ella misma, y —puesto que elhospital, a causa de la guerra, no podíaproveer la comida— preparar los alimentosde todo un día para su madre yel bebé, con tiempo para que el padre,que trabajaba en una fábrica deobturadores de goma para piezas de artillería,pudiese llevarlos de paso parael trabajo. Cuando terminó y limpió yordenó la vajilla, eran casi las siete. Lafamilia vivía en Koi y la joven debíahacer un viaje de cuarenta y cinco minutoshasta su empleo en la sección dela ciudad llamada Kannonmachi. Ellatenía a su cargo el registro de personalde la fábrica. Salió de Koi a las siete, y,tan pronto como llegó a la fábrica, fuejunto con otras compañeras al salón auditorio.Un marino importante, ex empleadode la compañía, se había suicidadoel día anterior arrojándose bajo untren..., muerte considerada lo suficientementehonorable para concederle derechoa un funeral que tendría lugar enla fábrica, a las diez de la mañana. <strong>En</strong> elamplio salón, la señorita Sasaki y lasotras hicieron los preparativos para elacto. Este trabajo demandó unos veinteminutos.La señorita Sasaki volvió a su oficinay se sentó ante el escritorio. Estaba bastantealejada de las ventanas, que se encontrabana la izquierda, y detrás de ellahabía un par de estantes grandes que conteníantodos los libros con que contabala biblioteca de la fábrica, organizada porel personal. Se acomodó en su puesto,puso algunas cosas en un cajón y preparólos papeles. Pensó que antes de comenzara registrar en su lista a los empleadosnuevos, empleados despedidos y alistadosen el ejército, conversaría un momentocon la muchacha de su derecha. Justamentecuando volvió la cabeza hacia ellado opuesto a las ventanas, el salón seinundó de una luz cegadora. El miedo laparalizó y la [30] clavó a su silla durantelargo rato (la fábrica estaba a 1.600 metrosdel centro).Tout s’effondra et Mile Sasaki perdit connaissance.Everything fell, and Miss SasakiLe plafond s’écroula brusque-lost consciousness. The ceilingment ; le plancher en bois de l’étage supérieurdropped suddenly and the woodenvola en éclats, dégringola avec les 65 floor above collapsed in splinters andgens qu’il supportait, cependant que le toit, the people up there came down and theau-dessus, cédait, mais surtout et en tout roof above them gave way; but principallypremier, les armoires qui se dressaient derrièreand first of all, the bookcasesla jeune fille, furent balayées en right behind her swooped forward and70137 Todo se desplomó, y la señorita Sasakiperdió la conciencia. El cielo raso se derrumbóde repente y el piso de madera sedesplomó y cayó la gente de arriba y eltecho cedió; pero lo principal y lo másimportante fue que las estanterías que estabanjusto detrás de ella fueron barridashacia delante, los libros la derribaron y

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