tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandAlgún tiempo después volvió a oír quealguien caminaba encima y que luego semovía hacia un lado; quienquiera quefuese, comenzó a excavar. Este excavadorliberó a varias personas, y cuandodestapó a la escolar, ésta comprobó quesu espalda no estaba rota después de todo,y reptó hacia afuera. La señorita Sasakihabló al salvador, y él trabajó en direccióna ella. Sacó un gran número de libros,hasta que hizo un túnel. Ella pudover su cara transpirada mientras le decía:—Salga, señorita.Lo intentó.—No puedo moverme —expresó—. Elhombre continuó excavando y le dijo que tratasecon toda sus fuerzas de salir de allí. Perolos libros le pesaban sobre las caderas, y fid’unemaison, entreprit d’apporter de crushed shell of a house, and hel’eau à ces inconnus qui souffraient. began carrying water to the sufferingLorsqu’il eut donné à boire à une trentainestrangers. When he had givend’entre eux, il se rendit compte drink to about thirty of them, hequ’il perdait trop de temps. « 5 realized he was taking too muchExcusez-moi, dit-il d’une voix forte à time. “Excuse me,” he said loudly toceux qui, tout près, tendaient les mains those nearby who were reaching outvers lui et criaient leur soif, nombreux their hands to him and crying theirsont ceux qui attendent mes soins. » Puis thirst. “I have many people to take careil s’en fut en courant. Il retourna au bord 10 of ” Then he ran away. He went to thede la rivière, son baquet à la main et river again, the basin in his hand, andsauta sur un banc de sable. Là, il vit des jumped down onto a sandspit. Therecentaines de gens si mal en point, qu’il he saw hundreds of people so badlyleur était impossible de fuir plus loin la wounded that they could not get up tocité en flammes. Quand ces gens aperçurent15 go farther from the burning city. Whenun homme valide et indemne, la they saw a man erect and unhurt, themême plainte recommença. « Mizu, mizu, chant began again: “Mizu, mizu,mizu, mizu ». M. Tanimoto n’y put résister;mizu.” Mr. Tanimoto could not resistil alla chercher de l’eau à la rivière, them; he carried them water from thequ’il leur distribua --- erreur de sa part, 20 river—a mistake, [42] since it wasl’eau étant saumâtre, du fait de la marée. tidal and brackish. Two or three smallDeux ou trois petits bateaux traversaient la boats were ferrying hurt people acrossrivière, transportant les blessés du parc the river from Asano Park, andAsano. Quand l’un d’eux accosta au banc de when one touched the spit, Mr.sable, M. Tanimoto réitéra de la même voix forte son 25 Tanimoto again made his loud,petit discours d’excuses et sauta à bord. Il se trouva apologetic speech and jumped into theainsi atteindre le parc. Là, parmi [73] les broussailles, boat. It took him across to the park. There,il retrouva certains des gens de son Association de in the underbrush, he found some of hisQuartier, dont il avait la responsabilité et qui s’étaient charges of the Neighborhood Association,rendus en cet endroit conformément à ses instructions30 who had come there by his previous in-précédentes ; il retrouva aussi de nombreuses structions, and saw many acquaintances,connaissances, entre autres le Père Kleinsorge et les among them Father Kleinsorge and theautres membres de la communauté catholique. Mais other Catholics. But he missed Fukai, whoFukai, qui était un de ses amis intimes, manquait. « had been a close friend. “Where isOù est Fukai ? » demanda-t-il. »35 Fukai-san?” he asked.ra aplastada de una casa, y comenzó allevar agua a los desconocidos. Cuandohubo dado de beber a unos treintade ellos, se percató de que aquello letomaba demasiado tiempo. «Discúlpenme»,dijo en voz alta a los que yaalargaban [42] la mano hacia él gritandode sed. «Tengo mucha gente quecuidar.» <strong>En</strong>tonces fue de nuevo al río,con el tazón en la mano, y saltó a unbanco de arena. Allí vio a cientos depersonas tan gravemente heridas queno podían ponerse de pie para alejarsede la ciudad en llamas. Cuando veíana un hombre ileso y erguido, el cantocomenzaba de nuevo: «Mizu, mizu,mizu». El señor Tanimoto no podía soportarlo;les llevó agua del río, lo cualfue un error, pues eran aguas turbiasy salobres. Dos o tres botes pequeñosllevaban a los heridos a travésdel río desde el parque Asano, y,cuando uno de ellos llegó al bancode arena, el señor Tanimoto pronuncióde nuevo su discurso arrepentidoy se subió al bote. <strong>En</strong> el parque,entre la maleza, encontró a varios desus cargos de la Asociación de Vecinos,que habían llegado allí siguiendosus instrucciones, y vio a muchosconocidos, entre ellos el padreKleinsorge y los demás católicos.Pero echó en falta a Fukai, que habíasido un buen amigo suyo. «¿Dóndeestá Fukai-san?»ruinas de una casa, y se dedicó a llevaragua a los sufrientes desconocidos.Cuando ya había dado de beber a unostreinta de ellos, se dio cuenta de que estabaperdiendo mucho tiempo.—Discúlpenme —dijo en voz alta alos que estaban cerca y extendían lasmanos hacia él gritando su sed —. Tengoque atender a mucha gente.Luego se fue. Se dirigió nuevamente alrío, con la palangana en la mano y saltó albanco de arena. Allí vio a cientos de personastan gravemente heridas que no podíanlevantarse para alejarse de la ciudad en llamas.Cuando vieron un hombre erguido ysano, el cántico empezó otra vez:—Mizu, mizu, mizu.El señor Tanimoto no pudo resistirse;les llevó agua del río... lo que eraun error, ya que era agua de marea ysalobre. Dos o tres botes pequeñostrasportaban gente herida a través delrío desde el parque Asano, y cuandouno tocó el banco de arena el señorTanimoto volvió a hacer su discursoapologético, y saltó al bote. Este lo llevóatravesando el parque. Allí, en las malezas,encontró a algunos de sus protegidosde la Asociación Vecinal que habían venidoaquí siguiendo sus propias instruccionesprevias y vio a muchos conocidos, entreellos el padre Kleinsorge y los otros sacerdotescatólicos. Pero echó de menos aFukai, de quien había sido muy amigo.—¿Dónde está Fukai-san? —preguntó.« Il n’a pas voulu venir avec nous, réponditle Père Kleinsorge. Il s’est sauvé etit retourne là-bas. »“He didn’t want to come with us,”Father Kleinsorge said. “He ranback.”40Quand Mlle Sasaki entendit les voix BEN MISS SASAKI heard thede ceux qui étaient pris avec elle parmi voices of the people caught alongles ruines de la fabrique d’étain, elle se with her in the dilapidation at the tinmit à leur parler. Sa plus proche voisine,factory, she began speaking to them.à ce qu’elle découvrit, était une 45 Her nearest neighbor, she discovered,étudiante requise pour le travail en was a high-school girl who had beenusine et qui lui déclara avoir la colonne drafted for factory work, and who saidvertébrale brisée. Mile Sasaki répliqua : « her back was broken. Miss Sasaki replied,Je suis coincée et je ne peux pas remuer.“I am lying here and I can’tJ’ai la jambe gauche sectionnée. »50 move. My left leg is cut off.”«No ha querido venir con nosotros»,dijo el padre Kleinsorge. «Se ha regresado.»Cuando la señorita Sasaki escuchó lasvoces de quienes estaban atrapados conella en las ruinas de la fábrica de estaño,empezó a hablarles. Descubrió que su vecinomás próximo era una joven estudiantede bachillerato que había sido preparadapara trabajos de fábrica, y que decía tenerla espalda rota. La señorita Sasaki repuso:«Yo no me puedo mover. Me han amputadola pierna izquierda».—No quiso venir con nosotros —respondióel padre Kleinsorge —. Se volvió.[52]Cuando la señorita Sasaki oyó las vocesde la gente atrapada junto con ella en elderrumbe de la fábrica de hojalata, comenzóa hablarles. Su vecina más cercana, segúndescubrió, era una chica de la escuelasecundaria que había sido reclutada para eltrabajo de fábrica, y que dijo tener la espaldarota. La señorita Sasaki respondió:—Yo estoy acostada aquí y no me puedomover. Tengo la pierna izquierda cortada.Un peu plus tard, elle entendit à nouveauSome time later, she again heard[74] qu’on marchait au-dessus d’elle, puis somebody walk overhead and thenqu’on allait d’un côté, et enfin que l’inconnu, quel move off to one side, and whoever itqu’il fût, entreprenait de déblayer. L’homme qui 55 was began burrowing. The digger releasedpiochait dégagea plusieurs personnes, et quand ilseveral people, and when heeut délivré l’étudiante, elle s’aperçut qu’elle had uncovered the high-school girl,n’avait pas la colonne vertébrale brisée, en fin de she found that her back was not broken,compte, et sortit en rampant des décombres. Mlleafter all, and she crawled out.Sasaki appela le sauveteur et il se mit à l’oeuvre, 60 Miss Sasaki spoke to the rescuer, anden direction de l’endroit où elle était. Il déblaya he worked toward her. He pulledun grand nombre de bouquins et parvint à creuser away a great number of books, untilun tunnel jusqu’à elle. Elle vit un visage ruisselanthe had made a tunnel to her. She couldde sueur en même temps que l’homme disait : see his perspiring face as he said,« Sortez de là, mademoiselle ». Elle essaya. « Je 65 “Come [43] out, Miss.” She tried. “Ine peux pas remuer, dit-elle. L’homme creusa encorecan’t move,” she said. The man extesun peu et lui dit d’essayer à nouveau, de toucavatedsome more and told her to tryses forces. Mais les livres pesaient lourdement with all her strength to get out. Butsur les hanches de la jeune fille ; finalement, books were heavy on her hips, and the7026Poco tiempo después volvió a oír quealguien caminaba por encima, enseguidase movía hacia un lado y —quien quieraque fuese— empezaba a escarbar. El excavadorliberó a varias personas, y cuandohubo descubierto a la estudiante, elladescubrió [43] que su espalda no estabarota, y que podía arrastrarse hacia fuera.La señorita Sasaki le habló al socorrista,y él empezó a abrirse paso hacia ella.Quitó una buena cantidad de libros hastaque logró abrir un túnel. Ella vio entoncesla cara sudorosa que le dijo: «Salga,señorita». Lo intentó. «No puedo moverme»,dijo. El hombre excavó un poco másy le dijo que intentara salir con todas susfuerzas. Pero los libros sobre sus caderaseran muy pesados, y el hombre acabó por
tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandl’homme se rendit compte qu’une armoire prenait man finally saw that a bookcase wasappui sur les bouquins et qu’un gros madrier reposaitleaning on the books and that a heavyde tout son poids sur le meuble. « Atten-beam pressed down on the bookcase.dez, dit-il je vais chercher une traverse. » “Wait,” he said. “I’ll get a crowbar.”5Il se passa un long temps avant que The man was gone a long time,l’homme revînt, de fort mauvaise humeur,and when he came .back, he wascomme si le triste sort de la jeune ill-tempered, as if her plight werefille était sa faute à elle. « Il n’y a personneall her fault. “We have no men topour [75] vous aider ! cria-t-il 10 help you!” he shouted in throughpar le tunnel. Il faut vous débrouiller the tunnel. “You’ll have to gettoute seule pour sortir. »out by yourself.”ver que una estantería se inclinaba sobrelos libros y una viga pesada hacía presiónsobre la estantería. «Espere», dijo entonces.«Voy a buscar una palanca.»El hombre estuvo ausente un buentiempo, y estaba de mal humor cuandoregresó, como si la situación de la señoritaSasaki fuera culpa de ella. «¡No tenemospersonal para ayudarla!», le gritóa través del túnel. «Tendrá que arreglárselasusted misma para salir.»nalmente el hombre vio que una estanteríaestaba caída sobre los libros y que sobre laestantería había una pesada viga.—Espere —le dijo—. Conseguiré una palanca.El hombre tardó un largo rato en volver, ycuando lo hizo estaba de mal humor, como sila situación en que se encontraba la señoritaSasaki fuera exclusivamente culpa de ella.—¡No tenemos hombres para ayudarla!— gritó por el túnel—. Tendrá quesalir por sus propios medios.« Je ne peux pas, dit-elle. Ma “That’s impossible,” she said.jambe gauche... » L’homme était 15 “My left leg...” The man wentparti.away.«Es imposible», dijo ella. «Mi piernaizquierda...» Pero el hombre ya se habíaido.—Es imposible —dijo ella—. Mipierna izquierda...El hombre se fue. [53]Ce fut bien plus tard que plusieurs hommessurvinrent, qui tirèrent Mlle Sasaki de saprison. Sa jambe gauche n’était pas sectionnée; elle n’était que douloureusement brisée,20les chairs tailladées, et pendait de travers àpartir du genou. Les hommes la portèrent dansla cour. Il pleuvait. On l’assit à même le solsous la pluie. L’averse croissant en force, quelqu’undit à tous les blessés de chercher asile25dans les abris de l’usine. a Venez, dit à lajeune fille une femme qui n’était qu’une déchirure,vous n’avez qu’à sauter àcloche-pied. » Mais Mlle Sasaki ne pouvait 30bouger, et elle resta sous la pluie, à attendre.Puis un homme étaya contre le mur une grandeplaque de tôle ondulée de façon à former unesorte d’auvent, à l’abri duquel il porta la jeunefille dans ses bras. Elle en ressentit pour lui 35de la gratitude jusqu’au moment où l’hommerevint avec deux blessés - une femme qui avaitun sein complètement arraché et un hommedont le visage brûlé n’était que chair à vif[76] qu’il installa à ses côtés, sous l’abri rudimentaire.<strong>En</strong>suite, plus personne. La pluie40cessa ; le ciel restait couvert ; l’agrès-midiétait horriblement chaud. La nuit n’était pasencore tombée, que les trois grotesques, sousleur toit de tôle oblique et tordu, commençaientà exhaler45l’infection.Much later, several men cameand dragged Miss Sasaki out. Herleft leg was not severed, but it wasbadly broken and cut and it hungaskew below the knee. They tookher out into a courtyard. It was raining.She sat on the ground in therain. When the downpour increased,someone directed all the woundedpeople to take cover in the factory’sair-raid shelters. “Come along,” atorn-up woman said to her. “Youcan hop.” But Miss Sasaki could notmove, and she just waited in therain. Then a man propped up alarge sheet of corrugated iron as akind of lean-to, and took her in hisarms and carried her to it. She wasgrateful until he brought two horriblywounded people—a woman witha whole breast sheared off and aman whose face was all raw from aburn—to share the simple shed withher. No one came back. The raincleared [44] and the cloudy afternoonwas hot; before nightfall thethree grotesques under the slantingpiece of twisted iron began to smellquite bad.Mucho después, varios hombresllegaron y la arrastraron fuera. Supierna izquierda no había sidoamputada, pero tenía cortes graves ycolgaba, torcida, de la rodilla hacia abajo.La llevaron a un patio. Llovía. Ella sesentó sobre la tierra, bajo la lluvia. Cuandoempezó a llover más fuerte, alguien dio instruccionesa los heridos para que se protegieranen los refugios antiaéreas de la fábrica.«Venga», le dijo una mujer desgarrada.«Puede caminar con un solo pie.» Pero laseñorita Sasaki no podía moverse, y se limitóa esperar en medio de la lluvia. <strong>En</strong>toncesun hombre apoyó una gran lámina dehierro corrugado sobre la pared para utilizarlacomo cobertizo, y tomó a la señorita Sasakien brazos y la llevó hasta allí. Ella le estuvoagradecida hasta que el hombre trajo también ados personas horriblemente heridas —una mujera la cual le había sido arrancado un senoy un hombre [44] cuya cara estaba encarne viva por una quemadura— paraque compartieran la cabaña con ella.Nadie regresó. Cesó la lluvia, la tardenublada era caliente; antes del anochecer,los tres grotescos personajes bajoel trozo de hierro inclinado empezarona oler bastante mal.Mucho tiempo después, vinieron varioshombres y sacaron a la señorita Sasaki.Su pierna izquierda no estaba cortada, perosí gravemente fracturada y herida y colgabainerte desde debajo de la rodilla. Lallevaron a un patio. Llovía. Se sentó en elsuelo bajo la lluvia. Cuando el chaparrónarreciaba, alguien ordenó a todos los heridosque se refugiasen en los cobertizosantiaéreos de la fábrica.—Venga —le dijo una mujer herida—.Puede caminar a saltos.Pero la señorita Sasaki no podía moverse,y esperó bajo la lluvia. Luego unhombre enderezó una gran chapa de hierro_________ , formando con ella unaespecie de cobertizo, la tomó en brazosy la llevó hasta allí. Ella se sintió agradecidahasta que el hombre condujo allía dos personas horriblemente heridas —una mujer con todo un pecho cortado yun hombre con la cara en carne viva a causade las quemaduras — para que compartiesencon ella el precario refugio. Nadievolvió. La lluvia cesó y la tarde nubladase tornó más cálida; antes del crepúsculolos tres grotescos personajes de bajo lachapa de hierro retorcido comenzaron aoler mal.L’ancien chef de l’Association deQuartier de Nobori-cho, à laquelle étaientrattachés les prêtres catholiques, était un 50homme énergique, du nom de Yoshida. 11s’était vanté, lorsqu’il avait eu la chargede la D. P. du secteur, de ce que le feupourrait bien dévorer tout Hiroshima, jamaisil ne toucherait à Nobori-cho. La 55bombe jeta bas sa maison, et une solive lecloua lui-même au sol, lui paralysant lesjambes, bien en vue de la maison des jésuites,en face, et des gens qui se hâtaientde fuir dans la rue. Dans la confusion de 60la panique, Mme Nakamura et ses enfants,le Père Kleinsorge, M. Fukai sur le dos,le remarquèrent à peine ; il n’était qu’undes vagues éléments du brouillard de souffranceau milieu [77] duquel tous ces gens 65se mouvaient. Ses appels au secours restèrentsans réponse ; tant d’êtres appelaient,qu’on ne pouvait les entendre séparément.Comme les autres, Mme70THE FORMER head of theNobori-cho Neighborhood Associationto which the Catholic priests belongedwas an energetic man namedYoshida. He had boasted, when hewas in charge of the district air-raiddefenses, that fire might eat away allof Hiroshima but it would nevercome to Nobori-cho. The bomb blewdown his house, and a joist pinnedhim by the legs, in full view of theJesuit mission house across the wayand of the people hurrying along thestreet. In their confusion as they hurriedpast, Mrs. Nakamura, with herchildren, and Father Kleinsorge, withMr. Fukai on his back, hardly sawhim; he was just part of the generalblur of misery through which theymoved. His cries for help brought noresponse from them; there were somany people shouting for help that they27El antiguo jefe de la Asociación deVecinos de Nobori-cho a la cual pertenecíanlos sacerdotes católicos era unhombre enérgico llamado Yoshida.Cuando estaba a cargo de las defensasantiaéreas del barrio, se había jactado deque el fuego podría consumir todaHiroshima pero no llegaría nunca aNobori-cho. La bomba echó su casa abajo,y una viga sobre sus piernas lo dejóparalizado con una vista perfecta haciala casa de la misión jesuita y hacia lagente que pasaba deprisa por la calle. <strong>En</strong>medio de la confusión, la señoraNakamura, sus niños y el padreKleinsorge con el señor Fukai a cuestas,estuvieron a punto de no verlo al pasar;Yoshida era apenas una parte del borrosoescenario de miseria a través del cualse movían. Sus gritos de auxilio no obtuvieronrespuesta; había tanta gente pidiendoauxilio a gritos, que el grupo noEl anterior presidente de la AsociaciónVecinal de Nobori-chico, a la quepertenecían los sacerdotes católicos, eraun hombre enérgico llamado Yoshida.Se había jactado, cuando estuvo a cargode las defensas antiaéreas del distrito,de que el fuego podía consumir atoda Hiroshima, pero que nunca llegaríaa Nobori-chico. La bomba derrumbósu casa, y una viga lo atrapó porlas piernas; podía ver claramente la casade la Misión jesuítica al otro lado de lacalle, y la gente corriendo para ponersea salvo. <strong>En</strong> la confusión, mientraspasaban apurados la señora Nakamuracon sus hijos, y el padre Kleinsorge conel señor Fukai a la espalda, apenas lovieron: formaba parte de la desdichageneral a través de la cual se movian.Sus gritos pidiendo auxilio no encontraronrespuesta; había tanta gente pidiendoauxilio que era imposible oírlo