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Hersey, John ''Hiroshima''-Fr-En-Sp-Sp

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tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbête! Et si des avions venaient et lâchaient foolish. What if planes come and dropd’autres bombes a » <strong>En</strong> sorte que Mme more bombs?” So Mrs. NakamuraNakamura se mit en route pour le parc Asano started out for Asano Park with heravec ses enfants et Mme Hataya, chargée de children and Mrs. Hataya, and sheson sac de tourisme bourré de vêtements de 5 carried her rucksack of emergencyrechange, d’une couverture, d’un parapluie clothing, a blanket, an umbrella, andet d’une valise d’objets qu’elle avait mise a suitcase of things she had cachedau secret dans l’abri de [49] défense passive in her air-raid shelter. Under many ruins,de sa maison. De plus, d’un monceau de ruines,as they hurried along, they heardtandis que leur groupe se hâtait, les deux 10 [28] muffled screams for help. Thefemmes entendirent monter des appels étouffés.only building they saw standing onLe seul édifice qu’elles virent debout, their way to Asano Park was the Je-en chemin, fut la maison de la mission jésuite,suit mission house, alongside theadjacente au jardin d’enfants catholi-Catholic kindergarten to which Mrs.que, où Mme Nakamura avait envoyé Myeko 15 Nakamura had sent Myeko for a time.quelque temps. <strong>En</strong> passant devant le bâtiment,As they passed it, she saw Fatherelles virent le Père Kleinsorge, en Kleinsorge, in bloody underwear, run-sous-vêtements tachés de sang, sortir en courantning out of the house with a smallde la maison, une mallette à la main. suitcase in his hand.le moyen autres? » prêtres q maison d Cieslik, ? ? ? ? ? 20Immédiatement après l’explosion, alors RIGHT AFTER the explosion,que le Père Wilhelm Kleinsorge S. J., erraitwhile Father Wilhelm Kleinsorge,au hasard, en sous-vêtements, parmi S.J., was wandering around in his un-le potager, le Père supérieur La Salle débouchaderwear in the vegetable garden, Farité.à l’angle de la maison, en pleine obscu-25 ther Superior LaSalle came around theIl avait le corps, et notamment le dos, couvertcorner of the building in the darkness.de sang ; la fulguration de la bombe l’avait His body, especially his back, wasfait se détourner violemment de sa fenêtre et bloody; the flash had made him twistde minuscules éclats de verre, projetés dans away from his window, and tiny piecessa direction, l’avaient profondément coupé. Le 30 of glass had flown at him. FatherPère [50] Kleinsorge, encore tout abasourdi, Kleinsorge, still bewildered, managedtrouva de lui demander : « Où sont les Au to ask, “Where are the rest?” Just then,même moment, les deux ui vivaient avec eux the two other priests living in the missiondans la la mission surgirent, le Père intact,house appeared—Father Cieslik,soutenant le Père Schifier, ce dernier 35 unhurt, supporting Father Schiffer,inondé du sang qui ruisselait d’une coupurewho was covered with blood thatau-dessus de l’oreille gauche, et spurted from a cut above his left eartrès pâle. Le Père Cieslik était assez contentand who was very pale. Father Cieslikde lui : après la lueur de l’explosion, il was rather pleased with himself, foravait plongé dans un renfoncement de porte 40 after the flash he had dived into aqu’il avait toujours tenu pour l’abri le plus doorway, which he had previouslysûr à l’intérieur du bâtiment et, lorsque le reckoned to be the safest place insidesouffle était venu, il avait pu s’en tirer indemne.the building, and when the blast came,Le Père La Salle dit au Père Cieslik he was not injured. Father LaSallede mener le Père Schiffer chez un médecin 45 told Father Cieslik to take Fathersans lui laisser le temps de saigner à blanc Schiffer to a doctor before he bled toet suggéra le docteur Kanda, qui demeurait death, and suggested either Dr.à l’angle de la rue, avec le docteur Fujii, à Kanda, who lived on the next corner,quelque six pâtés de maisons plus loin. Les or Dr. Fujii, about six blocks away.deux hommes, sortant de l’enceinte de la 50 The two men went out of the compoundmission, remontèrent la rue.and up the street.Xnen más aviones y arrojan más bombas?».Así que la señora Nakamura se dirigióal [30] parque con sus hijos y laseñora Hataya, llevando su atado deropa de emergencia, una sábana, unparaguas y una maleta de cosas quehabía escondido en su refugioantiaéreo. Al pasar junto a varias delas ruinas alcanzaron a escuchar gritosahogados de auxilio. El únicoedificio que estaba aún de pie era lacasa de la misión jesuita, que quedabajunto al jardín infantil católicoal cual la señora Nakamura había enviadoa Myeko durante largo tiempo.Al pasar junto al edificio vio al padreKleinsorge salir corriendo, en calzoncilloscubiertos de sangre y con unamaleta pequeña en la mano.Justo después de la explosión,mientras el padre WilhelmKleinsorge, S J., deambulaba por eljardín en ropa interior, el padre superiorLa Salle apareció desde una esquina deledificio a oscuras. Su cuerpo, y en particularsu espalda, sangraban; el resplandorlo había hecho darse la vuelta, y trozosde cristal de su ventana salieron disparadossobre él. El padre Kleinsorge, todavíaperplejo, alcanzó a preguntar:«¿Dónde están todos?». <strong>En</strong>tonces aparecieronlos otros dos sacerdotes que vivíanen la misión —el padre Cieslik, ileso,sostenía al padre Schiffer, muy pálidoy cubierto por la sangre que manabade un corte en su oreja izquierda—. Elpadre Cieslik estaba bastante orgullosode sí mismo: después del resplandor sehabía protegido bajo el marco de unapuerta —el lugar que, según había pensadopreviamente, sería el más seguro deledificio—, y la explosión no le causó heridas.El padre La Salle le dijo al padreCieslik que llevara al padre Schiffer a undoctor antes de que muriera desangrado,y sugirió dos posibilidades: el doctorKanda, que vivía en la esquina, o el doctorFujii, a seis calles de allí. Los doshombres salieron del complejo y caminaroncalle arriba. [31]nes y arrojan más bombas?De modo que la señora Nakamura emprendiócamino hacia el parque Asano consus hijos y la señora Hataya, llevando suatado de ropa para emergencias, una frazada,un paraguas, y una maleta con cosasque había escondido en su refugioantiaéreo. A medida que avanzaban, oyerongritos ahogados —en demanda de auxiliobajo las ruinas. El único edificio quevieron en pie mientras caminaban hacia elparque Asano, fue la Misión jesuita, al ladodel jardín de infantes católico—al que laseñora Nakamura había enviado a Myekopor algún tiempo. Mientras pasaban por elfrente, vio al padre Kleinsorge, con la ropainterior manchada de sangre, que corríafuera de la casa llevando en la mano unapequeña maleta.Inmediatamente después de la explosión,mientras el padre WilhelmKleinsorge, C. J., vagaba en calzoncillospor la huerta, el padre superior LaSalledobló la esquina del edificio en la oscuridad.El cuerpo, en especial la espalda, lesangraba; el relámpago lo había hecho alejarsede la ventana y fragmentos de vidriolo acribillaron. El padre Kleinsorge, aúnafligido, alcanzó a preguntar:—¿Dónde están los demás?<strong>En</strong> ese instante, aparecieron los otrosdos sacerdotes que vivían en la misión: elpadre Cieslik, ileso, sostenía al padreSchiffer, quien bañado por la sangre quele brotaba de un tajo encima de la orejaizquierda, aparecía muy pálido. El padreCieslik estaba más bien complacido consigomismo, porque después del relámpagose plantó en el umbral de una puerta,que, como lo había comprobado previamente,era el lugar más seguro del edificio,y cuando llegó la explosión resultósin una herida. El padre LaSalle le dijo alpadre Cieslik [39] que llevase al padreSchiffer a un médico antes de que murieradesangrado, y sugirió los nombres deldoctor Kanda, que vivía en la otra esquina,y del doctor Fujii, a unas seis cuadrasde distancia. Los dos hombres salieron dela Misión y comenzaron a caminar.La fille de M. Hoshijima, le catéchistede la mission, vint en courant trouver le PèreKleinsorge pour lui dire que sa mère et sa 55sueur étaient ensevelies sous les ruines deleur maison, derrière l’enceinte de la mission;en même temps, le prêtre [51] s’aperçutque la demeure de l’institutrice du jardind’enfants catholique, au pied de l’enceinte,s’était effondrée sur sa locataire.60Tandis que le Père La Salle et Mme Murata,la femme de charge de la mission, s’employaientà dégager l’institutrice, le PèreKleinsorge se rendit sur les ruines de la maisondu catéchiste et entreprit de soulever et65de déblayer les premiers décombres. Pas unson ne montait de l’amas ; il avait la certitudeque les Hoshijima, mère et fille, avaient70The daughter of Mr. Hoshijima, themission catechist, [29] ran up to FatherKleinsorge and said that hermother and sister were buried underthe ruins of their house, which was atthe back of the Jesuit compound, andat the same time the priests noticedthat the house of theCatholic-kindergarten teacher at thefront of the compound had collapsedon her. While Father LaSalle and Mrs.Murata, the mission housekeeper, dugthe teacher out, Father Kleinsorgewent to the catechist’s fallen houseand began lifting things off the top ofthe pile. There was not a sound underneath;he was sure the Hoshijima17La hija del señor Hoshijima, catequistade la misión, corrió a buscar alpadre Kleinsorge y le dijo que su madrey su hermana estaban enterradas bajo lasruinas de su casa, detrás del complejojesuita, y al mismo tiempo los sacerdotesse percataron de que la casa de laprofesora del jardín infantil, al frente delcomplejo, le había caído encima a supropietaria. Mientras el padre La Salley la señora Murata, el ama de llaves dela misión, sacaban a la profesora de entrelos escombros, el padre Kleinsorgese dirigió a la casa del catequista y empezóa quitar cosas de la parte superiorde la pila. No salía sonido alguno dedebajo; estaba seguro de que lasLa hija del señor Hoshijima, catequistade la Misión, corrió hacia el padreKleinsorge y le dijo que su madre y su hermanaestaban enterradas bajo las ruinasde su casa, situada en los fondos del terrenode la misión. Al mismo tiempo, los sacerdotesnotaron que la casa de la maestradel jardín de infantes católico situada al frentedel terreno de la Misión, se había derrumbadosobre ella. Mientras el padre LaSalley la señora Murata, el ama de llaves, liberabana la maestra, el padre Kleinsorge fuea la casa derruida del catequista y comenzóa sacar los escombros, que formabanuna inmensa pila. No se oía unsolo sonido debajo: estaba seguro deque las mujeres de la familia

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