tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandmine Osaki, une amie, vint leur rendreMrs. Osaki, came to see them andvisite et leur raconta que son fils told them that her son Hideo hadHideo était mort, brûlé vif, dans been burned alive in the factoryl’usine où il travaillait. Toshio, qui where he worked. This Hideo hadétait souvent allé le voir diriger sa 5 been a kind of hero to Toshio,machine, avait pour Hideo un véritablewho had often gone to the plantculte. Cette nuit-là, le jeune gar-to watch him run his machine.çon s’éveilla en hurlant. Il avait rêvé That night, Toshio woke upqu’il voyait Mme Osaki sortir d’une screaming. He had dreamed thatcrevasse dans le sol avec toute sa famille,10 he had seen Mrs. Osaki comingpuis, qu’il voyait Hideo devant out of an opening in the groundsa machine [129] une énorme machine,with her family, and then he sawavec une courroie de transmis-Hideo at his machine, a big onesion - cependant que lui-même se tenaitwith a revolving belt, and he him-debout à côté du jeune homme ; 15 self was standing beside Hideo,et pour quelque raison, c’était là un and for some reason this was terrifying.spectacle terrifiant.amiga, la señora Osaki, vino a verlospara decirles que su hijo Hideose había quemado vivo en la fábricadonde trabajaba. Hideo habíasido una especie de héroe paraToshio, que lo había acompañadoa la planta varias veces para verlomanipular su máquina. Esa noche,Toshio despertó gritando. Habíasoñado que veía a la señora Osakisalir con su familia de una aperturaen la tierra, y luego vio a Hideoen su máquina, un aparato grandecon un cinturón giratorio; él mismose encontraba junto a Hideo yesto, por alguna razón, lo aterrorizaba.[73]de agosto, una amiga, la señoraOsaki, vino a visitarlos y les dijoque su hijo Hideo se había quemadovivo en la fábrica donde trabajaba.Este Hideo había sido una especiede héroe a los ojos de Toshio,quien había ido muchas veces a lafábrica a verlo manejar su máquina.Esa noche, Toshio se despertógritando. Soñó que veía a la señoraOsaki emergiendo de una aberturaen la tierra junto con su familia, yluego a Hideo ante su máquina, unenorme artefacto con una correasinfín, y él mismo estaba de piejunto a Hideo, y por alguna razóneste sueño fue aterrorizador.Le 10 août, le Père Kleinsorge, ayant ON AUGUST 10TH, Fatherappris par quelqu’un que le docteur 20 Kleinsorge, having heard fromFujii avait été blessé et qu’il avait fini someone that Dr. Fujii had beenpar se rendre dans la résidence d’été injured and that he had eventuallyd’un de ses amis, du nom d’Okuma, gone to the summer house of adans le village de Fukawa, demanda au friend of his named Okuma, in thePère Cieslik de bien vouloir aller prendre25 village of Fukawa, asked Fatherdes nouvelles du médecin. Le Père Cieslik if he would go and see [77]Cieslik alla jusqu’à la gare extérieure how Dr. Fujii was. Father Cieslikde Misasa, fit un trajet de vingt minuteswent to Misasa station, outsideen train électrique, et une marche Hiroshima, rode for twenty min-d’une heure et demie sous un soleil brûlant30 utes on an electric train, and thenpour arriver enfin chez M. Okuma, walked for an hour and a half in asur les bords de l’Ota, au pied d’une terribly hot sun to Mr. Okuma’scolline. Il trouva le docteur Fujii en house, which was beside the Otakimono, assis dans un fauteuil et occupé River at the foot of a mountain. Heà soigner à coups de compresses sa fracture35 found Dr. Fujii sitting in a chairde la clavicule. Le docteur Fujii in a kimono, applying compressesraconta au Père Cieslik comment il to his broken collarbone. The Doctoravait perdu ses lunettes et ajouta quetold Father Cieslik about hav-ses yeux lui causaient [130] des ennuis. ing lost his glasses and said thatIl montra au prêtre d’énormes traces 40 his eyes bothered him. He showedbleues et vertes, aux endroits où les the priest huge blue and greenpoutres l’avaient meurtri. Il offrit au jésuite,stripes where beams had bruisedpour commencer, une cigarette, him. He offered the Jesuit first apuis un verre de whisky, bien qu’il ne cigarette and then whiskey, thoughfût que onze heures du matin. Le Père 45 it was only eleven in the morning.Cieslik, se disant qu’il ferait plaisir au Father Cieslik thought it woulddocteur Fujii s’il acceptait une goutte please Dr. Fujii if he took a little,de liqueur, acquiesça. Un domestique so he said yes. A servant broughtapporta du suntory, et le jésuite, le docteursome Suntory whiskey, and theet son hôte passèrent quelques ins-50 Jesuit, the Doctor, and the host hadtants agréables à bavarder. M. Okuma a very pleasant chat. Mr. Okumaavait vécu à Hawaï et raconta des anecdoteshad lived in Hawaii, and he toldsur les Américains. Le docteur some things about Americans. Dr.Fujii dit quelques phrases sur le désastre.Fujii talked a bit about the disasfirmièreIl raconta que M. Okuma et une in-55 ter. He said that Mr. Okuma and aétaient retournés sur les ruines nurse had gone into the ruins of hisde sa clinique et en avaient rapporté un hospital and brought back a smallpetit coffre-fort qu’il avait lui-même safe which he had moved into hisrangé dans son abri. Ce coffre-fort contenaitair-raid shelter. This containedquelques instruments de chirur-60 some surgical instruments, and Dr.gie, et le docteur Fujii fit cadeau au Fujii gave Father Cieslik a fewPère Cieslik, à (intention du recteur, de pairs of scissors and tweezers forquelques paires de ciseaux et de pinces. the rector at the Novitiate. FatherLe Père Cieslik brûlait de faire une annonceCieslik was bursting with some in-sensationnelle ; mais il attendit 65 side dope he had, but he waitedque la conversation vint naturellement until the conversation turned naturallyau mystère de la bombe. Alors, il ditto the mystery of the bomb.qu’il savait de quelle sorte de bombe il Then he said he knew what kind ofretournait ; il tenait d’excellente source bomb it was; he had the secret on7050Alguien le contó al padreKleinsorge que el doctor Fujii habíaresultado herido, y había acabado porirse a la casa de verano de un amigode nombre Okuma, en el pueblo deFukawa. El 10 de agosto, el padreKleinsorge pidió al padre Cieslik quefuese a ver cómo estaba el doctorFujii. El padre Cieslik fue a la estaciónde Misasa, en las afueras deHiroshima, viajó durante veinte minutosen un tren eléctrico y luego caminóuna hora y media bajo un solterrible hasta llegar a la casa del señorOkuma, que estaba al pie de unamontaña, junto al río Ota. <strong>En</strong>contróal doctor Fujii en kimono, sentado enuna silla y aplicándose compresas enla clavícula rota. El doctor le contóal padre Cieslik acerca de la pérdida desus lentes y dijo que los ojos empezabana molestarle. Le mostró al cura lasfranjas azules y verdes de las partes desu cuerpo donde las vigas lo habían magullado.Le ofreció al jesuita un cigarrilloprimero y un whisky después,aunque fueran tan sólo las once de lamañana. El padre Cieslik aceptó, porquepensó que eso satisfaría al doctorFujii. Un sirviente trajo un poco dewhisky Suntory, y el jesuita, el doctory el anfitrión tuvieron una agradableconversación. El señor Okuma había vividoen Hawai y contó algunas cosasacerca de los norteamericanos. El doctorFujii habló un poco del desastre.Dijo que el señor Okuma y una enfermerahabían traído de las ruinas delhospital una caja fuerte que el doctorhabía guardado en su refugio. Lacaja contenía instrumentos de cirugía,y el doctor Fujii le dio al padreCieslik un par de tijeras y unas pinzaspara el rector del noviciado. Elpadre Cieslik se moría por hablar deuna información que tenía, pero esperóa que la conversación llegaranaturalmente al tema misterioso dela bomba. <strong>En</strong>tonces dijo saber dequé tipo de bomba se trataba; habíarecibido el dato de la mejor fuente:El 10 de agosto, el padreKleinsorge, habiéndole oído decir aalguien que el doctor Fujii estabaherido, y que había ido a vivir a lacasa de veraneo de un amigo llamadoOkuma, en la aldea de Fukawa,le pidió al padre Cieslik que fuesea ver comer [86] estaba. El padreCieslik fue a la estación de Misasa,en las afueras de Hiroshima, viajóveinte minutos en tren eléctrico yluego caminó una hora y media bajoel ardoroso sol estival hasta la casadel señor Okuma, situada al pie deuna montaña y junto al río Ota. <strong>En</strong>contróal doctor Fujii en quimono,sentado en una silla y aplicándosecompresas en la clavícula rota. Eldoctor le contó al padre Cieslik quehabía perdido los anteojos, y dijoque los ojos le molestaban. Le mostróal sacerdote grandes líneas azulesy verdes donde los rayos lo habíanquemado. Le ofreció primeroun cigarrillo y luego whisky, aunqueeran solamente las once de lamañana. El padre Cieslik pensó queaceptando complacería al doctorFujii, de modo que aceptó. Un sirvientetrajo Whisky Suntory, y eljesuita, el médico y el dueño decasa mantuvieron una conversaciónmuy agradable. El señor Okumahabía vivido en Hawaii, y contó algunascosas acerca de los norteamericanos.El doctor Fujii se refirió aldesastre. Dijo que el señor Okumay una enfermera habían ido a lasruinas de su hospital y trajeron consigouna caja pequeña que él habíaescondido en el refugio antiaéreo.Esta caja contenía algunos instrumentosde cirugía, y el doctor Fujii le dioal padre Cieslik un par de tijeras ypinzas para el rector del Noviciado.El padre Cieslik ardía por hablar dealgo que llevaba adentro, pero esperóhasta que la conversación cayó naturalmenteen el misterio de la bomba.<strong>En</strong>tonces dijo que él sabía de qué clasede bomba se trataba; el secreto se
tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandle secret d’un journaliste japonais quiétait [131] passé au noviciat. La bomben’était pas le moins du monde unebombe; c’était une fine poussière demagnésium pulvérisée dans l’air 5au-dessus de la ville par un seul appareil,et qui avait fait explosion au contactdes fils à nu de la centrale électrique.cc Ce qui signifie, dit le docteurFujii, parfaitement satisfait de l’explicationpuisque après tout l’information10venait d’un journaliste, que c’est unearme qui n’est bonne que contre lesgrandes villes et en plein jour seulement,quand les lignes de trams et 15autres choses du même genre fonctionnent.»the best authority-that of a Japanesenewspaperman who haddropped in at the Novitiate. Thebomb was not a bomb at all; it wasa kind of fine [78] magnesiumpowder sprayed over the wholecity by a single plane, and it explodedwhen it came into contactwith the live wires of the citypower system. “That means,” saidDr. Fujii, perfectly satisfied,since after all the informationcame from a newspaperman,“that it can only be dropped onbig cities and only in the daytime,when the tram lines and soforth are in operation.”un periodista japonés que había llegadoal noviciado. La bomba, dijo,no era para nada una bomba; erauna especie de fino polvo demagnesio que habían rociado sobrela ciudad entera, y [74] que explotabaal entrar en contacto con loscables de alta tensión del sistemaeléctrico de la ciudad. «Eso quieredecir», dijo el doctor Fujii —perfectamentesatisfecho, pues la informaciónvenía de un periodista—,«que sólo puede ser usadacontra ciudades grandes y sólodurante el día, cuando las líneasdel tranvía y esas cosas estánfuncionando».El señor Tanimoto acudió en suayuda. Bajó a aquel refugio parecidoa una tumba y, cuando susojos se acostumbraron a la osculohabía confiado una autoridad: unperiodista japonés que había llegadoal Noviciado. La bomba no era ni porasomos una bomba: era una especiede fino polvo de magnesio desparramadosobre toda la ciudad por un soloaeroplano, y que estalló al tomar contactocon los cables del sistema eléctricode Hiroshima. [87]—Eso significa —dijo el doctorFujii, perfectamente satisfecho,pues la información provenía de unperiodistaque sólo puede ser arrojadoen las grandes ciudades y nadamás que durante las horas del día,cuando las líneas de tranvías y demásestán en funcionamiento.Après avoir, cinq jours durant, soignéles blessés du parc, M. Tanimoto revint, le 2011 août, sur l’emplacement de son presbytèreet se mit à fouiller dans les décombres.Il récupéra certaines archives personnelleset paroissiales qu’il avait tenues à jour dansde gros registres et dont les flammes 25n’avaient rongé que les bords, en mêmetemps que quelques ustensiles de cuisine etun peu de vaisselle. Alors qu’il [132] s’employaitde la sorte, une certaine MlleTanaka vint lui dire que son père avait demandéà le voir. M. Tanimoto avait de30bonnes raisons de détester le père de cettejeune personne, l’ancien directeur decompagnie de navigation qui, s’il faisaitgrand étalage de charité, était connu de 35notoriété publique pour son égoïsme et sacruauté, et qui, quelques jours avant lebombardement, avait déclaré ouvertementà plusieurs personnes que M. Tanimotoétait un espion à la solde des Américains. 40Souvent, il avait raillé le christianisme,affirmant que c’était une croyance indignedes vrais Japonais. Au moment del’explosion, M. Tanaka se trouvait dansla rue, devant la centrale de T.S.F. de la 45ville. Grièvement brûlé par l’éclair de labombe, il avait pu cependant rentrer àpied chez lui. Il s’était réfugié dans l’abride son Association de Quartier, et de là,avait fait l’impossible pour s’assurer une 50aide médicale quelconque. Il s’était attenduà voir tous les médecins de Hiroshimase précipiter à son chevet, tantétait vaste sa renommée d’homme richeet généreux. Quand nul docteur ne se présenta,furieux, il décida d’aller en cher-55cher un lui-même. S’appuyant sur le brasde sa fille, il fit à pied le tour [133] descliniques de la ville : toutes n’étaient plusque ruines. Il revint à l’abri où il se recoucha.A présent, il était extrêmement60faible et savait sa mort proche. Il étaitprêt à accepter le réconfort de n’importequelle religion.M. Tanimoto lui apporta les secoursde la sienne. Il descendit dans l’abrisépulcral où, lorsque ses yeux se furentfaits à (obscurité, il vit M. Tanaka,6570AFTER FIVE days of ministeringto the wounded in the park,Mr. Tanimoto returned, on August11th, to his parsonage and dugaround in the ruins. He retrievedsome diaries and church recordsthat had been kept in books andwere only charred around theedges, as well as some cookingutensils and pottery. While hewas at work, a Miss Tanaka cameand said that her father had beenasking for him. Mr. Tanimoto hadreason to hate her father, theretired shippingcompany officialwho, though he made a greatshow of his charity, was notoriouslyselfish and cruel, and who,just a few days before the bombing,had said openly to severalpeople that Mr. Tanimoto was aspy for the Americans. Severaltimes he had derided Christianityand called it un Japanese. Atthe moment of the bombing, Mr.Tanaka had been walking in thestreet in front of the city’s radiostation. He received serious flashburns, but he was able to walkhome. He took refuge in hisNeighborhood Association shelterand from there tried hard to getmedical aid. He expected all thedoctors of Hiroshima to come tohim, because [79] he was so richand so famous for giving his moneyaway. When none of them came, heangrily set out to look for them;leaning on his daughter’s arm, hewalked from private hospital to privatehospital, but all were in ruins,and he went back and lay down inthe shelter again. Now he was veryweak and knew he was going to die.He was willing to be comforted byany religion.Mr. Tanimoto went to help him.He descended into the tomblikeshelter and, when his eyes wereadjusted to the darkness, saw Mr.51El 11 de agosto, después de cincodías de ocuparse de los heridos en elparque, el señor Tanimoto regresó asu parroquia y se puso a escarbar enlas ruinas. Recuperó algunos diariosy registros de la iglesia que se llevabanen libros y que apenas se habíanquemado levemente en los bordes, ytambién algunos utensilios de cocinay piezas de cerámica. Mientrastrabajaba se le acercó una señoraTanaka cuyo padre había estado preguntandopor él. El señor Tanimototenía buenas razones para odiar a esehombre: era un oficial retirado deuna compañía transportadora que solíahacer ostentación de su caridadal tiempo que se comportaba de formanotoriamente egoísta y cruel, yque días antes de la bomba había acusadoen público al señor Tanimoto deser un espía de los norteamericanos.Varias veces había ridiculizado elcristianismo y lo había llamadoantijaponés. Cuando cayó la bomba,el señor Tanaka se encontraba caminandofrente a la estación de radiode la ciudad. Recibió serias quemaduras,pero fue capaz de llegar andandoa su casa. Se refugió en laAsociación de Vecinos y una vez allítrató de obtener ayuda médica. Estabaseguro de que todos los doctoresde Hiroshima vendrían a verlo: despuésde todo, él era un hombre rico,y famoso por regalar su dinero adiestra y siniestra. Cuando no vinonadie, él mismo salió a buscar ayuda;apoyado en el brazo de su hija,caminó de hospital privado en hospitalprivado, pero todos estaban enruinas, y tuvo que [75] regresar alrefugio. Ahora estaba muy débil, sabíaque iba a morir. Estaba dispuestoa que cualquier religión lo consolara.Después de cinco días de asistenciaa los heridos del parque, el señorTanimoto regresó, el 11 de agosto, asu parroquia, y excavó entre las ruinas.Rescató algunos diarios y registrosde la iglesia que habían quedadoguardados entre los libros, y que sóloestaban chamuscados en los bordes;también recogió utensilios de .cocinay cacharros de loza. Mientras estabatrabajando, una cierta señorita Tanakaentró y le dijo que su padre había estadopreguntando por él. El señorTanimoto tenía buenas razones paraodiar al padre de la señorita, el oficialretirado de la compañía de navegación,quien a pesar de la gran exhibiciónque hacía de su caridad era notoriamenteegoísta y cruel, y que unospocos días antes del bombardeo habíadicho abiertamente a quien quisiera escucharloque el señor Tanimoto era unespía de los norteamericanos. Variasveces había ridiculizado al cristianismo,llamándolo «no japonés». <strong>En</strong> el momentode la explosión, el señor Tanaka había estadocaminando por la calle, enfrente de laestación radiodifusora de la ciudad. Recibióquemaduras serias, pero pudo regresarcaminando a su casa. Se refugióen la Asociación Vecinal, ydesde allí trató de conseguir ayudamédica. Esperaba que todoslos médicos de Hiroshima acudiríana él, porque era rico y se habíahecho famoso al regalar su dinero.Cuando ninguno de ellos vino,se encolerizó y salió a buscarlos. Apoyadoen el brazo de su hija, anduvo declínica privada en clínica privada, perotodas estaban en ruinas, de modo quevolvió nuevamente [88] a su refugio yse acostó. Ahora estaba muy débil ysabía que iba a morir. Estaba ansiosopor recibir el consuelo de cualquierreligión.El señor Tanimoto fue a ayudarlo.Descendió al refugio, que másparecía una tumba, y cuando susojos se habituaron a la oscuridad