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Hersey, John ''Hiroshima''-Fr-En-Sp-Sp

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tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandune amie, à Ushida, faubourg Nord. De spend nights with a friend in Ushida,toutes les grandes villes japonaises, deux a suburb to the north. Of all the importantseulement, Kyoto et Hiroshima, n’avaientcities of Japan, only two,pas reçu la visite en force de B-san (ou Kyoto and Hiroshima, had not beende « Monsieur B ») comme les Japonais, 5 visited in strength by B-san, or Mr.dans un mélange de respect et de familiaritéB, as the Japanese, with a mixture ofdans le malheur, appelaient les respect and unhappy [4] familiarity,B-29 et M. Tanimoto, comme tous ses voisinscalled the B-29; and Mr. Tanimoto,et amis, était presque malade d’an-like all his neighbors and friends,goisse. Il avait entendu, non sans malaise, 10 was almost sick with anxiety. He hadraconter en détail les raids massifs sur heard uncomfortably detailed accountsKuré, Iwanuki, Tokuyama, et autres citésof mass raids on Kure,proches; il était sûr que le tour de HiroshimaIwakuni, Tokuyama, and other nearbyne saurait tarder. Il avait passé towns; he was sure Hiroshima’s turnune mauvaise nuit, la veille : il y avait 15 would come soon. He had slept badlyeu plusieurs alertes. Depuis des semaines, the night before, because there had beenil ne se passait guère de nuit sans que les several air-raid warnings. Hiroshimasirènes retentissent sur Hiroshima; car, à had been getting such warnings almostl’époque, les B-29 se servaient du lacevery night for weeks, for at thatBiwa, au Nord-Est de la ville, comme de 20 time the B-29s were using Lake Biwa,lieu de rendez-vous aérien, et quelle que northeast of Hiroshima, as a rendezvousfût la cité que les Américains projetassentpoint, and no matter what city thede frapper, les vagues de Americans planned to hit, thesuperforteresses déferlaient et franchissaientSuperfortresses streamed in over thela côte non loin de Hiroshima. La 25 coast near Hiroshima. The fre-fréquence des alertes et l’obstination que quency of the warnings and the continuedmettait «M. B... » à ne pas toucher à Hiroshima,abstinence of Mr. B with re-avaient porté à son comble la spect to Hiroshima had made its citizensnervosité des habitants ; le [11] bruit couraitjittery; a rumor was going around thatque les Américains réservaient à la 30 the Americans were saving somethingville une attention particulière. special for the city.trabajo hacia Ushida, un suburbio delnorte, para pasar la noche en casa de unaamiga. De las ciudades importantes deJapón, Kyoto e Hiroshima eran las únicasque no habían sido visitadas por B-san —o Señor B, como llamaban los japonesesa los B-29, con una mezcla de respetoy triste familiaridad—; y el señorTanimoto, como todos sus vecinos y amigos,estaba casi enfermo de ansiedad. Habíaescuchado versiones incómodamentedetalladas de bombardeos masivos a Kure,Iwakumi, Tokuyama y otras ciudadescercanas; estaba seguro de que el turnole llegaría pronto a Hiroshima. Habíadormido mal la noche anterior acausa de las repetidas alarmasantiaéreas. Hiroshima había recibidoesas alarmas casi cada noche y durantesemanas enteras, porque en ese tiempolos B-2 habían comenzado a usar ellago Biwa, al noreste de Hiroshima,como punto de encuentro, y lassuperfortalezas llegaban en tropel a las costasde Hiroshima sin importar qué ciudad fueran abombardear los norteamericanos. La frecuencia[10] de las alarmas y la continuada abstinencia del SeñorB con respecto a Hiroshima habían puesto a la gentenerviosa. Corría el rumor de que los norteamericanosestaban reservando algo especialpara la ciudad.amigos en Ushida, suburbio al norte deHiroshima. De todas las ciudades importantesdel Japón, sólo dos, Kioto eHiroshima, no habían sido visitadas conasiduidad por los B-san, o Señor B,como los japoneses, con una mezcla derespeto y desdichada familiaridad, llamabana los B-29; el señor Tanimoto,al igual que sus vecinos y amigos, estabamedio enfermo de ansiedad. Habíaoído relatos detallados acerca de losbombardeos en masa sobre Kure,Iwakuni, Tokuyama, y otras ciudadescercanas; estaba seguro de que prontole llegaría el turno a Hiroshima. Habíadormido muy mal la noche anterior, porquehubo varias alarmas aéreas. Desdesemanas atrás, Hiroshima recibía todaslas noches tales alarmas porque por esaépoca los B-29 tomaban Lago Biwa, haciael nordeste, como punto de reunión,y cualquiera fuese la ciudad que los norteamericanosplaneasen atacar, lassuperfortalezas volaban por sobre lacosta, cerca de Hiroshima. La frecuenciade las alarmas y la continuadaabstinencia de los SeñoresB con respecto a Hiroshima habíaninquietado a los ciudadanos; corría el rumor[14] de que los norteamericanos reservaban algoespecial para la ciudad.M. Tanimoto est un homme de petite Mr. Tanimoto was a small man,taille, également prompt à discourir, à quick to talk, laugh, and cry. Herire et à pleurer. Une raie partage par le 35 wore his black hair parted in themilieu ses cheveux noirs et plutôt longs ; middle and rather long; the prominencela saillie de l’os frontal, immédiatementof the frontal bones justau-dessus des sourcils, la brièveté de la above his eyebrows and the smallnessmoustache, la petitesse de la bouche etof his mustache, mouth, anddu menton lui donnent un air vieux-jeune, 40 chin gave him a strange, old-youngun air d’adolescent plein de sagesse, et look, boyish and yet wise, weak andd’ardente faiblesse. Ses mouvements sont yet fiery. He moved nervously andnerveux et vifs, mais empreints d’une réservefast, but with a restraint which sug-qui suggère la prudence avisée. Et gested that he was a cautious,c’est un fait qu’il témoigna précisément 45 thoughtful man. He showed, indeed,de ces qualités au cours des inquiètes just those qualities in the uneasy daysjournées qui précédèrent l’explosion de before the bomb fell. Besides havingla bombe. Non seulement M. Tanimoto his wife spend the nights in Ushida,envoyait sa femme passer les nuits à Mr. Tanimoto had been carrying allUshida, mais il avait transporté tout ce 50 the portable things from his church,qu’il avait pu, de sa chapelle, sise dans in the close-packed residential districtle quartier surpeuplé de Nagaragawa, called Nagaragawa, to a house that [3]dans la demeure d’un fabricant de rayonne belonged to a rayon manufacturer inde Koï, à quelque trois kilomètres et demi Koi, two miles from the center ofdu centre. Ce fabricant de rayonne, un M. 55 town. The rayon man, a Mr. Matsui,Matsui, avait ouvert cette propriété, vaste et had opened his then unoccupied estatejusqu’alors inoccupée, à un grand nombreto a large number of his friendsde ses amis et connaissances, pour leur permettreand acquaintances, so that theyd’évacuer, à distance convenable de might evacuate whatever theyl’aire probable des bombardements, [12]les 60 wished to a safe distance from thechoses qu’ils désiraient mettre à l’abri. M. probable target area. Mr. TanimotoTanimoto n’avait eu aucun mal à déménagerhad had no difficulty in mov-chaises, hymnaires, Bibles, ornements ing chairs, hymnals, Bibles, altarsacrés et registres de paroisse, en s’attelantgear, and church records by pushcartlui-même à la charrette à bras; mais 65 himself, but the organ consolele buffet d’orgue et le piano droit requéraientand an upright piano requiredune aide. Un de ses amis, du some aid. A friend of his namednom de Matsuo, lui avait prêté la Matsuo had, the day before,main, la veille, pour charrier le piano helped him get the piano out to702El señor Tanimoto era un hombrepequeño, presto a hablar, reír, llorar.Llevaba el pelo negro peinado por lamitad y más bien largo; la prominenciade su hueso frontal, justo encimade sus cejas, y la pequeñez de su bigote,de su boca y de su mentón, le dabanun aspecto extraño, entre viejo y mozo,juvenil y sin embargo sabio, débil y sinembargo feroz. Se movía rápida y nerviosamente,pero con un dominio quesugería un hombre cuidadoso y reflexivo.De hecho, mostró esas cualidadesen los agitados días previos a la bomba.Aparte de decidir que su esposa pasaralas noches en Ushida, el señorTanimoto había estado trasladando todaslas cosas portátiles de su iglesia,ubicada en el atestado distrito residencialde Nagaragawa, a una casa de propiedadde un fabricante de telas de rayón en Koi,a tres kilómetros del centro de la ciudad.El hombre de los rayones, un talseñor Matsui, había abierto su propiedad,hasta entonces desocupada, paraque varios amigos y conocidos pudieranevacuar lo que quisieran a una distanciaprudente de los probables blancosde los ataques. Al señor Tanimotono le había resultado difícil empujarél mismo una carretilla para mudarsillas, himnarios, Biblias, objetos deculto y discos de la iglesia, pero la consoladel órgano y un piano vertical leexigían ayuda. El día anterior, un amigodel mencionado Matsuo lo habíaayudado a sacar el piano hasta Koi; aEl señor Tanimoto es un hombre bajo,rápido para hablar, reír y llorar. Llevael cabello negro partido al medio y bastantelargo; la prominencia de los huesosfrontales justamente encima de las cejas,y la pequeñez de su bigote, de su boca y desu mentón, le confieren un aspecto extrañode niño viejo, juvenil y a la vez sabio, débily valiente al mismo tiempo. Sus movimientosson nerviosos y veloces, pero conuna limitación que sugiere que se trata deun hombre cauto y reflexivo. <strong>En</strong> realidad sonprecisamente estas cualidades las que demostróen los días de desasosiego que precedierona la caída de la bomba. Además deenviar a su mujer a que pasara las noches enUshida, el señor Tanimoto había llevadotodas las cosas transportables desde suiglesia, situada en el abigarrado distritoresidencial llamado Nagaragawa, hasta lacasa de un fabricante de rayón, en Koi,a dos millas del centro de la ciudad.Este fabricante, el señor Matsui, habíahabilitado sus entonces desocupadasposesiones para un gran número deamigos y conocidos, de modo que éstospudieran evacuarse a una distanciaque estuviera a salvo de la probableárea afectada. El señor Tanimoto notuvo inconveniente en transportar élmismo, en carretilla, sillas,himnarios, Biblias, objetos del altar yregistros de la iglesia, pero la consoladel órgano y el piano vertical requeríanalguna ayuda. Un amigo suyo llamadoMatsuo le había ayudado el díaanterior a llevar el piano hasta Koi; en


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandjusqu’à Koï ; en échange, il avait promisd’aider ce jour-là M. Matsuo àtrimbaler le mobilier d’une de sesfilles. Voilà pourquoi il s’était levé desi bonne heure.5Koi; in return, he had promisedthis day to assist Mr. Matsuo inhauling out a daughter’s belongings.That is why he had risenso early.cambio, él le había prometido al señorMatsuo ayudarlo a llevar las pertenenciasde una de sus hijas. Era poreso que se había levantado tan temprano.agradecimiento, él había prometidoayudar ese día al señor Matsuo atransportar los bienes de una hija.Esta es la razón por la cual se habíalevantado tan temprano.M. Tanimoto prépara lui-même son petitdéjeuner. Il se sentait affreusement fatigué.La dépense de force que lui avait coûtée,la veille, le déménagement du piano, l’insomniede la nuit, des semaines de tracas et10d’alimentation déréglée, les soucis de sa paroisse,tout concourait à lui donner l’impressionde n’être guère à la hauteur des tâchesde la journée. A cela s’ajoutait encore que 15M. Tanimoto avait fait ses études en théologieà Emory Collège, Atlanta, Etat de Géorgie; que ses diplômes dataient de 1940 ; qu’ilparlait un excellent anglais, s’habillait àl’américaine, était resté en correspondance 20avec de nombreux amis américains jusqu’auxderniers jours [13] de la paix; et que, au milieud’un peuple en proie à la peur obsédantede la police hantise qu’il n’était peut-être passans éprouver lui-même - il sentait croître en 25lui un malaise incessant. De fait, la policel’avait interrogé plusieurs fois, et il y avait àpeine quelques jours, il avait entendu direqu’un certain M. Tanaka, homme de sa connaissance,très influent, directeur à la retraite 30de la compagnie de navigation Toyo KisenKaisha, antichrétien notoire, célèbre à Hiroshimapour sa philanthropie tapageuse etnon moins fameux pour sa réputation detyrannie, avait raconté à des gens qu’il 35fallait se méfier de Tanimoto. <strong>En</strong> compensationde quoi, et pour témoignerpubliquement de son patriotisme, M.Tanimoto avait assumé la présidence dutonarigumi (ou Association de Quartier),et à ses autres devoirs et soucis40cette position avait ajouté le soin d’organiserla défense passive pour unevingtaine de familles.Six heures du matin n’étaient pas sonnées que M.Tanimoto se mettait en chemin pour la maison de M.Matsuo. Il arriva chez ce dernier pour trouver quec’était un tansu, lourde commode japonaise, pleinede vêtements et d’objets de ménage, qu’il [14] leur 50faudrait déménager. Les deux hommes s’attelèrent à lacharrette et partirent. La matinée était parfaitement claireet si chaude qu’elle promettait une journée pénible. Ils cheminaientdepuis quelques minutes, lorsque la sirène retentit,signal continu, d’une minute, avertissant la populationque des avions approchaient mais n’indi-55quant aucun danger sérieux et précis pourelle, puisqu’il n’était pas de matin qu’on nel’entendît : vers cette heure-là, régulièrement,un appareil de reconnaissance météorologiqueaméricain venait survoler la côte. Les60deux hommes tiraient et poussaient la charretteà travers les rues de la ville. Hiroshimaétait bâtie en éventail, en majeure partie surla demi-douzaine d’îles que forment les 65sept branches de l’estuaire en delta de larivière Ota ; les principaux quartiers d’affaireset de résidence s’étendant sur un peuplus de dix kilomètres carrés au centre de4570Mr. Tanimoto cooked his ownbreakfast. He felt awfully tired. Theeffort of moving the piano the day before,a sleepless night, weeks of worryand unbalanced diet, the cares of hisparish—all combined to make himfeel hardly adequate to the new day’swork. There was another thing, too:Mr. Tanimoto had studied theology atEmory College, in Atlanta, Georgia;he had graduated in 1940; he spokeexcellent <strong>En</strong>glish; he dressed inAmerican clothes; he had correspondedwith many American friendsright up to the time the war began;and among a people obsessed witha fear of being spied upon—perhapsalmost obsessed himself—he foundhimself growing increasingly uneasy.The police had questioned himseveral times, and just a few daysbefore, he had heard that an influentialacquaintance, a Mr. Tanaka,a retired officer [6] of the ToyoKisen Kaisha steamship line, an anti-Christian, a man famous in Hiroshimafor his showy philanthropies and notoriousfor his personal tyrannies, hadbeen telling people that Tanimotoshould not be trusted. In compensation,to show himself publicly a goodJapanese, Mr. Tanimoto had taken onthe chairmanship of his localtonarigumi, or Neighborhood Association,and to his other duties andconcerns this position had added thebusiness of organizing air-raid defensefor about twenty families.Before six o’clock that morning, Mr.Tanimoto started for Mr. Matsuo’s house.There he found that their burden was to bea tansu, a large Japanese cabinet, full ofclothing and household goods. The twomen set out. The morning was perfectlyclear and so warm that the day promisedto be uncomfortable. A few minutes afterthey started, the air-raid siren went off—a minute-long blast that warned ofapproaching planes but indicated to thepeople of Hiroshima only a slight degreeof danger, since it sounded everymorning at this time, when an Americanweather plane came over. The twomen pulled and pushed the handcartthrough the city streets. Hiroshimawas a fan-shaped city, lying mostlyon the six islands formed by theseven estuarial rivers that branchout from the Ota River; its maincommercial and residential districts,covering about four square miles inthe center of the city, contained3El señor Tanimoto preparó su propio desayuno.Se sentía terriblemente cansado. El esfuerzo demover el piano el día anterior, [11] una noche deinsomnio, semanas de preocupación y de dietadesequilibrada, los asuntos de su parroquia:todo se combinaba para que apenas sesintiese capaz del trabajo que le esperabaese nuevo día. Había algo más: el señorTanimoto había estudiado teología enEmory College, en Atlanta, Georgia; se habíagraduado en 1940 y hablaba un inglésexcelente; vestía con ropas americanas;había mantenido correspondenciacon varios amigos norteamericanoshasta el comienzo mismo de la guerra;y, metido entre gente obsesionada conel miedo de ser espiada —y quizás obsesionadoél también—, descubrió quese sentía cada vez más incómodo. Lapolicía lo había interrogado varias veces,y apenas unos días antes había escuchadoque un conocido, un hombrede influencia llamado Tanaka,oficial retirado de la línea de vaporesTokio Kishen Kaisa, anticristianoy famoso en Hiroshima por susostentosas filantropías y notorio porsus tiranías personales, había estado diciéndolea la gente que Tanimoto no eraconfiable. <strong>En</strong> forma de compensación,y para mostrarse públicamente como elbuen japonés que era, el señor Tanimotohabía asumido la presidencia de sutonarigumi local, o Asociación de Vecinos,y esta posición había sumadoa sus otras tareas y preocupaciones lade organizar la defensa antiaérea paraunas veinte familias.Esa mañana, antes de las seis, el señorTanimoto salió hacia la casa del señorMatsuo. <strong>En</strong>contró allí la que sería su carga:un tansu, gran gabinete japonés llenode ropas y artículos del hogar. Los doshombres partieron. Era una mañana perfectamenteclara y tan cálida que el día prometíavolverse incómodo. Pocos minutosdespués se disparó la sirena: unestallido de un minuto de duración que advertíade la presencia de aviones, pero queindicaba a la gente de Hiroshima un peligroapenas leve, puesto que sonaba todoslos días, a esta misma hora, cuando se acercabaun avión meteorológico norteamericano.Los dos hombres arrastraban el carritopor las calles de la ciudad. Hiroshimatenía la forma de un ventilador: estabaconstruida principalmente sobre seis islasseparadas por los siete ríos del estuarioque se ramificaban hacia fuera desdeel río Ota; sus barrios comerciales y residencialesmás importantes cubrían más deseis kilómetros cuadrados del centro deEl señor Tanimoto preparó su propio desayuno.Se sentía extraordinariamente cansado. El esfuerzo[15] de mover el piano el día anterior, lanoche de insomnio, semanas de preocupacióny alimentación irregular, los cuidadosde la parroquia... todo se combinabapara hacerlo sentirse apenas apto para eltrabajo del nuevo día. Había otra cosa también:el señor Tanimoto había estudiado teologíaen el Emory College de Atlanta, Georgia;se había graduado en 1940; hablaba uninglés excelente; vestía ropas norteamericanas;había mantenido correspondenciacon muchos amigos de losEstados Unidos hasta el comienzo dela guerra; y en medio de un puebloobsesionado con el temor de ser espiado—quizá él mismo tenía estaobsesiónse sentía cada vez más intranquilo.La policía lo había interrogadovarias veces, y sólo unos pocos díasantes oyó que un influyente conocido,el señor Tanaka, oficial retiradode la línea naviera Toyo KisenKaisha, un anticristiano, hombre famosoen Hiroshima por suexhibicionista filantropía y porsus tiranías personales, había estadodiciéndole a la gente que noconfiase en el reverendo Tanimoto. <strong>En</strong>compensación, para mostrar públicamenteque era buen japonés, Tanimotohabía tomado a su cargo la presidenciade su tonarigumi local (Asociación Vecinal),y a sus otros deberes y preocupacioneshabía añadido la tarea de organizardefensas antiaéreas para unasveinte familias.Esa mañana, antes de las seis, el señorTanimoto se puso en camino hacia la casadel señor Matsuo. Allí se encontró con quesu carga iba a ser un tansu, o gran baúljaponés, lleno de ropa y de útiles hogareños.Los dos hombres salieron. La mañana era completamenteclara y tan cálida que el día prometíaser sofocante. Pocos minutos después dehaber salido, sonó la alarma antiaérea: untoque de un minuto que indicaba la proximidadde aviones, pero que anunciaba a lapoblación de Hiroshima sólo un leve gradode peligro, puesto que sonaba [16] todaslas mañanas a la misma hora, cuandoel avión meteorológico norteamericanosobrevolaba la ciudad. Los dos hombresempujaron la carretilla a través de las calles.Hiroshima era una ciudad de formade abanico, edificada en su mayorparte sobre las seis islas formadas porlos siete brazos del río Ota; sus distritoscomercial y residencial principales,que abarcaban unas cuatro millascuadradas en el centro de la ciudad,


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandla cité, renfermaient les trois quarts de la three-quarters of its population,population, que l’exécution de plusieurs which had been reduced by severalplans d’évacuation avait réduite, de son evacuation programs from a wartimechiffre maximum de temps de guerre -peak of 380,000 to about380.000 à quelque 245.000. Usines, 5 245,000. Factories and other [7] residentialautres quartiers résidentiels ou faubourgsdistricts, or suburbs, laytraçaient une frange compacte autour de compactly around the edges of thela ville. Au Sud, [15] couraient les docks, city. To the south were the docks,un aérodrome et la mer Intérieure, comme an airport, and the island-studdedcloutée d’îles. Une crête de montagnes 10 Inland Sea. A rim* of mountainscerne les trois autres côtés du delta. M. runs around the other three sides ofTanimoto et M. Matsuo, ayant traversé the delta. Mr. Tanimoto and Mr.successivement le centre et ses rues commerçantes,Matsuo took their way through thedéjà plein de monde, puis shopping center, already full ofdeux bras du delta, gravissaient maintenant15 people, and across two of the rivers toles rues en pente de Koï, en direc-the sloping streets of Koi, and up them totion des quartiers extérieurs et des collines the outskirts and foothills. As they startednaissantes. Au moment où ils attaquaient une up a valley away from the tight-rankedcôte, dans une vallée à l’écart de la zone deel fin de la alerta, el cese de alarmahouses, the all-clear sounded. (Thefort peuplement, la fin d’alerte sonna. (Les 20 Japanese radar operators, detectingopérateurs japonais de radar, ne détectant que only three planes, supposed thattrois avions, supposèrent qu’il s’agissait they comprised a reconnaissance.)d’une reconnaissance.) Pousser la charrette Pushing the handcart up to the rayondans la côte, pour arriver à la maison du fabricantman’s house was tiring, and thede rayonne, était chose fatigante, et 25 men, after they had maneuveredles deux hommes, après s’être engagés avec their load into the driveway and toleur chargement dans l’allée principale et the front steps, paused to restavoir atteint le perron firent halte pour soufflerawhile. They stood with a wing ofun peu. <strong>En</strong>tre la ville et eux, se dres-the house between them and thesait une aile de la maison. Comme la plupart30 city. Like most homes in this partdes demeures, dans cette région du Ja-of Japan, the house consisted ofpon, la maison consistait en une charpente a wooden frame and woodenen bois et en murs de bois aussi, soutenant walls supporting a heavy tileun lourd toit de tuiles. Le vestibule d’entrée, roof. Its front hall, packedbourré de ballots de literie et de vêtements, 35 with rolls of bedding and clothing,avait l’air d’une grotte fraîche comblée [16]looked like a cool cave full ofde coussins. <strong>En</strong> face de la maison, à droite de fat cushions. Opposite the house,la porte d’entrée, il y avait un grand jardin to the right of the front door,cuidadoen rocaille, fort prétentieux. Pas le moindrethere was a large, finicky rockbruit d’avion. La matinée était pai-40 garden. There was no sound ofsible et tranquille ; le lieu, plein planes. The morning was still; thed’agréable fraîcheur.place was cool and pleasant.Puis une formidable et fulgurante Then a tremendous flash of light cutlueur déchira le ciel. M. Tanimoto se souvint45 across the sky. Mr. Tanimoto has a dis-distinctement qu’elle se traça d’Est tinct recollection that it travelled fromen Ouest, de la ville vers les collines. On east to west, from the city toward thecortinaeût dit une nappe de soleil. M. Matsuo et hills. It seemed a sheet of sun. Bothlui eurent une réaction de terreur, et le he and Mr. Matsuo reacted in terror—temps de réagir (car ils se trouvaient à 50 and both had time to react (for they3.300 mètres environ du centre de l’explosion).were 3,500 yards, or two miles, fromM. Matsuo franchit d’un bond the center [8] of the explosion). Mr.le perron et le seuil de la maison, pour Matsuo dashed up the front steps intoplonger parmi l’amas de literie et s’y ensevelirthe house and dived among the bed-littéralement. M. Tanimoto fit 55 rolls and buried himself there. Mr.quatre ou cinq pas et se jeta entre deux Tanimoto took four or five steps andgros rocs du jardin. Il s’aplatit de toutes threw himself between two big rocksses forces sur le ventre, contre l’un d’eux. in the garden. He bellied up very hardFace à la pierre, il ne vit rien de ce qui against one of them. As his face wasarriva. Il sentit une soudaine pression, 60 against the stone, he did not see whatpuis une pluie de menus éclats, de morceauxhappened. He felt a sudden pressure,de bois et de fragments de tuiles. and then splinters and pieces of boardIl n’entendit nul fracas. (Presque personne,and fragments of tile fell on him, Heà Hiroshima, ne se souvient heard no roar. (Almost no one ind’avoir entendu un bruit de bombe. Seul, 65 Hiroshima recalls hearing any noiseun pêcheur à bord de son sampan, sur la of the bomb. But a fisherman inmer Intérieure à proximité de Tsuzu, et his sampan on the Inland Sea near[17] chez qui vivaient la belle-mère et la Tsuzu, the man with whom Mr.bellesoeur de M. Tanimoto, vit la lueur Tanimoto’s mother-in-law and704la ciudad, y albergaban a tres cuartas partesde su población: diversos programasde evacuación la habían reducido de380.000, la cifra más alta de la época deguerra, a unos 245.000 habitantes. Las fábricasy otros barrios residenciales, o suburbios,estaban ubicados alrededor de loslímites de la ciudad. Al sur estaban los muelles,el aeropuerto y el mar interior, tachonadode islas. Una cadena de montañasrecorre los otros tres lados del delta. El señorTanimoto y el señor Matsuo se abrieroncamino a través del centro comercial, ya atestadode gente, y cruzaron dos de los ríos hacialas inclinadas calles de Koi, y las remontaronhacia las afueras y lasestribaciones. Subían por un valle, lejosya de las apretadas filas de casas, cuandosonó la sirena de despeje, la que indicaba el final delpeligro. (Habiendo detectado sólo tresaviones, los operadores de los radaresjaponeses supusieron que se trataba deuna labor de reconocimiento.) Empujarel carrito hasta la casa del hombre delos rayones había sido agotador; tras maniobrarsu carga sobre la entrada y lasescaleras del frente, los hombres hicieronuna pausa para descansar. Un ala dela casa se interponía entre ellos y laciudad. Como la mayoría de los hogaresen esta parte de Japón, la casaconsistía de un techo de tejas pesadassoportado por paredes de maderay un marco de madera. El zaguán,abarrotado de bultos de ropa decama y prendas de vestir, parecía unacueva fresca llena de cojines gordos.<strong>Fr</strong>ente a la casa, hacia la derecha de lapuerta principal, había un jardín amplioy recargado _________. No había ruido[13] de aviones. Era una mañana tranquila;el lugar era fresco y agradable.<strong>En</strong>tonces cortó el cielo un resplandortremendo. El señor Tanimotorecuerda con precisión que viajabade este a oeste, de la ciudad a las colinas.Parecía una lámina de sol. Tantoél como el señor Matsuo reaccionaroncon terror, y ambos tuvieron tiempo dereaccionar (pues estaban a 3.200 metrosdel centro de la explosión). El señorMatsuo subió corriendo las escaleras,entró en su casa y se lanzó de cabeza entrelos bultos de sábanas. El señorTanimoto dio cuatro o cinco pasos y searrojó entre dos rocas grandes del jardín.Se dio un fuerte golpe en el estómagocontra una de ellas. Como tenía la caracontra la piedra, no vio lo que sucediódespués. Sintió una presión repentina, yentonces le cayeron encima astillas y trozosde tablas y fragmentos de teja. No escuchórugido alguno. (Casi nadie en Hiroshimarecuerda haber oído nada cuando cayó labomba. Pero un pescador que estaba en susampán, muy cerca de Tsuzu en el mar Interior,el hombre con quien vivían la suegray la cuñada del señor Tanimoto,albergaban a las tres cuartas partes desu población, que, a causa de variasevacuaciones, había sido reducida dela cifra tope de 380.000 almas a unas245.000. Los demás distritos residenciales eindustriales, o suburbios, se abrían en formacompacta alrededor de los extremos de la ciudad.Hacia el sur estaban los muelles, un aeropuerto,y el Mar Interior acribillado de islas.Una cadena de montañas corre por los otrostres lados del delta. El señor Tanimoto y elseñor Matsuo siguieron su camino a travésdel centro comercial, ya lleno de gente, ycruzaron los dos ríos hacia las onduladascalles de Koi; luego ascendieron las faldasde sus colinas. Mientras seadentraban en el valle alejándose de lasabigarradas casas, sonó la sirena que indicabael cese de peligro. (Los operadores de radarjaponeses, al detectar solamente tresaviones, supusieron que cumplían unvuelo de reconocimiento.) El empujar lacarretilla barranca arriba hasta la casa delfabricante de rayón era tarea agotadora, ylos hombres, después de haber entrado su carga porel camino para autos hasta la escalinata frontera,se detuvieron a descansarunos momentos. Tenían un ala dela casa entre ellos y la ciudad.Como la mayoría de las casas enesta parte del Japón, ésta consistíaen un marco y paredes de madera quesoportaban un pesado techo de tejas. Elvestíbulo de entrada, lleno de ropa decama y colchones hechos rollos, parecíauna fresca cueva abarrotada de [17] cómodoscojines. <strong>En</strong> sentido opuesto a la casa, .haciala derecha de la puerta de entrada, habíaun gran jardín, muy cuidado y lleno de rocas.No se oía rumor de aviones. Lamañana era calma; el lugar,fresco y agradable.1 a a raised edge or border. b a margin or verge, esp. of something circular. 2 the part of a pair of spectacles surrounding the lenses. 3 the outer edge of a wheel, on whichthe tyre is fitted. 4 a boundary line (the rim of the horizon).XX<strong>En</strong> ese instante un tremendo relámpagode luz atravesó el cielo. El señorTanimoto recuerda claramente que fueen sentido este-oeste, desde la ciudadhacia las colinas. Pareció una sábana deluz solar. El y el señor Matsuo reaccionaronaterrorizados (ambos tuvieron tiempode reaccionar porque estaban a unos 3.500metros del centro de la explosión). El señorMatsuo voló sobre la escalinata dela casa y se arrojó entre la ropa de camay los colchones, bajo los cuales quedóenterrado. El señor Tanimoto dio cuatroo cinco pasos y aterrizó entre dos grandesrocas del jardín. Se golpeó el vientrecon bastante fuerza contra una deellas. Con la cara contra las piedras, novio nada de lo que sucedía. Sintió unapresión repentina, y luego astillas demadera y trozos de tejas cayeron sobreél. No oyó explosión alguna. (Casi nadieen Hiroshima recuerda haber oído elruido causado por la bomba. Pero unpescador en su sampán en el Mar Interior,cerca de Tsuzu, el hombre conquien estaban viviendo la suegra y lachampán 1. m. Embarcación grande, de fondo plano, que se emplea en China, el Japón y algunas partes de América del Sur para navegar por los ríos.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandet entendit une formidable explosion ; il sister-in-law were living, saw the flashétait à près de trente-trois kilomètres de and heard a tremendous explosion; heHiroshima, mais le tonnerre fut. plus fort was nearly twenty miles fromque lors du bombardement d’Iwakuni par Hiroshima, but the thunder was greaterles B-29, et Iwakuni n’était qu’à cinq kilomètres5 than when the B-29s hit Iwakuni,de là.)only five milesaway.)vio el resplandor y oyó una explosióntremenda. Estaba a treinta y doskilómetros de Hiroshima, pero el estruendofue mayor que cuando losB-29 atacaron Iwakuni, a no más deocho kilómetros de allí.)cuñada del señor Tanimoto, vio el relámpagoy oyó una tremenda explosión; estabaa casi veinte millas de Hiroahima,pero el estruendo fue mayor que cuandolos B-29 atacaron Iwakuni, que sólo quedaa cinco millas.)Quand il osa lever la tête, M. Tanimotovit que la maison du fabricant de rayonnes’était effondrée. Il crut qu’une bombe était 10tombée droit dessus. De tels nuages de poussièreflottaient dans l’air qu’un crépusculesemblait être descendu sur le quartier. Cédantà la panique, et oubliant sur le momentM. Matsuo enseveli sous les ruines, M. 15Tanimoto se précipita dans la rue. Il remarqua,tout en courant, que le mur en béton dela propriété s’était écroulé vers la maisonplutôt que vers le dehors. Dans la rue, lapremière chose qui le frappa, ce fut une escouadede soldats employés à creuser une ga-20lerie à flanc de colline, en face (un de cesmilliers d’abris secrets où les Japonais, apparemment,avaient l’intention de se retrancherpour résister à (invasion, colline par 25colline, vie pour vie) de ce terrier, où ilsauraient dû être en sécurité, les soldats sortaient,tête, poitrine, [18] dos en sang ;muets, abrutis et titubants.Sous l’effet de ce que l’on eût dit être un phénomènelocal - un nuage de poussière en suspens- le jour s’assombrit de plus en plus.30When he dared, Mr. Tanimotoraised his head and saw that the rayonman’s house had collapsed. He thoughta bomb had fallen directly on it. Suchclouds of dust had risen that there wasa sort of twilight around. In panic, notthinking for the moment of Mr. Matsuounder the ruins, he dashed out into thestreet. He noticed as he ran that theconcrete wall of the estate had fallenover-toward the house rather than awayfrom it. In the street, the first thing hesaw was a squad of soldiers who hadbeen burrowing into the hillside opposite,making one of the thousands ofdugouts in which the Japanese apparentlyintended to resist invasion, hill byhill, life for life; the soldiers were comingout of the hole, where they shouldhave been safe, [9] and blood was runningfrom their heads, chests, andbacks. They were silent and dazed.Under what seemed to be alocal dust cloud, the day grewdarker and darker.Cuando finalmente se atrevió, el señorTanimoto levantó la cabeza y vio quela casa del hombre de los rayones se habíaderrumbado. Pensó que una bombahabía caído directamente sobre ella. Sehabía levantado una nube de polvo tal quehabía una especie de crepúsculo alrededor.Aterrorizado, incapaz de pensar porel momento que el señor Matsuo estababajo las ruinas, corrió hacia la calle. Sedio cuenta mientras corría de que la paredde la propiedad se había desplomado haciael interior de la casa y no a la inversa.Lo primero que vio en la calle fue un escuadrón[14] de soldados que habían estadoescarbando en la ladera opuesta, haciendouno de los mil refugios en los cualeslos japoneses se proponían resistir lainvasión, colina a colina, vida a vida; lossoldados salían del hoyo, y la sangre brotabade sus cabezas, de sus pechos, de susespaldas. Estaban callados y aturdidos.Bajo lo que parecía ser una nubede polvo del lugar, el día se hizo másy más oscuro.Cuando se atrevió a levantar la cabeza, elseñor Tanimoto vio que la casa del fabricantede rayón estaba derrumbada. Pensó que algunabomba habría caído directamente sobreella. Se habían elevado tales nubes de polvoque todo parecía envuelto en una especie decrepúsculo. Lleno de pánico, sin acordarsepor el momento del señor Matsuo, que [18]estaría bajo las ruinas, se lanzó a la calle.Mientras corría notó que la tapia de concretode la propiedad había caído, pero hacia adentromás bien que hacia la calle. <strong>En</strong> la calle, loprimero que vio fue un escuadrón de soldadosque habían estado cavando túneles haciala colina de enfrente, haciendo uno de losmiles de agujeros en los que aparentementelos japoneses pensaban resistir la invasión,colina por colina, vida por vida; los soldadosemergían del agujero que debería haberlesservido de seguro refugio; la sangre les corríapor las cabezas, los torsos y las espaldas.Estaban silenciosos y desconcertados.Bajo lo que parecía ser unanube de polvo común, oscurecíacada vez más.Peu avant minuit, la veille du jour où 35fut lançée la bombe, un speaker de la radiode Hiroshima annonça que deuxcents B-29 environ approchaient par lesud de Honshu, et conseilla à la populationd’évacuer les maisons et de gagner 40les « zones de sécurité » qui lui étaientdésignées. Mme Hatsuyo Nakamura, laveuve du tailleur, qui habitait le quartierdit de Nobori-cho et qui était rompuedepuis longtemps à la discipline de 45l’obéissance, fit lever ses trois enfants- Toshio, garçonnet de dix ans, Yaeko,fillette de huit ans et leur petite sueur,Myeko, cinq ans les habilla et se rendità pied avec eux dans le secteur militaire 50connu sous le nom de Terrain de Manoeuvrede l’Est en lisière du nord-estde la ville. Parvenue là, [19] elle dépliaquelques nattes qu’elle avait emportées,où se recouchèrent les enfants. Ils dormirentjusqu’aux environs de deux heu-55res du matin, où le fracas des avions survolantHiroshima les réveilla.AT NEARLY midnight, the nightbefore the bomb was dropped, an announceron the city’s radio station saidthat about two hundred B-29s were approachingsouthern Honshu and advisedthe population of Hiroshima toevacuate to their designated “safe areas.”Mrs. Hatsuyo Nakamura, thetailor’s widow, who lived in the sectioncalled Nobori-cho and who hadlong had a habit of doing as she wastold, got her three children—atenyear-old boy, Toshio, aneight-year-old girl, Yaeko, and afive-year-old girl, Myeko—out of bedand dressed them and walked withthem to the military area known as theEast Parade Ground, on the northeastedge of the city. There she unrolledsome mats and the children laydown on them. They slept untilabout two, when they were awakenedby the roar of the planes goingover Hiroshima.La noche antes de que cayera labomba, casi a las doce, un anunciadorde la estación de radio de la ciudaddijo que cerca de doscientos B-29 seacercaban al sur de Honshu, y aconsejóa la población de Hiroshima queevacuara hacia las «áreas de refugio»designadas. La señora HatsuyoNakamura, la viuda del sastre, quevivía en la sección llamada Noborichoy que se había acostumbrado detiempo atrás a hacer lo que se le decía,sacó de la cama a sus tres niños—Toshio, de diez años, Yaeko, deocho, y una niña de cinco, Myeko—, los vistió y los llevó caminando ala zona militar conocida como Plazade Armas del Oriente, al noreste______ de la ciudad. Allí desenrollóunas esteras para que los niñosse acostaran. Durmieron hastacasi las dos, cuando los despertóel rugido de los aviones sobreHiroshima.Cerca de medianoche, el día anterioral de la bomba, un anunciador dela estación radial de la ciudad dijoque unos doscientos B-29 se acercabana Honshu del sur, y aconsejó ala población de Hiroshima que evacuasehacia las «áreas de seguridad» indicadas.La señora HatsuyoNakamura, viuda de sastre, que vivíaen la sección llamada Nobori-chico,y que tenía desde muchísimo tiempoatrás el hábito de hacer lo que le mandaban,tomó a sus tres hijos — Toshio,un varón de diez años, Yaeko, una niñade ocho, y Myeko, otra niña de cinco —, los sacó de la cama y se dirigió conellos hacia el área militar conocidacomo Campo de Desfile del Este, en elextremo noroeste de la ciudad. Allí desenrollóunas esteras y los niños se acostaronsobre ellas. Durmieron hasta lasdos, hora en que fueron despertados porel rugido de los aviones que volabansobre Hiroshima.Dès que les avions se furent éloignés, Mine 60Nakamura se mit en devoir de prendre avec sesAs soon as the planes had passed,Mrs. Nakamura started back withenfants le chemin du retour. Il était un peu plus her children. They reached home ade deux heures trente lorsqu’ils se retrouvèrent little after two-thirty and she immediatelychez eux. Elle tourna aussitôt le bouton de sonturned on the radio, which,poste de T.S.F., pour, à sa grande détresse, entendre65 to her distress, was just thendiffuser un nouvel avertissement. Elle broadcasting a fresh warning.regarda ses enfants, vit toute leur fatigue, When she looked at the children and saw howsongea au nombre de fois qu’il avait fallu tired they were, and when she thought of thefaire ce trajet depuis des semaines pour number of trips they had made in past weeks,705Tan pronto como hubieron pasado losaviones, la señora Nakamura emprendióel camino de vuelta con sus niños. Llegarona casa poco después de las dos y mediay de inmediato la señora Nakamura encendióla radio, la cual, para su gran disgusto,ya anunciaba una nueva alarma. Cuandomiró a los niños y vio lo cansados queestaban, y al pensar en la cantidad de viajes—todos inútiles— que había hecho a la PlazaUna vez que los aviones pasaron,la señora Nakamura emprendió el caminode regreso con sus hijos. Llegarona su casa unos minutos despuésde las dos y media. Inmediatamentela mujer [19] encendió la radio y oyó,desolada, una nueva advertencia.Cuando miró a sus hijos, vio cuán cansadosestaban y pensó en la cantidad deveces que habían hecho el trayecto en


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandrien, et décida qu’en dépit des instructions all to no purpose, to the East Parade Ground,de la radio, il lui était tout simplement impossibleshe decided that in spite of the instruc-d’envisager de recommencer. Elle tions on the [10] radio, she simply couldenroula les enfants dans leurs couvertures, not face starting out all over again. She putà même le sol, se coucha à son tour sur le 5 the children in their bedrolls on the floor,coup de trois heures et s’endormit lay down herself at three o’clock, andsur-le-champ, si profondément que le passagefell asleep at once, so soundly thatd’autres avions, un peu plus tard, ne when planes passed over later, she didla réveilla pas.not waken to their sound.10Le hurlement de la sirène la tira de The siren jarred her awake at aboutson sommeil, vers sept heures du matin. seven. She arose, dressed quickly, andElle se leva, s’habilla rapidement et couruthurried to the house of Mr. Nakamoto,à la maison de M. Nakamoto, chef de the head of her Neighborhood Asso-son [20] Association de Quartier, lui demander15 ciation, and asked him what she shouldque faire. Il lui dit de ne pas do. He said that she should remain atbouger de chez elle, â ‘moins qu’elle entendîthome unless an urgent warning—a se-sonner le signal d’urgence - série ries of intermittent blasts of the si-d’appels de sirène intermittents. Elle ren—was sounded. She returned home,rentra, alluma le réchaud dans sa cuisine,20 lit the stove in the kitchen, set somemit à cuire un peu de riz, et s’assit rice to cook, and sat down to read thatpour lire le Chugoku, quotidien du matin morning’s Hiroshima Chugoku. To herde Hiroshima. A son grand soulagement, relief, the all-clear sounded at eightelle entendit sonner la fin d’alerte à huit o’clock. She heard the children stirring,so she went and gave each ofheures. <strong>En</strong> même temps, elle entendit remuer25les enfants et s’interrompit dans sa lecture them a handful of peanuts and toldpour leur distribuer à chacun une poignée de them to stay on their bedrolls, becausecacahuètes et leur dire de ne pas se lever etthey were tired from thede se reposer de la fatigue de la nuit. Elle avait night’s walk. She had hoped that theyespéré qu’ils se rendormiraient, mais le voisin 30 would go back to sleep, but the mande la première maison en regardant vers le Sud in the house directly to the southse mit à faire un boucan de tous les diables, à began to make a terrible hullabaloocoups de marteau, de hache, de crochet et of hammering, wedging, ripping,de serpe. L’administration préfectorale, and splitting. The prefectural government,convinced, as everyoneconvaincue, comme tout le monde à Hiroshima,35que la ville ne tarderait pas à in Hiroshima was, that the citysubir son bombardement, s’était prise à would be attacked soon, had begunmultiplier les avertissements et les menacesto press with threats anden vue de l’aménagement de vasteswarnings for the completion ofavenues pare-feu qui, espérait-on, 40 wide fire lanes, which, it waspermettraient, jointes aux bras du hoped, might act in conjunctiondelta, de localiser les effets d’un with the rivers to localize anyraid incendiaire ; et le voisin s’employaitfires started by an incendiaryà contre-coeur à sacrifier son raid; and the neighbor was reluc-foyer au salut [21] de la cité. La 45 tantly sacrificing his home to theveille même, la préfecture avait ordonnécity’s safety. Just the day before,que toutes les jeunes filles va-the prefecture had ordered alllides des écoles secondaires passent able-bodied girls from the secondaryquelques journées à aider au déblaiementschools to spend [11] ade ces avenues, et le travail50 few days helping to clear thesecommença peu après qu’eut ré-lanes, and they started work soonsonné la fin d’alerte.after the all-clear sounded.Xde Armas del Oriente en las últimas semanas,decidió que, a pesar de las instruccionesde la radio, no era capaz de comenzarde nuevo. Acostó a los [15] niños ensus colchones___________ y a las tres enpunto ella misma se recostó, y al instante sequedó dormida, tan profundamente quedespués, cuando pasaron los aviones, nola despertó el ruido.A eso de las siete la despertó el ulularde la sirena. Se levantó, se vistió con rapidezy se apresuró hacia la casa del señorNakamoto, jefe de la Asociación de Vecinosde su barrio, para preguntarle qué debíahacer. Él le dijo que debía quedarse encasa a menos que sonara una alarma urgente:una serie de toques intermitentesde la sirena. Regresó a casa, encendióla estufa en la cocina, puso a cocinarun poco de arroz y se sentó aleer el Chugoku de Hiroshima correspondientea esa mañana. Para su gran alivio,la sirena de despeje sonó a las ocho. Oyóque los niños comenzaban a despertarse,así que les dio a cada uno una manotadade cacahuetes y les dijo, puesto que la caminatade la noche los había agotado, quese quedaran en sus colchones. Esperabaque volvieran a dormirse, pero el hombrede la casa que limitaba al sur con la suyaempezó a hacer un escándalo terrible martillando,poniendo cuñas, aserrando ypartiendo madera. La prefectura de gobierno,convencida como todo el mundoen Hiroshima de que la ciudad seríaatacada pronto, había comenzadoa presionar con amenazas y advertenciaspara que se construyeranamplios carriles cortafuegos, los cuales,se esperaba, actuarían en conjuncióncon los ríos para aislar cualquierincendio consecuencia de un ataque; yel vecino sacrificaba su casa aregañadientes en beneficio de la seguridadciudadana. El día anterior, la prefecturahabía ordenado a todas las niñasfísicamente capaces de las escuelassecundarias que ayudaran durantealgunos días a despejar estos carriles,y ellas comenzaron a trabajar tan prontocomo sonó la sirena de despeje.vano durante las últimas semanas,decidió que no obstante las instruccionesde la radio no volveríaa empezar. Puso a los niños sobresus esteras en el suelo, se acostó ella mismaa eso de las tres y se durmió en el acto,tan profundamente que cuando los avionesvolvieron a pasar más tarde el ruidode los motores no la despertó.La alarma la sobresaltó a las siete.Se levantó, se vistió rápidamentey corrió a la casa del señor Nakamoto,presidente de la Asociación Vecinal,para preguntarle qué debía hacer. Elleaconsejó quedarse en casa, a menosque sonase la alarma urgente (una seriede toques intermitentes de sirena).La señora Nakamura volvió a su casa, encendióel hornillo de la cocina, puso a cocinarun poco de arroz y se sentó a leer eldiario matutino Chugoku _____ _____ _______ _______________ Para su alivio, alas ocho sonó la sirena de cese de peligro.Oyó despertarse a los niños, demodo que fue y les dio un puñado decacahuetes a cada uno y les permitióquedarse en sus esteras, pues estabancansados por la caminata nocturna. Esperabaque se durmieran nuevamente,pero el hombre de la casa que quedabahacia el sur comenzó a hacer un espantosoruido de martillo, serrucho, lima yraspador. El gobierno de la prefectura,convencido al igual que todo el mundode que Hiroshima sería atacadamuy pronto, había comenzado a fastidiarcon amenazas y advertenciasacerca de la construcción de amplioscampos de defensa antiaérea, los que, segúnse esperaba, junto con los ríos, localizaríancualquier fuego iniciado por escuadrillasincendiarias; por lo tanto, el vecinoestaba sacrificando de mala gana sucasa en beneficio de la seguridad deHiroshima. Justamente el [20] día anteriorla prefectura había ordenado a todaslas muchachas físicamente aptas de lasescuelas secundarias que ayudasen duranteunos días a limpiar los campos, y ellascomenzaron a trabajar inmediatamente despuésde la sirena de cese de peligro.Mme Nakamura retourna dans la cuisine, Mrs. Nakamura went back to thedonna un coup d’oeil à son riz, et se mit à 55 kitchen, looked at the rice, and beganregarder faire le voisin d’à côté. Elle lui en watching the man next door. At first,voulut d’abord de faire tant de bruit, puis she was annoyed with him for makingelle se sentit prise de pitié jusqu’aux larmes so much noise, but then she was movedpresque. Sa pitié, sans doute, s’adressait almost to tears by pity. Her emotionplus spécialement à son voisin, qu’elle 60 was specifically directed toward hervoyait démolir son foyer, planche par neighbor, tearing down his home,planche, en ces temps de destructions inévitablesboard by board, at a time when there; mais sans nul doute aussi elle was so much unavoidable destruction,éprouvait un sentiment de commisération but undoubtedly she also felt a generalized,community pity, to say noth-générale, qui allait à la communauté, sans 65parler de la pitié qu’elle ressentait pour ing of self-pity. She had not had anelle-même. Elle n’avait pas eu la vie facile. easy time. Her husband, Isawa, hadSon mari, Isawa, était parti pour l’armée peu gone into the Army just after Myekoaprès la naissance de Myeko, et elle n’avait was born, and she had heard nothing706La señora Nakamura regresó a la cocina,vigiló el arroz y empezó a observara su vecino. Al principio, el ruido quehacía el hombre [16] la irritaba, pero luegose sintió conmovida casi hasta las lágrimas.Sus emociones se dirigíanespecíficamente hacia su vecino, aquelhombre que echaba su propio hogar abajo,tabla por tabla, en momentos en quehabía tanta destrucción inevitable, peroindudablemente sentía también cierta lástimageneralizada y comunitaria, y esosin mencionar la que sentía por sí misma.No había sido fácil para ella. Su marido,Isawa, había sido reclutado justodespués del nacimiento de Myeko, y ellaLa señora Nakamura retornó a la cocina,miró el arroz y comenzó a observaral hombre de al lado. Al principio se sorprendióde que hiciese tanto ruido, peropronto la compasión la movió a lagrimear.Su emoción iba específicamentedirigida hacia su vecino, que echaba abajosu hogar, pared por pared, en una épocaen que la destrucción era inevitable, perono hay duda de que también sintió unacompasión generalizada, común, sin contarla que experimentaba por sí misma ylos suyos. Las cosas no habían sido fácilespara ella. Su esposo, Isawa, había ingresadoen el ejército apenas después delnacimiento de Myeko, y no tuvo noticias


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandplus entendu parler de lui pendant longtemps, from or of him for a long time, until,jusqu’au jour où - le 5 mars 1942 -elle avait on March 5, 1942, she received areçu un télégramme de cinq mots : « Isawa seven-word telegram: “Isawa died anmort champ d’honneur Singapour. » Plus tard, honorable death at Singapore.” Sheelle avait appris qu’il était mort le 15 février, le 5 learned later that he had died on Februaryjour de la chute de Singapour, et qu’il était alors15th, the day Singapore fell, and[22] caporal. Isawa n’avait jamais été un that he had been a corporal. Isawa hadtailleur bien prospère ; son capital se limitaitespecialmentebeen a not particularly prosperous tai-à une machine à coudre Sankoku. Après lor, and his only capital was a Sankokusa mort, les délégations de solde avaient 10 sewing machine. After his death, whencessé de venir; Mme Nakamura avait sorti his allotments stopped coming, Mrs.la machine et s’était mise elle-même à travaillerNakamura got out the machine andcomme apiéceuse ; depuis, elle avait began to take in piecework herself,gagné le pain de ses enfants, très pauvrement,and since then had supported the chil-avec ses travaux de couture.15 dren, but poorly, bysewing.Xno había tenido noticias suyas hasta el 5de marzo de 1942, día en que recibió untelegrama de siete palabras: «Isawa tuvouna muerte honorable en Singapur».Supo después que había muerto el 15 defebrero, día de la caída de Singapur, yque era cabo. Isawa no había sido un sastreparticularmente exitoso, y su únicocapital era una máquina de coserSankoku. Después de su muerte, cuandosu pensión dejó de llegar, la señoraNakamura sacó la máquina y empezó aaceptar trabajos a destajo, y desde entoncesmantenía a los niños —pobremente,eso sí— mediante la costura.XXDurante los últimos días antes de la bomba,el doctor Masakazu Fujii, un hombrepróspero y hedonista que en ese momentono tenía demasiadas ocupaciones, se habíadado el lujo de dormir hasta las nueve o nuevey media, pero la mañana de la bomba habíatenido que levantarse temprano para despedira un huésped que se iba en tren. Selevantó a las seis, y media hora después partiócon su amigo hacia la estación, que noestaba lejos de su casa, pues sólo había queatravesar dos ríos. Para cuando dieron lassiete, ya estaba de vuelta en casa: justo cuandola sirena sonó su alarma continua. Desayunó;entonces, puesto que el día comenzabaa calentarse, se desvistió y salióa su porche a leer el diario en calzoncillos.Este porche —todo el edificio, enrealidad— estaba curiosamente construido.El doctor Fujii era propietario de unainstitución peculiarmente japonesa: unhospital privado, un hospital de un solodoctor. La construcción, encaramada sobrela corriente vecina del río Kyo, y jusdeél por mucho tiempo, hasta que el 5de marzo de 1942 recibió un lacónico telegrama:«Isawa murió honorablementeen Singapur.» Más tarde se enteró de quehabía muerto el 15 de febrero, día de lacaída de Singapur, ostentando el gradode cabo. Isawa no había sido un sastreparticularmente próspero y su único capitalera una máquina de coser marcaSankoku. Después de su muerte, cuandocesaron sus pagas, la señoraNakamura sacó la máquina y comenzó atomar ella misma trabajo de costurera;desde entonces mantuvo a sus hijos pobremente,con su trabajo.Mme Nakamura, à sa fenêtre, regardait doncfaire son voisin, quand tout s’illumina soudaind’une blancheur fulgurante comme elle n’enavait jamais vu. Elle ne remarqua pas ce qu’il 20advint du voisin d’à côté ; le réflexe maternella fit se précipiter vers ses enfants. Elle avaiteu tout juste le temps de faire un pas (sa maisonse trouvait à 1.350 mètres du centre de l’explosion),lorsqu’elle se sentit soulevée par une 25force et eut l’impression d’être portée par desailes jusque dans la chambre voisine, par-dessusla plate-forme surélevée où dormaient les enfants,et comme si la suivait, sur ses talons, unepartie de la maison.30 parts of her house.As Mrs. Nakamura stoodwatching her neighbor, everythingflashed whiter thanany white she had ever seen.She did not notice what happened tothe man next door; the reflex of a motherset her in motion toward her children.She had taken a single step (the housewas 1,350 yards, or three-quarters of amile, from [12] the center of the explosion)when something picked her up andshe seemed to fly into the next room overthe raised sleeping platform, pursued byLa señora Nakamura estaba depie, mirando a su vecino, cuandotodo brilló con el blanco másblanco que jamás hubiera visto.No se dio cuenta de lo ocurrido asu vecino; los reflejos de madreempezaron a empujarla hacia sushijos. Había dado un paso (la casaestaba a 1.234 metros del centrode la explosión) cuando algo la levantóy la mandó como volando alcuarto vecino, sobre la plataformade dormir, seguida de partesde su casa.Mientras la señora Nakamuramiraba a su vecino, todo relampagueócon la luz más blancaque hubiera visto nunca. Nosupo qué pasó con el hombre: suinstinto materno la llevó hacialos niños. Había dado un solopaso (la casa estaba a 1.300 metrosdel centro de la explosión),cuando algo la levantó y la envióvolando a la otra habitación,por [21] sobre la plataformapara dormir, seguida de pedazosde la edificación.Une averse de bois de construction retombaautour d’elle en même temps qu’elle touchait lesol, et une grêle de tuiles la martela et la meurtrit ;tout sombra dans le noir, car elle était ensevelie. 35Les débris [23] ne formaient pas une couche trèsépaisse. Elle se mit debout, se libéra. Elle entenditun des enfants crier: « Maman, au secours!» et vitla plus jeune des fillettes - Myeko, cinq ans - lebuste seul émergeant, incapable de bouger. Cependantque Mme Nakamura grattait des ongles40et se frayait frénétiquement un chemin vers sa cadette;pas un cri, pas un signe, ne lui vinent de sesautres enfants.45Durant les journées qui précédèrent immédiatementIN THE DAYS right before thele bombardement de la ville, le doc-bombing, Dr. Masakazu Fujii, beingteur Masakazu Fujii, riche, de tempérament épicurienprosperous, hedonistic, and at theet, à l’époque, nullement pressé par son time not too busy, had been allowingtravail, s’était offert le luxe de dormir jusqu’à neuf 50 himself the luxury of sleeping untilheures, neuf heures et demie; mais par bonheur, nine or nine-thirty, but fortunately heil avait dû se lever tôt, le matin où la bombe fut had to get up early the morning thelancée, pour accompagner à la gare un invité. bomb was dropped to see a houseS’étant donc levé à six heures, il quittait sa maisonguest off on a train. He rose at six,en compagnie de cet ami, une demi-heure 55 and half an hour later walked with hisplus tard, pour se rendre à pied à la gare, assez friend to the station, not far away,proche de chez lui l’affaire de deux bras [24] de across two of the rivers. He was backrivière à traverser). Il était de retour à sept heures home by seven, just as the siren soundedenviron, au moment précis où la sirène lança son its sustained warning. He ate breakfastappel continu. Il prit son petit déjeuner, . puis, la 60 and then, because the morning was alreadymatinée étant déjà chaude, se déshabilla, nehot, undressed down to hisgardant sur lui que ses sous-vêtements et sortit underwear and went out on the porch tosur la terrasse pour lire le journal. Cette terrasse - read the paper. This porch —in fact, thecomme, en fait, l’ensemble du bâtiment - était whole building—was curiously constructed.Dr. Fujii was the proprietor ofcurieusement construite. Le docteur Fujii était 65propriétaire d’un établissement typiquement japonaissingulara peculiarly Japanese institution: a: une clinique privée, ne comptant qu’un private, single-doctor hospital. Thisseul médecin. Le bâtiment, à cheval sur la rive building, perched beside and over theet les eaux mêmes de la rivière Kyo, et voisin water of the Kyo River, and next to the70Timbers fell around her as shelanded, and a shower of tilespommelled her; everything becamedark, for she was buried. The debrisdid not cover her deeply. She rose upand freed herself. She heard a childcry, “Mother, help me!,” and saw heryoungest—Myeko, the five-year-old—buried up to her breast and usable tomove. As Mrs. Nakamura started franticallyto claw her way toward thebaby, she could see or hear nothing ofher other children.7Trozos de madera le llovieron encimacuando cayó al piso, y una lluvia de tejas laaporreó; todo se volvió oscuro, porque habíaquedado sepultada. Los escombros nola enterraron profundamente. Se levantó ylogró liberarse. Escuchó a un niño que gritaba:«¡Mamá, ayúdame!», y vio a Myeko,la menor —tenía cinco años— enterradahasta el pecho e incapaz de moverse. Alavanzar hacia ella, abriéndose paso a manotazosfrenéticos, la [17] señora Nakamurase dio cuenta de que no veía ni escuchaba asus otros niños.XTrozos de madera cayeron a su alrededormientras aterrizaba, y una lluviade tejas la ametralló; todo se pusooscuro, porque estaba bajo los escombros.Estos no la habían cubierto porcompleto. Se liberó de ellos y se levantó.Oyó que un niño gritaba:«¡Mamá, ayúdame», y vio a la máspequeña — Myeko —, enterrada hastael pecho y sin poder moverse. Mientrasse abría paso frenéticamente haciala niña, la señora Nakamura no vioni oyó a sus otros hijos.Los días precedentes al bombardeo, eldoctor Masakazu Fujii, próspero, hedonista,y por el momento no muy ocupado, sehabía permitido el lujo de dormir hasta lasnueve o nueve y media, pero afortunadamentela mañana en que cayó la bomba sehabía levantado temprano para acompañara un invitado suyo hasta el tren. Durmióhasta las seis, y media hora despuésse encaminó con su amigo hacia la estación,que no quedaba lejos, atravesandodos dé los ríos. Estuvo de vuelta alrededorde las siete, exactamente cuando laalarma dejaba oír su persistente advertencia.Tomó el desayuno, y luego, como lamañana ya era bastante calurosa, se quedóen paños menores y salió al porche a leer elperiódico. Este porche —y en realidad eledificio todo— estaba curiosamente construido.El doctor Fujii era propietario deuna peculiar institución japonesa: una clínicaprivada, atendida por un solo médico.Este edificio, elevado al lado y sobrelas aguas del río Kyo, y próximo al puente


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylanddu pont du même nom, comprenait une trentaine bridge of the same [13] name, containedde chambres à l’usage d’un nombre égal de patients,thirty rooms for thirty patientsnon compris les parents - car, conformémentand their kinfolk—for, according toà la coutume japonaise, lorsqu’une per-Japanese custom, when a person fallssonne tombe malade et entre à l’hôpital, un ou 5 sick and goes to a hospital, one or moreplusieurs membres de la famille y vont vivre members of his family go and liveavec elle, pour lui faire sa cuisine, la baigner, la there with him, to cook for him, bathe,masser, lui faire la lecture et lui apporter l’incessantemassage, and read to him, and to offersympathie familiale sans laquelle tout incessant familial sympathy, withoutpatient japonais serait en vérité le plus malheureux10 which a Japanese patient would bedes humains. Le docteur Fujii n’avait pas miserable indeed. Dr. Fujii had node lits pour ses malades - rien que des nattes de beds—only straw mats—for his patients.paille. Mais son équipement de toute espèce étaitHe did, however, have all sortsmoderne: rayons X, diathermie, magnifique of modern equipment: an Xray machine,diathermy apparatus, and a finelaboratoire à carrelage. L’édifice reposait 15pour deux tiers sur le sol ferme ; pour un tiled laboratory. The structure restedtiers, sur pilotis, dominant les eaux de la two-thirds on the land, one-third onKyo, où la marée se faisait sentir. Ce surplomb,piles over the tidal waters of the Kyo.qui était la partie de la maison où This overhang, the part of the build-vivait le docteur Fujii, était d’aspect curieux,20 ing where Dr. Fujii lived, wasmais il y faisait bon en été, et de queer-looking, but it was cool in sum-la terrasse, qui tournait le dos au centre mer and from the porch, which facedde la ville, la vue de la rivière, où se croisaientaway from the center of the city, theles bateaux de plaisance, était tou-prospect of the river, with pleasurejours rafraîchissante. Le docteur Fujii 25 boats drifting up and down it, was alwaysavait eu, à l’occasion, ses heures d’anxiété,refreshing. Dr. Fujii had occa-lorsque l’Ota et les bras de son sionally had anxious moments whendelta se gonflaient outre mesure et débordaient;the Ota and its mouth branches rose tomais les pilotis, apparemment, flood, but the piling was apparentlyétaient solides et la maison avait toujours 30 firm enough and the house had alwaysrésisté.held.to al lado del puente del mismo nombre,contenía treinta habitaciones para treintapacientes y sus familiares —ya que, deacuerdo a la tradición japonesa, cuandouna persona se enferma y es recluida enun hospital, uno o más miembros de sufamilia deben ir a vivir con ella, para bañarla,cocinar para ella, darle masajes yleerle, y para ofrecerle la infinita simpatíafamiliar sin la cual un paciente japonésse sentiría profundamente desgraciado—.El doctor Fujii no tenía camas parasus pacientes, sólo esteras de paja. Sinembargo, tenía todo tipo de equipos modernos:una máquina de rayos X, aparatosde diatermia y un elegante laboratorio enbaldosín. Dos tercios de la estructura descansabansobre la tierra y un tercio [18]sobre pilares, encima de las fuertes corrientesdel Kyo. Este alero (la parte en lacual vivía el doctor Fujii) tenía un aspectoextraño; pero era fresco en verano, ydesde el porche, que le daba la espalda ala ciudad, la imagen de los botes de turismollevadas por la corriente del río resultabasiempre refrescante. El doctor Fujiihabía pasado momentos ocasionales depreocupación cuando el Ota y sus ramalesse desbordaban, pero los pilotes eranlo bastante fuertes, al parecer, y la casasiempre había resistido.El doctor Fujii se sentó sobre la esterainmaculada del porche, en calzoncillos ycon las piernas cruzadas, se puso los lendelmismo nombre, se componía de treintahabitaciones para treinta pacientes ysus acompañantes... porque, de acuerdocon la tradición japonesa, cuando alguiense enferma y debe ir al hospital, una odos personas de su familia van a vivir conél para guisarle la comida, asearlo, [22]darle masaje, leerle y ofrecerle constantecariño familiar, sin lo cual el pacientejaponés se siente indudablemente miserable.El doctor Fujii no tenía camas parasus enfermos: sólo esterillas de junco. Noobstante, poseía toda suerte de equiposmodernos: un aparato para rayos X, otropara diatermia y un laboratorio magníficamenteinstalado. La estructura descansabaen sus dos terceras partes sobre tierra,y el otro tercio en pilares sobre lasaguas sujetas a mareas del Kyo. Este saliente,la parte del edificio en que vivíael doctor Fujii, tenía un aspecto bastanteextraño, pero en verano era fresco y desdeel porche, que miraba en sentidoopuesto al centro de la ciudad, el panoramadel río con las barcas de paseo quebogaban era siempre refrescante. De vezen cuando el doctor Fujii se sentía intranquilocuando el Ota y sus afluentes crecían,pero los pilares eran aparentementelo bastante fuertes y la casa se manteníasiempre en su lugar.Depuis un mois environ, le docteur Fujii Dr. Fujii had been relatively idleétait relativement peu occupé depuis qu’en for about a month because in July, asjuillet, le nombre des villes épargnées par 35 the number of untouched cities in Japanles raids diminuant sans cesse et Hiroshimadwindled and as Hiroshimavoyant s’accroître d’autant ses chances de seemed more and more inevitably aservir inévitablement de cible, il s’était mis target, he began turning patientsà renvoyer ses malades sous prétexte que, away, on the ground that in case of aen cas de raid incendiaire, il lui serait impossible40 fire raid he would not be able tode procéder â leur évacuation. Il ne evacuate them. Now lie had only twolui restait plus, à l’heure actuelle, que deux patients left— a woman from Yano,patients [26] une femme de Yano, blessée à injured in the shoulder, and a youngl’épaule et un jeune homme de vingt-cinq man of twenty-five recovering fromans, qui achevait de se remettre des brûlures45 burns he had suffered when the steelqu’il avait eues lors du bombardement factory near [14] Hiroshima in whichdes aciéries proches de Hiroshima où il travaillait.he worked had been hit. Dr. Fujii hadLe docteur Fujii avait six infirmiè-six nurses to tend his patients. Hisres pour soigner ses malades. Sa femme et wife and children were safe; his wifeses enfants étaient en sécurité; un de ses fils 50 and one son were living outsidevivait avec sa mère en dehors d’Osaka ; son Osaka, and another son and twosecond fils et ses deux filles étaient à la campagne,daughters were in the country ondans l’île de Kyushu. Une de ses niè-Kyushu. A niece was living with him,ces, une femme de chambre et un domestiqueand a maid and a manservant. He hadhabitaient avec lui. Il n’avait pas 55 little to do and did not mind, for hegrand’chose à faire, et s’en souciait peu, had saved some money. At fifty, heayant économisé une petite fortune. Il avait was healthy, convivial, and calm, andcinquante ans, se portait bien, était bon vivant,he was pleased to pass the eveningscalme, et aimait à passer ses soirées à drinking whiskey with friends, alwaysboire du whisky en compagnie d’amis, modérément60 sensibly and for the sake of conververser.toujours et pour le plaisir de consation.Before the war, he had af-Avant la guerre, il affectionnait le fected brands imported from Scotlandscotch et l’américain; maintenant, il se contentaitand America; now he was perfectlyparfaitement de la meilleure marque satisfied with the best Japanese brand,japonaise, le suntory.65 Suntory.Durante cerca de un mes el doctor Fujiise había mantenido relativamente ocioso,puesto que en julio, mientras el númerode ciudades japonesas que permanecíanintactas era cada vez menor y cada vezmás Hiroshima parecía un objetivo probable,había comenzado a rechazar pacientes,alegando que no sería capaz de evacuarlosen caso de un ataque aéreo. Ahorale quedaban sólo dos: una mujer deYano, lesionada en un hombro, y un jovende veinticinco años que se recuperabade quemaduras sufridas cuando la metalúrgicaen la que trabajaba, cerca deHiroshima, fue alcanzada por una bomba.El doctor Fujii contaba con seis enfermeraspara atender a sus pacientes. Su esposay sus niños se encontraban a salvo: ellay uno de sus hijos vivían en las afueras deOsaka; su otro hijo y sus dos hijas vivíanen el campo, en Kyushu. Una sobrina vivíacon él, igual que una mucama y unmayordomo. Tenía poco trabajo y no leimportaba, porque había ahorrado algúndinero. A sus cincuenta años, era un hombresano, cordial y calmado, y le agradabapasar las tardes con sus amigos, bebiendowhisky —siempre con prudencia—,por el gusto de la conversación. Antes dela guerra había hecho ostentación de marcasimportadas de Escocia y los EstadosUnidos; ahora lo satisfacía plenamente lamejor marca japonesa, Suntory.Desde hacía más o menos un mes, eldoctor había estado relativamente desocupadoporque en julio, como el númerode ciudades indemnes en el Japón disminuíae Hiroshima parecía cada vezmás inevitablemente el blanco seguro,comenzó a dar de alta a sus pacientes,pues durante un bombardeo aéreo nopodría evacuarlos. Ahora tenía solamentedos: una mujer de Yano, herida en elhombro, y un joven de veinticinco añosque se recobraba de las quemaduras sufridasal ser bombardeado el taller metalúrgicocercano a Hiroshima en quetrabajaba. El doctor Fujii tenía seis enfermeraspara atender a los pacientes. Suesposa y sus hijos estaban a salvo; ellay uno de los niños vivían en las afuerasde Osaka, y otro hijo y dos niñas estabanen Kyushu. Con él vivían una sobrina,una mucama y un sirviente. Teníapoco quehacer, y eso no le preocupabaya que había ahorrado [23] algúndinero. A la edad de cincuenta años eraun hombre sano, sociable y tranquilo, yle placía pasar las veladas bebiendowhisky con sus amigos, por cierto quemoderadamente y acompañando buenaconversación. Antes de la guerra se haciallevar excelentes bebidas de Escociay los Estados Unidos; ahora se contentabaperfectamente con el mejor whiskyjaponés, marca Suntory.Le docteur Fujii, jambes croisées, vêtu deses seuls sous-vêtements, s’assit donc sur lesnattes immaculées de sa terrasse, mit ses lu-70Dr. Fujii sat down cross-legged inhis underwear on the spotless mattingof the porch, put on his glasses, and8El doctor Fujii se sentó en paños menores,con las piernas cruzadas, en el porchepulcramente esterillado, se puso los anteojos


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandnettes et commença à lirel’Asalai d’Osaka. Ilaimait à lire les nouvelles [27] d’Osaka, parceque sa femme se trouvait dans cette ville. 11vit la lueur fulgurante. De sa place - tournantle dos au centre de la ville et regardant son 5journal - elle lui parut d’un jaune éclatant. Saisi,il entreprit de se mettre debout. A ce moment (il setrouvait à 1.550 mètres du centre) la cliniquetout entière s’inclina derrière lui et dans un terribledéchirement bascula dans la rivière. 10Le docteur, qui n’avait pas fini de serelever, fut précipité la tête la première,roula et passa par-dessus bord ; fut bousculé,souffleté, pris dans un étau ; ne sutplus où il était, tant les choses allaient 15vite, et sentit l’eau.started reading the Osaka Asahi. Heliked to read the Osaka news becausehis wife was there. He saw the flash.To him—faced away from the centerand looking at his paper—it seemed abrilliant yellow. Startled, he began torise to his feet. In that moment (he was1,550 yards from the center), the hospitalleaned behind his rising and, witha terrible ripping noise, toppled intothe river. The Doctor, still in the actof getting to his feet, was thrown forwardand around and over; he was buffetedand gripped; he lost track of everything,because things were sospeeded up; he felt the water.tes [19] y comenzó a leer el Asahi deOsaka. Le gustaba leer las noticias deOsaka porque allí estaba su esposa. Vioel resplandor. Le pareció —a él, que ledaba la espalda al centro y estaba mirandosu diario— de un amarillo brillante.Asustado, comenzó a levantarse. <strong>En</strong> eseinstante (se encontraba a 1.416 metros delcentro) el hospital se inclinó a sus espaldasy, con un terrible estruendo de destrozos,cayó al río. El doctor, todavía enel acto de ponerse de pie, fue arrojadohacia adelante, fue sacudido y volteado;fue zarandeado y oprimido; perdió nociónde todo por la velocidad con que ocurrieronlas cosas; entonces sintió el agua.El padre Kleinsorge se levantó a esode las seis la mañana en que cayó la bomba,y media hora después —estaba unpoco aletargado por su enfermedad— comenzóa dar misa en la capilla de la misión,un pequeño edificio de madera estilojaponés que no tenía bancos, puestoque sus feligreses se ponían de rodillassobre las acostumbradas esteras japoneycomenzó a leer el Asahi de Osaka. Le gustabaleer las noticias de Osaka porque su mujerestaba viviendo allí. Vio el relámpago. Paraél —que estaba en dirección contraria al centro,y con la vista en el diario — fue de coloramarillo brillante. Estupefacto, comenzó a ponersede pie. <strong>En</strong> ese momento (estaba a unos1.500 metros del centro de la explosión), eledificio de la clínica se ladeó y, con un terribleruido de algo que se desgarra, se sumergióen el río. El doctor, que todavía estabaponiéndose de pie, se sintió arrojado haciaadelante, revolcado y elevado, golpeado ypinchado; perdió el rastro de todo, por la increíblevelocidad que llevaban las cosas y sintióel contacto del agua.Il avait à peine eu le temps de se dire qu’ilétait mort, qu’il se rendit compte qu’il était envie, coincé à ne pas pouvoir bouger par deux longuespoutrelles se croisant en V sur sa poitrine,20tel un fin morceau délicatement tenu en suspensau-dessus du bol par deux énormes baguettes,maintenu à la verticale, sans pouvoir faire ungeste, la tête miraculeusement hors de l’eau, torse 25et jambes baignant dans la rivière. Les débris desa clinique flottaient à l’entour, dans un mélangeinsensé de charpentes hachées menu et de matérieldestiné à alléger les souffrances humaines.[28] Son épaule gauche lui faisait horriblement 30mal. Il avait perdu ses lunettes.Dr. Fujii hardly had time to thinkthat he was dying before he realizedthat he was alive, squeezed tightly bytwo long timbers in a V across hischest, like a morsel suspended betweentwo huge chopsticks—held upright,[15] so that he could not move, withhis head miraculously above water andhis torso and legs in it. The remains ofhis hospital were all around him in amad assortment of splintered lumberand materials for the relief of pain. Hisleft shoulder hurt terribly. His glasseswere gone.El doctor Fujii apenas había tenidotiempo de pensar que se moría cuandose percató de que estaba vivo, atrapadoentre dos largas vigas que formaban unaV sobre su pecho como un bocado suspendidoentre dos palillos gigantescos,vertical e inmóvil, su cabeza milagrosamentesobre el nivel del agua y su torsoy piernas sumergidos. A su alrededor,los restos de su hospital eran unsurtido desquiciado de trastos rotos y demateriales para aliviar el dolor. Su hombroizquierdo le dolía terriblemente. Sus lenteshabían desaparecido.No tuvo tiempo de pensar que se moría,antes de darse cuenta de que estaba vivo,fuertemente oprimido por dos largas vigasen forma de V que le sujetaban por el pecho(como un bocado de arroz tomado pordos palillos enormes), que lo mantenían enalto impidiéndole todo movimiento, con lacabeza milagrosamente fuera del agua yel torso y las piernas sumergidos. Losrestos de su clínica lo rodeaban en locaconfusión de trastos y artefactos que habíanservido para aliviar el dolor. Le dolíahorriblemente el hombro izquierdo. Habíaperdido los anteojos. [24]Le Père Wilhelm Kleinsorge, de la Sociétéde Jésus, était, le matin de l’explosion, en assezpiètre état de santé. Le régime alimentaire 35japonais du temps de guerre le soutenait insuffisamment,et sa qualité d’étranger perdu aumilieu d’un peuple de plus en plus xénophobeaffectait à l’extrême la tension de ses nerfs ; ilavait beau être allemand : depuis la défaite de 40la Mère-patrie, (impopularité n’épargnait pasceux de sa race. Le Père Kleinsorge avait, àtrente-huit ans, l’air d’un adolescent dont lacroissance se fait trop vite, visage maigre,pomme d’Adam saillante, poitrine creuse, mains 45ballantes, pieds trop grands. Il avait l’allurelourde et gauche, marchait légèrement penchéen avant, comme entraîné et tiré par un poids.Il ressentait une fatigue continuelle. Pour ne rienarranger, il souffrait depuis deux jours, ainsi 50qu’un de ses collègues, le Père Cieslik, d’unediarrhée assez pénible et [29] pressante, quetous deux imputaient aux haricots et au pain noirde rationnement qu’ils étaient forcés de manger.Deux autres prêtres, qui logeaient alors dans 55l’enceinte de la mission, elle-même installéedans le quartier de Nobori-cho, - le Père supérieurLa Salle et le Père Schifier- avaient eu lachance de ne pas être atteints par le mal.70FATHERWILHELMKLEINSORGE, of the Society ofJesus, was, on the morning of the explosion,in rather frail condition. TheJapanese wartime diet had not sustainedhim, and he felt the strain ofbeing a foreigner in an increasinglyxenophobic Japan; even a German,since the defeat of the Fatherland, wasunpopular. Father Kleinsorge had, atthirty-eight, the look of a boy growingtoo fast—thin in the face, with aprominent Adam’s apple, a hollowchest, dangling hands, big feet. Hewalked clumsily, leaning forward alittle. He was tired all the time. Tomake matters worse, he had sufferedfor two days, along with FatherCieslik, a fellowpriest, from a ratherpainful and urgent diarrhea, whichthey blamed on the beans and blackration bread they were obliged to eat.Two other priests then living in themission compound, which was in theNobori-cho section—Father SuperiorLaSalle and Father Schiffer—hadhappily escaped this affliction.60Le Père Kleinsorge s’éveilla vers six Father Kleinsorge woke up aboutheures, le matin où fut lancée la bombe, six the morning the bomb waset une demi-heure plus tard - la maladiedropped, and half an hour later—hel’incitant à quelque nonchalance - was a bit tardy because of his sick-il commençait à dire la messe dans la 65 ness—he began to read Mass inchapelle de la mission, petit édifice en the mission chapel, a smallbois de style japonais, sans nul banc Japanese-style wooden buildingd’église, les fidèles s’agenouillant à which was without pews, since itsmême le sol couvert de nattes selon [16] worshippers knelt on the usual9<strong>En</strong> la mañana de la explosión, elpadre Wilhelm Kleinsorge, de laCompañía de Jesús, se hallaba en condiciónalgo frágil. La dieta japonesade guerra no lo había alimentado, ysentía la presión de ser extranjero enun Japón cada vez más xenófobo: desdela derrota de la Patria, incluso unalemán era poco popular. A sus treintay ocho años, el padre Kleinsorgetenía el aspecto de un niño que crecedemasiado rápido: delgado de rostro,con una prominente manzana de Adán,un pecho hueco, manos colgantes ypies grandes. Caminaba con torpeza,inclinado un poco hacia delante. Todoel tiempo estaba cansado. Para empeorar[20] las cosas, había sufrido durantedos días, junto al padre Cieslik, unadiarrea bastante dolorosa y urgente dela cual culpaban a las judías y a la raciónde pan negro que los obligaban acomer. Los otros dos sacerdotes quevivían en la misión de Nobori-cho —el padre superior La Salle y el padreSchiffer— no habían sido afectadospor la dolencia.La mañana de la explosión, el padreWilhelm Kleinsorge, de la Compañíade Jesús, se sentía más bien débil.La dieta japonesa para tiempos deguerra no le bastaba y sentía la tensiónpropia de todo extranjero en unJapón cada vez más xenófobo: hastaun alemán, desde la derrota de la MadrePatria, era impopular. El padreKleinsorge, a la edad de treinta y ochoaños, parecía un muchacho que crececon demasiada rapidez: cara delgada,nuez muy prominente, pecho hundido,manos colgantes, pies enormes.Caminaba desmañadamente, un tantoagobiado. Estaba siempre cansado.Para colmo, había sufrido durante dosdías, juntamente con su colega el padreCieslik, una dolorosa y urgentediarrea de la que culpaban a losporotos y el pan negro del racionamiento.Los otros dos sacerdotes quevivían entonces en la Misión de lasección Nobori-chico (el superiorLaSalle y el padre Schiffer) habían escapadoafortunadamente a este contratiempo.La mañana en que se arrojó la bombael padre Kleinsorge se levantó a lasseis, y media hora después —algo retrasadoa causa de su enfermedad comenzóa celebrar misa en la capillade la misión, pequeño edificio de estilojaponés desprovisto de, bancos,pues los fieles se arrodillaban comode costumbre sobre las esteras del


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylands’étaient écroulées, à l’exception du bâtiment buildings round about had fallende la mission qu’un jésuite du nom de down except the Jesuits’ missionGropper avait, depuis bien longtemps déjà, house, which had long before beenconsolidée et renforcée, dans la terreur des braced and doublebraced by a priesttremblements de terre ; que [32] le jour s’était 5 named Cropper, who was terrified ofbrusquement changé en nuit; et que earthquakes; that the day had turnedMurata-san, la femme de charge, non loin de dark; and that Murata-san, the housekeeper,lui, pleurait, criant et. criant sans fin : « Shuwas nearby, crying over andJesusu, aswaremi tamai ! Seigneur Jésus, ayez over, “Shu Jesusu, awaremi tamai!pitié de nous ! »10 Our Lord Jesus, have pity on us!”los alrededores se habían caído, exceptola misión de los jesuitas, que tiempo atráshabía sido apuntalada y vuelta a apuntalarpor un sacerdote llamado Gropper quele tenía pavor a los terremotos; se diocuenta de que el día se había oscurecido;y de que Murata-san, el ama de llaves, seencontraba cerca, gritando: «Shu Jesusu,awaremi tamai! ¡Jesús, señor nuestro, tenpiedad de nosotros!».Pudo conseguir un tranvía tan prontocomo llegó a la terminal. (Despuéscalcularía que si hubiera tomado eltren de siempre esa mañana, y si hubieradebido esperar algunos minutosa que pasara el tranvía, habría estadomucho más cerca del centro al momenceptola Misión de los jesuitas, quehace mucho tiempo había sido reforzaday vuelta a reforzar por un sacerdotellamado Gropper, al que le aterrorizabanlos terremotos; que el díahabía oscurecido; y que Murata-san,el ama de llaves, estaba cerca, repitiendouna y otra vez: Shu Jesusu,awaremi tamai! «¡Nuestro Señor Jesucristo,ten piedad de nosotros!»Dans le train qui, de la campagne où ilvivait avec sa mère, le conduisait à Hiroshima,le docteur Terufumi Sasaki, chirurgienà l’hôpital de la Croix-rouge, ruminaitun cauchemar déplaisant qu’il avait15fait durant la nuit. La maison de sa mèreétait à Mukaihara, à quelque quarante kilomètresde la ville et il lui fallait compterdeux heures de train et de tram pour arriverà (hôpital. Toute la nuit, il avait dormi20d’un sommeil agité et s’était éveillé uneheure plus tôt qu’à l’ordinaire. Se sentanttout alourdi et mou et légèrement fiévreux,il avait presque décidé de ne pas se rendre 25à l’hôpital; mais le sentiment du devoirl’avait en définitive emporté, et il avait prisun train plus tôt que d’habitude. Ce rêvequ’il avait [33] fait (avait singulièrementeffrayé, par le lien étroit qu’il présentait, 30du moins en apparence, avec des faits d’unetroublante actualité. Le docteur Sasakin’avait que vingt-cinq ans et venait justede terminer son stage pratique à l’UniversitéOrientale de Médecine de Tsingtao, en 35Chine. Quelque peu idéaliste, il ne laissaitpas d’éprouver une certaine détresse devantl’insuffisance des moyens médicaux de lapetite ville où demeurait sa mère. Il avaitpris sur lui, sans autorisation légale, de visiterà domicile quelques malades, le soir,40après ses huit heures d’hôpital et ses quatreheures de trajet. On lui avait appris récemmentque l’exercice illégal de la médecineétait frappé de peines sévères ; un collègue,qu’il avait entretenu de la question,45(avait vigoureusement semoncé. Il n’enavait pas moins poursuivi ses visites. Dansson rêve, il était au chevet d’un malade,dans la petite ville, quand la police et le 50médecin, dont il avait pris l’avis, surgissaientsoudain dans la pièce, l’empoignaient,le traînaient dehors et le rossaientcruellement. Dans le train, il décida pratiquementde renoncer à travailler à 55Mukaihara, dans le sentiment qu’il lui seraitimpossible d’en obtenir l’autorisationcar, officiellement, [34] on ne manqueraitpas de prétendre que cette activité était inconciliableavec ses fonctions à l’hôpital 60de la Croix-rouge.ON THE TRAIN on the way intoHiroshima from the country, where helived with his mother, Dr. TerufumiSasaki, the Red Cross Hospital surgeon,thought over an unpleasantnightmare he had had the night before.His mother’s home was in Mukaihara,thirty miles from the city, and it tookhim two hours by train [18] and tramto reach the hospital. He had slept uneasilyall night and had wakened anhour earlier than usual, and, feelingsluggish and slightly feverish, had debatedwhether to go to the hospital atall; his sense of duty finally forced himto go, and he had started out on an earliertrain than he took most mornings.The dream had particularly frightenedhim because it was so closely associated,on the surface at least, with a disturbingactuality. He was onlytwenty-five years old and had justcompleted his training at the EasternMedical University, in Tsingtao,China. He was something of an idealistand was much distressed by the inadequacyof medical facilities in thecountry town where his mother lived.Quite on his own, and without a permit,he had begun visiting a few sickpeople out there in the evenings, afterhis eight hours at the hospital and fourhours’ commuting. He had recentlylearned that the penalty for practicingwithout a permit was severe; afellow-doctor whom he had askedabout it had given him a serious scolding.Nevertheless, he had continued topractice. In his dream, he had been atthe bedside of a country patient whenthe police and the doctor he had consultedburst into the room, seized him,dragged him outside, and beat him upcruelly. On the train, he just about decidedto give up the work inMukaihara, since he felt it would beimpossible to get a permit, because theauthorities would hold that it wouldconflict with his duties at the RedCross Hospital.<strong>En</strong> el tren que llegaba a Hiroshimadesde el campo (donde vivía con su madre),el doctor Terufumi Sasaki, cirujanodel hospital de la Cruz Roja, ibarecordando una desagradable pesadillaque [22] había tenido la noche anterior.La casa de su madre estaba enMukaihara, a cincuenta kilómetros dela ciudad, y llegar al hospital le tomódos horas en tren y tranvía. Había dormidomal toda la noche y se había despertadouna hora antes de lo acostumbrado;se sentía lento y levementeafiebrado, y alcanzó a pensar en no iral hospital. Pero su sentido del deberlo obligó finalmente, así que tomó untren anterior al que tomaba casi todaslas mañanas. El sueño lo había asustadoparticularmente porque estaba relacionado,por lo menos de manera superficial,con cierta actualidad molesta.El doctor tenía apenas veinticincoaños y acababa de completar su entrenamientoen la Universidad Médica deOriente, en Tsingtao, China. Tenía sulado idealista, y lo preocupaba la insuficienciade instalaciones médicas de laregión en que vivía su madre. Por supropia iniciativa y sin permiso oficialalguno había comenzado a visitar enfermosde la zona durante las tardes,después de sus ocho horas en el hospitaly cuatro de trayecto. Recientementese había enterado de que la multa porejercer sin permiso era severa; un colegaal cual había consultado al respectole había dado una seria reprimenda.Él, sin embargo, había seguido haciéndolo.<strong>En</strong> su sueño estaba junto a la camade un paciente, en el campo, cuandoirrumpieron en la habitación la policíay el colega al que había consultado, loagarraron, lo arrastraron afuera y logolpearon con saña. <strong>En</strong> el tren se habíacasi decidido a abandonar el trabajo enMukaihara, convencido de que seríaimposible obtener un permiso: las autoridadessostendrían que ese trabajoentraba en conflicto con sus labores enel hospital de la Cruz Roja.<strong>En</strong> el tren que lo llevaba a Hiroshimadesde el campo, donde vivía con su madre,el doctor Terufumi Sasaki, cirujanodel Hospital de la Cruz Roja, recordóuna desagradable pesadilla que habíatenido la noche anterior. La casa desu madre estaba en Mukaihara, a treintamillas de la ciudad, y el trayecto hastael hospital por tren y tranvía le demandabados horas. Había dormido maltoda la noche y se despertó una horamás temprano que de costumbre; sintiéndosepesado y .algo febril, se preguntósi iría o no al hospital; finalmentesu sentido del deber lo obligó a ir, yemprendió la marcha en un tren anterioral que tomaba todos los días. Elsueño lo había asustado particularmenteporque estaba muy asociado,aparentemente al menos, con la inquietanterealidad. Tenía solamenteveinticinco años y acababa de terminarsu práctica en la Universidad MédicaOriental, de Tsingtao, China.Era un poco idealista y lo afligíamucho la falta de transportes médicosen la zona donde vivía su madre.Por su cuenta, y sin permiso, habíacomenzado a visitar por las noches,a algunas personas enfermas, despuésde las ocho horas de hospital y lascuatro de viaje. Hacía poco se habíaenterado de que la pena para los quepracticaban sin permiso era severa;un colega al que le consultó sobre elparticular le dio una seria advertencia.A [27] pesar de ello, continuabapracticando. <strong>En</strong> su sueño, estaba a lacabecera de un paciente de esa zona,cuando la policía y el médico al cualél había hecho la consulta entraronen la habitación, lo aferraron, lo llevaronafuera y lo golpearon concrueldad. <strong>En</strong> el tren, ya casi habíadecidido dejar el trabajo enMukaihara, puesto que sería imposibleconseguir un permiso, debido aque las autoridades considerarían queeso iba a interferir en su trabajo enel Hospital de la Cruz Roja.Au terminus, il sauta aussitôt dans un At the terminus, he caught a streetcartram. (Plus tard, il calcula que, s’il avaitat once. (He [19] later calculatedpris le train qu’il prenait d’habitude et 65 that if he had taken his customary trains’il avait dû attendre le tram quelques that morning, and if he had had to waitminutes, comme il arrivait souvent, il eût a few minutes for the streetcar, as oftenété tout près du centre au moment dehappened, he would have been(explosion et y eût certainement trouvé close to the center at the time of the7011<strong>En</strong> la estación terminal tomó inmediatamenteel tranvía. (Más tarde calculó quesi esa mañana hubiera tomado el tren decostumbre, y si hubiera tenido que esperaral tranvía unos minutos, como le sucedíaa_menudo, habría estado muchomás cerca del centro en el momento de


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandla mort.) II était sept heures quarante explosion and would surely havelorsqu’il arriva à l’hôpital et se présenta perished.) He arrived at the hospitalau chirurgien chef. Quelques minutesat seven-forty and reported toplus tard, il pénétrait dans une chambre the chief surgeon. A few minutesdu premier étage, faisait une prise de 5 later, he went to a room on the firstsang au bras d’un malade, en prévision floor and drew blood from the armd’une réaction de Wassermann. Le laboratoireof a man in order to perform aoù se tenaient les incubateurs Wassermann test. The laboratorynécessaires à ce test était au troisième containing the incubators for theétage. Tenant dans sa main gauche 10 test was on the third floor. With thel’éprouvette avec le sang et marchant blood specimen in his left hand,dans cet état d’angoisse et de walking in a kind of distraction hedemi-conscience qui ne l’avait pas quitté had felt all morning, probably becausede la matinée et qui était du sans douteof the dream and his rest-à son cauchemar et à sa mauvaise nuit, 15 less night, he started along the mainil s’engagea dans le couloir principal qui corridor on his way toward the stairs.menait à l’escalier. I1 venait de dépasserHe was one step beyond an open win-une fenêtre ouverte, quand la lueur dow when the light of the bomb wasde la bombe se projeta, comme un gigantesquereflected, like a gigantic photodor.éclair de magnésium, dans le corri-20 graphic flash, in the corridor. HeIl [35] ploya un genou et se dit, comme ducked down on one knee and said toseul pouvait le faire un Japonais « Sasaki, himself, as only a Japanese would,gambare ! Sois brave ! » Au même instant “Sasaki, gambare! Be brave!” Just then(le bâtiment était à 1.650 mètres du centre)(the building was 1,650 yards from the cen-le souffle parut éventrer l’hôpital d’un grand 25 ter), the blast ripped through the hospital. Thecoup de couteau. Les lunettes du docteur s’envolèrentglasses he was wearing flew off his face; the; l’éprouvette de sang s’écrasa contre le mur; bottle-of blood crashed against one wall;les pantoufles japonaises qu’il portait, filèrent de his Japanese slippers zipped out from underses pieds en un éclair, mais par ailleurs, grâce àhis feet—but otherwise, thanks to wherel’endroit où il se tenait, il n’eut rien.30 he stood, he was untouched.Le docteur Sasaki, criant le nom du chirurgienDr. Sasaki shouted the name of thechef, courut jusqu’au bureau de ce chief surgeon and rushed around to thedernier; il le trouva atrocement coupé par des man’s office and found him terriblyéclats de verre. L’hôpital n’était plus qu’un 35 cut by glass. The hospital was in horriblehorrible chaos : de lourdes cloisons, des plafondsconfusion: heavy partitions ands’étaient effondrés sur les patients ; des ceilings had fallen on patients, [20]lits s’étaient retournés ; des fenêtres avaient beds had overturned, windows hadvolé en éclats, taillant dans les chairs ; les blown in and cut people, blood wasmurs, les planchers étaient éclaboussés de 40 spattered on the walls and floors, instrumentssang; le sol était jonché d’instruments ; nombrewere everywhere, many ofde malades couraient çà et là en hurlant ; the patients were running aboutplus nombreux encore étaient les morts. (Un screaming, many more lay dead. (Acollègue, occupé dans le laboratoire vers lequelcolleague working, in the laboratoryse dirigeait le docteur Sasaki, était mort; 45 to which Dr. Sasaki had been walkingle malade que Sasaki venait de quitter quelqueswas dead; Dr. Sasaki’s patient, whomsecondes auparavant et dont il avait [36] he had just left and who a few mo-redouté qu’il fût atteint de la syphilis, était ments before had been dreadfullymort, lui aussi.) Le docteur Sasaki s’aperçut afraid of syphilis, was also dead.) Dr.qu’il était le seul membre du personnel médical50 Sasaki found himself the only doctorde l’hôpital qui n’eût rien.in the hospital who wasunhurt.to [23] de la explosión, y probablementeestaría muerto.) Llegó al hospitala las siete y cuarenta y se reportóal cirujano jefe. Pocos minutos despuéssubió a una habitación del primerpiso y obtuvo una muestra de sangrede un hombre para realizar un test deWassermann. Los incubadores para eltest estaban en un laboratorio del tercerpiso. Con la muestra en la manoizquierda, sumido en esa especie dedistracción que había sentido toda lamañana —acaso debida a la pesadillay a la mala noche que había pasado—, comenzó a caminar a lo largo delcorredor principal hacia las escaleras.Había dado un paso más allá de la ventanacuando el resplandor de labomba se reflejó en el corredorcomo un gigantesco flash fotográfico.Se agachó sobre una rodilla yse dijo, como sólo un japonés se diría:«Sasaki, gambare! ¡Sé valiente!» Justo entonces(el edificio estaba a 1.5o8 metrosdel centro) el estallido irrumpió en elhospital. Los lentes que llevaba volaron;sus sandalias japonesas salierondisparadas de sus pies. Pero aparte deeso, gracias a donde se encontraba, nosufrió daño alguno.El doctor Sasaki llamó a gritos alcirujano jefe, corrió a buscarlo en suoficina y lo encontró terriblemente heridopor los vidrios. La confusión enel hospital era espantosa: tabiques pesadosy trozos del techo habían caídosobre los pacientes, las camas habíansido volteadas, había sangre salpicadaen las paredes y en el suelo, los instrumentosestaban por todas partes, lospacientes corrían de aquí para allá, gritando,y otros yacían muertos. (Un colegaque trabajaba en el laboratorio alcual se dirigía el doctor Sasaki estabamuerto; un paciente al cual el doctorSasaki acababa de dejar, que poco anteshabía tenido un miedo terrible acontraer la sífilis, estaba muerto.) Eldoctor Sasaki era el único doctor enel hospital que no estaba herido.la explosión, y con toda seguridad hubieseperecido.) Llegó al hospital a lassiete y cuarenta y se presentó al jefe decirujanos. Unos minutos después, sedirigió a una sala del primer piso y extrajosangre del brazo de un hombre parahacerle una prueba de Wassermann. Ellaboratorio en que estaban las incubadoraspara la prueba se encontraba enel tercer piso. Con la muestra de sangreen la mano izquierda, caminandoen ese estado de distracción que habíatenido durante todo el día, y que probablementese debía a la pesadilla y lanoche sin descanso, fue por el corredorprincipal hacia las escaleras. Habíallegado un paso más allá de unaventana abierta, cuando la luz de labomba, como un gigantesco flash fotográfico,se reflejó en el corredor.Cayó sobre una rodilla y se dijo, comosólo lo haría un japonés: Sasaki,gambare! «¡Sé valiente!» Justo entonces(el edificio estaba a 1.650 metros delcentro), la explosión conmovió el hospital. Losanteojos que usaba el doctor Sasaki volaron de surostro; el frasco con sangre se estrelló contra unapared; sus zapatillas japonesas escaparon de bajo[28] de sus pies . . . pero aparte de eso, gracias allugar en que se encontraba, resultó ileso.rip 1 1 tr. tear or cut (a thing) quickly or forcibly away or apart (ripped out the lining (forro); ripped the book up). 2 tr. a make (a hole etc.) by ripping. b make a long tear or cut in. 3intr. come violently apart; split. 4 intr. rush along.El doctor Sasaki gritó el nombre del jefede cirujanos y disparó hacia su despacho:lo encontró horriblemente cortado por losvidrios. El hospital estaba sumido en unaconfusión terrible: pesados trozos de cieloraso habían caído sobre los pacientes; lascamas se dieron vuelta; las ventanas se despedazarone hirieron a la gente; la sangresalpicaba paredes y pisos; los instrumentosestaban diseminados por todas partes;muchos de los pacientes corrían gritando ymuchos más estaban muertos. (Un colegaque trabajaba en el laboratorio adonde sedirigía el doctor Sasaki estaba muerto; elpaciente del doctor, al cual éste había dejadounos momentos antes, y que tenía unmiedo atroz de estar enfermo de sífilis, tambiénestaba muerto.) <strong>En</strong>tonces descubrióque él era el único médico del hospital queno estaba herido.Persuadé que les bombes ennemies Dr. Sasaki, who believed thatn’avaient touché que le bâtiment où il se the enemy had hit only the buildinghe was in, got bandages andtenait, le praticien se procura des pansements55et se mit à soigner les blessures de began to bind the wounds ofceux qui se trouvaient à l’intérieur de l’hôpitalthose inside the hospital; while; cependant que, dans tout Hiroshima, outside, all over Hiroshima,une foule de gens atrocement mutilés et maimed and dying citizens turnedd’agonisants se dirigeait en chancelant vers 60 their unsteady steps toward thel’hôpital de la Croixrouge, en une invasion Red Cross Hospital to begin anqui devait enterrer pour longtemps au fond invasion that was to make Dr.de la mémoire du docteur Sasaki le souvenirSasaki forget his private night-de son cauchemar.mare for a long, longtime.Mlle Toshiko Sasaki, la secrétaire de laEast Asia Tin Works (qu’aucun lien de parentén’unit au docteur Sasaki) s’était levéeà trois heures du matin, le jour où fut6570MISS TOSHIKO SASAKI, the EastAsia Tin Works clerk, who was not relatedto Dr. Sasaki, got up at threeo’clock in the morning on the day the12El doctor Sasaki, convencido de queel enemigo sólo había alcanzado el edificioen el cual se encontraba, consiguióvendas [24] y comenzó a envolver las heridasde los que estaban dentro del hospital;mientras tanto, afuera, en Hiroshima,ciudadanos mutilados y agonizantes comenzabana dar pasos vacilantes hacia elhospital de la Cruz Roja, dando inicio auna invasión que haría que el doctorSasaki se olvidara de su pesadilla pormucho, mucho tiempo.El día en que cayó la bomba, la señoritaToshiko Sasaki, empleada de la FábricaOriental de Estaño (y que no eraparienta del doctor Sasaki), se despertóEl doctor Sasaki, que creía que elenemigo había atacado únicamenteese edificio, buscó vendas y comenzóa vendar las heridas de los que estabanen el hospital, mientras afuera,por toda Hiroshima, ciudadanos mutiladosy moribundos se arrastrabanhacia el Hospital de la Cruz Roja.Comenzaba así una invasión que ibaa hacer que el doctor Sasaki olvidasesu pesadilla particular por mucho,muchísimo tiempo.La señorita Toshiko Sasaki, empleadade la Compañía Hojalatera del AsiaOriental, y que no está emparentada conel doctor Sasaki, se levantó a las tres de


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandTodo cayó, y la señorita Sasaki perdióel sentido. El cielo raso se vino abajorepentinamente y el piso de maderade arriba se derrumbó en pedazos, y porla brecha abierta cayó la gente del pisosuperior; pero principalmente, y antesque nada, los estantes con libros que estabanexactamente detrás suyo se inclilâchéela bombe. Il y avait un supplémentde ménage à faire ce jour-là. La [37] veille,son petit frère, Akio, âgé de onze mois,avait eu de sérieux troubles digestifs ; samère l’avait conduit à l’hôpital pédiatrique 5Tamura, où elle était restée avec lui. MlleSasaki, . âgée d’une vingtaine d’années,devait préparer le petit déjeuner de sonpère, de son frère, de sa sueur, en plus dusien; en outre - l’hôpital, par suite de la 10guerre, ne fournissant plus de repas - il luifallait cuire les repas de la journée pour samère et pour le bébé, à temps pour que sonpère, qui travaillait dans une fabrique deprotège-oreilles en caoutchouc pour l’artillerie,pût déposer les plats ainsi préparés,15en se rendant à son travail. Lorsqu’elle eneut terminé avec ces occupations, qu’elleeut lavé, nettoyé et rangé les ustensiles, ilétait près de sept heures. La famille vivait 20à Koï ; la jeune fille devait compterquarante-cinq minutes pour arriver à sonbureau, dans le quartier de la ville connusous le nom de Kannon-machi. Elle avaitla charge du fichier du personnel de l’entreprise.Elle partit de Koï à sept heures et,25sitôt arrivée, se rendit, avec quelques autresjeunes employées de son service, dans lasalle des fêtes de l’usine. Un éminent officierde marine, précédemment [38] employé 30par l’entreprise, s’était suicidé la veille ense jetant sous un train - suicide estimé assezhonorable pour autoriser un service enmémoire du défunt ; service qui devait avoirlieu à l’usine, à dix heures ce matin-là. 35Dans la grande salle, Mile Sasaki et sescompagnes procédèrent aux préparatifsappropriés. Ce qui loir prit quelque vingtminutes.Mlle Sasaki revint ensuite dans son bureauet s’assit devant sa table. Elle était àbonne distance des fenêtres qui se tenaientassez loin, sur sa gauche ; derrière elle, sedressaient deux hautes armoires à livres, 45contenant tous les volumes de la bibliothèquede l’usine, organisée par les soins duservice du personnel. Elle s’installa doncdevant sa table, rangea certaines choses dansun tiroir, remua des papiers. Elle se dit que, 50avant de se mettre à la liste des membres dupersonnel nouvellement engagés, renvoyésou mobilisés, elle bavarderait quelques secondesavec sa voisine de droite. Elle venaitjuste de détourner la tête, cessant de ce 55fait de regarder dans la direction des fenêtres,quand la pièce s’emplit d’une lueuraveuglante. Paralysée par la peur, elle restaclouée sur sa chaise un bon moment [39](l’usine était à 1.600 mètres du centre). 60 yards from the center).40bomb fell. There was extra houseworkto do. Her eleven-month-old brother,Akio, had come down the day beforewith a serious stomach upset; hermother had taken him to the TamuraPediatric Hospital and was stayingthere with him. Miss Sasaki, who wasabout twenty, had to cook breakfast forher father, a brother, a sister, and herself,and—since the hospital, becauseof the war, was unable to providefood—to prepare a whole day’s mealsfor her [21] mother and the baby, intime for her father, who worked in afactory making rubber earplugs for artillerycrews, to take the food by onhis way to the plant. When she had finishedand had cleaned and put awaythe cooking things, it was nearlyseven. The family lived in Koi, and shehad a forty-five-minute trip to the tinworks, in the section of town calledKannonmachi. She was in charge ofthe personnel records in the factory.She left Koi at seven, and as soon asshe reached the plant, she went withsome of the other girls from the personneldepartment to the factory auditorium.A prominent local Navyman, a former employee, had committedsuicide the day before by throwinghimself under a train—a death consideredhonorable enough to warranta memorial service, which was to beheld at the tin works at ten o’clock thatmorning. In the large hall, Miss Sasakiand the others made suitable preparationsfor the meeting. This work tookabout twenty minutes.Miss Sasaki went back to her officeand sat down at her desk. She was quitefar from the windows, which were offto her left, and behind her were acouple of tall bookcases containing allthe books of the factory library, whichthe personnel department had organized.She settled herself at her desk,put some things in a drawer, andshifted papers. She thought that beforeshe began to make entries in her listsof new employees, discharges, and departuresfor the Army, she would chatfor a moment with the girl at her right.Just as she turned her head away fromthe windows, [22] the room was filledwith a blinding light. She was paralyzedby fear, fixed still in her chairfor a long moment (the plant was 1,6ooa las tres de la mañana. Tenía más quehaceresque de costumbre. Su hermanoAkio, de once años, había llegado el díaanterior aquejado de serias molestias estomacales;su madre lo había llevado alhospital pediátrico de Tamura y se habíaquedado a acompañarlo. La señoritaSasaki, de poco más de veinte años, tuvoque preparar desayuno para su padre, unhermano, una hermana y para ella misma;y —puesto que, debido a la guerra,al hospital no le era posible dar comidas—tuvo que preparar las de un díaentero para su madre y su hermano menor,y todo eso a tiempo para que su padre,que trabajaba en una fábrica haciendotapones plásticos para los oídos de losartilleros, le llevara la comida de caminoa la planta. Cuando hubo terminado,limpiado y guardado los utensilios de cocina,eran casi las siete. La familia vivíaen Koi, y a la señorita Sasaki la esperabaun trayecto de cuarenta y cinco minutoshasta la fábrica de estaño, ubicada en unaparte de la ciudad llamada Kannonmachi(ella estaba a cargo de los registros depersonal en la fábrica). Salió de Koi a lassiete; tan pronto como llegó a la planta,fue con otras chicas al auditorio. Un notablemarino local, antiguo empleado, sehabía suicidado el día anterior arrojándosea las vías del tren —una muerte consideradalo suficientemente honorable [25]como para merecer un servicio funerarioque tendría lugar a las diez de la mañanaen la fábrica de estaño—. <strong>En</strong> el amplio zaguán,la señorita Sasaki y las otras arreglabanlos preparativos para la reunión. Estalabor les llevó unos veinte minutos.La señorita Sasaki regresó a su oficinay tomó asiento frente a su escritorio.Estaba bastante lejos de las ventanasa su izquierda; detrás de ella habíaun par de altas estanterías que conteníantodos los libros de la bibliotecade la fábrica: el personal del departamentolas había organizado. Ella seacomodó, metió algunas cosas en uncajón y movió unos papeles. Pensó queantes de comenzar a hacer entradas ensus listas de contratos, despidos y reclutamientosen el ejército, conversaríaun rato con la chica de su derecha.Justo al girar la cabeza y dar la espaldaa la ventana, el salón se llenó deuna luz cegadora. Quedó paralizada demiedo, clavada en su silla durante unlargo momento (la planta estaba a1.462 metros del centro).la mañana el día que cayó la bomba.Tenía trabajo extra en la casa. Su hermanitoAkio, de once meses, se habíadescompuesto seriamente del estómagoel día anterior; la madre lo había llevadoal Hospital Pediátrico Tamura, y sequedaba acompañándolo. La señoritaSasaki, que tenía unos [29] veinte añosde edad, debió preparar el desayuno parasu padre, su hermana, su otro hermano,y para ella misma, y —puesto que elhospital, a causa de la guerra, no podíaproveer la comida— preparar los alimentosde todo un día para su madre yel bebé, con tiempo para que el padre,que trabajaba en una fábrica deobturadores de goma para piezas de artillería,pudiese llevarlos de paso parael trabajo. Cuando terminó y limpió yordenó la vajilla, eran casi las siete. Lafamilia vivía en Koi y la joven debíahacer un viaje de cuarenta y cinco minutoshasta su empleo en la sección dela ciudad llamada Kannonmachi. Ellatenía a su cargo el registro de personalde la fábrica. Salió de Koi a las siete, y,tan pronto como llegó a la fábrica, fuejunto con otras compañeras al salón auditorio.Un marino importante, ex empleadode la compañía, se había suicidadoel día anterior arrojándose bajo untren..., muerte considerada lo suficientementehonorable para concederle derechoa un funeral que tendría lugar enla fábrica, a las diez de la mañana. <strong>En</strong> elamplio salón, la señorita Sasaki y lasotras hicieron los preparativos para elacto. Este trabajo demandó unos veinteminutos.La señorita Sasaki volvió a su oficinay se sentó ante el escritorio. Estaba bastantealejada de las ventanas, que se encontrabana la izquierda, y detrás de ellahabía un par de estantes grandes que conteníantodos los libros con que contabala biblioteca de la fábrica, organizada porel personal. Se acomodó en su puesto,puso algunas cosas en un cajón y preparólos papeles. Pensó que antes de comenzara registrar en su lista a los empleadosnuevos, empleados despedidos y alistadosen el ejército, conversaría un momentocon la muchacha de su derecha. Justamentecuando volvió la cabeza hacia ellado opuesto a las ventanas, el salón seinundó de una luz cegadora. El miedo laparalizó y la [30] clavó a su silla durantelargo rato (la fábrica estaba a 1.600 metrosdel centro).Tout s’effondra et Mile Sasaki perdit connaissance.Everything fell, and Miss SasakiLe plafond s’écroula brusque-lost consciousness. The ceilingment ; le plancher en bois de l’étage supérieurdropped suddenly and the woodenvola en éclats, dégringola avec les 65 floor above collapsed in splinters andgens qu’il supportait, cependant que le toit, the people up there came down and theau-dessus, cédait, mais surtout et en tout roof above them gave way; but principallypremier, les armoires qui se dressaient derrièreand first of all, the bookcasesla jeune fille, furent balayées en right behind her swooped forward and70137 Todo se desplomó, y la señorita Sasakiperdió la conciencia. El cielo raso se derrumbóde repente y el piso de madera sedesplomó y cayó la gente de arriba y eltecho cedió; pero lo principal y lo másimportante fue que las estanterías que estabanjusto detrás de ella fueron barridashacia delante, los libros la derribaron y


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandDesde la colina, el señor Tanimoto vioun panorama desolador. No solamente unsector de Koi, como él había esperado,sino todo lo que le era posible ver deHiroshima en medio de ese aire neblinoso,emanaba un miasma espeso y pavoroso.Manchones de humo, cerca y lejos,comenzaban a surgir de la polvareda general.Se preguntó cómo podía haber resultadoun daño tan extenso de un [35] cielosilencioso, aun unos pocos aviones, poralto que volasen, hubiesen sido audibles.Las casas cercanas estaban ardiendo, ycuando comenzaron a caer enormes gotasde agua del tamaño de bolitas, pensó amedias que provendrían de las manguerasde bomberos que luchaban contra las llamas.(<strong>En</strong> realidad eran gotas de humedadcondensada que caían del turbulento hongode polvo, calor y fragmentos de átoavant,tandis que leur contenu la précipitaitthe contents threw her down, with herà terre, la jambe gauche horriblement left leg horribly twisted and breakingtordue et se brisant sous elle. Ainsi, dans underneath her. There, in the tin factory,une usine d’étain, aux premières secondesin the first moment of the atomicde l’âge atomique, un être humain gisait-il, 5 age, a human being was crushed byécrasé par des livres.books. [23]De ce monticule, M. Tanimoto découvrit un 50panorama stupéfiant. Ce n’était pas seulement d’un petit<strong>Fr</strong>om the mound, Mr. Tanimotosaw an astonishing panorama. NotDesde el montículo, el señor Tanimotovio un panorama que lo dejó estupefacto.coin de Koï, comme il s’y était attendu - c’était de tout just a patch of Koi, as he had expected,No sólo una zona de Koi, como había creí-ce [43] qu’il apercevait de Hiroshima, à travers le nuagebut as much of Hiroshima as he do, sino también la parte entera dedont l’air était obscurci, que montait une épaisse et épouvantablecould see through the clouded air was Hiroshima que podía ver a través del airecolonne d’atmosphère empoisonnée. De 55 giving off a thick, dreadful miasma. turbio despedían un miasma denso y es-miasma = putrid mist, tufo, hedor, efluviomassives gerbes de fumée, proches ou lointaines,Clumps of smoke, near and far, had pantoso. [27] Aquí y allá, macizos des’élevaient déjà, trouant la nappe immense begun to push up through the general humo habían comenzado a abrirse paso ade poussière. Il se demanda comment tant de dust. He wondered how such extensivetravés del polvo. Se preguntó cómo dañosdégâts, sur une telle surface, avaient pu naîtredamage could have been dealt out semejantes podían haber salido de un cie-d’un ciel silencieux; ne se fût-il agi que de quelques60 of a silent sky; even a few planes, far lo silencioso; incluso unos pocos avionesavions, volant à haute altitude, on n’eût pas up, would have been audible. Houses volando alto hubieran sido detectados. Lasmanqué de les entendre. Non loin, des maisons nearby were burning, and when huge casas vecinas se quemaban; cuando comenzaronbrûlaient et lorsque d’énormes gouttes d’eau, drops of water the size of marbles begana caer gotas de agua del tama-grosses comme des billes, se mirent à tomber, ilto fall, he half thought that they ño de una canica, el señor Tanimoto cre-eut comme une idée qu’elles devaient provenir des 65 must be coming from the hoses of yó que venían de las mangueras de loslances des pompiers luttant coutre le feu. (<strong>En</strong> fait, firemen fighting the blazes. (They bomberos que luchaban contra el incendio.c’étaient des gouttes résultant de la condensation were actually drops of condensed(<strong>En</strong> realidad, eran gotas de humedadde l’atmosphère, tombant de la tumultueuse colonnemoisture falling from the turbulent condensada que caían de la turbulenta to-de fumée, d’air chaud et de matière désinté-tower of dust, heat, and fission fragrrede polvo, aire caliente yfragmentosella quedó con su pierna izquierda horriblementeretorcida, partiéndose bajo supropio peso. Allí, en la fábrica de estaño,en el primer momento de la era atómica,un ser humano fue aplastado porlibros. [26]naron hacia adelante y la arrojaron alsuelo, con la pierna izquierda horriblementeretorcida y quebrada. Allí, en lafábrica de hojalata, en el primer instantede la era atómica, un ser humano fueaplastado por los libros. [31][41]L’INCENDIE10II The FireIIEL FUEGOEL INCENDIOAussitot après l’explosion, le Révérend IMMEDIATELY after the explosion,Inmediatamente después de lathe Reverend Mr. Kiyoshi Kiyoshi Tanimoto, que nous avons laissé se 15explosión, tras escapar corrien-précipitant comme un fou hors de la propriétéTanimoto, having run wildly out of the do de la propiedad de Matsui yde M. Matsui et regardant avec stu-Matsui estate and having looked in de haber visto con asombro lospeur des soldats couverts de sang déboucher wonderment at the bloody soldiers at soldados sangrando en la bocade la galerie souterraine qu’ils étaient occupésthe mouth of the dugout they had been del refugio, el reverendoà creuser, donna tous ses soins api-20 digging, attached himself sympatheti-Kiyoshi Tanimoto se unió a unatoyés à une vieille dame qui marchait droit cally to an old lady who was walking anciana que caminaba, sola ydaze 1 stupefy, bewilder. 2 a state of confusion or bewilderment (in a daze).devant elle, hébétée, se tenant la tête de la along in a daze, holding her head with aturdida, sosteniéndose la cabezamain gauche et, de la droite, soutenant un petither left hand, supporting a small boy con la mano izquierda, llevando sotaitgarçon de trois ou quatre ans qu’elle por-of three or four on her back with her bre su espalda a un niño de tres o cua-sur son dos, [42] tout en criant : « Je suis 25 right, and crying, “I’m hurt! I’m hurt! tro años y gritando: «¡Estoy herida!blessée i Je suis blessée ! Je suis blessée ! » I’m hurt!” Mr. Tanimoto transferred ¡Estoy herida! ¡Estoy herida!». El señorM. Tanimoto transféra l’enfant du dos de la the child to his own back and led theTanimoto cargó al niño, tomó defemme sur le sien, puis, la prenant par la woman by the hand down the street, la mano a la mujer y la condujo a travésmain, la conduisit jusqu’au bas de la rue which was darkened by what seemedde una calle oscurecida por lo quequ’obscurcissait ce que l’on eût dit être une 30 to be a local column of dust. He took parecía ser una columna de polvo delcolonne de poussière bien localisée. Ils arrivèrentthe woman to a grammar school not lugar. Llevó a la mujer a una escuelaà une école primaire, non loin de là, far away that had previously been des-de gramática no lejos de allí, previa-désignée auparavant pour servir d’hôpital ignated for use as a temporary hospitalmente designada para servir comotemporaire en cas. de nécessité. D’attentionin case of emergency. By this so-hospital en caso de emergencia. Mementepleine de sollicitude qu’il avait portée à la 35 licitous behavior, Mr. Tanimoto at diante esta acción servicial, el señorvieille femme aida M. Tanimoto à se débarrasseronce got rid of his terror. At the school, Tanimoto se liberó del miedo. <strong>En</strong> lasur-le-champ de sa terreur. Parvenu à [24] he was much surprised to see escuela lo sorprendió encontrar vi-l’école, il fut grandement surpris de s’apercevoirglass all over the floor and fifty or drios en el suelo y cincuenta o sesen-que le sol était couvert de débris de sixty injured people already waiting ta personas esperando ya para serverre et que cinquante à soixante blessés attendaient40 to be treated. He reflected that, al-atendidas. Pensó que, aunque la sire-déjà d’être pansés. Il se dit que, bien though the all-clear had sounded and na de despeje había sonado y no seque la fin d’alerte eût sonné et qu’il n’eût pas he had heard no planes, several bombs habían escuchado aviones, variasentendu d’avions, plusieurs bombes avaient must have been dropped. He thought bombas debieron de ser arrojadas. Recordódû tomber. Il se souvint d’un monticule, dans of a hillock in the rayon man’s gardenun pequeño montículo en el jar-from which he could get a view le jardin du fabricant de rayonne, d’où l’on 45dín del hombre de los rayones desdeavait vue sur l’ensemble de Koï - et de of the whole of Koi—of the whole of el cual se podía ver todo Koi —de hecho,Hiroshima, pour autant - et. il revint Hiroshima, for that matter—and hetoda Hiroshima— y corrió deen courant à la propriété.ran back up to the estate.vuelta a la propiedad.Inmediatamente después de la explosión,el reverendo Kiyoshi Tanimoto,una vez que salió corriendo a ciegas dela propiedad de Matsui, y que miró consorpresa a los sangrantes soldados enla boca del agujero que habían estadocavando, se acercó compasivo a una ancianaque caminaba al azar, sosteniéndosela cabeza con la manó izquierda,y llevando sobre la espalda a un niñode tres o cuatro años, al que sujetabacon la derecha,— mientras gritaba:«¡Estoy herida! ¡Estoy herida! ¡Estoyherida!» El señor Tanimoto cargó elchico en su propia espalda y condujopor la mano a la mujer hasta la calle,oscurecida por lo que parecía ser unacolumna de polvo común. La llevó hastauna escuela primaria cercana, previamentedesignada como hospitaltemporario para casos de emergencia.Por medio de esta conducta solícita, elseñor Tanimoto se libró en el acto desu terror. <strong>En</strong> la escuela se sorprendiómuchísimo al ver el suelo cubierto detrozos de vidrio y cincuenta o sesentapersonas heridas que esperaban ser tratadas.Reflexionó que, aunque habíasonado la sirena de cese de peligro yno había oído aviones, debieron arrojarsevarias bombas. Recordó que en eljardín del industrial había una lomadesde la cual podría echar un vistazo atodo Koi —y a toda Hiroshima, en realidad—y corrió a la propiedad.7014


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandgrée, qui montait déjà à des kilomètres dans le cielau-dessus de Hiroshima.)ments that had already risen milesinto the sky above Hiroshima.)de fisión que ya se había elevado varioskilómetros sobre Hiroshima.)mos que ya se había elevado varias millasen el cielo por sobre Hiroshima.)M. Tanimoto se détourna de ce spectacleMr. Tanimoto turned awayen entendant M. Matsuo l’appeler 5 from the sight when he heard Mr.et lui demander s’il était indemne. M. Matsuo call out to ask whether heMatsuo, à l’intérieur de la maison effondrée,was all right. Mr. Matsuo hadavait bénéficié de la moelleuse pro-been safely cushioned within thetection de la literie accumulée dans lé falling house by the bedding storedhall d’entre, d’où [44] il avait réussi ensuite10 in the front hall and had workedà se dépêtrer. M. Tanimoto répon-his way out. Mr. Tanimoto scarcelydit à peine à ces appels. Pensant à sa answered. He had thought of hisfemme, à son bébé, à sa chapelle, à son wife and baby, his [25] church, hisfoyer, à ses paroissiens là-bas, tous noyés home, his parishioners, all of themdans ces affreuses ténèbres-une fois de 15 down in that awful murk. Onceplus, il s’était repris à courir, en proie à more he began to run in fear—la panique, vers la ville.toward the city.XEl señor Tanimoto se alejó de la escenacuando escuchó que lo llamabael señor Matsuo, preguntando si se encontrababien. El señor Matsuo habíapermanecido a salvo, protegido por laropa de cama, dentro de la casa quese caía, ___________ y había conseguidoabrirse paso hacia fuera. El señorTanimoto apenas contestó. Pensaba ensu esposa y su bebé, su iglesia, su hogar,sus parroquianos, todos hundidosen aquella oscuridad horrible. Una vezmás comenzó a correr de miedo: pero esta vezcorría hacia la ciudad.El señor Tanimoto abandonó la contemplacióncuando oyó la voz del señorMatsuo preguntándole si estababien. Este había estado bien resguardadoen el interior de la casa destrozadagracias a los colchones depositadosen el vestíbulo de adelante, y habíalogrado salir. El señor Tanimotoapenas le respondió. Pensaba en su esposay en su bebé, en su iglesia, su hogar,sus feligreses, todos ellos sepultadosen aquella espantosa lobreguez.Una vez más comenzó a correr llenode miedo hacia la ciudad.Mme Hatsuyo Nakamura, la veuve dutailleur, s’étant relevée tant bien que mal, 20sous les débris de sa maison, après l’explosion,et voyant Myeko, la plus jeune de sestrois enfants, ensevelie jusqu’au buste etincapable de bouger, rampa parmi les ruines,s’agrippant à des poutres, rejetant des 25tuiles, dans un effort désespéré pour délivrerses enfants. Puis, de ce qui lui parutêtre une profonde caverne dans le sol, elleentendit deux petites voix crier« Tasukete ! Tasukete ! Au secours ! Au secours ! » 30Elle appela son fils et safille par leurs noms :«Toshio ! Yaeko ! »MRS. HATSUYO NAKAMURA,the tailor’s widow, having struggledup from under the ruins of her houseafter the explosion, and seeing Myeko,the youngest of her three children, buriedbreast-deep and unable to move,crawled across the debris, hauled attimbers, and flung tiles aside, in a hurriedeffort to free the child. Then, fromwhat seemed to be caverns far below,she heard two small voices crying,“Tasukete! Tasukete! Help! Help!”She called the names of herten-year-old son and eight-year-olddaughter: “Toshio! Yaeko!”Después de la explosión, la señoraHatsuyo Nakamura, la viuda del sastre,salió con gran esfuerzo de entrelas ruinas de su casa, y al ver aMyeko, la menor de sus tres hijos, enterradahasta el pecho e incapaz de moverse,se arrastró entre los escombros yempezó a tirar de maderos y a arrojarbaldosas en un esfuerzo por liberar a laniña. <strong>En</strong>tonces escuchó dos voces pequeñasque parecían venir de cavernasprofundas: «Tasukete! Tasukete!¡Auxilio! ¡Auxilio!». Pronunció losnombres de su hijo de diez años, de suhija de ocho: «¡Toshio! ¡Yaeko!».La señora Hatsuyo Nakamura, viudadel sastre, luego de emerger dificultosamentede las ruinas de su casa despuésde la explosión y luego de ver a Myeko,la más pequeña de sus tres hijos, enterradahasta el pecho e incapaz de moverse,reptó a través de los escombros,separó vigas y apartó tejas, en un desesperadoesfuerzo para liberar a la niña.<strong>En</strong>tonces, desde lo que parecían ser cavernasmucho más abajo, oyó dosvocecitas que gritaban: Tasukete!Tasukete! «¡Socorro! ¡Socorro !» Llamólos nombres de su hijo y de su hija: «¡Toshio ! ¡ Yaeko !»Au-dessous d’elles, les voix répondirent.35[45]Mme Nakamura, laissant là Myeko qui, du Mrs. Nakamura abandoned Myeko,moins, pouvait respirer, se mit frénétiquement who at least could breathe, and in aà déblayer les débris enchevêtrés qui recouvraientfrenzy made the wreckage fly aboveles cris de ses enfants. Elle les avait lais-40 the crying voices. The children hadsés dormant à quelque trois mètres l’un de been sleeping nearly ten feet apart,l’autre, mais à présent, leurs voix semblaient but now their voices seemed tovenir d’un même lieu. Le garçon, Toshio, apparemment,come from the same place. Toshio,pouvait remuer un peu : elle le sen-the boy, apparently had some free-tait gratter et déplacer le monceau de bois et de 45 dom to move, because she couldtuiles, à sa rencontre. <strong>En</strong>fin, elle aperçut la tête feel him undermining the pile ofdu garçonnet et, empoignant ce qui en émergeait,wood and tiles as she worked fromse hâta de le hisser dehors. Il avait les above. At last she saw his head, andpieds pris dans l’entrelacs d’une moustiquaire, she hastily pulled him out by it. Acomme si on les en eût soigneusement enveloppés.50 mosquito net was wound intri-Il raconta qu’il avait été projeté à l’autre cately, as if it had been carefullybout de la pièce et que, sous les décombres, sa wrapped, around his feet. He said hesueur se trouvait prise sous lui. La voix de had been blown right across the roomYaeko, montait à présent, disant qu’elle ne pouvaitand had been on top of his sisterbouger, à cause de quelque chose qui lui 55 Yaeko under the wreckage. She nowpesait sur les jambes. Après avoir encore gratté said, from underneath, that she couldet déblayé quelque peu, Mme Nakamura parvintnot move, because there wasà faire un trou au-dessus de l’enfant et en-something on her [26] legs. With atreprit de la tirer par un bras. a Itai ! Cela fait bit more digging, Mrs. Nakamuramal ! » criait Yaeko. Mme Nakamura cria en 60 cleared a hole above the child and beganretour : a Ce n’est pas le moment de dire si celato pull her arm. “Itai! It hurts!”fait mal ou non » et hala sans ménagement [46] Yaeko cried. Mrs. Nakamura shouted,la fillette qui pleurnichait. Puis elle s’occupa “There’s no time now to say whether it hurtsde Myeko, qu’elle dégagea à son tour. Les troispulled suddenlyor not,” and yanked her whimpering daughterup. Then she freed Myeko. The childrenenfants étaient couverts de saleté et meurtris, 65mais pas un d’eux n’avait la moindre coupure were filthy and bruised, but none of themou égratignure.had a single cut or scratch.Mme Nakamura les fit sortir dans la rue.70The voices from below answered.Mrs. Nakamura took the children15Las voces que venían de abajo respondieron.[28]La señora Nakamura abandonó aMyeko, que al menos podía respirar, yfrenéticamente lanzó los destrozos por losaires. Los niños habían estado durmiendoa más de tres metros el uno del otro,pero ahora sus voces parecían provenirdel mismo lugar. El niño, Toshio, teníaal parecer cierta libertad de movimiento,porque su madre lo podía escuchar socavandola montaña de madera y baldosasal tiempo que ella trabajaba desde arriba.Cuando por fin lo vio, se apresuró atomarlo de la cabeza para sacarlo. Unmosquitero se había enredadointrincadamente en sus pies como si alguienlos hubiera envuelto con cuidado.Dijo que había saltado por los aires a travésde la habitación, y que bajo los escombroshabía permanecido sobre su hermanaYaeko. Ahora ella decía, desde abajo,que no podía moverse porque habíaalgo sobre sus piernas. Escarbando unpoco más, la señora Nakamura abrió unhueco encima de la niña y empezó a tirarde su brazo. «Itai! ¡Duele!», exclamóYaeko. La señora Nakamura gritó: «Nohay tiempo de ver si duele o no»,tirar de una cuerda pero no bruscamentey jaló a la niña entre lloriqueos. <strong>En</strong>toncesliberó a Myeko. Los niños estabansucios y magullados, pero no tenían niuna cortada, ni un rasguño.yank pull with a jerk, tirar de; they yanked her bag out of her hand, la arrancaron el bolso de la mano; (diente) arrancarLa señora Nakamura losLas voces contestaron desde abajo.La señora Nakamura abandonó aMyeko, quien al menos podía respirar,y en una especie de frenesí hizo volarlos escombros que tapaban las voces.Los chicos habían estado durmiendo acasi [36] tres metros de distancia eluno del otro, pero ahora sus voces parecíanvenir del mismo lugar. Toshio,el varón, tenía aparentemente algunalibertad de movimientos, ya que lamadre podía oírlo removiendo desdeabajo la pila de madera y tejas que ellaapartaba desde arriba. Finalmente viosu cabeza y la tironeó hacia ella. Unmosquitero le envolvía los pies, comosi se lo hubiera ligado cuidadosamente.Dijo que había sido arrojado a travésdel cuarto y que bajo los escombroshabía estado encima de su hermanaYaeko. Desde abajo ésta dijo queno podía moverse porque tenía algo enlas piernas. Excavando un poco más laseñora Nakamura hizo un agujero encimade la niña y empezó a tironearladel brazo. Itai! «¡Me duele!», gritóYaeko. La señora Nakamura contestó:—No hay tiempo de decir si duele ono —e izó a su hija lloriqueante. Luegoliberó a Myeko. Los niños estaban suciosy magullados pero ninguno de ellostenía una sola lastimadura o raspón.La señora Nakamura llevó a los chi-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandIls n’avaient sur eux que leurs petites culottesout into the street. They had nothingde dessous, et bien que la ,journée fût très on but underpants, and although thechaude, dans la crainte plutôt déconcertante day was very hot, she worried ratherqu’ils n’eussent froid, elle retourna parmi les confusedly about their being cold, sodécombres, fouilla dans des monceaux de choses5 she went back into the wreckage andet finit par dénicher un baluchon [petate] de burrowed underneath and found avêtements qu’elle avait préparé en cas de nécessitébundle of clothes she had packed for; elle en habilla les enfants - culottes, an emergency, and she dressed themblouses, chaussures, casques rembourrés de in pants, blouses, shoes, paddedcottoncoton (qu’on appelait bokuzuki) et même, 10 air-raid helmets called bokuzuki, andillogiquement, pardessus. Les petits se taisaient,even, irrationally, overcoats. The chil-sauf la fillette de cinq ans, Myeko, qui dren were silent, except for thene cessait de poser des questions : « Pourquoifive-year-old, Myeko, who kept ask-est-ce qu’il fait déjà nuit ? Pourquoi ing questions: “Why is it night al-est-ce que notre .maison est tombée ? 15 ready? Why did our house fall down?Qu’est-ce qui est arrivé ? » Mme Nakamura, What happened?” Mrs. Nakamura,qui ne savait pas ce qui était arrivé (la fin who did not know what had happenedd’alerte n’avait-elle pas sonné?) regarda (had not the all-clear sounded?),autour d’elle et vit à travers l’obscurité que de looked around and saw through thetoutes les maisons du voisinage, plus une seule 20 darkness that all the houses in hern’était debout. La maison d’à côté - celle que neighborhood had collapsed. Theson propriétaire s’était employé [47] à démolirhouse next door, which its owner hadpour faire place à l’avenue pare-feu -était been tearing down to make way for amaintenant bel et bien jetée bas, si le travail fire lane, was now very thoroughly, ifétait fait sans délicatesse ; et le propriétaire, 25 crudely, torn down; its owner, who hadqui avait entrepris de sacrifier son foyer à la been sacrificing his home for thesécurité de la collectivité, gisait, mort. Mme community’s safety, lay dead. Mrs.Nakamoto, femme du chef de l’Association Nakamoto, wife of the head of the localde Quartier de défense passive, traversa laair-raid-defense Neighborhood As-rue, la tête en sang et raconta que son bébé 30 sociation, came across the street withsouffrait de coupures graves; est-ce que Mme her head all bloody, and said that herNa_ kamura avait de quoi le panser ? Non, baby was badly cut; did Mrs. NakamuraMme Nakamura n’avait rien de la sorte, mais [27] have any bandage? Mrs. Nakamuraelle retourna une fois de plus en rampant dans did not, but she crawled into thesa demeure écroulée, réussit à tirer des décombres35 remains of her house again and pulledun morceau d’étoffe blanche dont out some white cloth that she had beenelle s’était servie dans ses travaux de couture,using in her work as a seamstress,le déchira de façon à en faire des ban-ripped it into strips, and gave it todes qu’elle donna à Mme Nakamoto. <strong>En</strong> cherchantMrs. Nakamoto. While fetching thel’étoffe, elle avait remarqué sa machine 40 cloth, she noticed her sewing machine;à coudre ; elle revint aux ruines, la dégagea she went back in for it and dragged itdu fouillis et la tira dehors. De toute évidence, out. Obviously, she could not carry itelle ne pouvait songer à la charrier avec elle, with her, so she unthinkingly plungedet, sans penser plus avant, elle poussa ce symboleher symbol of livelihood into thede son gagne-pain dans le réceptacle qui, 45 receptacle which for weeks had beendepuis des semaines, était pour elle le symboleher symbol of safety—the cementde toute sécurité : le réservoir d’eau en tank of water in front of her house,ciment que tout propriétaire de maison avait of the type every household had beenreçu l’ordre de construire [48] devant son ordered to construct against a possiblefoyer, en prévision de raids incendiaires. fire 50 raid.sacó a la calle. No tenían nadapuesto, salvo sus interiores, y, aunqueel día era cálido, confusamente se preocupóde que fueran a pasar frío, asíque regresó a los destrozos y hurgó enellos buscando un atado de ropas quehabía empacado para una emergencia,y vistió a los niños con pantalones, camisas,zapatos, cascos de algodón parabombardeos llamados bokuzuki e incluso,absurdamente, con abrigos. Los niñosestaban callados, salvo Myeko, la de cincoaños, que no paraba de hacer preguntas:«¿Por qué se ha hecho de noche tan temprano?¿Por qué se ha caído nuestra casa? ¿Quéha pasado?». La señora Nakamura, que ignorabaqué había pasado (¿acaso no habíasonado la sirena de despeje?), miró a sualrededor y a [29] través de la oscuridadvio que todas las casas de su barriose habían derrumbado. La casa vecina,la que estaba siendo demolida porsu dueño para abrir un carrilcortafuegos, había sido completamentedemolida (si bien de forma algo rudimentaria);el dueño, que había queridosacrificar su hogar por la comunidad, yacíamuerto. La señora Nakamoto, esposadel jefe de la Asociación de Vecinoslocal, cruzó la calle hacia ella con la cabezacubierta de sangre, y dijo que suniño tenía cortes graves; atenía la señoraNakamura algún tipo de vendas? Laseñora Nakamura no tenía vendas,pero volvió a los restos de su casa ysacó de entre los escombros una telablanca que había utilizado en su trabajocomo costurera, la cortó en tirasy se la dio a la señora Nakamoto. Albuscar la tela, vio por casualidad sumáquina de coser; regresó por ella yla arrastró afuera. Pero, como era evidente,no pudo llevarla consigo, así quearrojó el símbolo de su sustento en elrecipiente que durante semanas habíasido el símbolo de su seguridad: un tanquede agua enfrente de su casa, el tipode tanque que se le había ordenadoconstruir a todas las familias en previsiónde un probable ataque aéreo.La señora Hataya, una vecina nerviosa,le propuso a la señora Nakamuraescapar hacia los bosques del parqueAsano, una propiedad junto al río Kyoperteneciente a la familia Asano, losadinerados dueños de la línea de vaporesKisen Kaisha. El parque había sidoseñalado como zona de evacuaciónpara su vecindario. Pero la señoraNakamura había visto un incendio enuna ruina cercana (excepto en el centro,donde la bomba había causado algunosincendios, casi todas las conflagracionesen Hiroshima fueron causadaspor destrozos inflamables que caíansobre estufas y cables eléctricos), y sugirióacudir a apagarlo. La señoraHataya dijo: «No seas tonta. ¿Y si viecosa la calle. Sólo llevaban puestoslos calzones, y aunque el día era muycaluroso, la madre pensó confusamenteque tendrían frío, de modo que volvióa meterse entre las ruinas, revolvióy encontró un atado de ropa preparadode antemano para alguna emergencia;los vistió con pantalones, blusas,zapatos, unos sombreros de algodónacolchado llamados bokuzuki, yhasta abrigos. Los niños estaban ensilencio, salvo Myeko, la menor, queno cesaba de hacer preguntas:—¿Por qué ya es de noche? ¿Por quése cayó nuestra casa? ¿Qué pasó?La señora Nakamura, que no sabía loque había pasado (¿acaso no sonó la sirenade cese de peligro?), miró alrededory vio, por entre la penumbra,que todas las casas de la vecindadhabían caído. La de al lado, cuyodueño había estado derribándola [37]para dar lugar al campo de defensacontra el fuego, estaba ahora destruidadel todo; su dueño, el que sacrificabasu hogar a la seguridad común,estaba muerto. La señora Nakamoto,esposa del presidente de la AsociaciónVecinal local para defensaantiaérea, cruzó la calle con la cabezasangrando, y dijo que su hijito estabagravemente herido; ¿tenía la señoraNakamura algunas vendas? Laseñora Nakamura no las tenía, perovolvió a abrirse paso entre las ruinasde su casa, y sacó un paño blanco quehabía estado usando para su tarea decosturera, lo desgarró en jirones, y se lodio a la señora Nakamoto. Mientras buscabaeste paño vio su máquina de coser; volvióa entrar y la arrastró hasta afuera. Eraobvio que no podría llevarla consigo, demodo que, inconscientemente, sumergió elsímbolo de la economía de su vida en elreceptáculo que durante semanas había sidoel símbolo de su seguridad: el tanque decemento para agua que había enfrente desu casa, que era igual a los que se habíaordenado construir a todo el mundo contraun posible incendio de la ciudad.Une voisine, les nerfs en panique, Mme A nervous neighbor, Mrs. Hataya,Hataya, cria à Mme Nakamura de fuir et de called to Mrs. Nakamura to run awayse réfugier avec elle dans les bois du parc with her to the woods in AsanoAsano, domaine situé non loin de là, au bord 55 Park—an estate, by the Kyo River notde la rivière Kyo, et appartenant à la famille far off, belonging to the wealthydes riches Asano, anciens propriétaires de Asano family, who once owned thela compagnie de navigation Tokyo Kisen Toyo Kisen Kaisha steamship line.Kaisha. On avait assigné ce parc comme The park had been designated as anzone d’évacuation à leur quartier. Voyant le 60 evacuation area for their neighborhood.feu s’allumer parmi des ruines proches (àSeeing fire breaking out in al’exception du centre même, où la bombe nearby ruin (except at the very center,alluma de son propre chef des foyers d’incendie,where the bomb itself ignitedla plupart de l’énorme conflagration some fires, most of Hiroshima’squi dévora Hiroshima fut le résultat de matériaux65 citywide conflagration was caused byinflammables précipités sur des ré-inflammable wreckage falling onchauds, des poêles ou des fils dénudés) Mme cookstoves and live wires), Mrs.Nakamura proposa d’aller le combattre. Nakamura suggested going over toMme Hataya protesta : « Ne faites pas la fight it. Mrs. Hataya said, “Don’t be7016Una vecina nerviosa, la señora Hataya,le dijo a la señora Nakamura que huyesecon ella a los bosques del parque Asano,propiedad no muy alejada junto al río Kyoy perteneciente a la adinerada familiaAsano, en una época dueña de la línea denavegación Toyo Kisen Kaisha. El parquehabía sido designado zona de evacuaciónpara la comunidad. Al ver que en una ruinade las inmediaciones comenzaba unincendio (salvo en el centro, donde la bombamisma provocó algunos incendios, lamayor parte de los siniestros de Hiroshimafue causada por los escombros inflamablesal caer sobre hornillos de cocina o cableseléctricos), la señora Nakamura sugirió ir acombatirlo. La señora Hataya dijo: [38]—No sea tonta. ¿ Y si vienen los avio-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbête! Et si des avions venaient et lâchaient foolish. What if planes come and dropd’autres bombes a » <strong>En</strong> sorte que Mme more bombs?” So Mrs. NakamuraNakamura se mit en route pour le parc Asano started out for Asano Park with heravec ses enfants et Mme Hataya, chargée de children and Mrs. Hataya, and sheson sac de tourisme bourré de vêtements de 5 carried her rucksack of emergencyrechange, d’une couverture, d’un parapluie clothing, a blanket, an umbrella, andet d’une valise d’objets qu’elle avait mise a suitcase of things she had cachedau secret dans l’abri de [49] défense passive in her air-raid shelter. Under many ruins,de sa maison. De plus, d’un monceau de ruines,as they hurried along, they heardtandis que leur groupe se hâtait, les deux 10 [28] muffled screams for help. Thefemmes entendirent monter des appels étouffés.only building they saw standing onLe seul édifice qu’elles virent debout, their way to Asano Park was the Je-en chemin, fut la maison de la mission jésuite,suit mission house, alongside theadjacente au jardin d’enfants catholi-Catholic kindergarten to which Mrs.que, où Mme Nakamura avait envoyé Myeko 15 Nakamura had sent Myeko for a time.quelque temps. <strong>En</strong> passant devant le bâtiment,As they passed it, she saw Fatherelles virent le Père Kleinsorge, en Kleinsorge, in bloody underwear, run-sous-vêtements tachés de sang, sortir en courantning out of the house with a smallde la maison, une mallette à la main. suitcase in his hand.le moyen autres? » prêtres q maison d Cieslik, ? ? ? ? ? 20Immédiatement après l’explosion, alors RIGHT AFTER the explosion,que le Père Wilhelm Kleinsorge S. J., erraitwhile Father Wilhelm Kleinsorge,au hasard, en sous-vêtements, parmi S.J., was wandering around in his un-le potager, le Père supérieur La Salle débouchaderwear in the vegetable garden, Farité.à l’angle de la maison, en pleine obscu-25 ther Superior LaSalle came around theIl avait le corps, et notamment le dos, couvertcorner of the building in the darkness.de sang ; la fulguration de la bombe l’avait His body, especially his back, wasfait se détourner violemment de sa fenêtre et bloody; the flash had made him twistde minuscules éclats de verre, projetés dans away from his window, and tiny piecessa direction, l’avaient profondément coupé. Le 30 of glass had flown at him. FatherPère [50] Kleinsorge, encore tout abasourdi, Kleinsorge, still bewildered, managedtrouva de lui demander : « Où sont les Au to ask, “Where are the rest?” Just then,même moment, les deux ui vivaient avec eux the two other priests living in the missiondans la la mission surgirent, le Père intact,house appeared—Father Cieslik,soutenant le Père Schifier, ce dernier 35 unhurt, supporting Father Schiffer,inondé du sang qui ruisselait d’une coupurewho was covered with blood thatau-dessus de l’oreille gauche, et spurted from a cut above his left eartrès pâle. Le Père Cieslik était assez contentand who was very pale. Father Cieslikde lui : après la lueur de l’explosion, il was rather pleased with himself, foravait plongé dans un renfoncement de porte 40 after the flash he had dived into aqu’il avait toujours tenu pour l’abri le plus doorway, which he had previouslysûr à l’intérieur du bâtiment et, lorsque le reckoned to be the safest place insidesouffle était venu, il avait pu s’en tirer indemne.the building, and when the blast came,Le Père La Salle dit au Père Cieslik he was not injured. Father LaSallede mener le Père Schiffer chez un médecin 45 told Father Cieslik to take Fathersans lui laisser le temps de saigner à blanc Schiffer to a doctor before he bled toet suggéra le docteur Kanda, qui demeurait death, and suggested either Dr.à l’angle de la rue, avec le docteur Fujii, à Kanda, who lived on the next corner,quelque six pâtés de maisons plus loin. Les or Dr. Fujii, about six blocks away.deux hommes, sortant de l’enceinte de la 50 The two men went out of the compoundmission, remontèrent la rue.and up the street.Xnen más aviones y arrojan más bombas?».Así que la señora Nakamura se dirigióal [30] parque con sus hijos y laseñora Hataya, llevando su atado deropa de emergencia, una sábana, unparaguas y una maleta de cosas quehabía escondido en su refugioantiaéreo. Al pasar junto a varias delas ruinas alcanzaron a escuchar gritosahogados de auxilio. El únicoedificio que estaba aún de pie era lacasa de la misión jesuita, que quedabajunto al jardín infantil católicoal cual la señora Nakamura había enviadoa Myeko durante largo tiempo.Al pasar junto al edificio vio al padreKleinsorge salir corriendo, en calzoncilloscubiertos de sangre y con unamaleta pequeña en la mano.Justo después de la explosión,mientras el padre WilhelmKleinsorge, S J., deambulaba por eljardín en ropa interior, el padre superiorLa Salle apareció desde una esquina deledificio a oscuras. Su cuerpo, y en particularsu espalda, sangraban; el resplandorlo había hecho darse la vuelta, y trozosde cristal de su ventana salieron disparadossobre él. El padre Kleinsorge, todavíaperplejo, alcanzó a preguntar:«¿Dónde están todos?». <strong>En</strong>tonces aparecieronlos otros dos sacerdotes que vivíanen la misión —el padre Cieslik, ileso,sostenía al padre Schiffer, muy pálidoy cubierto por la sangre que manabade un corte en su oreja izquierda—. Elpadre Cieslik estaba bastante orgullosode sí mismo: después del resplandor sehabía protegido bajo el marco de unapuerta —el lugar que, según había pensadopreviamente, sería el más seguro deledificio—, y la explosión no le causó heridas.El padre La Salle le dijo al padreCieslik que llevara al padre Schiffer a undoctor antes de que muriera desangrado,y sugirió dos posibilidades: el doctorKanda, que vivía en la esquina, o el doctorFujii, a seis calles de allí. Los doshombres salieron del complejo y caminaroncalle arriba. [31]nes y arrojan más bombas?De modo que la señora Nakamura emprendiócamino hacia el parque Asano consus hijos y la señora Hataya, llevando suatado de ropa para emergencias, una frazada,un paraguas, y una maleta con cosasque había escondido en su refugioantiaéreo. A medida que avanzaban, oyerongritos ahogados —en demanda de auxiliobajo las ruinas. El único edificio quevieron en pie mientras caminaban hacia elparque Asano, fue la Misión jesuita, al ladodel jardín de infantes católico—al que laseñora Nakamura había enviado a Myekopor algún tiempo. Mientras pasaban por elfrente, vio al padre Kleinsorge, con la ropainterior manchada de sangre, que corríafuera de la casa llevando en la mano unapequeña maleta.Inmediatamente después de la explosión,mientras el padre WilhelmKleinsorge, C. J., vagaba en calzoncillospor la huerta, el padre superior LaSalledobló la esquina del edificio en la oscuridad.El cuerpo, en especial la espalda, lesangraba; el relámpago lo había hecho alejarsede la ventana y fragmentos de vidriolo acribillaron. El padre Kleinsorge, aúnafligido, alcanzó a preguntar:—¿Dónde están los demás?<strong>En</strong> ese instante, aparecieron los otrosdos sacerdotes que vivían en la misión: elpadre Cieslik, ileso, sostenía al padreSchiffer, quien bañado por la sangre quele brotaba de un tajo encima de la orejaizquierda, aparecía muy pálido. El padreCieslik estaba más bien complacido consigomismo, porque después del relámpagose plantó en el umbral de una puerta,que, como lo había comprobado previamente,era el lugar más seguro del edificio,y cuando llegó la explosión resultósin una herida. El padre LaSalle le dijo alpadre Cieslik [39] que llevase al padreSchiffer a un médico antes de que murieradesangrado, y sugirió los nombres deldoctor Kanda, que vivía en la otra esquina,y del doctor Fujii, a unas seis cuadrasde distancia. Los dos hombres salieron dela Misión y comenzaron a caminar.La fille de M. Hoshijima, le catéchistede la mission, vint en courant trouver le PèreKleinsorge pour lui dire que sa mère et sa 55sueur étaient ensevelies sous les ruines deleur maison, derrière l’enceinte de la mission;en même temps, le prêtre [51] s’aperçutque la demeure de l’institutrice du jardind’enfants catholique, au pied de l’enceinte,s’était effondrée sur sa locataire.60Tandis que le Père La Salle et Mme Murata,la femme de charge de la mission, s’employaientà dégager l’institutrice, le PèreKleinsorge se rendit sur les ruines de la maisondu catéchiste et entreprit de soulever et65de déblayer les premiers décombres. Pas unson ne montait de l’amas ; il avait la certitudeque les Hoshijima, mère et fille, avaient70The daughter of Mr. Hoshijima, themission catechist, [29] ran up to FatherKleinsorge and said that hermother and sister were buried underthe ruins of their house, which was atthe back of the Jesuit compound, andat the same time the priests noticedthat the house of theCatholic-kindergarten teacher at thefront of the compound had collapsedon her. While Father LaSalle and Mrs.Murata, the mission housekeeper, dugthe teacher out, Father Kleinsorgewent to the catechist’s fallen houseand began lifting things off the top ofthe pile. There was not a sound underneath;he was sure the Hoshijima17La hija del señor Hoshijima, catequistade la misión, corrió a buscar alpadre Kleinsorge y le dijo que su madrey su hermana estaban enterradas bajo lasruinas de su casa, detrás del complejojesuita, y al mismo tiempo los sacerdotesse percataron de que la casa de laprofesora del jardín infantil, al frente delcomplejo, le había caído encima a supropietaria. Mientras el padre La Salley la señora Murata, el ama de llaves dela misión, sacaban a la profesora de entrelos escombros, el padre Kleinsorgese dirigió a la casa del catequista y empezóa quitar cosas de la parte superiorde la pila. No salía sonido alguno dedebajo; estaba seguro de que lasLa hija del señor Hoshijima, catequistade la Misión, corrió hacia el padreKleinsorge y le dijo que su madre y su hermanaestaban enterradas bajo las ruinasde su casa, situada en los fondos del terrenode la misión. Al mismo tiempo, los sacerdotesnotaron que la casa de la maestradel jardín de infantes católico situada al frentedel terreno de la Misión, se había derrumbadosobre ella. Mientras el padre LaSalley la señora Murata, el ama de llaves, liberabana la maestra, el padre Kleinsorge fuea la casa derruida del catequista y comenzóa sacar los escombros, que formabanuna inmensa pila. No se oía unsolo sonido debajo: estaba seguro deque las mujeres de la familia


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandété tuées. <strong>En</strong>fin, sous ce qui avait été l’un women had been killed. At last, underdes coins de la cuisine, il aperçut la tête dewhat had been a corner of theMme Hoshijima. La croyant morte, il se mit kitchen, he saw Mrs. Hoshijima’sà la haler par les cheveux ; sur quoi elle hurla head. Believing her dead, he began tosoudain : « Itai ! Itai ! Vous me faites mal ! 5 haul her out by the hair, but suddenlyVous me faites mal 1 » Il poursuivit le déblaiementshe screamed, “Itai! Itai! It hurts! Itet la tira des décombres. Il parvint hurts!” He dug some more and liftedégalement à retrouver la fille au milieu de la her out. He managed, too, to find herblocaille et à la dégager. Aucune des deux daughter in the rubble and free her.femmes n’était sérieusement, blessée. 10 Neither was badly hurt.Hoshijima estaban muertas. Por fin, bajolo que había sido una parte de la cocina,vio la cabeza de la señora Hoshijima.Empezó a tirarla de los cabellos, convencidode que estaba muerta, pero derepente ella gritó: «Itai! Itai! ¡Duele!¡Duele!». Escarbó un poco más y logrósacarla. También logró encontrar a suhija entre los escombros y la liberó. Ningunade las dos tenía heridas graves.Hoshijima estaban muertas. Finalmente,bajo lo que había sido un rincón de la cocina,vio la cabeza de la señora Horoshima.Creyéndola muerta, comenzó a tirar de ella porel pelo, pero repentinamente la mujer gritó:—Itai! Itai! «¡Me duele! ¡Me duele!»Excavó un poco más y la sacó. Tambiénse las arregló para encontrar a lahija entre los escombros y liberarla. Ningunaestaba gravemente herida.Un établissement de bains publics, adjacentA public bath next door to the mis-à la mission, avait pris feu, mais le vent, sion house had caught fire, but sinceen cet endroit, soufflait du sud et les prêtres there the wind was southerly, thepensèrent que leur maison serait épargnée. 15 priests thought their house would beNéanmoins, par mesure de précaution, le spared. Nevertheless, as a precaution,Père Kleinsorge rentra, pour [52] aller chercherFather Kleinsorge went inside to fetchcertains objets qu’il tenait à mettre à some things he wanted to save. Hel’abri. I1 trouva sa chambre dans un désordrefound his room in a state of weird andétrange et incohérent. Une musette de 20 illogical confusion. A first-aid kit waspansements et de premiers secours pendait, hanging undisturbed on a hook on theintacte, à un crochet dans le mur; mais ses wall, but his clothes, which had beenvêtements, qu’il avait laissés pendus à on other hooks nearby, were nowhered’autres crochets, non loin de là, s’étaient to be seen. His desk was in splintersvolatilisés. Son bureau avait volé en éclats 25 all over the room, but a merepar toute la pièce, alors qu’une simple mallettepapier-mâché suitcase, which he haden cartonpâte, qu’il avait cachée sous le hidden under the desk, stoodbureau, était debout, la poignée n’attendant handle-side up, without a scratch onque sa main, sans une trace d’égratignure, it, in the doorway of the room, wherebien en évidence près de la porte. Le Père 30 he could not miss it. Father KleinsorgeKleinsorge devait, plus tard, considérer ce fait later [30] came to regard this as a bitcomme l’indice d’une intervention providentielle,of Providential interference, inasmuchd’autant que la mallette renfermait son as the suitcase contained his breviary,bréviaire, les livres de compte de tout le diocèsethe account books for the whole dio-et une somme considérable de 35 cese, and a considerable amount ofpapier-monnaie appartenant à la communauté paper money belonging to the mission,et dont il avait la responsabilité. Il sortit en for which he was responsible. He rancourant de la maison et alla déposer la malletteout of the house and deposited the suit-dans l’abri de la mission.case in the mission air-raidshelter.40A la même heure environ, le Père At about this time, Father CieslikCieslik et le Père Schiffer, qui perdait toujoursand Father Schiffer, who was stillle sang en abondance, revenaient, di-spurting blood, came back and saidsant que la maison du docteur Kanda n’était that Dr. Kanda’s house was ruinedplus que ruines et que le feu les empêchait 45 and that fire blocked them from gettingde [53] sortir de ce qu’ils croyaient être unout of what they supposed to bepérimètre de destructions locales, et de the local circle of destruction to Dr.pousser jusqu’à la clinique privée du docteurFujii’s private hospital, on the bankFujii, sur la rive de la Kyo.of the KyoRiver.50Il n’y avait plus de clinique du docteur DR. Masakazu Fujii’s hospitalMasakazu Fujii, sur la rive de la Kyo ; il fallait la was no longer on the bank of thechercher dans la rivière même. Après avoir chaviréKyo River; it was in the river. Af-avec son établissement, le docteur Fujii ter the overturn, Dr. Fujii was sos’était retrouvé si hébété et étroitement coincé 55 stupefied and so tightly squeezed bypar l’étau des poutres sur sa poitrine, qu’il lui fut the beams gripping his chest that hed’abord impossible de remuer et qu’il resta suspenduwas unable to move at first, and hesans broncher, une vingtaine de minutes, hung there about twenty minutes in thedans le matin-voilé de crêpe. Puis une pensée lui darkened morning. Then a thoughtvint que bientôt la marée remonterait les bras de 60 which came to him—that soon the tidel’estuaire et lui recouvrirait la tête, pensée qui would be running in through the estuariesl’incita à déployer une activité panique ; il gigota,and his head would be sub-se tourna et retourna, usant de toute la force merged—inspired him to fearful activity;dont il pouvait disposer (bien que son bras gauche,he wriggled and turned and exertedà cause de la douleur qu’il ressentait dans 65 what strength he could (though his leftl’épaule du même côté, ne lui fût d’aucun secours)arm, because of the pain in his shoul-et il parvint au bout de peu de temps à se der, was useless), and before long hedégager de l’étau. Il souffla [54] quelques instants,had freed himself from the vise. Afterpuis, escaladant l’amas de planches et de a few moments’ rest, he climbedonto7018Junto a la misión, un baño público sehabía incendiado; pero, puesto que allí elviento soplaba del sur, los sacerdotes confiaronen que la casa se salvaría. Comomedida de precaución, sin embargo, el padreKleinsorge entró a buscar algunas cosasque quería rescatar. Su habitación estaba enun estado de extraña, ilógica confusión. Unbotiquín de primeros auxilios colgaba de ungancho en la pared, tal cual había estadosiempre; pero sus ropas, que colgaban deotros ganchos cercanos, habían desaparecido.Su escritorio estaba roto en pedazos ydesparramado por la habitación, pero unasimple maleta de papier-mâché que habíaescondido bajo el escritorio estaba al ladode la puerta, donde no hubiera podido noverla, con la manija hacia arriba y sin unrasguño. Después, el padre Kleinsorge empezóa considerar estos hechos como unaespecie de interferencia divina, en cuantoa que la [32] maleta contenía su breviario,los libros de contabilidad de la diócesisentera y una considerable cantidad de dineroen efectivo perteneciente a la misióny del cual él era responsable. Salió corriendode la casa y depositó la maleta en el refugioantiaéreo de la misión.Más o menos al mismo tiempo, el padreCieslik y el padre Schiffer —de cuyaherida todavía salía sangre a borbotones—regresaron diciendo que la casa del doctorKanda estaba en ruinas y que el fuegoles había impedido salir de lo que parecíaser el círculo local de destrucción para llegaral hospital privado del doctor Fujii,sobre la orilla del río Kyo.El hospital del doctor MasakazuFujii ya no estaba sobre la orilla delrío Kyo; estaba dentro del río. Trasla caída, el doctor Fujii quedó tanestupefacto y aprisionado tan firmementeentre las vigas que tenía sobreel pecho que al principio fue incapazde moverse, y durante veinte minutosse quedó allí, en medio de la mañanaoscurecida. <strong>En</strong>tonces algo se le ocurrió—que muy pronto la corriente entraríapor los estuarios y su cabeza quedaríasumergida—, y esto lo llenó de energíatemerosa; se volteó, retorció y ejerciótanta fuerza como pudo (aunque su brazoizquierdo, debido al dolor en el hombro,no le servía de nada), y poco despuésya se había liberado de la tenaza.Tras un rato de descanso escaló la pilaUn baño público al lado de la Misiónhabía comenzado a arder, pero como elviento soplaba del sur, los sacerdotes pensaronque su casa no se vería afectada. Noobstante, como precaución, el padreKleinsorge entró para recoger algunas cosasque quería salvar. <strong>En</strong>contró su cuartoen un estado de horrible y tremenda confusión.Un botiquín de . .primeros auxilioscolgaba intacto de un gancho en pared, perosus ropas, que antes colgaban de [40] otrosganchos cercanos, no se veían por ningunaparte. Su escritorio, hecho astillas, estabadíseminado por todo el cuarto, pero unasimple maleta de papel-maché, que habíaescondido debajo del mismo escritorio, semantenía derecha, con la manija hacia arriba,sin el más leve deterioro, en el umbralde la habitación, donde no podía él dejarde verla. El padre Kleinsorge pensó mástarde que en esto había intervenido la Providencia,puesto que la maleta contenía subreviario, el libro de cuentas de toda la diócesis,y una cantidad considerable de papelmoneda perteneciente a la Misión, de todolo cual él era responsable. Corrió fuera dela casa y depositó la maleta en el refugioantiaéreo de la Misión.Casi en el mismo momento, el padreCieslik y el padre Schiffer, que todavíasangraba, volvieron y dijeronque la casa del doctor Kanda estabadestruida y que el fuego les impedíapasar desde lo que ellos creían el árealocal de destrucción, hasta el hospitalprivado del doctor Fujii, sobre la margendel río Kyo.El hospital del doctor MasakazuFujii ya no estaba sobre la margen delrío Kyo; estaba en el río mismo. Despuésdel revolcón, el doctor Fujii quedótan estupefacto y tan tremendamenteoprimido por las vigas que le atrapabanel tórax, que al principio nopudo moverse y permaneció allí comoveinte minutos en la mañana oscurecida.<strong>En</strong>tonces, un pensamiento lo asaltó— que pronto la marea entraría por losestuarios y le taparía la cabeza — y leinspiró una temeraria actividad; onduló,dio vueltas y ejercitó toda la fuerzade que era capaz (aunque el brazo izquierdo,a causa del dolor en el hombro,estaba inútil), y antes de mucho se habíalibrado de su prisión. Después deunos momentos de descanso, trepó por la pila


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandpoutres et découvrant un madrier jeté comme unpont jusqu’à la rive, le gravit péniblement à califourchonet parvint à la terre ferme.the pile of timbers and, finding a longone that slanted up to the riverbank,he painfully shinnied up it.de maderos y, al encontrar uno que seinclinaba hacia la orilla, trepó, adolorido,sobre él.de maderas y, encontrando [41] una bien largaque se inclinaba hacia la margen del río,se encaramó sobre ella dolorosamente.L’eau ruisselait de ses sous-vêtements ; 5il était sale. Son gilet de dessous était déchiréet dégouttait de sang, il avait de fortesentailles au menton et dans le dos. Dans cedésarroi, il alla jusqu’au pont de Kyo, à côtéduquel s’élevait naguère sa clinique. Le pont 10était toujours debout. Le docteur Fujii, sansses lunettes, ne voyait qu’un monde vagueet confus; mais il voyait pourtant assez clairpour se sentir pris de stupeur, au spectacledes maisons écroulées à l’entour. Sur le pont, 15il fit la rencontre d’un ami, un docteur, dunom de Machii, à qui il demanda, dans sonétonnement : «Qu’est-ce qui a pu faire cela,selon vous ? >Dr. Fujii, who was in his underwear,was now soaking [31] and dirty.His undershirt was torn, and blood randown it from bad cuts on his chin andback. In this disarray, he walked outonto Kyo Bridge, beside which hishospital had stood. The bridge had notcollapsed. He could see only fuzzilywithout his glasses, but he could seeenough to be amazed at the number ofhouses that were down all around. Onthe bridge, he encountered a friend, adoctor named Machii, and asked in bewilderment,“What do you think itwas?”20« Probablement un Molotoffano Dr. Machii said, “It must havehanakago, une corbeille de fleurs Molotov»,been a Molotoffano hanakago”—anom délicatement donné par les Molotov flower basket, the delicateJaponais à la « corbeille à pain » ou Japanese name for the “bread basket,”or self-scattering cluster ofgrappe de bombes qui s’éparpillent 25d’elles-mêmes.bombs.El doctor Fujii estaba en ropa interior,y ahora se encontraba sucio y empapado.Su camiseta interior estaba rota, y habíasangre resbalando desde heridas graves enel mentón y en la espalda. Confundido,salió al puente Kyo, junto al cual habíaestado su hospital. El puente no se habíacaído. Sin sus lentes, el doctor [33] lograbaver poco más que borrones, pero veíalo suficiente como para sorprenderse dela cantidad de casas caídas que había alrededor.Sobre el puente se encontró conun amigo, un doctor llamado Machii, y lepreguntó desconcertado: «¿Qué crees quefue?».El doctor Machii dijo: «Debió deser un Molotoffano hanakago», unacanasta de flores Molotov, delicadonombre japonés para la «canastade pan» o bomba de dispersión automática.El doctor Fujii estaba en paños menores,empapado y sucio. La camiseta estabadestrozada y manchada por la sangreque corría de los tajos del mentón y la espalda.<strong>En</strong> este estado, atravesó el puenteKyo, al lado del cual antes se levantaba suhospital. El puente no se había destruido.La vista del doctor era muy defectuosa sinlos anteojos, pero lo bastante clara comopara sentirse horrorizado ante el númerode casas derrumbadas en las inmediaciones.<strong>En</strong> el puente se encontró con un amigo,un médico llamado Machii, y le preguntó,lleno de aflicción—¿Qué cree usted que fue?El doctor Machii dijo:—Debe de haber sido un Molotoffanohanakago — en alusión al «coctel Molotov», obombas incendiarias, que los japonesesllaman delicadamente «canastilla de floresMolotov».Le docteur Fujii n’avait commencé par discernerque deux foyers d’incendie l’un surAt first, Dr. Fujii could see onlytwo fires, one across the river fromhis hospital site and one quite far tothe south. But at the same time, heand his friend observed somethingthat puzzled them, and which, as doctors,they discussed: although therel’autre rive, en face de l’endroit [55] où se dressaitnaguère sa clinique, l’autre, loin en direction30du sud. Mais dans le même temps, son ami et luiremarquèrent quelque chose qui les intriguaégalement et que, en tant que docteurs, ils semirent à discuter : bien qu’il n’y eût encore que 35très peu d’incendies, les blessés se pressaient surle pont en un défilé interminable de souffranceset nombre d’entre eux montraient de terriblesbrûlures à la face et aux bras. « A quoi celatient-il, d’après vous ? » demanda le docteur 40Fujii. Le simple fait d’émettre une théorieétait d’un certain réconfort en un tel jour etle docteur Machii s’en tint à la sienne. uPeut-être est-ce dû, précisément, à la corbeillede fleurs Molotov », dit-il.45 basket,” he said.were as yet very few fires, woundedpeople were hurrying across the bridgein an endless parade of misery, andmany of them exhibited terribleburns on their faces and arms.“Why do you suppose it is?” Dr.Fujii asked. Even a theory wascomforting that day, and Dr.Machii stuck to his. “Perhapsbecause it was a Molotov flowerAl principio el doctor Fujii podía verdos incendios, uno cruzando el río desdeel terreno de su hospital y el otrobastante lejos hacia el sur. Pero al mismotiempo, el doctor y su amigo observaronalgo que los dejó perplejos yque, en tanto que médicos, discutieron:aunque todavía hubiera pocos incendios,gente herida atravesaba el puenteen un interminable desfile de miseria,y muchos de ellos presentaban quemadurasterribles en la cara y en las manos.«¿A qué crees que se deba?», preguntóel doctor Fujii. Incluso una hipótesisera suficiente ese día para reconfortarlos,y el doctor Machii se apegóa ello. «Quizá fue una canastaMolotov», dijo.Al principio, el doctor Fujii vio solamentedos incendios: uno al otro ladodel lugar en que se encontraba su hospital,y el otro hacia el sur, bastantantelejos. Pero al mismo tiempo, él y suamigo observaron algo que los intrigó yque, como médicos, discutieron: aunqueaún se veían muy pocos incendios, a travésdel puente corría la gente herida enun interminable desfile de miseria, ymuchos de ellos exhibían horribles quemadurasen la cara y en los brazos.—¿Qué supone usted que es eso? —preguntóel doctor Fujii. Aun una teoría resultabaconfortante en un día como aquél, y eldoctor Machii permaneció fiel a la suya:—Quizá fue provocado por la canastillade flores Molotov —contestó.La matinée avait débuté sans un souffle d’air,à l’heure où le docteur Fujii avait accompagnéson ami jusqu’à la gare du chemin de fer ; mais àprésent, des vents vifs et légers souillaient dans 50toutes les directions ; sur le pont, c’était un ventd’est. De nouveaux foyers d’incendie se déclaraient,les flammes bondissaient et s’étendaientrapidement ; en très peu de temps, de terribles etviolentes bouffées d’air brûlant et des averses torrentiellesde cendres interdirent de rester sur le55pont. [56] Le docteur Machii rejoignit en courantle bord le plus lointain de la rivière et là s’engageadans une rue encore épargnée par les flammes.Quant au docteur Fujii, il entra dans l’eau 60et vint s’abriter sous le pont où une vingtainede personnes avaient déjà cherché refuge, entreautres ses domestiques, qui avaient pu se tirerdes décombres. De là, le docteur Fujii aperçutune de ses infirmières, pendue par les jambesparmi l’enchevêtrement des poutres de la65clinique, puis une autre, douloureusementclouée parmi les ruines par un madrier qui luiécrasait la poitrine. Il fit appel à l’aide de70There had been no breeze earlierin the morning when Dr. Fujii hadwalked to the railway station to seehis friend off, but now brisk windswere blowing every which way; hereon the bridge the wind was easterly.New fires were leaping up, and theyspread quickly, [32] and in a veryshort time terrible blasts of hot airand showers of cinders made it impossibleto stand on the bridge anymore. Dr. Machii ran to the far sideof the river and along a stillunkindled street. Dr. Fujii went downinto the water under the bridge,where a score of people had alreadytaken refuge, among them his servants,who had extricated themselvesfrom the wreckage. <strong>Fr</strong>om there, Dr.Fujii saw a nurse hanging in the timbersof his hospital by her legs, andthen another painfully pinned acrossthe breast. He enlisted the help of19No había soplado la brisa esa madrugada(cuando el doctor Fujii habíallegado a la estación a despedir a suamigo) pero ahora soplaban vientos rápidosen todas las direcciones; aquí,en el puente, el viento soplaba del este.Brotaban nuevos fuegos y se propagabancon velocidad, y en poco tiemporáfagas terribles de aire caliente ylluvias de ceniza hicieron que permanecersobre el puente fuera imposible.El doctor Machii corrió hacia el ladoopuesto del río y por una calle que aúnno se había encendido. El doctor Fujiidescendió al río y se refugió en el aguabajo el puente, donde una veintena depersonas —entre ellas sus sirvientes,que habían escapado de los destrozos—ya se habían refugiado. Desdeallí, el doctor Fujii vio a una enfermeracolgando por las piernas de los maderosde su hospital, y otrainmovilizada [34]dolorosamente por<strong>En</strong> la mañana temprano no corría brisaalguna [42] cuando el doctor Fujiifue a la estación a despedir a su amigo,pero ahora soplaban por todos ladosviolentas ráfagas de viento; en ese momento,en el puente provenían del este.Nuevos focos de incendio estallaban yse extendían con rapidez; en pocotiempo, terribles bocanadas de airecaliente y lluvias de ceniza impidieroncontinuar en el puente. El doctorMachii corrió hacia el extremo del ríoy luego se internó por una calle todavíano incendiada. El doctor Fujii volvióa sumergirse en el agua bajo elpuente, donde una veintena de personashabíase ya refugiado, entre ellassus sirvientes, que lograron salir de losescombros. Desde allí, el doctor Fujiivio a una de sus enfermeras colgandode las piernas en el maderamen delhospital, y a otra dolorosamente atrapadapor el pecho. Con la ayuda de al-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandquelques-unes des personnes qui étaient avec lui some of the others under the bridgesous le pont, et ensemble, ils dégagèrent les deux and freed both of them. He thoughtfemmes. Il crut un instant entendre la voix de he heard the voice of his niece for asa nièce, mais ne réussit pas à la retrouver ; il moment, but he could not find her;ne devait jamais la revoir. Quatre de ses infirmières5 he never saw her again. Four of hiset les deux patients de la clinique furent nurses and the two patients in theégalement tués. Le docteur Fujii retourna sous hospital died, too. Dr. Fujii wentle pont, dans l’eau de la rivière, pour attendre back into the water of the river andque le feu se retirât. [57]waited for the fire to subside.10Le sort qui fut réservé aux docteurs Fujii, THE LOT Of Drs. Fuji,, Kanda, andKanda et Machii, aussitôt après l’explosion - et ce Machii right after the explosion—and,ne sont là que trois exemples typiques de ce qui as these three were typical, that of thearriva à la majorité des médecins et chirurgiens majority of the physicians and surgeonsof Hiroshima—with their officesde Hiroshima - le fait que leurs bureaux de consultation,15leurs cliniques, furent détruits, leur ma-and hospitals destroyed, their equip-tériel médical dispersé, leur personne physique ment scattered, their own bodies incapacitatedmême frappée d’incapacité à divers degrés, expliquein varying degrees, explainedpourquoi tant d’habitants de la ville errèrent why so many citizens who were hurtsans que l’on prît soin de leurs blessures et pourquoi20 went untended and why so many whotant d’êtres qui auraient pu survivre périrent. might have lived died. Of a hundredSur les cent cinquante médecins que comptait and fifty doctors in the city, sixty-five.la cité, soixantecinq étaient déjà morts et presquewere already dead and most of the resttous les autres blessés. Sur mille sept cent were wounded. Of 1,780 nurses, 1,654quatre-vingts infirmières, mille six cent 25 were dead or too badly hurt to work.cinquante-quatre étaient mortes ou trop durementIn the biggest hospital, that of the Redtouchées pour s’employer activement. Au Cross, only six doctors out of thirtyplus grand hôpital de la ville, celui de la were able to function, and only tenCroix-rouge, six docteurs seulement, sur nurses out of more than two [33] hundred.The sole uninjured doctor on thetrente, pouvaient assumer leur fonction et dix 30infirmières, sur plus de deux cents. Le seul Red Cross Hospital staff was Dr.docteur qui n’eût rien, dans ce même hôpital, Sasaki. After the explosion, he hurriedétait le docteur Sasaki. Après l’explosion, to a storeroom to fetch bandages. Thiscelui-ci courut à l’une des réserves chercher room, like everything he had seen asdes pansements. [58] Cette pièce, comme tout 35 he ran through the hospital, wasce qu’il avait vu dans sa course à travers l’hôpital,chaotic-bottles of medicines thrownoffrait un invraisemblable désordre fio-off shelves and broken, salves spat-les jetées bas des étagères et brisées, onguents tered on the walls, instruments strewnécrasés comme des crachats sur les murs, instrumentseverywhere. He grabbed up some banmentsépars. Il se saisit de quelques panse-40 dages and an unbroken bottle ofet d’une fiole intacte de mercurochrome, Mercurochrome, hurried back to therevint en courant au bureau du chirurgien chef chief surgeon, and bandaged his cuts.et banda les coupures de ce dernier. Puis il Then he went out into the corridor andsortit dans le corridor et entreprit de rafistoler began patching up the wounded patientsand the doctors and nurses there.tant bien que mal les malades, médecins et infirmières45blessés, qui se trouvaient là. Il se sen-He blundered so without his glassestait si gauche sans ses lunettes, qu’il s’empara that he took a pair off the face of ad’une paire que portait une infirmière blessée, wounded nurse, and although theyet bien qu’elle ne corrigeât que très approximativementonly approximately compensated forles erreurs de sa vue, c’était là 50 the errors of his vision, they were bet-mieux que rien. (Il lui fallut s’en contenter ter than nothing. (He was to dependdurant plus d’un mois.)on them for more than a month.)un madero que había sobre su pecho.Reclutó a varios ayudantes y liberó aambas. Por un momento creyó escucharla voz de su sobrina, pero no pudoencontrarla; nunca volvió a verla. Cuatrode sus enfermeras y dos de sus pacientestambién murieron. El doctorregresó al agua y esperó a que el fuegocediera.La suerte que corrieron los doctoresFujii, Kanda y Machii —y, puesto quesus casos son típicos, la que corrió lamayoría de los médicos y cirujanos deHiroshima—, con sus oficinas y hospitalesdestruidos, sus equipos dispersos,sus cuerpos incapacitados en grados diversos,explicó las razones de que despuésde la explosión se haya dejado deatender a tantos heridos que hubiesenpodido sobrevivir, pero murieron. Deciento cincuenta doctores en la ciudad,sesenta y cinco murieron, y los demásestaban heridos. De 1.78o enfermeras,1.654 murieron o estaban demasiadoheridas para trabajar. <strong>En</strong> el hospital másgrande, el de la Cruz Roja, sólo seisdoctores de treinta eran capaces de trabajar,lo mismo que sólo diez enfermerasentre más de doscientas. El únicomédico ileso del personal de la CruzRoja era el doctor Sasaki. Tras la explosión,se apresuró a la despensa parabuscar vendajes. Como todas las quehabía visto mientras corría por el hospital,esta habitación estaba en totalcaos: botellas de medicina despedidasdesde las estanterías y rotas, ungüentossalpicados sobre las paredes, instrumentosdesparramados por todas partes. Cogióvarios vendajes y una botella demercurocromo que no estaba rota, volvióa la sala de cirugía y vendó sus heridas.<strong>En</strong>tonces salió al corredor y comenzóa parchar a los pacientes heridos, alas enfermeras y a los doctores. Pero cometíatantos errores que tomó un par delentes de la cara de una enfermera herida,y, aunque sólo [35] compensabanparcialmente los defectos de su visión,eran mejor que nada. (Habría de dependerde ellos durante más de un mes.)El doctor Sasaki trabajaba sin método,atendiendo primero a aquellos quetuviera más cerca, y pronto notó que elcorredor parecía llenarse más y más.Mezcladas con las excoriaciones y laslaceraciones que la mayoría de pacienteshabía sufrido, el doctor empezó a encontrarquemaduras espantosas. Se percatóentonces de que empezaban a llegardel exterior avalanchas de víctimas. Erantantas que el doctor comenzó a postergara los heridos más leves; decidió que loúnico que podía hacer era evitar que lagente muriera desangrada. Poco despuéshabía pacientes acuclillados sobre el suelode la sala, en los laboratorios y en togunasde las personas que estaban bajoel puente las liberó a las dos. Creyóoír la voz de su sobrina por un momento,pero no pudo encontrarla; nuncamás la volvió a ver. Cuatro de las enfermerasy los dos pacientes del hospitalmurieron también. El doctor Fujiivolvió al agua, y esperó a que el incendiose extinguiese.La suerte de los doctores Fujii, Kanday Machii, inmediatamente después de laexplosión — y, como estos tres, la mayoríade los médicos y cirujanas deHiroshima—, con sus consultorios y hospitalesdestruidos, sus equipos dispersos,sus propios cuerpos incapacitados en gradosdiferentes, explicaron por qué tantosciudadanos heridos quedaron sin asistencia,y por qué murieron tantos que debíanhaber vivido. De los ciento cincuenta médicosde la ciudad, sesenta y cinco ya habíanmuerto, y la mayor parte de los restantesestaban heridos. De 1.780 enfermeras,1.654 estaban muertas o demasiadogravemente heridas como para poder trabajar.<strong>En</strong> el hospital más grande, el de la[43] Cruz Roja, sólo seis médicos de lostreinta estaban en condiciones de trabajar,y sólo diez enfermeras, de más de doscientas.El único médico ileso del personaldel Hospital de la Cruz Roja fue el doctorSasaki. Después de la explosión, corrióhacia el cuarto de suministros a buscarvendas. Este cuarto, como todo lo quehabía visto al recorrer el hospital, era algocaótico: los frascos de medicamentos cayeronde los estantes y se rompieron; losungüentos ensuciaron las paredes; los instrumentosse diseminaron por todas partes.Tomó algunas vendas y una botellaintacta de mercurocromo, corrió hacia elcirujano jefe y le vendó las heridas. Luegosalió al corredor y comenzó a atendera los pacientes heridos y a los médicos yenfermeras que se encontraban ahí. Vacilabatanto sin sus anteojos, que le quitólos suyos a una enfermera herida, y aunquecompensaban sólo aproximadamentelos defectos de su visión, eran mejor quenada. (Iba a depender de ellos durante másde un mes.)Le docteur Sasaki travaillait sans méthode, Dr. Sasaki worked without method,se bornant à prendre tout d’abord les personnes55 taking those who were nearest himles plus proches. Bientôt, il remarqua que first, and he noticed soon that the cor-le corridor semblait s’emplir d’une foule sans ridor seemed to be getting more andcesse croissante. Se mêlant aux abrasions et more crowded. Mixed in with the abrasionsdéchirures de tissus dont souffraient la plupartand lacerations which mostdes gens, à l’intérieur de l’hôpital, d’horribles 60 people in the hospital had suffered, hebrûlures commençaient à se montrer. Il se renditbegan to find dreadful burns. He real-compte [59] alors que les blessés affluaient ized then that casualties were pouringde l’extérieur. Il y en avait tant, qu’il commençain from outdoors. There were so manyà ne plus s’occuper des plaies sans gra-that he began to pass up the lightlyvité ; il décida que tout ce qu’il pouvait faire, 65 wounded; he decided that all he couldc’était d’empêcher les gens de saigner à blanc. hope to do was to stop people fromAvant qu’il fût longtemps, la foule des patients bleeding to death. Before long, patientss’allongea ; il y en eut partout, gisants ou accroupislay and crouched on the floors: sur les planchers des salles de mala- of the wards and the laboratories and7020El doctor Sasaki trabajó sin método,atendiendo primero a los que estaban máscerca, y pronto se dio cuenta de que elcorredor parecía estar cada vez más concurrido.Mezcladas con las abrasiones ylaceraciones sufridas por la mayor partede la gente en el hospital, comenzó a encontrarhorribles quemaduras. Notó quellegaban víctimas de fuera del hospital.Había tantas que comenzó a pasar por altoa los apenas lastimados; decidió que todolo que podía hacer era impedir que lagente muriera desangrada. Antes de mucho,los pacientes yacían acostados oacuclillados en el suelo de las guardias,en los laboratorios y en todas las otras


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandEl padre Kleinsorge curó lo mejorque pudo la herida del padre Schiffercon unas vendas que el doctor Fujiiles había dado a los sacerdotes algudes,dans les laboratoires et les autres pièces,les corridors, sur les marches d’escalier, dansle hall d’entrée, sous la porte cochère, sur lapierre du perron, dans la grande allée et dansla cour, sur les trottoirs des rues tout à l’entour; à n’en plus finir. Les blessés soutenaient5les mutilés et les éclopés ; des familles, défigurées,formaient un seul bloc d’êtres agrippés.Beaucoup vomissaient. Un nombre formidabled’élèves des écoles de filles - de celles 10que l’on avait fait sortir des salles de classepour les employer dans les rues à déblayer lesavenues parefeu - se traînaient jusqu’à l’intérieurde l’hôpital. Sur les deux centquarantecinq mille habitants que comptait la 15ville, près de cent mille avaient été tués oumarqués par le destin sur le coup; une centainede mille étaient atteints plus ou moins gravement.Dix mille blessés au [60] moins, se dirigèrentautomatiquement vers le meilleur hôpitalde la ville, qui ne pouvait suffire à une20telle invasion puisqu’il n’avait que six centslits et que ceux-ci étaient, avant même l’explosion,tous occupés. Les gens, dans l’asphyxiede la foule, à l’intérieur de l’hôpital, 25pleuraient et hurlaient à l’adresse du docteurSasaki : « Sensei ! Docteur! » et les moins sérieusementatteints le tiraient par la manche etle suppliaient de venir en aide aux plus grièvementblessés. <strong>En</strong> chaussettes, tiré à hue et à 30dia, abruti par la foule, stupéfié par tant deplaies à vif, le docteur Sasaki finit par perdretout sens de sa profession et par cesser de travailleren chirurgien consommé et en hommeplein d’humanité, pour se changer en automate 35qui, mécaniquement, étanchait le sang, barbouillaitde son pinceau, pansait, étanchait,barbouillait, pansait...all the other rooms, and in the corridors,and on the stairs, and in the fronthall, and under the portecochere, andon the stone front steps, arid in thedriveway [34] and courtyard, and forblocks each way in the streets outside.Wounded people supported maimedpeople; disfigured families leaned together.Many people were vomiting.A tremendous number of schoolgirls—some of those who had been takenfrom their classrooms to work outdoors,clearing fire lanes—crept intothe hospital. In a city of two hundredand fortyfive thousand, nearly a hundredthousand people had been killedor doomed at one blow; a hundredthousand more were hurt. At least tenthousand of the wounded made theirway to the best hospital in town, whichwas altogether unequal to such a trampling,since it had only six hundredbeds, and they had all been occupied.The people in the suffocating crowdinside the hospital wept and cried, forDr. Sasaki to hear, “Sensei! Doctor!,”and the less seriously wounded cameand pulled at his sleeve and begged himto go to the aid of the worse wounded.Tugged here and there in his stockingedfeet, bewildered by the numbers, staggeredby so much raw flesh, Dr. Sasakilost all sense of profession and stoppedworking as a skillful surgeon and asympathetic man; he became an automaton,mechanically wiping, daubing,winding, wiping, daubing, winding.das las otras habitaciones, y en los corredores,y en las escaleras, y en el zaguánde entrada, y bajo la puerta cochera,y sobre las escaleras de piedra delfrente, y en la entrada y en el patio, ysobre varias manzanas en ambas direccionesde la calle. Los heridos ayudabana los mutilados; familias desfiguradas seapoyaban entre ellas. Muchos vomitaban.Numerosas alumnas —algunas de aquellasque habían salido de sus clases paratrabajar en la apertura de corredorescortafuegos— llegaban al hospital arrastrándose.<strong>En</strong> una ciudad de doscientoscuarenta y cinco mil, cerca de cien milpersonas habían muerto o recibido heridasmortales de un solo golpe; cien milmás estaban heridas. Al menos diez milde los heridos se las arreglaron para llegaral mejor hospital de la ciudad, queno estaba a la altura de semejante invasión,pues tenía sólo seiscientas camas,y todas estaban ocupadas. <strong>En</strong> la multitudsofocante del hospital los heridos llorabany gritaban, buscando ser escuchadospor el doctor Sasaki: «¡Sensei! ¡Doctor!».Los más leves se acercaban a él y tirabande su manga para que fuera a atender alos más graves. Arrastrado de aquí paraallá sobre sus pies descalzos, apabulladopor la cantidad de gente, pasmado [36] antetanta carne viva, el doctor Sasaki perdió porcompleto el sentido del oficio y dejó de comportarsecomo un cirujano habilidoso y unhombre comprensivo; se transformó en unautómata que mecánicamente limpiaba, untaba,vendaba, limpiaba, untaba, vendaba.Con algunas vendas que el doctorFujii le había dado unos díasantes, el padre Kleinsorge parócomo pudo el sangrado de la herihabitaciones,en los corredores y escaleras,en el vestíbulo del frente y bajo lapuerta-cochera, en la escalinata de entrada,en el sendero para autos en el patio yen cuadras y cuadras a cada lado de lacalle. Los heridos sostenían a los mutilados;familias [44] enteras desfiguradas seapoyaban entre sí. Mucha gente vomitaba.Un enorme número de jovencitas escolares— algunas de las cuales habíansalido de sus aulas para trabajar en laconstrucción de áreas antiincendio — searrastraban hacia el hospital. <strong>En</strong> una ciudadde doscientas cuarenta y cinco milpersonas, casi cien mil habían sido muertaso malheridas de un solo golpe; cienmil más estaban lastimadas. Por lo menosdiez mil de los heridos concurrieronal mejor hospital de la ciudad, insuficientepara tal invasión„ puesto que poseíasólo seiscientas camas, y todas habíansido ocupadas. Los integrantes de esasofocante multitud dentro del hospital llorabany gritaban para que el doctor Sasakipudiese oír:—Sensei! «¡ Doctor!»Y los heridos más leves se acercaban,le tiraban del brazo y le rogaban que fueraen ayuda de los más graves. Arrastradoaquí y allá en sus pies descalzos, azoradopor la cantidad de gente, descompuestoante el espectáculo de tanta carne martirizada,el doctor Sasaki perdió todo el sentido de laprofesión y dejó de trabajar como diestro cirujanoy hombre compasivo: se convirtió enun autómata y comenzó mecánicamente arestañar, untar, vendar, restañar, untar,vendar.Certains des blessés de Hiroshima ne purent 40même pas bénéficier du luxe douteux de l’hospitalisation.SOME of the wounded inHiroshima were unable to enjoy theDans ce qui avait été le bureau du questionable luxury of hospitaliza-personnel de la East Asia Tin Works, Mlle tion. In what had been the personnelSasaki gisait, repliée sur ellemême, sans connaissance,office of the East Asia Tin Works,sous l’effroyable monceau de livres, 45 Miss Sasaki lay doubled over, uncon-de plâtras, de bois et de tôle ondulée. Elle demeurascious, under the tremendous pile of bookssans connaissance (à ce qu’elle estima and plaster and [35] wood and corrugatedpar la suite) durant environ trois heures. La premièreiron. She was wholly unconscioussensation qu’elle éprouva fut une dou-(she later estimated) for about threeleur atroce dans la jambe gauche. Il faisait une 50 hours. Her first sensation was oftelle nuit sous les bouquins et les débris que la dreadful pain in her left leg. It was sofrontière entre la conscience éveillée et l’absenceblack under the books and debris thatde toute connaissance était des plus té-the borderline between awareness andnue; elle la franchit apparemment à plusieurs unconsciousness was fine; she apparentlycrossed it several times, for thereprises, à en juger par le fait que la douleur 55tantôt disparaissait, tantôt revenait. Dans les pain seemed to come and go. At theinstants où elle la sentait avec un maximum moments when it was sharpest, shed’acuité, elle avait l’impression que sa ‘jambe était felt that her leg had been cut off somewherecoupée quelque part au-dessous du genou. Plusbelow the knee. Later, shetard, elle entendit qu’on marchait au-dessus d’elle 60 heard someone walking on top of thesur les décombres et des voix angoissées s’élevèrent,wreckage above her, and anguisheddes voix provenant évidemment des ruines voices spoke up, evidently fromoù ellemême était ensevelie : « Je vous en prie, au within the mess around her: “Pleasesecours! Tirez-nous de là! » [62]help! Get us out!”Le Père Kleinsorge arrêta l’hémorragiedu Père Schiffer, tant bien que mal, à l’aidede quelques bandes de pansement que ledocteur Fujii avait données aux prêtres,6570FATHER KLEINSORGE StemmedFather Schiffer’s spurting cut as wellas he could with some bandage that Dr.Fujii had given the priests a few daysX21Algunos de los heridos deHiroshima no pudieron disfrutar delcuestionable lujo de la hospitalización.<strong>En</strong> lo que había sido la oficina de personalde la Fábrica Oriental de Estaño,la señorita Sasaki yacía inconsciente,aplastada por la tremenda pila de libros,madera, hierro corrugado yyeso. Permaneció completamente inconsciente(según calculó después) duranteunas tres horas. Su primera sensaciónfue de un terrible dolor en lapierna izquierda. Estaba tan oscuro debajode los libros y los desechos que lafrontera entre conciencia e inconscienciaera muy tenue; debió de cruzarlavarias veces, porque el dolor parecía iry venir. <strong>En</strong> los momentos de dolor másagudo, sentía que le habían cortado lapierna por debajo de la rodilla. Después,escuchó que alguien caminabasobre los destrozos, encima de ella, yvoces de angustia comenzaron a gritar_________ a su alrededor: «¡Auxilio, porfavor! ¡Sáquennos de aquí!».Algunos de los heridos de Hiroshimano pudieron disfrutar del indudable lujode la hospitalización. <strong>En</strong> lo que había sidola oficina de personal de la CompañíaHojalatera del Asia Oriental, la señoritaSasaki yacía doblada, inconsciente, bajola tremenda pila de libros, yeso, madera yhierros retorcidos. Estuvo completamentesin sentido (según estimó más tarde)unas tres horas. Su primera sensación fuela de un horrible dolor en la pierna izquierda.Estaba tan oscuro bajo los libros y losescombros, que la línea que separa la conciencia[45] de la inconsciencia era muytenue; aparentemente la atravesó variasveces, porque el dolor parecía llegar e irse.<strong>En</strong> el momento en que fue más agudo, sintiócomo si su pierna hubiera sido cortadaen algún lugar por debajo de la rodilla.Más tarde oyó que alguien caminaba sobrelos escombros que la sepultaban, yvoces angustiadas se elevaron, evidentementede gente en la misma situación enque se encontraba ella:—¡Por favor, ayúdennos! ¡Sáquennos de aquí!


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandquelques jours auparavant. Quand il eut before. When he finished, he ran intofini, il retourna en courant dans la maison the mission house again and found thede la mission et finit par retrouver la tuniquejacket of his military uniform and ande son uniforme militaire et une vieille old pair of gray trousers. He put thempaire de pantalons gris. Il s’en revêtit et 5 on and went outside. A woman fromsortit dans la rue. Une femme de la maison next door ran up to him and shoutedvoisine courut à lui, criant que son mari that her husband was’ buried under herétait enseveli sous sa maison et que celle-ci house and the house was on fire; Fatheravait pris feu : 1e Père Kleinsorge devaitKleinsorge must come and savevenir à tout prix le sauver.10 him.da del padre Schiffer. Cuando terminó,corrió a la misión y encontróla chaqueta de su uniforme military un viejo par de pantalonesgrises. Se los puso y salió. Una vecinase le acercó corriendo y ledijo que su marido estaba enterradobajo su casa y su casa se incendiaba;el padre Kleinsorge teníaque venir a salvarlo. [37]nos días antes. Cuando terminó, entróen el edificio de la Misión y encontróla chaqueta de su uniformemilitar y un par de pantalones grises.Se los puso y salió. Una mujer de lacasa de al lado corrió hacia él y legritó que su esposo estaba sepultadobajo las ruinas y que la casa estabaardiendo; el padre Kleinsorge debía iry salvarlo.Le Père Kleinsorge, envahi déjà peu à peu Father Kleinsorge, alreadypar une forme d’apathie et d’hébétude, en présencegrowing apathetic and dazed in thede tant de détresse accumulée, dit : « I1 presence of the cumulative distress,ne nous reste pas beaucoup de temps pour le 15 said, “We haven’t much time.”faire o. Les maisons, tout autour, flambaient, Houses all around were burning, andle vent soufflait maintenant avec force. « the wind was now blowing hard.Savez-vous exactement sous quelle partie de “Do you know exactly which part ofla demeure il se trouve ? » demanda-t-il. the house he is under?” he asked.20« Oui, oui, dit-elle, “Yes, yes,” she said. “Comedépêchez-vous ! >quickly.”[35]Ils allèrent jusqu’à la maison, dont les They went around to the house, therestes brûlaient furieusement ; mais parvenus25 remains of which blazed violently,sur les lieux, il apparut que la but when they got there, it turned outfemme n’avait pas la moindre idée de l’endroitthat the woman had no idea where heroù se trouvait enseveli son mari. Le husband was. Father KleinsorgePère [63] Kleinsorge cria à plusieurs reprisesshouted several times, “Is anyone: «Y a-t-il quelqu’un, là-dessous ? 30 there?” There was no answer. Father» N’obtenant pas de réponse, il dit à la Kleinsorge said to the woman, “Wefemme : « Il faut nous en aller d’ici, ou must get away or we will all die.” Henous allons tous y rester. » Il revint aux went back to the Catholic compoundbâtiments de la mission et déclara au Père and told the Father Superior that thesupérieur que le feu gagnait, poussé par 35 fire was coming closer on the wind,le vent, ce dernier ayant tourné et soufflantwhich had swung around and was nowmaintenant du nord; il était temps que from the north; it was time for every-tout le monde s’éloignât.body to go.XEl padre Kleinsorge, que ya comenzabaa sentirse apático y aturdidopor los disgustos acumulados,dijo: «No tenemos mucho tiempo».A su alrededor las casas se quemaban,y el viento soplaba con fuerza.«¿Sabe exactamente en qué parte de la casase encuentra enterrado?», preguntó.«Sí, sí», dijo ella. «Venga, deseprisa.»Dieron la vuelta a la casa, cuyosrestos llameaban con violencia, perocuando llegaron resultó que la mujerno tenía idea alguna de dónde estabasu marido. El padre Kleinsorge gritóvarias veces: «¿Hay alguien ahí?». Nohubo respuesta. El padre Kleinsorgedijo a la mujer: «Tenemos que irnoso moriremos todos». Regresó al complejocatólico y le dijo al Padre Superiorque el fuego se acercaba llevadopor un viento que había cambiadode dirección y ahora soplaba delnorte; era tiempo de que todos se fueran.El padre Kleinsorge, que ya comenzabaa sentirse apático y confuso antetanta aflicción creciente, dijo:—No tenemos mucho tiempo.Las casas de los alrededores ardían,y ahora el viento soplaba con fuerza.—¿Sabe exactamente bajo qué lugar dela casa está enterrado? — le preguntó.—Sí, sí —dijo ella—. Vengapronto.Fueron hasta la casa, cuyos restos ardíanviolentamente, pero cuando llegaronresultó que la mujer no tenía la menoridea de dónde podía estar su marido.El padre Kleinsorge gritó varias veces:—¿Hay alguien ahí?No hubo respuesta. El sacerdote le dijo a la mujer:—Tenemos que salir o moriremos los dos. [46]Volvió a la Misión y le dijoal padre superior que el fuegose acercaba a causa delviento, que había variado derumbo ly soplaba ahora delnorte; era tiempo de que todosse fuese.A cet instant précis, l’institutrice du jardind’enfants montra aux prêtres M. Fukai,40 Just then, the kindergarten teacherpointed out to the priests Mr. Fukai,le secrétaire du diocèse, debout à sa fenêtre,the secretary of the diocese, who wasau second étage de la maison de la mis-standing in his window on the secondsion, qui regardait dans la direction où avait floor of the mission house, facing ineu lieu l’explosion et pleurait. Le Père 45 the direction of the explosion, weeping.Cieslik, jugeant l’escalier impra-. ticable,Father Cieslik, because hefit en courant le tour du bâtiment, en quête thought the stairs unusable, rand’une échelle. Passant par derrière, il entenditaround to the back of the missiondes appels au secours qui venaient house to look for a ladder. There hedes décombres d’un toit écroulé non loin 50 heard people crying for help under ade là. 11 cria à des passants qui fuyaient nearby fallen roof. He called todans 1a rue de l’aider à soulever les débris passers-by running away in the streetdu toit, mais personne ne voulut s’arrêter to help him lift it, but nobody paidet il lui fallut laisser les malheureux ensevelisany attention, and he had to leave theà leur triste sort. Le Père Kleinsorge, 55 buried ones to die. Father Kleinsorgecependant, s’était précipité à l’intérieur de ran inside the mission house andla maison de la mission et, grimpant l’escalierscrambled up the stairs, which werequi donnait de la bande, [64] encom-awry and piled with plaster and lash-bré de plâtras et de lattes de bois, appelait ing, and called to Mr. Fukai from theM. Fukai, du seuil de sa chambre.60 doorway of his room.<strong>En</strong> ese instante, la profesora deljardín infantil señaló al señor Fukai,secretario de la diócesis, que estabade pie junto a su ventana del segundopiso, de cara al lugar de la explosión,llorando. El padre Cieslik, pensandoque las escaleras del edificio habíanquedado inservibles, corrió a la partetrasera de la misión para buscar unaescalera de mano. Escuchó gritos deayuda que venían desde abajo de untecho caído. Pidió ayuda para levantarloa los transeúntes que corríanpor la calle, pero nadie le hizocaso, y tuvo que dejar que los enterradosmurieran. El padre Kleinsorgeentró corriendo a la misión,subió con dificultad por las escalerastorcidas y cubiertas de yeso y madera,y llamó al señor Fukai desde lapuerta de su habitación.Justo entonces, la maestra del jardínde infantes les mostró a los sacerdotesal señor Fukai, secretario de ladiócesis, que estaba parado ante suventana en el segundo piso del edificiode la Misión, vuelto de cara a laexplosión y llorando. El padre Cieslik,que pensó que la escalera del edificiono podría ser utilizada, corrió hacia elcobertizo en busca de una escalera demano. Allí oyó gente que pedía ayudadesde debajo de un techo derrumbado.Llamó a algunos transeúntes para quelo ayudasen a liberarlos, pero nadie leprestó atención, de modo que tuvo quedejar que los sepultados muriesen. Elpadre Kleinsorge corrió al interior dela misión y trepó por la escalera______ , cubierta de yeso y listones, yllamó al señor Fukai desde el umbralde su cuarto.M. Fukai, homme de très petite taille et Mr. Fukai, a very short man ofd’une cinquantaine d’années, se tourna lentementabout fifty, turned around slowly,vers lui, l’air égaré, et lui dit : with a queer look, and said,< Laissez-moi. >65 “Leave me here.”El señor Fukai, un hombre pequeñode unos cincuenta años, se volvió lentamentey dijo, con una mirada extraña:«Déjeme aquí».Este, un hombre muy bajo de unoscincuenta años, se dio vuelta lentamente,con mirada extraña, y dijo:—Déjeme aquí.Le Père Kleinsorge pénétra dans la pièceet saisit M. Fukai par le col de son veston,en même temps qu’il lui disait : «70Father Kleinsorge went intothe room and took Mr. Fukai bythe collar of his coat and said,22El padre Kleinsorge entró en lahabitación, tomó al señor Fukai porel cuello de su abrigo y le dijo:El padre Kleinsorge entró en lahabitación, tomó al señor Fukai porel cuello de la chaqueta y le dijo:


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandSuivezmoi, sinon vous allez mourir ici. »“Come with me or you’ll die.” [37]«Venga conmigo o morirá».—Venga conmigo o morirá.M. Fukai répondit : « Laissez-moi mouririci. »5Le Père Kleinsorge entreprit alors de pousser et Father Kleinsorge began to shove El padre Kleinsorge comenzó a empujarde tirer M. Fukai hors de la pièce. Puis l’étudiant and haul Mr. Fukai out of the room.y a arrastrar al señor Fukai para sa-en théologie arriva à son tour et saisit M. Fukai par Then the theological student came up carlo de la habitación. <strong>En</strong>tonces llegó elles pieds, tandis que le Père Kleinsorge le prenait and grabbed Mr. Fukai’s feet, and Fatherestudiante de teología, tomó al señor FukaiKleinsorge took his shoulders, and par les épaules; tous deux le portèrent ainsi jusqu’en 10por los pies y el padre Kleinsorge lo tomóbas de l’escalier et ensuite dehors. « Je ne peux pas together they carried him downstairs de los hombros, y juntos lo cargaron escalerasmarcher ! criait M. Fukai, laissez-moi! » Le Père and outdoors. “I can’t walk!” Mr.abajo. «¡No puedo caminar!», gritóKleinsorge alla chercher sa mallette qui renfermait Fukai cried. “Leave me here!” Father el señor Fukai. «¡Déjenme aquí!» El padrel’argent du diocèse puis chargea M. Fukai sur son Kleinsorge got his paper suitcase withKleinsorge tomó su maleta de dine-dos, cependant que tout le petit groupe prenait le 15 the money in it and took Mr. Fukai up ro y llevó al señor Fukai a cuestas, y elchemin du Champ de Manoeuvre de l’Est, « zone pickaback, and the party started for grupo se dirigió a la Plaza de Armas delde sécurité » du secteur. Au moment où ils franchissaientthe East Parade Ground, their district’s Oriente, el «área de refugio» de su ba-la grille d’entrée, M. Fukai, parer à un “safe area.” As they went out of the rrio. Al cruzar el portón el señor Fukaienfant, à présent, se mit à marteler de ses [65] poings gate, Mr. Fukai, quite childlike now, daba golpes de niño pequeño sobre lales épaules du Père Kleinsorge, en disant : « Je ne 20 beat on Father Kleinsorge’s shoulders espalda del padre Kleinsorge y decía:veux pas qu’on m’emmène! Je ne veux pas qu’on and said, “I won’t leave. I won’t «No me iré. No me iré». El padrem’emmène! » Tout à fait, hors de propos, le Père leave.” Irrelevantly, Father Kleinsorge Kleinsorge se dio vuelta hacia el padreKleinsorge se tourna vers le Père La Salle et lui dit turned to Father LaSalle and said, “We La Salle y, sin que viniera al caso, le: « Nous avons tout perdu, sauf le sens have lost all our possessions but not dijo: «Hemos perdido todo lo que teníamos,de l’humour. »25 our sense of humor.”salvo el sentido del humor».clutter 1 nombre (de papeles, etc) revoltijo, desorden: can you move your clutter?, ¿puedes quitar tus trastos? 2 verbo transitivo to clutter (up), abarrotar, atestar, estar plagadohis desk is always cluttered, su mesa siempre está desordenada to be crowded untidily crowded and untidy collection of things, disorganised with a lot of objects scattered aboutLa rue était engorgée de pans de murs The street was cluttered with parts La calle estaba atestada con parteséboulés, barrée de poteaux et de fils électriques.of houses that had slid into it, and with de casas, con cables y postes de teléfo-Toutes les deux ou trois maisons, fallen telephone poles and wires. <strong>Fr</strong>om no caídos. Cada dos o tres casas les lle-on entendait les cris de personnes ensevelies30 every second or third house came the gaban las voces de gente enterrada yet abandonnées, hurlant in-voices of people buried and aban-abandonada que invariablementevariablement, sans déroger aux formesdoned, who invariably screamed, with gritaba, con cortesía formal:de la politesse : « Tasukete kure ! formal politeness, “Tasukete kure! «Tasukete kure! ¡Auxilio, si son tanAu secours, s’il vous plaît ! » Les prêtres Help, if you please!” The priests recognizedamables!». Los sacerdotes reconocie-several ruins from which these reconnurent dans plusieurs ruines d’où montait35ron varias ruinas: eran hogares de ami-cet appel des maisons amies, mais l’in-cries came as the homes of friends, but gos, pero debido al fuego era ya dema-cendie, qui faisait rage, rendait tout secours because of the fire it was too late to siado tarde para ayudar. Durante todoinutile. Pendant qu’on le portait, M. Fukai help. All the way, Mr. Fukai whimpered,el camino el señor Fukai se quejaba:ne cessait de gémir, d’une voix minuscule :“Let me stay.” The party turned «Dejen que me quede». El grupo dobló« Laissez-moi ! » Le petit groupe obliqua40 right when they came to a block of a la derecha al llegar a una manzana desur la droite, s’étant heurté à un pâté fallen houses that was one flame. At casas caídas que formaba una gran lla-de maisons écroulées qui flambaient. Au Sakai Bridge, which would take them marada. <strong>En</strong> el puente Sakai, que les permitiríapont de Sakai, qui devait leur permettre de across to the East Parade Ground, theycruzar hacia la Plaza de Armas deltraverser l’eau pour atteindre le champ de saw that the whole community on the Oriente, vieron que la comunidad enteramanoeuvre, ils virent que tout le quartier, 45 opposite side of the river was a sheet del otro lado del río era una cortina dede l’autre côté de la rivière, n’était plus of fire; they dared not cross and decidedfuego; no se atrevieron a cruzar y decidie-qu’une immense nappe de flammes ; ilsto take refuge in Asano Park, off ron refugiarse en el parque Asano, a su iz-n’osèrent pas traverser et décidèrent de se to their [38] left. Father Kleinsorge, quierda. El padre Kleinsorge, que en los[66] réfugier dans le parc Asano, sur leur who had been weakened for a couple últimos días se había sentido debilitadogauche. Le Père Kleinsorge, que sa violente 50 of days by his bad case of diarrhea, beganpor la diarrea, comenzó a trastabillarcrise de diarrhée avait affaibli depuis deuxto stagger under his protesting bajo el peso de su quejumbrosa carga,jours, commençait à chanceler sous son fardeauburden, and as he tried to climb up y, mientras intentaba escalar los destrosayaithumain qui protestait. Comme il es-over the wreckage of several houses zos de varias casas que bloqueaban sud’escalader les décombres de plusieursthat blocked their way to the park, he camino al parque, se tropezó, dejó caermaisons qui bloquaient la route du 55 stumbled, dropped Mr. Fukai, and al señor Fukai, y se fue de bruces con-parc, il trébucha, lâcha M. Fukai et roula plunged down, head over heels, to the tra el borde del río. Cuando logró levantarse,cul par-dessus tête jusqu’au bord de la rivière.edge of the river. When he picked him-[39] vio al señor Fukai esca-S’étant ramassé, il aperçut M. Fukai self up, he saw Mr. Fukai running par corriendo. El padre Kleinsorge lla-qui s’enfuyait. Le Père Kleinsorge cria à away. Father Kleinsorge shouted to a mó a doce soldados que estaban juntoune douzaine de soldats qui se tenaient près 60 dozen soldiers, who were standing by al puente para que detuvieran a aqueldu pont de l’arrêter. Et comme, de son côté, the bridge, to stop him. As Father hombre. Cuando comenzó a regresaril s’apprêtait à courir pour le rattraper, le Kleinsorge started back to get Mr. para buscar al señor Fukai, lo llamó elPère La Salle lui lança :Fukai, Father LaSalle called out, padre La Salle: «¡Apúrese! ¡No pierda« Dépêchez-vous! Ne perdez pas de temps ! “Hurry! Don’t waste time!” So Father tiempo!». Así que el padre Kleinsorge» <strong>En</strong> sorte que le Père Kleinsorge se borna à prier 65 Kleinsorge just requested the soldiers se limitó a pedirle a los soldados queles soldats de s’occuper de M. Fukai. Ce qu’ils to take care of Mr. Fukai. They said cuidaran del señor Fukai. Dijeron quepromirent de faire, mais le petit homme, dont les they would, but the little, broken man lo harían, pero el destrozadonerfs avaient craqué, parvint à leur échapper et got away from them, and the last the hombrecito logró escapar, y la últimales prêtres le virent une dernière fois, qui s’en priests could see of him, he was run- vez que los sacerdotes lo vieron estaba70Mr. Fukai said, “Leave me here todie.”23«Déjeme morir aquí», dijo el señorFukai. [38]El señor Fukai respondió:—Déjeme morir aquí.El sacerdote comenzó a tironear para arrastraral señor Fukai fuera de la habitación. <strong>En</strong>toncesel estudiante de teología subió y tomóal hombre por los pies, . mientras el padreKleinsorge lo agarraba por los hombros y juntoslo llevaron abajo y después afuera.—¡No puedo caminar! —gritaba elseñor Fukai—. ¡Déjeme aquí! [47]El padre Weinsorge tomó su maleta con el dinero,cargó al señor Fukai a sus espaldas, y todosse encaminaron hacia el Campo de Desfile del Este,la «zona de seguridad» correspondiente a su distrito.Mientras atravesaban el portón, el señor Fukai, comosi fuera un niño, comenzó a golpear al padreKleinsorge en los hombros mientras repetía—No me iré. No me iré.El padre Kleinsorge se volvió hacia el padreLaSalle y comentó intempestivamente—Hemos perdido todos nuestros bienespero nos queda el sentido del humor.La calle estaba sembrada con trozosde casas que habían saltado hasta ahí, postestelefónicos y cables caídos. Cada doso tres casas se oían las voces de gentesenterradas y abandonadas, que invariablementegritaban, con cortesía formal:—Tasukete kure! «¡Auxilio, por favor!»Los sacerdotes reconocieron que variasde las ruinas de donde partían estos pedidoseran casas de amigos, pero a causa delfuego ya era muy tarde para ayudar. Todoel camino, el señor Fukai gimoteaba—Déjenme quedarme...El grupo dobló hacia la derecha al encontrartoda una manzana de casas derrumbadasardiendo. <strong>En</strong> el puente Sakai, que losllevaría hasta el Campo de Desfile del Este,vieron que todo el barrio del otro lado delrío era una sábana de fuego; no se atrevierona cruzar y decidieron refugiarseen el parque Asano, hacia la izquierda.El padre Kleinsorge, debilitadopor dos días de seria diarrea,comenzó a vacilar bajo sugimoteante carga, y cuando intentabaencaramarse a los escombrosde un grupo de casas que obstruíansu ‘camino hacia el parque, tropezó,dejó caer al señor Fukai, y rodó comoun ovillo, a la orilla del río. Cuando pudo[48] levantarse, vio que el señor Fukaihuía. El padre Kleinsorge le gritó a ungrupo de soldados que había junto alpuente para que lo detuviesen. Mientrasemprendía el regreso para buscar al señorFukai, el padre LaSalle le gritó:—¡Pronto! ¡ No pierda tiempo!De modo que el sacerdote pidióa los soldados que cuidasen del señorFukai. Dijeron que así lo haríanpero el hombrecito vencido selibró de ellos, y lo último que vioel sacerdote fue que corria de vuel-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandretournait en courant vers les flammes.ning back toward the fire.[67]M. Tanimoto, terrifié à la pensée de sa familleMR. TANIMOTO, fearful for hiset de sa chapelle, s’était d’abord élancé, family and church, at first ran towarddans l’idée de les rejoindre en prenant au plus 5 them by the shortest route, along, Koicourt, par la grand’route d© Koï. Il était le seul Highway. He was the only personà s’enfoncer dans la ville ; les centaines et les making his way into the city; he metcentaines de gens qu’il croisait, fuyaient et il hundreds and hundreds who weren’était pas un des fugitifs qui ne semblât avoir fleeing, and every one of themété atteint de quelque manière. Certains 10 seemed to be hurt in some way. Theavaient les sourcils littéralement calcinés et la eyebrows of some were burned offpeau pendait de leur visage et de leurs mains. and skin hung from their faces andD’autres, sous l’effet de la souffrance, avançaienthands. Others, because of pain, heldles bras levés, comme portant quelque their arms up as if carrying somethingchose à deux mains. Il en était qui vomissaient 15 in both hands. Some were vomitingen marchant. Beaucoup étaient nus ou n’étaient as they walked. Many were naked orplus vêtus que de lambeaux de vêtements. Sur in shreds of clothing. On some undressedcertains corps ainsi dénudés, les brûluresbodies, the burns had mades’étaient inscrites en motifs - dessinant les patterns—of undershirt straps andépaulettes d’un gilet de dessous, ou des bretelles20 suspenders and, on the skin of some; et sur la peau de certaines femmes women (since white repelled the heat(étant donné que 1P blanc repoussait la chaleurfrom the bomb [39] and dark clothesdégagée par la bombe, tandis que le noir absorbed it and conducted it to thel’absorbait et servait de conducteur), les fleurs skin), the shapes of flowers they hadimprimées sur les kimonos. Beaucoup aussi, 25 had on their kimonos. Many, althoughblessés eux-mêmes, soutenaient des parents injured themselves, supported relativesplus grièvement atteints. Presque tous avançaientwho were worse off. Almost allla tête basse, regardant [68] droit devanthad their heads bowed, lookedeux, se taisant et montrant des visages straight ahead, were silent, anddénués d’expression.30 showed no expression whatever.corriendo hacia el fuego.El señor Tanimoto, temiendo porsu familia y su iglesia, corrió haciaellos por la ruta más corta: la autopistaKoi. Era la única persona queentraba a la ciudad; se cruzó concientos y cientos que escapaban deella, y cada uno parecía estar heridode alguna forma. Algunos tenían lascejas quemadas y la piel les colgabade la cara y de las manos. Otros, debidoal dolor, llevaban los brazos levantadosen el aire, como si cargaranalgo en ambas manos. Algunosiban vomitando. Muchos iban desnudoso en harapos. Sobre algunoscuerpos desnudos, las quemadurashabían dibujado patrones: tiras deropa interior y suspensorios, y, sobrela piel de algunas mujeres —puesto que el blanco reflejaba el calorde la bomba y el negro lo absorbíay lo conducía a la piel— se veíanlas formas de las flores de sus kimonos.A pesar de sus heridas, muchosayudaban a los parientes que peor estaban.Casi todos inclinaban la cabeza,mirando al frente y en silencio,sin expresión alguna en el rostro.Pensó que bordearía el fuego por la izquierda.Corrió de vuelta al puenteKannon y durante un tramo siguió el recorridode uno de los ríos. <strong>En</strong>sayó variascalles transversales, pero todas estabanbloqueadas; así que dobló a la izquierda yempezó a correr hacia Yokogawa, unaestación sobre una línea ferroviaria quele daba la vuelta a la ciudad en un ampliosemicírculo, y siguió los rieles hasta llegara un tren incendiado. Para entoncesestaba tan impresionado por la vastedaddel daño que corrió más de tres kilómetahacia el fuego.El señor Tanimoto, temeroso por sufamilia y su iglesia, corrió al principiopor la ruta más corta, por la carreterade Koi. Era la única persona quese dirigía hacia. la ciudad; encontrócientos y cientos que huían de ella, ytodos parecían estar heridos de algunaforma. Las cejas de algunos estabanquemadas, y la carne les colgaba de lacara y las manos. Otros, a causa deldolor, tenían los brazos en alto, comosi llevasen algo en ambas manos. Algunosvomitaban mientras avanzaban.Muchos estaban desnudos, o en harapos.<strong>En</strong> algunos cuerpos desnudos, lasquemaduras habían dejado huellas debreteles y sostenes, y, en los cuerposde algunas mujeres (ya que el blancorechazaba el calor de la bomba mientrasque las ropas oscuras lo absorbíany lo conducían hacia la piel), las formasdé las flores estampadas en susquimonos. Muchos, aunque heridosellos mismos, sostenían a sus parientesque se encontraban peor. Casi todosllevaban las cabezas bajas y mirabanfijamente hacia adelante, silenciososy sin expresión alguna.Après avoir traversé le pont de Koi et le pont After crossing Koi Bridge andde Kannon, sans cesser un instant de courir, M. Kannon Bridge, having run the wholeTanimoto s’aperçut., à mesure qu’il s’approchait way, Mr. Tanimoto saw, as he approachedthe center, that all thedu centre, que toutes les maisons étaient comme 35écrasées et que beaucoup d’entre elles brûlaient. houses had been crushed and manyLes arbres étaient à nu, les troncs carbonisés. Il were afire. Here the trees were baretenta en plusieurs points de pénétrer parmi les and their trunks were charred. Heruines, mais chaque fois fut arrêté par les flammes.tried at several points to penetrateSous les restes de quantité de maisons, les 40 the ruins, but the flames alwaysgens appelaient au secours, mais personne ne stopped him. Under many houses,s’occupait d’eux ; en règle générale, ce jour-là, people screamed for help, but no oneles survivants ne se portèrent à l’aide que de helped; in general, survivors that dayparents ou de voisins immédiats, car il leur était assisted only their relatives or immediateneighbors, for they could notimpossible d’embrasser par l’esprit, voire même 45simplement de tolérer, l’idée d’un cercle de comprehend or tolerate a wider circlesouffrances plus étendu. Les blessés passaient of misery. The wounded limped pasten boitant devant ces cris ; et M. Tanimoto, lui, the screams, and Mr. Tanimoto ranpassait en courant. <strong>En</strong> tant que chrétien, il se past them. As a Christian he wassentait rempli de compassion pour les malheureux50 filled with compassion for those whopris au piège ; en tant que Japonais, il suc-were trapped, and as a Japanese hecombait sous la honte d’être intact dans son was overwhelmed by the shame ofcorps et il priait tout en courant : « Dieu vienne being unhurt, and he prayed as heen aide aux malheureux et les arrache à ces ran, “God help them and take themflammes ! » [69]55 out of the fire.”Tras cruzar el puente Koi y el puenteKannon, después de haber corrido todoel camino, el señor Tanimoto vio alaproximarse al centro que todas las casashabían sido aplastadas y muchas estabanen llamas. Los árboles no teníanhojas y sus troncos estaban carbonizados.El señor Tanimoto trató en diversos puntosde [40] penetrar las ruinas, pero lasllamas siempre lo detuvieron. Bajo muchascasas la gente pedía ayuda a gritos,pero nadie ayudaba; en general, los supervivientesayudaban a sus familiares ovecinos más próximos, porque no podíanni tolerar ni comprender un círculo de miseriamás amplio. Los heridos pasabancojeando junto a los gritos, y el señorTanimoto pasó corriendo junto a ellos.Como cristiano, se sintió lleno de compasiónpor los que estaban atrapados, ycomo japonés se sintió abrumado por lavergüenza de estar ileso, y rezaba mientrascorría: «Dios los ayude y los saquedel fuego».Después de cruzar los puentes Koi yKannon, y habiendo corrido todo el tiempo,el señor Tanimoto vio, al aproximarseal centro, todas las casas destruidas, ymuchas de ellas en llamas. Los árbolessin hojas mostraban los troncos chamuscados.<strong>En</strong> [49] varios puntos trató de penetraren las ruinas, pero las llamas se loimpidieron siempre. Desde bajo muchascasas, la gente gritaba pidiendo ayuda,pero nadie hacía caso; en general, ese díalos sobrevivientes asistieron sólo a susparientes o a sus vecinos más próximos,porque no podían comprender o tolerarun círculo más amplio de desdicha. Losheridos caminaban cojeando, pasando poralto los gritos, y el señor Tanimoto corríapasándolos a ellos. Como cristiano,se sentía lleno de compasión por los queestaban atrapados, y como japonés lo embargabala vergüenza de estar ileso, ymientras corría rogaba:—Dios, ayúdalos y sácalos del fuego.Il s’était dit qu’en. prenant sur la gauche, il contourneraitHe thought he would skirt the fire,l’incendie. II revint, toujours courant, au to the left. He ran back to Kannonpont de Kannon et suivit sur une certaine distance le Bridge and followed for a distance onebord de la rivière. II tenta de s’enfoncer dans plusieurs60 of the rivers. He tried several crossrues transversales, mais les trouva toutes blo-streets, but all were blocked, so hequées ; il finit donc par tourner loin sur sa gauche et turned far left and ran out tocourut jusqu’à Yokogawa, gare sur une ligne de cheminYokogawa, a station on a railroad linede fer qui faisait le tour de la ville en un large that detoured the city in a wide semi-demi-cercle et il suivit la voie ferrée jusqu’à ce qu’il 65 circle, and he followed the rails untiltombât sur un train en flammes. L’étendue du désastrehe came to a burning train. So im-l’avait, à ce point de sa course, si impressionné, pressed was he by this time by the ex-qu’il remonta en courant vers le nord, jusqu’à Gion, tent of the damage that he ran [40]â plus de trois kilomètres de là (Lion étant un fau- north two miles to Gion, a suburb in7024Pensó que hacia la izquierda evitaríael fuego. Volvió hacia el puente Kannony siguió durante un trecho el curso de unode los ríos. Intentó pasar a varias callestransversales pero todas estaban bloqueadas,de modo que dobló a la izquierda ycorrió hacia Yokogawa, estación de lalínea ferroviaria que rodeaba la ciudad enamplio semicírculo, y siguió las vías hastallegar a un tren incendiado. Tan impresionadoestaba por la extensión deldaño, que corrió hacia el norte dos millashasta Gion, un suburbio al pie de las


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbourg situé au pied des collines). Tout le long du chemin,il dépassa des gens affreusement brûlés et déchiréset, tourmenté par son remords patriotique, ilse tournait à droite et à gauche, sans s’arrêter, disantà tel ou tel d’entre eux : « Pardonnez-moi de 5ne pas porter ma part de votre fardeau ». Près deGion, il commença à rencontrer des gens de 1a campagnequi faisaient route vers la ville pour portersecours. L’apercevant, ils s’écrièrent : « Regardez! <strong>En</strong> voici un qui n’est pas blessé ! » A 10Gion, il prit en direction de la [70] rive droitede la rivière principale, l’Ota, et courut jusqu’aubord de l’eau, où il retrouva l’incendie.Il n’y avait pas de flammes sur l’autre rive, cequi fit que, dépouillant sa chemise et ses chaussures,il plongea dans l’eau. Parvenu au mi-15lieu de la rivière, où le courant était assez fort,l’épuisement et la peur finirent par avoir le dessus-- il avait fait en courant une douzaine dekilomètres - et perdant tout ressort, il sentit 20que les eaux l’entraînaient. Il pria : « Je voussupplie, mon Dieu, aidez-moi à toucher l’autrebord. Ce serait trop bête de périr noyé quandje suis le seul à ne pas être blessé. » I1 réussità faire encore quelques brasses et prit pied sur 25une langue de sable, en aval.the foothills. All the way, he overtookdreadfully burned and laceratedpeople, and in his guilt he turned toright and left as he hurried and said tosome of them, “Excuse me for havingno burden like yours.” Near Gion, hebegan to meet country people going towardthe city to help, and when theysaw him, several exclaimed, “Look!There is one who is not wounded.” AtGion, he bore toward the right bank ofthe main river, the Ota, and ran downit until he reached fire again. Therewas no fire on the other side of theriver, so he threw off his shirt andshoes and plunged into it. In midstream,where the current was fairlystrong, exhaustion and fear finallycaught up with him—he had run nearlyseven miles—and he became limp anddrifted in the water. He prayed,“Please, God, help me to cross. It wouldbe nonsense for me to be drowned whenI am the only uninjured one.” He manageda few more strokes and fetchedup on a spit downstream.tros hacia el norte, hacia Gion, un suburbioal pie de las colinas. Durante todo elcamino se cruzó con gente terriblementequemada y lacerada, y era tanta su culpaque se volteaba a derecha y a izquierdapara decirles: «Perdonen que no lleve unacarga como la suya». Cerca de Gion empezóa encontrar gente de campo que sedirigía a la ciudad para prestar su ayuda yque al verlo exclamaron: «¡Miren! Unoque no está herido». <strong>En</strong> Gion, se abriópasó hacia la orilla derecha del río principal,el Ota, y siguió su curso hasta encontrarincendios de nuevo. No había fuegoen el otro lado del río, así que se quitóla camisa y los zapatos y se zambulló.A medio camino, donde era más fuertela corriente, el cansancio y el miedo ledieron alcance —había corrido unosonce kilómetros—, y su cuerpo se volviófláccido y se dejó llevar por el agua.«Por [41] favor, Dios, ayúdame a cruzar»,rezó. «Sería absurdo que me ahogara,yo que soy el único que no está herido.»Dio unas brazadas más y logró llegara un banco de arena río abajo.La ruta que siguió el señor Tanimotoalrededor del fuego lo llevó a la Plazade Armas del Oriente, la cual, al ser unazona de evacuación, era ahora escenariode una situación truculenta: filatras fila de quemados y ensangrentados.Los quemados gemían:«Mizu, mizu! ¡Agua, agua!». El señorTanimoto encontró un tazón en una callevecina y localizó una llave de aguaque todavía funcionaba en la estructucolinas.Todo el camino se cruzó con genteespantosamente quemada y lacerada,y, lleno de remordimiento, se volvía aderecha e izquierda mientras corría, diciéndolesa algunos de ellos:—Perdonadme por no tener una carga como la vuestra.Cerca de Gion, comenzó a encontrarcampesinos que iban hacia la ciudad paraayudar, y, al verlo, varios exclamaron:—¡Miren! Hay uno que no está herido...<strong>En</strong> Gion se dirigió a la orilla derechadel río principal, el Ota, y corrióhasta volver a toparse con el fuego. Nohabía incendio del otro lado del [50]río, de modo que se quitó camisa yzapatos y se zambulló en el agua. <strong>En</strong>la mitad, donde la corriente era regularmentefuerte, el cansancio y el temor—había corrido unas siete millas—hicieron crisis. Debilitado, seabandonó en el agua. Rogó:—¡Por favor, Dios, ayúdame a cruzar!Sería una tontería que me ahoguepuesto que soy el único ileso.Dio unas cuantas brazadas más y trepóa un banco de arena.Il escalada la berge et la longea en courantjusqu’au moment où, près d’un temple shintoïste,il se heurta encore à l’incendie. Comme 30il tournait sur la gauche, dans l’espoir de trouverune issue, il rencontra, par une chance incroyable,sa femme. Elle portait dans ses brasleur bébé. Tanimoto était parvenu à un tel degréd’épuisement émotif, que plus rien ne pouvaitle surprendre. Il n’embrassa pas sa femme35; il se borna à dire : « Oh! vous êtes sauve! »Elle lui raconta qu’elle était arrivée chez eux,après avoir passé la nuit à Ushida, juste à tempspour l’explosion, et qu’elle avait été enseveliesous le presbytère avec l’enfant dans ses40bras. Elle lui dit comment les décombresavaient pesé sur elle, comment le bébé avaitcrié. Elle avait vu une faible crevasse de lumièreet, en tendant la main, elle avait réussi à 45agrandir le trou, petit à petit. Au bout d’unedemi-heure, environ, elle avait entendu et reconnule crépitement du bois qui brûlait. <strong>En</strong>fin,l’ouverture avait été assez grande pourqu’elle parvînt à y faire passer l’enfant, en le 50poussant, puis à se hisser en rampant à son tour.Elle ajouta qu’elle retournait maintenant àUshida. M. Tanimoto lui répondit qu’il voulaitvoir où en était sa chapelle et s’occuperdes gens de son Association de Quartier. Ils se 55séparèrent aussi fortuitement, aussi hébétés,qu’ils s’étaient retrouvés.Mr. Tanimoto climbed up the bankand ran along it until, near a largeShinto shrine, he came to more fire,and as he turned left to get around it,he met, by incredible luck, his wife.She was carrying their infant daughter.Mr. Tanimoto was now so emotionallyworn out that nothing couldsurprise him. He did not embrace hiswife; he simply said, “Oh, you aresafe.” She told him that she had gothome from her night in Ushida just intime for the explosion; she had beenburied under the parsonage with thebaby in her arms. She told how thewreckage had pressed down on her,[41] how the baby had cried. She sawa chink of light, and by reaching upwith a hand, she worked the hole bigger,bit by bit. After about half an hour,she heard the crackling noise of woodburning. At last the opening was bigenough for her to push the baby out,and afterward she crawled out herself.She said she was now going out toUshida again. Mr. Tanimoto said hewanted to see his church and take careof the people of his Neighborhood Association.They parted as casually—as bewildered—as they had met.El señor Tanimoto subió por el bancode arena y lo bordeó hasta que encontrófuego de nuevo, junto a un temploShinto; al darse vuelta paraflanquearlo se topó, en un golpe desuerte increíble, con su esposa. Ella llevabaa su niña en brazos. El señorTanimoto estaba emocionalmente tanagotado que nada podía sorprenderlo.No abrazó a su esposa; simplemente ledijo: «Ah, estás a salvo». Ella le contóque había regresado de Ushida justo atiempo para la explosión; había quedadoenterrada bajo la parroquia con elbebé en sus brazos. Contó cómo losdestrozos la habían aplastado, cómohabía llorado la niña. Había visto unagrieta de luz y con una mano la alcanzóy la fue agrandando poco a poco.Después de una media hora, le llegó elchisporroteo de la madera quemándose.Al fin logró ampliar la apertura lo suficientepara sacar al bebé, y enseguidasalió también ella, arrastrándose. Dijoque ahora se dirigía de nuevo a Ushida.El señor Tanimoto dijo que quería versu iglesia y ayudar a la gente de la Asociaciónde Vecinos. Se separaron tan casualmente—y tan perplejos— como sehabían encontrado.El señor Tanimoto corrió a lo largode este banco, cerca de un gran templosintoísta, se enfrentó con más fuego, yal volverse hacia la izquierda para rodearloencontró, por increíble azar, a suesposa. Esta llevaba al hijo de ambos.Para entonces el señor Tanimoto estabatan agotado emocionalmente, que nadapodía sorprenderlo. No abrazó a su esposa;dijo sencillamente:—Oh, estás a salvo...Ella le contó que regresaba de Ushidajustamente antes de la explosión. Habíaquedado enterrada en la rectoría con elniño en brazos. Contó cómo la habíaaplastado el derrumbe, cómo lloró elbebé. Alcanzó a divisar un hilo de luz, yextendiendo una mano logró agrandar elagujero, poco a poco. Después de mediahora más o menos, oyó el ruido chirriantede la madera que se quema. Por lopronto, el agujero ya era lo suficientementegrande como para sacar al niñopor él, y después de hacerlo emergió ellamisma. Dijo que ahora volvía a Ushida.El señor Tanimoto manifestó que deseabaver su iglesia y asistir a la gente desu Asociación Vecinal. Se separaron contanta indiferencia — y azoramiento—como se habían encontrado.gruesome horrible, grisly, disgusting, horripilante, tétrico, lúgubreLe chemin qu’avait pris M. Tanimoto Mr. Tanimoto’s way around thepour contourner l’incendie le fit traverser60 fire took him across the East Pa-le Champ de Manoeuvre de l’Est qui, rade Ground, which, being anzone d’évacuation, était à présent le théâtreevacuation area, was now thed’une horrible parade : blessés ensan-scene of a gruesome review: rankglantés et brûlés par files entières. Les on rank of the burned and bleeding.Those who were burnedbrûlés gémissaient : a Mizu, mizu ! A 65boire, à boire ! » M. Tanimoto, ayant moaned, “Mixu, mizu! Water, water!”trouvé un [72] baquet dans unie rue procheMr. Tanimoto found a basinet repéré un robinet qui fonctionnait in a nearby street and located a waterencore dans la carcasse écrabouilléetap that still worked in the7025El paso del señor Tanimoto en la zonadel incendio lo llevó a través del Campode Desfile del Este, que, al ser zonade evacuación, era ahora escena [51] ríode un horripilante espectáculo: masasy masas de gente quemada y sangrante.Los quemados gemíanMizu, mizu! «¡Agua, agua!»El señor Tanimoto encontró una palanganaen una calle cercana, localizóuna espita que aún funcionaba entre las


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandAlgún tiempo después volvió a oír quealguien caminaba encima y que luego semovía hacia un lado; quienquiera quefuese, comenzó a excavar. Este excavadorliberó a varias personas, y cuandodestapó a la escolar, ésta comprobó quesu espalda no estaba rota después de todo,y reptó hacia afuera. La señorita Sasakihabló al salvador, y él trabajó en direccióna ella. Sacó un gran número de libros,hasta que hizo un túnel. Ella pudover su cara transpirada mientras le decía:—Salga, señorita.Lo intentó.—No puedo moverme —expresó—. Elhombre continuó excavando y le dijo que tratasecon toda sus fuerzas de salir de allí. Perolos libros le pesaban sobre las caderas, y fid’unemaison, entreprit d’apporter de crushed shell of a house, and hel’eau à ces inconnus qui souffraient. began carrying water to the sufferingLorsqu’il eut donné à boire à une trentainestrangers. When he had givend’entre eux, il se rendit compte drink to about thirty of them, hequ’il perdait trop de temps. « 5 realized he was taking too muchExcusez-moi, dit-il d’une voix forte à time. “Excuse me,” he said loudly toceux qui, tout près, tendaient les mains those nearby who were reaching outvers lui et criaient leur soif, nombreux their hands to him and crying theirsont ceux qui attendent mes soins. » Puis thirst. “I have many people to take careil s’en fut en courant. Il retourna au bord 10 of ” Then he ran away. He went to thede la rivière, son baquet à la main et river again, the basin in his hand, andsauta sur un banc de sable. Là, il vit des jumped down onto a sandspit. Therecentaines de gens si mal en point, qu’il he saw hundreds of people so badlyleur était impossible de fuir plus loin la wounded that they could not get up tocité en flammes. Quand ces gens aperçurent15 go farther from the burning city. Whenun homme valide et indemne, la they saw a man erect and unhurt, themême plainte recommença. « Mizu, mizu, chant began again: “Mizu, mizu,mizu, mizu ». M. Tanimoto n’y put résister;mizu.” Mr. Tanimoto could not resistil alla chercher de l’eau à la rivière, them; he carried them water from thequ’il leur distribua --- erreur de sa part, 20 river—a mistake, [42] since it wasl’eau étant saumâtre, du fait de la marée. tidal and brackish. Two or three smallDeux ou trois petits bateaux traversaient la boats were ferrying hurt people acrossrivière, transportant les blessés du parc the river from Asano Park, andAsano. Quand l’un d’eux accosta au banc de when one touched the spit, Mr.sable, M. Tanimoto réitéra de la même voix forte son 25 Tanimoto again made his loud,petit discours d’excuses et sauta à bord. Il se trouva apologetic speech and jumped into theainsi atteindre le parc. Là, parmi [73] les broussailles, boat. It took him across to the park. There,il retrouva certains des gens de son Association de in the underbrush, he found some of hisQuartier, dont il avait la responsabilité et qui s’étaient charges of the Neighborhood Association,rendus en cet endroit conformément à ses instructions30 who had come there by his previous in-précédentes ; il retrouva aussi de nombreuses structions, and saw many acquaintances,connaissances, entre autres le Père Kleinsorge et les among them Father Kleinsorge and theautres membres de la communauté catholique. Mais other Catholics. But he missed Fukai, whoFukai, qui était un de ses amis intimes, manquait. « had been a close friend. “Where isOù est Fukai ? » demanda-t-il. »35 Fukai-san?” he asked.ra aplastada de una casa, y comenzó allevar agua a los desconocidos. Cuandohubo dado de beber a unos treintade ellos, se percató de que aquello letomaba demasiado tiempo. «Discúlpenme»,dijo en voz alta a los que yaalargaban [42] la mano hacia él gritandode sed. «Tengo mucha gente quecuidar.» <strong>En</strong>tonces fue de nuevo al río,con el tazón en la mano, y saltó a unbanco de arena. Allí vio a cientos depersonas tan gravemente heridas queno podían ponerse de pie para alejarsede la ciudad en llamas. Cuando veíana un hombre ileso y erguido, el cantocomenzaba de nuevo: «Mizu, mizu,mizu». El señor Tanimoto no podía soportarlo;les llevó agua del río, lo cualfue un error, pues eran aguas turbiasy salobres. Dos o tres botes pequeñosllevaban a los heridos a travésdel río desde el parque Asano, y,cuando uno de ellos llegó al bancode arena, el señor Tanimoto pronuncióde nuevo su discurso arrepentidoy se subió al bote. <strong>En</strong> el parque,entre la maleza, encontró a varios desus cargos de la Asociación de Vecinos,que habían llegado allí siguiendosus instrucciones, y vio a muchosconocidos, entre ellos el padreKleinsorge y los demás católicos.Pero echó en falta a Fukai, que habíasido un buen amigo suyo. «¿Dóndeestá Fukai-san?»ruinas de una casa, y se dedicó a llevaragua a los sufrientes desconocidos.Cuando ya había dado de beber a unostreinta de ellos, se dio cuenta de que estabaperdiendo mucho tiempo.—Discúlpenme —dijo en voz alta alos que estaban cerca y extendían lasmanos hacia él gritando su sed —. Tengoque atender a mucha gente.Luego se fue. Se dirigió nuevamente alrío, con la palangana en la mano y saltó albanco de arena. Allí vio a cientos de personastan gravemente heridas que no podíanlevantarse para alejarse de la ciudad en llamas.Cuando vieron un hombre erguido ysano, el cántico empezó otra vez:—Mizu, mizu, mizu.El señor Tanimoto no pudo resistirse;les llevó agua del río... lo que eraun error, ya que era agua de marea ysalobre. Dos o tres botes pequeñostrasportaban gente herida a través delrío desde el parque Asano, y cuandouno tocó el banco de arena el señorTanimoto volvió a hacer su discursoapologético, y saltó al bote. Este lo llevóatravesando el parque. Allí, en las malezas,encontró a algunos de sus protegidosde la Asociación Vecinal que habían venidoaquí siguiendo sus propias instruccionesprevias y vio a muchos conocidos, entreellos el padre Kleinsorge y los otros sacerdotescatólicos. Pero echó de menos aFukai, de quien había sido muy amigo.—¿Dónde está Fukai-san? —preguntó.« Il n’a pas voulu venir avec nous, réponditle Père Kleinsorge. Il s’est sauvé etit retourne là-bas. »“He didn’t want to come with us,”Father Kleinsorge said. “He ranback.”40Quand Mlle Sasaki entendit les voix BEN MISS SASAKI heard thede ceux qui étaient pris avec elle parmi voices of the people caught alongles ruines de la fabrique d’étain, elle se with her in the dilapidation at the tinmit à leur parler. Sa plus proche voisine,factory, she began speaking to them.à ce qu’elle découvrit, était une 45 Her nearest neighbor, she discovered,étudiante requise pour le travail en was a high-school girl who had beenusine et qui lui déclara avoir la colonne drafted for factory work, and who saidvertébrale brisée. Mile Sasaki répliqua : « her back was broken. Miss Sasaki replied,Je suis coincée et je ne peux pas remuer.“I am lying here and I can’tJ’ai la jambe gauche sectionnée. »50 move. My left leg is cut off.”«No ha querido venir con nosotros»,dijo el padre Kleinsorge. «Se ha regresado.»Cuando la señorita Sasaki escuchó lasvoces de quienes estaban atrapados conella en las ruinas de la fábrica de estaño,empezó a hablarles. Descubrió que su vecinomás próximo era una joven estudiantede bachillerato que había sido preparadapara trabajos de fábrica, y que decía tenerla espalda rota. La señorita Sasaki repuso:«Yo no me puedo mover. Me han amputadola pierna izquierda».—No quiso venir con nosotros —respondióel padre Kleinsorge —. Se volvió.[52]Cuando la señorita Sasaki oyó las vocesde la gente atrapada junto con ella en elderrumbe de la fábrica de hojalata, comenzóa hablarles. Su vecina más cercana, segúndescubrió, era una chica de la escuelasecundaria que había sido reclutada para eltrabajo de fábrica, y que dijo tener la espaldarota. La señorita Sasaki respondió:—Yo estoy acostada aquí y no me puedomover. Tengo la pierna izquierda cortada.Un peu plus tard, elle entendit à nouveauSome time later, she again heard[74] qu’on marchait au-dessus d’elle, puis somebody walk overhead and thenqu’on allait d’un côté, et enfin que l’inconnu, quel move off to one side, and whoever itqu’il fût, entreprenait de déblayer. L’homme qui 55 was began burrowing. The digger releasedpiochait dégagea plusieurs personnes, et quand ilseveral people, and when heeut délivré l’étudiante, elle s’aperçut qu’elle had uncovered the high-school girl,n’avait pas la colonne vertébrale brisée, en fin de she found that her back was not broken,compte, et sortit en rampant des décombres. Mlleafter all, and she crawled out.Sasaki appela le sauveteur et il se mit à l’oeuvre, 60 Miss Sasaki spoke to the rescuer, anden direction de l’endroit où elle était. Il déblaya he worked toward her. He pulledun grand nombre de bouquins et parvint à creuser away a great number of books, untilun tunnel jusqu’à elle. Elle vit un visage ruisselanthe had made a tunnel to her. She couldde sueur en même temps que l’homme disait : see his perspiring face as he said,« Sortez de là, mademoiselle ». Elle essaya. « Je 65 “Come [43] out, Miss.” She tried. “Ine peux pas remuer, dit-elle. L’homme creusa encorecan’t move,” she said. The man extesun peu et lui dit d’essayer à nouveau, de toucavatedsome more and told her to tryses forces. Mais les livres pesaient lourdement with all her strength to get out. Butsur les hanches de la jeune fille ; finalement, books were heavy on her hips, and the7026Poco tiempo después volvió a oír quealguien caminaba por encima, enseguidase movía hacia un lado y —quien quieraque fuese— empezaba a escarbar. El excavadorliberó a varias personas, y cuandohubo descubierto a la estudiante, elladescubrió [43] que su espalda no estabarota, y que podía arrastrarse hacia fuera.La señorita Sasaki le habló al socorrista,y él empezó a abrirse paso hacia ella.Quitó una buena cantidad de libros hastaque logró abrir un túnel. Ella vio entoncesla cara sudorosa que le dijo: «Salga,señorita». Lo intentó. «No puedo moverme»,dijo. El hombre excavó un poco másy le dijo que intentara salir con todas susfuerzas. Pero los libros sobre sus caderaseran muy pesados, y el hombre acabó por


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandl’homme se rendit compte qu’une armoire prenait man finally saw that a bookcase wasappui sur les bouquins et qu’un gros madrier reposaitleaning on the books and that a heavyde tout son poids sur le meuble. « Atten-beam pressed down on the bookcase.dez, dit-il je vais chercher une traverse. » “Wait,” he said. “I’ll get a crowbar.”5Il se passa un long temps avant que The man was gone a long time,l’homme revînt, de fort mauvaise humeur,and when he came .back, he wascomme si le triste sort de la jeune ill-tempered, as if her plight werefille était sa faute à elle. « Il n’y a personneall her fault. “We have no men topour [75] vous aider ! cria-t-il 10 help you!” he shouted in throughpar le tunnel. Il faut vous débrouiller the tunnel. “You’ll have to gettoute seule pour sortir. »out by yourself.”ver que una estantería se inclinaba sobrelos libros y una viga pesada hacía presiónsobre la estantería. «Espere», dijo entonces.«Voy a buscar una palanca.»El hombre estuvo ausente un buentiempo, y estaba de mal humor cuandoregresó, como si la situación de la señoritaSasaki fuera culpa de ella. «¡No tenemospersonal para ayudarla!», le gritóa través del túnel. «Tendrá que arreglárselasusted misma para salir.»nalmente el hombre vio que una estanteríaestaba caída sobre los libros y que sobre laestantería había una pesada viga.—Espere —le dijo—. Conseguiré una palanca.El hombre tardó un largo rato en volver, ycuando lo hizo estaba de mal humor, como sila situación en que se encontraba la señoritaSasaki fuera exclusivamente culpa de ella.—¡No tenemos hombres para ayudarla!— gritó por el túnel—. Tendrá quesalir por sus propios medios.« Je ne peux pas, dit-elle. Ma “That’s impossible,” she said.jambe gauche... » L’homme était 15 “My left leg...” The man wentparti.away.«Es imposible», dijo ella. «Mi piernaizquierda...» Pero el hombre ya se habíaido.—Es imposible —dijo ella—. Mipierna izquierda...El hombre se fue. [53]Ce fut bien plus tard que plusieurs hommessurvinrent, qui tirèrent Mlle Sasaki de saprison. Sa jambe gauche n’était pas sectionnée; elle n’était que douloureusement brisée,20les chairs tailladées, et pendait de travers àpartir du genou. Les hommes la portèrent dansla cour. Il pleuvait. On l’assit à même le solsous la pluie. L’averse croissant en force, quelqu’undit à tous les blessés de chercher asile25dans les abris de l’usine. a Venez, dit à lajeune fille une femme qui n’était qu’une déchirure,vous n’avez qu’à sauter àcloche-pied. » Mais Mlle Sasaki ne pouvait 30bouger, et elle resta sous la pluie, à attendre.Puis un homme étaya contre le mur une grandeplaque de tôle ondulée de façon à former unesorte d’auvent, à l’abri duquel il porta la jeunefille dans ses bras. Elle en ressentit pour lui 35de la gratitude jusqu’au moment où l’hommerevint avec deux blessés - une femme qui avaitun sein complètement arraché et un hommedont le visage brûlé n’était que chair à vif[76] qu’il installa à ses côtés, sous l’abri rudimentaire.<strong>En</strong>suite, plus personne. La pluie40cessa ; le ciel restait couvert ; l’agrès-midiétait horriblement chaud. La nuit n’était pasencore tombée, que les trois grotesques, sousleur toit de tôle oblique et tordu, commençaientà exhaler45l’infection.Much later, several men cameand dragged Miss Sasaki out. Herleft leg was not severed, but it wasbadly broken and cut and it hungaskew below the knee. They tookher out into a courtyard. It was raining.She sat on the ground in therain. When the downpour increased,someone directed all the woundedpeople to take cover in the factory’sair-raid shelters. “Come along,” atorn-up woman said to her. “Youcan hop.” But Miss Sasaki could notmove, and she just waited in therain. Then a man propped up alarge sheet of corrugated iron as akind of lean-to, and took her in hisarms and carried her to it. She wasgrateful until he brought two horriblywounded people—a woman witha whole breast sheared off and aman whose face was all raw from aburn—to share the simple shed withher. No one came back. The raincleared [44] and the cloudy afternoonwas hot; before nightfall thethree grotesques under the slantingpiece of twisted iron began to smellquite bad.Mucho después, varios hombresllegaron y la arrastraron fuera. Supierna izquierda no había sidoamputada, pero tenía cortes graves ycolgaba, torcida, de la rodilla hacia abajo.La llevaron a un patio. Llovía. Ella sesentó sobre la tierra, bajo la lluvia. Cuandoempezó a llover más fuerte, alguien dio instruccionesa los heridos para que se protegieranen los refugios antiaéreas de la fábrica.«Venga», le dijo una mujer desgarrada.«Puede caminar con un solo pie.» Pero laseñorita Sasaki no podía moverse, y se limitóa esperar en medio de la lluvia. <strong>En</strong>toncesun hombre apoyó una gran lámina dehierro corrugado sobre la pared para utilizarlacomo cobertizo, y tomó a la señorita Sasakien brazos y la llevó hasta allí. Ella le estuvoagradecida hasta que el hombre trajo también ados personas horriblemente heridas —una mujera la cual le había sido arrancado un senoy un hombre [44] cuya cara estaba encarne viva por una quemadura— paraque compartieran la cabaña con ella.Nadie regresó. Cesó la lluvia, la tardenublada era caliente; antes del anochecer,los tres grotescos personajes bajoel trozo de hierro inclinado empezarona oler bastante mal.Mucho tiempo después, vinieron varioshombres y sacaron a la señorita Sasaki.Su pierna izquierda no estaba cortada, perosí gravemente fracturada y herida y colgabainerte desde debajo de la rodilla. Lallevaron a un patio. Llovía. Se sentó en elsuelo bajo la lluvia. Cuando el chaparrónarreciaba, alguien ordenó a todos los heridosque se refugiasen en los cobertizosantiaéreos de la fábrica.—Venga —le dijo una mujer herida—.Puede caminar a saltos.Pero la señorita Sasaki no podía moverse,y esperó bajo la lluvia. Luego unhombre enderezó una gran chapa de hierro_________ , formando con ella unaespecie de cobertizo, la tomó en brazosy la llevó hasta allí. Ella se sintió agradecidahasta que el hombre condujo allía dos personas horriblemente heridas —una mujer con todo un pecho cortado yun hombre con la cara en carne viva a causade las quemaduras — para que compartiesencon ella el precario refugio. Nadievolvió. La lluvia cesó y la tarde nubladase tornó más cálida; antes del crepúsculolos tres grotescos personajes de bajo lachapa de hierro retorcido comenzaron aoler mal.L’ancien chef de l’Association deQuartier de Nobori-cho, à laquelle étaientrattachés les prêtres catholiques, était un 50homme énergique, du nom de Yoshida. 11s’était vanté, lorsqu’il avait eu la chargede la D. P. du secteur, de ce que le feupourrait bien dévorer tout Hiroshima, jamaisil ne toucherait à Nobori-cho. La 55bombe jeta bas sa maison, et une solive lecloua lui-même au sol, lui paralysant lesjambes, bien en vue de la maison des jésuites,en face, et des gens qui se hâtaientde fuir dans la rue. Dans la confusion de 60la panique, Mme Nakamura et ses enfants,le Père Kleinsorge, M. Fukai sur le dos,le remarquèrent à peine ; il n’était qu’undes vagues éléments du brouillard de souffranceau milieu [77] duquel tous ces gens 65se mouvaient. Ses appels au secours restèrentsans réponse ; tant d’êtres appelaient,qu’on ne pouvait les entendre séparément.Comme les autres, Mme70THE FORMER head of theNobori-cho Neighborhood Associationto which the Catholic priests belongedwas an energetic man namedYoshida. He had boasted, when hewas in charge of the district air-raiddefenses, that fire might eat away allof Hiroshima but it would nevercome to Nobori-cho. The bomb blewdown his house, and a joist pinnedhim by the legs, in full view of theJesuit mission house across the wayand of the people hurrying along thestreet. In their confusion as they hurriedpast, Mrs. Nakamura, with herchildren, and Father Kleinsorge, withMr. Fukai on his back, hardly sawhim; he was just part of the generalblur of misery through which theymoved. His cries for help brought noresponse from them; there were somany people shouting for help that they27El antiguo jefe de la Asociación deVecinos de Nobori-cho a la cual pertenecíanlos sacerdotes católicos era unhombre enérgico llamado Yoshida.Cuando estaba a cargo de las defensasantiaéreas del barrio, se había jactado deque el fuego podría consumir todaHiroshima pero no llegaría nunca aNobori-cho. La bomba echó su casa abajo,y una viga sobre sus piernas lo dejóparalizado con una vista perfecta haciala casa de la misión jesuita y hacia lagente que pasaba deprisa por la calle. <strong>En</strong>medio de la confusión, la señoraNakamura, sus niños y el padreKleinsorge con el señor Fukai a cuestas,estuvieron a punto de no verlo al pasar;Yoshida era apenas una parte del borrosoescenario de miseria a través del cualse movían. Sus gritos de auxilio no obtuvieronrespuesta; había tanta gente pidiendoauxilio a gritos, que el grupo noEl anterior presidente de la AsociaciónVecinal de Nobori-chico, a la quepertenecían los sacerdotes católicos, eraun hombre enérgico llamado Yoshida.Se había jactado, cuando estuvo a cargode las defensas antiaéreas del distrito,de que el fuego podía consumir atoda Hiroshima, pero que nunca llegaríaa Nobori-chico. La bomba derrumbósu casa, y una viga lo atrapó porlas piernas; podía ver claramente la casade la Misión jesuítica al otro lado de lacalle, y la gente corriendo para ponersea salvo. <strong>En</strong> la confusión, mientraspasaban apurados la señora Nakamuracon sus hijos, y el padre Kleinsorge conel señor Fukai a la espalda, apenas lovieron: formaba parte de la desdichageneral a través de la cual se movian.Sus gritos pidiendo auxilio no encontraronrespuesta; había tanta gente pidiendoauxilio que era imposible oírlo


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandNakamura et le Père Kleinsorge allèrent could not hear him separately. They andleur chemin. Nobori-cho devint absolumentall the others went along. Nobori-cho be-désert, et l’incendie fit rage. M. came absolutely deserted, and the fireYoshida vit la maison de la mission, qui swept through it. Mr. Yoshida saw theétait en bois - et le seul bâtiment qui demeurât5 wooden mission house—the onlydebout dans le quartier flamber erect building in the area—go up incomme une boite d’allumettes, tandis que a lick of flame, and the heat was terrificla chaleur qui le frappait au visage devenaiton his face. Then flames cameterrifiante. Puis le feu traversa la rue along his side of the street and enteredhis house. In a paroxysm ofet pénétra dans sa maison. Au comble de 10la terreur, il trouva la force de se dégager terrified strength, he freed himselfet se mit à courir le long des avenues de and ran down the alleys ofNobori-cho, cerné par le feu dont il avait Nobori-cho, hemmed in by the firedit qu’il ne passerait jamais. Du coup, il he had said would never come. Hefut métamorphosé sur-le-champ en 15 began at once to behave like an oldvieillard; deux mois plus tard, ses cheveux man; two months later his hair wasétaient tout blancs.white. [45]pudo escucharlo a él por separado. Igualque ellos, los demás siguieron su camino.Nobori-cho quedó absolutamente desierto,barrido por el fuego. El señorYoshida vio la misión de madera —elúnico edificio erguido de la zona— arderen una llamarada, y sintió un calorterrible en la cara. <strong>En</strong>tonces las llamasllegaron por su lado de la calle y entrarona su casa. <strong>En</strong> un paroxismo de fuerzaaterrorizada se liberó y corrió por los callejonesde Nobori-cho, encerrado porel fuego que, según había dicho, no llegaríanunca. Comenzó de inmediato acomportarse como un anciano. Dos mesesdespués, su pelo estaba completamenteblanco. [45]a él separadamente. Ellos y todos losotros pasaron de largo. Nobori-chicoquedó absolutamente desierto, y el fuegoreptó a través de sus calles. El señorYoshida vio la casa de madera de laMisión —único edificio de la zona enpie— inflamarse en una sola llamarada,y el calor fue terrible en su cara.<strong>En</strong>tonces las llamas llegaron hasta suvereda y entraron en su casa. <strong>En</strong> el paroxismodel terror, sacó fuerzas y corriópor los callejones de Nobori-chico,acosado por el fuego que él habíadicho que nunca llegaría. Inmediatamentecomenzó a comportarse como unviejo; dos meses más tarde tenía el peloblanco.Le docteur Fujii se tenait enfoncé dans AS DR. Fujii stood in the river upl’eau de la rivière jusqu’au cou, pour éviter la 20 to his neck to avoid the heat of thechaleur torride de (incendie. Cependant, [78] fire, the wind blew stronger and stronger,le vent s’était mis à souffler de plus en plusand soon, even though the ex-fort ; bientôt, et si étroit que fût en ce point le panse of water was small, the wavesbras du delta, les vagues montèrent si haut que grew so high that the people under theles gens sous le pont eurent du mal à ne pas 25 bridge could no longer keep theirperdre pied. Le docteur Fujii se rapprocha de footing. Dr. Fujii went close to thela berge, s’accroupit et se cramponna de son shore, crouched down, and embracedbras valide à une grosse pierre. Peu après, il a large stone with his usable arm.devint impossible de guéer, fût-ce tout près Later it became possible to wadedu bord; le docteur Fujii et ses deux infirmières30 along the very edge of the river, andsurvivantes remontèrent la rive jus-Dr. Fujii and his two surviving nursesqu’à quelque deux cents mètres de là - jusqu’àmoved about two hundred yards up-une étendue de sable non loin du parc stream, to a sandspit near AsanoAsano. De nombreux blessés étaient couchés Park. Many wounded were lying onlà. Il y avait notamment le docteur Machii et 35 the sand. Dr. Machii was there withsa famille; sa fille, qui était dehors lors de his family; his daughter, who hadl’explosion de la bombe, avait de fortes brûluresbeen outdoors when the bomb burst,aux mains et aux jambes; mais par bon-was badly burned on her hands andheur le visage était épargné. Bien que son legs but fortunately not on her face.épaule lui fît alors terriblement mal, le docteur40 Although Dr. Fujii’s shoulder was byFujii examina, non sans curiosité, les now terribly painful, he examined thebrûlures de la jeune fille. Puis il se coucha. girl’s burns curiously. Then he lay<strong>En</strong> dépit de tant de misère qui l’entourait, il down. In spite of the misery allavait honte de sa tenue et il fit observer au around, he was ashamed of his appearance,and he remarked to Dr.docteur Machii qu’il avait conscience de ressembler45à un mendiant, vêtu qu’il était de ses Machii that he looked like a beggar,seuls sousvêtements en loques et tachés de dressed as he was in nothing but tornsang. Tard dans (après-midi, quand le feu and bloody underwear. Later in thecommença [79] sà diminuer, il décida de afternoon, when the fire began to subside,he decided to go to his parentalpousser jusqu’à la maison de ses parents, dans 50le faubourg de Nagatsuka. Il demanda au docteurhouse, in the suburb of Nagatsuka. HeMachii de se joindre à lui, mais le doc-asked Dr. Machii to join him, but theteur répondit que sa famille et lui passeraient Doctor answered that he and his familyla nuit sur la lagune, à cause des blessures dewere going to spend the night onsa fille. Le docteur Fujii, suivi de ses infirmières,55 the spit, because of his daughter’sse rendit donc d’abord à pied à Ushida injuries. Dr. Fujii, together with hisoù, dans la demeure en partie détruite de parentsnurses, walked first to Ushida, where,à lui, , il retrouva du matériel de panse-in the partially damaged house ofments sommaires qu’il y avait entreposé. Les, some relatives, he found first-aid materialshe had stored there. The twodeux infirmières soignèrent ses blessures, 60puis lui, soigna les leurs. Ils se remirent en nurses bandaged him and he them.route. La plupart des gens ne marchaient plus They went on. Now not [46] manydans les rues, maintenant; on les voyait assis people walked in the streets, but aou couchés sur la chaussée, vomissant, attendantgreat number sat and lay on the pavevresla mort, mourant. Le nombre de cada-65 ment, vomited, waited for death, andque l’on rencontrait sur la route de died. The number of corpses on theNagatsuka tenait d’un mystère qui s’épaississait way to Nagatsuka was more and moreau fur et à mesure qu’on avançait. Le docteur se puzzling. The Doctor wondered:demandait: Est-ce que vraiment, une corbeille de Could a Molotov flower basket have7028Mientras el doctor Fujii permanecíacon el agua al cuello para evitar el calordel fuego, el viento empezó a soplarcon más y más fuerza, y muy pronto,aunque la extensión de agua no erademasiado amplia, las olas crecierontanto que a la gente bajo el puente lefue difícil conservar el equilibrio. Eldoctor Fujii se acercó a la orilla, se agachóy abrazó una piedra grande con subrazo útil. Después fue posible caminarpor el borde del río, y el doctorFujii, con sus dos enfermeras sobrevivientes,se desplazó poco menos dedoscientos metros río arriba, hasta unbanco de arena cerca del parqueAsano. Muchos heridos yacían sobre laarena. El doctor Machii y su familia estabanallí; su hija, que estaba fuera decasa cuando estalló la bomba, tenía gravesquemaduras en las manos y piernas,pero no en la cara, por fortuna. Aunqueel hombro le dolía cada vez más,el doctor Fujii examinó con curiosidadlas heridas de la joven. Después se recostó.A pesar de la miseria que lo rodeaba,lo avergonzaba su facha, y le comentóal doctor Machii que vestido así,con su ropa interior rasgada y ensangrentada,parecía un mendigo. Más tarde,cuando el fuego empezó a ceder,decidió ir a casa de sus padres, en elsuburbio de Nagatsuka. Le pidió al doctorMachii que lo acompañara, pero ésterespondió que su familia y él pasaríanla noche en el banco de arena, debido alas heridas de su hija. El doctor Fujiillegó caminando a Ushida junto con susenfermeras, y encontró materiales deprimeros auxilios en la casa, parcialmentedañada, de unos familiares. Lasenfermeras lo vendaron; él las vendó aellas. Continuaron su camino. Ahora nohabía demasiada gente caminando porlas calles, pero muchos aparecían sentadoso acostados sobre el pavimento,vomitando, esperando la muerte, muriendo.El número de cadáveres en elcamino a Nagatsuka era mayor y másinquietante. El doctor se preguntaba:¿es posible que una canasta MolotovMientras el doctor Fujii estabaen el río con el agua al cuello paraevitar el calor del fuego, el vientosopló cada vez con más fuerza, ypronto, aun cuando el caudal deagua era pequeño, las olas se hicierontan altas que la gente ya no podíahacer pie bajo el puente. El doctorFujii se acercó a la playa, seagachó y con el brazo sano se aferróa una gran piedra. Más tarde fueposible vadear la orilla del río, y eldoctor Fujii y sus dos enfermeras sobrevivientesse movieron unos doscientosmetros aguas arriba, hasta un banco dearena cerca del parque Asano. Muchosheridos yacían en la arena. Allí estabael doctor Machii con su familia: la hija,que se encontraba fuera de la casa cuandoestalló la bomba, tenía quemadurasgraves en las manos y en las piernas,pero afortunadamente no en lacara. Aunque para entonces al doctorFujii le dolía terriblemente el hombro,examinó con curiosidad las quemaduras dela chica. Luego se recostó. A pesar del caosque lo rodeaba, estaba avergonzado [55] de suapariencia, y le hizo notar al doctor Machiique parecía un mendigo, vestido como estabacon sólo ropa interior raída y ensangrentada.Más tarde, cuando el fuego comenzó a ceder,decidió dirigirse a casa de sus padres, en elsuburbio de Nagatsuka. Le pidió al doctorMachii que lo acompañase, pero éste respondióque él y su familia pensaban quedarse apasar la noche en el banco de arena, a causade las heridas de la hija. El doctor Fujii,juntamente con sus enfermeras, caminóhasta Ushida, donde, en la casa dañada amedias de unos parientes, encontró materialesde primeros auxilios guardadosallí. El y las enfermeras se vendaron mutuamente.Continuaron camino. Ahorano había mucha gente caminando por lascalles, pero un gran número yacía en elpavimento, sentados o acostados, vomitaban,esperaban la muerte, y morían. Elnúmero de cadáveres en el camino aNagatsuka era cada vez más desconcertante.El doctor se preguntaba si una«canastilla de flores Molotov» podía


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandfleurs Molotov avait pu faire tant de mal?done all this?cause todo esto? [46]haber hecho todo eso.Le docteur Fujii atteignit sa demeure familialeDr. Fujii reached his family’sdans la soirée. Elle était à huit kilomè-house in the evening. It was fivetres du centre de la ville : le toit s’était écroulé 5 miles from the center of town, butà l’intérieur de la maison, tous les carreaux its roof had fallen in and the windowsdes fenêtres étaient en miettes. [80]were all broken.El doctor Fujii llegó a la casa de sufamilia al atardecer. La casa estaba aocho kilómetros del centro de la ciudad,pero su techo se había caído y todoslos cristales estaban rotos.El doctor Fujii llegó a casa de su familiapor la noche. Distaba cinco millasdel centro de la ciudad, pero el techo sehabía hundido y todas las ventanas estabanrotas.Tout le jour, les gens ne cessèrentd’affluer dans le parc Asano. Cette 10propriété privée se trouvait assezloin du centre de l’explosion pourque ses bosquets de bambous, depins, de lauriers et d’érables fussentencore debout et que cotte verdure 15fût une invite aux réfugiés - eu partieparce qu’ils avaient la convictionque si les Américains revenaient, ilsne bombarderaient que les maisons ;en partie parce que le feuillage leur 20apparaissait comme un pôle de fraîcheuret de vie; et en partie aussi (àen croire certains) à cause d’un instinctirrésistible, d’un atavisme quiles poussait à se mettre à l’abri sous 25des arbres. Mme Nakamura et ses enfantsfurent parmi les premiers arrivéset s’installèrent dans le massifde bambous qui bordait la rivière.Tous quatre avaient très soif et burentà même l’eau courante. Ils30eurent aussitôt la nausée et se mirentà vomir; la nausée ne les quitta pasde la journée. Il en alla de mêmepour d’autres ; tous s’imaginèrent 35(probablement à cause [81] de laforte odeur d’ionisation, de ce cc relentd’électricité » que laissait l’actiondésintégrante de la bombe) quece qui les rendait malades, c’était un 40gaz projeté par les Américains.Quand le Père Kleinsorge et lesautres prêtres arrivèrent dans leparc, saluant d’un signe de tête leursamis en passant. les Nakamura 45étaient tous malades et prostrés. Unefemme, du nom d’Isawaki, voisine dela mission et assise non loin desNakamura, se leva pour demander auxprêtres si mieux valait rester où elle 50était ou les suivre. Le Père Kleinsorgelui répondit : cc Je ne sais pas très bienmoi-même où l’on est le plus en sûreté.» Elle resta donc où elle était, et plustard dans la journée, bien qu’elle ne 55portât aucune trace visible de blessure,mourut. Les prêtres continuèrent quelquetemps au bord de la rivière et s’installèrentparmi les fourrés. Le Père LaSalle s’étendit et s’endormit aussitôt. 60L’étudiant en théologie, qui étaitchaussé de pantoufles, avait emportéavec lui un baluchon de vêtements oùil avait empaqueté deux paires dechaussures en cuir. Lorsqu’il se fut 65assis avec les autres, il s’aperçut clacle baluchon s’était défait, clac deuxchaussures en étaient tombées en routeet qu’il ne lui [82 ] restait plus que deux70ALL DAY, people poured intoAsano Park. This private estatewas far enough awayfrom the explosion so that itsbamboos, pines, laurel, andmaples were still alive, andthe green place invitedrefugees—partly because theybelieved that if the Americanscame back, they would bomb onlybuildings; partly because the foliageseemed a center of coolness andlife, and the estate’s exquisitelyprecise rock gardens, with theirquiet pools and arching bridges,were very Japanese, normal, secure;and also partly (according to somewho were there) because of an irresistible,atavistic urge to hide underleaves. Mrs. Nakamura and her childrenwere among the first to arrive,and they settled in the bamboo grovenear the river. They all felt terriblythirsty, and they drank from theriver. At once they were nauseatedand began vomiting, and theyretched the whole day. Otherswere also nauseated; they allthought (probably because of thestrong odor of ionization, an “electricsmell” given off by the bomb’sfission) that they were sick from agas [47] the Americans haddropped. When Father Kleinsorgeand the other priests came into thepark, nodding to their friends asthey passed, the Nakamuras wereall sick and prostrate. A womannamed Iwasaki, who lived in theneighborhood of the mission andwho was sitting near the Nakamuras,got up and asked the priests if sheshould stay where she was or gowith them. Father Kleinsorge said,“I hardly know where the safestplace is.” She stayed there, andlater in the day, though she had novisible wounds or burns, she died.The priests went farther along theriver and settled down in someunderbrush. Father LaSalle laydown and went right to sleep. Thetheological student, who waswearing slippers, had carriedwith him a bundle of clothes, inwhich he had packed two pairs ofleather shoes. When he sat downwith the others, he found that thebundle had broken open and acouple of shoes had fallen out andnow he had only two lefts. He re-29La gente siguió llegando en tropelal parque Asano durante todo eldía. Esta propiedad privada estabaa una buena distancia de la explosión,y sus bambúes, pinos, laurelesy arces se habían mantenido con vida,y un lugar verde como ése era una invitaciónpara los refugiados: en parte porquecreían que si regresaban los norteamericanosbombardearían sólo edificios; enparte porque el follaje parecía un centrode frescura y vida, y los jardines de piedra,de una precisión exquisita, consus silenciosas piscinas y sus puentesarqueados, eran muy japoneses,normales, seguros; y en parte debidoa una urgencia irresistibley atávica de estar debajo de hojas.La señora Nakamura y sushijos estuvieron entre los primerosen llegar, y se instalaron enel bosquecillo de bambú cercadel río. Todos estaban sedientos,y bebieron agua del río. De inmediatosintieron náuseas y comenzarona vomitar, y todo el díasufrieron arcadas. Otros tuvieronnáuseas también; pensaron (probablementedebido al fuerte olor de laionización, un «olor eléctrico» producidopor la fisión de la bomba)que era un gas lanzado por los norteamericanoslo que los hacía sentirseenfermos. Cuando el padreKleinsorge y los otros sacerdotesllegaron al parque, saludando a susamigos al pasar, los Nakamura estabanenfermos y abatidos. Unamujer llamada Iwasaki, que vivía enla vecindad de la misión y estabasentada cerca de los Nakamura, selevantó y preguntó a los sacerdotessi debía quedarse donde estaba o ircon ellos. El padre Kleinsorge dijo:«No sé cuál sea el lugar más seguro».Ella se quedó donde estaba;más tarde, aunque no tenía ni heridasni quemaduras visibles, murió.[47] Los sacerdotes avanzaron juntoal río y se acomodaron entre unosarbustos. El padre La Salle se recostóe inmediatamente se quedódormido. El estudiante de teología,que llevaba sus sandalias puestas,había traído consigo un atado deropas en el cual había empacadodos pares de zapatos de cuero.Cuando se sentó con los demás, sepercató de que el atado se habíaroto y dos zapatos se habían perdido:ahora sólo le quedaban los dosDurante todo el día la gente se volcóen el parque Asano. Esta propiedadprivada estaba bastante lejosdel lugar de la explosión, de modoque los bambúes, los pinos, los laurelesy los plátanos vivían aún, y elverdor del lugar invitaba a losrefugiarlos... en parte porque éstoscreían que si los norteamericanos regresaban,bombardearían sólo losedificios; en parte porque el follajeparecía un centro de frescura y vida,y los exquisitamente delineados jardinesde rocas, con sus quietos estanquesy sus puentes curvados, eran muyjaponeses, normales, seguros; y tambiénen parte (según [56] algunos de losque estaban allí) a causa de un impulsoatávico e irresistible de esconderse bajoel follaje. La señora Nakamura y sus hijosse contaban entre los primeros enllegar, y se afincaron en la enramada debambúes cercana al río. Todos teníanmucha sed y bebieron del agua delrío. <strong>En</strong> el acto sintieron náuseas,comenzaron a vomitar y tuvieronarcadas todo el día. Había otras personastambién presas de náuseas; todospensaron (probablemente a causa delfuerte olor de ionización, un «olor eléctrico»producido por la fisión de la bomba)que estaban descompuestos a causade un gas arrojado por los norteamericanos.Cuando el padre Kleinsorge y losotros sacerdotes llegaron al parque, saludandoa sus amigos a medida que losencontraban, los Nakamura estaban todosenfermos y postrados. Una mujerllamada Isawaki, que vivía en la cercaníade la misión y que estaba sentadacerca de los Nakamura, se levantó y lespreguntó a los sacerdotes si debía quedarsedonde estaba o ir con ellos. El padreKleinsorge contestó:—Ni siquiera sé cuál es el lugar más seguro.La mujer se quedó donde estaba,y ese mismo día, aunque nopresentaba heridas o quemadurasvisibles, murió. Los sacerdotes siguieronremontando—, el río y sedetuvieron junto a unas malezas.El padre LaSalle se acostó y quedódormido. El estudiante de teología,que usaba zapatillas, llevabaconsigo un atado de ropa en elcual había incluido dos pares dezapatos de cuero. Cuando se sentócon los otros, descubrió que el atadose había abierto y que habían caídosdos zapatos, quedándole ahora otros dos,ambos del pie izquierdo. Volvió sobre sus


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandEl señor Tanimoto saludó a los sacerdotesy luego miró alrededor buscandootros amigos. Vio a la señoraMatsumoto, esposa del director de laEscuela Metodista, y le preguntó si teníased. La señora tenía sed, efectivamente,de modo que el señorTanimoto fue hasta uno de los estanquesde los jardines de Asano y recogióagua para ella en su palangana.Luego decidió volver a su iglesia. Fuea Nobori-chico por el mismo camino tomadopor los sacerdotes al escapar, perono llegó lejos: el incendio en las callesera tan terrible que debió regresar. Caminóhasta la orilla del río y comenzóa buscar un bote en el que pudiesellevar algunos de los heridos másgraves a través del río desde el parqueAsano y lejos del fuego que se expandía.Pronto [58] encontró unabarca de paseo de buen tamaño encalladaen el banco, pero en su interiory alrededores el espectáculo era macabro:cinco hombres muertos, casidesnudos, horriblemente quemados,que debían de haber expirado más omenos juntos, pues su actitud sugeríaque habían estado trabajando juntospara empujar la barca en el río. El sepiedsgauches. Il refit une partie du chemintraced his steps and found oneet retrouva un pied droit. A son re-right. When he rejoined thetour, il dit : « C’est drôle, plus rien n’a priests, he said, “It’s funny, butd’importance. Hier, ces chaussures things don’t matter any more.étaient ce que j’avais de plus précieux. 5 Yesterday, my shoes were my mostAujourd’hui cela m’est égal. Je me important possessions. Today, Icontente d’une seule paire. »don’t care. One pair is enough.”izquierdos. Volvió sobre sus pasos y encontróuno derecho. Cuando regresó juntoa los sacerdotes, dijo: «Es graciosover que las cosas ya no importan. Hastaayer, estos zapatos fueron mis pertenenciasmás apreciadas. Hoy, ya no me importan.Un par es suficiente».El señor Tanimoto dio la bienvenidaa los sacerdotes y miró alrededor,buscando a otros amigos. Vio ala señora Matsumoto, esposa del directorde la Escuela Metodista, y lepreguntó si tenía sed. Ella dijo quesí, y él le trajo agua en su tazón desdeuna de [48] las piscinas de losjardines de piedra. <strong>En</strong>tonces decidióque intentaría regresar a su iglesia.<strong>En</strong>tró en Nobori-cho por el caminoque los sacerdotes habían tomado alescapar, pero no llegó lejos; el fuegoen las calles era tan feroz que sevio obligado a regresar. Fue a laorilla del río y empezó abuscar un bote en el cualpudiera llevar a los heridosmás graves al otro lado, lejosdel fuego que seguíapropagándose. Pronto encontróuna batea de buen tamaño arrimadaa la arena, pero su interior y sus alrededoresformaban una escena horrible:allí había cinco hombrescasi desnudos y gravemente quemadosque debían de haber muertomás o menos al mismo tiempo, porquela posición de sus cuerpos sugeríaque entre todos habían intenpasosy encontró uno del derecho. Cuandose reunió con los sacerdotes, dijo:—Es gracioso, pero los objetos yano tienen importancia. Ayer, mis zapatoseran mi posesión más [57] preciada.Hoy no me importan. Con unpar tengo bastante.Le Père Cieslik dit de son côté : a Je sais. Father Cieslik said, “I know. IJ’ai commencé par vouloir emporter mes livres,10 started to bring my books along,et puis je me suis dit : Ce n’est pas le and then I thought, ‘This is nomoment de penser à ses bouquins. » time for books.’”El padre Cieslik dijo: «Lo sé.Yo empecé a empacar mis libros,y después me dije: ‘Éste no esmomento para libros»’.El padre Cieslik replicó:—Lo sé. Yo empecé a traer conmigomis libros, y luego pensé: «No hay tiempopara libros.»Quand M. Tanimoto, son baquet toujoursWhen Mr. Tanimoto, with hisà la main, arriva au parc, celui-ci 15 basin still in his hand, reached theétait encombré d’une grande foule, et il park, it was very crowded, and toétait bien difficile de distinguer les morts distinguish the living from thedes vivants, car la plupart des gens, couchés,dead was not easy, for most of thene bougeaient pas, les yeux grands people lay still, with their eyesouverts. Pour le Père Kleinsorge, homme 20 open. To [48] Father Kleinsorge,d’Occident, le silence dans ces bosquets an Occidental, the silence in theau bord de la rivière, où des centaines grove by the river, where hundredsd’êtres atrocement blessés confondaientof gruesomely woundedleurs souffrances, fut l’un des traits les suffered together, was one of theplus effroyables, les plus épouvantables 25 most dreadful and awesome phenomenade son expérience. Ceux qui avaient mal,of his whole experience.se taisaient; personne ne pleurait, ou ne The hurt ones were quiet; no onecriait de douleur encore moins; pas une wept, much less screamed in pain;plainte; de tous ceux qui succombèrent, no one complained; none of thepas un seul ne mourut bruyamment ; les 30 many who died did so noisily; notenfants mêmes étaient muets ; très peu de even the children cried; very fewgens parlaient, [83] simplement. Et quand people even spoke. And when Fatherle Père Kleinsorge donna à boire à certainsKleinsorge gave water toblessés dont le visage disparaissait some whose faces had been almostpresque sous les brûlures, ils burent chacun35 blotted out by flash burns, theyà leur tour, puis se soulevant légère-took their share and then raisedment, lui firent une petite révérence pour themselves a little and bowed tole remercier.him, in thanks.Cuando llegó el señor Tanimoto,todavía con su tazón en la mano, elparque estaba repleto de gente y noera fácil distinguir a los vivos de losmuertos, pues la mayoría tenían losojos abiertos y estaban inmóviles.Para un occidental como el padreKleinsorge, el silencio en el bosquecillojunto al río, donde cientos depersonas gravemente heridas sufríanjuntas, fue uno de los fenómenos másatroces e imponentes que jamás habíavivido. Los heridos guardaban silencio;nadie lloraba, mucho menosgritaba de dolor; nadie se quejaba;de los muchos que murieron, ningunomurió ruidosamente; ni siquieralos niños lloraban; pocos hablabansiquiera. Y cuando el padreKleinsorge dio a beber agua a algunoscuyas caras estaban cubiertascasi por completo por las quemaduras,bebían su ración y enseguida selevantaban un poco y hacían una veniade gratitud.Cuando el señor Tanimoto, con lapalangana todavía en la mano, llegóal parque, éste estaba muy concurridoy no era fácil distinguir los vivosde los muertos, porque la mayoría dela gente se estaba quieta, con los ojosabiertos. Para el padre Kleinsorge, occidental,el silencio de la enramadajunto al río, donde cientos de personashorriblemente heridas sufríanjuntas, fue uno de los más espantososy desconcertantes fenómenos detoda su experiencia. Los heridos estabancallados: ninguno lloraba, menosaún gritaban de dolor; nadie sequejaba; ninguno de los hombres quemorían lo hacía ruidosamente; ni aunlos niños lloraban; muy poca gente hablabasiquiera. Y cuando el padreKleinsorge les daba agua a algunoscuyos rostros casi habían perdido losrasgos por las quemaduras, ellos tomabansu parte y luego se incorporabanun poco e inclinaban la cabeza,en agradecimiento.M. Tanimoto salua les prêtres, puis 40regarda autour de lui, en guète de visagesMr. Tanimoto greeted thepriests and then looked around foramis. Il reconnut Mme Matsumoto, other friends. He saw Mrs.la femme du directeur de l’école méthodiste,Matsumoto, wife of the director ofet lui demanda si elle avait soif. the Methodist School, and askedElle lui dit que oui ; il alla donc lui 45 her if she was thirsty. She was, sochercher de l’eau dans son baquet à l’un he went to one of the pools in thedes petits lacs de la rocaille du parc. Asano rock gardens and got waterPuis il décida d’essayer de pousser jusqu’àfor her in his basin. Then hesa chapelle. Suivant le chemin que decided to try to get back to hisles prêtres avaient parcouru dans leur 50 church. He went into Nobori-chofuie devant l’incendie, il s’engagea by the way the priests had takendans Nobori-chu ; il n’alla pas loin : as they escaped, but he did not getl’incendie faisait tellement rage dans far; the fire along the streets wasles rues, qu’il lui. fallut rebrousser so fierce that he had to turn back.chemin. Il descendit jusqu’à la berge et 55 He walked to the riverbank andse mit en quête d’une embarcation qui began to look for a boat in whichlui. permît de transporter de l’autre côté he might carry some of the mostde la rivière certains des blessés les severely injured across the riverplus graves, de façon à les éloigner du from Asano Park and away fromparc Asano et du feu qui gagnait. Il 60 the spreading fire. Soon he foundtomba bientôt sur un bateau de a good-sized pleasure punt drawnplaisance, à fond plat et de bonne taille, up on the bank, but in and aroundéchoué sur la rive ; mais à l’intérieur et it was an awful tableau—fiveautour de la barque, un spectacle dead men, nearly naked, badlyhorrible [84] s’offrit à ses yeux : cinq 65 burned, who must have expiredcadavres d’hommes, presque nus, terriblementmore or less all at once, for theybrûlés et qui avaient dû expi-were in attitudes which suggestedrer là, plus ou moins du même coup, car that they had been working togetherleurs attitudes suggéraient qu’ils[49] to push the boat down7030


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandCuando el padre Kleinsorge volviódespués de combatir el fuego encontróal padre Schiffer sangrandotodavía y extremadamente pálido. Als’étaientemployés ensemble à tenter demettre le bateau à flots. M. Tanimoto enlevales cadavres de la barque, et ce, faisant,il éprouva tant d’horreur à dérangerces morts - à les empêcher, se dit-il, 5sur le moment, de s’élancer avec leurembarcation pour leur dernier voyage -qu’il dit à voix haute : a Pardonnez-moide prendre ce bateau. J’en ai absolumentbesoin pour d’autres, qui sont en vie. » 10La barque était pesante, mais il parvinttout de même à la pousser dans l’eau. Lesrames manquaient ; tout ce qu’il puttrouver pour en tenir lieu, ce fut unegrosse perche de bambou. Il remonta péniblementle courant jusqu’à la partie la15plus encombrée du parc et entreprit depasser les blessés. Il arrivait à les entasserpar dix ou douze à chaque passage ;mais la rivière étant trop profonde en son 20milieu pour qu’il pût naviguer à la perche,il lui fallait pagayer avec sonbambou ; ce qui faisait que chaquevoyage lui prenait beaucoup detemps. Il peina plusieurs heures de 25la sorte. [85]into the river. Mr. Tanimoto liftedthem away from the boat, and ashe did so, he experienced suchhorror at disturbing the dead—preventing them, he momentarilyfelt, from launching their craftand going on their ghostly way—that he said out loud, “Please forgiveme for taking this boat. Imust use it for others, who arealive.” The punt was heavy, buthe managed to slide it into the water.There were no oars, and all hecould find for propulsion was athick bamboo pole. He workedthe boat upstream to the mostcrowded part of the park and beganto ferry the wounded. Hecould pack ten or twelve into theboat for each crossing, but as theriver was too deep in the centerto pole his way across, he had topaddle with the bamboo, and consequentlyeach trip took a verylong time. He worked severalhours that way.When Father Kleinsorge gotback after fighting the fire, hefound Father Schiffer still bleedingand terribly pale. Some Japatadoempujar el bote hacia el río.El señor Tanimoto los alzó y lossacó del bote, y experimentó talhorror por el hecho de molestar alos muertos —impidiéndoles echarsu nave al agua y emprender sufantasmal caminoque dijo en vozalta: «Por favor, perdonen que melleve este bote. Lo necesito paraayudar a otros que están vivos».Era una batea pesada, pero el señorTanimoto se las arregló paradeslizarla dentro del agua. No teníaremos, y lo único que pudo encontrarpara impulsarse fue unposte seco de bambú. Llevó elbote río arriba hasta la zona máspoblada del parque y empezó atransportar a los heridos. Podíallenar el bote con diez o doce paracada trayecto, pero en el centro elrío era demasiado profundo, y elseñor Tanimoto se veía obligado aremar con el bambú, por lo cual encada viaje tardaba mucho tiempo.Así trabajó durante varias horas.Cuando el padre Kleinsorge regresóde apagar el fuego, encontró al padreSchiffer todavía sangrando y terriblementepálido. Algunos japoneñorTanimoto los alzó y los alejó delbote, y mientras lo hacía experimentótal horror al molestar a los muertos—al impedirles, sintió momentáneamentecontinuar su trabajo y seguir demanera fantasmal— que dijo en vozalta:—Por favor, perdonadme portomar este bote. Debo utilizarlopara otros que están vivos.La embarcación era pesada,pero se las ingenió para ponerla aflote. No había remos y lo únicoque pudo encontrar para impulsarlafue una gruesa pértiga de bambú.Llevó el bote aguas arriba hastala parte más concurrida del parquey comenzó a transportar losheridos. <strong>En</strong> cada cruce podía llevardiez o doce, pero como en suparte media el río era demasiadoprofundo para usar la pértiga, teníaque remar con ésta, y en consecuenciacada viaje demandabaun tiempo bastante largo. De esemodo trabajó varias horas.Au début de l’après-midi, le feu gagnales bosquets du parc Asano. Lepremier indice qu’en eut M. Tanimoto, 30ce fut quand, au retour d’un de sesvoyages de passeur, il vit qu’un grandnombre de gens s’étaient rapprochés dela rivière. <strong>En</strong> accostant, il alla se rendrecompte sur place, et quand il vit 35les flammes, il cria : « Que tous leshommes jeunes et valides me suivent 1» Le Père Kleinsorge transporta le PèreSchiffer et le Père La Salle tout aubord de l’eau, et, après avoir demandé 40aux gens qui se trouvaient là de lestransférer sur l’autre rive si l’incendievenait trop près, se joignit aux volontairesde M. Tanimoto. Ce dernier dépêchacertains de ses hommes à la recherchede seaux et de baquets, et dit45aux autres de battre les fourrés quibrûlaient, de leurs vêtements. Quandseaux et baquets furent là, il organisala chaîne, à partir de l’un des lacs de 50la rocaille. Ses gens luttèrent contre lefeu durant plus de doux heures, et petità petit eurent le dessus. Pendant queles hommes de M. Tanimoto s’employaientde la sorte, la foule effrayée 55se pressait de plus en plus vers la rivière; finalement, la masse en paniquerefoula certains des malheureuxqui se trouvaient sur le bord [86] jusquedans l’eau. Parmi ceux qui furent 60ainsi contraints d’entrer dans la rivièreet s’y noyèrent, se trouvèrentMme Matsumoto, de l’école méthodiste,et sa fille.Quand le Père Kleinsorge revint,après avoir combattu le feu, il trouvaque le Père Schiffer perdait toujours dusang et était affreusement pâle. Des Ja-6570Early in the afternoon, the fireswept into the woods of AsanoPark. The first Mr. Tanimotoknew of it was when, returning inhis boat, he saw that a great numberof people had moved towardthe riverside. On touching thebank, he went up to investigate,and when he saw the fire, heshouted, “All the young men whoare not badly hurt come with me!”Father Kleinsorge moved FatherSchiffer and Father LaSalle closeto the edge of the river and askedpeople there to get them across ifthe fire came too near, and thenjoined Tanimoto’s volunteers. Mr.Tanimoto sent some to look forbuckets and basins and told othersto beat the burning underbrushwith their clothes; when utensilswere at hand, he formed a bucketchain from one of the pools [50]in the rock gardens. The teamfought the fire for more than twohours, and gradually defeated theflames. As Mr. Tanimoto’s menworked, the frightened people inthe park pressed closer and closerto the river, and finally the mobbegan to force some of the unfortunateswho were on thevery bank into the water.Among those driven into theriver and drowned were Mrs.Matsumoto, of the MethodistSchool, and her daughter.31<strong>En</strong> las primeras horas de la tarde,el fuego irrumpió en los bosquesdel parque Asano. El señorTanimoto se percató de ello cuandovio desde su bote que mucha gentese había acercado a la orilla. Apenashubo alcanzado la arena, subiópara investigar, y al ver el fuego gritó:«¡Que vengan conmigo todos loshombres que no estén malheridos!».El padre Kleinsorge acercó al [49]padre Schiffer y al padre La Salle ala orilla y le pidió a los demás quelos llevaran al otro lado del río si elfuego se acercaba demasiado, y enseguidase unió a los voluntarios deTanimoto. El señor Tanimoto mandóa algunos en busca de baldes ycuencos y a otros les dijo que golpearancon sus ropas los arbustos incendiados;cuando hubo utensilios amano, Tanimoto les hizo formar unacadena de baldes desde una de laspiscinas del jardín de piedra. Elequipo luchó contra el fuego durantemás de dos horas, y poco a pocoapagaron las llamas. Mientras loshombres del señor Tanimoto trabajaban,en el parque la gente atemorizadase acercaba más y más al río,y finalmente la muchedumbre comenzóa empujar al agua a los desafortunadosque estaban en la orilla.<strong>En</strong>tre los que fueron empujadosal agua y se ahogaron estaban la señoraMatsumoto, de la EscuelaMetodista, y su hija.Por la tarde, temprano, el incendioavanzó hasta los bosques del parqueAsano. La primera noticia que tuvo deello el señor Tanimoto fue al regresar deuna de sus travesías y encontrar un grannúmero de personas que se había desplazadohacia el río. Al tocar el banco, fue ainvestigar, y cuando vio el fuego, gritó:—¡Todos los hombres jóvenes que noestén muy heridos vengan conmigo!El padre Kleinsorge llevó a lospadres Schiffer y LaSalle hasta elrío, y les pidió ala gente que loscruzasen si el fuego se acercabamucho; luego se unió a los voluntariosdel señor Tanimoto. Este[59] envió a algunos a buscar cubosy vasijas y ordenó a otros quegolpeasen las malezas ardientescon sus ropas; cuando los utensiliosrequeridos estuvieron a mano,formó una cadena de cubos de aguadesde uno de los estanques del jardínrocoso. El grupo combatió elfuego durante más de dos horas, ygradualmente venció las llamas.Mientras los hombres del señorTanimoto trabajaban, la gente asustadaen el parque se acercaba cadavez más al río, y finalmente la aglomeracióncomenzó a empujar alagua a algunos de los infortunadosque estaban en la misma orilla. <strong>En</strong>trelos arrojados al agua y ahogadosestaban la señora Matsumoto,esposa del director de la EscuelaMetodista, y su hija.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandponais debout autour de lui le regardaientnese stood around and stared atsans mot dire. Le Père Schiffer him, and Father Schiffer whis-murmura à son collègue dans un soufflepered, with a weak smile, “It is: « Je ne vaux pas mieux que si as if I were already dead.” “Notj’étais mort.. - Pas encore, » dit le Père 5 yet,” Father Kleinsorge said. HeKleinsorge. II avait pris avec lui la had brought Dr. Fujii’s first-aidmusette de pansements du docteur kit with him, and he had noticedFujii, et il avait remarqué, dans la Dr. Kanda in the crowd, so hefoule, le docteur Kanda ; il alla trouversought him out and asked him ifce dernier et lui demanda de bien 10 he would dress Father Schiffer’svouloir soigner les coupures du Père bad cuts. Dr. Kanda had seen hisSchiffer. Le docteur Kanda avait vu, wife and daughter dead in the ruinsparmi les décombres de sa clinique, saof his hospital; he sat nowfemme et sa fille, mortes ; il était assiswith his head in his hands. “Ila tête entre les mains. « Je ne suis 15 can’t do anything,” he said. Fa-bon à rien, » dit-i1. Le Père Kleinsorge ther Kleinsorge bound more bandagerenforça le pansement autour de la tètearound Father Schiffer’sdu Père Schiffer, l’aida à gagner un endroithead, moved him to a steep place,plus élevé et l’installa de façon and settled him so that his headqu’il eût la tête haute ; bientôt l’hémorragie20 was high, and soon the bleedingdiminua.diminished.ses lo rodeaban, mirándolo fijamente,y el padre Schiffer susurró con unadébil sonrisa: «Es como si ya me hubieramuerto». «Todavía no», dijo elpadre Kleinsorge. Había traído consigoel botiquín de primeros auxiliosdel doctor Fujii, y había notado queentre la multitud se encontraba eldoctor Kanda, así que lo buscó y lepidió que vendara las heridas del padreSchiffer. El doctor Kanda habíavisto a su mujer y a su hija muertasen las ruinas del hospital; ahora estabasentado con la cabeza entre laspiernas. «No puedo hacer nada», dijo.El padre Kleinsorge envolvió con másvendas la cabeza del padre Schiffer,lo llevó a un lugar empinado y lo acomodóde manera que su cabeza quedaralevantada, y pronto disminuyó elsangrado.gunos japoneses parados a su alrededorlo miraban, y el padre Schiffersusurró, con sonrisa débil:—Es como si ya estuviera muerto.—Todavía no —dijo el padreKleinsorge. Había traído el botiquín deprimeros auxilios del doctor Fujii, y enmedio de la multitud había divisado aldoctor Kanda, de modo que lo buscó yle pidió que vendase las heridas del padreSchiffer. El doctor Kanda había vistoa su esposa y a su hija muertas entrelas ruinas de su hospital; ahora estabasentado con la cabeza en las manos.—No puedo hacer nada —dijo.El padre Kleinsorge envolvió másvendas alrededor de la cabeza del padreSchiffer, lo trasladó hasta un terrenoescabroso, y lo instaló de modo que tuviesela cabeza alta; pronto la hemorragiadisminuyó.Ce fut environ à ce moment-là, The roar of approachingqu’on entendit le bruit de moteur planes was heard about thisd’avions qui approchaient. Quelqu’un25 time. Someone in the crowddans la foule, [87] non loin de near the Nakamura familyla famille Nakamura, cria :« Les shouted, “It’s some Grummansvoilà qui reviennent nous punir encore!coming to strafe us!” A baker» Un boulanger, du nom de named Nakashima stood upNakashima, se dressa et commanda : 30 and commanded, “Everyone« Tous ceux qui portent du blanc, who is wearing anythingôtez-le ! » Mme Nakamura ôta les white, take it off.” Mrs.blouses de ses enfants, ouvrit son Nakamura took the blousesparapluie et fit se rassembler sa petiteoff her children, and [51]famille sous lui. Un grand nom-35 opened her umbrella andbre de gens, y compris des brûlés made them get under it. Agraves, se traînèrent en rampant great number of people, evenparmi les buissons où ils restèrent badly burned ones, crawledjusqu’à ce que la ronronnement - il into bushes and stayed theres’agissait évidemment d’une reconnaissance,40 until the hum, evidently of amétéorologique ou autre reconnaissance or weatherse fût éteint.run, died away.run= mission<strong>En</strong>tonces se oyó el rugido deaviones acercándose. Alguienen la multitud que estaba cercade la familia Nakamura gritó:«¡Son Grummans que vienena bombardearnos!». Un panaderollamado [50] Nakashimase puso de pie y ordenó:«Todos los que estén vestidos deblanco, quítense la ropa». La señoraNakamura les quitó las camisas asus niños, abrió su paraguas y losobligó a meterse debajo. Muchaspersonas, incluso las que tenían quemadurasgraves, se arrastraron bajolos arbustos y allí se quedaron hastaque el murmullo, evidentemente producidopor una ronda de reconocimientoo de aviones_____ meteorológicos,acabó por extinguirse.<strong>En</strong> ese momento se oyó el rugido deaviones que se acercaban. Alguien deentre la muchedumbre cerca de la familiaNakamura gritó: [60]—¡Son los norteamericanos que vienena liquidarnos!Un panadero llamado Nakashima selevantó y ordenó:—Todo el que lleve algo blanco, sáqueselo.La señora Nakamura les sacólas blusas a sus hijos, abrió el paraguasy los mandó cobijarse debajo.Un gran número de personas,algunas gravemente quemadas,se arrastró debajo de los arbustosy se quedó allí hasta que laescuadrilla, evidentemente de reconocimientoo de aviones____ meteorológicos,desapareció.La pluie commença à tomber. Mme It began to rain. Mrs. NakamuraNakamura garda ses enfants à l’abri du 45 kept her children under the umbrella.parapluie. Les gouttes devinrent d’uneThe drops grew abnormallygrosseur anormale et quelqu’un cria : « large, and someone shouted, “TheLes Américains nous aspergent de pétrole.Americans are dropping gasoline.Ils vont nous mettre le feu ! » (Ce They’re going to set fire to us!”cri de terreur s’inspirait d’une des théories50 (This alarm stemmed from one ofque l’on se chuchotait de groupe en the theories being passed throughgroupe dans le parc, sur l’étendue du sinistre,the park as to why so much ofsavoir : qu’un seul avion, survo-Hiroshima had burned: it was thatlant la ville, avait pulvérisé de l’essence a single plane had sprayed gasolineon the city and then somehowet, de façon ou d’autre, y avait mis le feu 55d’un seul coup, en une seconde.) Mais les set fire to it in one flashing moment.)gouttes étaient évidemment de l’eau, etBut the drops were palpa-au fur et à mesure qu’elles tombaient, le bly water, and as they fell, thevent se fit de plus en plus violent ; [88] wind grew stronger and stronger,puis soudain - probablement par suite de 60 and suddenly—probably becausela prodigieuse convection provoquée par of the tremendous convection setla ville en flammes -un cyclone s’abattit up by the blazing city—a whirlwindsur le parc. D’énormes arbres s’écrasèrentripped through the park.; les plus petits étaient déracinés et Huge trees crashed down; smallvolaient dans les airs. Plus haut dans le 65 ones were uprooted and flewciel, un invraisemblable cortège d’objets into the air. Higher, a wild arrayplats tournoyait dans la trompe du cyclone:of flat things revolved inferrailles, débris de tôle, papiers, the twisting funnelpieces of ironportes, morceaux de nattes. Le Père roofing, papers, doors, strips of7032Comenzó a llover. La señoraNakamura mantuvo a sus niños bajo elparaguas. Las gotas se volvieron demasiadograndes para ser normales, yalguien gritó: «Los norteamericanosestán arrojando gasolina. ¡Nos van aquemar!». (Esta alarma nació de unade las teorías que circulaban en el parqueacerca de las razones por las cualesHiroshima había ardido de esa manera:un solo avión había rociado gasolinasobre la ciudad y luego, de algunaforma, le había prendido fuegoen un instante.) Pero las gotas erande agua, evidentemente, y mientrascaían el viento sopló con más y másfuerza, y de repente —quizá debido ala tremenda convección generada porla ciudad en llamas— un remolinoatravesó el parque. Arboles inmensosfueron derribados; otros, más pequeños,fueron arrancados de raíz y volaronpor los aires. <strong>En</strong> las alturas, un despliegueenloquecido de cosas planas se revolvíadentro del embudo serpenteante: pedazosde un tejado de hierro, papeles,Comenzó a llover. La señoraNakamura mantuvo a sus chicos bajo elparaguas. Las gotas eran anormalmentegrandes, y alguien gritó:—Los americanos están arrojandogasolina. ¡Nos van a prender fuego!(Esta alarma surgió de una de lasteorías que circulaban por el parqueen cuanto a por qué había ardido unaextensión tan grande deHiroshima: decía que un soloavión había arrojado gasolina —sobre la ciudad, y que luego se leprendió fuego.) Pero las gotaseran palpablemente de agua, ymientras caían, el viento arreció:repentinamente —quizá a causa dela tremenda convección desatadapor la explosión en la ciudad— unremolino fortísimo azotó el parque.<strong>En</strong>ormes árboles cayeron; los más chicosfueron arrancados de raíz y arrojadospor el aire. Allá arriba, unaaglomeración de objetos chatosgiraba en el remolino _________:trozos de techumbre de hierro,


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandKleinsorge couvrit d’un lambeaud’étoffe les yeux du Père Schiffer, depeur que le blessé, affaibli, n’allâts’imaginer qu’il devenait fou. La tempêtebalaya Mme Murata, la femme de 5charge de la mission, qui était assise toutprès de la rivière, et la fit rouler en basde la berge, la précipitant sur un endroitrocheux où l’eau était peu profonde etd’où elle sortit, les pieds nus en sang. 10Le tourbillon se déplaça ensuite vers lemilieu de la rivière, où il pompa unecolonne d’eau et finit par s’épuiser.matting. Father Kleinsorge put apiece of cloth over FatherSchiffer’s eyes, so that the feebleman would not think he was goingcrazy. The gale blew Mrs. Murata,the mission housekeeper, who wassitting close by the river, downthe embankment at a shallow,rocky place, and she came outwith her bare feet bloody. Thevortex moved out onto the river,where it sucked up a waterspoutand eventually spent itself.puertas, trozos de esteras. El padreKleinsorge cubrió con una tela los ojosdel padre Schiffer, para que el pobre hombreno creyera que estaba enloqueciendo.El vendaval arrastró por el terraplén a laseñora Murata —el ama de llaves de lamisión, que estaba sentada cerca delrío—, la llevó contra un lugar pandoy rocoso, y ella salió del agua conlos pies descalzos cubiertos de sangre.El vórtice se trasladó al río,donde absorbió una tromba y eventualmentese extinguió.papeles, puertas, trozos de esteras.El padre Kleinsorge cubrió los ojosdel padre Schiffer con un trozo degénero para que no creyese estarenloqueciendo. El viento arrastróa la señora Murata, el ama de llavesde la misión, que estaba sentadamuy cerca del río, a un lugar rocosoy poco profundo de donde saliócon un pie desnudo sangrando.El remolino se desplazó hacia [61]el río, donde absorbió mucha agua,y finalmente se disipó.Après le cyclone, M. Tanimoto 15recommença à panser des blesséset le Père Kleinsorge demanda àl’étudiant là [89] vinssent avec dusecours chercher les PèresSchiffer et La Salle. L’étudiant 20prit place sur la barque de M.Tanimoto et s’éloigna en mêmetemps que ce dernier. Le PèreKleinsorge demanda à MmeNakamura si elle n’aimerait pas 25partir pour Nagatsuka avec lesprêtres, quand ils arriveraient.Elle lui dit qu’elle avait avec elledes bagages, que ses enfantsétaient malades - ils vomissaient 30encore de temps à autre, de mêmequ’elle, aussi bien - et qu’elleavait peur, en conséquence, de semettre en chemin. Le religieux luidit qu’il pensait que les prêtres du 35noviciat pourraient revenir lachercher le lendemain, avec unecharrette à bras.After the storm, Mr. Tanimotobegan ferrying [52] people again,and Father Kleinsorge asked thetheological student to go acrossand make his way out to the JesuitNovitiate at Nagatsuka, aboutthree miles from the center oftown, and to request the prieststhere to come with help for FathersSchiffer and LaSalle. The studentgot into Mr. Tanimoto’s boat andwent off with him. FatherKleinsorge asked Mrs. Nakamuraif she would like to go out toNagatsuka with the priests whenthey came. She said she had someluggage and her children weresick—they were still vomitingfrom time to time, and so, for thatmatter, was she—and therefore shefeared she could not. He said hethought the fathers from the Novitiatecould come back the nextday with a pushcart to get her.Después de la tormenta, el señorTanimoto comenzó de nuevo a transportargente, y el padre Kleinsorge lepidió al estudiante [51] de teologíaque cruzara el río, fuera hasta el noviciadojesuita en Nagatsuka, a unoscinco kilómetros del centro de la ciudad,y pidiera a los sacerdotes del lugarque trajeran ayuda para el padreSchiffer y el padre La Salle. El estudiantesubió al bote del señorTanimoto y partió con él. El padreKleinsorge preguntó a la señoraNakamura si le gustaría ir aNagatsuka con los curas cuandoellos vinieran. Ella dijo que teníademasiado equipaje y que sus niñosestaban enfermos —aún vomitabande vez en cuando, y, para ser exactos,también ella—, y temía por lotanto que no sería capaz. Él dijoque quizá los padres del noviciadopodrían venir a buscarla al día siguientecon un carrito.Después de la tormenta, el señorTanimoto siguió transportando gentey el padre Kleinsorge le pidió alestudiante de teología que tratarade llegar hasta el Noviciadojesuítico de Nagatsuka, a unas tresmillas del centro de la ciudad, parapedirle a los sacerdotes que viniesena prestar ayuda a los padresSchiffer y LaSalle. El estudiantesubió a la embarcación del señorTanimoto y se fue con él. El padreKleinsorge le preguntó a la señoraNakamura si le gustaría ir aNagatsuka con los sacerdotes, cuandoéstos viniesen. Ella contestó quetenía algún equipaje y que sus hijosestaban enfermos —todavía vomitabande vez en cuando, y en ‘realidadella también — y que por lo tantotemía no poder ir. El dijo que eraposible que los sacerdotes del Noviciadovolviesen al día siguiente abuscarla con una carreta.Tard dans l’après-midi, alors qu’il 40prenait pied sur la berge pour s’arrêterquelque temps, M. Tanimoto, à l’énergieet à l’esprit d’initiative duquel nombrede gens avaient fini par s’en remettre,entendit réclamer à manger. Il consulta 45le Père Kleinsorge, et tous deuxdécidèrent de retourner en ville, pouraller chercher du riz stocké dans l’abride l’Association de Quartier de M.Tanimoto et dans celui de la mission. Le 50Père Cieslik et deux ou trois autres personnesles accompagnèrent. Toutd’abord, lorsqu’ils se retrouvèrent parmiles rangées de maisons [80] fauchées, ilsne surent plus où ils étaient ; le changementétait trop brutal, d’une ville qui, le55matin même, bourdonnait de ses deuxcent quarante-cinq mille vies humaines,en un simple tracé de ruines, dansl’après-midi. L’asphalte des chaussées 60était encore mou et brûlant, du fait del’incendie et le fouler n’était guèreagréable. Ils ne rencontrèrent qu’uneseule personne, une femme, qui leur dit,alors qu’ils passaient : « Mon mari est 65sous ce tas de cendres, » A la mission,où M. Tanimoto se sépara du groupe, lePère Kleinsorge fut consterné à la vue dubâtiment, complètement rasé. Dans le70Late in the afternoon, when hewent ashore for a while, Mr.Tanimoto, upon whose energy andinitiative many had come to depend,heard people begging forfood. He consulted FatherKleinsorge, and they decided to goback into town to get some ricefrom Mr. Tanimoto’s NeighborhoodAssociation shelter and fromthe mission shelter. Father Cieslikand two or three others went withthem. At first, when they gotamong the rows of prostratehouses, they did not know wherethey were; the change was too sudden,from a busy city of two hundredand forty—five thousand thatmorning to a mere pattern of residuein the afternoon. The asphaltof the streets was still so soft andhot from the fires that walking wasuncomfortable. They encounteredonly one person, a woman, whosaid to them as they passed, “Myhusband is in those ashes.” [53] Atthe mission, where Mr. Tanimotoleft the party, Father Kleinsorgewas dismayed to see the buildingrazed. In the garden, on the way33Al final de la tarde, cuando pudoquedarse durante un rato en la orilla,el señor Tanimoto —de cuyaenergía muchos habían llegado a depender—escuchó que había gentesuplicando por algo de comer. Consultócon el padre Kleinsorge, y decidieronregresar a la ciudad paratraer arroz del refugio de la misióny también de la Asociación de Vecinos.El padre Cieslik y otros doso tres los acompañaron. Al principio,cuando se vieron entre las filasde casas postradas, no supieronbien dónde se encontraban; el cambiohabía sido demasiado repentino:de una ciudad activa de doscientoscincuenta mil habitantes en la mañana,a un mero patrón de residuosen la tarde. El asfalto de las callesestaba aún tan caliente y tan blandodebido a los incendios, que caminarsobre él resultaba incómodo.Sólo se toparon con una persona,una mujer que les dijo al pasar:«Mi marido está en esas cenizas».Al llegar a la misión —aquí, el señorTanimoto se separó del grupo—,el padre Kleinsorge sintió consternaciónal ver el edificio arrasado: <strong>En</strong> elMucho más tarde, cuando bajó atierra por un rato, el señorTanimoto, de cuya energía e iniciativahabían llegado a depender muchaspersonas, oyó que la gente pedíacomida. Consultó con el padreKleinsorge y ambos decidieron volvera la ciudad para buscar un pocode arroz del refugio de la AsociaciónVecinal del señor Tanimoto, y delrefugio de la misión. El padreCieslik y dos o tres más fueron conellos. Al principio, cuando se internaronentre las filas de casas derrumbadas,no supieron dónde estabanpues el cambio había sido demasiadorepentino: de una activaciudad de 245.000 habitantes queera por la mañana, quedaba una merahuella de residuos por la tarde. Elasfalto de las calles estaba todavíatan blando y caliente a causa de losincendios, que era difícil caminar.Se encontraron con una sola persona,una mujer, que les dijo al pasar:—Mi marido está en esas cenizas. [62]<strong>En</strong> la misión, donde el señorTanimoto se separó de los otros, elpadre Kleinsorge se sintió desoladoal ver el edificio destruido. <strong>En</strong> el jar-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandjardin, en se dirigeant vers l’abri, il remarquato the shelter, he noticed a pump-une citrouille, qui avait rôti sur des kin roasted on the vine. He andsarments de vigne. Le Père Cieslik et lui y Father Cieslik tasted it and it wasgoûtèrent et trouvèrent le mets délicieux. Ils good. They were surprised at theirs’aperçurent avec surprise qu’ils avaient faim, 5 hunger, and they ate quite a bit.et mangèrent un bon morceau de la citrouille. They got out several bags of riceIls tirèrent de l’abri plusieurs sacs de riz, and gathered up several othercueillirent plusieurs citrouilles, également cooked pumpkins and dug up somecuits, et retournant le sol, ramassèrent des potatoes that were nicely bakedpommes de terre en robe des champs, d’allure 10 under the ground, and started back.fort appétissante ; puis ils se remirent en route. Mr. Tanimoto rejoined them on theM. Tanimoto les rejoignit peu après. L’un de way. One of the people with himceux qui [91] l’accompagnaient portait had some cooking utensils. In thequelques ustensiles de cuisson. Dans le parc, park, Mr. Tanimoto organized theM. Tanimoto organisa la cuisine en faisant 15 lightly wounded women of hisappel aux jeunes femmes légèrement blessées neighborhood to cook. Fatherde son quartier. Le Père Kleinsorge offrit à la Kleinsorge offered the Nakamurafamille Nakamura un peu de citrouille; Mme family some pumpkin, and theyNakamura et ses enfants y goûtèrent, mais ne tried it, but they could not keep itpurent garder ce qu’ils avaient avalé. <strong>En</strong> tout, 20 on their stomachs. Altogether, theil y eut assez de riz pour nourrir une centaine rice was enough to feed nearly ade personnes environ.hundred people.jardín, de camino al refugio, se fijó enuna calabaza asada sobre la enredadera.El padre Cieslik y él mismola probaron, y sabía bien. Su propiahambre los sorprendió, y se comieronun buen pedazo. Sacaron variasbolsas [52] de arroz y recogieron variascalabazas asadas y excavaronalgunas patatas que se habían cocinadobajo tierra. <strong>En</strong> el camino de regresolos alcanzó el señor Tanimoto.Una de las personas que lo acompañabanllevaba utensilios de cocina.<strong>En</strong> el parque, el señor Tanimoto organizóa las mujeres con heridas másleves para que se hicieran cargo dela cocina. El padre Kleinsorge leofreció un poco de calabaza a la familiaNakamura, y ellos la probaron,pero no pudieron evitar vomitarla.El arroz resultó suficiente para alimentara cien personas.dín, camino del refugio, encontró unacalabaza asada___________ . El y elpadre Cieslik la probaron y les supobien. Se sorprendieron ante su propiahambre y comieron una buenaporción. Sacaron varias bolsas dearroz, juntaron varias otras calabazasasadas y desenterraron algunas papasque se habían horneado bien bajo tierra,y emprendieron el regreso. Elseñor Tanimoto se les unió en el camino.Una de las personas que ibacon ellos llevaba algunos utensiliosde cocina. <strong>En</strong> el parque, el señorTanimoto organizó a las mujeres de suvecindad que tenían heridas leves paracocinar. El padre Kleinsorge ofrecióa la familia Nakamura un poco dezapallo; ellos lo probaron, pero no pudieronmantenerlo en sus estómagos.Así y todo, el arroz alcanzó para alimentara casi cien personas.Peu avant la nuit, M. Tanimoto Just before dark, Mr.fit la rencontre d’une jeune femme 25 Tanimoto came across ade vingt ans, Mme Kamai, sa plus twenty-year-old girl, Mrs.proche voisine. Elle était Kamai, the Tanimoto’s nextdooraccroupie sur le sol et tenait dans neighbor. She was crouching onses bras le cadavre de sa fillette, the ground with the body of herun bébé, morte, de toute évidante, 30 infant daughter in her arms. Thedepuis le début du jour. Mme baby had evidently been deadKamai se mit debout d’un bond à all day. Mrs. Kamai jumped upla vue de M. Tanimoto et lui dit : when she saw Mr. Tanimoto and« Voudriez-vous, je vous prie, said, “Would you please try toessayer de retrouver mon mari ? » 35 locate my husband?”Antes de que anocheciera el señorTanimoto se topó con una jovende veinte años, la señoraKamai, vecina de los Tanimoto. Estabade cuclillas sobre la tierra conel cuerpo de su niña pequeña en losbrazos. Era evidente que el bebéhabía estado muerto todo el día. Laseñora Kamai se levantó de un brincoal ver al señor Tanimoto y ledijo: «¿Podría usted tratar de ubicara mi marido, por favor?».Un poco antes de la noche, el señorTanimoto se encontró con una jovende veinte años, la señora Kamai,que vivía al lado de su casa. Estabaacuclillada. en el suelo con el cadáverde su hijita en los brazos. Evidentementeel bebé estaba muertodesde la mañana. La señora Kamai selevantó de un salto cuando vio al señorTanimoto, y le dijo:—¿Quiere hacerme el favor de tratarde encontrar a mi esposo?M. Tanimoto savait que son mari Mr. Tanimoto knew that heravait été mobilisé la veille même dans husband had been inducted intol’armée; lui-même et Mme Tanimoto the Army just the day before; heavaient invité chez, eux Mme Kamai, 40 and Mrs. Tanimoto had entertainedl’agrès-midi de son départ, pour la distraire.Mrs. Kamai in the after-Kamai devait répondre à l’appel noon, to make her forget. Kamaiau quartier général régional de Chugoku had reported to the Chugoku Regional- près de l’ancien château, au centre deArmy Headquarters—nearla ville - où quelque [92] quatre mille 45 the ancient castle in the middlehommes étaient encasernés. A en juger of town—where some four [54]au nombre considérable de soldats mutilésthousand troops were stationed.qu’il avait vus durant la journée, Judging by the many maimed sol-M, Tanimoto supposait que les casernes diers Mr. Tanimoto had seen duringthe day, he surmised that theavaient subi de graves dégâts, du fait de 50« la chose», quelle qu’elle fît, qui avait barracks had been badly damagedatteint Hiroshima. Il savait qu’il aurait by whatever it was that had hitbeau se donner tout le mal du monde, il Hiroshima. He knew he hadn’t an’avait pas la moindre chance de retrouverchance of finding Mrs. Kamai’sle mari de Mme Kamai ; mais il ne 55 husband, even if he searched, butvoulut pas la contrarier. « J’essaierai », he wanted to humor her. “I’lldit-il.try,” he said.El señor Tanimoto sabía que el maridohabía sido reclutado por el Ejércitoel día anterior; en la tarde, losTanimoto habían recibido a la señoraKamai, y habían intentado hacerla olvidarlo sucedido. Kamai se había presentadoen los Cuarteles Regionalesdel Ejército en Chugoku —cerca delantiguo castillo en medio de la ciudad—donde unos cuatro mil soldadoshabían sido apostados. A juzgar porlos muchos soldados mutilados que elseñor Tanimoto había visto durante eldía, supuso que los cuarteles habíansufrido daños graves a causa de lo quefuera que había golpeado a Hiroshima.Supo que no tenía la más mínima posibilidadde encontrar al marido de laseñora Kamai, incluso si emprendía subúsqueda. Pero quiso levantarle el ánimo.«Lo intentaré», dijo.El señor Tanimoto sabia que suesposo había sido llevado al ejércitoel día anterior; él y la señoraTanimoto habían entretenido a laseñora Kamai por la tarde, para hacerlaolvidar. Kamai se había presentadoal Cuartel General del EjércitoRegional en Chugoku —cercadel viejo castillo, en medio de laciudad—, donde estaban estacionadosunos cuatro mil efectivos. A juzgarpor la cantidad de soldados mutiladosque el señor Tanimoto habíavisto durante el día; dedujo que lasbarracas [63] habían sufrido un grandaño a causa de lo que cayó sobreHiroshima. Sabía que no tenía probabilidadesde encontrar al marido de laseñora Kmai, aun si lo buscaba, perocomo quería animarla, le dijo:—Lo intentaré.« Il faut que vous le retrouviez, “You’ve got to find him,” shedit-elle; il adorait trop notre enfant. Je 60 said. “He loved our baby so much.voudrais qu’il puisse la revoir encore I want him to see her once more.”une fois. »[55]«Tiene que encontrarlo», dijo ella.«Él quería mucho a nuestra niña.Quiero que la vea por última vez.»[53]—Tiene que encontrarlo —dijoella—. ¡Quería tanto a nuestra hijita!Deseo que la vea una vez más.[64]657034


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandIIIIIIIIIIII.DES INVESTIGATIONS SONT EN COURSDetails Are Being InvestigatedLOS DETALLES ESTÁN SIENDO INVESTIGADOSSE INVESTIGAN LOS DETALLESEARLY IN THE evening of theday the bomb exploded, a Japanesenaval launch moved slowly up anddown the seven rivers ofHiroshima. It stopped here andAu début de la soirée, le jour de l’explosionde la bombe, une chaloupe de la5marine japonaise parcourut lentement lessept bras de rivière, remontant, l’un, redescendantl’autre, s’arrêtant çà et làpour annoncer quelque chose, le long des 10lagunes encombrées de foules humaineset où gisaient les blessés par centaines, àla hauteur des ponts, où s’entassaientd’autres foules; et, pour finir, à la tombéedu crépuscule, en face du parc Asano. 15Un jeune homme se dressa à bord de lachaloupe et [93] cria dans un porte-voix: « Patience! Un navire-hôpital arrivepour s’occuper de vous! » La vue de cettechaloupe, projettant sa nette silhouette 20sur farrière-plan de désastre de la rive opposée,le spectacle de ce jeune hommeimpassible dans son uniforme impeccable,surtout la promesse d’une aide médicale- première parole laissant entrevoir 25un secours possible que l’on eût entenduedepuis près de douze effroyables heures- remontèrent considérablement lemoral des réfugiés du parc. MmeNakamura installa sa petite famille pour 30la nuit, dans la conviction qu’un docteurne tarderait pas à se montrer et à guérircette nausée qui n’en finissait plus. M.Tanimoto reprit son transfert de blessésd’une rive à l’autre. Le Père Kleinsorge 35s’étendit sur le sol, récita à voix basse leNotre Père et un Je vous salue, Marie,puis s’endormit aussitôt; mais à peinevenait-il de succomber ainsi, que MmeMurata, la consciencieuse femme de 40charge de la mission, le réveillait pour luidire : < Mon Père! Vous n’avez pas oubliéde dire vos prières du soir ? > Il réponditd’un ton plutôt bourru : « Bien sûr quenon « et essaya de se rendormir, sans y 45parvenir. C’était là, apparemment, exactement[95] ce que voulait Mme Murata.Elle se mit à bavarder avec le jeune prêtre,qui n’en pouvait plus de fatigue.L’une des questions qu’elle souleva fut 50de savoir quand, selon lui, les religieuxdu noviciat, auxquels il avait dépêché unmessager vers le milieu de l’agrès-midi,arriveraient, pour évacuer le Père supérieurLa Salle et le père Schiffer.55 and Father Schiffer.there to make an announcement—alongside the crowded sandspits,on which hundreds of woundedlay; at the bridges, on which otherswere crowded; and eventually,as twilight fell, opposite AsanoPark. A young officer stood up inthe launch and shouted through amegaphone, “Be patient! A navalhospital ship is coming to takecare of you!” The sight of the shipshapelaunch against the backgroundof the havoc across theriver; the unruffled young man inhis neat uniform; above all, thepromise of medical help—the firstword of possible succor anyonehad heard in nearly twelve awfulhours—cheered the people in thepark tremendously. Mrs. Nakamurasettled her family for the night withthe assurance that a doctor would[56] come and stop their retching.Mr. Tanimoto resumed ferrying thewounded across the river. FatherKleinsorge lay down and said theLord’s Prayer and a Hail Mary tohimself, and fell right asleep; butno sooner had he dropped off thanMrs. Murata, the conscientiousmission housekeeper, shook himand said, “Father Kleinsorge! Didyou remember to repeat yourevening prayers?” He answeredrather grumpily, “Of course,” andhe tried to go back to sleep butcould not. This, apparently, wasjust what Mrs. Murata wanted. Shebegan to chat with the exhaustedpriest. One of the questions sheraised was when he thought thepriests from the Novitiate, forwhom he had sent a messenger inmidafternoon, would arrive toevacuate Father Superior LaSalleLa mañana en que explotó labomba, muy temprano, una lanchanaval japonesa recorría lentamentey de arriba abajo los siete ríos deHiroshima. Se detenía aquí y allápara anunciar algo: a lo largo de losatestados bancos de arena, dondeyacían cientos de heridos; en lospuentes, donde otros más se agolpaban;y eventualmente, al caer latarde, enfrente del parque Asano.Un joven oficial se paraba en lalancha y gritaba a través de un megáfono:«¡Paciencia! ¡Un barcohospital vendrá a hacerse cargo deustedes!». La visión de la lanchalimpia y ordenada sobre el fondo deestragos; el joven sereno en su pulcrouniforme; y sobre todo la promesade ayuda médica —la primerapalabra de auxilio posible quehabían oído en casi doce horas—,todo ello levantó tremendamentelos ánimos de la gente del parque.La señora Nakamura acomodó a sufamilia para pasar la noche con laseguridad de que un doctor vendríay podría detener sus arcadas. El señorTanimoto reanudó los transportesde heridos a través del río. Elpadre Kleinsorge se recostó y rezóun padre nuestro y un ave maría porél mismo, y se durmió de inmediato;pero en ese mismo instante laseñora Murata, la diligente ama dellaves, lo sacudió y le dijo: «¡PadreKleinsorge! ¿Se ha acordado dedecir sus oraciones?». Él respondiómalhumoradamente: «Por supuesto»,y trató de volver a conciliar elsueño, sin lograrlo. Era como si esofuera exactamente lo que quería laseñora Murata, porque comenzó acon [55] versar con el exhausto sacerdote.Una de las preguntas quehizo fue cuándo llegarían los padresdel noviciado —a quienes elpadre Kleinsorge había mandadollamar a media tarde, por medio deun mensajero— para evacuar al padreLa Salle y al padre Schiffer.Al anochecer del día en que estallóla bomba, una lancha de la marinajaponesa navegó lentamente, remontandoy bajando, por los siete ríos deHiroshima. Aquí y allá se detenía parahacer un anuncio: a lo largo de loscolmados bancos de arena, en que yacíancientos de heridos; en los puentes,sobre los que se apretujaban otros.Finalmente, al caer la noche, se detuvoen el parque Asano. Un joven oficialse ponía de pie en la lancha y gritabapor un megáfono:—¡Tengan paciencia! ¡ Un buque—hospitalestá en camino para ocuparse de ustedes!La vista de la embarcación contrael fondo de ruinas del otro ladodel río, la serenidad del joven consu pulcro uniforme, y por sobre todola promesa de ayuda médica —primerapalabra acerca de un posiblesocorro que alguien había oído encasi doce horribles horas— alegrarontremendamente a la gente delparque. La señora Nakamura— acomodóa su familia para pasar la noche,con la seguridad de que un médicovendría y detendría sus vómitos.El señor Tanimoto reanudó eltransporte de heridos a través delrío. El padre Kleinsorge se acostó,murmuró un Padrenuestro y un AveMaría, y se quedó dormido; peroapenas lo había hecho, la señoraMurata, la consciente ama de llavesde la misión, lo sacudió y dijo:—¡Padre Kleinsorge! ¿Se acordó dedecir sus plegarias nocturnas?El sacerdote respondió, algo malhumorado:—Desde luego —y trató devolver a dormirse, pero no pudo.Aparentemente era esto lo quequería la señora Murata. Comenzóa darle charla al agotado sacerdote.Una de las preguntasque hizo fue cuándo creía queiban a llegar los sacerdotes [67]del Noviciado, a quienes él habíamandado buscar, para transportaral padre superior LaSalley al padre Schiffer.Le messager du Père Kleinsorge - l’étudiantTHE MESSENGER Fatheren théologie qui logeait naguère à la Kleinsorge had sent—the theologi-mission - était arrivé au noviciat, à quelquecal student who had been living atcinq kilomètres dans les collines, aux 60 the mission house—had arrived atenvirons de quatre heures et demie. Les the Novitiate, in the hills aboutseize prêtres qui se trouvaient là s’étaient three miles out, at half past four.employés à des travaux de sauvetage dans The sixteen priests there had beenles faubourgs de la ville ; ils s’étaient fait doing rescue work in the outskirts;beaucoup de souci pour leurs collègues qui 65 they had worried about their colleaguesétaient en ville, mais n’avaient su où niin the city but had notcomment les retrouver. Ils s’empressèrent known how or where to look foraussitôt de fabriquer deux civières à l’aide them. Now they hastily made twode perches et de planches, et une litters out of poles and boards, and7035El mensajero del padre Kleinsorge—el estudiante de teología que habíaestado viviendo en la misión— habíallegado a las colinas del noviciado, queestaban a casi cinco kilómetros de distancia,a las cuatro y media. Los dieciséissacerdotes del lugar habían estadohaciendo trabajos de rescate enlas afueras; se habían preocupado porsus colegas de la ciudad, pero no habíansabido cómo ni dónde empezar abuscarlos. Ahora se dieron prisa enarmar dos camillas con postes y ta-El mensajero que envió el padreKleinsorge —el estudiante de teologíaque vivía en la casa de. laMisión— había llegado al Noviciado,situado a unas tres millas, enlas colinas, a las cuatro y media.Los dieciséis sacerdotes que habitabanallí habían efectuado laboresde salvamento en las afueras; sepreocuparon por sus colegas de laciudad, pero no sabían cómo o dóndebuscarlos. Rápidamente hicierondos literas con tablas y cuer-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylanddemi-douzaine d’entre eux partit, conduite the student led half a dozen of thempar l’étudiant, pour la zone [96] dévastée. back into the devastated area. TheyIls se frayèrent péniblement un chemin le worked their way along the Otalong de fOta, en amont de la ville; à deux above the city; twice the heat ofreprises, la chaleur que dégageait l’incendie5 the fire forced them into the river.les força, pour continuer, à marcher At Misasa Bridge, they encoun-dans l’eau. Au pont de Misasa, ils croisèrenttered a long line of soldiers mak-une longue file de soldats lancés dans ing a bizarre forced march awayune étrange marche forcée et fuyant le from the Chugoku Regional Armyquartier général régional de Chugoku, sis 10 Headquarters [57] in the center ofau centre de la ville. Tous étaient grotesquementthe town. All were grotesquelydéfigurés par des brûlures; ceux burned, and they supportedqui ne se soutenaient pas mutuellement themselves with staves or leaneds’appuyaient sur des bâtons. Des chevaux on one another. Sick, burnedmalades et couverts, eux aussi, de brûlures,15 horses, hanging their heads, stoodla tête pendante, attendaient sur le on the bridge. When the rescuepont. Quand le groupe des sauveteurs atteignitparty reached the park, it was afterle parc., la nuit était déjà tombée, dark, and progress was made ex-et il devint très difficile d’avancer, à cause tremely difficult by the tangle ofde (entrelacs des troncs de toutes tailles que 20 fallen trees of all sizes that hadle cyclone avait renversés durant been knocked down by thel’agrès-midi. <strong>En</strong>fin, peu de temps après que whirlwind that afternoon. At last—Mme Murata eut posé la question que l’on not long after Mrs. Murata askedsait, les sauveteurs arrivèrent jusqu’à leurs her question—they reached theiramis, à qui ils distribuèrent du vin et du 25 friends, and gave them wine andthé très fort.strong tea.blas, y el estudiante condujo a seisde ellos a la zona devastada. Seabrieron paso a lo largo del Ota ya través de la ciudad; dos veces, elcalor del fuego los obligó a zambullirseen el río. <strong>En</strong> el puenteMisasa encontraron una fila de soldadosque abandonaba los CuartelesRegionales del Ejército enChugoku marchando de una maneraforzada y estrafalaria. Todos teníanquemaduras graves, y se apoyabansobre travesaños de sillas ose recostaban sobre el vecino. Sobreel puente había caballos cabizbajos,enfermos y quemados.Cuando el grupo de rescate llegóal parque ya era oscuro, y la tarease dificultó debido a las marañas deárboles que habían sido derribadospor el torbellino de esa tarde. Al finpudieron llegar a donde estaban susamigos —no mucho después de quela señora Murata había formulado supregunta— y les dieron vino y téfuerte.das, y el estudiante llevó a seis deellos hasta el área devastada. Seabrieron camino en la ciudad a lolargo del Ota; por dos veces el calordel fuego los obligó a meterseen el río. <strong>En</strong> el puente Misasa encontraronuna larga fila de soldadosen extraña marcha forzada haciael centro de la ciudad desde elCuartel General del Ejército Regionalde Chugoku. Todos estabangrotescamente quemados, y se sosteníancon muletas o se apoyabanel uno en el otro. Caballos deshechos,quemados, con las cabezascolgando, estaban amontonados enel puente. Cuando la partida derescate llegó al parque ya era oscuro,y el avance fue en extremodificultoso a causa de los árbolesde todos los tamaños caídos con elhuracán de la tarde. Finalmente —no mucho después de que la señoraMurata hizo su pregunta— llegaronjunto a sus amigos y les dieronvino y té cargado.Les prêtres discutèrent de la façon de The priests discussed how tos’y prendre pour transporter le Père get Father Schiffer and FatherSchiffer et le Père La Salle au noviciat. 30 LaSalle out to the Novitiate.Ils craignaient que, ne voyant pas clair They were afraid that blunderinget butant dans le noir, à travers le parc, through the park with them wouldles deux [97] blessés ne fussent trop secoués,jar them too much on the woodenque les plaies ne se rouvrissent litters, and that the wounded menet qu’il n’en résultât de trop fortes hémorragies.35 would lose too much blood. Fa-Le Père Kleinsorge se souvint ther Kleinsorge thought of Mr.de M. Tanimoto et de sa barque et l’appelaTanimoto and his boat, and calledsur la rivière. Lorsque M. Tanimoto out to him on the river. When Mr.eut accosté, il déclara qu’il ne demanderaitTanimoto reached the bank, hepas mieux que de transporter les 40 said he would be glad to take theprêtres blessés et leurs porteurs en injured priests and their bearersamont, jusqu’à un endroit où ils trouveraientupstream to where they couldla voie plus libre. Les sauveteurs find a clear roadway. The rescu-chargèrent le Père Schiffer sur une des ers put Father Schiffer onto onecivières, installèrent celle-ci dans la 45 of the stretchers and lowered itbarque où deux d’entre eux prirent place into the boat, and two of themen même temps. M. Tanimoto, qui went aboard with it. Mr.n’avait toujours pas de rames, remonta Tanimoto, who still had no oars,le courant à la perche.poled the punt upstream.50<strong>En</strong>viron une demi-heure plus tard, About half an hour later, Mr.M. Tanimoto revint et, très ému, demandaTanimoto came back and excitedlyaux prêtres qui restaient de asked the remaining priests to helpl’aider à sauver deux enfants qu’il him rescue two children he hadavait vus, de l’eau jusqu’aux épaules, 55 seen standing up to their shouldersdans la rivière. Un groupe s’organisa, in the river. A group went out andqui alla quérir ces enfants - deux picked them up—two young girlsfillettes qui avaient perdu leur famillewho had lost their family [58] andet étaient grièvement brûlées. were both badly burned. TheLes prêtres les couchèrent sur le sol, 60 priests stretched them on theà proximité du Père Kleinsorge, puis ground next to Father Kleinsorgeinstallèrent à bord de la barque le and then embarked Father LaSalle.Père La Salle. Le Père Cieslik, estimantFather Cieslik thought he couldqu’il pourrait aller à pied jus-make it out to the Novitiate onqu’au noviciat, prit place, [98] lui 65 foot, so he went aboard with theaussi. Le Père Kleinsorge était trop others. Father KIeinsorge was toofaible; il décida d’attendre jusqu’au feeble; he decided to wait in thelendemain dans le parc. I1 demanda park until the next day. He askedaux prêtres de revenir avec une char- the men to come back with a7036Los sacerdotes discutieron laforma de llevar al padre Schiffery al padre La Salle al noviciado.Tenían miedo de que dar tumbospor el parque los sacudiera demasiadosobre las camillas; teníanmiedo de que los heridos perdierandemasiada sangre. El padre[56] Kleinsorge pensó en el botedel señor Tanimoto, y lo llamó.Cuando el señor Tanimoto llegó ala orilla, dijo que con gusto llevaríaa los heridos y a sus portadoresa un lugar río arriba desde dondepodrían encontrar un caminomás despejado. Los socorristas pusieronal padre Schiffer sobre unade las camillas y lo bajaron hastael bote, y dos de ellos subieron abordo para ir con él. El señorTanimoto, que aún carecía de remos,empujó la batea río arriba.Regresó una media hora después, ynerviosamente pidió a los demássacerdotes que lo ayudaran a rescatara dos niños que había visto hundidoshasta los hombros en el río.Un grupo acudió en su ayuda; erandos niñas que habían perdido a suspadres y ambas tenían quemadurasgraves. Los curas las acostaron sobreel suelo, junto al padreKleinsorge, y enseguida embarcaronal padre La Salle. El padreCieslik se creía capaz de llegar caminandoal noviciado, así que subióa bordo con los demás. El padreKleinsorge se sentía demasiadodébil; decidió esperar en el parquehasta el otro día. Pidió a loshombres que trajeran una carretillaLos sacerdotes discutieron la formaen que habrían de llevar al padreSchiffer y al padre LaSalle hasta elNoviciado. Temían que al atravesarel parque con ellos fuesen a sacudirlosdemasiado en las literas de maderay que ambos heridos perdiesenmucha sangre. El padre Kleinsorgepensó en el señor Tanimoto y su barca,y fue a buscarlo. [68]Cuando el señor Tanimoto llegóal banco de arena, dijo que transportaríacon mucho gusto a los sacerdotesheridos y a sus portadores hastadonde pudiesen encontrar un caminollano. Los del Noviciado pusieronal padre Schiffer en una delas literas y lo subieron a la barca;dos de ellos fueron a bordo con él.El señor Tanimoto, que todavía nohabía conseguido remos, maniobróla pértiga aguas arriba.Media hora después el señorTanimoto volvió y, muy excitado,les pidió a los otros sacerdotes quelo ayudasen a rescatar a dos chicosque había visto en el río con elagua hasta el cuello. Un grupo fuey los recogió: eran dos niñas quehabían perdido a su familia: ambasestaban muy quemadas. Los sacerdoteslas acostaron en el suelo juntoal padre Kleinsorge y luego embarcaronal padre LaSalle. El padreCieslik pensó que él podría irhasta el Noviciado a pie, de modoque subió a bordo con los otros. Elpadre Kleinsorge estaba demasiadodébil; decidió esperar en el parquehasta el día siguiente. Les pidióa los hombres que volviesen en


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandrette à bras, afin de pouvoir emmenerMme Nakamura et ses enfants aunoviciat.handcart, so that they could takeMrs. Nakamura and her sick childrento the Novitiate.cuando regresaran, para poder llevara la señora Nakamura y a susniños enfermos al noviciado.una carreta para poder llevar a laseñora Nakamura y a sus hijos hastael Noviciado.M. Tanimoto recommença à pousser 5sa barque. Celle-ci, avec les prêtres,avançait lentement, remontant le courant,lorsque les passagers entendirentde faibles appels au secours. Une voixde femme, notamment : « Il y a ici des 10gens qui vont se noyer! Au secours !L’eau monte! » Les cris venaient d’unelagune et les prêtres de la barque purentvoir, à la lueur se reflétant dansl’eau, des maisons qui brûlaient encore, 15un certain nombre de blessés gisant aubord de la rivière et que recouvrait déjàen partie la marée montante. M.Tanimoto voulait aller à leur aide, maisles prêtres craignirent que le Père 20Schiffer ne succombât si l’on ne sepressait et ils insistèrent pour que leurpasseur continuât. M. Tanimoto les débarquaau même endroit où il avaitlaissé le Père Schiffer et repartit seul 25en direction de la lagune.Mr. Tanimoto shoved off again.As the boatload of priests movedslowly upstream, they heard weakcries for help. A woman’s voicestood out especially: “There arepeople here about to be drowned!Help us! The water is rising!” Thesounds came from one of thesandspits, and those in the puntcould see, in the reflected light ofthe still—burning fires, a numberof wounded people lying at theedge of the river, already partlycovered by the flooding tide. Mr.Tanimoto wanted to help them, butthe priests were afraid that FatherSchiffer would die if they didn’thurry, and they urged their ferrymanalong. He dropped them wherehe had put Father Schiffer downand then started back alone towardthe sandspit.El señor Tanimoto partió de nuevo.Conforme avanzaba el cargamentode sacerdotes, se escuchaban débilesgritos de auxilio. Sobresalía especialmentela voz de una mujer:‘¡Hay gente aquí a punto de ahogarse!¡Ayúdennos! ¡El nivel del aguaestá subiendo!». Los sonidos llegabande uno de los bancos de arena, ylos de la batea podían ver, en la luzreflejada de los fuegos todavía encendidos,a varios heridos acostadosen la orilla del río y parcialmente cubiertospor la marea. El señorTanimoto quería prestarles ayuda,pero los sacerdotes tenían miedo deque el padre Schiffer fuera a morirsi no se daban prisa, y le pidieron albarquero que avanzara. Éste los dejódonde había dejado al padre Schiffer,y después emprendió solo el caminode regreso. [57]El señor Tanimoto emprendió caminootra vez. Mientras la barca llena desacerdotes remontaba lentamente el río,oyeron débiles pedidos de ayuda. Unavoz de mujer gritó:—¡ Aquí hay gente que está por ahogarse!¡ Ayúdennos! ‘¡ El agua está subiendo!Las voces venían de uno de losbancos de arena, y los de la barca pudieronver, a la luz de los incendios,un número de personas heridas queyacían al borde del río, parcialmentecubiertas ya por la marea en ascenso.El señor Tanimoto quizo ayudarlos,pero los sacerdotes tuvieron miedode que el padre Schiffer muriesesino se apuraban, y lo urgieron a continuar.El los hizo bajar en el [69]lugar donde había descendido el padreSchiffer, y luego volvió solo albanco de arena.La nuit était très chaude, paraissaitmême plus chaude du faitdes lueurs d’incendie qui rougeoyaientdans le ciel ; mais la30plus jeune des deux fillettes queM. Tanimoto et les prêtres avaientsauvées, se plaignit au PèreKleinsorge d’avoir froid. Il ôta sa 35tunique et l’en couvrit. L’enfant etsa sueur aînée étaient restées deuxheures dans l’eau salée avantqu’on vînt les en tirer. Le corps dela cadette portait. d’énorme-, brûluresà vif; l’eau salée de la ri-40vière avait dû être un terrible supplicepour elle. Elle se prit à tremblerde tous ses membres et répétaqu’elle avait froid. Le Père 45Kleinsorge emprunta une couvertureà un voisin et l’en enveloppa; mais elle frissonnait et tremblaitde plus en plus, répétant : « J’aitellement froid », et puis, soudain, 50elle cessa de trembler, morte.THE NIGHT was hot, and itseemed even hotter becauseof the fires against the sky,but the younger of the twogirls Mr. Tanimoto and thepriests had rescued complainedto Father Kleinsorgethat she was cold. He coveredher with his jacket. She andher older [59] sister had beenin the salt water of the riverfor a couple of hours beforebeing rescued. The younger onehad huge, raw flash burns on herbody; the salt water must havebeen excruciatingly painful to her.She began to shiver heavily, andagain said it was cold. FatherKleinsorge borrowed a blanketfrom someone nearby and wrappedher up, but she shook more andmore, and said again, “I am socold,” and then she suddenlystopped shivering and was dead.Era una noche caliente, y parecíaaún más caliente por losfuegos recortados sobre el cielo,pero la más joven de las dosniñas que el señor Tanimoto ylos curas habían rescatado sequejó de tener frío. El padreKleinsorge la cubrió con suchaqueta. Ella y su hermanamayor habían estado metidasen el agua salada durante unpar de horas antes de ser rescatadas.La pequeña teníagrandes quemaduras en carneviva; el agua salada debió decausarle un dolor espantoso.Comenzó a temblar y a repetirque tenía frío. El padreKleinsorge tomó prestada lacobija de un vecino y la envolviócon ella, pero la niña se sacudíamás y más, diciendo«Tengo tanto frío», y de repentedejó de temblar y murió.Aunque la noche era calurosa,y lo parecía más aún a causa delas llamas que se alzaban haciael cielo, la menor de las dos chicasrescatadas por el señorTanimoto y los sacerdotes sequejó al padre Kleinsorge de quetenía frío. El la cubrió con suchaqueta. La niña y su hermanamayor habían estado en el aguasalobre del río durante dos horasantes de ser rescatadas. La menortenía quemaduras enormes yabiertas en todo el cuerpo; el aguasalada debía de haber sido horriblementedolorosa. Comenzó a tiritarcon fuerza, y se quejó nuevamentedel frío. El padreKleinsorge pidió prestada unamanta a alguien que estaba cerca, yla envolvió; pero la criatura temblabamás y más, y volvió a decir:—Tengo tanto frío... —Luego, repentinamente,dejó de tiritar y murió.Sur la lagune, M. Tanimoto trouvaquelque vingt hommes et femmes. IIrangea le bateau le long de la rive et 55leur dit de se dépêcher de monter. Ilsne bougèrent pas et il se renditcompte qu’ils étaient [99] trop faiblespour se soulever. Il se pencha etprit une femme par les mains ; la 60peau céda et vint sous ses doigts, parlambeaux énormes, comme un gant.Cette sensation éveilla en lui unetelle nausée, qu’il dut s’asseoir uneseconde. Après quoi il sauta dans 65l’eau et, de si faible stature qu’il fût,porta jusque dans la barque plusieurshommes et femmes, qui étaient nus.Dos et poitrines étaient visqueux70MA. TANIMOTO found abouttwenty men and women on thesandspit. He drove the boat onto thebank and urged them to get aboard.They did not move and he realizedthat they were too weak to liftthemselves. He reached down andtook a woman by the hands, but herskin slipped off in huge, glovelikepieces. He was so sickened by thisthat he had to sit down for a moment.Then he got out into the waterand, though a small man, liftedseveral of the men and women, whowere naked, into his boat. Theirbacks and breasts were clammy,and he remembered uneasily what37Sobre el banco de arena, el señorTanimoto encontró unos veinte hombresy mujeres. Acercó el bote a laarena y les pidió que subieran a bordode inmediato. Pero no se movieron,y él se dio cuenta de que estabandemasiado débiles para levantarse.Se agachó y tomó a una mujer dela mano, pero su piel se desprendióen pedazos grandes, como un guante.Esto lo afectó tanto que tuvo quesentarse un momento. Después regresóal agua; a pesar de ser un hombrepequeño, él solo levantó a varioshombres y mujeres que estaban desnudosy los llevó a su bote. Sus espaldasy sus pechos eran pegajosos,El señor Tanimoto encontró unaveintena de hombres y mujeres en elbanco de arena. Llevó su bote hastaallí y los urgió a subir a bordo. Ellosno se movieron, y entonces se diocuenta de que estaban demasiado débilespara levantarse por sí solos.Bajó y tomó a una mujer por las manos,pero se le salió la piel como sifueran guantes. Esto lo descompusode tal manera que tuvo que sentarseun momento. <strong>En</strong>tonces bajó al agua,y aunque era un hombre menudo,alzó a varios hombres y mujeres, queestaban desnudos, y los puso en suembarcación. Tenían el pecho y laespalda viscosos, y Tanimoto recor-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandsous la main et il se souvint non sans the great burns he had seen duringmalaise des grandes brûlures qu’il the day had been like: yellow atavait vues durant la journée jaunes first, then red and swollen, with thed’abord, puis rouges et gonflées, la peau skin sloughed off, and finally, ins’en allant en lanières ; et pour finir, sur 5 the evening, suppurated andle soir, suppurantes et répandant une infection.smelly. With the tide risen, hisDu fait de la marée montante, bamboo pole was now too shortson bambou était trop court maintenant, and he had to paddle most of theet il lui fallut pagayer presque d’un bout way across with it. On the otherà l’autre du trajet. Sur l’autre rive, près 10 side, at a higher spit, he lifted thed’une lagune plus haute, il souleva à slimy living bodies out and carriednouveau les corps, escaladant avec euxthem up the slope away fromla pente pour les mettre à l’abri de la the tide. He had to keep consciouslymarée. Il devait se répéter lucidement et[60] repeating to himself,continuellement : « Ce sont des êtres humains15 “These are human beings.”». Il dut faire trois voyages avant It took him three trips to getde les avoir tous transportés sur l’autre them all across the river.rive. Quand il eut fini, il décida qu’il lui When he had finished, he decidedfallait absolument se reposer et il revinthe had to have a rest, andvers le parc.20 he went back to the park.y el señor Tanimoto recordó con desazónlas quemaduras que había vistoa lo largo del día: amarillas primero,luego rojas e hinchadas y lapiel desprendida, y al final de la tardesupurando, olorosas. Ahora quehabía subido la marea, su poste debambú se quedaba corto y tenía queavanzar remando todo el tiempo. Sobrela otra orilla, en un arenal más alto,levantó los cuerpos viscosos y aún vivosy los subió por la pendiente paraalejarlos del agua. Tenía que hacer unesfuerzo consciente por repetirse:«Son seres humanos». [58]Fueron necesarios tres viajes parallevarlos a todos al otro lado del río.Cuando hubo terminado, decidióque debía descansar un poco, y regresóal parque.Le docteur Fujii passa la nuit à l’orée DR. Fujii lay in dreadful pain El doctor Fujii pasó la noche acostado,de la ville, couché sur le plancher de sa throughout the night on the flooren medio de un terrible dolor,maison familiale, à ciel ouvert (il n’y avait of his family’s roofless house on sobre el suelo de la casa destechadaplus de toit), et en proie à d’atroces souffrances.40 the edge of the city. By the light de su familia. Con la luz de una lin-A la lueur d’une lanterne, il of a lantern, he had examined himternahabía logrado examinarse, y ses’était examiné et avait trouvé : fracture self and found: left clavicle fractured;encontró la clavícula izquierda rota;de la clavicule gauche; abrasions et déchiruresmultiple abrasions and lac-abrasiones y laceraciones múltiplesmultiples de la face et du corps, incluanterations of face and body, includ-en la cara y el cuerpo, e incluso cor-de profondes coupures au menton, 45 ing deep cuts on the chin, back, tes profundos sobre el mentón, la eserationsdans le dos et aux jambes ; contusions and legs; extensive contusions on palda y las piernas; extensas contusionesmultiples à la poitrine et au tronc ; fracturechest and trunk; a couple of ribsen pecho y torso; un par depossible de deux côtes. N’eût été la possibly fractured. Had he not costillas posiblemente fracturadas. Sigravité de son [102] sétat, peut-être se been so badly hurt, he might have no estuviera tan maltratado, habríafût-il trouvé dans le parc Asano, en train 50 been at Asano Park, assisting the podido ir al parque Asano para atenderde soigner les blessés.wounded.a los heridos.*dull 1 slow to understand; stupid. 2 tedious; boring. 3 (of the weather) overcast; gloomy. 4 a (esp. of a knife edge etc.) blunt. b (of colour, light, sound, or taste) not bright, vivid, or keen. 5 (of a pain etc.) usu. prolonged and indistinct; notacute (a dull ache). 6 a (of a person, an animal, trade, etc.) sluggish, slow-moving, or stagnant. b (of a person) listless; depressed (he’s a dull fellow since the accident). 7 (of the ears, eyes, etc.) without keen perception.A la tombée de la nuit, on pouvait estimerBY NIGHTFALL, ten thou-Para cuando se hizo de noche,à dix mille le nombre des victimes sand victims of the explosion diez mil víctimas de la explosiónde l’explosion qui avaient envahi l’hôpital55 had invaded the Red Cross Hos-habían invadido el hospital de lade la Croix-rouge, et le docteur pital, and Dr. Sasaki, worn out, Cruz Roja, y el doctor Sasaki, ago-Sasaki, morne, abattu, allait, venait, au was moving aimlessly and dully tado, se movía sin rumbo fijo ______hasard, par les couloirs empuantis ; dans up and down the stinking corridorspor los corredores malolientes lle-les mains, des paquets de pansements etwith wads of bandage and vando fajos de vendas y botellas dedes bouteilles de mercurochrome ; sur le 60 bottles of Mercurochrome, still mercurocromo, y, todavía con losnez, la même paire de lunettes qu’il avait wearing the glasses he had [61] lentes que le había quitado a la enfermeraempruntée à l’infirmière blessée ; pansanttaken from the wounded nurse,herida, iba vendando lasles coupures les plus graves, au fur binding up the worst cuts as he peores heridas a medida que las en-et à mesure qu’elles se présentaient sur came to them. Other doctors contraba. Otros doctores poníanson chemin. D’autres médecins appliquaient65 were putting compresses of sa-compresas de solución salina sobredes compresses de solution salinesolution on the worst burns. [59] las quemaduras más graves. Eraline sur les brûlures les plus sérieuses. That was all they could do. Aftertodo lo que podían hacer. Cuando seC’était tout ce qu’on pouvait faire. Ladark, they worked by the hizo de noche empezaron a trabajarnuit tombée, on travailla à la lueur des light of the city’s fires, and by con la luz de los fuegos de la ciudócon desagrado que las grandesquemaduras que había visto duranteel día eran como éstas: amarillas alprincipio, después rojas e hinchadas;luego la piel se desprendía yfinalmente, por la noche, supurabany olían [70] mal. Con la marea alta,su pértiga de bambú resultaba demasiadocorta y la mayor parte del trayectotuvo que remar con ella. Delotro lado, en un banco más alto, alzólos cuerpos ______ vivos y los llevócuesta arriba lejos del agua. Todo eltiempo tuvo que repetirse a conciencia:—Estos son seres humanos.Necesitó tres viajespara cruzarlos a todos.Cuando terminó decidió quetenía que descansar, y volvióal parque.Alors qu’il gravissait la berge noire, il As Mr. Tanimoto stepped up the[101] marcha sur quelqu’un, trébucha, dark bank, he tripped over someone,pendant que quelqu’un d’autre disaitand someone else said an-d’une voix irritée : « Attention ! Vous 25 grily, “Look out! That’s my hand.”me marchez sur la main ». M. Tanimoto, Mr. Tanimoto, ashamed of hurtingtout honteux de faire mal à un blessé, wounded people, embarrassed atconfus d’être valide, se souvint soudain being able to walk upright, suddenlydu navire-hôpital qui n’était pas arrivéthought of the naval . hos-(et ne devait jamais se montrer), et il fut 30 pital ship, which had not come (itpris un instant d’une rage aveugle et never did), and he had for a momentmeurtrière à l’adresse de l’équipage dea feeling of blind, murderousce navire, puis des docteurs en général. rage at the crew of the ship, andPourquoi ne venaient-ils pas au secours then at all doctors. Why didn’tde tous ces gens ?35 they come to help these people?Caminando en la oscuridad, elseñor Tanimoto se tropezó con alguien,y alguien más dijo con enojo:«¡Cuidado! Ahí está mi mano».Avergonzado de haber hecho dañoa una persona herida, apenado porser capaz de caminar erguido, elseñor Tanimoto pensó de repente enel barco hospital que no llegaba aún(nunca llegaría), y sintió por uninstante una ira ciega contra la tripulacióndel barco y luego contratodos los doctores. ¿Por qué no veníana ayudar a esta gente?Mientras caminaba por el oscuro banco,pisó sobre alguien, y una voz enojadadijo:—¡Cuidado! ¡Esa es mi manoEl señor Tanimoto, avergonzadode importunar a gente herida,turbado por poder caminar derecho,pensó de pronto en el buquehospital,que no había llegado (yque no llegó nunca), y por un momentosintió rabia ciega, asesina,hacia la tripulación del buque y haciatodos los médicos. ¿Por qué novenían a ayudar a esta gente?7038Toda la noche, el doctor Fujii yacióterriblemente dolorido en el pisode la casa sin techo de su familia,en las afueras de la ciudad. A la luzde una linterna, se había examinadoy encontrado: clavícula izquierdafracturada; abrasiones ylaceraciones múltiples en la cara yel cuerpo incluyendo profundos cortesen la barbilla, la espalda y laspiernas; contusiones extensas en eltronco; posible fractura de un par decostillas. De no estar tan malherido,estaría en el parque Asano, asistiendoa sus compatriotas.Al anochecer, diez mil víctimasde la explosión habían invadido elHospital de la Cruz Roja, y el doctorSasaki, agotado, se movía sindescanso y pesadamente por losnauseabundos corredores con rollosde vendas y frascos demercurocromo, llevando [71] todavíalos anteojos quitados a la enfermeraherida, y curando laslastimaduras más graves a medidaque las encontraba. Otros médicosponían compresas de solución salinaen las peores quemaduras. Esoera todo lo que podían hacer. A lanoche, trabajaron a la luz de los incendiosde la ciudad y de bujías


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandincendies et des bougies que tenaient levéesles dix infirmières qui restaient. Detout le jour, le docteur Sasaki n’était passorti de l’hôpital ; le spectacle à l’intérieurétait si terrible et si astreignant, 5qu’il ne lui était même pas venu à [103]l’esprit de demander ce qui s’était passéde l’autre côté des portes et des fenêtresdu bâtiment. Plafonds et cloisonss’étaient effondrés; partout ce n’étaient 10que plâtras, poussière, sang, vomissures.Les patients mouraient par centaines ; iln’y avait personne pour enlever les cadavres.Certains membres du personnelde l’hôpital distribuèrent des biscuits et 15des boulettes de riz, mais l’odeur decharnier était si forte, que bien peu degens avaient faim. Sur le coup de troisheures du matin, après dix-neuf heuresde cet horrible travail, le docteur Sasaki 20se sentit incapable de panser une blessurede plus. Avec quelques autres survivantsdu personnel médical, il allachercher une natte, sortit - des milliersde patients, des centaines de morts s’entassaientdans la cour et dans la grande25allée et s’enfuit derrière l’hôpital, secachant pour tenter de dérober un peude sommeil, couché à même le sol. Uneheure ne s’était pas écoulée, que des 30blessés les découvraient, ses compagnonset lui, et formaient autour d’euxun cercle de gémissements et de protestations: « Docteurs 1 Sauveznous !Comment pouvez-vous dormir ? » Le 35docteur Sasaki se leva et se remit autravail. Comme l’aube du second jourse [104] levait, il songea pour la premièrefois à sa mère, dans leur maisonde campagne de Mukaihara. à cinquantekilomètres de là. I1 avait cou-40tume de rentrer tous les soirs. Il eûtpeur que sa mère ne le crût mort.candles the ten remaining nursesheld for them. Dr. Sasaki had notlooked outside the hospital allday; the scene inside was so terribleand so compelling that ithad not occurred to him to askany questions about what hadhappened beyond the windowsand doors. Ceilings and partitionshad fallen; plaster, dust,blood, and vomit were everywhere.Patients were dying bythe hundreds, but there was nobodyto carry away the corpses.Some of the hospital staff distributedbiscuits and—rice balls,but the charnel-house smell wasso strong that few were hungry.By three o’clock the nextmorning, after nineteen straighthours of his gruesome work, Dr.Sasaki was incapable of dressinganother wound. He and some othersurvivors of the hospital staff gotstraw mats and went outdoors—thousands of patients and hundredsof dead were in the yard andon the driveway—and hurriedaround behind the hospital and laydown in hiding to snatch somesleep. But within an hourwounded people had found them;a complaining circle formedaround them: “Doctors! Help us!How can you sleep?” Dr. Sasakigot up again and went back towork. Early in the day, hethought for the first time of hismother, at their country home inMukaihara, thirty miles fromtown. He usually went home everynight. He was afraid shewould think he was dead. [62]dad y de velas que las enfermerassostenían. El doctor Sasaki no habíaechado un vistazo fuera del hospitalen todo el día; la escena al interiorera tan horrible y tan imperiosaque no se le había ocurrido hacerpreguntas acerca de lo sucedido másallá de esas paredes. Habían caídotechos y tabiques; por todas parteshabía yeso, polvo, sangre y vómito.Cientos y cientos de pacientes morían,pero no había nadie que llevaralos cadáveres afuera. Parte delpersonal del hospital repartía galletasy bolas de arroz, pero el olor aosario era tan fuerte que muy pocosconservaban el apetito. Para las tresde la mañana siguiente, después dediecinueve horas seguidas dehorripilante trabajo, el doctorSasaki se sentía incapaz de trataruna herida más. Junto a otros sobrevivientesdel personal del hospital,el doctor Sasaki tomó unasesteras de paja y salió a la calle —en el patio y en la entrada habíamiles de pacientes y cientos demuertos—, le dio la vuelta al hospitaly se escondió donde pudieradormir un poco. Pero en menos deuna hora lo habían encontrado; uncírculo de reclamantes se formó alrededorde él: «¡Ayúdenos, doctor!Cómo puede echarse a dormir?». Eldoctor Sasaki se puso de pie y regresóal trabajo. Poco antes habíapensado por primera vez en su madre,que vivía en la casa de campode la familia en Mukaihara, a cuarentay ocho kilómetros de la ciudad.Él acostumbraba ir a casa cadanoche. Temió que su madre lo creyeramuerto.que las enfermeras sostenían. Eldoctor Sasaki no había echado entodo el día una sola mirada fueradel hospital; el espectáculo deadentro era tan terrible y tan urgenteque no se le había ocurridohacer ninguna pregunta acerca delo ocurrido más allá de esas paredes.Habían caído cielos rasos ytabiques; había yeso, polvo, sangrey vómitos por .todas partes. Lospacientes morían a cientos, pero nohabía nadie que llevase afuera suscuerpos. Algún empleado del hospitaldistribuyó galletas y bolas dearroz, pero el olor de los heridosera tan fuerte que muy pocos teníanhambre. Hacia las tres de lamadrugada siguiente, después dediecinueve horas de arduo trabajo,el doctor Sasaki se sintió incapazde vendar una sola herida más.El y otros sobrevivientes del personaldel hospital tomaron esterasy salieron —miles de pacientes ycientos de muertos yacían en el patioy en el camino —, se dirigieroncon rapidez a la parte posterior delhospital y se escondieron para poderdormir. Pero una hora después losheridos los encontraron; un quejosocírculo se formó alrededor de ellos:—¡Doctores! ¡Ayúdennos! ¿Cómopueden dormir?El doctor Sasaki se levantó yvolvió a trabajar. Por la mañanatemprano pensó por primera vezen su madre, que estaba en sucasa de Mukaihara, a treinta millasde la ciudad. Usualmente élvolvía a su casa todas las noches.Temió que la madre pensase quehabía muerto.Non loin de l’endroit, en amont de la 45rivière, où M. Tanimoto avait déposé lesprêtres, se trouvait une grande caissede gâteaux de riz qu’une équipe desauveteurs avait évidemment apportéeà (intention des blessés du voisinageimmédiat, mais avait oublié50de distribuer. Avant d’évacuer leurscollègues blessés, les autres prêtresfirent passer à l’entour les gâteauxet se servirent eux-mêmes. Quelques 55minutes plus tard, une troupe de soldatssurvint et un officier, entendantles prêtres s’exprimer dans une langueétrangère, tira le sabre et leurdemanda furieusement qui ils 60étaient. L’un d’eux parvint à le calmeren lui expliquant qu’il avait àfaire à des Allemands - à des alliés.L’officier s’excusa et ajouta que lebruit courait que des [105] parachutistesaméricains avaient pris pied65dans la région.NEAR THE spot upriver towhich Mr. Tanimoto had transportedthe priests, there sat alarge case of rice cakes which arescue party had evidentlybrought for the wounded lyingthereabouts but hadn’t distributed.Before evacuating thewounded priests, the otherspassed the cakes around andhelped themselves. A few minuteslater, a band of soldierscame up, and an officer, hearingthe priests speaking a foreignlanguage, drew his swordand hysterically asked whothey were. One of the priestscalmed him down and explainedthat they were Germans—allies.The officer apologizedand said that there were reportsgoing around that Americanparachutists had landed.Cerca del lugar al cualTanimoto llevó a los sace r d o t e s h a b í a u n a grancaja de pasteles de arroz, queevidentemente había sido traídapor un grupo de rescate peroque no se había distribuido [60]entre los heridos. Antes de evacuara los sacerdotes, los demásse repartieron los pasteles entreellos. Pocos minutos despuésse acercó un grupo de soldados,y uno de ellos, al escuchara los sacerdotes hablar unidioma extranjero, desenvainósu espada histéricamente y preguntóquiénes eran. Uno de lossacerdotes lo calmó y explicóque eran alemanes: es decir,aliados. El oficial se disculpó ydijo que tenían noticias de queparacaidistas norteamericanoshabían aterrizado.Cerca de donde el señorTanimoto había depositado a lossacerdotes, había un gran cajónde pasteles de arroz que evidentementealguna partida de salvamentohabía llevado para los heridosde los alrededores pero queno había distribuido. Antes detrasladar a los sacerdotes heridos,los otros se repartieron lospasteles y los comieron. Pocosminutos después llegó un batallónde soldados y un oficial, aloír a los padres que hablaban enuna lengua extranjera, sacó laespada y les preguntóhistéricamente quiénes eran. Unode los sacerdotes lo calmó y leexplicó que eran alemanes, o seaaliados. El oficial se excusó ydijo que circulaba el rumor deque habían bajado paracaidistasnorteamericanos.Les prêtres décidèrent de commencerThe priests decided that theyLos sacerdotes decidieron que lle-Los sacerdotes decidieron que7039


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandpar transporter le Père Schiffer. Ils allaientshould take Father Schiffer first.partir, quand le Père supérieur La As they prepared to leave, FatherSalle se plaignit d’avoir affreusement Superior LaSalle said he felt awfullyfroid. L’un des jésuites lui céda sa tuniquecold. One of the Jesuits gave; un autre, sa chemise; tous deux 5 up his coat, another his shirt; theyn’étaient pas mécontents d’être moins were glad to wear less in thevêtus par cette nuit humide et lourde. muggy night. The stretcher-bearersLes porteurs se mirent en route. L’étudiantstarted out.. The theologicalen théologie ouvrait la marche et student led the way and tried tos’efforçait de prévenir les autres des 10 warn the others of obstacles, butobstacles ; mais l’un des prêtres se prit one of the priests got a footle pied dans des fils téléphoniques, trébuchatangled in some telephone wireet lâcha son côté de la civière. Le and tripped and dropped his cor-Père Schiffer roula sur le sol, perdit ner of the litter. Father Schifferconnaissance, retrouva ses esprits, vomit.15 rolled off, lost consciousness,Les porteurs le ramassèrent et came to, and then vomited. Thepoursuivirent jusqu’à la margelle de la bearers picked him up and went onville où il était convenu qu’une autre with him to the edge of the city,équipe de prêtres devait les relayer ; ils where they had arranged to meet aremirent leur fardeau à cette équipe et 20 relay of other priests, left him withrevinrent sur leurs pas pour aller chercherthem, and turned back and got theleur supérieur.FatherSuperior.varían al padre Schiffer en primer lugar.Se preparaban para partir cuandoel padre La Salle dijo que sentíaun frío terrible. Uno de los jesuitasle dio su abrigo, otro le dio su camisa;en el bochorno de la noche, lesdio gusto llevar menos ropa encima.Los portadores de la camilla partieron.El estudiante de teología caminabaa la cabeza del grupo, e intentabaprevenirlos si había obstáculos,pero uno de los padres se enredóel pie con un cable de teléfono,se tropezó y soltó su esquina de lacamilla. El padre Schiffer cayó alpiso, quedó inconsciente, luego despertóy vomitó. Los portadores lolevantaron y lo llevaron hacia lasafueras, donde se habían citado conun relevo de sacerdotes; lo dejaroncon ellos y regresaron en busca delPadre Superior.llevarían primero al padre Schiffer.Mientras se preparaban para irse, elpadre LaSalle dijo que tenía muchofrío. Uno de los jesuitas le dio suchaqueta, otro su camisa; les alegróquitarse algo de ropa esa nochesofocante. Los cargadores de las literasecharon a andar. El estudiantede teología iba adelante, conduciéndolosy tratando de despejar elcamino de obstáculos, pero uno delos padres se enredó un pie en uncable telefónico caído, vaciló y soltósu esquina de la litera. El padreSchiffer rodó al suelo, perdió elsentido, se recobró y luego vomitó.Los cargadores lo recogieron y lollevaron al borde de la ciudad, dondehabían arreglado para encontrarsecon otros sacerdotes; lo dejaroncon ellos y volvieron para recogeral padre superior.La civière de bois devait faire souffrirThe wooden litter must haveatrocement le Père La Salle : des di-25 been terribly painful for Fatherzaines atrocement minuscules éclats de LaSalle, in whose back scoresverre s’étaient logés dans son dos. Presqueof tiny particles of windowà l’orée de la ville, le petit groupe glass were embedded. Near thedut contourner une automobile, dont la edge of [63] town, the group hadcarcasse calcinée et [106] qu’on eût dit 30 to walk around an automobileaccroupie barrait l’étroite route ; deux burned and squatting on the narrowdes porteurs, du même côté, incapablesroad, and the bearers on onede se diriger dans le noir, tombèrent dans side, unable to see their way inun fossé profond. Le Père La Salle fut the darkness, fell into a deepprécipité sur le sol et la civière se brisa 35 ditch. Father LaSalle wasen deux. L’un des prêtres poursuivit, thrown onto the ground and thedans l’intention d’aller chercher au noviciatlitter broke in two. One priestune charrette, mais il ne tarda pas went ahead to get a handcartà en trouver une près d’une maison abandonnéefrom the Novitiate, but he soonet revint en la poussant devant 40 found one beside an emptylui. Ils mirent alors le Père La Salle sur house and wheeled it back. Thela charrette et la poussèrent de la sorte, priests lifted Father LaSalletout le reste du parcours, sur la route cahoteuse.into the cart and pushed him over theLe recteur du noviciat, qui, bumpy road the rest of the way. Theavant d’entrer dans les ordres, était médecin,45 rector of the Novitiate, who had been anettoya les plaies des deux prê-doctor before he entered the religioustres et les fit porter dans des lits aux order, cleaned the wounds of the twodraps propres ; sur quoi les deux blesséspriests and put them to bed betweenremercièrent Dieu pour les soins clean sheets, and they thanked God forqu’ils avaient reçus.50 the care they had received.La camilla de madera debió de haberresultado terriblemente dolorosapara el padre La Salle, en cuya espaldase habían incrustado pequeñas partículasde vidrio. Cerca de los límitesde la ciudad, el grupo tuvo que pasarjunto a un automóvil quemado que estorbabaen la calle angosta, y los portadoresde un lado, que en la oscuridadno podían ver por dónde caminaban,cayeron a un hueco profundo. Elpadre La Salle salió despedido y lacamilla se partió en dos. Uno de loscuras se adelantó para pedir una carretillaen el noviciado, pero logróencontrar otra, cerca de una casa abandonada,y regresó rodándola. Los curaslevantaron [61] al padre La Salle,lo pusieron sobre la carretilla y lo llevaronempujado el resto del trayectopor un camino lleno de baches. El rectordel noviciado, que había sido médicoantes de tomar los hábitos, limpiólas heridas de los dos sacerdotes ylos acostó entre sábanas limpias, yellos agradecieron a Dios el cuidadorecibido.La litera de madera debe de habersido terriblemente dolorosapara el padre LaSalle, en cuya espaldaestaban clavadas docenas deminúsculos fragmentos de vidrio.Cerca del borde de la ciudad tuvieronque rodear un automóvil quemadoque obstruía el angosto camino,y los cargadores de uno de los extremos,al no poder ver en la oscuridad,[73] cayeron en un profundo bache. Elpadre LaSalle fue despedido portierra y la litera se partió en dos. Unode los sacerdotes se adelantó para buscaruna carreta en el Noviciado, pero apoco encontró una al lado de unacasa vacía y la llevó. El rector,que había sido médico antes de ingresaren la vida religiosa, limpiólas heridas de los dos padres, lospuso en cama entre sábanas limpias,y todos agradecieron a Diospor el cuidado que habían recibido.Los sacerdotes levantaron alpadre LaSalle, lo pusieron en lacarreta y empujaron ésta el restodel camino.Des milliers de gens étaient privésTHOUSANDS of people had no-de soins. Dont mue Sasaki. body to help them. Miss SasakiAbandonnée, frappée d’impuissance, was one of them. Abandoned andsous sa plaque de tôle ondulée, dans 55 helpless, under the crude lean-tola cour de la fabrique d’étain, à côté in the courtyard of the tin factory,de la femme qui avait perdu [107] un beside the woman who had lost asein et de l’homme dont la face brûléebreast and the man whose burnedressemblait à peine encore à un face was scarcely a face any more,visage, elle souffrit horriblement, 60 she suffered awfully that nightcette nuit-là, de sa jambe fracturée. from the pain in her broken leg.Elle ne ferma pas l’oeil; non plus She did not sleep at all; neither didqu’elle ne conversa avec ses compagnonsshe converse with her sleeplessd’insomnie.companions.Dans le parc, Mme Murata tint lePère Kleinsorge éveillé toute la nuitpar son bavardage. Pas un des membresde la famille Nakamura ne dor-6570IN THE PARK, Mrs. Muratakept Father Kleinsorge awake allnight by talking to him. None ofthe Nakamura family were able to40Hubo miles de personas que nocontaron con la ayuda de nadie.La señorita Sasaki fue una deellas. Abandonada y sin recursosbajo el crudo cobertizo del patiode la fábrica, junto a la mujer quehabía perdido un seno y al hombrecuya cara quemada apenas parecíauna cara, pasó la noche sufriendode dolor por su piernarota. No durmió ni un instante;tampoco conversó con sus insomnescompañeros.<strong>En</strong> el parque, la señora Muratamantuvo al padre Kleinsorge despiertotoda la noche, hablándole.Tampoco la familia Nakamura pudoMiles de personas carecieronde alguien que los ayudase. Laseñorita Sasaki era una de ellas.Abandonada e inútil bajo el precariorefugio en el patio de la fábrica,junto a la mujer que habíaperdido un pecho y al hombrecuya cara quemada apenas era yaun rostro, sufrió horriblementeesa noche el dolor de su piernarota. No durmió en absoluto;tampoco conversó con sus insomnescompañeros.<strong>En</strong> el parque, la señora Muratamantuvo despierto al padre Kleinsorgetoda la noche, dándole conversación.Ninguno de los Nakamura pudo dormir


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandmit non plus ; les enfants, s’ils vomissaientencore, s’intéressaient àtout ce qui se passait. Ils furent ravisquand l’un des gazomètres de laville explosa dans un formidable jet 5de flammes. Toshio, le garçon, criaaux autres de venir voir les refletsdans la rivière. M. Tanimoto, aprèssa longue course et ses non moinslongues heures de travaux de sauvetage,sommeillait fiévreusement.10Lorsqu’il s’éveilla, aux premièreslueurs de l’aube, il regarda en directionde la rivière et s’aperçut qu’iln’avait pas transporté assez haut sur 15la lagune, la veille, les corps putrescentset trop faibles des blessés. La[108] marée recouvrait l’endroit; ilsn’avaient pas eu la force de bouger;ils devaient être noyés à l’heure 20qu’il était. Il vit des corps qui flottaientau fil de l’eau.sleep, either; the children, in spiteof being very sick, were interestedin everything that happened. Theywere delighted when one of the city’sgas-storage tanks went up in a tremendousburst [64] of flame. Toshio,the boy, shouted to the others tolook at the reflection in the river.Mr. Tanimoto, after his long runand his many hours of rescuework, dozed uneasily. When heawoke, in the first light of dawn,he looked across the river andsaw that he had not carried thefestered, limp bodies highenough on the sandspit the nightbefore. The tide had risen abovewhere he had put them; they hadnot had the strength to move; theymust have drowned. He saw anumber of bodies floating in theriver.dormir; los niños, a pesar de sentirsemuy enfermos, se interesabanen todo lo que estaba ocurriendo.Les encantó que uno de los tanquesde gas saltara en llamas con un tremendoestallido. Toshio, el niño,llamó a gritos a los demás para quese fijaran en el reflejo sobre el río.El señor Tanimoto, después de sularga carrera y sus muchas horas detrabajos de rescate, dormitaba nerviosamente.Al despertar se diocuenta, con las primeras luces delalba, de que la noche anterior nohabía llevado los cuerpos flojos ypurulentos tan arriba como era necesario.La marea había subido hastadonde los había puesto; los heridosno habían tenido fuerzas paramoverse; seguramente se habíanahogado. Podía ver varios cuerposflotando en el río. [62]tampoco; los niños, a pesar de estarbastante enfermos, se interesaban muchísimopor todo lo que sucedía. Sesintieron encantados cuando uno de losgrandes tanques de gas de la ciudadvoló en un tremendo estallido de fuego.Toshio, el varón, les gritó a losotros que mirasen el reflejo en el río.El señor Tanimoto, después de su largacarrera y de las muchas horas desalvamento, dormitó intranquilo.Cuando se despertó, con las primerasluces del alba, miró al otro lado del ríoy comprobó que no había llevado a loscuerpos heridos y enflaquecidos lobastante alto en el banco de [74] arena.La marea había subido por encimadel lugar donde él los había puesto; notenían fuerzas suficientes para moverse;debían de haberse ahogado. Vio unacantidad de cadáveres flotando en elrío.De bonne heure, ce jour-là, 7 août,la radio japonaise diffusa pour la premièrefois un communiqué succinct que25très peu (s’il y en eut) des gens qu’ilintéressait au premier chef - à savoir lessurvivants de Hiroshima - eurent lachance d’entendre : « Hiroshima a subi 30des dégâts considérables, du fait d’unraid exécuté par quelques B-29. Il semblequ’un nouveau type de bombe ait étéutilisé. Des investigations sont en cours» . Il n’est guère plus probable 35qu’aucun des survivants se trouva àmême d’entendre la retransmission surondes courtes d’une extraordinaire déclarationdu Président des États-Unisd’Amérique, qui révélait la véritable 40identité de la bombe atomique : « Cettebombe avait plus de puissance que vingtmille tonnes de trinitrotoluène. Plus dedeux mille fois la puissance de souffle[109] du grand Slam des Anglais, qui 45est la bombe la plus grosse que l’on aitemployée jusqu’ici, dans l’histoire del’art militaire. » Celles d’entre les victimesqui étaient à même de se souciertant soit peu de ce qui s’était passé, y 50pensaient et en parlaient en termes plusprimitifs, plus enfantins : du pétrole vaporisépar un avion, peut-être ; un gazinflammable; un énorme bouquet debombes incendiaires ; l’oeuvre de parachutistes.Mais eussent-ils connu la55vérité, ces gens-là, que la plupart d’entreeux étaient bien trop occupés, oulas, ou blessés, et qu’il leur eût été bienégal de savoir qu’ils avaient servi de 60cobayes et que l’on avait expérimentésur eux pour la première fois à unegrande échelle l’énergie atomique,énergie que seuls de tous les pays(comme le criait la voix sur les ondes 65courtes) les États-Unis, avec leursavoir-faire industriel, leur puissancefinancière prête à miser deux billionsde dollars sur une issue hasardeuse mais70EARLY THAT day, August7th, the Japanese radio broadcastfor the first time a succinct announcementthat very few, if any,of the people most concerned withits content, the survivors inHiroshima, happened to hear:“Hiroshima suffered considerabledamage as the resultof an attack by a few B-29s.It is believed that a new typeof bomb was used. The detailsare being investigated.”Nor is it probable that any of thesurvivors happened to be tuned inon a shortwave rebroadcast of anextraordinary announcement bythe President of the United States,which identified the new bomb asatomic: “That bomb had morepower than twenty thousand tonsof TNT. It had more than twothousand times the blast power ofthe British Grand Slam which isthe largest bomb ever yet used inthe history of warfare.” Thosevictims who were able to worry atall about what had happenedthought of it and discussed it inmore primitive, childish terms—gasoline sprinkled from an airplane,maybe, or some combustible[65] gas, or a big cluster ofincendiaries, or the work of parachutists;but, even if they hadknown the truth, most of themwere too busy or too weary or toobadly hurt to care that they werethe objects of the first greatexperiment in the use of atomicpower, which (as the voices on theshort-wave shouted) no countryexcept the United States, with itsindustrial know-how, its willingnessto throw two billion golddollars into an important wartime41<strong>En</strong> la mañana del 7 de agosto,la radio japonesa emitió porprimera vez un breve anuncioque llegaron a escuchar muypocas de las personas interesadasen su contenido: los sobrevivientesde Hiroshima.«Hiroshima sufrió daños considerablescomo resultado de unataque realizado por varios B-29.Se cree que un nuevo tipo debomba fue utilizado. Los detallesestán siendo investigados.»Tampoco es probable que ningunode los sobrevivientes se encontraraen sintonía cuando la onda cortatransmitió un anuncio extraordinariodel presidente de los EstadosUnidos, que identificaba lanueva bomba como atómica. «Esabomba tenía más potencia queveinte mil toneladas de TNT. Teníamás de dos mil veces la potenciadel Grand Slam británico, labomba más grande jamás usada enla historia de las guerras.» Las víctimasque eran aun capaces de preocuparseacerca de lo sucedido loveían en términos bastante másprimitivos e infantiles: gasolinarociada desde un avión, quizás, oalgún gas combustible, o una bombaincendiaria de dispersión, o lalabor de un paracaidista; pero inclusosi hubieran conocido la verdad,casi todos estaban demasiadoocupados o demasiado cansados odemasiado heridos para que les importarahaber sido objetos del primergran experimento en el uso dela energía atómica, el cual (comolo anunciaba a gritos la onda corta)ningún país, salvo los EstadosUnidos, con su saber industrial, sudisposición a arrojar dos millonesde dólares en una importanteEse día, 7 de agosto, muy temprano,la estación de radio japonesatrasmitió por primera vez un sucintoanuncio que muy pocos, o quizáninguno de los que más teníanque ver con él, o sea los sobrevivientesde Hiroshima, oyeron:«Hiroshima sufrió un dañoconsiderable como resultado deun ataque por parte de algunosB-29. Se cree que se usó un nuevotipo «de bomba. Estáninvestigándose los detalles.»Tampoco es probable que ningunode los sobrevivientes haya sintonizadola retrasmisión en ondacorta de un extraordinario anunciohecho por el presidente de los EstadosUnidos, quien identificó lanueva bomba como atómica:«Esa bomba tiene más poder queveinte mil toneladas de T.N.T. Tienemás de veinte veces la capacidad explosivaque la Gran Bomba Británica,que es la mayor jamás usada hasta hoyen la historia del material de guerra.»Aquellas víctimas que podían preocuparseacerca de lo que había sucedidopensaban en ello en términosmás infantiles, y los discutían deigual manera: gasolina arrojada desdeun avión, quizá, o algún gas combustible,o una gruesa de bombas incendiarias,o la obra de paracaidistas;pero, aunque hubieran sabido laverdad, la mayoría de ellos estabandemasiado ocupados o demasiadogravemente heridos para que les interesasesaber que [75] habían sidoel blanco del primer gran experimentoen el uso del poder atómico, que(cómo rugían las voces de la ondacorta) ningún país salvo los EstadosUnidos, con su poderío industrial, sudeseo de arrojar dos mil millones dedólares oro en un importante juego


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandcapitale de la guerre, étaient à même deproduire. [110]gamble, could possibly have developed.apuesta de guerra, habría podidodesarrollar.de azar guerrero, podía haber llevadoa cabo.M. Tanimoto en voulait toujours furieusementMR. TANIMOTO was stillaux médecins. Il décida 5 angry at doctors. He decidedque rien ne l’empêcherait, personnellement,that he would personally bringd’en ramener un au parc one to Asano Park—by theAsano, par la peau du cou, s’il le fallait.scruff of the neck, if necesvantIl traversa la rivière, passa desary.He crossed the river, wentle temple shintoïste où il s’était 10 past the Shinto shrine where herencontré un bref instant avec sa had met his wife for a brief momentfemme, la veille, et poussa jusqu’authe day before, andChamp de Manoeuvre de l’Est. L’endroit walked to the East Paradeétait désigné depuis longtemps comme Ground. Since this had longzone d’évacuation ; il avait donc toute 15 before been designated as anchance, se disait-il, d’y trouver une ambulance.evacuation area, he thought heIl en trouva une, effectivement, would find an aid station there.où opérait un groupe médical de l’armée, He did find one, operated by anmais eut tôt fait de s’apercevoir aussi que Army medical unit, but he alsoles médecins de ce groupe étaient désespérément20 saw that its doctors were hopelierssurchargés de travail : par millesslyoverburdened, with thou-les patients gisaient, sur le champ de sands of patients sprawledmanoeuvre, devant l’ambulance, mêlés among corpses across the fieldaux cadavres. Il n’en alla pas moins droit in front of it. Nevertheless, heà l’un des majors et lui dit, sur le ton de 25 went up to one of the Armyreproche le plus sévère qu’il put : u Commentdoctors and said, as reproach-se fait-il qu’aucun de vous ne soit fully as he could, “Why havevenu au parc Asano ? On a pourtant terriblementyou not come to Asano Park?besoin de vous là-bas. » You are badly needed there.”30Sans même lever la tête, sans s’interrompre dans Without even looking up fromson travail, le major répondit d’une voix exténuée : his work, the doctor said in a tired- Mon poste est ici. [111]voice, “This is my station.”El señor Tanimoto todavía estabaenfadado con los doctores. Decidióencargarse personalmente deque alguno viniera al parque Asano,tirándolo del cuello si era necesario.Cruzó el río, pasó junto al temploShinto en el cual se había encontradobrevemente [63] con su esposael día anterior, y caminó hastala Plaza de Armas del Oriente. Pensóque aquí podría encontrar una estaciónde auxilio, puesto que el lugarhabía sido señalado con muchaanticipación como zona de refugio.<strong>En</strong>contró la estación: la operaba unaunidad médica del Ejército. Perotambién encontró que sus doctoresestaban completamente sobrecargados,con miles de pacientes desparramadosa lo largo del campo, entrecuerpos sin vida. Sin embargo,se aproximó a uno de los médicosmilitares y le dijo, en tono enfáticode reproche: «Por qué no han venidoustedes al parque Asano? Los necesitancon urgencia».Sin siquiera levantar la cabeza desu trabajo, el doctor dijo, con vozcansada: «Mi estación esta aquí».El señor Tanimoto estaba todavíaenojado con los médicos. Decidiótraer uno personalmente al parqueAsano... arrastrándolo por el cuello,si era necesario. Cruzó el río, pasóel templo sintoísta donde el día anteriorse había encontrado con su esposapor breves instantes, y caminóhacia el Campo de Desfile del Este.Puesto que tiempo atrás éste habíasido designado zona de evacuación,pensó encontrar allí una estación sanitaria.<strong>En</strong>contró una, efectivamente,atendida por un cuerpo médico delejército, pero vio también que losdoctores estaban terriblemente sobrecargadosde trabajo, con miles de pacientesmezclados a los cadáveresque yacían en el campo frente a laestación. No obstante, se acercó auno de los médicos militares, y ledijo, con el tono de reproche másconvincente que pudo:—¿Por qué no han venido al parqueAsano? Allá se los necesitamuchísimo.Sin siquiera levantar la vista de su tarea,el doctor dijo, con voz cansada:—Este es mi puesto.- Mais il y a des tas de gens qui se meurent35 “But there are many dying onsur l’autre rive.the riverbank over there.”[66]«Pero la gente se está muriendo enla orilla del río.»—Pero allá hay muchos que estánmuriéndose a la orilla del río...- Notre premier devoir, rétorqua “The first duty,” the doctorle major, est de prendre soin des said, “is to take care of the slightlyblessés légers.40 wounded.”«La primera obligación», dijo eldoctor, «es ocuparse de los heridosmás leves».—El primer deber —dijo el médico—es cuidar de los heridos leves.- Pourquoi, quand il est tantde blessés graves au bord de larivière ? »45Le major passa à un autre patient. The doctor moved to another- Dans une catastrophe comme patient. “In an emergency likecelle-ci, dit-il, et il semblait réciter la this,” he said, as if he were recitingthéorie, la première tâche est de secourirfrom a manual, “the first taskle plus grand nombre possible de 50 is to help as many as possible— togens, de sauver autant de vies que possible.save as many lives as possible.Il n’y a aucun espoir de sauver There is no hope for the heavilyles blessés graves. Ils sont condamnés. wounded. They will die. We can’tNous n’avons que faire d’eux. bother with them.”55- Vous avez peut-être raison du “That may be right from a medicalpoint de vue médical... » commençastandpoint—” Mr. TanimotoM. Tanimoto, puis reportant son regardbegan, but then he looked outsur le champ de manoeuvre où across the field, where the manytant de morts gisaient, intimement 60 dead lay close and intimate withmêlés et enchevêtrés à ceux qui respiraientthose who were still living, and heencore, il se détourna sans turned away without finishing hisachever sa phrase, furieux contre sentence, angry now with himself.lui-même à présent. Il ne savait que He didn’t know what to do; he hadfaire. Il avait promis à certains des 65 promised some of the dying peopleagonisants, dans le parc, de revenir in the park that he would bringavec un médecin; ces gens, peut-être, them medical aid. They might diemourraient avec le sentiment d’avoir feeling cheated. He saw a rationété frustrés. Apercevant une cantine stand at one side of the field, and70“Why—when there are manywho are heavily wounded on theriverbank?”42«¿Por qué los más leves, cuandohay muchos gravemente heridos en laorilla?»El doctor avanzó hacia otro paciente.«<strong>En</strong> una emergencia comoésta», dijo como si recitara de unmanual, «la primera tarea es ayudaral mayor número posible, salvartantas vidas como sea posible.Para los heridos graves no hay esperanzas.Morirán. No podemospreocuparnos por ellos».«Eso puede ser cierto, desde unpunto de vista médico», comenzóel señor Tanimoto. Pero entoncesmiró hacia el campo, donde losmuchos muertos yacían en una especiede intimidad junto a los queaún vivían, y se dio la vuelta sinsiquiera terminar su frase, enfadadoconsigo mismo. No sabía quéhacer; había prometido a algunosmoribundos del parque que les llevaríaayuda médica. Tal vez moriríansintiéndose engañados. Vioun puesto de racionamiento a un—¿Por qué, puesto que juntoal río hay tantos gravemente heridos?El doctor fue junto a otro paciente.—<strong>En</strong> una emergencia como ésta —contestó, [76] como si estuviera recitandola lección de un manual — la primeratarea es atender a la mayor cantidadposible... salvar la mayor cantidadposible de vidas. No hay esperanzaspara los heridos graves. Morirán. Nopodemos molestarnos por ellos.—Eso será desde un punto devista estrictamente médico... —comenzóel señor Tanimoto, pero luegomiró al campo, donde los muchosmuertos yacían en íntimaproximidad con los que aún vivían,y se fue sin terminar la frase, enojadoesta vez consigo mismo. Nosabía qué hacer; les había prometidoa algunos de los moribundos delparque que les llevaría ayuda médica.Podían morir sintiéndose engañados.A un costado del campovio un puesto de víveres; fue hacia


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandimprovisée, à un bout dû champ, il yalla, réclama des gâteaux de riz et desbiscuits [112] qu’il ramena, au lieu demédecins, aux gens du parc.L’air, ce matin-là, était aussi brûlantque la veille. Le Père Kleinsorge se miten quête d’eau pour les blessés, arméd’une bouteille et d’une théière qu’il avaitempruntées. Il avait entendu dire qu’on 10pouvait trouver de l’eau de robinet, fraîche,à l’extérieur du parc Asano. Traversantle jardin en rocaille, il lui fallut escaladeret enjamber les troncs d’arbresgisants, ou ramper sous leur enchevêtrement; il s’aperçut qu’il était faible. Il y15avait de nombreux morts dans le jardin.Près d’un fort beau pont en demi-lune, ilpassa devant le corps nu d’une femme quivivait encore : elle semblait n’être qu’une 20brûlure, de la tête aux pieds, une seuleplaie vive, rouge. Près de l’entrée du parc,un major de l’armée était à l’oeuvre ; maisil n’avait pour tout médicament que de lateinture d’iode, dont il barbouillait, indifféremment,coupures, meurtrissures, brû-25lures visqueuses, n’importe quoi et déjàles plaies barbouillées [113] de la sortese recouvraient de puy. Hors de la grilledu parc, le Père Klainsorge dénicha un robinetqui fonctionnait encore - parmi la30plomberie de ce qui avait été une maison-remplit bouteille et théière et retournasur, ses pas. Ayant distribué toute son eauaux blessés, il fit un second voyage. Il se 35rendit compte cette fois que la femme nue,près du pont, était morte. Revenant avecsa nouvelle provision d’eau, il se perditpar la faute d’un détour que lui imposa letronc d’un arbre abattu. Alors qu’il cherchaità se retrouver parmi les bosquets, il40entendit une voix montant des broussailles,qui demandait : « Avez-vous quelquechose à boire ? » Il vit un uniforme.Croyant ne trouver là qu’un seul soldat, il 45s’approcha avec son eau. Lorsqu’il eut pénétrédans les broussailles, il vit qu’ilsétaient une vingtaine, tous exactementdans le même état de cauchemar : le visageentièrement brûlé, les orbites vides, 50les yeux fondus se répandant en humeursur les joues. (Ils avaient dû se tenir le visagelevé vers le ciel, lors de l’explosionde la bombe; peut-être faisaient-ils partiede la D. C. A.) <strong>En</strong> place de bouche, ils 55n’avaient qu’une plaie, enflée, couverte depus, si douloureuse qu’ils n’arrivaientmême [114] pas à entrouvrir les lèvrespour y insérer le bec de la théière. Ce quifit que le Père Kleinsorge, s’étant procuré 60une forte tige d’herbe, la dépouilla de façonà en faire un chalumeau et leur administraà tous ainsi à boire. L’un d’eux déclara: a Je n’y vois plus du tout. » Le religieuxlui répondit, de la voix la plus réconfortantequ’il put : « Il y a un major à65l’entrée du parc. Il est très occupé en cemoment, mais il ne tardera pas à venir voussoigner les yeux, j’espère ».570he went to it and begged some ricecakes and biscuits, and he tookthem back, in lieu of doctors, tothe people in the park.THE MORNING, again, was hot.Father Kleinsorge went to fetch waterfor the wounded in a bottle anda teapot he had borrowed. He hadheard that it was possible to getfresh tap water outside Asano Park.Going through the rock gardens, hehad to climb over and crawl underthe trunks of fallen pine trees; hefound he was weak. There weremany dead in the gardens. At abeautiful [67] moon bridge, hepassed a naked, living woman whoseemed to have been burned fromhead to toe and was red all over.Near the entrance to the park, anArmy doctor was working, but theonly medicine he had was iodine,which he painted over cuts, bruises,slimy burns, everything—and bynow everything that he painted hadpus on it. Outside the gate of thepark, Father Kleinsorge found afaucet that still worked—part of theplumbing of a vanished house—andhe filled his vessels and returned.When he had given the wounded thewater, he made a second trip. Thistime the woman by the bridge wasdead. On his way back with thewater, he got lost on a detouraround a fallen tree, and as helooked for his way through thewoods, he heard a voice ask fromthe underbrush, “Have you anythingto drink?” He saw a uniform.Thinking there was just one soldier,he approached with the water.When he had penetrated the bushes,he saw there were about twentymen, and they were all in exactlythe same nightmarish state: theirfaces were wholly burned, theireyesockets were hollow, the fluidfrom their melted eyes had rundown their cheeks. (They musthave had their faces upturnedwhen the bomb went off; perhapsthey were anti-aircraft personnel.)Their mouths were mere swollen,pus-covered wounds, which theycould not bear to stretch enough toadmit the spout of the teapot. SoFather Kleinsorge got a large pieceof grass and drew out the stem soas to make a straw, and gave themall water to drink that way. One[68] of them said, “I can’t see anything.”Father Kleinsorge answered,as cheerfully as he could,“There’s a doctor at the entrance tothe park. He’s busy now, but he’llcome soon and fix your eyes, Ihope.”43lado del campo, y fue a pedir pastelesde arroz y galletas, y los llevóal parque en vez de doctores.[64]De nuevo era una mañana caliente.El padre Kleinsorge fue a buscaragua para los heridos con una botellay una tetera que había tomadoprestadas. Había escuchado que eraposible conseguir agua fresca fueradel parque Asano. Al atravesar losjardines ____, tuvo que escalar porencima y gatear por debajo de los pinoscaídos; se sintió débil. Habíamuchos muertos en los jardines.Cerca de un hermoso puente de medialunaencontró a una mujer desnudaque parecía estar quemada de lacabeza a los pies, y todo su cuerpoestaba colorado. Un médico militarestaba trabajando cerca de la entradadel parque, pero no tenía más queyodo, y lo aplicaba sobre heridas,raspaduras, quemaduras pegajosas;y ahora todo lo que había cubiertocon yodo aparecía lleno de pus. Delotro lado de las puertas del parqueel padre Kleinsorge encontró un grifoque aún funcionaba —parte de latubería de una casa desaparecida—,llenó sus recipientes y regresó.Cuando hubo dado agua a los heridos,hizo un segundo viaje. Esta vezencontró a la mujer del puente muerta.Regresando con el agua se perdióen un desvío alrededor de un troncocaído, y al buscar el camino entre losárboles escuchó una voz que veníadesde los arbustos y le preguntaba:«¿Tiene algo de beber?».El padre Kleinsorge vio un uniforme.Pensando que se trataba de solamenteun soldado, se acercó conel agua. Cuando entró en los arbustosse dio cuenta de que había unosveinte hombres, todos en el mismoestado de pesadilla: sus caras completamentequemadas, las cuencasde sus ojos huecas, y el fluido de losojos derretidos resbalando por susmejillas. (Debieron de estar mirandohacia arriba cuando estalló labomba; tal vez fueran personalantiaéreo.) Sus bocas no eran másque heridas hinchadas y cubiertas depus, que no soportaban abrir lo necesariopara recibir el pico de la tetera.Así que el padre Kleinsorgetomó una gruesa hoja de hierba y lesacó el tallo para hacer una pajita,y en esa [65] forma les dio de beber.«No puedo ver», dijo uno deellos. El padre Kleinsorge repusotan alegremente como pudo: «Hayun doctor a la entrada del parque.Ahora está ocupado, pero prontovendrá, y sin duda podrá ocuparsede sus ojos».él y pidió algunos pasteles de arrozy bizcochos y se los llevó, en lugardel auxilio médico prometido, a lagente del parque.La mañana era cálida otra vez. Elpadre Kleinsorge fue a buscar aguapara los heridos en una botella y unatetera que había pedido prestadas.Había oído que era posible conseguiragua fresca fuera del parqueAsano. Atravesando los jardines rocosos,tuvo que saltar o arrastrarsepor debajo de los troncos de árbolescaídos; se dio cuenta de que estabadébil. Había muchos muertos en losjardines. <strong>En</strong> un bonito puente curvadose encontró con una mujerviva, desnuda, que parecía quemadade la cabeza a los pies, y que estabatoda roja. Cerca de la entrada delparque estaba trabajando un médicomilitar, pero la única medicina quetenía era iodina, con la que pintabalas cortaduras, los raspones, las heridassuperficiales, etcétera; y paraentonces, todo lo que pintaba estabacon pus. Fuera del portón del parqueel padre Kleinsorge encontróuna canilla que funcionaba —partede [77] la instalación de una casadesaparecida —, llenó sus trastos yregresó. Cuando hubo dado el aguaa los heridos hizo un segundo viaje.Esta vez, la mujer del puente estabamuerta. Cuando volvía con el aguase extravió al rodear un gran árbolcaído, y mientras buscaba su caminoentre los bosques oyó una vozque le preguntaba desde la maleza:—¿Tiene algo para beber?Vio un uniforme. Pensando quehabía allí solamente un soldado, seacercó con el agua. Cuando penetróentre los arbustos, distinguió a unaveintena de hombres, y todos estabanen idéntica condición, como salidosde una pesadilla: las caras totalmentequemadas, las cuencas vacías, y ellíquido de sus ojos derretidos les corríapor las mejillas. (Debían de habertenido las caras vueltas _______‘hacia arriba al estallar la bomba;quizá eran personal de defensaantiaérea.) Las bocas eran sólo heridascubiertas de pus, y no podíanabrirlas lo bastante para atrapar elpico de la tetera. De modo que el padreKleinsorge cortó una larga briznade hierba, le quitó el tallo parahacer con él un tubito, y les dio aguaen esa forma. Uno de ellos dijo:—No veo nada.El padre Kleinsorge respondió,lo más animosamente que pudo—Hay un médico a la entrada delparque. Ahora está ocupado, peropronto vendrá y les curará los ojos,espero.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandDepuis ce jour, le Père Kleinsorge s’est plus Since that day, Fatherd’une fois rappelé combien, auparavant, la Kleinsorge has thought back tosimple vue de la souffrance agissait sur ses how queasy he had once been atnerfs, lui donnait la nausée, combien de fois il 5 the sight of pain, how someoneavait été près de s’évanouir devant une coupureelse’s cut finger used to make himau doigt d’un étranger. Et pourtant, dans turn faint. Yet there in the parkce parc, il avait à ce point perdu toute sensibilité,he was so benumbed that imme-qu’à peine avait-il laissé derrière lui cet diately after leaving this horriblehorrible spectacle, il s’arrêta dans une petite 10 sight he stopped on a path by oneallée, près d’un des lacs, et entama avec un of the pools and discussed with ahomme légèrement blessé une discussion, tous lightly wounded man whether itdeux se demandant si l’on pourrait en toute would be safe to eat the fat,sécurité manger l’énorme carpe de soixante two-foot carp that floated dead oncentimètres qui flottait, ventre en l’air, à la 15 the surface of the water. They decided,surface de l’eau, pour décider, après mûre considération,after some consideration,que ce ne serait pas sage. [115] that it would be unwise.Desde ese día, el padre Kleinsorgeha recordado los mareos que sentía enpresencia del dolor, la forma en queun corte en el dedo de otra personasolía provocarle desmayos. Y sin embargoallí, en el parque, estaba tananestesiado que inmediatamente despuésde aquella horrible escena se detuvoen un sendero, cerca de una delas piscinas, y discutió con un hombrelevemente herido acerca de laconveniencia de comerse una gruesacarpa de casi un metro de largo queflotaba muerta sobre el agua. Decidieron,después de ciertas consideraciones,que sería poco prudente.Desde ese día, el padre Kleinsorgepensó muchas veces cuán débil habíasido una vez a la vista del sufrimiento,cómo una simple cortadura en el dedode alguien lo hacía vacilar. Y sin embargoen el parque estaba ya tan endurecido,que inmediatamente después deapartarse de ese horrible espectáculo sedetuvo en un sendero junto a uno de losestanques y con un hombre que estabalevemente herido discutió acerca de sisería o no prudente [78] comerse unacarpa gorda, de más de medio metro delargo, que flotaba en la superficie delagua. Después de algunas consideraciones,decidieron que sería arriesgado.Le Père Kleinsorge remplit pour la Father Kleinsorge filled the containersa third time and went back totroisième fois ses récipients, puis retourna20au bord de la rivière. Là, parmi the riverbank. There, amid the deadmorts et mourants, il vit une jeune and dying, he saw a young womanfemme, armée d’une aiguille et de fil, with a needle and thread mending heroccupée à réparer son kimono, légèrement kimono, which had been slightlydéchiré. Le Père Kleinsorge la plaisanta 25 torn. Father Kleinsorge joshed her.en passant : « Eh bien, eh bien, en voilà “My, but you’re a dandy!” he said.une coquette 1 » Elle rit.She laughed.El padre Kleinsorge llenó portercera vez los contenedores y regresóa la orilla del río. Allí, entremuertos y moribundos, vio auna joven que intentaba arreglarcon aguja e hilo su kimono rasgado.El padre Kleinsorge bromeócon ella. «Pero si eres una dandi»,le dijo. Ella rió.El padre Kleinsorge llenó sus recipientespor tercera vez y se dirigió a la orilladel río. Allí, en medio de los muertos ymoribundos, vio una mujer joven que, conuna aguja e hilo, remendaba su quimono,que tenía una pequeña desgarradura. Elpadre Kleinsorge bromeó con ella—¡Vaya, qué elegante! —le.dijo. La mujer rió.Se sentant fatigué, il s’étendit sur le He felt tired and lay down. Hesol. Il se mit à bavarder avec deux enfants30 began to talk with two engagingcharmants dont il avait fait la con-children whose acquaintance henaissance au cours de J’après-midi de had made the afternoon before. Hela veille. I1 apprit qu’ils s’appelaient learned that their name wasKataoka, que la fille avait treize ans, Kataoka; the girl was thirteen, thele garçon cinq. La fille s’apprêtait à 35 boy five. The girl had been justaller chez le coiffeur quand la bombe about to set out for a barbershopavait explosé. Alors que la famille se when the bomb fell. As the familymettait en route pour le parc Asano, la started for Asano Park, theirmère avait décidé de retourner chercher mother decided to turn back forde quoi manger et se changer ; ils 40 some food and extra clothing; theyl’avaient perdue dans la foule en paniquebecame separated from her in theet ne l’avaient pas revue depuis. crowd of fleeing people, and theyOccasionnellement, ils s’arrêtèrent had not seen her [69] since. Occasionallybrusquement de jouer, oublièrent leurthey stopped suddenly inparfaite bonne humeur et se mirent à 45 their perfectly cheerful playing andpleurer en appelant leur mère. began to cry for their mother.Se sintió cansado y se recostó uninstante. Comenzó a hablar con dosniños encantadores a quienes habíaconocido la tarde anterior. Su apellidoera Kataoka; la niña tenía treceaños, el niño cinco. La niña había estadoa punto de partir hacia una barberíacuando cayó la bomba. Cuandola familia empezó a caminar hacia elparque Asano, la madre decidió devolversea buscar algo de comida yropa de recambio; en medio de lamultitud _______ que huía, los niñosquedaron separados de su madre, y nola habían visto desde entonces. De vezen cuando se detenían, en medio deun juego perfectamente alegre, y seponían a llorar por ella.Se sintió cansado y se acostó.Comenzó a conversar con dossimpáticos chicos que había conocidola tarde anterior. Supoque se llamaban Kataoka; la niñatenía trece años; el varón, cinco.Ella estaba a punto de salir rumboa una barbería cuando cayó labomba. Cuando la familia emprendiócamino hacia el parqueAsano, la madre decidió volverseen busca de comida y ropa; sesepararon de ella en la multitudde gente que huía, y no habíanvuelto a verla. Ocasionalmente,se detenían de golpe en medio desus juegos alegres y lloraban reclamandoa su madre.On ne pouvait s’attendre à voir tous les enfantsIt was difficult for all the chil-qui se trouvaient dans le parc entretenir dren in the park to sustain the senseen eux le sens de la tragédie. [116] Toshio 50 of tragedy. Toshio Nakamura gotNakamura fut pris d’une vive surexcitation en quite excited when he saw his friendvoyant son ami Seichi Sato remonter la rivière Seichi Sato riding up the river in aà bord d’une barque, en compagnie de sa famille;boat with his family, and he ran toil courut au bord de l’eau, faisant signe the bank and waved and shouted,de la main et criant : « Sato ! Sato ! »55 “Sato! Sato!”A todos los niños del parque lesresultaba difícil mantener el sentidode tragedia. Toshio Nakamurase emocionó cuando vio [66] a suamigo Seichi Sato montado en unbote con su familia, y corrió a laorilla y lo saludó y gritó: «¡Sato!¡Sato!».Era difícil que todos los niños queestaban en el parque pudiesen captarla dimensión de la tragedia. ToshioNakamura se excitó mucho cuando vioa su amigo Seichi Sato remontando elrío en un bote con su familia, corrió ala orilla, agitó la mano y gritó:—¡Sato! ¡Sato!Le jeune garçon tourna la tête et The boy turned his head andcria en retour :shouted, “Who’s that?”- Qui est-ce a- Nakamura.60 “Nakamura.”El otro niño se dio vuelta y preguntó:«¿Quién está ahí?».«Nakamura.»El otro muchachito volvió la cabeza y preguntó:—¿Quién me llama?—Nakamura.- O-ho, Toshio !“Hello, Toshio!”«¡Hola, Toshio!»—¡ Hola, Toshio !- Vous n’avez rien, vous autres ?“Are you all safe?”«¿Estáis todos a salvo?»—¿Están bien todos ustedes?- Non. Et vous ?65“Yes. What about you?”«Sí. ¿Y vosotros?»—Sí. ¿Y ustedes?- Oh! nous, ça va. Mes sueursvomissent, mais moi, je suis en70“Yes, we’re all right. Mysisters are vomiting, but I’m44«Sí, estamos bien. Mis hermanasvomitan todo el tiempo, pero yo estoy—Estamos bien. Mis hermanosvomitan, pero yo estoy muy


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandforme. »fine.”bien.»bien. [79]Le Père Kleinsorge se prit à avoir soif, Father Kleinsorge began to be <strong>En</strong> aquel calor terrible, el padredans la grande chaleur, en même temps thirsty in the dreadful heat, and he Kleinsorge comenzó a sentir sed, yqu’il ne se sentait plus la force de retourner5 did not feel strong enough to go no tenía ánimos para ir a buscarchercher de l’eau. Peu avant midi, il for water again. A little before agua de nuevo. Poco antes del me-aperçut une Japonaise qui tendait aux gens noon; he saw a Japanese woman diodía vio que una mujer japonesaquelque chose. Bientôt, elle arriva devant handing something out. Soon she came repartía algo. Pronto llegó a dondelui et dit, d’une voix pleine de bonté : « to him and said in a kindly voice, él estaba y le dijo con voz amable:Prenez ces feuilles de thé; mâchez-les bien, 10 “These are tea leaves. Chew «Son hojas de té. Mastíquelas,jeune homme, et vous ne sentirez plus la them, young man, and you joven, y se le pasará la sed».soif. » La douceur de cette femme donna won’t feel thirsty.” The La gentileza de la mujer hizo quesubitement au Père Kleinsorge envie de woman’s gentleness made Father al padre Kleinsorge le dieran ganaspleurer. Depuis des semaines, il avait senti Kleinsorge suddenly want to cry. de llorar. Durante semanas se habíapeser sur lui, comme un énorme poids, la 15 For weeks, he had been feeling oppressedsentido oprimido por el odiohaine que les Japonais semblaient professerby the hatred of foreigners que, cada vez más, los japonesesde [117] plus en plus pour les étrangers that the Japanese seemed increasinglymostraban hacia los extranjeros, e; il en avait conçu une gêne, même à l’égardto show, and he had been un-incluso en compañía de sus amigosde sec amis japonais. Le geste de cette inconnueeasy even with his Japanese japoneses se había sentido incómo-fit vibrer à l’extrême sec nerfs à vif 20 friends. This stranger’s gesture do. El gesto de la extraña lo hizoet tendus.made him a little hysterical. sentirse un poco nervioso.* palabras como estas palabras dan caracter humano y a la pertenencia de las cosas vinculadas a las personasAux environs de midi, les prêtres arrivèrentdu noviciat, avec la charretteà bras. Ils étaient passés par l’endroit 25où s’était tenue la mission, en ville, etavaient récupéré quelques valises, déposéesdans l’abri, avant l’explosion,en même temps que recueilli ce qui restaitdes vases saints, fondus parmi les 30cendres de la chapelle. Ils eurent tôtfait de charger sur la charrette la malletteen carton-pâte du Père Kleinsorgeet les effets et objets appartenant àMme Murata et aux Nakamura, puis 35s’apprêtèrent à se mettre en chemin,ayant installé à bord les deux fillettesNakamura. Mais un des jésuites, hommed’esprit pratique, se souvint qu’on leuravait notifié, peu de temps auparavant, 40qu’au cas où ils viendraient à subir desdommages de guerre du fait de l’ennemi,ils seraient en droit de formulerune demande de compensation auprès del’autorité préfectorale. Les saints hommesdébattirent la question sur place,45dans le parc, au milieu des blessés etdes morts, également muets, et décidèrent[118] que le Père Kleinsorge, enqualité d’ancien résident de la mission 50détruite, était celui à qui il appartenaitd’introduire la demande. <strong>En</strong> sorte que,pendant que ses collègues s’éloignaientavec la charrette, le Père Kleinsorge ditau revoir aux enfants Katakoa et se mit 55en route à pas pesants, à destination duposte de police le plus proche. Desagents de police immaculés, venus enrenfort d’une autre ville, occupaient leposte ; autour d’eux se pressait une 60foule sale de citoyens en désarroi, s’enquérant,pour la plupart, de parents disparus.Le Père Kleinsorge remplit uneformule et se remit en marche, à traversle centre de la ville, en direction de 65Nagatsuka. Ce fut à ce moment qu’il serendit compte pour la première fois del’étendue du désastre: de pâté en pâtéde maisons, ce n’étaient que ruines;70Around noon, the priests arrivedfrom the Novitiate with thehandcart. They had been to thesite of the [70] mission house inthe city and had retrieved somesuitcases that had been stored inthe air-raid shelter and had alsopicked up the remains of meltedholy vessels in the ashes of thechapel. They now packed FatherKleinsorge’s papier-mâché*suitcase and the things belongingto Mrs. Murata and theNakamuras into the cart, put thetwo Nakamura girls aboard, andprepared to start out. Then one ofthe Jesuits who had a practicalturn of mind remembered thatthey had been notified some timebefore that if they suffered propertydamage at the hands of theenemy, they could enter a claimfor compensation with the prefecturalpolice. The holy mendiscussed this matter there in thepark, with the wounded as silentas the dead around them, and decidedthat Father Kleinsorge, asa former resident of the destroyedmission, was the one toenter the claim. So, as the otherswent off with the handcart, FatherKleinsorge said goodbye tothe Kataoka children and trudgedto a police station. <strong>Fr</strong>esh,clean-uniformed policemen fromanother town were in charge, anda crowd of dirty and disarrayedcitizens crowded around them,mostly asking after lost relatives.Father Kleinsorge filled out aclaim form and started walkingthrough the center of the town onhis way to Nagatsuka. It was thenthat he first realized the extent ofthe damage; he passed block afterblock of ruins, and even after45Alrededor de las doce del díalos sacerdotes del noviciado llegaroncon la carretilla. Habían idoal terreno de la misión y recuperadoalgunas maletas que estabanguardadas en el refugio antiaéreo,y habían recogido también los restosde cálices derretidos de entrelas cenizas de la capilla. Ahoraapilaron sobre la carretilla la maleta___________ del padreKleinsorge, las pertenencias de laseñora Murata y las de losNakamuras, pusieron a las dos niñasNakamura encima y se prepararonpara partir. <strong>En</strong>tonces uno delos jesuitas, un hombre muy práctico,recordó que un tiempo atrásles habían notificado que si sufríandaños a la propiedad a manos delenemigo podían presentar una solicitudde compensación a la prefecturade policía. Los religiosos discutieron[67] el asunto allí mismo,en medio del silencio de los heridos,y decidieron que sería el padreKleinsorge, como antiguo residentede la misión destruida, quien presentaríala solicitud. Así que mientraslos demás se iban con la carretillael padre Kleinsorge se despidióde los niños Kataoka y empezóa caminar hacia una estación depolicía. Los policías que estaban acargo venían de otra ciudad, llevabanun uniforme impecable y teníanaspecto descansado. Una multitudde ciudadanos sucios y desesperadosse agolpaba a su alrededor, lamayoría preguntando por familiaresdesaparecidos. El padreKleinsorge llenó un formulario yempezó a caminar a través delcentro de la ciudad, haciaNagatsuka. <strong>En</strong>tonces se percatópor primera vez de la magnitud deldaño; pasaba junto a manzana trasEl padre Kleinsorge comenzó a sentirsed en medio del terrible calor, perono tenía fuerzas suficientes para ir denuevo en busca de agua. Un poco antesde mediodía, vio a una japonesa quedistribuía algo. Pronto estuvo junto aél, y le dijo, con una vocecita amable:—Estas son hojas de té. Mastíquelas,joven, le quitarán la sed.La gentileza de la mujer hizo queel padre Kleinsorge sintiese repentinamentedeseos de llorar. Durantesemanas había estado oprimidopor el odio a los extranjeros que losjaponeses parecían demostrar enforma creciente, y hasta se habíasentido incómodo con sus amigosjaponeses. El gesto de esta extranjeralo puso un poco histérico.Alrededor del mediodía llegaronlos sacerdotes del Noviciado con lacarreta. Habían estado en las minasde la misión en la ciudad rescatandoalgunos baúles escondidos en elrefugio antiaéreo; también habíanrecogido los restos de algunas hostiasconsagradas quemadas de entrelas cenizas de la capilla. Ahora colocaronen la carreta la maleta decartón del padre Kleinsorge, laspertenencias de la señora Murata, ya los Nakamura; pusieron a las dosniñas de Nakamura a bordo y seprepararon para partir. <strong>En</strong>tonces,uno de los jesuitas, que tenía unamentalidad práctica, recordó quealgún tiempo antes se les había notificadoque si sus bienes sufríandaño a manos del enemigo, podíanreclamar compensaciones ante laprefectura de policía. Los sacerdotesdiscutieron el asunto en el parque,teniendo a los heridos, silenciososcomo muertos, a su alrededor,y decidieron que el padreKleinsorge, como antiguo residentede la destruida misión, era el indicadopara presentar la reclamación.Así, mientras los otros se ibancon la carreta, el padre Kleinsorgedijo adiós a los niños Kataoka y seencaminó al puesto de [80] policía.Agentes nuevos, con uniformes limpios,provenientes de otra ciudad,estaban a cargo del puesto, y unamultitud de ciudadanos sucios ydesharrapados se agrupaba a su alrededor,la mayoría preguntandopor sus parientes desaparecidos. Elpadre Kleinsorge puso su reclamopor escrito y comenzó a caminarpor el centro de la ciudad con rumboa Nagatsuka. Fue entonces cuandose dio cuenta de la magnituddel daño; vio manzanas y manzanasen ruinas, y después de todo


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandMientras tanto, a la señoritaSasaki se la dejó dos días con susnoches bajo la chapa retorcida quele servía de techo, con la piernaquebrada y sus dos desagradablescompañeros. Su única diversión eracuando venían los hombres de losrefugios antiaéreos de la fábrica, alos que podía ver por una esquinade su cobijo, y que izaban los cadáverescon una cuerda. Su piernase puso descolorida, hinchada ypútrida. Todo ese tiempo careció decomida y de agua. El tercer día,ocho de agosto, algunos amigos quela suponían muerta vinieron a retirar.su cuerpo y la encontraron. Lecontaron que su madre, su padre ysu hermanito, que en el momento dela explosión estaban en el HospitalPediátrico de Tamura donde el bebése atendía, eran dados por muertoscon toda certeza, ya que el hospitalfue completamente destruido. Luegosus amigos la dejaron sola paraque meditase esa noticia. Más tarde,unos hombres la tomaron porlos brazos y las piernas, y la cargarondurante un largo tramo hastallegar a un camión. Durante unahora, éste se movió en una carreterairregular, y la [81] señoritaSasaki, que estaba convencida deque ya era inmune al dolor, descubrióque no era así. Los hombres ladejaron en una estación sanitaria enla sección de Inokuchi, donde laexaminaron dos médicos del ejército.Cuando uno de los doctores letocó la herida, se desmayó. Volvióen si a tiempo para escuchar cómodiscutían acerca de si le cortaríano no la pierna; uno dijo que habíagangrena en los labios de la herida,y predijo que la señorita moriríaa menos que se le amputase elmiembro; el otro respondió que lolamentaba, porque no tenían instrumentalcon que hacer el trabajo.Ella volvió a desmayarse. Cuandose recobró, la llevaban a algún ladoen camilla. La pusieron a bordo deuna lancha, que fue hasta la cercanaisla de Ninoshima, y allí se lallevó a un hospital militar. Otromédico la examinó y dijo que notenía gangrena, aunque sí una fracturacompuesta bastante fea. Dijocon frialdad que lo sentía, pero queése era un hospital para casos exmêmeaprès tout ce qu’il avait vu dans all he had seen in the park, hisle parc, il en eut le souille coupé. Lorsquebreath was taken away. By theenfin il atteignit le noviciat, il n’en time he reached the Novitiate, hepouvait plus de fatigue. Sa dernière was sick with exhaustion. Thepensée, avant de se laisser tomber sur 5 last thing he did as he fell intoun lit, fut pour les deux petits qui bed was request that someone goavaient perdu leur mère et qu’il pria back for the motherless Kataokaquelqu’un d’aller chercher. [119] children. [71]manzana de ruinas, y, a pesar detodo lo que había visto en el parque,la escena le quitó el aliento.Para cuando llegó al noviciado sesentía exhausto. Lo último quehizo al desplomarse sobre la camafue pedir que alguien fuera enbusca de los huérfanos Kataoka.lo que vio en el parque, se quedósin aliento. Cuando llegó alNoviciado estaba rendido por elagotamiento. Lo último que hizoantes de caer en la cama fue pedirque alguien fuera en busca delos niños Kataoka, que estabansin madre.L’un dans l’autre, Mlle Sasaki 10passa deux jours et deux nuits sousALTOGETHER, Miss Sasakiwas left two days and two nightsson toit de tôle improvisé, seule, under the piece of propped-upavec sa jambe écrasée et ses deux roofing with her crushed leg andcompagnons peu ragoûtants. Pour her two unpleasant comrades. Hertoute distraction, elle voyait de 15 only diversion was when mentemps à autre, par une échappée came to the factory air-raid shelters,d’angle, de son abri, des hommeswhich she could see fromentrer et sortir des caves de l’usine under one corner of her shelter,et en hisser des cadavres, à l’aide de and hauled corpses up out of themcordes. Sa jambe perdit toute couleur,20 with ropes. Her leg became dis-enfla, putride...Elle fut tout ce colored, swollen, and putrid. Alltemps-là sans ‘manger ni boire. Le that time, she went without foodtroisième jour, le 8 août, des amis à and water. On the third day, Augustelle, la croyant morte, vinrent à la recherche8th, some friends who sup-de son corps et la trouvèrent. 25 posed she was dead came to lookIls lui racontèrent que sa mère, son for her body and found her. Theypère et son petit frère, qui étaient à told her that her mother, father,l’heure de l’explosion à l’hôpital and baby brother, who at the timepédiatrique Tamura, où l’on soignait le of the explosion were in thebébé, étaient tenus pour certainement 30 Tamura Pediatric Hospital, wheremorts et qu’on avait renoncé à toutes the baby was a patient, had allrecherches, l’hôpital ayant été totalementbeen given up as certainly dead,détruit. Sur quoi, la laissant mé-since the hospital was totally de-diter cette nouvelle, ses amis s’en allèrent.stroyed. Her friends then left herPlus tard, des hommes l’empoi-35 to think that piece of news over.gnèrent par les bras et les jambes et la Later, some men picked her up bycharrièrent ainsi un bon bout de chemin,the arms and legs and carried her[120] jusqu’à un camion. Pendant quite a distance to a truck. Forprès d’une heure, le camion roula en about an hour, the truck movedsautant sur une route défoncée et Mlle 40 over a bumpy road, and MissSasaki, qui s’était crue insensibilisée Sasaki, who had become convincedà la douleur, s’aperçut qu’il n’en étaitthat she was dulled to pain,rien. Les hommes la descendirent du discovered that she was not. Thecamion, à un poste de secours du quartiermen lifted her out at a relief sta-d’Inokuchi, où deux majors de 45 tion in the section of Inokuchi,l’armée l’examinèrent. Dès que l’un where two Army doctors looked atd’eux s’avisa de toucher sa blessure, her. The moment one of themelle s’évanouit. Elle reprit connaissancetouched her wound, she fainted.à temps pour les entendre discu-She came to in time to hear themter de l’opportunité d’une amputation 50 discuss whether or not to cut off;l’un affirmait que la gangrène gazeuse her leg; one said there was gass’était mise dans les lèvres de la plaie gangrene in the lips of the woundet prédisait la mort si l’on ne procédaitand predicted she would die un-à l’amputation ;l’autre protestait less they amputated, and the otherque ce n’était vraiment pas de chance, 55 said that was too bad, becausemais que les instruments chirurgicaux they had no equipment with whichmanquaient pour pratiquer l’opération. to do the job. She fainted again.Elle s’évanouit à nouveau. Quand elle When she recovered consciousness,revint à elle, on l’emportait quelqueshe was being carried [72]part sur une civière. On la déposa à 60 somewhere on a stretcher. She.bord d’une chaloupe qui la conduisit was put aboard a launch, whichà l’île, proche, de Ninoshima, où on la went to the nearby island ofremit à un hôpital de l’armée. Un autre Ninoshima, and she was taken tomajor l’examina, déclara qu’il n’y a military hospital there. Anotheravait pas de trace de gangrène gazeuse, 65 doctor examined her and said thatbien qu’elle souffrît évidemment d’une she did not have gas gangrene,fracture multiple qui avait assez mauvaisethough she did have a fairly uglymine. Il ajouta, le plus froide-compound fracture. He said quitement du monde, qu’il était désolé, mais coldly that he was sorry, but this7046<strong>En</strong> total, la señorita Sasaki permaneciódos días y dos noches bajo eltrozo de tejado con la pierna rota ylos dos desagradables acompañantes.Sólo lograba distraerse cuando gruposde hombres llegaban a los refugiosantiaéreos de la fábrica —queella alcanzaba a ver por debajo de unaesquina de su refugio— y sacabancuerpos de allí, arriándolos con sogas.Su pierna se puso descolorida, hinchaday pútrida. Todo este tiempoestuvo sin comida y sin agua. Al tercerdía, 8 de agosto, unos amigos quela creyeron muerta vinieron a buscarsu cuerpo, y la encontraron a ella. Ledijeron que su madre, su padre y suhermano pequeño, que al momento dela explosión se encontraban en elHospital Pediátrico Tamura (en elcual el bebé estaba internado entonces),habían sido dados [68] pormuertos, puesto que el hospital habíaquedado completamente destruido.Sus amigos la dejaron para que reflexionarasobre la noticia. Más tardeunos hombres la tomaron de brazosy piernas y la cargaron duranteuna distancia considerable para llevarlaa un camión. El camión se moviósobre un camino lleno de bachesdurante cerca de una hora, y la señoritaSasaki, que había llegado a convencersede haber quedado completamenteinsensible al dolor, descubriólo contrario. Los hombres la sacarondel camión en una estación de ayudade la sección de Inokuchi, donde dosmédicos militares la examinaron. <strong>En</strong>cuanto uno de ellos le tocó la herida,se desmayó. Se despertó a tiempopara escucharlos discutir si debían ono cortarle la pierna; uno dijo quehabía gangrena gaseosa en los labiosde la herida y predijo que la pacientemoriría si no amputaban, y el otro dijoque mala suerte, porque carecían delos instrumentos adecuados para laoperación. Ella se desmayó de nuevo.Cuando recuperó la conciencia lallevaban a alguna parte sobre una camilla.La pusieron a bordo de una lanchaen dirección de la isla vecina deNinoshima, y allí la llevaron a un hospitalmilitar. Otro doctor la examinóy dijo que ése no era un caso de gangrenagaseosa, aunque sí había unafractura múltiple de mucho cuidado.Dijo con frialdad que lo sentía mucho,pero aquél era un hospital para


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandque l’hôpital ne [121] j’occupait que was a hospital for operative surgicaldes cas qui nécessitaient une interventioncases only, and because shechirurgicale, et que, n’étant pas had no gangrene, she would havemenacée de gangrène, elle devrait regagnerto return to Hiroshima that night.Hiroshima le soir même. Pour-5 But then the doctor took her tem-tant, lui ayant pris sa température, ce perature, and what he saw on thequ’il lut sur le’ thermomètre le décida thermometer made him decide toà la garder.let her stay.casos de cirugía exclusivamente, y,puesto que la paciente no tenía gangrena,tendría que regresar aHiroshima esa misma noche. Pero entoncesel doctor le tomó la temperatura,y lo que vio en el termómetro lehizo permitir que la paciente se quedara.clusivamente quirúrgicos, y comono había gangrena, la señoritaSasaki tendría que regresar aHiroshima esa misma noche. Perocuando le tomó la temperatura,lo que vio en el termómetro hizoque se decidiera a dejarla quedarse.Ce même 8 août, le Père Cieslik retournaen ville pour tâcher de retrouver10M. Fukai, le secrétaire japonais du diocèse,qui, malgré qu’il en eût, était sortide la ville en flammes sur le dos du PèreKleinsorge, pour s’échapper ensuite et reveniren courant, tel un dément, au coeur15de l’incendie. Le Père Cieslik commençases recherches dans le voisinage du pontde Sakaï, où les jésuites avaient vu M.Fukai pour la dernière fois ; il poussa jusqu’auChamp de Manoeuvre de l’Est,20zone d’évacuation, où le malheureux secrétaireavait pu se réfugier, et le cherchaparmi les blessés et les morts quigisaient là; enfin il alla aux renseignementsà la préfecture de police. I1 ne25put trouver la moindre trace de [122]l’homme. De retour au noviciat, cesoir-là, l’étudiant en théologie, quipartageait à la mission la chambre de 30M. Fukai, raconta aux prêtres que lesecrétaire lui avait déclaré, au coursd’une alerte, un des jours qui avaientprécédé immédiatement le bombardement:u Le Japon se meurt. S’il y a 35un véritable raid sur Hiroshima, monseul désir sera de mourir avec monpays. » Les prêtres en conclurent queM. Fukai s’était échappé pour courirs’immoler dans les flammes. Jamais 40aucun d’eux ne devait le revoir.THAT DAY, August 8th, FatherCieslik went into the city to lookfor Mr. Fukai, the Japanese secretaryof the diocese, who had riddenunwillingly out of the flamingcity on Father Kleinsorge’s backand then had run back crazily intoit. Father Cieslik started huntingin the neighborhood of SakaiBridge, where the Jesuits had lastseen Mr. Fukai; he went to the EastParade Ground, the evacuationarea to which the secretary mighthave gone, and looked for himamong the wounded and deadthere; he went to the prefecturalpolice and made inquiries. Hecould not find any trace of theman. Back at the Novitiate thatevening, the theological student,who had been rooming with Mr.Fukai at the mission house, toldthe priests that the secretary hadremarked to him, during anair-raid alarm one day not longbefore the bombing, “Japan is dying.If there is a real air raid herein Hiroshima, I want to die with ourcountry.” The priests concludedthat Mr. Fukai had run [73] back toimmolate himself in the flames.They never saw him again.Ese día, 8 de agosto, el padreCieslik fue a la ciudad para buscar alseñor Fukai, el secretario japonés dela diócesis, que cuando la ciudad sequemaba había salido contra su voluntadsobre [69] la espalda del padreKleinsorge, y luego, en un acto de locura,había decidido regresar. El padreCieslik comenzó la búsqueda enlos alrededores del puente Sakai, dondelos jesuitas habían visto al señorFukai por última vez; fue a la Plazade Armas del Oriente, la zona de evacuacióna la cual habría podido dirigirseel secretario, y lo buscó entre losheridos y entre los muertos; fue a laprefectura de policía e indagó al respecto.No encontró rastro alguno delhombre. <strong>En</strong> la tarde, de regreso al noviciado,el estudiante de teología, quehabía compartido habitación con elseñor Fukai en la misión, le dijo a lossacerdotes que poco antes de la bomba,durante una alarma de ataque aéreo,el secretario le había comentado:«El Japón se muere. Si llega a haber unbombardeo de verdad en Hiroshima,quiero morir con nuestra patria». Lossacerdotes concluyeron que el secretariohabía regresado a la ciudad parainmolarse entre sus llamas. Nunca lovolvieron a ver.Ese día, 8 de agosto, el padreCieslik fue a la ciudad para buscar alseñor Fukai, el secretario japonés dela diócesis, que sobre las espaldas delpadre Kleinsorge, había salido de malagana de la ciudad en llamas, para volverlocamente a ella después. El padreCieslik comenzó sus indagaciones enlas proximidades del puente Sakai, queera donde los jesuitas habían visto porúltima vez al señor Fukai; fue hasta elCampo de Desfile del Este, área deevacuación a la cual era posible quehubiese ido el secretario, y lo buscóentre los heridos y los muertos de eselugar; luego fue a la Prefectura [82]de policía e hizo averiguaciones. Nopudo hallar una sola huella del hombre.Esa noche, de vuelta en el Noviciado,el estudiante de teología que enla casa de la misión había compartidosu dormitorio con el señor Fukai lesdijo a los sacerdotes que el secretariole había confiado, durante una alarmaantiaérea no mucho antes de la bomba:—Japón está muriendo. Si llega a haberun verdadero bombardeo sobre Hiroshima,yo quiero morir junto con mi patria.Los sacerdotes sacaron en conclusiónque el señor Fukai había regresadoa inmolarse en las llamas. Nuncamás lo volvieron a ver.A l’hôpital de la Croix-rouge, le docteurSasaki travailla trois jours d’affiléesans prendre une seule heure de sommeil. 45Le second jour, il entreprit de recoudre lescoupures les plus graves, et au cours de lanuit et du jour qui suivirent, il fit des pointsde suture, sans interruption. Nombre deplaies étaient envenimées. Par bonheur, 50quelqu’un avait retrouvé intacte une provisionde narucopon, sorte de calmant japonais,qu’il administra à ceux qui souffraient[123] le plus. Le bruit courait parmile personnel que la bombe, en plus de sa 55puissance, devait présenter certains caractèresspéciaux, car le sous-directeur del’hôpital, qui, le second jour,. était descenduau sous-sol, dans la chambre forteoù l’on tenait la réserve de plaques à rayons 60X, avait trouvé ces dernières toutes voilées,sans exception, telles quelles. Le mêmejour, un médecin et dix infirmières arrivèrenten renfort de la ville de Yamaguchi,en même temps qu’une provision de pansementset d’antiseptiques ; et le troisième65jour, un second médecin et une autre douzained’infirmières débarquèrent de Matsuo- ce qui n’empêchait qu’il n’y eût toujours70AT THE Red Cross Hospital,Dr. Sasaki worked for threestraight days with only one hour’ssleep. On the second day, he beganto sew up the worst cuts, andright through the following nightand all the next day he stitched.Many of the wounds were festered.Fortunately, someone had foundintact a supply of narucopon, aJapanese sedative, and he gave itto many who were in pain. Wordwent around among the staff thatthere must have been somethingpeculiar about the great bomb, becauseon the second day thevice-chief of the hospital wentdown in the basement to the vaultwhere the X-ray plates were storedand found the whole stock exposedas they lay. That day, a fresh doctorand ten nurses came in from thecity of Yamaguchi with extra bandagesand antiseptics, and the thirdday another physician and a dozenmore nurses arrived fromMatsue—yet there were still only47<strong>En</strong> el hospital de la Cruz Roja, eldoctor Sasaki trabajó durante tres díasseguidos con sólo una hora de sueño.El segundo día lo dedicó a coser lasheridas más graves, y a través de lanoche y durante el día siguiente lassuturó. Muchas de las heridas se habíanenconado. Afortunadamente, alguienhabía encontrado una provisiónintacta de narucopon, un sedante japonés,y el doctor pudo repartirlo entrelos más adoloridos. Empezó a correrel rumor dentro del personal delhospital de que había algo muy particularacerca de la gran bomba, porqueal segundo día el subdirector delhospital bajó a la bóveda del sótanoen la cual se conservaban las láminasde rayos X, y las encontró en su lugar,pero ya expuestas. Ese día, unnuevo doctor y tres enfermeras llegarondesde la ciudad de Yamaguchitrayendo vendajes de repuesto [70]y antisépticos, y al tercer díaotro médico y una docena de enfermerasllegaron desde Matsue,y aun así había solamente ocho<strong>En</strong> el Hospital de la Cruz Roja,el doctor Sasaki trabajó tres días seguidoscon sólo una hora de sueño. Alsegundo día comenzó a suturar lascortaduras más graves, y toda la nochey el día siguientes continuó haciendolo mismo. Muchas de las heridasestaban ulceradas. Afortunadamente,alguien encontró intacta unaprovisión de narucopon, sedante japonés,y el doctor se lo administró amuchos de los atenaceados por el dolor.<strong>En</strong>tre el personal del hospital comenzóa circular el rumor de que la granbomba debía de tener algo muy particular,puesto que al segundo día el vicedirectordel hospital bajó al sótano, a la sala dondeestaban almacenadas las placas de rayosX, y se encontró con que todas las películasestaban expuestas, en el mismo lugaren que se las había guardado. Ese díallegaron desde la ciudad de Yamaguchiun doctor nuevo y diez enfermeras, conmás vendajes y antisépticos, y eltercer día llegaron de Matsueotro médico y otra docena de enfermeras:no obstante, había sólo


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandEl 9 de agosto, el señor Tanimototodavía estaba trabajando en el parquehuit docteurs pour dix mille patients.eight doctors for ten thousand pa-Dans l’après-midi du troisième tients. In the afternoon of the thirdjour, épuisé par ses horribles travaux de day, exhausted from his foul tailoring,suture, le docteur Sasaki sentit croîtreDr. Sasaki became ob-en lui, comme une hantise, l’idée que 5 sessed with the idea that hissa mère le croyait mort. Il obtint l’autorisationmother thought he was dead. Hede faire un saut à Mukaihara. got permission to go to Mukaihara.Il se rendit à pied jusqu’aux premiers He walked out to the first suburbs,faubourgs; au delà, les trains électriques beyond which the electric traincontinuaient à fonctionner; il arriva chez 10 service was still functioning, andlui tard, le même soir. Sa mère lui dit reached home late in the evening.qu’elle avait su tout le temps qu’il était His mother said she had known hesain et sauf : une infirmière blessée s’était was all right all along; a woundedarrêtée en [124] passant pour l’en nurse had stopped by to tell her.prévenir. Le docteur Sasaki alla se coucher15 He went to bed and slept for sev-et dormit dix-sept heures de suite. enteen hours.[74]doctores para diez mil pacientes.<strong>En</strong> la tarde del tercer día, agotadopor su repugnante labor decostura, el doctor Sasaki se obsesionócon la idea de que sumadre lo creía muerto. Obtuvopermiso para ir a Mukaihara. Caminóhasta los primeros suburbios,donde el servicio de tren eléctricotodavía funcionaba, y llegó a casatarde en la noche. Su madre dijo quedurante todo el tiempo había sabidoque él se encontraba bien; una enfermeraherida la había visitado paracontárselo. El doctor se acostó y durmiódiecisiete horas.El 9 de agosto, el señorTanimoto estaba todavía trabajanochomédicos para diez mil pacientes.<strong>En</strong> la tarde de ese día, exhaustopor _______ tanto coser heridas, aldoctor Sasaki comenzó a obsesionarlola idea de que su madre lo creía muerto.[83] Consiguió permiso para ir aMukaihara. Caminó hasta los primerossuburbios, más allá de los cualesseguía funcionando el servicio de treneseléctricos, y llegó a su casa tardepor la noche. Su madre le dijo quetodo el tiempo supo que se encontrababien; una enfermera herida se habíadetenido para anunciárselo. Eldoctor Sasaki se acostó y durmió diecisietehoras seguidas.L’aube du 8 août n’était pas encore Before dawn on August 8th,levée, que quelqu’un, entrant dans la someone entered the room at thechambre du noviciat où reposait le Père 20 Novitiate where Father KleinsorgeKleinsorge, alluma la lampe électrique was in bed, reached up to the hangingsuspendue au plafond. Le brusque flotlight bulb, and switched it on.de lumière qui se déversa ainsi sur le The sudden flood of light, pouringdemi-sommeil du Père Kleinsorge fit in on Father Kleinsorge’s halfbondir ce dernier hors du lit, ramassé 25 sleep, brought him leaping out ofsur lui-même et prêt à une nouvelle bed, braced for a newcommotion. Quand il se rendit compte concussion. When he realizedde ce qui était arrivé, il rit, plein de what had happened, he laughedhonte, et se remit au lit, qu’il ne quitta confusedly and went back to bed.pas de la. journée.30 He stayed there all day.Antes del amanecer del 8 deagosto, alguien entró en la habitacióndel noviciado donde elpadre Kleinsorge descansaba,buscó la bombilla colgante y laencendió. La repentina ola deluz que se derramó sobre el padreKleinsorge lo hizo saltar dela cama, listo para un nuevo estrépito.Cuando se dio cuenta delo ocurrido, soltó una risa confusay volvió a dormir. Se quedóen cama el resto del día.Antes del amanecer del 8 deagosto, alguien entró en la habitacióndel Noviciado donde dormía elpadre Meinsorge, se estiró para alcanzarla bombilla eléctrica y laencendió. El repentino baño de luz,al penetrar el duermevela del padreKleinsorge, lo hizo saltar de lacama, preparado para una nuevaexplosión. Cuando se dio cuenta delo que había pasado, rió confusamentey volvió a acostarse. Se quedóen cama todo el día.Le 9 août, le Père Kleinsorge était toujoursOn August 9th, Fatheraussi fatigué. Le recteur vint exami-Kleinsorge was still tired. The rec-ner ses coupures et déclara qu’elles ne valaienttor looked at his cuts and said theymême pas la peine d’un pansement 35 were not even worth dressing, andet que, si le prêtre les nettoyait bien, elles if Father Kleinsorge kept themseraient cicatrisées dans trois ou quatre clean, they would heal in three orjours. Le Père Kleinsorge éprouvait une four days. Father Kleinsorge feltsorte de malaise. Il n’arrivait pas encore uneasy; he could not yet comprehendwhat he had been through; asà bien [125] comprendre tout, ce par quoi 40il était passé ; comme s’il eût commis quelqueif he were guilty of something aw-affreux péché, il avait le sentiment ful, he felt he had to go back to thequ’il lui fallait revenir sur le théâtre des scene of the violence he had experienced.violences qu’il avait traversées. Il se levaHe got up out of bed anddonc et partit pour la ville. Il s’arrêta un 45 walked into the city. He scratchedmoment pour gratter çà et là parmi les ruinesfor a while in the ruins of the mis-de la mission, mais ne trouva rien. Il sion house, but he found nothing.poussa jusqu’à l’emplacement où s’étaient He went to the sites of a couple oftenues autrefois deux écoles, et s’enquit schools and asked after people hede personnes de sa connaissance. Il chercha50 knew. He looked for some of theà retrouver les traces de certaines de city’s Japanese Catholics, but heses ouailles japonaises, mais ne rencontra found only fallen houses. Heque maisons écroulées. Il revint à pied au walked back to the Novitiate,noviciat, stupéfié, toujours sans avoir rien stupefied and without any newcompris.55 understanding.El 9 de agosto el padreKleinsorge aún estaba cansado. Elrector le dio una mirada a sus heridasy dijo que ni siquiera valía lapena vendarlas, y que sanarían entres o cuatro días si el padreKleinsorge las mantenía limpias. Elpadre Kleinsorge se sentía incómodo;todavía no lograba comprenderaquello por lo que había pasado;como si fuera culpable de algo terrible,sintió que debía regresar a laescena de la violencia que había experimentado.Salió de la cama y caminóhacia la ciudad. Estuvo un ratoexcavando en las ruinas de la misión,pero no encontró nada. Fue alos terrenos donde antes había dosescuelas y preguntó por gente queconocía. Buscó a algunos de los japonesescatólicos de la [71] ciudad,pero sólo encontró casas caídas. Regresóal noviciado, estupefacto y sincomprender nada nuevo.El 9 de agosto, el padreKleinsorge se sentía todavía cansado.El rector examinó sus cortadurasy dijo que ni siquiera valía lapena vendarlas, y que si se las manteníalimpias, cicatrizarían en treso cuatro días. El sacerdote se sentíaincómodo; aún no podía comprenderla experiencia por la cualhabía pasado; como si fuera culpablede algo horroroso, sentía la necesidadde volver a la escena de laviolencia que había experimentado.Se levantó de la cama y caminó porla ciudad. Escarbó un poco en lasruinas de la casa de la misión, perono encontró nada. Fue hasta el sitioen que habían estado un par deescuelas y preguntó por gente conocida.Buscó a algunos de los japonesescatólicos, pero sólo encontrócasas destruidas. Volvió al Noviciado,estupefacto y sin haber halladonuevo entendimiento. [84]A onze heures dix, le matin du 9 AT Two minutes after elevenaoût, la seconde bombe atomique était o’clock on the morning of Augustlâchée sur Nagasaki. Plusieurs jours 9th, the second atomic bomb wasse passèrent avant due les survivants 60 dropped, on Nagasaki. It was severalde Hiroshima apprissent qu’ils comptaientdays before the survivors ofdésormais des compagnons de Hiroshima knew they had company,souffrance ; la radio et la presse japonaisesbecause the Japanese radioobservaient une extrême and newspapers were being extremelycautious on the subject of[126] prudence sur le chapitre de cette 65arme inconnue.the strange weapon. [75]Dos minutos después de las oncede la mañana del g de agosto, la segundabomba atómica cayó, esta vezsobre Nagasaki. Pasaron varios díasantes de que los sobrevivientes deHiroshima se enteraran de que teníancompañía, porque la radio y losdiarios japoneses eran extremadamentecautelosos en lo tocante aaquella extraña arma.A las once y dos minutos de lamañana del 9 de agosto, la segundabomba atómica fue arrojada sobreNagasaki. Pasaron varios díasantes de que los sobrevivientes deHiroshima supiesen que teníancompañía, porque la radio y losperiódicos japoneses eran en extremocautos en lo que se referíaa la extraña arma.Le 9 août aussi, M. Tanimoto se dépensaitencore dans le parc. Il fit un70ON AUGUST 9TH, Mr.Tanimoto was still working in the48


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandsaut jusqu’au faubourg d’Ushida, où park. He went to the suburb ofsa femme demeurait chez des amis, et Ushida, where his wife was stayingen revint avec une tente qu’ils ywith friends, and got a tentavaient entreposée avant le bombardement.which he had stored there beforeIl installa la tente dans le parc 5 the bombing. He now took it to theet y abrita certains blessés immobiliséspark and set it up as a shelter foret intransportables. Où qu’il allât, some of the wounded who couldquoi qu’il fît dans le parc, i1 trouvait not move or be moved. Whateverpartout, le suivant, le regard de la he did in the park, he felt he wasjeune femme de vingt ans, Mme 10 being watched by theKamai, son ancienne voisine, qu’il twenty-year-old girl, Mrs. Kamai,avait vue le jour de l’explosion, tenanthis former neighbor, whom he haddans ses bras le cadavre de sa seen on the day the bomb ex-fillette. Quatre jours durant elle garda ploded, with her dead baby daughterin her arms. She kept the smallainsi contre elle le corps du bébé, bien 15qu’une puanteur eût commencé à s’en corpse in her arms for four days,dégager dès le second jour. Une fois, even though it began smelling badM. Tanimoto passa quelques instants on the second day. Once, Mr.assis sur le sol en compagnie de la Tanimoto sat with her for a while,jeune femme; elle lui raconta que la 20 and she told him that the bomb hadbombe l’avait ensevelie avec l’enfant buried her under their house withattachée sur son dos, et que, s’étant the baby strapped to her back, anddégagée, elle avait découvert [127] that when she had dug herself free,que le bébé suffoquait, la bouche she had discovered that the babypleine de détritus. Du petit doigt, elle 25 was choking, its mouth full of dirt.avait soigneusement nettoyé la bouche With her little finger, she hadde la fillette et l’enfant avait paru carefully cleaned out the infant’squelque temps revenir à une respirationmouth, and for a time the child hadet à un état normaux ; puis elle breathed normally and seemed allétait morte subitement. Mme Kamai 30 right; then suddenly it had died.lui parla aussi de son mari, lui dit Mrs. Kamai also talked about whatquel homme splendide c’était, et se a fine man her husband was, andreprit à presser M. Tanimoto d’essayer again urged Mr. Tanimoto tode le retrouver. Celui-ci, qui avait search for him. Since Mr.parcouru la ville entière durant la première35 Tanimoto had been all through thejournée et vu un peu partout des city the first day and had seen ter-soldats terriblement brûlés, venant de ribly burned soldiers fromla caserne où était affecté Kamai - le Kamai’s post, the Chugoku RegionalQ. G. régional de Chugoku - savaitArmy Headquarters, every-parfaitement qu’il lui serait impossible40 where, he knew it would be impos-de retrouver cet homme, fût-il en sible to find Kamai, even if hevie, mais, bien entendu, il n’en dit were living, but of course herien à la jeune femme. Chaque fois didn’t tell her that. Every time shequ’elle le rencontrait, elle lui demandaitsaw Mr. Tanimoto, she askeds’il avait des nouvelles. Une autre 45 whether he had found her husband.fois, il essaya de suggérer que le momentOnce, he tried to suggest that per-était peut-être venu d’incinérer haps it was time to cremate thel’enfant ; mais filme Kamai n’en serra que baby, but Mrs. Kamai [76] onlyplus fort le petit cadavre dans ses bras. Il held it tighter. He began to keepse prit à l’éviter; mais chaque fois qu’il 50 away from her, but whenever heregardait dans sa direction, il la voyait qui looked at her, she was staring atle fixait de ses grands yeux et lui posait la him and her eyes asked the samemême question muette. Il [128] s’efforça question. He tried to escape herde fuir ces yeux en tournant le dos le plus glance by keeping his back turnedpossible à la jeune femme.55 to her as much as possible.do en el parque. Fue al suburbio deUshida, donde su esposa se estabaquedando en casa de amigos, ytomó una tienda de campaña quehabía guardado allí antes de losbombardeos. La llevó al parque yla usó como refugio para los heridosque no podían ni desplazarseni ser desplazados. Hiciera lo quehiciera en el parque, no dejaba desentirse observado por la señoraKamai, la muchacha de veinte añosque había sido su vecina y a quienhabía visto el día de la explosiónde la bomba con su niño muerto enbrazos. La señora Kamai habíaconservado el cuerpo muerto durantecuatro días, aunque al segundodía comenzara a oler mal. Unavez, el señor Tanimoto se sentócon ella, y ella le dijo que la bombala había enterrado bajo su casacon el niño amarrado a su espaldacon una correa, y cuando ella logróliberarse descubrió que el bebétenía la boca llena de tierra y seahogaba. Con su dedo pequeñolimpió cuidadosamente la boca delniño, y logró que respirara biendurante un tiempo; entonces, derepente, el niño murió. La señoraKamai hablaba también del buenhombre que había sido su marido,y le rogaba al [72] señor Tanimotoque fuera en su búsqueda. Puestoque el señor Tanimoto había recorridotoda la ciudad el primer díay había visto a soldados del cuartelde Kamai con quemaduras terribles,sabía que sería imposibleencontrarlo, incluso si viviera;pero, por supuesto, no se lo dijo.Y cada vez que la mujer veía aTanimoto le preguntaba si habíaencontrado a su marido. Una vezél trató de sugerir que quizá fueratiempo de cremar al bebé, perosólo logró que la señora Kamai seagarrara a él con más fuerza. Élempezó a alejarse de ella, perocada vez que la miraba, ella lo estabamirando a él, y sus ojos repetíanla misma pregunta. Él intentóevitar su mirada dándole la espaldael mayor tiempo posible.que. Fue hasta el suburbio deUshida, donde su esposa vivía conunos amigos, y rescató una tiendaque había guardado allí antes delbombardeo. La llevó al parque y laarmó como refugio para algunos delos heridos que no podían moverseni ser trasladados. Hiciera lo quehiciese en el parque, siempre sesentía vigilado por la joven señoraKamai, su antigua vecina, aquellaa la que había visto el día que explotóla bomba, con la hijita muertaen los brazos. Tuvo consigo elpequeño cadáver durante cuatrodías, a pesar de que al segundo yahabía comenzado a oler mal. Unavez, el señor Tanimoto se sentó asu lado por un rato, y ella le contóque el estallido de la bomba la habíasepultado bajo la casa con lacriatura amarrada a sus espaldas, yque cuando logró salir a la luz vioque la niña estaba asfixiándose, conla boca llena de tierra. Con el dedomeñique había limpiado cuidadosamentela boca del bebé; durante unrato, éste respiró normalmente y parecióencontrarse bien; luego, repentinamente,murió. La señora Kamaidijo también qué buen hombre era sumarido, y volvió a urgir al señorTanimoto para que lo buscase.Como éste había recorrido la ciudadentera el primer día, y había vistosoldados del destacamento de Kamaihorriblemente quemados, al igualque los del Cuartel General del EjércitoRegional de Chugoku, sabía queera imposible encontrar a Kamai, aunen el caso de que estuviese vive, [85]pero, desde luego, esto no se lo dijoá ella. Cada vez que veía al señorTanimoto, la joven le preguntaba sihabía encontrado a su esposo. <strong>En</strong> unaoportunidad él le sugirió que tal vezya fuera tiempo de cremar al bebé,pero la señora Kamai, por el contrario,lo aferró con más fuerza.Tanimoto trató de alejarse de ella,pero siempre que la miraba, los ojosde la mujer estaban fijos en él, conla misma pregunta. Trató de sustraersea su mirada dándole la espaldatodo lo posible.Les jésuites installèrent environ THE JESUITS took about fiftycinquante réfugiés dans l’exquise refugees into the exquisite chapelchapelle du noviciat. Le recteur leur of the Novitiate. The rector gavedispensa les soins médicaux dont il 60 them what medical care heétait capable, c’est-à-dire, essentiellement,could—mostly just the cleaningveilla à la propreté des away of pus. Each of theplaies, nettoyant le pus. Chacun des Nakamuras was provided with aNakamura reçut une couverture et blanket and a mosquito net. Mrs.une moustiquaire. Mme Nakamura et 65 Nakamura and her younger daughtersa fille cadette étaient sans appétit ethad no appetite and ate noth-ne mangeaient pas ; le fils et l’autre ing; her son and other daughterfille mangeaient et rendaient tous les ate, and lost, each meal they wererepas qu’on leur offrait. Le 10 août, offered. On August 10th, a friend,7049Los jesuitas llevaron a unos cincuentarefugiados a la exquisita capilladel noviciado. El rector lesofreció todo el cuidado médico de queera capaz, que consistía simplemente,en la mayoría de los casos, en limpiarel pus de las heridas. A cada uno delos Nakamura se le entregó una cobijay un mosquitero. La señora Nakamuray su hija más joven no tenían apetito,y no comieron nada; el hijo y la otrahija comieron —y vomitaron— todolo que se les dio. El 10 de agosto, unaLos jesuitas llevaron alrededorde cincuenta refugiados a la hermosacapilla del Noviciado. Elrector les dispensó toda la ayudamédica posible, y que en su mayorparte se redujo a limpiar elpus. A cada uno de los Nakamurase les dio una manta y un mosquitero.La señora Nakamura y suhija menor no tenían hambre y nocomían nada; su hijo y su otra hijacomían y luego vomitaban cadaalimento que se les ofrecía. El 10


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandmine Osaki, une amie, vint leur rendreMrs. Osaki, came to see them andvisite et leur raconta que son fils told them that her son Hideo hadHideo était mort, brûlé vif, dans been burned alive in the factoryl’usine où il travaillait. Toshio, qui where he worked. This Hideo hadétait souvent allé le voir diriger sa 5 been a kind of hero to Toshio,machine, avait pour Hideo un véritablewho had often gone to the plantculte. Cette nuit-là, le jeune gar-to watch him run his machine.çon s’éveilla en hurlant. Il avait rêvé That night, Toshio woke upqu’il voyait Mme Osaki sortir d’une screaming. He had dreamed thatcrevasse dans le sol avec toute sa famille,10 he had seen Mrs. Osaki comingpuis, qu’il voyait Hideo devant out of an opening in the groundsa machine [129] une énorme machine,with her family, and then he sawavec une courroie de transmis-Hideo at his machine, a big onesion - cependant que lui-même se tenaitwith a revolving belt, and he him-debout à côté du jeune homme ; 15 self was standing beside Hideo,et pour quelque raison, c’était là un and for some reason this was terrifying.spectacle terrifiant.amiga, la señora Osaki, vino a verlospara decirles que su hijo Hideose había quemado vivo en la fábricadonde trabajaba. Hideo habíasido una especie de héroe paraToshio, que lo había acompañadoa la planta varias veces para verlomanipular su máquina. Esa noche,Toshio despertó gritando. Habíasoñado que veía a la señora Osakisalir con su familia de una aperturaen la tierra, y luego vio a Hideoen su máquina, un aparato grandecon un cinturón giratorio; él mismose encontraba junto a Hideo yesto, por alguna razón, lo aterrorizaba.[73]de agosto, una amiga, la señoraOsaki, vino a visitarlos y les dijoque su hijo Hideo se había quemadovivo en la fábrica donde trabajaba.Este Hideo había sido una especiede héroe a los ojos de Toshio,quien había ido muchas veces a lafábrica a verlo manejar su máquina.Esa noche, Toshio se despertógritando. Soñó que veía a la señoraOsaki emergiendo de una aberturaen la tierra junto con su familia, yluego a Hideo ante su máquina, unenorme artefacto con una correasinfín, y él mismo estaba de piejunto a Hideo, y por alguna razóneste sueño fue aterrorizador.Le 10 août, le Père Kleinsorge, ayant ON AUGUST 10TH, Fatherappris par quelqu’un que le docteur 20 Kleinsorge, having heard fromFujii avait été blessé et qu’il avait fini someone that Dr. Fujii had beenpar se rendre dans la résidence d’été injured and that he had eventuallyd’un de ses amis, du nom d’Okuma, gone to the summer house of adans le village de Fukawa, demanda au friend of his named Okuma, in thePère Cieslik de bien vouloir aller prendre25 village of Fukawa, asked Fatherdes nouvelles du médecin. Le Père Cieslik if he would go and see [77]Cieslik alla jusqu’à la gare extérieure how Dr. Fujii was. Father Cieslikde Misasa, fit un trajet de vingt minuteswent to Misasa station, outsideen train électrique, et une marche Hiroshima, rode for twenty min-d’une heure et demie sous un soleil brûlant30 utes on an electric train, and thenpour arriver enfin chez M. Okuma, walked for an hour and a half in asur les bords de l’Ota, au pied d’une terribly hot sun to Mr. Okuma’scolline. Il trouva le docteur Fujii en house, which was beside the Otakimono, assis dans un fauteuil et occupé River at the foot of a mountain. Heà soigner à coups de compresses sa fracture35 found Dr. Fujii sitting in a chairde la clavicule. Le docteur Fujii in a kimono, applying compressesraconta au Père Cieslik comment il to his broken collarbone. The Doctoravait perdu ses lunettes et ajouta quetold Father Cieslik about hav-ses yeux lui causaient [130] des ennuis. ing lost his glasses and said thatIl montra au prêtre d’énormes traces 40 his eyes bothered him. He showedbleues et vertes, aux endroits où les the priest huge blue and greenpoutres l’avaient meurtri. Il offrit au jésuite,stripes where beams had bruisedpour commencer, une cigarette, him. He offered the Jesuit first apuis un verre de whisky, bien qu’il ne cigarette and then whiskey, thoughfût que onze heures du matin. Le Père 45 it was only eleven in the morning.Cieslik, se disant qu’il ferait plaisir au Father Cieslik thought it woulddocteur Fujii s’il acceptait une goutte please Dr. Fujii if he took a little,de liqueur, acquiesça. Un domestique so he said yes. A servant broughtapporta du suntory, et le jésuite, le docteursome Suntory whiskey, and theet son hôte passèrent quelques ins-50 Jesuit, the Doctor, and the host hadtants agréables à bavarder. M. Okuma a very pleasant chat. Mr. Okumaavait vécu à Hawaï et raconta des anecdoteshad lived in Hawaii, and he toldsur les Américains. Le docteur some things about Americans. Dr.Fujii dit quelques phrases sur le désastre.Fujii talked a bit about the disasfirmièreIl raconta que M. Okuma et une in-55 ter. He said that Mr. Okuma and aétaient retournés sur les ruines nurse had gone into the ruins of hisde sa clinique et en avaient rapporté un hospital and brought back a smallpetit coffre-fort qu’il avait lui-même safe which he had moved into hisrangé dans son abri. Ce coffre-fort contenaitair-raid shelter. This containedquelques instruments de chirur-60 some surgical instruments, and Dr.gie, et le docteur Fujii fit cadeau au Fujii gave Father Cieslik a fewPère Cieslik, à (intention du recteur, de pairs of scissors and tweezers forquelques paires de ciseaux et de pinces. the rector at the Novitiate. FatherLe Père Cieslik brûlait de faire une annonceCieslik was bursting with some in-sensationnelle ; mais il attendit 65 side dope he had, but he waitedque la conversation vint naturellement until the conversation turned naturallyau mystère de la bombe. Alors, il ditto the mystery of the bomb.qu’il savait de quelle sorte de bombe il Then he said he knew what kind ofretournait ; il tenait d’excellente source bomb it was; he had the secret on7050Alguien le contó al padreKleinsorge que el doctor Fujii habíaresultado herido, y había acabado porirse a la casa de verano de un amigode nombre Okuma, en el pueblo deFukawa. El 10 de agosto, el padreKleinsorge pidió al padre Cieslik quefuese a ver cómo estaba el doctorFujii. El padre Cieslik fue a la estaciónde Misasa, en las afueras deHiroshima, viajó durante veinte minutosen un tren eléctrico y luego caminóuna hora y media bajo un solterrible hasta llegar a la casa del señorOkuma, que estaba al pie de unamontaña, junto al río Ota. <strong>En</strong>contróal doctor Fujii en kimono, sentado enuna silla y aplicándose compresas enla clavícula rota. El doctor le contóal padre Cieslik acerca de la pérdida desus lentes y dijo que los ojos empezabana molestarle. Le mostró al cura lasfranjas azules y verdes de las partes desu cuerpo donde las vigas lo habían magullado.Le ofreció al jesuita un cigarrilloprimero y un whisky después,aunque fueran tan sólo las once de lamañana. El padre Cieslik aceptó, porquepensó que eso satisfaría al doctorFujii. Un sirviente trajo un poco dewhisky Suntory, y el jesuita, el doctory el anfitrión tuvieron una agradableconversación. El señor Okuma había vividoen Hawai y contó algunas cosasacerca de los norteamericanos. El doctorFujii habló un poco del desastre.Dijo que el señor Okuma y una enfermerahabían traído de las ruinas delhospital una caja fuerte que el doctorhabía guardado en su refugio. Lacaja contenía instrumentos de cirugía,y el doctor Fujii le dio al padreCieslik un par de tijeras y unas pinzaspara el rector del noviciado. Elpadre Cieslik se moría por hablar deuna información que tenía, pero esperóa que la conversación llegaranaturalmente al tema misterioso dela bomba. <strong>En</strong>tonces dijo saber dequé tipo de bomba se trataba; habíarecibido el dato de la mejor fuente:El 10 de agosto, el padreKleinsorge, habiéndole oído decir aalguien que el doctor Fujii estabaherido, y que había ido a vivir a lacasa de veraneo de un amigo llamadoOkuma, en la aldea de Fukawa,le pidió al padre Cieslik que fuesea ver comer [86] estaba. El padreCieslik fue a la estación de Misasa,en las afueras de Hiroshima, viajóveinte minutos en tren eléctrico yluego caminó una hora y media bajoel ardoroso sol estival hasta la casadel señor Okuma, situada al pie deuna montaña y junto al río Ota. <strong>En</strong>contróal doctor Fujii en quimono,sentado en una silla y aplicándosecompresas en la clavícula rota. Eldoctor le contó al padre Cieslik quehabía perdido los anteojos, y dijoque los ojos le molestaban. Le mostróal sacerdote grandes líneas azulesy verdes donde los rayos lo habíanquemado. Le ofreció primeroun cigarrillo y luego whisky, aunqueeran solamente las once de lamañana. El padre Cieslik pensó queaceptando complacería al doctorFujii, de modo que aceptó. Un sirvientetrajo Whisky Suntory, y eljesuita, el médico y el dueño decasa mantuvieron una conversaciónmuy agradable. El señor Okumahabía vivido en Hawaii, y contó algunascosas acerca de los norteamericanos.El doctor Fujii se refirió aldesastre. Dijo que el señor Okumay una enfermera habían ido a lasruinas de su hospital y trajeron consigouna caja pequeña que él habíaescondido en el refugio antiaéreo.Esta caja contenía algunos instrumentosde cirugía, y el doctor Fujii le dioal padre Cieslik un par de tijeras ypinzas para el rector del Noviciado.El padre Cieslik ardía por hablar dealgo que llevaba adentro, pero esperóhasta que la conversación cayó naturalmenteen el misterio de la bomba.<strong>En</strong>tonces dijo que él sabía de qué clasede bomba se trataba; el secreto se


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandle secret d’un journaliste japonais quiétait [131] passé au noviciat. La bomben’était pas le moins du monde unebombe; c’était une fine poussière demagnésium pulvérisée dans l’air 5au-dessus de la ville par un seul appareil,et qui avait fait explosion au contactdes fils à nu de la centrale électrique.cc Ce qui signifie, dit le docteurFujii, parfaitement satisfait de l’explicationpuisque après tout l’information10venait d’un journaliste, que c’est unearme qui n’est bonne que contre lesgrandes villes et en plein jour seulement,quand les lignes de trams et 15autres choses du même genre fonctionnent.»the best authority-that of a Japanesenewspaperman who haddropped in at the Novitiate. Thebomb was not a bomb at all; it wasa kind of fine [78] magnesiumpowder sprayed over the wholecity by a single plane, and it explodedwhen it came into contactwith the live wires of the citypower system. “That means,” saidDr. Fujii, perfectly satisfied,since after all the informationcame from a newspaperman,“that it can only be dropped onbig cities and only in the daytime,when the tram lines and soforth are in operation.”un periodista japonés que había llegadoal noviciado. La bomba, dijo,no era para nada una bomba; erauna especie de fino polvo demagnesio que habían rociado sobrela ciudad entera, y [74] que explotabaal entrar en contacto con loscables de alta tensión del sistemaeléctrico de la ciudad. «Eso quieredecir», dijo el doctor Fujii —perfectamentesatisfecho, pues la informaciónvenía de un periodista—,«que sólo puede ser usadacontra ciudades grandes y sólodurante el día, cuando las líneasdel tranvía y esas cosas estánfuncionando».El señor Tanimoto acudió en suayuda. Bajó a aquel refugio parecidoa una tumba y, cuando susojos se acostumbraron a la osculohabía confiado una autoridad: unperiodista japonés que había llegadoal Noviciado. La bomba no era ni porasomos una bomba: era una especiede fino polvo de magnesio desparramadosobre toda la ciudad por un soloaeroplano, y que estalló al tomar contactocon los cables del sistema eléctricode Hiroshima. [87]—Eso significa —dijo el doctorFujii, perfectamente satisfecho,pues la información provenía de unperiodistaque sólo puede ser arrojadoen las grandes ciudades y nadamás que durante las horas del día,cuando las líneas de tranvías y demásestán en funcionamiento.Après avoir, cinq jours durant, soignéles blessés du parc, M. Tanimoto revint, le 2011 août, sur l’emplacement de son presbytèreet se mit à fouiller dans les décombres.Il récupéra certaines archives personnelleset paroissiales qu’il avait tenues à jour dansde gros registres et dont les flammes 25n’avaient rongé que les bords, en mêmetemps que quelques ustensiles de cuisine etun peu de vaisselle. Alors qu’il [132] s’employaitde la sorte, une certaine MlleTanaka vint lui dire que son père avait demandéà le voir. M. Tanimoto avait de30bonnes raisons de détester le père de cettejeune personne, l’ancien directeur decompagnie de navigation qui, s’il faisaitgrand étalage de charité, était connu de 35notoriété publique pour son égoïsme et sacruauté, et qui, quelques jours avant lebombardement, avait déclaré ouvertementà plusieurs personnes que M. Tanimotoétait un espion à la solde des Américains. 40Souvent, il avait raillé le christianisme,affirmant que c’était une croyance indignedes vrais Japonais. Au moment del’explosion, M. Tanaka se trouvait dansla rue, devant la centrale de T.S.F. de la 45ville. Grièvement brûlé par l’éclair de labombe, il avait pu cependant rentrer àpied chez lui. Il s’était réfugié dans l’abride son Association de Quartier, et de là,avait fait l’impossible pour s’assurer une 50aide médicale quelconque. Il s’était attenduà voir tous les médecins de Hiroshimase précipiter à son chevet, tantétait vaste sa renommée d’homme richeet généreux. Quand nul docteur ne se présenta,furieux, il décida d’aller en cher-55cher un lui-même. S’appuyant sur le brasde sa fille, il fit à pied le tour [133] descliniques de la ville : toutes n’étaient plusque ruines. Il revint à l’abri où il se recoucha.A présent, il était extrêmement60faible et savait sa mort proche. Il étaitprêt à accepter le réconfort de n’importequelle religion.M. Tanimoto lui apporta les secoursde la sienne. Il descendit dans l’abrisépulcral où, lorsque ses yeux se furentfaits à (obscurité, il vit M. Tanaka,6570AFTER FIVE days of ministeringto the wounded in the park,Mr. Tanimoto returned, on August11th, to his parsonage and dugaround in the ruins. He retrievedsome diaries and church recordsthat had been kept in books andwere only charred around theedges, as well as some cookingutensils and pottery. While hewas at work, a Miss Tanaka cameand said that her father had beenasking for him. Mr. Tanimoto hadreason to hate her father, theretired shippingcompany officialwho, though he made a greatshow of his charity, was notoriouslyselfish and cruel, and who,just a few days before the bombing,had said openly to severalpeople that Mr. Tanimoto was aspy for the Americans. Severaltimes he had derided Christianityand called it un Japanese. Atthe moment of the bombing, Mr.Tanaka had been walking in thestreet in front of the city’s radiostation. He received serious flashburns, but he was able to walkhome. He took refuge in hisNeighborhood Association shelterand from there tried hard to getmedical aid. He expected all thedoctors of Hiroshima to come tohim, because [79] he was so richand so famous for giving his moneyaway. When none of them came, heangrily set out to look for them;leaning on his daughter’s arm, hewalked from private hospital to privatehospital, but all were in ruins,and he went back and lay down inthe shelter again. Now he was veryweak and knew he was going to die.He was willing to be comforted byany religion.Mr. Tanimoto went to help him.He descended into the tomblikeshelter and, when his eyes wereadjusted to the darkness, saw Mr.51El 11 de agosto, después de cincodías de ocuparse de los heridos en elparque, el señor Tanimoto regresó asu parroquia y se puso a escarbar enlas ruinas. Recuperó algunos diariosy registros de la iglesia que se llevabanen libros y que apenas se habíanquemado levemente en los bordes, ytambién algunos utensilios de cocinay piezas de cerámica. Mientrastrabajaba se le acercó una señoraTanaka cuyo padre había estado preguntandopor él. El señor Tanimototenía buenas razones para odiar a esehombre: era un oficial retirado deuna compañía transportadora que solíahacer ostentación de su caridadal tiempo que se comportaba de formanotoriamente egoísta y cruel, yque días antes de la bomba había acusadoen público al señor Tanimoto deser un espía de los norteamericanos.Varias veces había ridiculizado elcristianismo y lo había llamadoantijaponés. Cuando cayó la bomba,el señor Tanaka se encontraba caminandofrente a la estación de radiode la ciudad. Recibió serias quemaduras,pero fue capaz de llegar andandoa su casa. Se refugió en laAsociación de Vecinos y una vez allítrató de obtener ayuda médica. Estabaseguro de que todos los doctoresde Hiroshima vendrían a verlo: despuésde todo, él era un hombre rico,y famoso por regalar su dinero adiestra y siniestra. Cuando no vinonadie, él mismo salió a buscar ayuda;apoyado en el brazo de su hija,caminó de hospital privado en hospitalprivado, pero todos estaban enruinas, y tuvo que [75] regresar alrefugio. Ahora estaba muy débil, sabíaque iba a morir. Estaba dispuestoa que cualquier religión lo consolara.Después de cinco días de asistenciaa los heridos del parque, el señorTanimoto regresó, el 11 de agosto, asu parroquia, y excavó entre las ruinas.Rescató algunos diarios y registrosde la iglesia que habían quedadoguardados entre los libros, y que sóloestaban chamuscados en los bordes;también recogió utensilios de .cocinay cacharros de loza. Mientras estabatrabajando, una cierta señorita Tanakaentró y le dijo que su padre había estadopreguntando por él. El señorTanimoto tenía buenas razones paraodiar al padre de la señorita, el oficialretirado de la compañía de navegación,quien a pesar de la gran exhibiciónque hacía de su caridad era notoriamenteegoísta y cruel, y que unospocos días antes del bombardeo habíadicho abiertamente a quien quisiera escucharloque el señor Tanimoto era unespía de los norteamericanos. Variasveces había ridiculizado al cristianismo,llamándolo «no japonés». <strong>En</strong> el momentode la explosión, el señor Tanaka había estadocaminando por la calle, enfrente de laestación radiodifusora de la ciudad. Recibióquemaduras serias, pero pudo regresarcaminando a su casa. Se refugióen la Asociación Vecinal, ydesde allí trató de conseguir ayudamédica. Esperaba que todoslos médicos de Hiroshima acudiríana él, porque era rico y se habíahecho famoso al regalar su dinero.Cuando ninguno de ellos vino,se encolerizó y salió a buscarlos. Apoyadoen el brazo de su hija, anduvo declínica privada en clínica privada, perotodas estaban en ruinas, de modo quevolvió nuevamente [88] a su refugio yse acostó. Ahora estaba muy débil ysabía que iba a morir. Estaba ansiosopor recibir el consuelo de cualquierreligión.El señor Tanimoto fue a ayudarlo.Descendió al refugio, que másparecía una tumba, y cuando susojos se habituaron a la oscuridad


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandle visage et les bras comme soufflés, Tanaka, his face and arms puffedcouvert de pus et de sang, les yeux up and covered with pus and blood,fermés par l’enflure. Le vieillard and his eyes swollen shut. The olddégageait une affreuse odeur et ne cessaitman smelled very bad, and hepas de gémir. Il parut reconnaître 5 moaned constantly. He seemed tola voix de M. Tanimoto. Debout à l’entréerecognize Mr. Tanimoto’s voice.de l’escalier de l’abri, afin d’y Standing at the shelter stairway tovoir un tant soit peu, M. Tanimoto lut get light, Mr. Tanimoto read loudlyà haute voix dans sa petite Bible de from a Japaneselanguage pocketpoche en japonais : « Car mille ans à 10 Bible: “For a thousand years inTes yeux ne sont pas plus qu’hier lorsqu’ilThy sight are but as yesterdayest en allé; pas plus qu’une when it is past, and as a watch inveillée dans la nuit écoulée. Comme the night. Thou carriest thepar un grand flot, les enfants des humainschildren of men away as with asont par Toi emportés; tel un 15 flood; they are as a sleep; in thesommeil ils sont; comme l’herbe au morning they are like grass whichmatin qui pousse dans les prés: elle groweth up. In the morning itfleurit et pousse, et dans le soir, coupée,flourisheth and groweth up; inelle est bientôt passée. Car Ta co-the evening it is cut down, andlère nous consume et Ta fureur nous 20 withereth. For we are consumedplonge aux noires afflictions. Tu as par by Throe anger and by Thy wrathdevant Toi [134] dressé tableau de nos are we troubled. Thou hast setiniquités, et Ton visage éclaire nos intimesour iniquities before Thee, ourpéchés. Car Ta fureur a fait que secret sins in the light of Thynos jours comme l’herbe ont flétri et 25 countenance. For all our days arepassé; et nos années bientôt, comme passed away in Thy wrath: weune fable dite et sitôt oubliée, sont par spend our years as a tale that isnous dissipées... »told . . . .”ridad, vio al señor Tanaka, su caray sus brazos inflados y cubiertosde sangre y pus, y sus ojos cerradospor la hinchazón. El viejo olíamuy mal y se quejaba constantemente.Pareció reconocer la vozdel señor Tanimoto. De pie en lasescaleras del refugio, donde habíaun poco de luz, el señor Tanimotoleyó en voz alta un pasaje de unaBiblia de bolsillo en japonés:«Pues mil años en Tu presenciason como el ayer cuando han pasado,como un centinela en la noche.Te llevas a los hijos de loshombres como un diluvio; ellosson como el sueño; en la mañanason como la verde hierba que crece.<strong>En</strong> la mañana florece y crece;en la tarde es cortada, y se marchita.Pues Tu ira nos consume ypor Tu ira nos inquietamos. AnteTi has llevado nuestras iniquidades;ante la luz de Tu rostro, nuestrospecados secretos. Pues en Tuira pasan nuestros días todos: vivimosnuestros años como uncuento...».vio al señor Tanaka, con la cara ylos brazos hinchados y cubiertos depus y sangre, y con los ojos taninflamados que no podía abrirlos. Elanciano olía muy mal y gemía constantemente.Pareció reconocer lavoz del señor Tanimoto. Parado enla escalera del refugio, para obtenerun poco de luz, el señor Tanimotoleyó en alta voz de una Biblia debolsillo en idioma japonés:—»Porque mil años, ante Tusojos, son como el día de ayer, quepasó, y como una de las vigilias dela noche. Tú te llevas a los hijos delo$ hombres como arrastrados porun río. Es como un sueño; como lahierba que crece en la mañana; enla mañana florece y crece; a la tardees cortada y se seca. Porque conTu furor somos consumidos, y conTu ira somos conturbados. Pusistenuestras maldades delante de Ti,nuestros yerros a la luz de Tu rostro.Porque todos nuestros días declinana causa de Tu ira; acabamos.nuestros años como un pensamiento.. .»M. Tanaka mourut pendant que M. 30 Mr. Tanaka died as Mr.Tanimoto lisait le psaume.Tanimoto read the psalm. [80]El señor Tanaka murió mientrasTanimoto leía el salmo.El señor Tanaka murió mientrasel señor Tanimoto leía el salmo.Le 11 août, l’hôpital militaire de ON AUGUST 11th, word cameNinoshima fut avisé qu’un fort contingentto the Ninoshima Military Hospinalde soldats blessés du Q. G. régio-35 tal that a large number of militaryde Chugoku débarquerait dans (île casualties from the Chugoku Regionalce jour même, et qu’il était en conséquenceArmy Headquarters were toabsolument nécessaire d’évacuerarrive on the island that day, andtous les civils hospitalisés. Mlle it was deemed necessary to evacu-Sasaki, dont la forte fièvre ne laissait 40 ate all civilian patients. Misstoujours pas d’être alarmante, fut embarquéeSasaki, still running an alarm-à bord d’un grand navire. On ingly high fever, was put on ala coucha sur le pont, un oreiller sous large ship. She lay out on deck,la jambe. Des bâches protégeaient le with a pillow under her leg. Therepont; mais du fait de (orientation du 45 were awnings over the deck, butnavire, la jeune fille se trouva exposéethe vessel’s course put her in theen plein soleil. Elle avait la sensa-sunlight. She felt as if she weretion de recevoir les rayons à travers under a magnifying glass in theune loupe géante. Le pus suintait de sun. Pus oozed out of her wound,sa blessure ; [135] l’oreiller en fut 50 and soon the whole pillow wasbientôt inondé. On la débarqua à covered with it. She was takenHatsukaichi, ville située à plusieurs kilomètresashore at Hatsukaichi, a town sev-au sud-ouest de Hiroshima, où eral miles to the southwest ofon la transporta à l’école primaire de Hiroshima, and put in the Goddessla Déesse Pitié, changée en hôpital. 55 of Mercy Primary School, whichElle passa là, couchée, quelques jours, had been turned into a hospital.avant qu’un spécialiste des fractures She lay there for several days beforearrivât de Kobé. Ce qui laissa à saa specialist on fractures camejambe le temps de virer au rouge et from Kobe. By then her leg wasd’enfler jusqu’à la hanche. Le docteur 60 red and swollen up to her hip. Thedécida qu’il lui était impossible de réduiredoctor decided he could not setles fractures. Il pratiqua une in-the breaks. He made an incisioncision et posa un drain, pour permettreand put in a rubber pipe to drainl’écoulement du pus.off theputrescence.Au noviciat, les enfants Kataoka, privésde leur mère, étaient inconsolables.Le Père Cieslik s’employait de toutes sesforces à les distraire. I1 jouait aux devi-6570AT THE Novitiate, the motherlessKataoka children were inconsolable.Father Cieslilk workedhard to keep them distracted. He52El 11 de agosto corrió un rumoren el Hospital Militar de Ninoshima.<strong>En</strong> el curso del día, un gran númerode heridos militares llegaría a la isladesde los Cuarteles Generales delEjército Regional en Chugoku, y seríapreciso desalojar a todos los pacientesciviles. A la señorita Sasakila pusieron en un barco aunque tuvieratodavía una fiebre alarmante,y ahora yacía sobre la cubierta conuna almohada bajo la pierna. Habíatoldos en la cubierta, pero el cursode la nave la puso de cara al sol.Sintió como si hubiera, entre ella yel sol, una lente de aumento. Su heridarezumaba pus, y pronto la almohadaentera quedó cubierta. Desembarcóen Hatsukaichi, [76] unpueblo varios kilómetros al surestede Hiroshima, y fue llevada a la EscuelaPrimaria de Nuestra Señora dela Caridad, que había sido transformadaen hospital. Allí se quedó durantevarios días, hasta que un especialistaen fracturas vino a verladesde Kobe. Para entonces, su piernaestaba roja e hinchada hasta lacadera. El doctor decidió que eraimposible inmovilizarla. Hizo unaincisión e instaló un tubo de cauchopara drenar la infección.<strong>En</strong> el noviciado no habíaquién consolara a los huérfanosKataoka. El padre Cieslikse esforzaba en distraerlos.El 11 de agosto llegó al HospitalMilitar de Ninoshima la promesa deque un gran número de efectivosmilitares del Cuartel General delEjército Regional de Chugoku llegaríaala isla ese día, y que se considerabaabsolutamente necesario quetodos los pacientes civiles fuesenevacuados. La señorita Sasaki, todavíacon fiebre muy alta, fue subidaa bordo de un gran buque. La acostaronen cubierta, con una almohadabajo la pierna. <strong>En</strong> cubierta [89]había entoldados, pero el rumbo quetomó el barco la colocó al sol. Sentíacomo si la hubieran puesto bajoun vidrio de aumento. El pus salíacontinuamente de su herida y prontotoda la almohada estuvo sucia. Ladesembarcaron en Hatsukaishi, ciudadvarias millas al sudoeste deHiroshima, y la dejaron en la EscuelaPrimaria Diosa de la Misericordia,trasformada en hospital. Allíquedó varios días antes de que llegarade Kobe un especialista en fracturas.Para entonces su pierna estabaroja e hinchada hasta la cadera.El doctor decidió que no podía acomodarlas fracturas. Hizo una incisióny puso un caño de goma paradrenar la putridez.<strong>En</strong> el Noviciado, los niños Kataoka,aquellos que no encontraban a su madre,estaban inconsolables. El padreCieslik hizo lo posible por tenerlos dis-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandnettes avec eux. Il leur demanda : « Quelest l’animal le plus malin du monde? »Et après que la fillette de treize ans sefut ingéniée à trouver le singe, l’éléphant,le cheval, il dit : a Non, ça doit 5être (hippopotame », parce qu’enjaponais (hippopotame s’appelle kaba,qui est baka renversé, [136] lequel veutdire : stupide. Il leur raconta des histoiresde la Bible, en commençant dans l’ordredes choses par la Genèse. Il leur10montra un album de photos prises enEurope. Rien n’y fit : ils passaient laplupart du temps à pleurer en réclamantleur mère.15 their mother.put riddles to them. He asked,“What is the cleverest animal inthe world?,” and after thethirteen-year-old girl had guessedthe ape, the elephant, the horse, hesaid, “No, it must be the hippopotamus,”because in Japanese thatanimal is kaba, the reverse ofbaka, stupid. He told Bible stories,beginning, in the order of things,with the Creation. He [81] showedthem a scrapbook of snapshotstaken in Europe. Nevertheless,they cried most of the time forLes hacía adivinanzas: «¿Cuáles el animal más listo del mundo?»,y después de que la niñade trece años hubiera dicho elmono, el elefante y el caballo,el padre decía: «No, es el hipopótamo»,puesto que en japonéssu nombre es kaba, que al revéses baka, «estúpido». Les contóhistorias de la Biblia, comenzandocon la Creación. Les mostróun álbum de recortes con fotostomadas en Europa. Y sin embargolos niños no dejaban de llorarpor su madre.El 12 de agosto los Nakamura,aún bastante enfermos, viajaron alpueblo vecino de Kobe, y se alojaronen casa de la cuñada de la señoraNakamura. Al día siguiente la señoraNakamura regresó a Hiroshima,a pesar de encontrarse demasiadoenferma para caminar; llegó en trantraídos.Les dijo charadas:—¿Cuál es el animal más inteligentedel mundo?Y después que la niña hubo contestado «elmono»; «el elefante»; «el caballo», les dijo:—No; debe de ser el hipopótamo—porque en japonés ese animalse llama kaba, al revés debaka, que quiere decir estúpido. Lescontó relatos de la Biblia, comenzando, enel orden de las cosas, por la Creación. Les.enseñó además un álbum con instantáneastomadas en Europa. No obstante, la mayorparte del tiempo los chicos llorabanllamando a su madre.Au bout de plusieurs jours, le PèreCieslik se mit en quête de la famille desdeux enfants. La première chose qu’ilapprit, par la police, fut qu’un de leurs 20oncles s’était adressé aux autorités deKuré, ville voisine, pour savoir cequ’ils étaient devenus. <strong>En</strong>suite, il appritqu’un frère aîné avait essayé deretrouver leur trace par l’intermédiaire 25du bureau de poste d’Ujina, faubourg deHiroshima. Peu après encore, il appritque la mère était en vie et se trouvaitdans l’île de Goto, au large de Nagasaki.<strong>En</strong>fin, à force d’insister auprès de 30la poste d’Ujina, il parvint à établir lecontact avec le frère et à rendre les enfantsà leur mère.Several days later, FatherCieslik started hunting for thechildren’s family. First, he learnedthrough the police that an unclehad been to the authorities in Kure,a city not far away, to inquire forthe children. After that, he heardthat an older brother had been tryingto trace them through the postoffice in Ujina, a suburb ofHiroshima. Still later, he heardthat the mother was alive and wason Goto Island, off Nagasaki. Andat last, by keeping a check on theUjina post office, he got in touchwith the brother and returned thechildren to their mother.Varios días después, el padreCieslik comenzó a buscar a la familiade los niños. Se enteró porla policía de que un tío había estadoaveriguando su paradero enKure, una ciudad no lejos de allí.Después supo que un hermano mayorlos había estado rastreando através de la oficina de correos enUjina, un suburbio de Hiroshima.Más tarde escuchó que la madre vivíay estaba en la isla de Goto, cercade Nagasaki. Y por último, consultandoperiódicamente con la oficinade correos de Ujina, pudo contactaral hermano y devolver losniños a su madre.Siete días más tarde, el padreCieslik comenzó a buscar a la familiade los chicos Xataoka. Primero, se enterópor la policía de que un tío se habíapresentado ante las autoridades deKure, una ciudad cercana, preguntandopor los chicos. Después de eso, oyóque un hermano mayor había estadotratando de localizarlos por medio dela oficina de correos de Ujina, un suburbiode Hiroshima. [90] Más tardeaún, supo que la madre estaba viva enla isla Goto, enfrente de Nagasaki. Finalmente,manteniendo contacto con elcorreo de Ujina, se comunicó con elhermano, y los niños fueron devueltosa su madre.<strong>En</strong>viron une semaine après l’explosion 35[137] de la bombe, une vague et incompréhensibleABOUT a week after the bombdropped, a vague, incomprehen-rumeur parvint jusqu’à Hiroshima, sible rumor reached Hiroshima—savoir : que la ville avait été anéantie par that the city had been destroyedl’énergie qui se dégage des atomes lorsque, by the energy released when atomswere somehow split in two.en quelque sorte, on les fait se briser en 40deux. . Ceux qui se chuchotaient cette rumeur,The weapon was referred to inde bouche à oreille, faisaient allusion this word-of-mouth report asà l’arme nouvelle sous le nom de genshi genshi bakudan—the root charactersbakudan, ce qui, selon les racines étymologiquesof which can be translated asde ces deux mots, peut se traduire 45 “original child bomb.” No one understood: « enfant-bombe originale ». Personne nethe idea or put any morecomprenait rien à la chose ou n’y ajoutait credence in it than in the powderedfoi pas plus qu’aux histoires de poudre de magnesium and such things. Newspapersmagnésium et autres. Il arrivait des journauxwere being brought in fromdes villes voisines, mais ils se bornaient50 other cities, but they were stilltoujours à des déclarations d’ordre confining themselves to extremelyextrêmement général, telle cette assertion general statements, such asde l’agence Domei, en date du 12 août : « Domei’s assertion on August 12th:Tout ce que l’on peut faire, c’est de reconnaître“There is nothing to do but admitla formidable puissance de cet engin 55 the tremendous power of this in-inhumain. » Déjà, cependant, des savants human bomb.” Already, Japanesejaponais étaient entrés dans la ville, armés physicists had entered the cityd’électroscopes de Lauritsen et d’électromètreswith Lauritsen electroscopes [82]de Neher; eux, ne comprenaient que and Neher electrometers; they un-trop bien. [138]60 derstood the idea all too well.Cerca de una semana después deque cayera la bomba, un rumor vagoe incomprensible llegó a Hiroshima:la ciudad había sido [77] destruidapor la energía que se libera cuandolos átomos, de alguna manera, se partenen dos. Estos informes, transmitidosde boca en boca, se referían alarma con el término genshi bakudan,cuyas raíces pueden describirsecomo «bomba primogénita». Nadieentendió la idea, ni le dio más créditodel que se le daba al polvo demagnesio, por ejemplo. Los diariosque se traían de otras ciudadesseguían ateniéndose a declaracionesextremadamente generalescomo la que hizo Domei el 12de agosto: «No podemos más quereconocer el tremendo poder deesta bomba inhumana». Para estemomento, físicos japoneses habíanentrado en la ciudad conelectroscopios Lauritsen yelectrómetros Neher; habían entendidola idea perfectamente.Una semana después de caerla bomba, un vago e incomprensiblerumor circuló porHiroshima: que la ciudad habíasido destruida por la’ energíaliberada por la fisión de los átomos,conseguida de algún modo.<strong>En</strong> este informe oral, el arma. erallamada genshi bakudan (las raícesde esta expresión pueden traducirsecomo «la bomba bebé original»).Nadie comprendía la idea ni se inclinabaa creer más en la pulverizaciónde magnesio o cosas así. Ya circulabanpor la ciudad periódicos traídos deotras ciudades, pero seguían limitándosea publicar declaraciones extremadamentegeneralizadas, como la aseveraciónde Domei de fecha 12 deagosto: «Lo único que puede hacersees admitir el tremendo poder de estabomba inhumana.» Pero ya algunos físicosjaponeses entraron en la ciudadcon electroscopios de Lauritsen yelectrómetros de Neher: ellos sí quecaptaron la idea demasiado bien.Le 12 août, les Nakamura, tous en ON AUGUST 12TH, theassez piètre forme encore, se rendirent Nakamuras, all of them still ratherdans la ville voisine de Kabé, où ils sick, went to the nearby town of.s’installèrent chez la belle-sueur de 65 Kabe and moved in with Mrs.Mme Nakamura. Le lendemain, Mme Nakamura’s sister-in-law. The nextNakamura, bien qu’elle fût trop malade day, Mrs. Nakamura, although shepour soutenir une longue marche, repartitwas too ill to walk much, returnedseule pour Hiroshima, par train to Hiroshima alone, by electriccar7053El 12 de agosto, los Nakamura,todos ellos todavía algo enfermos,fueron a la ciudad vecina de Kabey se quedaron a vivir con la cuñadade la señora Nakamura. Al día siguiente,la señora, aunque se sentíademasiado débil para andar mucho,volvió sola a Hiroshima por


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandélectrique jusqu’aux faubourgs, à piedensuite. Toute la semaine, au noviciat,elle s’était tracassée au sujet de samère, de son frère, de sa sueur aînée,qui vivaient dans le quartier dit de 5Fukuro ; de plus, tout comme le PèreKleinsorge, elle se sentait attirée versla ville par une sorte de fascination.Elle apprit que tous les membres de safamille étaient morts. Elle rentra à 10Kabé, dans un tel état de stupeur et dedépression, à la suite de ce qu’elleavait vu, qu’elle ne put dire un mot dela soirée.to the outskirts, by foot from there.All week, at the Novitiate, shehad worried about her mother,brother, and older sister, who hadlived in the part of town calledFukuro, and besides, she feltdrawn by some fascination, justas Father Kleinsorge had been.She discovered that her familywere all dead. She went back toKabe so amazed and depressed bywhat she had seen and learned inthe city that she could not speakthat evening.15L’esprit d’ordre et de méthode commençait A COMPARATIVE orderliness,à prendre relativement le dessus, à l’hôpital at least, began to be established atde la Croix-rouge. Le docteur Sasaki,, rentré the Red Cross Hospital. Dr. Sasaki,de son bref, congé, entreprit [139] de mettre back from his rest, undertook toen fiches et de classer ses patients (qu’on retrouvait20 classify his patients (who were stillencore un peu partout, jusque dans les scattered everywhere, even on theescaliers). Le personnel achevait peu à peu de stairways). The staff graduallybalayer en tas les débris. Surtout, les infirmièresswept up the debris. Best of all, theet les aides entreprirent d’enlever les ca-nurses and attendants started to re-davres. Les soins que l’on apporte à disposer 25 move the corpses. Disposal of thedes corps des défunts - honorable incinération dead, by decent cremation and enshrinement,et conservation non moins honorable des cendresis a greater moral re--constituent pour les Japonais une responsabilitésponsibility to the Japanese than ad-morale plus grande qu’un traitement equate care of the living. Relativesapproprié des vivants. La plupart des morts qui 30 identified most of the first day’sgisaient, le premier jour, à l’intérieur ou dans dead in and around the hospital. Beginningle voisinage immédiat de l’hôpital, furent identifiéson the second day, when-aussitôt par des parents. Dès le deuxième ever a patient appeared to be moribund,jour, chaque fois qu’un patient semblait destinéa piece of paper [83] with hisà ne pas survivre, on épingla sur ses vêtements35 name on it was fastened to his cloth-une feuille de papier portant son nom. ing. The corpse detail carried theLa corvée de cadavres charriait les corps jusqu’àbodies to a clearing outside, placedun espace libre, au dehors, les couchait them on pyres of wood from ruinedsur des bûchers érigés avec du bois récupéré houses, burned them, put some ofdans les décombres, procédait à l’incinération, 40 the ashes in envelopes intended forrecueillait une pincée de cendres dans une enveloppeexposed X-ray plates, marked theà clichés radioscopiques, y inscrivait envelopes with the names of the de-le nom du défunt et réunissait les enveloppes ceased, and piled them, neatly anden petits tas bien nets et respectueux, dans le respectfully, in stacks in the mainbureau de la direction... <strong>En</strong>. quelques jours, 45 office. In a few days, the envelopes[140] les enveloppes remplirent de leurs piles filled one whole side of the impromptutout un côté de ce temple improvisé.shrine.vía a los alrededores; desde ahí,continuó a pie. Durante la semanaen el noviciado no había dejado depreocuparse por su madre, su hermanoy su hermana mayor, que vivíanen la parte de la ciudad llamadaFukuro; además sentía una especiede fascinación, tal como la habíasentido el padre Kleinsorge. Descubrióque toda su familia había muerto.Regresó a Kabe tan asombrada ydeprimida por lo que había visto yoído en la ciudad, que no dijo ni unapalabra esa tarde.Un orden relativo se fue estableciendoen el hospital de la Cruz Roja. Eldoctor Sasaki regresó de su descanso yempezó a clasificar a sus pacientes (quetodavía se encontraban dispersos por[78] todas partes, incluso en las escaleras).Poco a poco el personal del hospitalbarrió los escombros. Lo mejor detodo fue que las enfermeras y los ayudantesempezaron a retirar los cadáveres.El problema de los muertos, de darlesuna cremación decente y de su conservaciónritual, es para un japonés unaresponsabilidad moral más importanteque el cuidado de los vivos. La mayoríade los muertos del primer día fueronidentificados por sus familiares dentrodel hospital y en los alrededores. A partirdel segundo día, cuando un pacientese encontraba moribundo se le ataba ala ropa una etiqueta con su nombre. Lacuadrilla encargada de los cadáveres losllevaba a un claro de las afueras, los poníasobre piras hechas con la madera delas casas destruidas, los quemaba, repartíalas cenizas en sobres para placas derayos X, marcaba los sobres con el nombredel muerto y los apilaba, ordenaday respetuosamente, en la oficina principal.<strong>En</strong> pocos días, las columnas de sobrescubrieron un lado entero del improvisadotemplo.tren eléctrico hasta las afueras, ydesde allí siguió a pie. Toda la semana,en el Noviciado, había estadopreocupada por su madre, su hermanoy su hermana mayor, que vivíanen la parte de la ciudad llamadaFukuro, y por otro lado sentíauna especie de fascinación, como elpadre Kleinsorge. Descubrió quetodos sus parientes estaban muertos.Volvió a Kabe tan perpleja y[91] deprimida por lo que había vistoy sabido en la ciudad que esanoche no pudo hablar.Al cabo, un cierto orden comenzó a establecerseen el Hospital de la Cruz Roja.El doctor Sasaki, de vuelta de su descanso,se dedicó a clasificar a sus pacientes (quetodavía estaban diseminados por todas partes,aun en las escaleras). Poco a poco, elpersonal barrió los escombros. Y lo que eramejor, las enfermeras y los ayudantes comenzarona retirar los cadáveres. Las disposicionespara los muertos, o sea la cremaciónhonrosa y la colocación de las cenizasen urnas, es una responsabilidad moralmás grande para los japoneses que elcuidado adecuado de los vivos. La mayoríade los muertos del primer día fueronidentificados por sus familiares en el hospitaly sus alrededores. Al comenzar el segundodía, cada vez que un paciente dabasignos de agonía, se le prendía en la ropaun trozo de papel con su nombre. El destacamentoencargado de los cadáveres los llevabaafuera, a un lugar especialmente destinadoa ellos, los disponían en piras de maderatomadas de las casas derrumbadas, losquemaban, ponían parte de las cenizas enlos sobres en que usualmente se colocabanlas placas de rayos X, clasificaban los sobrescon los nombres de los muertos y cuidadosay respetuosamente los apilaban enestantes en la oficina principal. <strong>En</strong> pocosdías, los sobres llenaron uno de los ladosdel improvisado templete.A Kabé, le matin du 15 août, IN Kabe, on the morning of August15th, ten-year-old ToshioToshio Nakamura (dix ans) entendit50un avion dans le ciel. Il Nakamura heard an airplane over-se précipita dans la rue et son head. He ran outdoors and identifiedoeil de connaisseur identifiait with a professional eye as aun B-29. « Voilà M. B ! » B-29. “There goes Mr. B!” hecria-t-il.55 shouted.<strong>En</strong> Kabe, la mañana del 15 deagosto, el niño ToshioNakamura escuchó que un aviónse acercaba. Salió corriendo ycon ojo experto lo identificó:era un B-29. «¡Ahí va el señorB!», exclamó.<strong>En</strong> Kabe, la mañana del 15 deagosto, Toshio Nakamura, de diezaños de edad, oyó el rugido de unavión. Corrió a la calle y lo identificócon ojo de profesional como unB-29.—¡Allá va el Señor B ! —gritó.Quelqu’un de sa parente lui cria à sontour : « Tu n’en as pas eu assez de tonM. B ? »60Cette question avait en soi une sorte The question had a kind ofde valeur symbolique. Presque au même symbolism. At almost that verymoment, la voix morne, molle et lasse de moment, the dull, dispiritedHirohito, l’Empereur Tenno, se faisait voice of Hirohito, the Emperorentendre pour la première fois dans 65 Tenno, was speaking for the firstl’histoire, à la radio : a Après avoir longuementtime in history over the radio:et mûrement réfléchi sur la “After pondering deeply the gen-marche générale du monde et sur les conditionseral trends of the world and the ac-de fait prévalant aujourd’hui tual conditions obtaining inOur70One of his relatives called outto him, “Haven’t you had enoughof Mr. B?”54Uno de sus parientes le gritó:«¿Es que no te cansas de señoresB?».<strong>En</strong> la pregunta había un ciertosimbolismo. <strong>En</strong> ese mismoinstante, la voz sosa y desanimadade Hirohito, el emperadorTenno, hablaba a través de la radiopor primera vez en la historia.«Tras considerar profundamentelas tendencias generales de estemundo y las condiciones actualesUno de sus parientes le respondió [92]:—¿No has tenido bastante ya conlos Señores B?La pregunta encerraba ciertosimbolismo. Casi en ese mismomomento, la voz monótona yfría de Hirohito, el EmperadorTenno, hablaba por la radio porprimera vez en la historia:«Después de meditar profundamentesobre «las tendencias generales del mundo,y sobre «las verdaderas condiciones


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandAlgún tiempo después, en una cartaa un norteamericano, el señor Tanimotodescribía los sucesos de esa mañana.«<strong>En</strong> la época de la posguerra,ocurrió la cosa más maravillosa denuestra historia. Nuestro Emperadortrasmitió por la radio su propiavoz para nosotros, la gente sencilladel, Japón. El 15 de agosto[91] se nos dijo que se podían oír noticiasde gran importancia, y que todosdeberíamos escucharlas. De modoque fui a la estación ferroviaria deHiroshima. Allí, entre las ruinas dela estación, se había colocado unaltoparlante. Muchos civiles, todosellos vendados, algunos apoyándoseen los hombros de sus hijas, otrossosteniéndose en bastones a causa desus pies lastimados, oían la radio, ycuando llegaron a darse cuenta deque esa era la voz del Emperador,gritaron, con los ojos llenos de lágrimas:‘Qué bendición maravillosa es elhecho de que el mismo Tenno nos habley que podamos oír su propia voz.Estamos ampliamente compensados ennuestro gran sacrificio.’ Cuando se enteraronde que la guerra había terminado,es decir, que el Japón estaba derrotado,desde luego sintieron una desilusiónmuy grande, pero inmediatamenteacataron la orden del Emperador con losespíritus en calma, y se dispusieron ahacer cualquier sacrificio para la eterdansNotre Empire, Nous avons décidéd’atteindre à un règlement de la situationprésente en recourant à une mesureextraordinaire... nMme Nakamura était retournée enville, pour déterrer une petite provisionde riz qu’elle avait déposée dans l’abride son Association de Quartier. L’ayantretrouvée, [141] elle reprit le chemin de 10Kabé. Dans le tram, par le plus grandhasard, elle se retrouva face à face avecsa plus jeune sueur, qui était absente deHiroshima le jour de la bombe. « Vousconnaissez la nouvelle? » lui demanda 15sa sueur.5Empire today, We have decided toeffect a settlement of the presentsituation by resorting to an extraordinarymeasure . . . .”Mrs. Nakamura had gone to thecity again, to dig up some rice shehad buried in her NeighborhoodAssociation air-raid shelter. Shegot it and started back for Kabe.On the electric car, quite bychance, she ran into her youngersister, who had not been in Hiroshima[84] the day of the bombing.“Have you heard the news?” her sisterasked.on us and we can hear his own voicein person. We are thoroughly satisfiedin such a great sacrifice.’ When [85]they came to know the war wasended—that is, Japan was defeated,they, of course, weredeeply disappointed, but followedafter their Emperor’s commandmentin calm spirit, making wholeheartedsacrifice for the everlastdenuestro imperio, hemos decididoliquidar la presente situaciónrecurriendo a una medida extraordinaria...»[79]La señora Nakamura había vueltoa la ciudad para recuperar unpoco de arroz que había enterrado enel refugio de su Asociación de Vecinos.Lo encontró y emprendió elcamino de vuelta a Kabe. <strong>En</strong> el tranvíase topó, por casualidad, con suhermana menor, que el día de labomba estaba fuera de Hiroshima.«Has oído las noticias?», preguntósu hermana.en que se halla «hoy Nuestro Imperio,hemos decidido efectuar «un arreglo dela presente situación, recurriendo a unamedida extraordinaria...»La señora Nakamura había idootra vez a la ciudad, para desenterrarun poco de arroz escondido en el refugioantiaéreo de la Asociación Vecinal.Lo tomó y volvió a tomar elcamino de Kabe. <strong>En</strong> el tren eléctricose encontró, por pura casualidad, consu hermana menor, que no estuvo enHiroshima el día del bombardeo.—¿Has oído la noticia? —le preguntóla hermana.- Quelle nouvelle ?“What news?”«Qué noticias?»—¿Qué noticia?- La guerre est terminée.20“The war is over.”«La guerra ha terminado.»—La guerra ha terminado.- Ne dites donc pas de bêtises, ma sueur.“Don’t say. such a foolish thing, sister.”«No digas tonterías.»—No digas disparates, hermana.-Mais je l’aientendumoi-mêmeàlaradio. “But I heard it over the radioPuis, dans un souffle :25 myself.” And then, in a whisper,- C’était la voix de l’Empereur. “Ii was the Emperor’s voice.”«Pero si yo misma lo escuché enla radio.» Y luego, en susurros: «Erala voz del Emperador».—Lo oí yo misma por la radio.—Y luego, en un susurro—: Era lavoz del Emperador...- Oh! dit Mme Nakamura (car c’en était “Oh,” Mrs. Nakamura saidassez pour qu’elle cessât aussitôt de songer,(she needed nothing more tocomme elle l’avait fait jusqu’alors, en 30 make her give up thinking, indépit de la bombe atomique, que le Japon spite of the atomic bomb, that Japangardait encore une chance de gagner la still had a chance to win the war),guerre), dans ce cas...“in that case. . .”«Ah», dijo la señoraNakamura (nada más necesitabapara renunciar a la posibilidadde que Japón ganara la guerra,a pesar de la bomba atómica),«en ese caso...».—Ah —dijo la señora Nakamura(no necesitaba nada más para abandonarla idea, a pesar de la bombaatómica, de que el Japón tenía aúnprobabilidades de ganar la guerra)—, en ese caso...Peu de temps après, dans une lettre 35à un ami américain, M. Tanimoto donna,des événements de ce matin-là, la descriptionsuivante : « A l’heured’après-guerre, se produisit un miraclede notre histoire. Notre Empereur nous 40fit entendre sa voix [142] sur les ondes,directement, à nous, petites gens, seshumbles sujets. Le 15 août, on nous ditque nous allions entendre une nouvellede la plus haute importance, et que nous 45devions tous être à l’écoute. Je me rendisdonc à la gare de Hiroshima. Unhaut-parleur, là, se dressait parmi lesruines de la gare. Beaucoup de civils,dont tous étaient liés de bandages, certainss’aidant de l’épaule de leur fille,50d’autres soutenant leurs pieds blessés àl’aide de cannes, écoutèrent la voix àla radio et quand ils purent se rendrecompte que c’était l’Empereur, ils 55s’écrièrent, des larmes plein les yeux :« Félicité sublime - c’est Tennolui-même qui nous parle, nous exhorteet c’est sa voix qu’il nous est donnéd’entendre en personne. Grand et parfaitest notre contentement, d’un si60grand sacrifice. » Quand enfin ils apprirentque la guerre était terminée,c’est-à-dire que le Japon était battu,bien entendu, ils furent profondément 65déçus, mais ne s’en plièrent pas moinsaux ordres de leur Empereur, aveccalme et courage, sacrifiant de toutcoeur à la paix éternelle du monde, et70SOME time later, in a letter toan American, Mr. Tanimoto describedthe events of that morning.“At the time of the Post-War,the marvelous thing in our historyhappened. Our Emperorbroadcasted his own voicethrough radio directly to us, commonpeople of Japan. Aug. 15thwe were told that some news ofgreat importance could be heard &all of us should hear it. So I wentto Hiroshima railway station.There set a loud-speaker in the ruinsof the station. Many civilians,all of them were in boundage,some being helped by shoulderof their daughters, some sustainingtheir injured feet bysticks, they listened to the broadcastand when they came to realizethe fact that it was the Emperor,they cried with full tearsin their eyes, ‘What a wonderfulblessing it is that Tenno himself call55Poco después, en carta a un norteamericano,el señor Tanimotodescribió los eventos de esa mañana.«Al momento de después de laguerra, ocurrió la cosa más maravillosaen nuestra historia. NuestroEmperador transmitió su propia vozpor radio, para que la escucháramosnosotros, la gente común y corrientede Japón. El 15 de agosto nos dijeronque escucharíamos una noticiade gran importancia y que todosdeberíamos escucharla. <strong>En</strong>toncesfui a la estación de trenes deHiroshima. Allí habían puesto unaltavoz en las ruinas de la estación.Muchos civiles, todos ellos estabancon vendados, algunos de ellos ayudadospor hombros de hijas, algunossostienen pies heridos con palos,escucharon la transmisión ycuando se dieron cuenta de que erael Emperador, lloraron con los ojosllenos de lágrimas. ‘Qué bendiciónes que Tenno en persona nos habley oigamos su propia voz. Nossentimos plenamente satisfechosen tal sacrificio.’ Cuando [80] supieronque la guerra había terminado,o sea que Japón había sido derrotado,ellos, por supuesto, sintierondesilusión profunda, pero siguieronlos preceptos de su emperadorcon el espíritu en calma, haciendosacrificios de todo corazón


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandle Japon se remit en marche sur de nouvellesvoies. »ing peace of the world—and Japanstarted her new way.” [86]para la paz del mundo, y Japón comenzóun camino nuevo.» [81]na paz del mundo... Y así el Japón comenzósu nueva era.» [94][143]IV5IV* ¿por qué unas veces en cursiva y otras no o ausente?IVPANICS ET PYRÈTHRESPanic Grass and FeverfewMATRICARIA Y MIJO SALVAJEIV. MIJO Y MATRICARIALE 18 août, douze jours après 10l’explosion de la bombe, le Père0N AUGUST 18TH, twelve daysafter the bomb burst, FatherKleinsorge partit à pied du noviciat Kleinsorge set out on foot forpour Hiroshima, sa mallette en Hiroshima fromthe Novitiate withcarton-pâte à la main. Il commençait his papier-mâchés suitcase in hisà penser que cette petite valise, où 15 hand. He had begun to think thatil gardait ses choses de valeur, avait this bag, in which he kept his valuables,une vertu talismanique, à cause de lahad a talismanic quality, be-façon dont il l’avait retrouvée après cause of the way he had found it afterl’explosion, près de l’entrée de sathe explosion, standingchambre, la poignée n’attendant, 20 handle-side up in the doorway ofpour ainsi dire, que sa main, alors his room, whilethe desk underque le bureau sous lequel il l’avait which he had previously hidden itlaissée avait volé en [144] éclats sur was in splinters all over the floor.le plancher. Ce jour-là, il l’avait Now he was using it to carry theprise avec lui pour transporter les 25 yen belonging to the Society ofyens de la mission jusqu’à la Jesus to the Hiroshima branch ofYokohoma <strong>Sp</strong>ecie Bank, qui venait déjà the Yokohama <strong>Sp</strong>ecie Bank, alreadyde rouvrir dans son immeuble à demi détruit.reopened in its half-ruinedDans l’ensemble, il se sentait en building. On the whole, he feltbonne forme, ce matin. Evidemment, les 30 quite well that morning. It is truelégères blessures qu’il avait reçues ne that the minor cuts he had receiveds’étaient pas refermées au bout de trois had not healed in three or fourou quatre jours contrairement à ce que le days, as the rector of the Novitiate,recteur du noviciat, après les avoir examinées,who had examined them, had posi-avait formellement promis; mais 35 tively promised they would, but Fa-le Père Kleinsorge s’était bien reposé ther Kleinsorge had rested well fortoute une bonne semaine et considérait a week and considered that he wasqu’il était prêt à reprendre le harnais. Le again ready for hard work. By [87]terrible décor qu’il lui fallait traverser now he was accustomed to the terriblescene through which hepour arriver à la ville ne l’effrayait plus 40à présent, du vaste champ de riz, voisin walked on his way into the city: thedu noviciat, rayé de grandes traînées brunes,large rice field near the Novitiate,aux maisons des faubourgs; debout streaked with brown; the houses onmais chenues, fenêtres brisées et tuiles the outskirts of the city, standingéchevelées ; puis, brusquement, à cette 45 but decrepit, with broken windowsfrontière où commençait l’énorme cicatriceand dishevelled tiles; and then,brun rougeâtre, de dix kilomètres quite suddenly, the beginning of thecarrés, où plus rien, pratiquement, ne restaitfour square miles of reddish-browndebout après le souffle et l’incendie scar, where nearly everything hadrangée sur rangée de pâtés de maisons 50 been buffeted down and burned;écroulées, avec çà et là, fichée dans les range on range of collapsed cityruines, une rudimentaire indication sur un blocks, with here and there a crudeamas de cendres et de tuiles (« Soeur, où sign erected on a pile of ashes and[145] êtes-vous ? » ou « Sains et saufs, tiles (“Sister, where are you?” ortous, et sommes à Toyosaka ») ; arbres 55 “All safe and we live atdénudés et poteaux téléphoniques chavirés;Toyosaka”); naked trees and cantedles quel ques édifices encore valides telephone poles; the few standing,nefaisant qu’accentuer par leur gutted[despanzurrados] buildingssilhouettenoircie l’horizontalité de tout only accentuating the horizontalityce qui les entourait (Musée des Sciences 60 of everything else (the Museum ofet de l’Industrie, dôme réduit à sa charpenteScience and Industry, with its domed’acier, comme pour une autopsie ; stripped to its steel frame, as if formodernes bâtiments de la Chambre de an autopsy; the modern Chamber ofCommerce, tour surplombante aussi Commerce Building, its tower asfroide, rigide et inébranlable aujourd’hui 65 cold, rigid, and unassailable afterqu’avant la catastrophe;masse énorme et the blow as before; the huge,tapie, camouflée, de l’Hôtel de Ville; alignementde banques délabrées, caricature the row of dowdy banks, caricatur-low-lying, camouflaged city hall;en mal estado, arruinadosd’un système économique ébranlé dans ing a shaken economic system); and7056El 18 de agosto, doce días despuésde que estalló la bomba, el padreKleinsorge partió a pie desde el noviciadohacia Hiroshima, con su maletade papier-mâché* en la mano. Habíallegado a pensar que esta maleta,en la cual había guardado sus objetosde valor, tenía cualidades de talismándebido a la forma en que la había encontradoel día de la explosión: con lamanija hacia arriba y como parada enla entrada de su habitación, mientrasel escritorio bajo el cual la había escondidoestaba hecho astillas y desparramadopor el piso. Ahora la usabapara llevar los yenes de la Compañíade Jesús a la sucursal enHiroshima del Banco de la Monedade Yokohama, que ya había vuelto aabrir las puertas de su derruido edificio.Era cierto que los cortes menoresque había sufrido no sanaronen tres o cuatro días, como tan decididamentehabía prometido, despuésde examinarlas, el rector del noviciado,pero el padre Kleinsorge se habíatomado una semana de descansoy consideraba que ya estaba de nuevolisto para trabajar duro. Ya se habíaacostumbrado a las escenas terriblesque tenía que atravesar de caminoa la ciudad: las franjas marronessobre el gran campo de arroz cercadel noviciado; las casas de lasafueras, todavía en pie pero decrépitas,sus ventanas rotas y sus baldosasalborotadas; y luego, de repente,el comienzo de los seis kilómetroscuadrados de cicatriz entre rojiza ymarrón donde casi todo había sido[83] quemado o destruido: línea traslínea de manzanas destruidas concrudos letreros puestos aquí y allá,sobre pilas de ladrillo y cenizas(«Hermana, ¿dónde estás?», o «Todosa salvo y viviendo enToyosaka»); árboles desnudos y postesde teléfono inclinados; escasosedificios, de pie pero destripados,que acentuaban la horizontalidad delo demás (el Museo de la Ciencia y dela Industria, con su domo reducido a sumarco de acero, como dispuesto parauna autopsia; el moderno edificio de laCámara de Comercio, cuya torre permanecía,después de la explosión, tan fría,rígida e inexpugnable como antes; elAyuntamiento, inmenso, bajo y camuflado;la hilera de bancos desagraciados,caricatura de una economíadowdy 1 (of clothes) unattractively dull; unfashionable. 2 (of a person, esp. a woman) dressed in dowdy clothes.El 18 de agosto, doce días despuésde la explosión de la bomba, el padreKleinsorge salió a pie para Hiroshimadesde el Noviciado, con su maleta depapel maché en la mano. Había comenzadoa pensar que esta valija, enla que guardaba sus cosas de valor,poseía cualidad de talismán por la formaen que la había encontrado despuésde la explosión parada con lamanija hacia arriba en el umbral desu cuarto, mientras que el escritoriobajo el cual él la había colocado previamente,estaba hecho astillas en elsuelo. Ahora la usaba para llevar eldinero perteneciente a la Compañía deJesús hasta la sucursal de Hiroshimadel Banco de Especias de Yokohama,que ya había vuelto a abrirse en elmismo edificio semiderruido. <strong>En</strong> general,se sentía muy bien esa mañana.Es verdad que las cortaduras quehabía recibido no se habían cicatrizadoen tres o cuatro días como prometiópositivamente el rector del Noviciado,pero el padre Kleinsorge habíadescansado bien durante una semana,y se consideraba listo otra vez paratrabajar fuerte. A estas alturas estabahabituado a las terribles escenas queveía al ir a la ciudad: el gran campode arroz cercano al Noviciado, conmanchones castaños; las casas de lasafueras de la ciudad, de pie perodecrépitas, con ventanas rotas ytejas saltadas; y luego, de repente,el comienzo de las cuatro millascuadradas que formaban unacicatriz castaño rojiza, dondecasi todo había sido derrumbadoy quemado; fila tras fila de cuadrasde la ciudad destruidas, yaquí y allá algún crudo cartel erguidosobre una pila de cenizas ytejas («Hermana, ¿dónde estás?», o«Todos bien y vivimos en Toyosaka»); árboles desnudos y postes telefónicostumbados; los pocos edificios queestaban de pie sólo acentuaban [97]la horizontalidad de todo lo demás (elMuseo de Ciencia e Industria, decuya cúpula sólo quedaba elesqueleto de acero, como para unaautopsia; el moderno edificio de laCámara de Comercio, su torre tanfría, rígida e inaccesible despuésde la explosión como antes; laenorme, baja y camuflada Municipalidad;la fila de sucios Bancos,caricaturas de un sistema eco-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandses fondements) ; et dans les rues, toutun trafic macabre, bicyclettes tordues parcentaines, carapaces de trams et d’autos,surprises et arrêtées en plein mouvement.Tout le long du chemin, le Père 5Kleinsorge sentit peser sur lui la penséeoppressante que tout ce désastre qu’ilvoyait s’étaler ainsi était l’oeuvre d’uneseconde,d’une seule bombe. Lorsqu’il arrivaaucentre de la ville, la journée était 10déjà très chaude. A pied, il se. rendit à laYokohamaBank, qui avait rouvert uncomptoir provisoire, en bois, aurez-de-chaussée de son édifice ; il y déposal’argent, fit un tour jusqu’aux [146] 15lieux où s’était dressée la mission, pourjeter encore un coup d’oeil sur les ruines,puis se remit en route pour le noviciat.A mi-chemin, environ, il commençaà éprouver d’étranges sensations. La fameusemallette, plus ou moins magique,20vide en tout cas maintenant, lui parut soudainterriblement lourde. Ses genoux sedérobaient, faiblissaient de plus en plus.Il se sentait à ce point fatigué que c’en 25était un supplice. Il dut faire des prodigesde courage pour arriver jusqu’au noviciat.Il jugea cependant que cela ne valait pas lapeine d’en parler aux autres jésuites. Maisun ou deux jours plus tard, alors qu’il essayaitde dire la messe, il fut pris de fai-30blesse, s’évanouit et, après trois tentativesvaines, dut renoncer à officier jusqu’aubout. Le lendemain matin, le recteur, quin’avait cessé d’examiner tous les jours ses 35coupures apparemment insignifiantes, maisqui refusaient de guérir, s’exclama, surpris: « Qu’est-ce que vous avez pu faire à vosblessures ? » Elles s’étaient soudain ouvertes,enflées, enflammées.40 swollen and inflamed.[147]Alors qu’elle s’habillait, le matin du20 août, dans la maison de sa belle-sueur,à Kabé, non loin de Nagatsuka, MmeNakamura (qui n’avait eu ni la moindre 45coupure, ni la moindre brûlure, durant lasemaine qu’elle avait passée avec ses enfantsau noviciat en qualité d’invitée duPère Kleinsorge et des autres catholiques,mais avait été sujette à de constantesnausées) Mme Nakamura, donc,50s’habillant ce matinlà, entreprit de secoiffer et remarqua, au premier coup depeigne, qu’elle emportait une pleine poignéede cheveux; puis de même au second;ce qui fit qu’elle renonça aussitôt55à se peigner plus avant. Mais, durant lestrois ou quatre journées qui suivirent,ses cheveux continuèrent à tomber deleur propre initiative, tant qu’elle finit 60par être complètement chauve. Elle s’enfermadans la maison, se cachant presque.Le 26 août, la plus jeune de sesfilles, Myeko, et elle, s’éveillèrent sesentant extrêmement faibles, lasses et 65restèrent couchées. Son fils et son autrefille, qui, pendant et après le bombardementétaient passés par la même expériencequ’elle, se sentaient en bonne70in the streets a macabre traffic —hundreds of crumpled bicycles,shells of streetcars and automobiles,all halted in mid-motion. Thewhole way, Father Kleinsorge wasoppressed by the thought that allthe damage he saw had been donein one instant by one bomb. By thetime he reached the center of town,the day had become very hot. Hewalked to the Yokohama Bank,which was doing business in a temporarywooden stall on the groundfloor of its building, deposited themoney, went by the mission compoundjust to have another look atthe wreckage, [88] and then startedback to the Novitiate. About halfwaythere, he began to have peculiarsensations. The more or lessmagical suitcase, now empty, suddenlyseemed terribly heavy. Hisknees grew weak. He felt excruciatinglytired. With a considerableexpenditure of spirit, he managedto reach the Novitiate. He did notthink his weakness was worth mentioningto the other Jesuits. But acouple of days later, while attemptingto say Mass, he had an onset offaintness and even after three attemptswas unable to go throughwith the service, and the next morningthe rector, who had examinedFather Kleinsorge’s apparentlynegligible but unhealed cuts daily,asked in surprise, “What have youdone to your wounds?” They hadsuddenly opened wider and wereAs she dressed on the morningof August 20th, in the home of hersister-in-law in Kabe, not farfrom Nagatsuka, Mrs. Nakamura,who had suffered no cuts or burnsat all, though she had been rathernauseated all through the weekshe and her children had spent asguests of Father Kleinsorge andthe other Catholics at the Novitiate,began fixing her hair andnoticed, after one stroke, that hercomb carried with it a wholehandful of hair; the second time,the same thing happened, so shestopped combing at once. But inthe next three or four days, herhair kept falling out of its own accord,until she was quite bald. Shebegan living indoors, practicallyin hiding. On August 26th, bothshe and her younger daughter,Myeko, woke up feeling extremelyweak and tired, and theystayed on their [89] bedrolls. Herson and other daughter, who hadshared every experience with herduring and after the bombing, felt57conmocionada); y en las calles, untráfico macabro: cientos de bicicletasabolladas, carrocerías de tranvíasy automóviles, todos detenidos enpleno movimiento. Durante el caminoel padre Kleinsorge pensó quetodo aquel daño había sido causadoen un instante y por una bomba. Paracuando llegó al centro de la ciudad,el día se había calentado mucho. Sedirigió al banco Yokohama, que funcionabatemporalmente en una cabañade madera en la planta baja deledificio, depositó el dinero, pasó porla misión sólo para ver los destrozosde nuevo, y luego regresó al noviciado.A medio camino empezó a tenersensaciones curiosas. La maleta máso menos mágica ahora estaba vacía,pero parecía más pesada. El padresentía debilidad en las rodillas. Estabaterriblemente cansado. Alcanzóa llegar al noviciado haciendo ungasto de energía considerable. Nopensó que valiera la pena mencionarsu debilidad a los demás jesuitas.Pero un par de días después,mientras intentaba dar la misa,sufrió un _______ desmayo; e inclusodespués de tres intentos sesintió incapaz de continuar el servicio.A la mañana siguiente elrector, que había examinado cadadía los cortes aparentementedesdeñables (pero que todavía nosanaban) del padre Kleinsorge,[84] le dijo: «¿Qué se ha hechoen sus heridas?». De repente,se habían abierto y estabaninflamadas.La mañana del 20 de agosto,mientras se vestía en casa de sucuñada en Kabe, ________l a señoraNakamura —que no había sufridocorte ni quemadura alguno,aunque había sentido náuseasdurante toda la semana enque ella y sus niños fueron huéspedesdel padre Kleinsorge y losotros católicos del noviciado—notó al peinarse que el cepillose llevaba un manojo entero depelo; la segunda vez, ocurrió lomismo, así que de inmediatodejó de peinarse. Pero durantelos tres o cuatro días que siguieron,su pelo siguió cayéndosesolo, hasta que se quedó casicalva. Comenzó a vivir dentrode la casa, prácticamente escondida.El 26 de agosto, tanto ellacomo su hija Myeko se despertaronsintiéndose débiles y muycansadas, y se quedaron encama. Su hijo y su otra hija, quehabían compartido con ella todolo ocurrido durante y después dela bomba, se sentían perfectanómicotambaleante) ; y en las callesun tránsito macabro: cientos de bicicletasdestrozadas, carrocerías de tranvíasy automóviles, todos detenidos enmitad del movimiento. El padreKleinsorge hizo el trayecto oprimido porel pensamiento de que todo el daño queveía había sido hecho en un instante poruna bomba. Cuando llegó al centro de laciudad ya hacía mucho calor. Caminóhasta el Banco de Yokohama, que estabafuncionando en un mostrador provisionalde madera en la planta baja de suedificio, depositó el dinero, fue hasta ellugar en que se alzaba la Misión paraechar otro vistazo a las ruinas, y despuésemprendió el camino al Noviciado. Cuandoestaba a la mitad comenzó a experimentarextrañas sensaciones. La maletamás o menos mágica, que ahora estabavacía, de repente pareció terriblementepesada. Se le debilitaron las rodillas. Sintióun cansancio que lo mortificaba. Conconsiderable fortaleza de ánimo, alcanzóa llegar al Noviciado. Pensó queno valía la pena mencionar esta debilidada los otros jesuitas. Pero un parde días después, mientras trataba dedecir misa, tuvo un _______ desvanecimiento,y después de tres intentosno pudo continuar con el servicio.A la mañana siguiente, el rector,que había examinado a diario las heridasaparentemente inofensivas pero sincicatrizar ____ ____ ___ , le preguntó sorprendido:—¿Qué ha hecho con sus heridas?— Repentinamente éstas se habíanabierto más y estaban hinchadas e inflamadas.[98]<strong>En</strong> la mañana del 20 de agosto,en casa de su cuñada en Kabe, cercade Nagatsuka, la señoraNakamura, que no había sufridoheridas ni quemaduras, aunque habíaestado descompuesta durantela semana que ella y sus hijos pasaroncomo huéspedes del padreYleinsorge y los otros católicos enel Noviciado, comenzó a arreglarseel pelo y notó que el peine llevabaconsigo todo un mechón; lasegunda vez que pasó el peineocurrió lo mismo, de modo quedejó de peinarse inmediatamente.Pero en los tres o cuatro días siguientes,el pelo siguió cayendopor su cuenta, hasta quedar completamentecalva. Dejó de salir, yvivió prácticamente escondida. El26 de agosto, ella y su hija menor,Myeko, se despertaron sintiéndoseen extremo débiles y cansadas,por lo que permanecieron en susesteras. Su hijo y su otra hija, quehabían compartido con ella todaslas experiencias durante y despuésdel estallido de la bomba, estaban


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandforme.fine.mente.bien.A la même époque - il ne comptaitplus les jours, tant il travaillait dur àinstaller [148] un coin où exercer provisoirementle culte, dans une maison5privée qu’il avait louée dans les faubourg- M. Tanimoto tomba soudainmalade : malaise vague et général, lassitude,état fiévreux. Lui aussi se couchadans ses couvertures, sur le sol de10la maison à demi détruite d’un ami,dans le faubourg d’Ushida.At about the same time—he losttrack of the days, so hard was heworking to set up a temporaryplace of worship in a private househe had rented in the outskirts—Mr.Tanimoto fell suddenly ill with ageneral malaise, weariness, and feverishness,and he, too, took to hisbedroll on the floor of thehalf-wrecked house of a friend inthe suburb of Ushida.Casi al mismo tiempo —había trabajadotan duro para construir un lugartemporal de culto en una casa alquiladade las afueras, que había perdido porcompleto la noción de los días—, elseñor Tanimoto cayó repentinamenteenfermo: sentía malestar general, cansancioy fiebre; y también él prefirióquedarse en su estera, sobre el suelo dela casa semidestruida de un amigo enel suburbio de Ushida.Aproximadamente en esta mismafecha —había perdido la noción deltiempo, tan duramente trabajaba paralevantar una iglesia transitoria en unacasa particular que alquiló en lasafuerasel señor Tanimoto se sintió repentinamenteenfermo, con un desganogeneral, cansancio y estado febril,por lo que él también extendió su esteraen el piso de la semiderruida casade un amigo en el suburbio de Ushida.Bien qu’ils ne s’en rendissent pas 15 These four did not realize it, butcompte, tous quatre succombaient à ce mal they were coming down with theétrange et capricieux que l’on devait connaîtrestrange, capricious disease whichun peu plus tard sous le nom de ma-came later to be known as radia-ladie de la radio-activité.tion sickness.20Mile Sasaki gisait, en compagnie constanteMiss SASAKI lay in steadyde la souffrance, dans l’école pri-pain in the Goddess of Mercymaire de la Déesse Pitié, à Hatsukaichi, Primary School, at Hatsukaichi,quatrième gare au sud-ouest de Hiroshima,the fourth station to the south-sur la ligne du train électrique. 25 west of Hiroshima on the elec-L’infection interne de la plaie empêchait tric train. An internal infectiontoujours une réduction convenable de la still prevented the proper settingfracture multiple dont était affligée sa of the compound fracture of herjambe gauche. Un jeune homme qui se lower left leg. A young man whotrouvait hospitalisé avec elle et qui semblait30 was in the same hospital and whol’avoir prise en affection, bien seemed to have grown fond ofqu’elle n’eût d’autre préoccupation [149] her in spite of her unremittingque sa souffrance et ne parlât que d’elle, preoccupation with her suffering,ou peut-être parce qu’il en concevait précisémentor else just pitied her be-une certaine pitié, lui prêta une 35 cause of it, lent her a Japanesetraduction de Maupassant en japonais; translation of de Maupassant,elle essaya de lire les nouvelles de cet and she tried to read the stories,auteur, mais ne parvint guère à se concentrerbut she could concentrate forplus de quatre ou cinq minutes only four or five minutes at ad’affilée.40 time.Ninguno de los cuatro lo sabía entonces,pero comenzaba a afectarlosla extraña y caprichosa enfermedadque después sería conocida comoradiotoxemia.La señorita Sasaki yacía en mediode constantes dolores en la EscuelaPrimaria de Nuestra Señorade la Caridad, en Hatsukaichi, lacuarta estación en tren eléctrico alsuroeste de Hiroshima. [85] Unainfección interna impedía aún ladebida manipulación de la fracturamúltiple de su pierna izquierda.Un joven que estaba en el mismohospital y que parecía haberseencariñado con ella a pesar desu incesante preocupación con supropio sufrimiento —o era simplementeque le tenía lástima—,le prestó una traducción japonesade Maupassant, y ella trató de leerlos relatos, pero sólo lograba concentrarsedurante cuatro o cincominutos seguidos.Estos cuatro no lo sabían, peroestaban sufriendo la extraña, caprichosaenfermedad que iba aconocerse más tarde como mal dela radiación.La señorita Sasaki, constantementedolorida, yacía en la EscuelaPrimaria Diosa de la Misericordia,en Hatsukaichi, la cuarta estaciónde tren eléctrico al sudoestede Hiroshima. La infección internaimpedía todavía la adecuadacuración de [99] la fracturacompuesta de su pierna izquierda.Un joven que estaba en el mismohospital y que parecía haberse encariñadocon ella a pesar de su incesantepreocupación por su propiosufrimiento, o que quizá lacompadecía precisamente por eso,le prestó una traducción japonesade Maupassant y ella trató de leerlos cuentos, pero sólo le era posibleconcentrarse cuatro o cincominutos por vez.Les hôpitaux et postes de secours des The hospitals and aid stationsenvirons de Hiroshima furent si encombrésaround Hiroshima were so crowdedpendant les premières semaines qui in the first weeks after the bomb-suivirent le bombardement, et leur personnel45 ing, and their staffs were so varilonvaria tant d’un jour à l’autre, seable,depending on their health andla santé de ses membres et les imprévisibleson the unpredictable arrival of outrieur,arrivées de renforts de l’extésidehelp, [90] that patients had toque l’on fut contraint de transporterbe constantly shifted from place tosans cesse les patients ici et là. Mlle 50 place. Miss Sasaki, who had al-Sasaki, qui avait déjà subi trois transferts,ready been moved three times,dont deux en bateau, fut évacuée, twice by ship, was taken at the endfin août, sur une école d’ingénieurs, toujoursof August to an engineering school,à Hatsukaichi. L’état de sa jambe also at Hatsukaichi. Because herne s’améliorant pas, l’enflure augmentant 55 leg did not improve but swelledau contraire, lis médecins de l’école entourèrentmore and more, the doctors at thele membre malade d’un grossier school bound it with crude splintscoffrage en bois et conduisirent la jeune and took her by car, on Septemberfille en voiture, le 9 septembre, à l’hôpital9th, to the Red Cross Hospital inde la Croix-rouge de Hiroshima. Ce 60 Hiroshima. This was the firstfut la première occasion qu’elle eut de chance she had had to look at thevoir les ruines de la ville ; la dernière fois ruins of Hiroshima; the last timequ’on l’avait transportée à travers les she had been carried through therues de la cité, elle flottait à la [150] limitecity’s streets, she had been hover-de l’évanouissement. On avait eu 65 ing on the edge of unconsciousness.beau lui décrire le désastre, elle avait Even though the wreckage had beenbeau souffrir, la vue de ce spectacle described to her, and though shel’horrifia et la stupéfia. Un détail, surtout,was still in pain, the sight horrifiedqu’elle remarqua, lui donna la chair and amazed her, and therewas7058Durante las primeras semanas despuésde la bomba, los hospitales y lasestaciones de ayuda alrededor deHiroshima estuvieron tan atestados—y su personal, dependiendo de susalud y de la llegada imprevisible deayuda externa, cambió con tanta frecuencia—,que los pacientes erantrasladados constantemente de unlado al otro. La señorita Sasaki, queya había sido trasladada tres veces—dos de ellas por barco—, fue llevadaa finales de agosto a una escuelade ingeniería, también enHatsukaichi. Puesto que su pierna nomejoraba, sino que se inflamaba másy más, los doctores de la escuela laenvolvieron con tablillas ordinarias,y el g de septiembre la llevaron encoche al hospital de la Cruz Roja enHiroshima. Por primera vez podíaver las ruinas de Hiroshima; la últimavez que la habían llevado por lascalles de la ciudad, la señorita Sasakihabía estado al borde de la inconsciencia.Aunque le habían descritolos destrozos, y aunque todavía laatormentaba el dolor, la vista la sor-Los hospitales y puestos de socorrode los alrededores de Hiroshimaestaban tan atestados las primerassemanas después del bombardeo, ysu personal variaba tanto, ya que dependíade su propia salud y del imprevisiblearribo de ayuda exterior,que los pacientes debían ser trasladadosconstantemente de un lado aotro. La señorita Sasaki, a la que yahabían movido tres veces, dos deellas por barco, fue llevada a finesde agosto a la escuela de Ingenieríade Hatsukaichi. Como su pierna nomejoraba, sino que se hinchaba cadavez más, los doctores de la escuelase la entablillaron fuertemente y lallevaron en auto, el 9 de setiembre,al Hospital de la Cruz Roja enHiroshima. Esta fue la primera oportunidadque tuvo de ver las ruinasde Hiroshima; la última vez que lahabían llevado por las calles de laciudad, había estado vacilando alborde de la inconsciencia. Aunquele habían descrito el daño, y aunquetodavía estaba dolorida, el espectáculola horrorizó y la dejó perpleja,


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandde poule. Partout, perçant, escaladant, recouvrantles décombres, dans les caniveaux,sur les berges du delta, s’agrippantet se mêlant aux tuiles et à la tôle destoitures, grimpant le long des troncs 5d’arbre carbonisés, s’étendait un tapis deverdure fraîche, vivace, luxuriantes optimiste; il n’était jusqu’aux fondationsdes maisons en ruines qui ne vissent cetteverdeur s’élancer et monter. L’herbe folle 10dissimulait déjà les cendres ; les fleursdes champs s’épanouissaient sur la carcassede la ville. La bombe n’avait passeulement laissé intacts les organes souterrainsdes plantes ; elle les avait stimulés.Partout, ce n’étaient que bleuets et15glaïeuls, ansérines, volubilis et bellesd’un jour, pois à cosses velues, pourpiers,clotbur, sésames, panics et pyrèthres.Notamment, dans une certaine périphérie, 20à proximité du centre de la ville, le séné(sickle senna) renaissait avec une vigueurextraordinaire : non seulement ses tigesse dressaient parmi les cendres des anciennespousses consumées, mais elles 25jaillissaient [151] en de nouveaux endroits,au milieu des briques, par les crevassesde l’asphalte. De fait, on eût ditqu’une cargaison de graines de cetteplante s’était déversée sur la ville en 30même temps que la bombe.something she noticed about it thatparticularly gave her the creeps.Over everything—up through thewreckage of the city, in gutters,along the riverbanks, tangledamong tiles and tin roofing, climbingon charred tree trunks—was ablanket of fresh, vivid, lush, optimisticgreen; the verdancy roseeven from the foundations of ruinedhouses. Weeds already hid theashes, and wild flowers were inbloom among the city’s bones. Thebomb had not only left the undergroundorgans of plants intact; ithad stimulated them. Everywherewere bluets and <strong>Sp</strong>anish bayonets,goosefoot, morning glories andday lilies, the hairy-fruited bean,purslane and clotbur and sesameand panic grass and feverfew. Especiallyin a circle at the center,sickle senna grew in extraordinaryregeneration, not only standingamong the charred remnants of thesame plant but pushing up [91] innew places, among bricks andthrough cracks in the asphalt. It actuallyseemed as if a load ofsickle-senna seed had beendropped along with the bomb.prendió y la aterrorizó, y en particularnotó algo que le causó escalofríos.Cubriéndolo todo —sobre losrestos de la ciudad, las alcantarillasy las orillas de los ríos, enredado conbaldosas y tejas de estaño, sobre lostroncos carbonizados de los árboles—había una cobija de un verdefresco, vívido, lozano, optimista; elverdor se levantaba incluso de los cimientosde casas en ruinas. La hierbaya escondía las cenizas, y entrelos huesos de la ciudad florecían [86]flores silvestres. La bomba no sólohabía dejado intactos los órganossubterráneos de las plantas; los habíaestimulado. Por todas partes habíavioletas y bayonetas, sarrión,campanillas y lirios, flores de soya,verdolagas y bardanas y sésamo ymatricaria y mijo salvaje. <strong>En</strong> un círculodel centro, especialmente, habíaun caso extraordinario de regeneración:la brusquilla no sólo florecíaentre los restos carbonizados dela misma planta sino que se abríapaso en nuevos lugares, entre ladrillosy a través de las grietas del asfalto.Parecía como si una carga desemillas de brusquilla hubiera sidoarrojada junto con la bomba.pero algo que notó en todo ello fuelo que la impresionó más profundamente.Sobre todas las cosas — através de las ruinas de la ciudad, enlas zanjas de la calle, a lo largo delas orillas de los ríos, asomando entrelas tejas y los techados de estaño,trepando por los troncos de árbolesquemados— había una sábanade verde fresco, vívido, lozano, optimista;el verdor se levantaba de losmismos cimientos de las casas destruidas.Las hierbas ya tapaban lascenizas, y las flores silvestres [100]se abrían entre los huesos de la ciudad.La bomba no sólo había dejadointactos los órganos subterráneosde las plantas: los había estimulado.Por todas partes había campanillasy yucas, narcisos y tréboles, lilas yarvejillas, verdolagas y sésamo,mijo y matricaria. Especialmente enun círculo en el centro, la planta delsen crecía extraordinariamente regenerada,no sólo levantándose entresus propios restos quemados, sinosurgiendo en nuevos lugares, entreladrillos y a través de las grietas delasfalto. <strong>En</strong> verdad parecía como sijunto con la bomba se hubiesen arrojadosemillas de sen.A l’hôpital de la Croix-rouge, MlleSasaki fut confiée aux soins du docteurSasaki. A l’époque, un mois après l’explosion,un semblant d’ordre régnait à nouveau35dans l’hôpital : autrement dit., les patientsqui étaient encore couchés dans les couloirsreposaient du moins sur des nattes, et laprovision de médicaments, épuisée au cours 40des premiers jours, avait été renouvelée,incomplètement sans doute, grâce auxcontributions des villes voisines. Le docteurSasaki, hormis les dix-sept heures desommeil qu’havait prises chez lui, la troisièmenuit; n’avait guère dormi plus de six45heures par nuit, depuis, sur une natte, dansles locaux de l’hôpital. Il n’avait jamais ététrès gras, mais il avait cependant perdu neufkilos. I1 portait toujours les lunettes, mal 50ajustées à sa vue, qu’il avait empruntées àune infirmière blessée.At the Red Cross Hospital, MissSasaki was put under the care of Dr.Sasaki. Now, a month after the explosion,something like order hadbeen reestablished in the hospital;which is to say that the patientswho still lay in the corridors atleast had mats to sleep on and thatthe supply of medicines, which hadgiven out in the first few days, hadbeen replaced, though inadequately,by contributions fromother cities. Dr. Sasaki, who hadhad one seventeen-hour sleep at hishome on the third night, had eversince then rested only about sixhours a night, on a mat at the hospital;he had lost twenty poundsfrom his very small body; he stillwore the borrowed glasses.<strong>En</strong> el hospital de la Cruz Roja, laseñorita Sasaki fue puesta al cuidadodel doctor Sasaki. Ahora que habíapasado un mes después de la explosión,un cierto orden se había restablecidoen el hospital: los pacientesque todavía yacían en el corredortenían ahora esterillas para dormir,y el suministro de medicamentos,que se había agotado en los primerosdías, había sido reemplazado—si bien de forma inadecuada— porcontribuciones de otras ciudades. Eldoctor Sasaki, que la tercera nochehabía dormido diecisiete horas en sucasa, había descansado desde entoncesseis horas por noche, y eso sobreuna estera y en el hospital; su pequeñocuerpo había perdido nueve kilos;todavía usaba las gafas prestadas.<strong>En</strong> el Hospital de la Cruz Roja, laseñorita Sasaki fue puesta al cuidadodel doctor Sasaki. Ahora, un mesdespués de la explosión, se había restablecidouna especie de orden en elhospital; es decir que los pacientesque aún yacían en los corredores teníanpor lo menos esteras sobre lascuales dormir, y que la reserva demedicamentos, agotada en los primerosdías, había sido repuesta, aunqueinadecuadamente, por la contribuciónde otras ciudades. El doctorSasaki, que la tercera noche habíadormido diecisiete horas en su casa,desde entonces había descansadosólo unas seis horas por día sobre unaestera en el hospital; su cuerpo menudohabía perdido diez kilos; todavíausaba los anteojos prestados.Parce que Mlle Sasaki était du sexefaible et parce que son cas était grave 55(peut-être aussi, comme il le reconnut parla suite, un peu parce qu’elle portait le[152] même nom que lui), le docteurSasaki (installa sur une natte dans unechambre semi-privée, qui, à l’époque, ne 60comptait que huit malades. Il la questionnaet fit ensuite une fiche à son nomdans cet allemand correct et serré danslequel il rédigeait toutes ces fiches : «Mi.ttelgrosse Patient in gutem 65Ernährungszustand. <strong>Fr</strong>aktur am linkenUnterschenkelknochen mit Wunde;Anschcwellung in der linkenUnterschenkelgegend. Haut und sichtbare70Since Miss Sasaki was awoman and was so sick (and perhaps,he afterward admitted, justa little bit because she wasnamed Sasaki), Dr. Sasaki put heron a mat in a semi-private room,which at that time had only eightpeople in it. He questioned herand put down on her record card,in the correct, scrunched-up Germanin which he wrote all hisrecords: “Mittelgrosse Patientinin gutem Ernahrungszustand.<strong>Fr</strong>aktur am linkerUnterschenkelknochen mitWunde; Anschwellung in der59Puesto que la señorita Sasaki erauna dama y además estaba tan enferma(y, según aceptó después eldoctor, puesto que su apellido eraSasaki), el doctor Sasaki la acomodósobre una estera en una habitaciónsemiprivada que en ese momentosólo albergaba a ocho personasmás. La entrevistó y escribió suinforme con el alemán correcto yapretado en que los escribía todos:«Mittelgrosse Patientin in gutemErnührungszustand. <strong>Fr</strong>aktur amlinken Unterschenkelknochen mitWunde; Anschwellung in der linkenUnterschenkelgegend. Haut undPuesto que la señorita Sasaki erauna mujer y estaba tan enferma (ytal vez, como él mismo admitiómás tarde, un poco porque se llamabaSasaki), el doctor la puso enuna estera en una habitaciónsemiprivada, que en ese momentotenía sólo ocho pacientes. La interrogó,y escribió en su historia clínica,en ese alemán correcto en queescribía todas sus historias:«Mittelgrosse Patientin in gutemErnärungszustand. <strong>Fr</strong>aktur amlinken Untersehenkelknochen mitWunde; Anschwellung [101] in derlinken Untersehenkelgegend. Haut


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandSchleimhaüte mässig durchblutet und kein linker Unterschenkelgegend.OEdema. » Il nota ainsi qu’il s’agissait Haut and sichtbare Schleimhäuted’un cas du sexe féminin, de taille mässig durchblutet and keinmoyenne et d’état de santé général satisfaisantOedema,” noting that she was a; que la patiente avait une frac-5 medium-sized female patient inture multiple du tibia gauche, avec enfluregood general health; that she hadde la partie inférieure de la jambe a compound fracture [92] of thedu même côté; que la peau et les muqueusesleft tibia, with swelling of theextérieures étaient fortement mar-left lower leg; that her skin andquées de petechiae, qui sont de petites 10 visible mucous membranes werehémorragies, de la taille approximative heavily spotted with petechiae,d’un grain de riz, allant même jusqu’à la which are hemorrhages about thegrosseur d’une graine de soja ; que, de size of grains of rice, or even asplus, la tête, les yeux, la gorge, les poumonsbig as soybeans; and, in addition,et le coeur étaient apparemment 15 that her head, eyes, throat, lungs,normaux ; et que la patiente faisait de la and heart were apparently normal;température. Il eût voulu réduire la fractureand that she had a fever. Heet mettre la jambe dans le plâtre, wanted to set her fracture and putmais il y avait beau temps que le plâtre her leg in a cast, but he had run[153] manquait ; il se contenta de faire 20 out of plaster of Paris long since,allonger Mlle Sasaki sur une natte, et ordonnaso he just stretched her out on ade l’aspirine pour la fièvre, et pour mat and prescribed aspirin forl’état de sous-alimentation (qu’il n’avait her fever, and glucose intravenouslypas noté sur la fiche, parce que tout leand diastase orally for hermonde en était au même point) des injections25 undernourishment (which he hadintraveineuses de glucose et l’ab-not entered on her record becausesorption par voie buccale de diastases. everyone suffered from it). SheMlle Sasaki n’offrait qu’un seul des exhibited only one of the queersymptômes curieux qu’il relevait dans le symptoms so many of his patientscas de la plupart de ses patients d’alors, 30 were just then beginning toles taches hémorragiques.show—the spot hemorrhages.sichtbare Schleimhäute mässigdurchblutet und [87] kein Oedema»,anotando que se trataba de una pacientede talla mediana en buenacondición general; que tenía unafractura múltiple en la tibia izquierdacon inflamación de la parteinferior de la pierna izquierda;que su piel y sus membranasmucosas visibles estaban bastanteafectadas de petechiae, hemorragiasdel tamaño de un grano dearroz o incluso tan grandes comouno de soya; que su cabeza, ojos,garganta, pulmones y corazón seencontraban en estado normal; yque tenía fiebre. Quería acomodarsu fractura y enyesar su pierna,pero el yeso de París se le habíaacabado tiempo atrás, así que simplementela acostó sobre una esteray le recetó aspirina para lafiebre, y glucosa intravenosa ydiastasa oral para su desnutrición(que el doctor no anotó en el registromédico porque todo el mundola sufría). La señorita Sasakiexhibía solamente uno de los síntomasextraños que tantos de suspacientes comenzaban a mostrar:las manchas de hemorragia.und sichtbare Schleimhäute mässigdurchblutet und kein Oedema»;todo lo cual quiere decir que erauna paciente de sexo femenino enbuena salud general; que tenía unafractura compuesta en la tibia izquierda,con engrosamiento de laparte inferior de la pierna izquierda;que la piel y las membranasmucosas visibles presentaban grancantidad de petechiae, que son hemorragiasdel tamaño aproximadode granos de arroz, y a veces desemillas de soya y que, además, sucabeza, ojos, garganta, pulmones ycorazón eran aparentemente normales;y que tenía fiebre. Quisover la fractura y enyesarle la pierna,pero como tiempo atrás se lehabía terminado el yeso de París,se limitó a extenderla en una esteray prescribirle aspirina para lafiebre y glucosa endovenosa ydiastasa por vía oral para la desnutrición(esto no lo incluyó en lahistoria, pues todo el mundo sufríade ello). La señorita Sasaki mostrabasolamente uno de los extrañossíntomas que tantos de los pacientesestaban comenzando a sentir:las hemorragias localizadas.La malchance poursuivait toujours le DR. Fujii was still pursued bydocteur Fujii, en rapport persistant avec bad luck, which still was connectedwith rivers. Now he wasles rivières. I1 était l’hôte à présent, dans 35sa maison d’été, de son ami, M. Okuma, living in the summer house of Mr.à Fukawa. La villa s’accrochait aux bergesOkuma, in Fukawa. This houseabruptes de l’Ota. Dans ce lieu favo-clung to the steep banks of the Otarable, les blessures du docteur Fujii River. Here his injuries seemed ton’avaient pas tardé à progresser sur la 40 make good progress, and he evenvoie de la guérison; il s’était même mis à began to treat refugees who camesoigner les réfugiés, qui venaient le voir to him from the neighborhood,du voisinage, se servant à cet effet de using medical supplies he had retrievedmédicaments qu’il avait récupérés dansfrom a cache in the sub-une réserve secrète des faubourgs. Il remarqua45 urbs. He noticed in some of hischez [154] certains de ses pa-patients a curious syndrome oftients un curieux syndrome de symptômes,symptoms that cropped out in thefoisonnant au cours des troisième et third and fourth weeks, but he wasquatrième semaines, mais ne put rien not able to do much more thanfaire de plus, pratiquement, que d’emmailloter50 swathe cuts and burns. Early incoupures et brûlures. Dans les September, it began to rain,premiers jours de septembre, il se mit à steadily and heavily. The riverpleuvoir à verse et sans répit. Le 17 septembre,rose. On September 17th, therel’averse tourna au déluge, puis au came a cloud [93] burst and thentyphon, et les eaux escaladèrent de plus 55 a typhoon, and the water crepten plus haut les berges. M. Okuma et le higher and higher up the bank.docteur Fujii prirent peur et se réfugièrentMr. Okuma and Dr. Fujii becametant bien que mal dans la montagne alarmed and scrambled up thechez un paysan. (Dans la vallée, à Hiroshima,mountain to a peasant’s house.l’inondation paracheva 60 (Down in Hiroshima, the floodl’ouvrage de la bombe, balayant les ponts took up where the bomb had leftqui avaient résisté à l’explosion, nettoyantoff—swept away bridges that hadles rues, sapant les fondations des survived the blast, washed outbâtiments qui tenaient encore debout; à streets, undermined foundationsun peu plus de quinze kilomètres de là, 65 of buildings that still stood—andvers l’Ouest, l’hôpital militaire d’Ono, où ten miles to the west, the Onoune équipe d’experts de l’Université ImpérialeArmy Hospital, where a team ofde Kyoto étudiait les effets tar-experts from Kyoto Imperial Uni-difs de l’explosion sur les blessés, glissa versity was studying the delayed7060Al doctor Fujii aún lo perseguíala mala suerte, y esa mala suerteaún estaba relacionada con losríos. Ahora vivía en la casa de veranodel señor Okuma, en Fukawa.Esta casa se aferraba a los empinadosbancos del río Ota. Aquí,sus heridas parecieron mejorar, yllegó incluso a tratar a refugiadosdel vecindario con provisionesmédicas que había rescatado de unalijo suburbano. Notó en sus pacientesun curioso síndrome quesurgió durante la tercera y la cuartasemana, pero poco pudo hacermás que vendar cortes y quemaduras.A principios de septiembrecomenzó a llover constante, copiosamente.El río creció. El y deseptiembre cayó un aguacero yluego hubo un tifón, y el agua subíamás y más sobre el banco delrío. El señor Okuma y el doctorFujii se preocuparon y escalaronla montaña hasta llegar a la casade un [88] campesino. (Abajo, enHiroshima, la inundación continuóel trabajo que la bomba habíacomenzado —barrió con puentesque habían sobrevivido a la explosión,minó los cimientos de losedificios que se mantuvieron enpie— y dieciséis kilómetros aloeste, el Hospital Militar Ono,donde un equipo de expertos de laUniversidad Imperial de Kyoto estudiabalas afecciones retardadasAl doctor Fui¡¡ continuaba persiguiéndolola mala suerte, que todavíaestaba vinculada con losríos. Ahora vivía en la casa veraniegadel señor Okuma, en Fukawa.Esta casa se asentaba en las escarpadasmárgenes del río Ota. Allí,su convalescencia pareció hacerrápidos progresos, y hasta comenzóa atender a refugiados de la vecindadque acudían a él. Para estousaba los instrumentos médicosrescatados de un escondite en lossuburbios. Notó en sus pacientesun curioso síndrome de síntomasque aparecieron durante la terceray cuarta semanas, pero no pudo hacermucho más que curar tajos yquemaduras. A principios de setiembre,comenzó a llover tenaz ydensamente. El río creció. El 17 de[102] setiembre hubo una tormentaeléctrica, y luego un tifón, y elagua trepó cada vez más alto en laribera. El señor Okuma y el doctorFui¡¡, alarmados, se refugiaron enla casa de un campesino, en lamontaña. (<strong>En</strong> Hiroshima, la inundaciónse llevó lo poco que habíadejado la bomba: barrió puentesque resistieron el estallido, lavócalles, minó cimientos de edificiosque aún estaban en pie, y diez millasal oeste, el Hospital MilitarOno, donde un equipo de expertosde la Universidad Imperial deKioto estaba estudiando la larga


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandsoudain le long de la pente de la montagneaux magnifiques et sombres ombragesde pins, pour venir s’engloutir dansla mer Intérieure, où se noyèrent du mêmecoup la plupart des savants et de leurs patientsavec leurs maladies mystérieuses.)5La tempête passée, [155] le docteur Fujiiet M. Okuma revinrent au bord de la rivière,pour constater que les eaux avaientemporté sans rémission la demeure de M. 10Okuma.affliction of the patients, suddenlyslid down a beautiful,pine-dark mountainside into theInland Sea and drowned most ofthe investigators and their mysteriouslydiseased patientsalike.) After the storm, Dr. Fujiiand Mr. Okuma went down to theriver and found that the Okumahouse had been washed altogetheraway.de los pacientes, resbaló de repentepor una hermosa ladera cubiertade pinos y fue a caer al mar Interior,y la mayoría de los investigadoresse ahogaron junto conaquellos pacientes misteriosamenteenfermos.) Tras la tormenta, eldoctor Fujii y el señor Okuma bajaronal río y encontraron que lacasa de los Okuma había desaparecidopor completo.afección de los pacientes, repentinamentese deslizó por la laderallena de pinos de una soberbiamontaña, cayó al Mar Interior, y lamayoría de los investigadores, juntamentecon sus pacientes, se ahogaron.)Después de la tormenta, eldoctor Fui¡¡ y el señor Okuma bajaronal río y se encontraron conque la casa de Okuma había sidotambién arrastrada.Tant de gens se sentirent pris de malaisessoudains, près d’un mois aprèsl’explosion de la bombe atomique, 15qu’une rumeur peu rassurante se mit àcirculer, qui finit par atteindre la demeurede Kabé où gisait, chauve et malade,Mme Nakamura. Selon cette rumeur,la bombe atomique avait inondé 20Hiroshima d’une sorte de poison qui necesserait d’émettre des émanations mortellesdurant une période de sept ans ;et de tout ce temps, personne ne pourraitaller dans la ville. La nouvelle bouleversaparticulièrement Mme25Nakamura, qui se rappelait que dans unmoment de panique, le matin de l’explosion,elle avait littéralement engloutison seul gagne-pain, sa machine 30à coudre Sankoku, dans le petit réservoiren ciment devant ce qui restait desa maison; personne, à présent, ne pourraitaller repêcher la machine. Jusqu’alors,[156] Mme Nakamura et ses 35parents avaient témoigné d’une résignationet d’une passivité certaines àl’égard du problème moral posé par labombe atomique; mais la rumeur enquestion alluma subitement en eux plus 40de haine et de ressentiment pour l’Amériquequ’ils n’en avaient éprouvé detoute la guerre.BECAUSE so many peoplewere suddenly feeling sick nearlya month after the atomic bombwas dropped, an unpleasant rumorbegan to move around, and eventuallyit made its way to the housein Kabe where Mrs. Nakamura laybald and ill. It was that the atomicbomb had deposited some sort ofpoison on Hiroshima which wouldgive off deadly emanations forseven years; nobody could gothere all that time. This especiallyupset Mrs. Nakamura, who rememberedthat in a moment ofconfusion on the morning of theexplosion she had literally sunkher entire means of livelihood,her Sankoku sewing machine, inthe small [94] cement water tankin front of what was left of herhouse; now no one would be ableto go and fish it out. Up to thistime, Mrs. Nakamura and her relativeshad been quite resigned andpassive about the moral issue ofthe atomic bomb, but this rumorsuddenly aroused them to morehatred and resentment of Americathan they had felt all through thewar.A causa de los repentinos malestaresque habían comenzado a afectara la gente casi un mes despuésde la bomba, un rumor desagradablecomenzó a circular, y no tardóen llegar a la casa de Kabe donde laseñora Nakamura yacía calva y enferma.El rumor decía que la bombaatómica había depositado enHiroshima una especie de venenoque despediría emanaciones mortíferasdurante siete años; en esetiempo, nadie debía acercarse al lugar.Esto disgustó particularmente ala señora Nakamura: recordó que lamañana de la bomba, en un momentode confusión, había hundido elque era su único medio de subsistencia,su máquina de coserSankoku, en un pequeño tanque decemento frente a los restos de sucasa; ahora nadie podría ir a pescarla.Hasta este momento, la señoraNakamura y sus familiares habíanmantenido una posición resignada ypasiva frente a la cuestión moral dela bomba, pero este rumor despertóen ellos más odio, más resentimientocontra los Estados Unidos del quehabían sentido durante la guerra.[89]Como tanta gente se sintió repentinamenteenferma casi un mes despuésde arrojarse la bomba atómica,comenzó a circular un desagradablerumor, que eventualmente llegó a oídosde la señora Nakamura, que yacíaen la casa dé Kabe, calva y enferma.Este rumor decía que la bombaatómica había depositado una especiede veneno en Hiroshima, queproduciría emanaciones mortíferasdurante siete años; nadie podría acercarsea la ciudad en este tiempo. Estoalteró especialmente a la señoraNakamura pues recordó que en unmomento de confusión, la mañanadel estallido, había hundido literalmentetodos sus medios de subsistencia(la máquina de coser Sankoku) enel tanquecillo de cemento al frentede lo que quedaba de su casa; ahorano habría nadie que fuera a sacarla.Hasta entonces, la señora Nakamuray sus parientes habían permanecidomuy resignados y pasivos sobre losresultados morales de la bomba atómica,[103] pero este rumor despertóen ellos, de golpe, más odio y resentimientohacia los Estados Unidosque todo lo sentido a lo largo de laguerra.Les savants japonais, qui étaient loin 45d’être ignares en matière de désintégrationde l’atome (l’un d’eux possédait même uncyclotron), s’inquiétaient beaucoup de lapersistance de la radio-activité à Hiroshima, et à la mi-août, peu de jours 50après que le président Truman eut révélé(identité de la bombe, ils pénétrèrent dansla ville pour procéder à leurs investigations.Leur premier soin fut de détermineren gros un centre d’explosion, en observantde quel côté les poteaux téléphoni-55ques, dans le voisinage immédiat du coeurde la cité, portaient des traces de brûlure.Ils se mirent d’accord pour retenir le porcheà toril du temple de Gokoku, directement. à droite du champ de parade du Q.60G. régional de Chugoku. De là, ils se mirentà l’oeuvre, en directions Nord et Sud,s’aidant d’électroscopes de Lauritsen, quisont sensibles également aux rayons bêta 65et gamma. Ces appareils leur indiquèrentque la radio [157] activité, à son maximumd’intensité, près des toril était quatre,deux fois plus forte que ne (était en70Japanese physicists, who knew agreat deal about atomic fission (oneof them owned a cyclotron), worriedabout lingering radiation atHiroshima, and in mid-August, notmany days after PresidentTruman’s disclosure of the type ofbomb that had been dropped, theyentered the city to make investigations.The first thing they did wasroughly to determine a center byobserving the side on which telephonepoles all around the heart ofthe town were scorched; theysettled on the torii gateway of theGokoku Shrine, right next to theparade ground of the Chugoku RegionalArmy Headquarters. <strong>Fr</strong>omthere, they worked north and southwith Lauritsen electroscopes,which are sensitive to both betaparticles and gamma rays. Theseindicated that the highest intensityof radioactivity, near the torii, was4.2 times the average natural “leak”61Físicos japoneses que conocíanbien el tema de la fisión atómica(uno de ellos tenía un ciclotrón propio)se mostraban muy preocupadosacerca de la radiación persistenteen Hiroshima, y a mediados de agosto,poco después de que el presidenteTruman reveló el tipo de bombaque se había arrojado, entraron a laciudad para investigar. Lo primeroque hicieron fue determinara grandesrasgos un centro de impacto, conbase en la inclinación de los postesde teléfono alrededor del corazón dela ciudad. Se decidieron por la puertatoril del templo Gokoku, justo allado de la plaza de armas de losCuarteles Generales del EjércitoRegional de Chugoku. Desde allí recorrieronla ciudad de norte a surcon electroscopios Lauritsen, queson sensibles tanto a partículas betacomo a rayos gamma. Loselectroscopios indicaban que la mayorintensidad de radioactividad seLos físicos japoneses, que sabíanmucho acerca de la fisión atómica(uno de ellos poseía un ciclotrón),se preocuparon acerca de la radiación_________ en Hiroshima, y amediados de agosto, pocos días despuésde la explicación del presidenteTruman acerca del tipo de bombausada, entraron en la ciudad parahacer investigaciones. Lo primeroque hicieron fue determinar aproximadamenteun centro, observando ellado en que estaban quemados lospostes telefónicos todo alrededor delcorazón de la ciudad. Partieron delportón de la pagoda de Gokoku,exactamente al lado del campo dedesfiles del Cuartel General delEjército Regional de Chugoku. Desdeaquí trabajaron hacia el norte yhacia el sur con electroscopiosLauritsen, que son sensibles a la veza los rayos gamma y a las partículasbeta: Los aparatos indicaron que lamayor intensidad radiactiva, cerca


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland<strong>En</strong> cuanto esta seguridad llegó ala vecindad de la casa en que se escondíala señora Nakamura —o, porlo menos, un tiempo después, cuanmoyenne,pour le sol en cet endroit, la « of ultra-short waves for the earth offuite » naturelle d’ondes ultra-courtes. Les that area. The scientists noticedsavants remarquèrent que l’éclair de la that the flash of the bomb had discoloredbombe avait changé la couleur du béton enconcrete to a light reddishune teinte légèrement rougeâtre, écaillé la 5 tint, had scaled off the surface ofsurface du granit, et roussi certaines autres granite, and had scorched certainespèces de matériaux de construction ; et other types of building material,que, en conséquence, la bombe avait, en and that consequently the bombcertains lieux, laissé l’empreinte d’ombres had, in some places, left prints ofprojetées par sa lumière fulgurante. Les 10 the shadows that had been cast [95]experts relevèrent, par exemple, la présenceby its light. The experts found,d’une ombre permanente sur le toit for instance, a permanent shadowdu bâtiment de la Chambre du Commerce thrown on the roof of the Chamber(à 220 mètres du centre approximatif),of Commerce Building (220ombre qui était celle de la tour rectangulaire15 yards from the rough center) byde cet édifice ; la présence de plu-the structure’s rectangular tower;sieurs autres ombres du même type sur le several others in the lookout postposte de guet installé au sommet de la on top of the Hypothec BankBanque des Hypothèques (à 2.050 mètres (2,050 yards); another in thedu centre) ; la présence d’une autre encore 20 tower of the Chugoku Electricsur la tour de la Centrale Electrique de Supply Building (800 yards); anotherChugoku (800 mètres) ; de même, l’ombreprojected by the handle ofde la pompe d’un poste à essence a gas pump (2,630 yards); and(2.630 mètres) ; et plusieurs autres encore several on granite tombstones insur des tombes de granit, sises dans l’enceinte25 the Gokoku Shrine (385 yards).du temple de Gokoku (385 mètres). By triangulating these and otherPar des calculs de triangulation, [158] reliantsuch shadows with the objectsces ombres et d’autres du même genre that formed them, the scientistsaux objets dont elles étaient la projection, determined that the exact centerles savants situèrent le centre exact de 30 was a spot a hundred and fiftyl’explosion à cent cinquante mètres au sud yards south of the torii and a fewdes toril et à quelques mètres au sud-est yards southeast of the pile of ruinsdu monceau de ruines qui était autrefoisthat had once been the Shimal’hôpital Shima. (Quelques vagues silhouettesHospital. (A few vague humanhumaines furent aussi trouvées, 35 silhouettes were found, and thesequi donnèrent naissance â toutes sortes de gave rise to stories that eventuallyfables où se mêlèrent finalement imaginationincluded fancy and precisepure et détails précis. Selon l’une details. One story told how ad’elles, un peintre en bâtiment, sur son painter on a ladder was monumentalizedin a kind of bas-relieféchelle, se trouva métamorphosé en une 40espèce de bas-relief monumental sur la on the stone facade of a bankfaçade en pierre d’une banque, où l’explosionbuilding on which he was atle surprit en plein travail, dans l’acte work, in the act of dipping hisde tremper son pinceau dans son seau de brush into his paint can; another,peinture ; selon une autre, un homme et sa 45 how a man and his cart on thecharrette, qui se trouvaient sur le pont prochebridge near the Museum of Scitrie,du Musée des Sciences et de l’Indusenceand Industry, almost underpresque sous le point central de l’explosion,the center of the explosion, werefurent projetés et moulés en une cast down in an embossed shadowsorte d’ombre repoussée qui montrait clairement50 which made it clear that the manque (homme allait fouetter son che-was about to whip his horse.)val quand la bombe explosa.) Remontant Starting east and west from thevers l’Est et vers l’Ouest, à partir du centreactual center, the scientists, invéritable, les savants, au début de sep-early September, made new mea-tembre, firent de nouveaux relevés, et la 55 surements, and the highest radiationplus forte radio-activité qu’ils [159] enregistrèrent,they found this time was 3.9cette fois, fut de 3,9 fois supérieuretimes the natural “leak.” Sinceà la a fuite » naturelle. Etant radiation of at least a thousanddonné qu’il eût fallu une radioactivité de times the natural “leak” would bemille fois supérieure, au moins, à la dite u 60 required to cause serious [96] effectsfuite u, pour avoir de sérieux effets suron the human body, the sci-(organisme humain, les savants annoncèrententists announced that peopleque les gens pouvaient rentrer à Hi-could enter Hiroshima withoutroshima sans le moindre risque.any peril at all.Dès que cette assurance fut parvenuejusqu’à la demeure où MmeNakamura se cachait - ou, du moins,peu de temps après que ses cheveux6570As soon as this reassurancereached the household in whichMrs. Nakamura was concealingherself—or, at any rate, within a62daba cerca del toril, y era 4.2 vecesmayor que el «escape» promedio deondas ultracortas en la tierra de esazona. Los científicos notaron que elresplandor de la bomba había decoloradoel concreto hasta dejarlo deun rojo claro, había escamado la superficiedel granito y chamuscadootros tipos de material de construcción,y en algunos lugares la bombahabía dejado marcas correspondientesa las sombras de las formas quesu luz había iluminado. Los expertosencontraron, por ejemplo, unasombra permanente proyectada sobreel techo de la Cámara de Comercio(a zoo metros del centro aproximado)por la torre rectangular de esamisma estructura; encontraron variasotras en el puesto de observación,en el último piso del edificiode la Electrificadora Chugoku (egometros); otra más proyectada por lamanija de una bomba de gas (2.400metros); y varias más sobre tumbasde granito en el templo Gokoku 350metros). Triangulando éstas y otrassombras con respecto a los objetosque las causaron, los científicos determinaronque el centro exacto eraun punto ciento cincuenta metros alsur del toril y pocos metros al surestede la [90] pila de ruinas que algunavez había sido el Hospital Shima.(Algunas siluetas vagamente humanasfueron encontradas, y esto dioorigen a leyendas que eventualmentellegaron a incluir detalles imaginativosy precisos. Una de las historiascontaba que un pintor subido ensu escalera había sido perpetuado,como monumento de bajorrelieve, enel acto de mojar su brocha en el botede pintura, sobre la fachada de piedradel banco que pintaba; otra, queen el centro de la explosión, sobre elpuente que hay cerca del Museo dela Ciencia y la Industria, un hombrey su carruaje habían sido proyectadosen forma de una sombra repujadaque revelaba que el hombre habíaestado a punto de azotar a su caballo.)Partiendo desde el centro hacia este yoeste, los científicos realizaron nuevasmediciones a principios de septiembre,y la radiación más alta quedescubrieron esta vez era 3.9 veces superioral «escape» natural. Puesto quesería necesaria una radiación mil vecessuperior al «escape» natural paraafectar seriamente al cuerpo humano,los científicos anunciaron que la gentepodía regresar a Hiroshima sin peligrode ningún tipo.Tan pronto como estas palabrastranquilizadoras llegaron a la casa enque se escondía la señora Nakamura(o en cualquier caso poco después dedel portón, era 4,2 veces la «pérdida»natural promedio de ondasultracortas de la tierra en ese área.Los científicos observaron que el relámpagode la bomba había decoloradoel concreto hasta un tono rojizodébil, había descascarado la superficiedel granito, y había chamuscadocierto tipo de material de edificación,y que, en consecuencia, enalgunos lugares la bomba había dejadoimpresas las huellas de las sombrasarrojadas por su luz. Los expertosencontraron, por ejemplo, unasombra permanente arrojada sobre eltecho de la Cámara de Comercio (a200 metros del centro aproximado)por la torre rectangular de la estructura;varias otras en el mirador encimadel Banco Hipotecario (2.000metros) ; otra en la torre de la UsinaEléctrica de Chugoku (800 metros); otra proyectada por la manija deun surtidor de gas (2.500 metros,) ;y varias sobre [104] lápidas de granitoen la pagoda de Gokoku (380metros). Triangulando estas y otrassombras semejantes con los objetosque las formaban, los científicos determinaronque el centro exacto eraun lugar a ciento cincuenta metrosdel portón de la pagoda, y unoscuantos metros al sudeste de la pilade ruinas que una vez fue el HospitalShima. (Se encontraron algunasvagas siluetas humanas, y esto dioorigen a historias que eventualmenteincluyeron la fantasía y detallesprecisos. Una de ellas contaba cómoun pintor trepado a una escalera fuemonumentalizado en una especie debajorrelieve sobre la fachada de piedradel banco en que estaba trabajando,en el momento de sumergir supincel en la lata de pintura; otra,cómo un hombre y su carreta en elpuente cerca del Museo de Cienciae Industria, casi bajo el centro de laexplosión, dejaron una sombra enrelieve, que mostraba al hombre enactitud de azotar a su caballo.) Haciael este y el oeste del verdaderocentro, los científicos hicieron nuevasmediciones a principios de setiembre,y la radiación más alta queencontraron esta vez era 3,9 vecesmayor que la «pérdida» natural.Puesto que para causar serios efectosen el cuerpo humano haría faltapor, lo menos mil veces más que la«pérdida» natural, los científicosanunciaron que se podía entrar enHiroshima sin ningún peligro en absoluto.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandeurent commencé à repousser - toute la short time, after her hair hadfamille sentit se relâcher sa haine pour started growing back again—her(Amérique, et Mme Nakamura envoya whole family relaxed their extremeson beau-frère s’enquérir de la machinehatred of America, and Mrs.à coudre. Elle était toujours immergée 5 Nakamura sent her brother-in-lawdans la petite citerne, et quand le to look for the sewing machine. Itbeau-frère la ramena avec lui, Mme was still submerged in the waterNakamura s’aperçut, à sa grande détresse,tank, and when he brought itqu’elle était toute rouillée et home, she saw, to her dismay, thatinutilisable.10 it was all rusted and useless.Il ordonna un traitement de suralimentation.The doctor prescribed surali-Toutes les trois heures, on mentation for Father Kleinsorge.bourra l’organisme du Père Kleinsorge Every three hours, they forcedd’oeufs ou de jus de viande de boeuf, et 60 some eggs or beef juice into him,on le gava d’autant de sucre qu’il en and they fed him all the sugar hepouvait tolérer. On y ajouta des vitamines,could stand. They gave him vita-du fer, de l’arsenic (solution de mins, and iron pills and arsenic (inFowler) pour l’anémie. Il réagit, à la Fowler’s solution) for his anemia.confusion de l’une et l’autre prédictions 65 He confounded both the doctor’sdu médecin : il ne mourut pas plus qu’il predictions; he neither died nor gotne fut debout au bout de quinze jours. up in a fortnight. Despite the factSi le message du médecin de Kobé le that the message from the Kobepriva d’une transfusion du sang, qui eût doctor deprived him of transfuquesu pelo comenzó a crecer de nuevo)su ____ familia redujo su odio extremocontra los Estados Unidos, yla señora Nakamura mandó a su cuñadoa buscar la máquina de coser.La encontró sumergida aún en el tanquede agua, y cuando la trajo a casala señora Nakamura vio, para su grandisgusto, que estaba completamenteoxidada e inservible.do empezó a crecerle nuevamente elpelo—, toda la familia atemperó suextremado odio hacia los EstadosUnidos, y la señora Nakamura envióa su cuñado a rescatar la máquinade coser. Estaba todavía sumergidaen el tanque de agua.Cuando se la trajo a casa, vio, congran dolor, que estaba oxidada einútil. [105]Au noviciat, vers la fin de la premièreBY THE END Of the first weeksemaine de septembre, le Père in September, Father KleinsorgeKleinsorge dut se mettre au lit avec was in bed at the Novitiate with aune fièvre de [160] 38,3 1/2 et comme 15 fever of 102.2, and since heson état avait l’air d’empirer, ses collèguesseemed to be getting worse, hisdécidèrent de l’envoyer à l’hô-colleagues decided to send him topital catholique international de Tokyo.the Catholic International HospicompagnèrentLe Père Cieslik et le recteur l’actalin Tokyo. Father Cieslik andjusqu’à Kobé, où un jésuite20 the rector took him as far as Kobede cette ville le prit en charge and a Jesuit from that city tookpour le reste du trajet, avec le message him the rest of the way, with asuivant d’un médecin de Kobé à message from a Kobe doctor to thel’adresse de la Mère supérieure de Mother Superior of the InternationalHospital: “Think twice be-l’hôpital catholique : « Regardez-y à deux 25fois avant de pratiquer une transfusion du fore you give this man blood transfusions,sang sur ce malade, parce que, dans le cas debecause withpatients du fait de la bombe atomique, nous atomic-bomb patients we aren’t atsommes loin d’être sûrs qu’une piqûre n’entraîneraall sure that if you stick needlespas une hémorragie continue. » 30 in them, they’ll stopbleeding.”Hacia fines de la primera semanade septiembre, el padre Kleinsorge seencontraba en cama en el noviciado,afectado por una fiebre de 39º, y,puesto que parecía estar empeorando,sus colegas [91] decidieron mandarloal Hospital Católico Internacionalde Tokio. El padre Cieslik y el rectorlo llevaron hasta Kobe y un jesuita dela localidad lo acompañó el resto delcamino con un mensaje de un doctorde Kobe para la Madre Superiora delHospital Internacional: «Piénselobien antes de darle a este hombretransfusiones sanguíneas, porque notenemos ninguna certeza de que lospacientes de la bomba atómica dejende sangrar después de ser pinchadoscon una jeringa».Hacia el final de la primera semanade setiembre, el padreKleinsorge estaba en cama en elNoviciado con una fiebre de 39º C,y como parecía empeorar, sus colegasdecidieron enviarlo al HospitalCatólico Internacional de Tokio. Elpadre Cieslik y el rector lo llevaronhasta Kobe, y un jesuita de esa ciudadlo acompañó el resto del camino,con un mensaje de un médico deKobe a la madre superiora del HospitalInternacional: «Piensen dosveces antes de darle a este hombreuna transfusión de sangre, porquecon los pacientes atómicos no estamosseguros de que, si le pinchamosagujas, los pinchazos dejarán desangrar.»Quand le Père Kleinsorge arriva à(hôpital, il était affreusement pâle ettenait à peine sur ses jambes. Il seplaignait de ce que la bombe avait mis 35sens dessus dessous sa digestion et luiavait causé des maux de ventre. Soncompte de globules blancs était detrois mille (la normale est de cinq àsept mille), il était atteint d’anémie 40grave, et sa température était montéeà 39. Un docteur qui ne savait guère àquoi s’en tenir sur ce genre de symptômesétranges - le Père Kleinsorgeétait un des rares « malades atomiques 45» que l’on eût envoyés à Tokyo - vintl’examiner et devant le patient semontra des plus encourageant. « Voussortirez d’ici dans une quinzaine »,dit-il. Mais dans le couloir i 1 déclara 50à la Mère supérieure : « I1 ne survivrapas. Tous ces gens de la bombe n’yrésistent pas, vous verrez. Ils tiennentle coup une, deux semaines, puis ilsmeurent. »55 die.”When Father Kleinsorge arrivedat the hospital, he was terribly paleand very shaky. He complainedthat the bomb had upset his digestionand given him abdominalpains. His white blood count wasthree thousand (five to seven thousandis normal), he was [97] seriouslyanemic, and his temperaturewas 104. A doctor who did notknow much about these strangemanifestations—Father Kleinsorgewas one of a handful of atomic patientswho had reached Tokyo—came to see him, and to thepatient’s face he was most encouraging.“You’ll be out of here intwo weeks,” he said. But when thedoctor got out in the corridor, hesaid to the Mother Superior, “He’lldie. All these bomb peopledieyou’ll see. They go along for acouple of weeks and then theyCuando el padre Kleinsorge llegóal hospital, estaba pálido y terriblementetembloroso. Se quejaba deque la bomba había alterado su digestióny le había provocado doloresabdominales. Su cuenta de glóbulosblancos era tres mil (lo normales tener de cinco a siete mil),estaba seriamente anémico y la temperaturale había subido a 40º—Vino a verlo un doctor que no sabíademasiado acerca de estas extrañasmanifestaciones —el padreKleinsorge era apenas uno entre unpuñado de pacientes de la bombaatómica que habían llegado hastaTokio—, y frente al paciente semostró muy optimista: «<strong>En</strong> dos semanassaldrá de aquí», le dijo. Peroal salir al corredor, le dijo a la madresuperiora: «Morirá. Toda estagente de la bomba muere, ya verá.Resisten un par de semanas y luegomueren».Cuando el padre Kleinsorge llegóal hospital estaba terriblementepálido y tembloroso. Se quejó deque la bomba le había alterado ladigestión y le había producido doloresabdominales. Su recuento deglóbulos blancos dio tres mil (lonormal es de cinco a siete mil); teníauna fuerte anemia y su temperaturaera de 400 C. Un médico queno entendía mucho acerca de estosextraños síntomas — el padreKleinsorge era uno de los muchospacientes atómicos llegados a Tokio— vino a verlo y ante él semostró muy alentador.—Usted saldrá de aquí en dossemanas — le dijo. Pero cuandosalió al corredor, el mismo médicole dijo a la madre superiora—:Morirá. Toda esta gente bombardeadamuere... Ya verá. Andanbien un par de semanas y despuésse mueren.7063El doctor prescribiósobrealimentación para el padreKleinsorge. Cada tres horas lo obligabana recibir huevos o carne en líquido,y le daban toda el azúcar quepudiera soportar. Le dieron vitaminas,pastillas de hierro y arsénico (ensolución de Fowler) para la anemia.El padre contrarió las dos prediccionesdel médico: ni murió ni salió endos semanas. A pesar de que el mensajedel doctor de Kobe lo privó detransfusiones —que hubieran sido laEl médico prescribiósobrealimentación al padreKleinsorge. Cada tres horas le hacíancomer a la fuerza algunos huevos ojugo de carne, y lo alimentaban contoda el azúcar que podía soportar. Ledieron vitaminas, píldoras de hierroy arsénico (en la solución de Fowler)para la anemia. Desmintió las dos prediccionesdel médico: ni —murió nise mejoró en dos semanas. A pesar delhecho de que el mensaje del médicode Kobe lo había privado [106] de las


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandété le meilleur de tous les remèdes, la sions, which would have been thefièvre et les troubles digestifs n’en disparurentmost useful therapy of all, his fe-pas moins assez rapidement. Le ver and his digestive troublescompte de globules blancs augmenta cleared up fairly quickly. His whitequelque temps, mais au début d’octobre, 5 count went up for a while, but earlyretomba à 3.600 ; puis en dix jours in October it dropped again, togrimpa brusquement plus haut que la 3,600; then, in ten days, it suddenlynormale, à 8.800 et finit par se stabiliserclimbed above normal, to 8,800;à 5.800. Ses égratignures ridicules and it finally settled at 5,800. Hisintriguaient tout le monde. Au bout de 10 ridiculous scratches puzzled everyone.quelques jours, elles [162] semblaientFor a few days, they wouldvouloir guérir ; puis, sitôt qu’il se mettaitmend, and then, when he movedà s’agiter un peu, elles se rouvraient. around, they would open up again.Dès qu’il commença à se sentir mieux, As soon as he began to feel well,il se prit à s’amuser énormément. A Hiroshima,15 he enjoyed himself tremendously.il était perdu dans la masse des In Hiroshima he had been one ofsouffrances, à Tokyo il devenait une curiosité.thousands of sufferers; in Tokyo heDe jeunes majors de l’armée was a curiosity. American Armyaméricaine vinrent à la douzaine l’observer.doctors [98] came by the dozen toLes experts japonais le question-20 observe him. Japanese expertsnaient. Un journal l’interviewa. Et un questioned him. A newspaper interviewedjour, le docteur dont il avait confonduhim. And once, the con-les prédictions lui rendit visite, secoua fused doctor came and shook hisla tête et dit : a A n’y rien comprendre, head and said, “Baffling cases,ces gens de la bombe. »25 these atomic-bomb people.”terapia más útil de todas—, la fiebrey los problemas digestivos sanaron rápidamente.Su cuenta de glóbulosblancos subió durante un tiempo, peroa principios de octubre volvió a bajar[92] a 3.600; entonces, en espacio dediez días, subió a más de lo normal,8.800, para establecerse después en5.800. Sus ridículos rasguños seguíandesconcertando a todo el mundo. Sanabandurante unos días, y luego,cuando el padre se movía un poco,volvían a abrirse. Tan pronto comocomenzó a sentirse un poco mejor, elpadre disfrutó inmensamente. <strong>En</strong>Hiroshima no había sido más que unoentre miles de afectados; en Tokio erauna curiosidad. Médicos del Ejércitonorteamericano venían por docenaspara verlo. Expertos japoneses lo interrogaban.Un diario lo entrevistó. Yuna vez vino a verlo el doctor que sehabía equivocado, le dio un apretónde manos y dijo: «Es desconcertante,esta gente de la bomba atómica».transfusiones, que hubiera sido la mejorterapia, su fiebre y sus malestaresdigestivos desaparecieron rápido. Lacantidad de glóbulos blancos subió unpoco, pero a principios de octubrevolvió a bajar a tres mil seiscientos;luego en diez días, subió hasta sobrepasarla normal: ocho mil ochocientos;finalmente se regularizó en cincomil ochocientos. Sus ridículos rasguñosintrigaban a todo el mundo. Secerraban por unos días y luego, cuandose movía, volvían a abrirse. <strong>En</strong>cuanto comenzó a sentirse bien se entretuvoenormemente. <strong>En</strong> Hiroshimahabía sido uno de los miles de víctimas:en Tokio era una curiosidad. Losmédicos del ejército norteamericanoiban por docenas a observarlo. Los expertosjaponeses lo interrogaban. Unperiódico le hizo un reportaje. Y unavez, el desconcertado doctor entró,movió la cabeza, y dijo:—Casos extravagantes, esta gentede la bomba atómica.Mme Nakamura et sa fille Myeko ne MRS. NAKAMURA lay indoorssortaient pas, toujours couchées. Touteswith Myeko. They bothdeux continuaient à être malades et nauséeuses,continued sick, and though Mrs.et bien que Mme Nakamura eût 30 Nakamura vaguely sensed thatvaguement le sentiment que leurs ennuis their trouble was caused by thevenaient de la bombe, elle était trop pauvrebomb, she was too poor to see apour voir un docteur et ne sut donc doctor and so never knew ex-jamais exactement ce qu’elle eut. Sans actly what the matter was.le moindre traitement, simplement à 35 Without any treatment at all,force de repos, les deux malades petit à but merely resting, they beganpetit se sentirent [163] mieux. Myeko gradually to feel better. Some ofperdit un peu de ses cheveux et elle avait Myeko’s hair fell out, and sheau bras une brûlure minuscule qui mit had a tiny burn on her armdes mois à guérir. Toshio, le garçon, et 40 which took months to heal. Thela fille aînée, Yaeko, avaient l’air en boy, Toshio, and the older girl,assez bonne forme, ce qui n’empêcha Yaeko, seemed well enough,que tous deux, de leur côté, perdirent un though they, too, lost some hairpeu de leurs cheveux et qu’il leur arriva and occasionally had bad headaches.Toshio was still havingde souffrir de maux de tête. Toshio avait 45toujours des cauchemars où il revoyait nightmares, always about therégulièrement Hideo Osaki, le jeune mécanonineteen-year-old mechanic,de dix-huit ans, son héros, qui avait Hideo Osaki, his hero, who hadpéri dans le bombardement.been killed by the bomb.50Alité, avec 39 de fièvre, M. ON HIS BACK with a fever ofTanimoto se faisait du mauvais sang en 104, Mr. Tanimoto worried aboutpensant à tous les services funèbres all the funerals he ought to be conductingquil aurait dû célébrer pour les trépassésfor the deceased of hisde sa paroisse. Il croyait être victime,55 church. He thought he was justsimplement, du surmenage auquel overtired from the hard work heil s’était astreint depuis le bombardement,had done since the bombing, butmais la fièvre persistant, au bout after the fever had persisted for ade quelques jours, il envoya chercher few days, he sent for a doctor. Theun médecin. Celui-ci avait trop à faire 60 doctor was too busy to visit himpour se rendre jusqu’à Ushida, mais in Ushida, but he dispatched adépêcha une infirmière qui reconnut nurse, who recognized his symptomsles symptômes d’une légère atteinte deas those of mild radiationmaladie [164] de la radio-activité et disease and came back from timerevint de temps à autre faire au malade 65 to time to give him injections ofdes injections de vitamine B.1. Un prêtreVitamin B1. A Buddhist priest withbouddhiste que connaisait M. whom Mr. Tanimoto was ac-Tanimoto lui rendit visite et lui suggéraquainted called on him and sug-d’essayer de la moxibustion. Le gested [99] thatmoxibustion7064La señora Nakamura se manteníacon Myeko dentro de su casa. Las dosseguían enfermas, y aunque la señoraNakamura vagamente intuía que sumalestar era consecuencia de la bomba,era demasiado pobre para consultara un doctor, y nunca llegó a sabercuál era exactamente el problema. Sinrecibir tratamiento de ningún tipo,simplemente descansando, poco apoco se empezaron a sentir mejor.Myeko perdió un poco de pelo y unaherida pequeña que tenía en el brazotardó meses en sanar. El niño, Toshio,y la niña mayor, Yaeko, parecían encontrarsebastante bien, aunque tambiénellos habían perdido un poco depelo y sufrían de vez en cuando defuertes dolores de cabeza. Toshio todavíatenía pesadillas: soñaba siemprecon Hideo Osaki, el mecánico dediecinueve años, su héroe, a quien labomba había matado.Acostado y con 40º de fiebre, el señorTanimoto no dejaba de preocuparsepor todos los funerales que deberíaestar celebrando para [93] los difuntosde su iglesia. Había pensadoque lo suyo era un simple cansanciopor el demasiado trabajo que habíallevado a cabo desde la bomba, perodespués de que la fiebre persistieradurante varios días, hizo venir a undoctor. El doctor estaba demasiadoocupado para visitarlo en Ushida;envió a una enfermera que reconociólos síntomas de unaradiotoxemia leve y regresó de vezen cuando para darle inyecciones devitamina B1. Un monje budista, conocidodel señor Tanimoto, lo llamópara decirle que unaLa señora Nakamura estabaacostada dentro de la casa conMyeko. Ambas continuaban enfermas,y aunque la señora Nakamuraintuía vagamente que su malestarse debía a la bomba, era demasiadopobre para ver a un médico yentonces nunca supo exactamentequé tenía. Sin ninguna clase de tratamiento,con mero reposo, gradualmentecomenzó a sentirse mejor.Myeko perdió algo de pelo, yademás tenía en el brazo una minúsculaque madura que tardó mesesen cicatrizar. El varón, Toshio,y Yaeko, la hija mayor, parecíanbastante bien, aunque perdierontambién algo de pelo, y ocasionalmentesufrían fuertes jaquecas.Toshio continuaba con sus pesadillas,siempre relacionadas consu héroe, el joven Hideo Osaki,muerto por la bomba. [107]Con una fiebre de 40º C a cuestas,el señor Tanimoto se preocupópor los funerales que debía estar llevandoa cabo para los muertos de suparroquia. Pensó que sólo estabaagotado por el trabajo que realizódesde el bombardeo, pero cuandocomprobó que la fiebre persistíadespués de unos cuantos días, enviópor un médico. Este estaba demasiadoocupado para ir a visitarlo enUshida, pero mandó una enfermera,que reconoció sus síntomas como elmal de la radiación, aunque leve, ycomenzó a ir cada tanto a darle inyeccionesde vitamina B1. Un sacerdotebudista amigo del señorTanimoto lo llamó para decirle quemejoraría si practicaba la


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandEl doctor Sasaki y sus colegasdel Hospital de la Cruz Roja observaronel desarrollo de esa enfermedadsin precedentes, y finalmenteforjaron una teoría acerca de su naturaleza.Decidieron que tenía tresetapas. La primera fue superada aúnantes de que los médicos supiesenque estaban viéndoselas con unaenfermedad nueva: era la reaccióndirecta del cuerpo hacia el bombardeo,en el momento en que la bombaemitió, por medio de losneutrones, rayos gamma y partículasbeta. La gente aparentementeilesa que había muerto tan [108]misteriosamente en las primerashoras o días, sucumbió a esta etapa.Mató al noventa y cinco porciento de la gente a media milla ala redonda del centro de la explosión,y a muchos miles que estabanmás lejos. Los médicos se dieroncuenta retrospectivamente que,aunque la mayoría de estos muertoshabían sufrido también quemadurasy heridas, habían absorbidoradiactividad en cantidad suficientepara matarlos. Los rayos destruyeronlas células del cuerpo: o seaque su núcleo se degeneró y rompiólas paredes. Mucha gente que nomurió en el acto sufrió náuseas, jaqueca,diarrea, cansancio y fiebre,durante varios días. Los médicos nopodían asegurar si algunos de estossíntomas eran el resultado de la radiacióno un shock nervioso. La segundaetapa apareció diez o quincedías después del bombardeo. Su primersíntoma fue la caída del pelo.Después diarrea y fiebre, que enalgunos casos alcanzaba a 41,10 C.De veinticinco a treinta días despuésde la explosión, aparecierondesórdenes de la sangre: las encíassangraban, la cantidad de glóbulosblancos disminuía rápidamente, yen la piel y en las membranasmucosas aparecían petechiae. Lareducción en el número de glóbuprêtremontra au pasteur comment seservir lui-même de ce vieux remède japonais,en faisant brûler sur le poignet,à l’endroit du pouls, quelques brinstressés de moxa, plante médicinale à 5vertus stimulantes. M. Tanimoto découvritque chaque traitement de moxa faisaittomber momentanément la fièvred’un degré. L’infirmière lui avait conseilléde manger le plus possible. Sa 10belle-mère, qui vivait à Tsuzu, à quelquetrente kilomètres de là, lui apportaitrégulièrement des légumes et dupoisson frais. Il passa un mois au lit,et puis fit dix heures de train pour allerchez son père, à Shikoku où il se15reposa un autre mois.might give him relief; the priestshowed the pastor how to givehimself the ancient Japanesetreatment, by setting fire to atwist of the stimulant herb moxaplaced on the wrist pulse. Mr.Tanimoto found that each moxatreatment temporarily reduced hisfever one degree. The nurse had toldhim to eat as much as possible, andevery few days his mother-in-lawbrought him vegetables and fish fromTsuzu, twenty miles away, whereshe lived. He spent a month in bed,and then went ten hours by train tohis father’s home in Shikoku. Therehe rested another month.moxibustión podría aliviarlo, y lemostró cómo podía aplicarse a símismo el antiguo tratamiento japonésen el cual una ramita de moxa,la hierba estimulante, se ataba a lamuñeca y se le prendía fuego. El señorTanimoto comprobó que cada tratamientocon moxa reducía en un gradosu fiebre. La enfermera le habíarecomendado comer todo lo que pudiera,y cada cierto tiempo su suegrale traía vegetales y pescado de Tsuzu, ellugar donde vivía, a treinta kilómetros deallí. El señor Tanimoto guardó cama duranteun mes, y luego hizo un viaje de diez horasen tren para llegar al hogar de su padreen Shikoku. Allí se quedó un mes más.moxibustión; el sacerdote enseñó alpastor cómo aplicarse el antiguo tratamientojaponés, pegando fuego aun manojo de la estimulante hierbade moxa sujeta en la muñeca. El señorTanimoto descubrió que cadatratamiento con moxa sujeta reducíatemporariamente su fiebre en un grado.La enfermera le había recomendadocomer lo más posible, por locual cada tantos días su suegra lellevaba desde Tsuzu, a veinte millas,donde ella vivía, hortalizas y pescado.Pasó un mes en cama y luegohizo un viaje de diez horas en trenhasta la casa de su padre, enShikoku. Allí descansó otro mes.Le docteur Sasaki et ses collègues de(hôpital de la Croix-rouge suivaient 20(évolution de cette maladie sans précédentet, [165] finirent par aboutir à unethéorie sur sa nature. Elle comportait,décidèrent-ils, trois stades. Le premierétait déjà passé, que les médecins 25étaient encore loin de se douter qu’ilsavaient à faire à un mal d’une espècenouvelle; il s’agit, à ce stade, de laréaction immédiate des victimes aubombardement de l’organisme, à l’instantde l’explosion, par les neutrons, les30particules bêta et les rayons gamma. Lespersonnes, apparemment indemnes, quisuccombèrent si mystérieusement aucours des premières heures et journées, 35furent les victimes de cette premièrephase du mal. Quatre-vingt-quinze pourcent des gens qui se trouvaient à moinsde 800 mètres du centre d’explosion, etdes milliers d’autres, plus éloignés, 40périrent de la sorte. Rétrospectivement,les docteurs se rendirent compte que,quelle que fût l’étendue des brûlures etdes effets du souffle pour ces gens, ilsavaient absorbé assez de radiations 45pour en périr. Les rayons détruisirentpurement et simplement les cellules del’organisme, provoquant la dégénérescencedes noyaux, et faisant éclater lesparois. Bien des gens, qui ne succombèrentpas sur le coup, furent la proie,50pendant plusieurs jours, de nausées, demaux de tête, de [166] malaises accompagnésde fièvre, sans que les docteurspussent affirmer si certains de ces 55symptômes étaient le résultat de laradio-activité ou d’une commotion nerveuse.Le second stade fit son apparitiondix ou quinze jours après l’explosion.Le principal symptôme en fut la 60chute des cheveux; vinrent ensuite diarrhéeet fièvre (celle-ci montant jusqu’àune température de 39,6 1 /2).Vingt-cinq ou trente jours après labombe, ce fut au tour de désordres du 65système sanguin de se montrer : saignementde gencives, diminution brutale dunombre de globules blancs, petechiae sedéclarant sur la peau et les muqueuses.70DR. SASAKI and his colleaguesat the Red Cross Hospitalwatched the unprecedenteddisease unfold and at lastevolved a theory about its nature.It had, they decided, threestages. The first stage had beenall over before the doctors evenknew they were dealing with anew sickness; it was the directreaction to the bombardment ofthe body, at the moment whenthe bomb went off, by neutrons,beta particles, and gamma rays.The apparently uninjured peoplewho had died so mysteriously inthe first few hours or days hadsuccumbed in this first stage. Itkilled ninety-five per cent ofthe people within a half mile ofthe center, and many thousandswho were farther away. Thedoctors realized in retrospectthat even though most of thesedead had also suffered fromburns and blast effects, they hadabsorbed enough radiation tokill them. The rays simply destroyedbody cells—causedtheir nuclei to degenerate [100]and broke their walls. Manypeople who did not die rightaway came down with nausea,headache, diarrhea, malaise,and fever, which lasted severaldays. Doctors could not be certainwhether some of thesesymptoms were the result of radiationor nervous shock. Thesecond stage set in ten or fifteendays after the bombing. Its firstsymptom was falling hair. Diarrheaand fever, which in somecases went as high as 106 camenext. Twenty-five to thirty daysafter the explosion, blood disordersappeared: gums bled, thewhite-blood-cell count droppedsharply, and petechiae appearedon the skin and mucous membranes.The drop in the number65El doctor Sasaki y sus colegas delhospital de la Cruz Roja observaronel despliegue de aquella enfermedadsin precedentes y luego desarrollaronuna teoría sobre su naturaleza.Según decidieron, tenía tres etapas.La primera etapa ya había terminadopara cuando los doctores se dieroncuenta de que se encontrabanfrente a una nueva enfermedad; erala reacción directa del cuerpo al serbombardeado, en el momento de laexplosión de la bomba, porneutrones, partículas beta y rayosgamma. Las personas aparentementeilesas, pero que habían muerto tanmisteriosamente en los primerosdías después de la bomba, sucumbierona esta primera etapa. <strong>En</strong> ellamurió el noventa y cinco por ciento[94] de la gente que se encontraba aun kilómetro del centro, y muchosmiles de los que se encontraban máslejos. Retrospectivamente, los doctoresse percataron de que, aunqueestas víctimas probablemente habíansufrido quemaduras y efectosdel impacto, habían absorbido suficienteradiación para matarlas. Losrayos, simplemente, destruían lascélulas: causaban la degeneraciónde su núcleo y rompían sus membranas.Muchos de quienes no murieronde inmediato enfermaron denáuseas, jaquecas, diarrea, malestargeneral y fiebre, síntomas que durabanvarios días. Los doctores nuncapudieron confirmar si estos síntomaseran consecuencia de la radiacióno bien de una crisis nerviosa.La segunda etapa comenzaba diez oquince días después de la bomba. Suprimer síntoma era la caída del pelo.<strong>En</strong>seguida había diarrea y una fiebreque en ocasiones llegaba a los4i° grados. Veinticinco a treintadías después de la explosión, aparecíandesórdenes sanguíneos: laencías sangraban, la cantidad deglóbulos blancos caía dramáticamente,y aparecían petechiae sobre


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandLa baisse massive du nombre de globulesof white blood corpuscles retanceblancs réduisait la capacité de résisducedthe patient’s capacity todu patient à l’infection; d’où la resist infection, so open woundslenteur que mettaient les plaies ouverteswere unusually slow in healingà se refermer, et les maux de gorge, 5 and many of the sick developedles maladies buccales dont souffrirent sore throats and mouths. Thede nombreux hospitalisés. Les deux two key symptoms, on which thesymptômes fondamentaux qui finirent doctors came to base their prognosis,par servir de base aux pronostics deswere fever and the low-médecins furent : la fièvre et la diminution10 ered whitecorpuscle count. Ifdu nombre de globules blancs. Si fever remained steady and high,la fièvre persistait à plafonner, le patientthe patient’s chances for sur-n’avait que peu de chances de s’en vival were poor. The whitetirer. Le compte de globules tombait count almost always droppedpresque toujours au-dessous de [167] 15 below four thousand; a patientquatre mille ; au-dessous de mille, le whose count fell below onemalade n’avait que peu d’espoir de survivre.thousand had little hope of liv-Vers la fin de ce second stade, si ing. Toward the end of the sec-le patient parvenait à le franchir, l’anémieond stage, if the patient surlesou diminution du nombre de globu-20 vived, anemia, or a drop in therouges se mettait de la partie. Le red blood count, also set in. Thetroisième stade était la réaction qui survenaitthird stage was the reaction thatavec la lutte de l’organisme pour came when the body struggledcompenser le mal, lorsque, par exemple, to compensate for its ills—le nombre de globules blancs non seulement25 when, for instance, the whiterevenait à la normale, mais dé-count not only returned to nor-passait considérablement celle-ci. A ce mal but increased to muchstade, nombre de patients moururent de higher than normal levels. Incomplications, par exemple : infection this stage, many patients died ofde la cavité pulmonaire. La plupart des 30 complications, such as infectionsbrûlures guérissaient en présentantin the chest cavity. [101]d’épaisses couches de tissu cicatrisé, Most burns healed with deeprose et d’apparence caoutchouteuse, layers of pink, rubbery scar tissue,connu sous le nom de tumeurs kéloïdes.known as keloid tumors.La durée de la maladie était variable, 35 The duration of the disease varied,selon la constitution du patient et ladepending on the patient’squantité de radiations qu’il avait absorbée.constitution and the amount ofCertains entraient en convales-radiation he had received. Somecence au bout d’une semaine ; d’autres victims recovered in a week;ne s’en remirent qu’après plusieurs 40 with others the disease draggedmois.on for months.la piel y las mucosas. La disminuciónde glóbulos blancos reducía lacapacidad del paciente para resistirlas infecciones; las heridas tardabanmucho en sanar, y muchos de lospacientes desarrollaban infeccionesde garganta y de boca. Los dos síntomasclave en los cuales los doctoresllegaron a basar su prognosisfueron la fiebre y la baja cantidadde glóbulos blancos. Si la fiebre semantenía alta y constante, la posibilidadde supervivencia del pacienteera poca. La cuenta de glóbulosblancos casi siempre bajaba a menosde cuatro mil; un paciente cuyacuenta bajara a menos de mil teníapoca esperanza de vida. Hacia el finalde la segunda etapa —si sobrevivíael paciente— surgía una anemia,o baja cantidad de glóbulos rojos.La tercera etapa era la reacciónque se desarrollaba cuando el cuerpointentaba compensar sus males:por ejemplo, la cuenta de glóbulosblancos [95] no sólo regresaba a lanormalidad sino que la sobrepasaba.<strong>En</strong> esta etapa, muchos pacientes moríande complicaciones como infeccionesen la cavidad pulmonar. Lamayor parte de las quemaduras dejabanal sanar capas profundas de tejidocicatrizado de color rosa y detextura gomosa conocidas como tumoresqueloides. La duración de laenfermedad variaba dependiendo dela constitución del paciente y de lacantidad de radiación recibida. Algunasvíctimas se recuperaban enuna semana; para otras, la enfermedadtardaba meses en sanar.A medida que se revelaban los síntomasiba quedando claro que muchosde ellos eran similares a los efectos delas sobredosis de rayos X, y los doctoresbasaron sus terapias en ese parecido.Le daban a las víctimas aceite dehígado, transfusiones de sangre y vitaminas,especialmente B1. La escasezde suministros y de instrumentosobstaculizó las terapias. Los doctoresaliados que llegaron después de la rendicióncomprobaron la eficacia delplasma y de la penicilina. Puesto quelos desórdenes sanguíneos eran, a largoplazo, el factor predominante de laenfermedad, algunos de los doctoresjaponeses desarrollaron una teoría conrespecto a la razón de la enfermedadpostergada. Pensaban que los rayosgamma, al penetrar el cuerpo en elmomento de la explosión, volvíanradioactivo el fósforo de los huesos delas víctimas, y que los huesos, a suturno, emitían partículas beta, las cuales,aunque no podían penetrar la carne,podían entrar en la médula ósea,donde la sangre se fabrica, y arruinarlosblancos disminuía la capacidaddel paciente para resistir la infección,de manera que las heridasabiertas usualmente demoraban encerrarse, y muchos de los enfermosincubaban enfermedades en la bocay en la garganta. Los dos síntomasclave sobre los cuales los médicosbasaron su diagnóstico fueron lafiebre y la disminución de glóbulosblancos. Si la fiebre se manteníaalta mucho tiempo, las probabilidadesde supervivencia del enfermoeran pocas. Los glóbulos blancoscasi siempre bajaban a menos decuatro mil; el paciente cuyo recuentodaba menos de mil tenía pocasesperanzas de vivir. Hacia el fin dela segunda etapa, si el paciente sobrevivía,también se [109] notabaanemia, o disminución de los glóbulosrojos. La tercera etapa era lareacción del cuerpo al luchar contrala enfermedad: por ejemplo, losglóbulos blancos no sólo volvían ala normalidad, sino que su nivelsubía mucho. <strong>En</strong> esta etapa, muchospacientes murieron a causa de lascomplicaciones, tales como infeccionesen la cavidad torácica. Lamayoría de las quemaduras se cicatrizabancon profundas capas de untejido gomoso y rosado, llamadastumores keloides. La duración de laenfermedad variaba de acuerdo conla constitución del paciente y conla cantidad de radiación que habíarecibido. Algunas víctimas se recuperaronen una semana; otras arrastraronla enfermedad durante meses.Au fur et à mesure que se révélaient les As the symptoms revealedsymptômes, il devint évident qu’ils ressemblaientthemselves, it became clear thaten grande partie aux effets d’une 45 many of them resembled the ef-application excessive de rayons X, et les fects of overdoses of X-ray, anddocteurs partirent de cette ressemblance the doctors based their therapy[168] pour traiter les malades. Ils administrèrenton that likeness. They gave vic-aux victimes des extraits de foie, des tims liver extract, blood transfu-vitamines (B1, notamment) et pratiquèrent 50 sions, and vitamins, especiallydes transfusions du sang. La pénurie de B1. The shortage of supplies andmédicaments et d’instruments chirurgicaux instruments hampered them. Alliedles gênait grandement. Les médecins desdoctors who came in afterforces alliées, qui intervinrent après la reddition,the surrender found plasma andtrouvèrent que le plasma . et la pé-55 penicillin very effective. Sincenicilline avaient une action très efficace. the blood disorders were, in theLes, désordres du système sanguin étant, à long run, the predominant factorla longue, le facteur prédominant de la in the disease, some of the Japanesemaladie, certains médecins japonais échafaudèrentdoctors evolved a theory asune théorie sur 1e siège de ces 60 to the seat of the delayed sickness.interminables malaises. Ils en vinrent àThey thought that perhapspenser que, peut-être, sous l’effet des gamma rays, entering the body atrayons gamma pénétrant dans l’organisme the time of the explosion, madeau moment de l’explosion, le phosphore du the phosphorus in the victims’tissu osseux devenait radio-actif et émettait65 bones radioactive, and that theyà son tour des particules bêta qui, si in turn emitted beta particles,elles ne pouvaient pénétrer profondément which, though they could notdans les chairs, pouvaient s’infiltrer dans penetrate far through flesh,la moelle, créatrice de sang, et peu à peu could enter the bone marrow,7066Mientras los síntomas ibanrevelándose, se hizo claro que muchosde ellos se parecían a los efectos dela prolongada exposición a los rayosX, y los médicos basaron su terapiaen esa similitud. Les dieron a las víctimasextracto de hígado, transfusionesde sangre, y vitaminas, especialmenteB1. La escasez de remedios einstrumentos era un inconveniente.Los médicos aliados que entraron despuésde la rendición encontraron queel plasma y la penicilina eran muyefectivos. Puesto que los desórdenessanguíneos eran, a la larga, el factorpredominante de la enfermedad, algunosde los médicos japoneses desarrollaronuna teoría en cuánto a su asiento.Pensaron que quizá los rayosgamma, al entrar al cuerpo en el momentode la explosión, hacíanradiactivo el fósforo de los huesos delas víctimas, y que éstos a su vez emitíanpartículas beta, las cuales, a pesarde no poder penetrar profundamenteen la carne, podían atravesar lamédula ósea, donde se elabora la san-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandl’épuiser. Quelle que fût son origine, lamaladie offrait plus d’un caractère subtil.Les symptômes fondamentaux ne se présentaientpas chez tous les patients. Les genswhere blood is manufactured,and gradually tear it down.Whatever its source, the diseasehad some baffling quirks. Not allthe patients exhibited all themain symptoms. People who sufferedflash burns were protected,to a considerable extent, fromradiation sickness. Those whoqui avaient enduré des brûlures du fait de 5l’éclair de la bombe étaient [169] protégésdans une mesure considérable des atteintesde la radio-activité. Ceux qui s’étaient reposéstranquillement plusieurs jours, oumême simplement plusieurs heures après le 10bombardement, étaient beaucoup moinssujets au mal que ceux qui s’étaient dépensés.Les cheveux gris tombaient rarement.Et, comme si la nature avait voulu protégerl’homme contre les effets de sa candeur 15généreuse, les fonctions de reproduction setrouvaient affectées pour un temps : leshommes étaient frappés de stérilité ; lesfemmes étaient sujettes aux fausses coucheset cessaient de menstruer.20 menstruation stopped.had lain quietly for days or evenhours after the bombing weremuch less liable to get sick than[102] those who had been active.Gray hair seldom fell out. And,as if nature were protecting managainst his own ingenuity, thereproductive processes were affectedfor a time; men becamesterile, women had miscarriages,la gradualmente. Sea cual fuere su origen,la enfermedad tenía caprichosdesconcertantes. No todos los pacientesexhibían los mismos síntomas básicos.Quienes habían sufrido quemadurasdebido a la irradiación quedaronhasta cierto punto protegidos de laradiotoxemia. Los que mantuvieroncierto reposo durante los días (e inclusolas horas) que siguieron a la explosióntenían menos posibilidades [96]de enfermar que los más activos. Elpelo gris rara vez se caía. Y, como sila naturaleza estuviera protegiendo alhombre de su propia inventiva, losprocesos reproductivos quedaron afectadosdurante un tiempo; los hombresquedaron estériles, las mujeres sufrieronabortos y la menstruación se detuvo.El 23 de octubre, tras ponerle a laseñorita Sasaki una dosis de procaínacomo anestesia local, el doctor Sasakihizo una incisión en su pierna paradrenar la infección, que persistía aúnonce semanas después de la herida.Durante los días que siguieron se formótanto pus que el doctor tuvo quevendar la herida cada mañana y nuevamenteen la tarde. Una semana despuésla señorita se quejó de que le dolíamucho, así que el doctor [97] hizouna nueva incisión; cortó por terceravez el g de noviembre y el 26 amplióeste corte. Mientras tanto, la señoritaSasaki se debilitaba más y más, y suánimo decaía. Un día vino a visitarlael joven que le había prestado su copiade Maupassant en Hatsukaichi; ledijo que estaba a punto de viajar aKyushu pero que le gustaría verla denuevo cuando regresara. Ella no se inmutó.Su pierna había estado tan hinchaday dolorosa que el doctor ni siquierahabía intentado acomodar lafractura y, aunque unos rayos X togre,y destruirla gradualmente. Cualquierafuese su origen, la enfermedadtenía algunas bromas extrañas. No todoslos pacientes exhibían todos lossíntomas principales. [110] La genteque sufrió quemaduras estuvo considerablementeprotegida del mal de laradiación. Aquellos que se habían quedadoquietos durante días o aun horasdespués del bombardeo, tuvieron muchasmenos probabilidades de enfermarseque los que estuvieron en actividad.El pelo blanco caía muy raravez. Y, como si la naturaleza protegieraal hombre contra su propia ingenuidad,los procesos reproductores se vieronafectados durante algún tiempo:los hombres quedaron estériles, lasmujeres tuvieron desórdenes, la menstruaciónse detuvo.Durant les dix jours qui suivirent lesinondations, le docteur Fujii demeurachez le paysan qui l’avait recueilli, surla montagne dominant l’Ota. Puis il entenditparler d’une clinique privée qui25cherchait acquéreur, à Kaitaichi, faubourgsitué à l’est de Hiroshima. Il s’empressade l’acheter, s’y installa et [170]fit poser une plaque en anglais (en l’honneurdes30conquérants)FOR TEN days after theflood, Dr. Fujii lived in thepeasant’s house on the mountainabove the Ota. Then he heardabout a vacant private clinic inKaitaichi, a suburb to the eastof Hiroshima. He bought it atonce, moved there, and hung outa sign inscribed in <strong>En</strong>glish, inhonor of the conquerors:Durante los diez días siguientes a lainundación el doctor Fujii vivió en lacasa del campesino, en la falda de lamontaña sobre el río Ota. Fue entoncesque oyó hablar de una clínica privadaque estaba vacante en Kaitachi, un suburbioal este de Hiroshima. La compróde inmediato, se mudó allí y colgóun letrero escrito en inglés en honor delos conquistadores:Durante diez días después de lainundación, el doctor Fujii vivió en lacasa del campesino, en la montaña sobreel río Ota. Luego oyó decir que enKaitaichi, suburbio al este deHiroshima, había una clínica privadavacante. La compró en seguida, fue avivir ahí, y colgó afuera un cartel escritoen inglés en honor de los conquistadores:M. FUJIIDocteur en médecineAffections courantes et maladies vénériennes. 35<strong>En</strong>tièrement remis de ses blessures, ilne tarda pas à se faire une forte clientèle ;et il ne manquait pas d’être ravi, le soir, derecevoir chez lui des membres de l’arméed’occupation, auxquels il prodiguait le 40whisky en échange de la pratique bénévolede leur langue.M. FUJII, M.D.MEDICAL & VENEREALQuite recovered from hiswounds, he soon built up a strongpractice, and he was delighted, inthe evenings, to receive membersof the occupying forces, on whomhe lavished whiskey and practiced<strong>En</strong>glish.M. FUJIl, M. D.Medical & VenerealBastante recuperado de sus heridas,el doctor Fujii llegó muy prontoa levantar un consultorio sólido, y enlas tardes le encantaba recibir amiembros de las fuerzas de ocupación,con quienes practicaba el inglésy no escatimaba el whisky.M. FUJII, D. EN M.Clínicas y venéreasCompletamente recuperado desus heridas, pronto ganó granrenombre, y le deleitaba, por lasnoches, recibir a miembros delas fuerzas de ocupación, conlos cuales tomaba whisky ypracticaba inglés.Après avoir pratiqué l’anesthésie localeà la procaïne, le docteur Sasaki fit 45une incision dans la jambe de MlleSasaki, le 23 octobre, afin de drainerl’infection qui, onze semaines après ladate où avait été infligée la blessure,persistait toujours. Les jours suivants, 50il se forma tant de pus que le jeune médecindut renouveler lui-même matin etsoir les pansements. Au bout d’une semaine,la patiente se plaignit de souffrirbeaucoup ; le docteur Sasaki fit 55alors une [171] seconde incision ; puisune troisième, le 9 novembre, qu’ilagrandit le 26 du même mois. Pendanttout ce temps, Mlle Sasaki ne cessaitpas de s’affaiblir, en même temps que 60son moral baissait. Un jour, le jeunehomme qui lui avait prêté une traductionde Maupassant à Hatsukaichi, vint.lui rendre visite ; il lui dit qu’il allaitpartir pour Kyushu, mais qu’à son retour,il aimerait bien la revoir. Ce voeu65laissa la jeune fille parfaitement indifférente.Sa jambe n’ayant jamais cesséd’enfler et de lui faire mal, le docteur70GIVING Miss Sasaki a localanaesthetic of procaine, Dr.Sasaki made an incision in herleg on October 23rd, to drain theinfection, which still lingered oneleven weeks after the injury. Inthe following days, so much pusformed that he had to dress theopening each morning andevening. A week later, she complainedof great pain, so he madeanother incision; he cut still athird, on November 9th, and enlargedit on the twenty-sixth. Allthis time, Miss Sasaki grewweaker and weaker, and [103] herspirits fell low. One day, theyoung man who had lent her histranslation of de Maupassant atHatsukaichi came to visit her; hetold her that he was going toKyushu but that when he cameback, he would like to see heragain. She didn’t care. Her leghad been so swollen and painfulall along that the doctor had not67Después de dar a la señoritaSasaki anestesia local de procaína,el doctor Sasaki le hizo una incisiónen la pierna el 23 de octubre, paradrenar la infección que aún duraba,en la décimoprimer semana despuésde producirse la herida. Los días siguientesse formó tanto pus que tuvoque vendar la abertura todas las mañanasy las noches. Una semana mástarde la paciente se quejó de tan grandolor, que el médico tuvo que practicarotra incisión; [111] aun hizouna tercera, el 9 de noviembre, y laagrandó el veintiséis. Para entonces,la señorita Sasaki se puso cada vezmás débil, y su ánimo decayó. Undía, el joven que le había ‘prestadosu traducción de Maupassant enHatsukaichi, vino a visitarla; le dijoque se iba a Nyushu, pero que legustaría volver a verla a su regreso.A ella no le importó. Todo el tiempohabía estado su pierna tan hinchaday dolorida que el doctor nihabía intentado ver sus fracturas, y


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandn’avait même pas essayé de réduire lafracture, et bien que les rayons X eussentmontré, en novembre, que les os seressoudaient, la malade pouvait voir,sous le drap, que sa jambe gauche était 5de près de six centimètres plus courteque l’autre et que son pied gauche setournait vers l’intérieur. Elle songeaitsouvent à celui avec qui elle s’étaitautrefois fiancée. Quelqu’un lui avait 10dit qu’il était rentré d’au delà des mers.Elle se demandait ce qu’on avait bienpu lui dire de ses blessures, pour qu’ilne vint pas la voir. [172]even tried to set the fractures,and though an X-ray taken in Novembershowed that the boneswere mending, she could see underthe sheet that her left leg wasnearly three inches shorter thanher right and that her left footwas turning inward. She thoughtoften of the man to whom she hadbeen engaged. Someone told herhe was back from overseas. Shewondered what he had heardabout her injuries that made himstay away.15Le Père Kleinsorge sortit de l’hôpital FATHER KLEINSORGE wasde Tokyo le 19 décembre et prit le train discharged from the hospital inpour rentrer à Hiroshima. <strong>En</strong> chemin, deux Tokyo on December 19th andjours plus tard, à Yokogawa, dernière stationtook a train home. On the way,avant Hiroshima, il vit monter dans 20 two days later, at Yokogawa, ason wagon le docteur Fujii. C’était la premièrestop just before Hiroshima, Dr.fois que ces deux hommes se re-Fujii boarded the train. It was thevoyaient depuis le bombardement. Ils firentfirst time the two men had metensemble le reste du voyage. Le doc-since before the bombing. Theyteur Fujii raconta au jésuite qu’il se rendait25 sat together. Dr. Fujii said he wasà une réunion de famille, pour com-going to the annual gathering ofmémorer, comme tous les ans, la mort de his family, on the anniversary ofson père. Quand ils en vinrent à parler de his father’s death. When theyleurs expériences respectives, le docteur started talking about their experiences,the Doctor was quite en-fit beaucoup rire le Père Kleinsorge en lui 30relatant comment ses résidences successivestertaining as he told how hisavaient toutes témoigné d’un même places of residence kept fallingpenchant à s’engloutir dans les rivières. into rivers. Then he asked FatherPuis il demanda au jésuite comment il allaitKleinsorge how he was, and theet le Père Kleinsorge lui parla de son 35 Jesuit talked about his stay in theséjour à l’hôpital. cc Les docteurs m’ont hospital. “The doctors told me torecommandé de faire très attention , dit-il. be cautious,” he said. “They orderedIls m’ont prescrit de faire une sieste deme to have a two-hour napdeux heures tous les après-midi. » every afternoon.” [104]40Le docteur Fujii répondit : « Il n’est pas si facile que Dr. Fujii said, “It’s hard to becela de se ménager, à Hiroshima par les temps qui courent.cautious in Hiroshima these days.Tout le monde a l’air bien affairé. » [173] Everyone seems to be sobusy.”mados en noviembre mostraban que elhueso comenzaba a sanar, por debajode la sábana la señorita Sasakipodía ver que su pierna izquierda eracasi diez centímetros más corta quela derecha y que su pie izquierdo seestaba volteando hacia adentro. Amenudo pensaba en el hombre conquien se había comprometido. Alguienle dijo que había regresado delextranjero, y ella se preguntaba quéle habrían dicho sobre sus heridaspara mantenerlo alejado de esa forma.El padre Kleinsorge fue dado dealta en el hospital de Tokio el 19de diciembre, y tomó un tren haciasu casa. Dos días después, enYokogawa, la última estación de laruta antes de Hiroshima, el doctorFujii abordó ese tren. Era la primeravez que los dos hombres seveían después del bombardeo. Sesentaron juntos. El doctor Fujiidijo que se dirigía a la reuniónanual de su familia en el aniversariode la muerte de su padre. Cuandocomenzaron a hablar de sus experiencias,el doctor explicó conmucha gracia cómo todos los lugaresen que había vivido insistían encaerse a ríos. <strong>En</strong>tonces le preguntóal padre Kleinsorge cómo se encontraba,y el jesuita habló de suestadía en el hospital. «Los doctoresme ordenaron prudencia», dijo.«Me ordenaron tomar una siesta dedos horas cada tarde.» [98]El doctor Fujii dijo: «Es difícil serprudente en Hiroshima estos días. Todoel mundo parece estar tan ocupado».Un nuevo gobierno municipal,conformado bajo dirección de ungobierno militar aliado, comenzópor fin a trabajar en el ayuntamiento.Miles y miles de ciudadanosque se habían recuperado dediversos grados de radiotoxemiacomenzaban a regresar —para el 1de noviembre, la población, agolpadaprincipalmente en las calles,era de 137.000, más de un terciode la cantidad máxima de tiemposde guerra— y el gobierno diseñótodo tipo de proyectos para ponerlosa trabajar en la reconstrucciónde la ciudad. Se contrató a hombresque limpiaran las calles, otrosque recogieran los trozos de hierro,los clasificaran y apilaranfrente al ayuntamiento. Algunosresidentes que regresaban se ocuparonde construir sus propiaschabolas y cabañas y de plantarjunto a ellas pequeños jardines detrigo invernal, pero la ciudad tamaunqueuna radiografía tomada ennoviembre mostraba que los huesosestaban soldándose, la señoritaSasaki podía ver que, bajo las sábanas,su pierna izquierda era unossiete centímetros más corta que laderecha, y que el pie estaba volviéndosehacia adentro. Pensaba a menudoen el hombre con el cual habíaestado comprometida. Alguien ledijo que había vuelto de ultramar. Sepreguntó qué habría oído acerca desus heridas, que lo hizo permaneceralejado de ella.El padre Kleinsorge fue dado dealta en el Hospital de Tokio el 19 dediciembre, y tomó el tren de vuelta.<strong>En</strong> el camino, dos días más tarde, eldoctor Fujii subió al tren enYokogawa, una parada antes deHiroshima. Era la primera vez que losdos hombres se encontraban desdeantes del bombardeo. Se sentaron juntos.El doctor Fujii dijo que iba a lareunión anual de su familia, en el aniversariode la muerte de su padre.Cuando comenzaron a hablar de susexperiencias, el médico divirtió muchoal sacerdote al contarle cómo todossus lugares de residencia tomaronla costumbre de caerse a los ríos. Luegole preguntó al padre Kleinsorgecómo se encontraba él, y el jesuitahabló de su estada en el hospital.—Los doctores me recomendaronser prudente [112] —dijo—. Me ordenarondormir una siesta dé dos horastodas las tardes.El doctor Fujii dijo:—Es difícil ser prudente enHiroshima estos días. Todo el mundoparece estar ocupadísimo.Une nouvelle municipalité, mise en 45place sous le contrôle du gouvernementANEW municipal government,set up under Allied Militarymilitaire allié, était enfin entrée enGovernment direction, hadfonction à l’hôtel de ville. Ceux des gone to work at last in the cityhabitants qui s’étaient remis des effets hall. Citizens who had recoveredfrom various degrees ofde la radioactivité, à ses divers degrés, 50rentraient maintenant par milliers - à radiation sickness were comingla date, du 1 er novembre, la population,back by the thousand—byvivant surtout entassée dans les faubourgs,November 1st, the population,atteignait déjà 137.000 âmes, mostly crowded into the out-plus d’un. tiers du maximum de temps 55 skirts, was already 137,000,de guerre -et la municipalité mit en more than a third of the wartimeoeuvre toutes sortes de projets et depeak—and the govern-plans afin d’entamer la reconstruction ment set in motion all kinds ofde la cité. Elle engagea des hommes projects to put them to workpour déblayer les rues, d’autres pour 60 rebuilding the city. It hiredramasser la ferraille, qu’on tria et entassamen to clear the streets, anden montagnes en face de (hôtel others to gather scrap iron,de ville. Certains citoyens dressèrent which they sorted and piled ind’eux-mêmes des hunes, des cabanes et mountains opposite the citysemèrent tout autour de petits carrés de 65 hall. Some returning residentsblé d’hiver; mais la ville patronna were putting up their ownaussi et construisit quatre cents u baraquementsshanties and huts, and planting» destinés à abriter chacun small squares of winter wheatune famille. Les services publics furent beside them, but the city also7068Un nuevo gobierno municipal,establecido bajo la dirección delGobierno Militar Aliado, fue a trabajarfinalmente a la municipalidad.Ciudadanos que se habían recuperadode las variadas formas dela enfermedad radiactiva volvíanpor cientos —alrededor del 1º denoviembre, la población, en su mayoríaacumulada en los suburbios,ya era de 137.000 personas; más dela tercera parte de la cifra máximaalcanzada en tiempo de guerra— yel gobierno puso en movimientotoda clase de proyectos para abocarlosa la reconstrucción de la ciudad.Contrató hombres para despejarlas calles, y para juntar toda lachatarra, que amontonaron en pilasenormes como montañas frente a lamunicipalidad. Algunos de los queregresaban estaban levantando suspropios refugios y chozas, y plantandodelante de ellas pequeñoscanteros de trigo invernal, pero la


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandciudad autorizó también, y construyó,cuatrocientas barracas con’ capacidadpara una familia. Los serviciospúblicos fueron reparados: laluz eléctrica volvió a brillar, lostranvías comenzaron a rodar, y losempleados de las usinas de agua enmendaronsetenta mil pérdidas enlas cañerías. Una Conferencia deProyectos, que tenía como consejeroa un entusiasta oficial joven delGobierno Militar, el teniente <strong>John</strong>D. Montgomery, de Kalamazoo, comenzóa considerar qué clase deciudad sería la nueva Hiroshima. Laciudad en ruinas floreció —y fue unblanco tentadorprincipalmente porquehabía sido uno de los centrosde comando militar y comunicacionesmás importantes del Japón, yhubiera llegado a ser el cuartel[113] general del Imperio si las islashubieran sido invadidas y Tokiotomada. Ahora no habría enormesestablecimientos militares que ayudasena la ciudad a revivir. La Conferenciade Proyectos, sin teneridea de la importancia que podía tenerHiroshima, cayó en la consideraciónde vagos planes de cultura ypavimentación. Dibujó mapas conavenidas de cien metros de ancho ypensó seriamente en erigir una seriede edificios como monumento aldesastre, y llamarlos Instituto de laAmistad Internacional. Los estadísticosjuntaron cuantas cifras les fueposible acerca de los efectos de labomba. Anunciaron que habíanmuerto 78.150 personas, que 13.983habían desaparecido, y 37.425 recibidoheridas. Nadie en el gobiernode la ciudad pretendió que las cifrasfuesen exactas —aunque losnorteamericanos las aceptaroncomo oficiales—, y a medida quepasaban los meses y se desenterrabande las ruinas más cientos decadáveres, y cuando el número deurnas funerarias sin reclamar delTemplo Zempoji de Koi se elevóa varios miles, los estadísticoscomenzaron a decir que por lomenos cien mil personas habíanmuerto en el bombardeo. Puestoque muchas personas murieronpor una combinación de causas,fue imposible determinar exactamentecuántos murieron por cadauna de ellas, pero los estadísticoscalcularon que un veinticinco porciento murió como resultado dequemaduras directas de la bomba,un cincuenta por ciento por otrasheridas, y un veinte por cientopor efectos de la radiactividad.Las cifras de los estadísticosacerca de los daños de propiedadeseran más de fiar: de noremisen train, les lampes électriques[174] recommencèrent à briller, lestrams à circuler et les employés del’eau réparèrent 70.000 fuites dans lesconduites principales et les tuyauteries 5privées. Une conférence du plan, conseilléepar un jeune et très actif officierdu gouvernement militaire, le lieutenant<strong>John</strong> D. Montgomery, deKalamazoo, entreprit de considérer 10quel genre de ville serait la nouvelleHiroshima. L’ancienne cité devait saprospérité - comme l’attrait qu’elleavait exercé en qualité de cible - principalementau fait qu’elle était l’un 15des centres de commandement militaireet l’un des noeuds de communicationsles plus importants du Japon elle étaitdestinée à devenir le Quartier généralimpérial, en cas d’invasion des îles par 20les Alliés et de chute de Tokyo. Désormais,elle ne pourrait plus compter,pour l’aider à se remonter, sur de vastesétablissements militaires. La Conférencedu Plan, n’arrivant pas très 25bien à débrouiller le rôle à venir de Hiroshima,se rabattit sur d’assez vaguesprojets où l’ordre culturel le disputaità la voirie. Elle tira les plans d’uneville dotée d’avenues spacieuses, largesd’une centaine de mètres et songea30sérieusement à conserver tel quel leMusée des Sciences et de l’Industrie,dans son [175] état de demi-ruines, enguise de monument commémoratif du 35désastre, que l’on eût appelé Institutdes Amitiés Internationales. Les statisticiensrassemblèrent tous les chiffresqu’ils purent, sur les effets de labombe. A les en croire, 78.150 personnesavaient péri ; il y avait 13.983 dis-40parus et 37.425 blessés. L’administrationmunicipale ne garantit pas l’exactitudede ces chiffres - ce qui n’empêchapas les Américains de les tenir 45pour officiels - et comme, au fur et àmesure que les mois passaient, descentaines et des centaines de nouveauxcadavres étaient retirés des ruines ;comme le nombre des urnes funéraires 50non réclamées, au temple de Zempoji,à Koï, finissait par se compter par milliers,les statisticiens commencèrent àdire que c’était cent mille personnes aumoins qui avaient perdu la vie au cours 55du bombardement. Comme, d’autrepart, nombre de gens moururent dessuites combinées de plusieurs effets dela bombe, on fut dans l’incapacité d’attribuerà ‘chacun de ces effets un nombreexact de victimes, mais les statis-60ticiens, toujours, estimèrent à environvingt-cinq pour cent la proportion deceux qui avaient péri, brûlés par labombe même, à environ cinquante pour 65[176] cent ceux qui avaient succombéà d’autres blessures et à quelque vingtpour cent, les victimes de laradio-activité. Les chiffres fournis par70authorized and built four hundredone-family “barracks.”Utilities were repaired—electriclights shone again, tramsstarted running, and employeesof the waterworks fixed seventythousand leaks in mains andplumbing. A Planning Conference,with an enthusiasticyoung Military Government officer,Lieutenant <strong>John</strong> D. Montgomery,of Kalamazoo, as itsadviser, began to consider whatsort of city the new Hiroshimashould be. The ruined city hadflourished—and had been an invitingtarget—mainly because ithad been one of the most importantmilitary-command andcommunications centers in Japan,and would have become theImperial headquarters had theislands been invaded and Tokyobeen [105] captured. Now therewould be no huge military establishmentsto help revive thecity. The Planning Conference,at a loss as to just what importanceHiroshima could have,fell back on rather vague culturaland paving projects. Itdrew maps with avenues a hundredyards wide and thought seriouslyof erecting a group ofbuildings as a monument to thedisaster, and naming them theInstitute of International Amity.Statistical workers gatheredwhat figures they could on theeffects of the bomb. They reportedthat 78, 15o people hadbeen killed, 13,983 were missing,and 37,425 had been injured.No one in the city governmentpretended that thesefigures were accurate—thoughthe Americans accepted them asofficial—and as the monthswent by and more and more hundredsof corpses were dug upfrom the ruins, and as the numberof unclaimed urns of ashesat the Zempoji Temple in Koirose into the thousands, thestatisticians began to say that atleast a hundred thousand peoplehad lost their lives in the bombing.Since many people died ofa combination of causes, it wasimpossible to figure exactlyhow many were killed by eachcause, but the statisticians calculatedthat about twenty-fiveper cent had died of direct burnsfrom the bomb, about fifty percent from other injuries, andabout twenty per cent as a resultof radiation effects. The statisticians’figures on property69bién autorizó y construyó cuatrocientos«barracones»unifamiliares. Los servicios fueronreparados: brillaron de nuevo lasluces eléctricas, los tranvías comenzarona circular y los empleadosdel acueducto arreglaron setentamil escapes de agua en la redprincipal y en las tuberías. Bajo elconsejo de un joven y entusiastaoficial del gobierno militar, el teniente<strong>John</strong> D. Montgomery deKalamazoo, una Conferencia dePlanificación empezó a considerarqué tipo de ciudad debería ser lanueva Hiroshima. La ciudad enruinas había florecido —y se habíavuelto un atractivo blanco militar—básicamente porque se habíatransformado en uno de loscentros de comunicación y de mandomilitar de Japón, y habría sidocuartel general del Imperio en casode que las islas hubieran sido invadidasy Tokio tomado. Ahora nohabría grandes establecimientosmilitares para ayudar a revivir laciudad. La [99] Conferencia dePlanificación, sin saber muy bienqué importancia podría ser asignadaa Hiroshima, se apoyó en proyectosmás bien vagos depavimentación y de cultura. Se dibujaronmapas con avenidas de 90metros de ancho y se pensó seriamenteen erigir un grupo de edificioscomo monumento al desastrey en bautizarlos como Instituto Internacionalde Concordia. Los expertosde la estadística recopilaroncuantas cifras pudieron acerca delos efectos de la bomba. Informaronque 78.150 personas habíanmuerto, 13.983 habían desaparecidoy 37.425 habían sido heridas.Nadie en el gobierno municipalpretendía que esas cifras fueranexactas —aunque los norteamericanoslas aceptaran como oficiales—y a medida que pasaban losmeses, y más y más cuerpos eranencontrados bajo las ruinas, y amedida que el número de urnas sindueño en el templo Zempoji de Koillegaba al millar, los encargadosde las estadísticas comenzaron adecir que al menos cien mil personashabían muerto durante el bombardeo.Puesto que muchos murierondebido a una combinación decausas, era imposible saber cuántoshabían muerto debido a cadacausa, pero se calculó que alrededorde un veinticinco por cientomurió debido a quemaduras directasprovocadas por la bomba, y unveinte por ciento debido a efectosde la radiación. Las estadísticasrelacionadas con los daños a la


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandles experts sur les dommages matériels damage were more reliable:présentèrent un caractère plus certain sixty-two thousand out of: sur quatre-vingtdix mille édifices, ninety thousand buildings destroyed,soixante-deux mille étaient anéantis etand six thousand moresix mille autres n’offraient aucun espoir5 damaged beyond repair. In thede restauration. Au centre même heart of the city, they foundde la ville, on ne trouva que cinq bâtimentsonly five modern buildings thatmodernes utilisables sans avoir could be used again [106] with-à subir d’importants travaux de réfection.out major repairs. This smallCe chiffre infime ne doit nulle-10 number was by no means thement être attribué à la légèreté des fault of flimsy[endeble] Japaneseconstructions japonaises. De fait, depuisconstruction. In fact, since thele tremblement de terre de 1923, 1923 earthquake, Japaneseles lois sur le bâtiment, au Japon, exigeaientbuilding regulations had re-que tout édifice d’une certaine 15 quired that the roof of each largetaille fût nanti d’un toit capable de supporterbuilding be able to bear a mini-une pression minima de trente mum load of seventy pounds perkilos par pied carré, alors que les lois square foot, whereas Americanaméricaines s’arrêtent normalement à regulations do not normallyune pression de quelque dix-huit kilos 20 specify more than forty poundspour la même surface.per square foot.propiedad eran más confiables:de noventa mil edificios, sesentamil fueron destruidos, y seismil más recibieron daños irreparables.<strong>En</strong> el corazón de la ciudadse encontraron sólo cincoedificios que pudieran ser utilizadosde nuevo sin reparacionesmayores. La cifra no era en absolutoresponsabilidad de defectosen la _________ construcción japonesa.De hecho, desde el terremotode 1923 las normas de construcción japonesasrequerían que el techo de cadagran edificio fuese capaz de soportaruna carga mínima de aproximadamentetreinta y dos kilos por cien metroscuadrados, mientras [100] que las normasnorteamericanas no especificanmás que dieciocho kilos por cada cienmetros cuadrados.venta mil edificios, sesenta ydos mil fueron destruidos, yseis mil más dañados sin posibilidadde reparación. <strong>En</strong> el corazónde la ciudad encontraronsólo cinco edificios modernosque podían ser usados nuevamentesin mayores reparaciones.Este pequeño número no sedebía en absoluto [114] a ladébil construcción japonesa. <strong>En</strong> realidad,desde el terremoto de 1923,los edificios japoneses se ajustabana una orden que requería que el techode cada construcción grandepudiera soportar una carga mínimade setenta libras por pie cuadrado,mientras que las disposiciones norteamericanasnormalmente no especificanmás de cuarenta libras porpie cuadrado.Un essaim [enjambre]de savants Scientists swarmed into thes’abattit sur la cité. Certains d’entre eux city. Some of them measured thes’attachèrent à mesurer la force qui avait 25 force that had been necessary toété capable de déplacer les dalles en shift marble gravestones in themarbre des cimetières, de renverser cemeteries, to knock overvingt-deux des quarante-sept wagons qui twenty-two of the forty-sevense trouvaient garés [177] dans la station railroad cars in the yards atde Hiroshima, de soulever et remuer le 30 Hiroshima station, to lift andtablier de béton de l’un des ponts et de move the concrete roadway on onese livrer à d’autres performances of the bridges, and to performremarquables du même genre; leur other noteworthy acts of strength,conclusion fut que la pression exercée par and concluded that the pressurel’explosion varia de 5 tonnes, 3 à 8 tonnes35 exerted by the explosion variedpar mètre carré. D’autres découvrirent from 5.8 to 8.o tons per squareque le mica, dont le point de fusion se situeyard. Others found that mica, ofà 900 centigrades, avait fondu sur des which the melting point is 900º C,blocs funéraires de granit, à trois cent had fused on granite gravestonesquatre-vingts mètres du centre de l’explosion40 three hundred and eighty yards; que les poteaux téléphoniques en from the center; that telephonebois de cryptomeria japonica, dont la poles of Cryptmneria japonica,température de carbonisation se fixe à 240 whose carbonization temperaturecentigrades, avaient charbonné à 4.400 is 240° C., had been charred atmètres du centre et que les tuiles d’argile 45 forty-four hundred yards from thegrise, du type en usage à Hiroshima dont center; and that the surface ofle point de fusion se situe à 1.500 Centigrades,gray clay tiles of the type used inavaient fondu superficiellement à Hiroshima, whose melting point issix cents mètres du centre. Bref, après 1,800º C., had dissolved at sixavoir examiné d’autres espèces de cendres 50 hundred yards; and, after examiningsignificatives et de matériaux fondus, lesother significant ashes andsavants conclurent que la chaleur dégagée melted bits, they concluded thatpar la bombe, au centre de l’explosion, the bomb’s heat on the ground atavait dû atteindre au sol 6.000 the center must have been 6,000°centigrades. Poussant plus avant la 55 C. And from further measurementsmesure des radiations - ce qui impliqua,of radiation, which in-entre autres, que l’on gratta et recueillit, volved, among other things, thesur les chéneaux des toits, dans les gouttièresscraping up of fission fragmentset conduits [178] d’écoulement, des from roof troughs and drainpipesfragments provenant de l’éclatement 60 as far away [107] as the suburb ofmême de l’engin, au cours de recherches Takasu, thirty-three hundredqui se poursuivirent jusqu’au faubourg de yards from the center, theyTakasu, à trois mille trois cents mètres du learned some far more importantcentre, les mêmes savants apprirent facts about the nature of thed’autres faits infiniment plus importants 65 bomb. General MacArthur’s headquarterssur la nature de la bombe. Le Quartier généralsystematically censureddu général Mac Arthur censura systématiquementall mention of the bomb in Japa-toute allusion à l’arme nese scientific publications, butatomique dans les publications scientifi- soon the fruit of the scientists’7070La ciudad fue invadida por loscientíficos. Algunos medían la fuerzaque había sido necesaria paradesplazar lápidas de mármol en loscementerios, para tumbar veintidósde los cuarenta y siete vagones detren que había en los patios de la estaciónde Hiroshima, para levantary mover la calzada de concreto deuno de los puentes y para llevar acabo otros notables actos de fuerza,y concluyó que la presión ejercidapor la explosión varió entre 5.3 y 8toneladas por metro cuadrado. Otrosencontraron que la mica (cuya temperaturade fundición es 900ºC) sehabía fundido con lápidas de granitoa 350 metros del centro; que postesde teléfono fabricados enCryptomeria japonica, cuya temperaturade carbonización es de 240ºC, se habían carbonizado a 4.000metros del centro; y que la superficiede las baldosas de cerámica grisque se usaban en Hiroshima, cuyatemperatura de fundición es de1.300ºC, se había derretido a 60oyardas; y, tras examinar otros restosde cenizas significativos, concluyeronque el calor despedido porla bomba a nivel de la tierra y en elcentro del impacto debió de ser de6.000°C. Otras mediciones de la radiación—que incluyeron el raspadode desagües y abrevaderos de lostechos, en lugares tan apartadoscomo el suburbio de Tasaku, a pocomás de 3.000 metros del centro, paraobtener fragmentos de fisiónles dieroninformaciones mucho más importantesacerca de la naturaleza dela bomba. Los cuarteles centralesdel General MacArthur censuraronsistemáticamente toda mención dela bomba en publicaciones científicasjaponesas, pero el fruto de loscálculos de los científicos prontoLos científicos pululaban en laciudad. Algunos de ellos midieronla fuerza que había sido necesariapara quebrar las lápidas de mármolde los cementerios, para destruirveintidós de los cuarenta y sietevagones de ferrocarril en los depósitosde la estación de Hiroshima,para elevar y mover el piso de concretode uno de los puentes, y parallevar a cabo otros notables actosde fuerza; concluyeron que la presiónejercida por la explosión variabade las 5,3 alas 8 toneladas pormetro cuadrado. Otros descubrieronque la mica, cuyo punto de fusiónes de 900º C, se había fundido enlas lápidas de granito a 380 metrosdel centro; que los polos telefónicosde Cryptomeria japonica, cuyatemperatura de carbonización sonlos 240º C, se habían quemado a4.000 metros del centro; y que lasuperficie de las tejas grises deltipo usado en Hiroshima, cuyopunto de fusión es 1.3009 C, sehabían derretido a 600 metros.Después de examinar otras cenizasy objetos fundidos significativos,decidieron que el calor de la bombasobre la tierra, en el centro, debíade haber sido de 6.000º C. Deposteriores mediciones de la radiación,que incluían, entre otras cosas,el raspaje de fragmentos de materialde fisión en las canaletas delos techos y las tuberías, a una distanciade 3.000 metros del centro,que era lo que distaba el suburbiode Takasu, sacaron en conclusiónalgunos hechos mucho más importantesacerca de la naturaleza de labomba. El estado mayor del generalMacArthur censuraba [115]sistemáticamente toda mención dela bomba en las publicaciones científicasjaponesas, pero pronto el


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandques japonaises ; ce qui n’empêcha quele fruit des calculs des experts ne tardapas à être couramment connu des physiciens,docteurs, chimistes, journalistes,professeurs du Japon, sans compter, cela 5va de soi, ceux des hommes d’État et desmembres de l’armée qui circulaientencore librement. Bien avant que lepublic américain en eût connaissance, laplupart des savants japonais et bon 10nombre de leurs compatriotes, quin’étaient pas des savants, savaient,d’après les calculs des experts nippons enphysique nucléaire, qu’une bombed’uranium avait explosé à Hiroshima et 15qu’une autre, plus puissante, de plutonium,avait été lâchée dans le ciel de Nagasaki.Ils savaient aussi que, théoriquement,un engin dix ou vingt fois pluspuissant pouvait être fabriqué. Les savants[179] japonais croyaient connaître20l’altitude exacte à laquelle la bombe de Hiroshimaavait explosé, ainsi que le poidsapproximatif d’uranium que l’on avait utilisé.Ils estimaient que, même dans le cas 25de l’engin primitif utilisé à Hiroshima, ilfaudrait un abri de béton de plus d’un mètred’épaisseur pour protéger l’organismehumain des radiations mortelles. Tous cesdétails et bien d’autres furent imprimés et 30miméographés, sous forme de petites brochures,par les soins des savants nippons,alors qu’aux États-Unis, les lois de sécuritéinterdisaient toujours qu’on en parlât.L’existence de ces petites brochures n’était 35pas inconnue des Américains ; mais il eûtfallu, pour les rechercher et veiller à cequ’elles ne tombent pas en mauvaisesmains, que les autorités d’occupation couvrissentle Japon entier, à cette seule fin, 40d’un énorme réseau policier. Dans l’ensemble,les savants japonais ne laissèrent pasde sourire des efforts déployés par leursconquérants pour garder le secret de la désintégrationatomique.45 atomic fission.[180]Tard dans le courant de février 1946, ûne amie de mile Sasaki se présenta chez lePère Kleinsorge et lui demanda de rendrevisite à la jeune fille à l’hôpital. Son état de 50dépression mentale et de neurasthénie s’étaitaggravé ; elle semblait avoir perdu tout intérêtdans la vie. Le Père Kleinsorge lui renditplusieurs visites. La première fois, il s’entint à une conversation d’ordre général, polie,qui n’excluait toutefois pas une vague55sympathie; il ne fit aucune allusion à la religion.Ce fut Mlle Sasaki, elle-même, quisouleva la question lors de la seconde visite.Il était évident qu’elle avait eu déjà des entretiensavec une personne catholique. Elle60demanda au jésuite, de but en blanc : « Puisquevotre Dieu est si bon et si charitable,comment se peut-il qu’il permette que lesgens souffrent ainsi ? » Et du geste, elle 65embrassa sa jambe gauche, plus courte quel’autre, les autres patients autour d’elle etHiroshima en général.calculations became commonknowledge among Japanese physicists,doctors, chemists, journalists,professors, and, no doubt,those statesmen and military menwho were still in circulation.Long before the American publichad been told, most of the scientistsand lots of non-scientists inJapan knew—from the calculationsof Japanese nuclear physicists—thata uranium bomb hadexploded at Hiroshima and amore powerful one, of plutonium,at Nagasaki. They also knew thattheoretically one ten times aspowerful—or twenty—could bedeveloped. The Japanese scientiststhought they knew the exactheight at which the bomb atHiroshima was exploded and theapproximate weight of the uraniumused. They estimated that,even with the primitive bombused at Hiroshima, it would requirea shelter of concrete fiftyinches thick to protect a humanbeing entirely from radiationsickness. The scientists had theseand other details which remainedsubject to security in the UnitedStates printed and mimeographedand bound into little books. TheAmericans knew of the existenceof these, but tracing them andseeing that they did not fall intothe wrong hands would haveobliged the occupying authoritiesto set up, for this one purposealone, an enormous police systemin Japan. Altogether, the [108]Japanese scientists were somewhatamused at the efforts of theirconquerors to keep security onLATE IN February, 1946, afriend of Miss Sasaki’s called onFather Kleinsorge and asked himto visit her in the hospital. She hadbeen growing more and more depressedand morbid; she seemedlittle interested in living. FatherKleinsorge went to see her severaltimes. On his first visit, he keptthe conversation general, formal,and yet vaguely sympathetic, anddid not mention religion. MissSasaki herself brought it up thesecond time he dropped in on her.Evidently she had had some talkswith a Catholic. She asked bluntly,“If your God is so good and kind,how can he let people suffer likethis?” She made a gesture whichtook in her shrunken leg, the otherpatients in her room, andHiroshima as a whole.fue del dominio público entre los físicosjaponeses, y también entredoctores, químicos, periodistas, profesoresy, sin duda, entre los militaresy hombres de Estado que estabanaún en actividad. Mucho antesde que se informara [101] al públiconorteamericano, la mayor partede los científicos y muchos de losno científicos del Japón sabían —apartir de los cálculos de los físicosnucleares japoneses— que una bombade uranio había explotado enHiroshima y otra más poderosa, deplutonio, en Nagasaki. También sabíanque una bomba diez o veinteveces más poderosa podía ser desarrollada,por lo menos en teoría. Loscientíficos japoneses creían saberexactamente a qué altura había explotadola bomba de Hiroshima y elpeso aproximado del uranio usado.Calculaban que, incluso en el casode la bomba primitiva de Hiroshima,para proteger por completo a un serhumano de la radiotoxemia se necesitabaun refugio de concreto deciento treinta centímetros de grosor.Los científicos consiguieron éste yotros detalles que inmediatamentequedaron bajo seguridad en los EstadosUnidos, impresos,mimeografiados y encuadernados enlibros pequeños. Los norteamericanossabían de su existencia, perorastrearlos y asegurarse de que nocayeran en las manos equivocadasobligaría a las autoridades de laocupación a montar un enorme sistemade policía en Japón, sólo paraeste propósito. A los científicos japonesesen general les divirtió, dealguna manera, el esfuerzo de susconquistadores para mantener la seguridadsobre la fisión atómica.A finales de febrero de 1946, unamigo de la señorita Sasaki buscó alpadre Kleinsorge y le pidió que fueraal hospital a visitarla. Ella se estabasintiendo cada vez más deprimida ymórbida; parecía tener poco interés enla vida. El padre Kleinsorge fue variasveces a verla. <strong>En</strong> su primera visitamantuvo la conversación a un nivelgeneral, formal y vagamente comprensivo,y no tocó el tema de la religión.Fue la señorita Sasaki quienlo trajo a colación durante la segundavisita. Era evidente que había tenidocharlas [102] con un católico. Nose anduvo con rodeos para preguntar:«Si su Dios es tan bueno y generoso,¿cómo puede permitir que lagente sufra de este modo?». Su gestoincluyó a su pie encogido, a losotros pacientes de la sala y al restode Hiroshima.fruto de los cálculos de los físicosfueron conocimiento corriente entrelos físicos, médicos, químicos,periodistas, profesores, y, sinduda, aquellos estadistas y militaresjaponeses que todavía teníancargos oficiales. Mucho antes deque lo supiese el público norteamericano,la mayoría de los científicosy muchísimos legos en elJapón sabían —por los cálculos delos físicos nucleares japoneses—que en Hiroshima había explotadouna bomba de uranio, y otramás poderosa aún, de plutonio, enNagasaki. Sabían también que,teóricamente, podía hacerse unasdiez veces —o veinte— más poderosa.Los científicos japonesescreyeron saber la altura exacta ala cual había estallado la bombade Hiroshima, y el peso aproximadodel uranio utilizado. Estimaronque, aun con la bomba primitivausada en Hiroshima, haría falta unrefugio de concreto de 1,25 metrosde grueso para proteger enteramentea un ser humano de la enfermedadde la radiación. Estos y otrosdetalles, que en los Estados Unidoseran objeto de cuidadoso secreto, lostenían los científicos en pequeños folletosimpresos y mimeografiados.Los norteamericanos sabían de laexistencia de estos folletos, pero buscarlosy evitar que cayesen en lasmanos que no debían hubiese obligadoa las autoridades de ocupacióna establecer, para este solo propósito,una enorme máquina policialen el Japón. A su vez, los científicosjaponeses se divertían bastantecontemplando los esfuerzos de susconquistadores para guardar el secretode la fisión atómica.A fines de febrero de 1946, una amigade la señorita Sasaki pidió al padreKleinsorge que fuese a visitar a la muchachaen el hospital. Estaba cada [116]vez más deprimida y morbosa; parecíaapenas interesada en vivir. El padreKleinsorge fue a visitarla varias veces.<strong>En</strong> su primera visita, él mantuvo la conversaciónen términos generales, formaly a la vez levemente conmiserativo, yno mencionó la religión en absoluto. Laseñorita Sasaki fue la que trajo el temaa colación la segunda vez que el sacerdotefue a verla. Evidentemente, habíaconversado alguna vez con personas católicas.Preguntó brusca y llanamente:—Si vuestro Dios es tan bondadosoy amable, ¿cómo deja que la gentesufra de esta manera? — E hizo ungesto que abarcaba su pierna encogida,a los otros pacientes de la sala, ytoda Hiroshima a la vez.7071


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland« Mon enfant, répliqua le Père “My child,” Father KleinsorgeKleinsorge, l’homme, par sa faute, est loin, said, “man is not now in the conditionaujourd’hui, de la condition à laquelle DieuGod intended. He has fallenl’avait destiné. Il a perdu la grâce, à force from grace through sin.” And hede pécher. » Et il poursuivit, lui expliquant 5 went on to explain all the reasonsles raisons de toutes choses.for everything.[181]II vint à la connaissance de Mme IT CAME to Mrs. Nakamura’sNakamura qu’un charpentier de Kabé attention that a carpenter fromconstruisait un certain nombre de bicoques10 Kabe was building a number ofen bois à Hiroshima, qu’il wooden shanties in Hiroshimalouait à raison de cinquante yen par which he rented for fifty yen amois, soit entre sept et huit cents month—about fifty cents, at thefrancs au taux fixe du change. Mme fixed rate of exchange. Mrs.Nakamura avait perdu les certificats 15 Nakamura had lost the certificatesdes bons de la Défense et autres placementsfor her bonds and otherde guerre qu’elle avait faits, wartime savings, but fortunatelymais en avait, par bonheur, relevé les she had copied off all the numbersnuméros, quelques jours précisémentjust a few days before theavant le bombardement; elle avait cette 20 bombing and had [109] taken theliste avec elle, à Kabé. Ce qui fit que, list to Kabe, and so, when herlorsque ses cheveux eurent repoussé de hair had grown in enough for herfaçon présentable, elle se rendit à sa to be presentable, she went to herbanque à Hiroshima, où un employé lui bank in Hiroshima, and a clerkdit que, dès qu’on aurait contrôlé les 25 there told her that after checkingnuméros, la banque lui reverserait son her numbers against the recordsargent. Sitôt qu’elle fut en possession the bank would give her herde ce dernier, elle loua une des cahutesmoney. As soon as she got it, shedu charpentier. Sa nouvelle de-rented one of the carpenter’smeure se dressait à Nobori-cho, non 30 shacks. It was in Nobori-cho,loin de l’emplacement de sa maison near the site of her former house,détruite, et bien qu’elle n’eût que la and though its floor was dirt andterre nue pour plancher et qu’il fît it was dark inside, it was at leastsombre à l’intérieur, elle eut le sentimenta home in Hiroshima, and she was[182] d’avoir retrouvé un foyer à 35 no longer dependent on the char-Hiroshima et de ne plus dépendre de ses ity of her in-laws. During thegendres. Au printemps, elle déblaya spring, she cleared away somequelques décombres à l’entour et sema nearby wreckage and planted aou planta à leur place un potager. Elle vegetable garden. She cookedfaisait sa cuisine dans des ustensiles, 40 with utensils and ate off platesmangeait dans des assiettes, récupérés, she scavenged from the debris.les uns comme les autres, parmi les She sent Myeko to the kindergartenruines environnantes. Elle envoyawhich the Jesuits reopened,Myeko au jardin d’enfants rouvert par and the two older children attendedles jésuites, pendant que les deux 45Noboricho Primaryautres enfants suivaient les cours de School, which, for want of buildings,l’école primaire de Nobori-cho, qui,held classes out of doors.faute de bâtiment, fonctionnait en Toshio wanted to study to be aplein air. Toshio voulait devenir mécanicien,mechanic, like his hero, Hideocomme son héros, Hideo Osaki. 50 Osaki. Prices were high; by mid-La vie était chère; vers la mi-été, Mme summer Mrs. Nakamura’s savingsNakamura s’aperçut qu’elle avait were gone. She sold some of herépuisé ses économies. Elle vendit des clothes to get food. She had oncevêtements pour acheter de quoi manger.had several expensive kimonos,Jadis, elle avait eu plusieurs ki-55 but during the war one had beenmonos de prix, mais durant la guerre, stolen, she had given one to a sisteron lui en avait volé un; elle en avaitwho had been bombed out indonné un second à l’une de ses sueurs, Tokuyama, she had lost a couplesinistrée lors du bombardement de in the Hiroshima bombing, andTokuyama ; et elle en avait perdu une 60 now she sold her last one. Itpaire durant le désastre de Hiroshima. brought only a hundred yen,Elle vendit le dernier qui lui restait. which did not last long. In June,Elle en tira tout juste cent yen, qui ne she went to Father Kleinsorge forlui firent pas longtemps. <strong>En</strong> juin, elle advice about how to get along,alla trouver le Père Kleinsorge pour lui 65 and in early August, she was stilldemander conseil. Au début d’août, considering the two alternativeselle hésitait [183] encore entre les he suggested—taking work as adeux termes de l’alternative qu’il lui domestic for some of the Alliedavait suggérée : travailler comme do- occupation forces, or borrowing7072«Hija mía», dijo el padreKleinsorge, «el hombre de ahora noestá en la condición que Dios deseaba.Ha caído en desgracia a travésdel pecado». Y comenzó a explicarlas razones de todo.La señora Nakamura se enteró deque un carpintero de Kabe estabaconstruyendo una cantidad dechabolas de madera en Hiroshima, yarrendándolas por cincuentas yenes almes: unos cincuenta centavos de dólaral cambio del momento. La señoraNakamura había perdido los certificadosde sus bonos y otros ahorrosque había hecho durante la guerra,pero afortunadamente había copiadotodos los números días antes de labomba y había llevado la lista a Kabe,y así, cuando su pelo había crecidolo suficiente para que se sintiera presentable,la señora Nakamura fue asu banco en Hiroshima, y un empleadole dijo que el banco le daríasu dinero después de comparar susnúmeros con los registros. Tan prontocomo lo recibió, arrendó una delas cabañas del carpintero. Quedabaen Nabori-cho, cerca del emplazamientode su antigua casa, y aunquesu suelo fuera de tierra y estuvieraoscuro adentro, la cabaña eraal menos un hogar en Hiroshima, yella no tendría que seguir dependiendode la caridad de sus suegros.Durante el verano limpióunos destrozos cercanos y sembróun jardín de hortalizas. Cocinabacon utensilios y comía en platos quehabía escarbado de entre los escombros.Mandó a Myeko al jardín infantilque los jesuitas habían reabierto,y los dos niños mayoresasistían a la Escuela Primaria deNobori-cho, en la cual, a falta deconstrucciones, las clases se dabanal aire libre. Toshio quería [103] sermecánico, como Hideo Osaki, suhéroe. Pero los precios subían; paramitad del verano, los ahorros de laseñora Nakamura habían desaparecido.Vendió algunas de sus prendaspara comprar comida. Hubo un tiempoen que la señora Nakamura habíatenido varios kimonos muy costosos,pero uno fue robado durante la guerra,otro se lo regaló a una hermanaque había sido expulsada deTokuyama por los bombardeos,otros dos los perdió con la bombade Hiroshima, y ahora tuvo que venderel último. <strong>En</strong> junio buscó consejodel padre Kleinsorge acerca decómo sobrevivir, y a principios deagosto todavía estaba considerandolas dos posibilidades sugeridas porél: trabajar como empleada domésticapara las fuerzas aliadas de la—Hija mía —dijo el padreKleinsorge—, el hombre no está ahoraen la condición que Dios quería.Perdió la gracia a través del pecado.—Y se puso a explicarle las razonesde todo.Llegó a oídos de la señoraNakamura que un carpintero deKabe estaba construyendo enHiroshima una cantidad de casuchas,que alquilaba por 50 yen almes, o sea 3,33 dólares, al cambiode entonces. La señora Nakamurahabía perdido sus certificados deahorro y otras formas de economíade guerra, pero afortunadamentehabía copiado todos los númerosunos pocos días antes del bombardeo,y había llevado la lista aKabe, de modo que, cuando el.pelo le creció lo bastante comopara estar presentable, fue a subanco en Hiroshima, y un empleadole dijo que le daría su dinerodespués de verificar sus númeroscon los del registro. Tan prontocomo lo tuvo en su poder, alquilóuna de las viviendas del carpintero.Estaba en Nobori-chico, cercadel lugar de su antigua casa, y aunqueel piso era de tierra y el interiorbastante oscuro, por lo menosera un hogar en Hiroshima y ya noiba a depender [117] de la caridadde su familia política. Durante laprimavera despejó una porción deterreno de escombros restantes yplantó algunas hortalizas. Cocinabay comía con utensilios y platosrescatados del desmoronamiento.<strong>En</strong>vió a Myeko al jardín de infantesque los jesuitas habían vuelto aabrir y los otros dos fueron a la escuelaprimaria de Nobori-cho, que,por falta de edificio, dictaba susclases al aire libre. Toshio queríaestudiar para ser mecánico, como suhéroe, Hideo Osaki. Los preciosestaban altos; a mediados del veranola señora Nakamura se encontrócon que se le habían acabado losahorros. Vendió algunas ropas paracomprar alimentos. Una vez habíaposeído varios quimonos caros, perodurante la guerra le robaron uno, diootro a una hermana que sufrió elbombardeo de Tokuyama, perdió unpar durante’ el bombardeo deHiroshima, y ahora vendió el últimoque le quedaba. Obtuvo por él sólocien yen, que no duraron mucho. <strong>En</strong>junio, fue a ver al padre Kleinsorgepara que le aconsejase cómo saliradelante y a principios de agosto estabatodavía considerando las dos alternativasque le sugirió el sacerdote:tomar trabajo como criada paraalguien de las fuerzas de ocupación,


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandmestique pour les forces alliées d’occupation,from her relatives enough [110]ou emprunter à ses parents money, about five hundred yen,assez d’argent, soit environ cinq cents or a bit more than thirty dollars,yen (un peu plus de six mille francs) to repair her rusty sewing machineand resume the work of apour faire réparer sa machine à coudre 5rouillée et se remettre à la couture. seamstress.day on foot to call on JapaneseCatholics and prospective converts.As the months went by, hegrew more and more tired. InJune, he read an article in theHiroshima Chugoku warning survivorsagainst working too hard—but what could he do? By July, hewas worn out, and early in August,almost exactly on the anniocupacióno tomar prestada de sus familiarescierta cantidad de dinero,unos quinientos yenes —poco más detreinta dólares— para reparar su oxidadamáquina de coser y reiniciar sutrabajo como costurera.o pedir prestado dinero a alguno desus parientes: unos quinientos yen,o sea poco más de treinta dólares,para hacer reparar la máquina decoser oxidada y reanudar su trabajode costurera.A son retour de Shikoku, M. Tanimoto tenditune toile de tente dont il était propriétairepar-dessus le toit de la maison sérieusement 10endommagée qu’il avait louée à Ushida. Lapluie continua à passer, mais il n’en tint pasmoins les services du culte dans le living-roomruisselant d’humidité. Il commença à songerqu’il lui faudrait se mettre sérieusement en 15quête d’argent pour restaurer son anciennechapelle en ville. Il se lia d’amitié avec le PèreKleinsorge et fit de fréquentes visites aux jésuites.Il leur enviait la richesse de leur église; ils avaient l’air de faire tout ce qu’ils voulaient.Lui, n’avait d’autre instrument de tra-20vail que son énergie et celle-ci n’était plus cequ’elle avait été. [184] la maison s’amoncelassenten un tas bienLa Société de Jésus fut, de toutesles institutions, la première à bâtir unbaraquement qui, relativement, ne fûtpas provisoire, sur les ruines de Hiroshima.C’était chose faite lorsque le 30Père Kleinsorge sortit de l’hôpital. Dèsson retour, il s’y installa, et avec unautre prêtre, le Père Lederman, quis’était joint à lui à la mission, prit toutesdispositions pour acheter trois des 35« baraques » standard que la municipalitévendait à raison de sept milleyen pièce. Ils en installèrent deux boutà bout, dont ils firent une coquette chapelle; la troisième leur servit de réfectoire.Lorsqu’on recommença à40trouver des matériaux de construction,ils chargèrent un entrepreneur de reconstruireune maison à trois étages,exactement semblable à celle qu’avait 45détruite l’incendie. Dans l’enceinte dela mission, les charpentiers se mirentà l’oeuvre : sciant les poutres,gougeant les mortaises, façonnant lestenons, taillant les chevilles par dizaineset forant le bois, jusqu’à ce que50tous les éléments de régulier ; puis, entrois jours, ils assemblèrent le tout,comme un de ces puzzles orientaux,sans l’usage d’un seul clou. Le Père 55Kleinsorge avait du mal, ainsi que ledocteur Fujii l’en avait prévenu, à nepas se fatiguer outre mesure et à bienobserver ses siestes quotidiennes. Chaquejour, il allait rendre visite à des 60Japonais catholiques et à d’éventuelsconvertis. Les mois passèrent, la fatiguealla croissant. <strong>En</strong> juin, il lut unarticle dans le Chugoku de Hiroshima,où l’on mettait en garde les survivants 65de la catastrophe contre le surmenage,mais qu’y pouvait-il faire ? Quand vintle mois de juillet, il était à bout de forceset au début d’août, pour l’anniver-2570WHEN Mr. Tanimoto returnedfrom Shikoku, he draped a tent heowned over the roof of the badlydamaged house he had rented inUshida. The roof still leaked, buthe conducted services in the dampliving room. He began thinkingabout raising money to restore hischurch in the city. He becamequite friendly with FatherKleinsorge and saw the Jesuits often.He envied them their Church’swealth; they seemed to be able todo anything they wanted. He hadnothing to work with except hisown energy, and that was not whatit had been.THE Society of Jesus had beenthe first institution to build a relativelypermanent shanty in the ruinsof Hiroshima. That had beenwhile Father Kleinsorge was inthe hospital. As soon as he gotback, he began living in theshack, and he and another priest,Father Laderman, who had joinedhim in the mission, arranged forthe purchase of three of the standardized“barracks,” which thecity was selling at seven thousandyen apiece. They put two together,end to end, and made apretty chapel of them; they ate inthe third. When materials wereavailable, they commissioned acontractor to build a three-storymission house exactly like the onethat had been destroyed in thefire. In the compound, carpenterscut timbers, gouged mortises,[111] shaped tenons, whittledscores of wooden pegs and boredholes for them, until all the partsfor the house were in a neat pile;then, in three days, they put thewhole thing together, like an Orientalpuzzle, without any nails atall. Father Kleinsorge was findingit hard, as Dr. Fujii had suggestedhe would, to be cautious and totake his naps. He went out every73Cuando el señor Tanimoto regresóde Shikoku, extendió una tienda sobreel techo dañado de la casa quehabía arrendado en Ushida. Todavíahabía goteras en el techo, pero el señorTanimoto realizaba los serviciosen medio del húmedo salón. Comenzóa pensar en recolectar fondos parareparar su iglesia de la ciudad. Sehizo muy amigo del padre Kleinsorgey visitaba con frecuencia a los jesuitas.<strong>En</strong>vidiaba la riqueza de su iglesia;los jesuitas parecían capaces dehacer lo que quisieran. <strong>En</strong> cambio, suúnico material de trabajo era su propiaenergía, que ya no era la que anteshabía sido.La Compañía de Jesús había sidola primera institución en construir unacabaña relativamente permanente sobrelas ruinas de [104] Hiroshima. Sehabía llevado a cabo mientras el padreKleinsorge estaba en el hospital;tan pronto como regresó comenzó avivir en la chabola, y en compañía deotro sacerdote, el padre Laderman(que se había unido a la misión), coordinóla compra de tres de los«barracones» estandarizados que laciudad estaba vendiendo a siete milyenes la unidad. Hicieron una bonitacapilla juntando dos de ellos, y comíanen el tercero. Cuando hubo materialesdisponibles, encargaron a uncontratista que construyera una casamisión de tres pisos exactamentecomo la que había sido destruida porel fuego. <strong>En</strong> el complejo los carpinteroscortaban madera,abrían boquetes para lasentalladuras, daban forma a losespaldones, tallaban montones de estacasde madera y abrían huecos paraellas, hasta que todas las partes de lacasa formaron una pila bien ordenada;entonces, en tres días, armaron la casaentera, como un rompecabezas oriental,sin utilizar ni una puntilla. Al padreKleinsorge le estaba costando muchotrabajo tomar sus siestas, tal ycomo lo había previsto el doctor Fujii.Todos los días salía caminando en buscade católicos japoneses y de posiblesconversos. A medida que pasaban losmeses, empezó a sentirse más y máscansado. <strong>En</strong> junio leyó un artículo enel Chugoku de Hiroshima que recomendabaa los supervivientes no trabajardemasiado duro, pero ¿qué podíahacer él? <strong>En</strong> julio ya se sentía agotado,y a principios de agosto, casiCuando el señor Tanimoto regresóde Shikoku, extendió una tiendaque poseía sobre el techo de la casadañada que alquiló en Ushida. El techofiltraba agua todavía, pero siguióefectuando los servicios religiososen la sala húmeda. Comenzóa pensar en recolectar dinero pararestaurar su iglesia de la ciudad. Sehizo muy amigo del padreKleinsorge y veía a menudo a losjesuitas. <strong>En</strong>vidiaba la [118] riquezade la Iglesia de éstos: parecían capacitadospara hacer cuanto quisieran.El no tenía nada con qué trabajar,salvo su energía, y ni siquieraésta era ya lo que había sido.La Compañía de Jesús fue la primerainstitución que construyó unavivienda relativamente permanenteen las ruinas de Hiroshima. Eso fuemientras el padre Kleinsorge estabaen el hospital. Apenas volvió, comenzóa vivir en ese refugio y él yotro sacerdote, el padre Laderman,que se le había unido en la misión,arreglaron por la compra de tres delas barracas estandardizadas que laciudad vendía a 7.000 yen cada una.Pusieron dos juntas, extremo conextremo, e hicieron de ella una bonitacapilla; en la tercera comían.Cuando pudieron conseguir materiales,comisionaron a un contratistapara que les comprase unacasa de tres pisos exactamentecomo la que había sido destruidapor el fuego. <strong>En</strong> el terreno de laMisión, los carpinteros cortaronvigas, hicieron muescas, moldearonespigas, aguzaron docenas de tacosde madera e hicieron agujeros paracolocarlos, hasta que todas las partesde la casa formaron una pila ordenada;luego, en tres días, unierontodo, como si fuera un rompecabezasoriental, sin usar un solo clavo. Elpadre Kleinsorge hallaba razón aldoctor Fujii en cuanto a la dificultadde ser prudente y dormir su siestadiaria de dos horas. Salía todos losdías a pie a visitar japoneses católicosy probables conversos. A medidaque pasaban los meses, se cansabacada vez más. <strong>En</strong> junio leyó un artículoen el Chugoku de Hiroshima, enque se prevenía a los sobrevivientescontra el trabajo demasiado duro...pero, ¿qué remedio le quedaba? <strong>En</strong>julio ya estaba agotado, y a principiosde agosto, casi exactamente el


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandsaire, à peu de jours près, du bombardement,il retourna prendre un mois derepos à l’hôpital catholique internationalde Tokyo.versary of the bombing, he wentback to the Catholic InternationalHospital, in Tokyo, for a month’srest.5Que les réponses du Père Kleinsorge WHETHER Or not Fatheraux questions de Mlle Sasaki sur la vie Kleinsorge’s answers to Misseussent ou non la valeur de vérités définitivesSasaki’s questions about life wereet [186] absolues, le fait est final and absolute truths, sheque la jeune fille parut y puiser un renouveau10 seemed quickly to draw physicalde force physique. Le docteur strength from them. Dr. Sasaki no-Sasaki ne fut pas sans le remarquer et ticed it and congratulated Fatheren félicita le religieux. Le 15 avril, la Kleinsorge. By April 15th, hermalade n’avait plus de fièvre et son temperature and white count werecompte de globules blancs était redevenu15 normal and the infection in thenormal ; l’infection de la blessure wound was beginning to clear up.commençait à se résorber. te 20 du On the twentieth, there was almostmême mois, le pus avait presque disparu,no pus, and for the first time sheet pour la première fois, on la vit jerked along a corridor onsautiller dans le couloir en s’aidant de 20 crutches. Five days later, thebéquilles. Cinq jours plus tard, la blessurewound had begun to heal, and oncommençait à se cicatriser. Le 30, the last day of the month she wason la renvoya de l’hôpital.discharged.exactamente ‘ el día del aniversario dela bomba, regresó al Hospital InternacionalCatólico, en Tokio, para tomarseun mes de descanso.Las respuestas del padreKleinsorge a las preguntas de la señoritaSasaki podían ser o no verdadesabsolutas y definitivas, pero locierto fue que parecieron llenarla defortaleza física. El doctor Sasaki lonotó y felicitó al padre Kleinsorge.Para el 15 de abril [105] la temperaturay la cuenta de glóbulos blancoshabían vuelto a la normalidad y la infecciónde la herida comenzaba adesaparecer; para el 20 casi no habíapus, y por primera vez la señoritasalió al corredor y dio algunospasos torpes sobre muletas. Cincodías después, la herida comenzó asanar, y el último día del mes la señoritafue dada de alta.primer aniversario del bombardeo,volvió [119] al Hospital Católico Internacionalde Tokio para hacer reposodurante un mes.Fueran o no verdades absolutaslas respuestas del padreKleinsorge a las preguntas de laseñorita Sasaki sobre la vida, éstapareció extraer de ellas fuerza física.El doctor Sasaki lo advirtióy felicitó al sacerdote. Alrededordel 15 de abril, su temperatura ysus glóbulos blancos habían vueltoa la normalidad, y la infecciónde la herida comenzó a desaparecer.El día veinte casi no habíapus, y por primera vez pudo andarpor los corredores apoyada enmuletas. Cinco días después laherida comenzó a cerrarse, y elúltimo día del mes la enferma fuedada de alta.Elle passa le début de l’été à préparer 25sa conversion au catholicisme. Elle connut,During the early summer, sheprepared herself for conversion todurant cette période, des hauts et des Catholicism. In that period she hadbas. Elle eut de profondes crises de dépression.ups and downs. Her depressionsElle savait qu’elle demeurerait were deep. She knew she [112]infirme pour la vie. Son fiancé n’avait 30 would always be a cripple. Herplus donné signe de vie. Elle n’avait rien fiancé never came to see her.à faire, sauf de lire et de regarder au loin, There was nothing for her to dopar la fenêtre de sa maison sise au flanc except read and look out, from herde la colline de Koï, les ruines de la ville house on a hillside in Koi, acrossoù ses parents et son petit frère avaient 35 the ruins of the city where her parentstrouvé la mort. Elle restait nerveuse ; leand brother died. She was ner-moindre bruit un peu soudain la faisait vous, and any sudden noise madeporter vivement les mains à la gorge. Sa her put her hands quickly to herjambe lui faisait toujours mal ; elle la throat. Her leg still hurt; shefrottait souvent et la caressait, comme 40 rubbed it often and patted it, as ifpour la consoler.to console it.[187]Il fallut compter six mois avant que (hôpitalIT TOOK six months for thede la Croix-rouge, et plus longtemps Red Cross Hospital, and evenencore avant que le docteur Sasaki, retrouvent45 longer for Dr. Sasaki, to getun rythme de vie normal. Tant que la back to normal. Until the cityville n’eut pas rétabli la force électrique, restored electric power, thel’hôpital dut se contenter de fonctionner hospital had to limp along withtant bien que mal, à cloche-pied, pour ainsi the aid of a Japanese Army generatorin its backyard. Operat-dire, grâce à un générateur de l’armée japonaise,50installé dans la cour de derrière. ing tables, X-ray machines,Tables d’opération, appareils à rayons X, dentist chairs, everything complicatedchaises de dentiste, tout ce que peut contenirand essential came inun hôpital d’essentiel et de compliqué, a trickle of charity from otherarriva au compte-gouttes, des autres villes. 55 cities. In Japan, face is importantAu Japon, l’extérieur et la face sont trèseven to institutions, andimportants, même pour les institutions publiqueslong before the Red Cross Hos-; et bien avant que l’hôpital de la pital was back to par on basicCroix-rouge fût à nouveau doté d’un équipementmedical equipment, its direc-médical de base, la direction avait 60 tors put up a new yellow brickdéjà fait reconstruire une façade neuve en veneer facade, so the hospitalbrique jaune, mince comme une feuille, became the handsomest buildingmais qui faisait de l’établissement - vu dein Hiroshima—from thela rue - le plus beau bâtiment de Hiroshima. street. For the first fourDurant les quatre premiers mois qui [188] 65 months, Dr. Sasaki was thesuivirent l’explosion, le docteur Sasaki demeuraonly surgeon on the staff and heseul chirurgien du personnel médi-almost never left the building;cal et ne sortit pratiquement pas de l’hôpital.then, gradually, he began toPuis, graduellement, il recommença à take an interest in his ownlife7074A principios del verano se preparópara su conversión al catolicismo.Durante ese tiempo tuvo buenos ymalos días. Sufría de depresiones profundas.Sabía que había quedado lisiadapara toda la vida. Su prometidonunca vino a verla. No tenía nada quehacer excepto leer y divisar, desde lacolina de Koi donde estaba su casa,las ruinas de la ciudad en la que suhermano y sus padres habían muerto.Estaba alterada, y cualquier sonidorepentino la hacía llevarse las manosa la garganta. Todavía le dolía la pierna;la señorita Sasaki se la frotaba confrecuencia y le daba palmaditas comoconsolándola.Al hospital de la Cruz Roja, volvera la normalidad le tomó seis meses;al doctor Sasaki le tomó inclusomás tiempo. Hasta que la energíaeléctrica fue reparada en la ciudad, elhospital tuvo que arreglárselas con laayuda de un generador del ejércitojaponés instalado en el patio. Todo loque fuera complicado y esencial —lasmesas de operación, las máquinas derayos X, las sillas de odontología—llegaba de otras ciudades en pequeñasdosis de caridad. <strong>En</strong> Japón la aparienciaes importante, incluso para lasinstituciones, y mucho antes de queel hospital de la Cruz Roja hubiera recuperadoel equipó médico básico,sus directores mandaron levantar unanueva fachada revestida de ladrilloamarillo, así que el hospital se transformóen el edificio más bello deHiroshima —visto desde afuera, esosí—. Durante los primeros cuatro[106] meses, el doctor Sasaki fue elúnico cirujano del hospital, y casinunca salió del edificio; después,poco a poco, comenzó a recuperar elDurante los comienzos del veranose preparó para su conversión alcatolicismo. <strong>En</strong> este período sufrióaltibajos. Su depresión era profunda.Sabía que siempre sería una lisiada.Su prometido jamás volvió averla. No le quedaba nada por hacer,salvo leer y mirar desde su casasobre el flanco de una colina enKoi, las ruinas de la ciudad dondehabían muerto sus padres y su hermanito.Estaba nerviosa y cualquierruido súbito le hacía llevar las manosrápidamente ala garganta. Lapierna le dolía aún: a menudo se laacariciaba y le daba palmaditascomo para consolarla.Al Hospital de la Cruz Roja le fueronnecesarios seis meses, y al doctorSasaki más aún, para normalizarse.Hasta la restauración de los servicioseléctricos de la ciudad, el hospitaltuvo que arreglarse con la ayudade un generador del ejército japonéscolocado en el patio trasero.Mesas de operación, cámarasradiográficas, sillones de dentista,todo lo complicado y esencial vinoen un arranque de caridad de otrasciudades. <strong>En</strong> el Japón, la cara es importanteaun en lo referente a las instituciones,[120] y mucho antes deque el Hospital de la Cruz Roja estuviesenormalizado en cuanto a equipomédico, sus directores le colocaronuna nueva fachada revestida deladrillo amarillo, de modo que el hospitalllegó a ser el edificio más hermosode Hiroshima... por fuera. Durantelos cuatro primeros meses, eldoctor Sasaki fue el único cirujanodel grupo de médicos y casi nunca seretiró del edificio; luego, gradualmente,comenzó a retomar el interés


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandse rappeler qu’il était un homme et qu’ilavait une vie. Il se maria en mars. Il repritun peu du poids qu’il avait perdu, mais sonappétit demeura modeste ; avant le bombardement,il quatre boulettes de mangeait 5d’ordinaire riz par repas; une année après,il ne pouvait en avaler que deux. Il éprouvaitune lassitude générale qui ne le quittaitpas. « Mais je ne dois pas oublier,disait-il, que cette lassitude, toute notre 10communauté la ressent ».again. He got married in March.He gained back some of theweight he lost, but his appetiteremained only fair; before thebombing, he used to eat four riceballs at every meal, but a yearafter it he could manage onlytwo. He felt tired all the time.“But I have to realize,” he said,“that the whole community istired.” [113]interés por su propia vida. Se casó enmarzo. Recuperó el peso que habíaperdido, pero su apetito seguía siendomodesto; antes del bombardeosolía comer cuatro bolas de arrozcon cada comida, pero un año despuéssólo era capaz de comer dos.Se sentía cansado constantemente.«Pero tengo que darme cuenta», decía,«de que la comunidad entera sesiente cansada».por su propia vida. Se casó en marzo.Recuperó nuevamente el peso quehabía perdido, pero su apetito continuósiendo regular: antes del bombardeosolía comer cuatro bolas dearroz con cada comida, pero un añodespués apenas lograba tragar dos. Sesentía constantemente cansado.—Pero debo darme cuenta — decía— de que toda la comunidad está cansada.Un an après la chute de la bombe, MlleSasaki était estropiée ; Mme Nakamura,indigente; le Père Kleinsorge, hospitalisé 15; le docteur Sasaki, incapable de fournirle même effort qu’autrefois ; le docteurFujii avait perdu la clinique de trentechambres qu’il avait mis des années à acquériret ne voyait guère comment la reconstruire; [189] M. Tanimoto n’avait20plus de chapelle et ne parvenait pas à retrouverson extraordinaire vitalité d’autrefois.Ces six personnes, qui comptaientparmi les plus chanceuses de Hiroshima, 25ne connaîtraient plus jamais la même vieque naguère. L’opinion qu’ils pouvaientavoir tous les six, de leurs expériencesrespectives et de l’utilisation de la bombeatomique, était, bien entendu, loin d’être 30unanime. Il est un sentiment, pourtant,qu’ils semblaient avoir en commun, unesorte de curieux enthousiasme collectif,ressemblant un peu à l’état d’esprit desLondoniens après l’offensive- éclair de, la 35Luftwaffe sur leur ville : sentiment d’orgueil,né de la façon dont eux-mêmes etles autres survivants avaient résisté à cetteépreuve épouvantable. Quelques joursavant l’anniversaire du bombardement, M. 40Tanimoto, dans une lettre à un Américain,écrivait ces mots révélateurs : a Quel spectacledéchirant que cette première nuit!Vers minuit, je pris pied sur la berge. Tantde blessés gisaient sur le sol, que je dus, 45pour me frayer un chemin, les enjamber.Répétant sans cesse : « Excusez-moi n, jepoursuivis maroute et, portant un baquetplein d’eau, tendis à tour de rôle une tasseà chacun [190] d’eux. Je les voyais souleverlentement le haut de leur corps, accep-50ter ma tasse d’eau avec une petite révérence,boire tranquillement et, égouttantle fond, s’il en restait, me la rendre enm’exprimant de tout coeur leur gratitude 55et dire : « Je n’ai pas pu aller au secoursde ma sueur, qui était ensevelie sous notremaison, parce que j’ai dû m’occuperde ma mère qui avait une plaie profonde àl’oeil et que notre maison n’a pas tardé à 60prendre feu, et que nous nous sommeséchappés à grand’peine. Ainsi, vous levoyez, j’ai perdu ma maison, ma familleet moi-même, enfin, je suis cruellementblessé. Mais je n’ai qu’une seule pensée, 65c’est de dédier tout ce qui me reste et determiner la guerre pour l’amour de monpays. » Ainsi faisaient-ils solennellementserment devant moi ; même les femmes et70A YEAR after the bomb wasdropped, Miss Sasaki was acripple; Mrs. Nakamura wasdestitute; Father Kleinsorge wasback in the hospital; Dr. Sasakiwas not capable of the work heonce could do; Dr. Fujii had lostthe thirty-room hospital it tookhim many years to acquire, andhad no prospects of rebuildingit; Mr. Tanimoto’s church hadbeen ruined and he no longerhad his exceptional vitality. Thelives of these six people, whowere among the luckiest inHiroshima, would never be thesame. What they thought oftheir experiences and of the useof the atomic bomb was, ofcourse, not unanimous. Onefeeling they did seem to share,however, was a curious kind ofelated community spirit, somethinglike that of the Londonersafter their blitz—a pride in the waythey and their fellow-survivorshad stood up to a dreadful ordeal.Just before the anniversary,Mr. Tanimoto wrote in aletter to an American somewords which expressed this feeling:“What a heartbreaking scenethis was the first night! Aboutmidnight I landed on theriverbank. So many injured peoplelied on the ground that I made myway by striding over them. Repeating‘Excuse me,’ I forwarded andcarried a tub of water with me andgave a cup of water to each one ofthem. They raised their upper bodiesslowly and accepted a cup of waterwith a bow and drunk quietly and,spilling any remnant, gave back acup with hearty expression of theirthankfulness, and said, ‘I couldn’thelp my sister, who was buried underthe house, because I had to takecare of my mother who got a deepwound on her eye and our [114]house soon set fire and we hardlyescaped. Look, I lost my home, myfamily, and at last my-self bitterlyinjured. But now I have gotted mymind to dedicate what I have and tocomplete the war for our country’ssake.’ Thus they pledged to me,75Un año después de la bomba, laseñorita Sasaki había quedado lisiada;la señora Nakamura se encontrabaen la indigencia; el padreKleinsorge estaba de nuevo en elhospital; el doctor Sasaki era incapazde hacer el trabajo que antes hacía;el doctor Fujii había perdido elhospital de treinta habitaciones quetantos años le costó adquirir, y notenía planes de reconstruirlo; la iglesiadel señor Tanimoto estaba en ruinas,y él ya no contaba con su excepcionalvitalidad. Las vidas de estasseis personas, que se contabanentre las más afortunadas deHiroshima, habían cambiado parasiempre. La opinión que cada uno teníade la experiencia y del uso debombas atómicas no era la misma,por supuesto. Sin embargo, parecíancompartir una forma curiosa y eufóricade espíritu comunitario, algo asícomo el de los londinenses despuésdel bombardeo de su ciudad: un orgullopor la forma en que ellos y susconciudadanos habían hecho frente auna dura prueba. Poco antes del aniversario,el señor Tanimoto escribió,en carta a un norteamericano, algunaspalabras que expresaban estesentimiento: ¡Qué escena tandesgarradora aquélla de la primeranoche! A la medianoche llegué a laribera. Había tanta gente herida enel suelo que me abrí paso caminandosobre [107] ellos. Repitiendo«Disculpe», avancé con una jarra deagua y le daba un vaso de agua a cadauno de ellos. Los heridos levantabanla parte superior del cuerpo y aceptabanel vaso de agua con una veniay bebían en silencio, derramaban losrestos y me devolvían la copa consentida expresión de gratitud, y decían:«Yo no pude ayudar a mi hermanaenterrada bajo la casa porquetuve que ocuparme de mi madre quetenía una herida profunda en el ojo ynuestra casa se incendió muy prontoy a duras penas logramos escapar.Mire, he perdido mi hogar, mi familia,y al final yo mismo herido gravemente.Pero ahora yo pongo mimente a dedicar lo que tengo a completarla guerra por amor de nuestrapatria». Así me juraban, incluso lasUn año después de haber sido arrojadala bomba, la señorita Sasaki erauna lisiada; la señora Nakamura carecíade todo; el padre Kleinsorgehabía vuelto al hospital; el doctorSasaki no era capaz de trabajar comoantes; el doctor Fujii había perdido suclínica de treinta habitaciones quetantos años tardó en adquirir, y no teníaprobabilidades de reconstruirla; laiglesia del señor Tanimoto había sidodestruida, y él mismo no tenía ya suantigua excepcional vitalidad. Las vidasde estas seis personas, que se contabanentre las más afortunadas deHiroshima, ya nunca serían como antes.Desde luego, lo que pensaban desus experiencias y del uso de la bombaatómica, no era unánime. Sin embargo,parecían compartir un sentimiento:una extraña. especie de exaltadoespíritu de comunidad, algo parecidoal de los londinenses despuésde su bombardeo: un orgullo de laforma en que ellos y sus compañerosde supervivencia se habían enfrentadocon un horrible destino. Poco [121]antes del primer aniversario, el señorTanimoto escribió, en una carta a unestadounidense, algunas palabras queexpresaban este sentimiento:«¡Qué escena desgarradora ofrecióesto la primera noche! Hacia medianoche,llegué a la orilla del río. <strong>En</strong> elsuelo había tanta gente herida, que teníaque saltar sobre ellos para abrirmepaso. Repitiendo ‘Disculpe’, avancéy llevé un recipiente con agua delque di un vaso a cada uno de ellos.Levantaban la parte superior de suscuerpos lentamente y aceptaban elvaso de agua con una inclinación decabeza, bebían en silencio, y, arrojandoel sorbo restante, devolvían el vasocon una expresión sincera de su agradecimiento,diciendo: ‘No pude ayudara mi hermana, que estaba sepultadabajo la casa, porque debía cuidarde mi madre, que tenía una profundaherida en un ojo, y nuestra casase incendió en seguida y apenas logramosescapar. Mire, perdí mi casa,mi familia, y yo mismo estoy gravementeherido. Pero ahora tengo intenciónde dedicar lo que poseo, y de terminarla guerra, para la gloria denuestra patria.’ Así me decían, aun las


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandles enfants se conduisaient de la sorte.Étant entièrement épuisé, je me couchaiparmi eux, mais je n’arrivai pas à dormir.Le lendemain matin, je trouvai nombred’hommes et de femmes morts, à qui 5j’avais donné de l’eau la nuit dernière.Mais, à ma grande surprise, je n’en ai pasentendu un seul crier en désordre, mêmesi ses souffrances étaient une véritableagonie. Ils mouraient tous en silence, 10[191] sans en vouloir à personne, serrantles dents pour supporter la douleur. Et toutcela pour leur pays !even women and children did thesame. Being entirely tired I lieddown on the ground among them,but couldn’t sleep at all. Nextmorning I found many men andwomen dead, whom I gave waterlast night. But, to my great surprise,I never heard any onecried in disorder, even thoughthey suffered in great agony.They died in silence, with nogrudge, setting their teeth tobear it. All for the country!mujeres y los niños hacían lo mismo.Me sentía completamente cansado yme recosté en el suelo entre ellospero no pude dormir. A la mañana siguienteencontré a muchos de loshombres y mujeres muertos, a quieneshabía dado agua la noche anterior.Pero, para mi gran sorpresa,nunca escuché que nadie grita, aunquesufrieran tan grande agonía.Murieron en silencio, sin rencor,apretando los dientes para soportarlo.¡Todo por la patria!mujeres y los niños. Completamenteagotado, me acosté en el suelo entreellos, pero no pude dormir absolutamentenada. A la mañana siguiente,encontré muertos a muchos de loshombres y mujeres a los que habíadado agua la noche anterior. Pero,para mi gran sorpresa, en ningún momentooí grito alguno, ni llanto, a pesarde que sufrieron una atroz agonía.Morían en silencio, sin reproches,apretando los dientes para poder soportarlo.¡Todo por la patria!« Le docteur Y. Hiraiwa, professeur 15à (Université des Lettres et Sciences“Dr. Y. Hiraiwa, professor ofHiroshima University of Literaturede Hiroshima, et l’un des membres deand Science, and one of myma congrégation, fut enseveli par la church members, was buried bybombe sous sa maison à deux étages, the bomb under the two storiedavec son fils, étudiant à l’Université 20 house with his son, a student ofde Tokyo. Tous les deux ne pouvaient Tokyo University. Both of themremuer d’un pouce, sous la terrible could not move an inch under tremendouslypression qui les accablait. Et la maisonheavy pressure. Andcommençait déjà à brûler. Le fils the house already caught fire. Hisdit : « Père, il ne nous reste rien 25 son said, ‘Father, we can do nothingd’autre à faire que de nous décider àexcept make our mind up toconsacrer nos vies à la patrie. Chantonsconsecrate our lives for the coun-Banzai pour l’Empereur ». Et try. Let us give Banzai to ouralors, le père entonna après le fils : Emperor.’ Then the father followedafter his son, ‘Tenno-heika,Tenno-heika, Banzai, Banzai, Banzai ! 30Après coup, le docteur Hiraiwa raconta Banxai, Banzai, Banzai!’ In the: a C’est étrange, mais je me sentais le result, Dr. Hiraiwa said, ‘Strangecoeur plein de calme, de paix et de to say, I felt calm and bright andcourage, en entonnant le Banzai en peaceful spirit in my heart, whenl’honneur de Tenno. » Par la suite, son 35 I chanted Banzai to Tenno.’ Afterwardfils parvint à se dégager, à déblayer ethis son got out andà retirer son père, et ainsi tous deux digged down and pulled out hisfurent sauvés. Se rappelant leur expériencefather and thus they were saved.de ce moment, le docteur In thinking of their experienceHiraiwa répétait : « Quelle fortune 40 of that time Dr. Hiraiwa repeated,pour nous, que d’être japonais! C’est‘What a fortunate thatla première fois qu’il me fut donné de we are Japanese! It was my firstgoûter à tant de beauté spirituelle, cet [115] time I ever tasted such a[192] instant où je décidai de mourir beautiful spirit when I decidedpour notre Empereur ».45 to die for our Emperor.’« Mlle Kayoko Nobutoki, élève au lycée“Miss Kayoko Nobutoki, a stu-de filles, le Hiroshima Jazabuin, et dent of girl’s high school,fille de mon paroissien du même nom, se Hiroshima Jazabuin, and a daughterreposait avec des amies, près de la lourde 50 of my church member, was takinggrille du temple bouddhiste. Au moment rest with her friends beside theoù la bombe atomique fut lancée, la grille heavy fence of the Buddhisttomba sur elles. Elles ne pouvaient pas Temple. At the moment the atomicbouger sous une grille si lourde, et voilà bomb was dropped, the fence fellmême que, par une crevasse, de la fumée 55 upon them. They could not move ase mit à entrer, leur suffoquant le souffle.bit under such a heavy fence andL’une des jeunes filles se mit à chan-then smoke entered into even ater Kimi gayo, hymne national et d’autres crack and choked their breath. Onesuivirent en choeur et mouraient. Pendant of the girls begun to sing Kimi gace temps, l’une d’elles parvint à trouver 60 yo, national anthem, and others followedune fissure et à sortir, après s’être débattuein chorus and died. Mean-de toutes ses forces. Quand on la conduisitwhile one of them found a crack andà l’hôpital de la Croix-rouge, elle struggled hard to get out. When sheraconta comment étaient mortes ses was taken in the Red Cross Hospitalshe told how her friends died,amies, remontant dans sa mémoire jusqu’au65moment où elles avaient chanté tracing back in her memory to sing-notre hymne national. Elles avaient tout ing in chorus our national anthem.juste treize ans.They were just 13 years old.El doctor Y. Hiraiwa, profesorde la Universidad de Literatura yCiencia de Hiroshima, y uno de losmiembros de mi iglesia, fue sepultadopor la bomba bajo los dos pisosde su casa, junto con su hijo,un estudiante de la Universidad deTokio. Para ambos era imposiblemoverse bajo la presión del terriblepeso. Y la casa se incendió enese mismo instante. Su hijo le decía:«Padre, poco podemos hacerexcepto decidirnos ya y consagrarnuestras vidas a la patria. CantemosBanzai para el Emperador». <strong>En</strong>toncesel padre siguió al hijo, «Tennoheika, Banzai, Banzai, Banzai!» <strong>En</strong>el [108] resultado, según dijo eldoctor Hiraiwa, «es extraño decirlo,pero me sentí calmado y lúcidoy en espíritu de paz en mi corazón,cuando canté Banzai para Tenno».Después su hijo salió y escarbó ysacó a su padre y así se salvaron.Pensando en su experiencia de esemomento el doctor Hiraiwa repetía:«¡Qué fortunados que somos japoneses!Fue la primera vez que probéel gusto de un espíritu tan bello,cuando decidí morir por nuestroEmperador».La señorita Kayoko Nobutoki, estudiantede una escuela para chicas,Hiroshima Jazabuin, y además hijade un miembro de mi iglesia, estabadescansando con sus amigas juntoa la pesada cancela del templo budista.Cuando cayó la bomba atómica,la cancela cayó sobre ellas. Nopodían moverse ni un poco bajo esacancela tan pesada y entonces entróel humo incluso por las grietas yahogaba su respiración. Una de laschicas comenzó a cantar Kimi ga yo,himno nacional, y otras le hicieroncoro y murieron. Mientras tanto unade ellas encontró una grieta y se esforzópor salir. Cuando la llevaronal hospital de la Cruz Roja contócómo habían muerto sus compañeras,rastreando con su memoria elcanto en coro del himno nacional.Tenían sólo 13 años de edad.«El doctor Y. Hiraiwa, profesorde Literatura y Ciencia de la Universidadde Hiroshima, y miembrode mi iglesia, fue enterrado por labomba bajo la casa de dos pisos,junto con su hijo, estudiante de laUniversidad de Tokio. Ninguno deellos se podía mover un centimetrobajo la tremenda [122] presión quesoportaban. Y la casa casi se incendió.El hijo dijo: ‘Padre, no podemoshacer nada excepto forjarnosel propósito de consagrar nuestrasvidas a la patria. DigamosBanzai (1) a nuestro Emperador.’<strong>En</strong>tonces el padre dijo junto con suhijo: ‘Tenno-heika, Banzai,Banzai, Banzai!’ ‘El resultado, medijo el doctor Hiraiwa, fue que mesentí tranquilo, lúcido y calmo, enel fondo del corazón, cuando cantéBanzai a Tenno.’ Más tarde suhijo salió y logró excavar y sacara su padre, y de ese modo se salvaron.Al pensar en esa experiencia,el doctor Hiraiwa repetía:‘¡Qué suerte que seamos japoneses!Esa fue la primera vez quesentía una paz tan grande en miespíritu, cuando decidí morir pornuestro Emperador.’Banzai: Exclamación con la cual los japoneses vitorean y glorifican a su emperador. (N. de la T.)«La señorita Kayoko Nobutoki, estudiantede la escuela secundariaHiroshima Jazabuin, e hija de unmiembro de mi iglesia, estaba con suscompañeras junto a la pesada tapia delTemplo Budista. <strong>En</strong> el instante en quecayó la bomba atómica, la tapia cayósobre ellas. No podían hacer el másmínimo movimiento bajo semejantepeso, y luego comenzó a entrar humopor todas las grietas, y a ahogar surespiración. Una de las niñas comenzóa cantar Kimi ga yo, el himno nacional,y las otras la siguieron en coroy murieron. Mientras tanto, una deellas encontró una abertura, y despuésde mucho esforzarse logró salir.Cuando la llevaban al Hospital de laCruz Roja, contó cómo habían muertosus amigas, cantando en coro nuestrohimno nacional. Tenían trece añosde edad.7076


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland« Oui, les gens de Hiroshima sont mortsvirilement dans le bombardement atomique,convaincus que c’était pour leur Empereur.» [193]Un nombre surprenant d’habitants deHiroshima maintinrent, sur le problèmemoral que posait l’utilisation de la bombeatomique, une attitude plus ou moins indifférente.Peut-être étaient-ils encore 10trop terrifiés pour avoir la moindre envied’y penser. Rares même furent ceux qui sesoucièrent beaucoup de savoir simplementà quoi la bombe ressemblait. L’idée - laconception quasi religieuse et horrifiée 15que s’en faisait mine Nakamura, était typique.« La bombe atome», disait-ellequand on l’interrogeait à ce propos, a labombe atome est de la taille d’une boited’allumettes. La chaleur qu’elle a faite 20était six mille fois celle du soleil. Elle aexplosé en l’air. Il y a du radium dedans.Je ne sais pas au juste comment ça fonctionne,mais quand on rapproche le radium,ça explose » . Quant à l’emploi de 25la bombe, elle ajoutait : « C’était la guerre,et il fallait s’y attendre ». Et puis elle concluait: « Shikata ga nai », expression japonaiseaussi courante que le russenitchevo, à [194] quoi elle correspond : « 30On n’y peut rien. Que voulez-vous! Tantpis! » Le docteur Fujii dit à peu près lamême chose au Père Kleinsorge, un soir, surl’emploi de la bombe; il le dit en allemand: « Das ist nichts zu machen. Il n’y 35a rien à y faire. »5“Yes, people of Hiroshima diedmanly in the atomic bombing, believingthat it was for Emperor’ssake.”A surprising number of thepeople of Hiroshima remainedmore or less indifferent aboutthe ethics of using the bomb.Possibly they were too terrifiedby it to want to think about it atall. Not many of them even botheredto find out much about whatit was like. Mrs. Nakamura’sconception of it—and awe ofit—was typical. “The atombomb,” she would say whenasked about it, “is the size of amatchbox. The heat of it is sixthousand times that of the sun.It exploded in the air. There issome radium in it. I don’t know justhow it works, but when the radiumis put together, it explodes.” [116]As for the use of the bomb, shewould say, “It was war and we hadto expect it.” And then she wouldadd, “Shikata ga nai,” a Japanese expressionas common as, and correspondingto, the Russian word “nichevo”: “Itcan’t be helped. Oh, well. Too bad.” Dr.Fujii said approximately the same thingabout the use of the bomb to FatherKleinsorge one evening, in German:“Das ist nichts zu machen. There’snothing to be done about it.”Sí, la gente de Hiroshima murió valientementeen el bombardeo atómico,confiando en que lo hacían por amor delEmperador.Una cantidad sorprendente de habitantesde Hiroshima mantuvo unacierta indiferencia frente a la éticadel uso de la bomba. Era posible quese sintieran demasiado aterrorizadosincluso para pensar en ella. No fueronmuchos los que se molestaron enaveriguar siquiera cuál era su aspecto.Era típica la concepción [109] —y el respetuoso miedo— que la señoraNakamura tenía de ella. «Labomba atómica», decía cuando se lepreguntaba al respecto, «es del tamañode una cajetilla de fósforos.El calor que desprende es seis milveces mayor que el del sol. Explotóen el aire. Dentro de ella hay algode radio. No sé bien cómo funciona,pero cuando el radio se une, labomba explota». <strong>En</strong> cuanto al uso dela bomba, decía: «Estábamos enguerra y teníamos que estar preparados».Y añadía: «Shikata ga nai»,una expresión japonesa equivalentea la palabra rusa nichevo, «Nada quehacer, mala suerte», y tan comúncomo ella. Una tarde, el doctor Fujiidijo al padre Kleinsorge aproximadamentelo mismo, y en alemán:«Das ist nichts zu machen. No haynada que hacer al respecto».«Sí, el pueblo de Hiroshima muriódurante el bombardeo de Hiroshima, ensu mayor parte creyendo que moría porel Emperador.»Un número sorprendente depersonas en Hiroshima permaneciómás o menos indiferenteacerca [123] de la ética del usode la bomba atómica. Posiblementeésta los aterrorizaba demasiadocomo para pensar nada.Muy pocos de ellos se molestaronen saber siquiera cómo era.La concepción de la señoraNakamura era típica:—La bomba atómica — decíacuando se la interrogaba sobreella — es del tamaño de unacaja de fósforos. Su calor esseis mil veces el del sol. Tieneun poco de radio. No sé cómofunciona, pero cuando se juntatodo el radio, explota. —<strong>En</strong>cuanto al uso de la bomba, decía—: Era la guerra, y cabíaesperarlo. —Y luega agregaba—:Shikata ga nai —expresiónjaponesa tan común como la palabrarusa nichevo, y con el mismo significado:«Paciencia, qué le vamos a hacer.»El doctor Fujii le dijo aproximadamente lomismo una noche al padre Kleinsorge, acercadel uso de la bomba, pero lo dijo en alemán:—Das ist nichts zu machen. «No haynada que hacer.»Nombre de citoyens de Hiroshiman’en continuèrent pas moins à haïr lesAméricains, d’une haine que rien ne 40pouvait effacer. a Je vois, dit un jour ledocteur Sasaki, qu’ils font un procès àTokyo, en ce moment même, de criminelsde guerre. Je trouve qu’ils devraientfaire passer en jugement les 45hommes qui ont décidé d’employer labombe et les pendre tous. »Many citizens of Hiroshima,however, continued to feel a hatredfor Americans which nothingcould possibly erase. “I see,”Dr. Sasaki once said, “that theyare holding a trial for war criminalsin Tokyo just now. I thinkthey ought to try the men whodecided to use the bomb and theyshould hang them all.”Y sin embargo muchos ciudadanosde Hiroshima continuaron sintiendohacia los norteamericanos un odioimborrable. «Veo», dijo una vez eldoctor Sasaki, «que están llevando acabo un juicio contra los criminalesde guerra en Tokio. Me parece quedeberían juzgar a quienes decidieronque la bomba fuera arrojada, y deberíanahorcarlos a todos».Muchos ciudadanos de Hiroshima,sin embargo, continuaron odiando a losnorteamericanos, con un odio que nadapodía aplacar.—<strong>En</strong>tiendo —dijo una vez el doctorSasaki que en estos momentos estátrabajando un tribunal criminal en Tokio.Creo que debieran juzgar a loshombres que decidieron usar la bomba,y colgarlos a todos.Le Père Kleinsorge et les autres jésuitesallemands, que l’on pouvait s’attendreà voir adopter, en qualité d’étran-50gers, une façon de voir relativement impartiale,discutaient souvent entre eux del’usage de la bombe, d’un point de vuemoral. L’un d’eux, le Père Siemes, qui 55se trouvait à Nagatsuka, en dehors de laville, lors du raid, écrivit, dans un rapportau SaintSiège, à Rome : « Certainsd’entre nous rangent la bombe dans lamême catégorie que les gaz et condamnentson emploi entre les populations60civiles. D’autres sont d’avis que dans laguerre totale, telle que [195] la pratiquaitle Japon, il n’y avait plus de différenceentre civils et soldats, et que la 65bombe même fut une force efficace tendentà mettre fin à l’effusion de sang,un avertissement au Japon, l’invitant àse rendre et à éviter ainsi70Father Kleinsorge and theother German Jesuit priests,who, as foreigners, could be expectedto take a relatively detachedview, often discussed theethics of using the bomb. One ofthem, Father Siemes, who wasout at Nagatsuka at the time ofthe attack, wrote in a report tothe Holy See in Rome: “Some ofus consider the bomb in the samecategory as poison gas and wereagainst its use on a civilianpopulation. Others were of theopinion that in total war, as carriedon in Japan, there was nodifference between civilians andsoldiers, and that the bomb itselfwas an effective force tending toend the bloodshed, warning Japanto surrender and thus to77El padre Kleinsorge y los otros jesuitasalemanes, de quienes se esperabaque, como extranjeros, tuvieranun punto de vista relativamente imparcial,discutían a menudo la éticaimplícita en el uso de la bomba. Unode ellos, el padre Sierres, que se encontrabaen Nagatsuka en el momentodel ataque, escribió en un informepara la Santa Sede en Roma: «Para algunosde nosotros, la bomba tiene lamisma categoría que el gas venenoso,y nos oponíamos a su utilizacióncontra la población civil. Otros opinabanque en una guerra total, comola que estaba llevando a cabo Japón,no había diferencia entre civiles ysoldados, y que la bomba en sí mismaera una fuerza efectiva capaz determinar con el derramamiento desangre al advertir a Japón que debíaEl padre Kleinsorge y los otrosjesuitas alemanes que, como extranjeros,podían tomar una posición estrictamenteneutral, discutían a,’menudo la ética del uso de la bomba.Uno de ellos, el padre Siemes,que en el momento del ataque estabaen Nagatsuka, escribió en unamemoria a la Santa Sede de Roma:«Algunos de nosotros consideramosla bomba como de la misma categoríaque el gas venenoso, y estamosen contra de su uso sobre una [124]población civil. Otros opinan que enla guerra total, como se llevaba acabo en el Japón, no hay diferenciasentre civiles y militares, y que labomba en sí fue una fuerza efectivatendiente a finalizar el derramamientode sangre, advirtiendo al Japónque se rindiese para evitar así


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandl’aneantissement. Il semble logiquequ’un pays qui défend le principe de laguerre totale n’ait, pas le droit de seplaindre lorsque la guerre frappe ses populationsciviles. Toute la question est 5de savoir si la guerre totale, sous saforme présente, se justifie, même lorsqu’elleest au service de la justice et dudroit. N’a-t-elle pas pour conséquencedes maux, matériels et spirituels, qui excédentde beaucoup le bien, quel qu’il10soit, qui peut en résulter ? Quand nusmoralistes se décideront-ils à répondreclairement à cette question ? o15Il serait impossible de dire de quel It would be impossible to saysceau d’horreur fut, dans son tréfonds, what horrors were embedded inmarquée la conscience des enfants qui the minds of the children whovécurent la journée du bombardement de lived through the day of theHiroshima. Superficiellement, des mois 20 bombing in Hiroshima. On theaprès le désastre, leurs souvenirs étaient surface, their recollections,ceux d’une aventure extrêmement réjouissante.months after the disaster, were ofToshio Nakamura, qui avait an exhilarating adventure. Toshiodix ans à l’époque du raid, ne tarda pas Nakamura, who was ten at theà parler librement, gaîment même, de 25 time of the bombing, was soonl’expérience qu’il avait [196] traversée able to talk freely, even gaily,et, quelques semaines avant l’anniversaireabout the experience, and a fewde l’explosion, il écrivit la narra-weeks before the anniversary hetion suivante, des plus réalistes, pour wrote the followingson maître à l’école primaire de 30 matter-of-fact essay for hisNobori-cho : « Le jour avant la bombe, teacher at Nobori-cho Primaryje suis allé me baigner. Le lendemain School: “The day before thematin, j’étais en train de manger des cacahuètes.bomb, I went for a swim. In theJe vis une lumière. Je fus ren-morning, I was eating peanuts. Iversé et jeté à l’endroit où dormait ma 35 saw a light. I was knocked to littlepetite sueur. Après qu’on nous eut sauvés,sister’s sleeping place. When weje ne pus pas voir plus loin que le were saved, I could only see as fartram. Ma mère et moi, nous avons commencéas the tram. My mother and Ià faire des paquets de nos affai-started to pack our things. Theres. Les voisins marchaient autour de 40 neighbors were walking aroundnous, brûlés et pleins de sang. Hatayasan burned and bleeding. Hataya-sanme dit de me sauver avec elle. Je lui dis told me to run away with her. Ique je voulais attendre ma mère. Nous said I wanted to wait for mysommes allés dans le parc. Le vent s’est mother. We went to the park. Amis à souiller très fort, en tournant. A 45 whirlwind came. At night a gasla nuit, un réservoir à gaz a brûlé et j’ai tank burned and I saw the reflectionvu le reflet dans la rivière. Nous sommesin the river. We stayed in therestés dans le parc , toute la nuit. park one night. Next day I wentLe lendemain, je suis allé jusqu’au pont to Taiko Bridge and met my girlde Taïko et j’ai rencontré mes petites 50 friends Kikuki and Murakami.amies Kikuki et Murakami. Elles cherchaientThey were looking for their moth-leur mère. Mais la mère de ers. But Kikuki’s mother wasKikuki était blessée et celle de wounded and Murakami’s mother,Murakami, hélas! était morte ». alas was dead.” [118]55avoid total destruction. It seemslogical that he who supports totalwar in principle cannot complainof a war against civilians.The crux [117] of the matter iswhether total war in its presentform is justifiable, even when itserves a just purpose. Does it nothave material and spiritual evilas its consequences which farexceed whatever good might result?When will our moralistsgive us a clear answer to thisquestion?”rendirse y evitar así la destruccióntotal. Parece lógico que aquel [110]que apoya los principios de una guerratotal no puede quejarse de unaguerra contra los civiles. El meollodel asunto es si resulta justificableuna guerra total en su forma presente,aun cuando sirve a un propósitojusto. ¿Acaso no tiene como consecuenciaun mal material y espiritualque por mucho excede cualquier bienque se logre? ¿Cuándo nos daránnuestros moralistas una clara respuestaal respecto?».Sería imposible saber qué horroresquedaron grabados en la memoriade los niños que vivieron eldía del bombardeo de Hiroshima.Superficialmente, sus recuerdos,meses después del desastre, parecíanser los de una excitante aventura.Toshio Nakamura, que teníadiez años en el momento de labomba, fue capaz muy pronto dehablar con libertad, incluso condesparpajo, acerca de la experiencia,y algunas semanas antes delaniversario escribió, para su profesorde la Escuela Primaria deNobori-cho, un ensayo en el cualse ceñía a los hechos: «El día antesde la bomba fui a nadar un rato.<strong>En</strong> la mañana estaba comiendocacahuetes. Vi una luz. Caí sobreel lugar donde dormía mi hermanapequeña. Cuando nos salvaron, yosólo alcanzaba a ver hasta el tranvía.Mi madre y yo comenzamos aempacar nuestras cosas. Los vecinoscaminaban por ahí heridos y sangrando.Hatayasan me dijo que huyeracon ella. Dije que quería esperara mi madre. Fuimos al parque.Hubo un torbellino. <strong>En</strong> la noche sequemó un tanque de gas y yo vi elreflejo en el río. Pasamos una nocheen el parque. Al día siguiente fuial puente Taiko y me encontré conmis amigas Kikuki y Murakami.Buscaban a sus madres. Pero la madrede Kikuki estaba herida y lamadre de Murakami, lamentablemente,estaba muerta». [111]la destrucción total. Parece lógicoque el que sustente la guerra totalno pueda en principio quejarse deuna guerra contra los civiles. El quiddel asunto es saber si la guerra totalen su forma presente es justificable,aun cuando esté al servicio de unpropósito justo. ¿No tiene comoconsecuencias un daño material yespiritual que excede con mucho acualquier bien que de ella pueda resultar?¿Cuándo nos darán nuestrosmoralistas una respuesta clara a esteinterrogante?Sería imposible decir qué horroresse clavaron en las mentesde los niños que vivieron el díadel bombardeo de Hiroshima. Superficialmente,sus recuerdos,meses después del desastre, eranlos de una divertida aventura.Toshio Nakamura, que en la épocadel bombardeo tenía diez años,pronto pudo hablar libre, y hastaalegremente del acontecimiento.Pocas semanas antes del aniversariode la catástrofe escribió lasiguiente composición realistapara su maestra de la escuela primariade Nobori-chico:«El día antes de la bomba fui anadar. Esa mañana, mientras estabacomiendo cacahuetes, vi unaluz. Algo me arrojó al lugar dondedormía mi hermanita. Cuandoestuvimos a salvo, sólo podía verhasta el tranvía. Mi madre y yocomenzamos a empacar las cosas.Los vecinos caminaban alrededorquemados y sangrando. Hatayasanme dijo que huyera con ella.Yo dije que quería esperar a mimadre. Fuimos al parque. Vino unciclón. Por la noche explotó untanque de gas y vi su reflejo en elrío. Nos quedamos una noche enel parque. Al día [125] siguientefui al puente Taiko y encontré amis amigas Kikuki y Murakami.Estaban buscando a sus madres.Pero la madre de Kikuki estabaherida, y la madre de Murakami,ay, había muerto.» [126]60657078


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandV The Aftermath1 HATSUYO NAKAMURAV LAS SECUELAS DEL DESASTREHatsuyo Nakamura5101520HATSUYO NAKAMURA, weakand destitute, began a courageousstruggle, which would last formany years, to keep her childrenand herself alive.She had her rusted Sankoku machinerepaired and began to takein some sewing, and she did cleaningand laundry and washed dishesfor neighbors who were somewhatbetter off than she was. But she gotso tired that she had to take twodays’ rest for every three days sheworked, and if she was obliged forsome reason to work for a wholeweek, she had then to rest for threeor four days. She earned barelyenough for food.Hatsuyo Nakamura, débil y desposeída,emprendió una lucha valerosa queduraría muchos años por mantener vivosa sus niños, y por mantenerse vivaella misma.Hizo reparar su oxidada máquinaSankoku y comenzó a aceptar trabajosde costurera: limpiaba la casa, lavabala ropa y los platos de vecinosque se encontraban en mejor posiciónque ella. Pero el trabajo la agotabatanto que tenía que tomarse dos díasde descanso por cada tres de labores,y si por alguna razón se veía obligadaa trabajar la semana entera, teníaentonces que descansar durante treso cuatro días. Apenas ganaba lo suficientepara comer.25303540455055606570At this precarious timeshe fell ill. Her belly beganto swell up, and she had diarrheaand so much pain shecould no longer work at all.A doctor, who lived nearby,[119] came to see her and toldher she had roundworm, and hesaid, incorrectly, “If it bitesyour intestine, you’ll die.” Inthose days, there was a shortageof chemical fertilizers in Japan,so farmers were using nightsoil, and as a consequence manypeople began to harbor parasites,which were not fatal inthemselves but were seriouslydebilitating to those who hadhad radiation sickness. The doctortreated Nakamura-san (as hewould have addressed her) withsantonin, a somewhat dangerousmedicine derived from certainvarieties of artemisia. To paythe doctor, she was forced to sellher last valuable possession, herhusband’s sewing machine. Shecame to think of that act asmarking the lowest and saddestmoment of her whole life.IN referring to those whowent through the Hiroshima andNagasaki bombings, the Japanesetended to shy away fromthe term “survivors,” because inits focus on being alive it mightsuggest some slight to the sacreddead. The class of peopleto which Nakamura-san belongedcame, therefore, to becalled by a more neutral name,“hibakusha”—literally, “explosion—affectedpersons.” Formore than a decade after the79<strong>En</strong>tonces, precisamente en unmomento tan precario, enfermó.Su vientre empezó a hincharse,sufría de diarrea y de tanto dolorque no podía hacer ningúntrabajo. Un doctor que vivíacerca vino a verla. Le explicóque tenía lombrices, y le dijo,equivocadamente: «Si le muerdenel intestino, morirá». <strong>En</strong>aquellos días había en Japón escasezde fertilizantes, así quelos granjeros usaban estiércolhumano, y como consecuenciamuchas personas empezaron asufrir de parásitos que no eranfatales en sí pero que debilitabanseriamente a quienes habíantenido radiotoxemia. El doctortrató a Nakamura-san (como sehubiera dirigido a ella) consantonin, una medicina un tantopeligrosa derivada de ciertas variedadesde artemisia. Para pagaral doctor, ella se vio forzada[113] a vender su último objetode valor, la máquina de coserde su esposo. Después consideraríaese instante como elmás triste y bajo de su vida.Al referirse a quienes pasaronpor la experiencia de los bombardeosde Hiroshima y Nagasaki, losjaponeses tendían a evitar el término«sobrevivientes», porque concentrarsedemasiado en el hecho deestar con vida podía sugerir unaofensa a los sagrados muertos. Laclase de personas a la que pertenecíaNakamura-san vino a ser conocidacon un nombre más neutral,«hibakusha»: literalmente, «personasafectadas por una explosión».Durante más de una década después


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbombings, the hibakusha livedin an economic limbo, apparentlybecause the Japanese governmentdid not want to find itselfsaddled with anything like5moral responsibility for heinousacts of the victorious UnitedStates. Although it soon becameclear that many hibakusha sufferedconsequences of their ex-10posure to the bombs which werequite different in nature and degreefrom those of survivorseven of the [120] ghastly fire15 bombings in Tokyo and elsewhere,the government made nospecial provision for theirreliefuntil, ironically, after thestorm of rage that swept across20 Japan when the twenty-threecrewmen of a fishing vessel, theLucky Dragon No. 5, and itscargo of tuna were irradiated bythe American test of a hydrogen25 bomb at Bikini in 1954. It tookthree years even then for a relieflaw for the hibakusha topass the Diet.de las explosiones, los hibakushasvivieron en una especie de limboeconómico, aparentemente porqueel gobierno japonés no quería aceptarningún tipo de responsabilidadmoral por los hechos horrendos cometidospor los victoriosos EstadosUnidos. Aunque pronto resultó claroque muchos hibakushas sufrieron,tras su contacto con la bomba,consecuencias radicalmente distintasde las sufridas por los sobrevivientesde bombardeos tan espantososcomo los de Tokio y otros lugares,el gobierno nunca tomó medidasespeciales para auxiliarlos,hasta que una tormenta de indignaciónatravesó Japón cuando veintitréstripulantes de un barco de pescadores—el «Dragón con suerteNo. 5»— y su carga de atún fueronalcanzados por las radiaciones de labomba de hidrógeno que los norteamericanosensayaban en Bikini, en1954. Incluso entonces tuvieronque pasar tres años antes de que laley de auxilio para los hibakushasfuera aprobada en el Diet.30 Though Nakamura-san couldnot know it, she thus had a bleakperiod ahead of her. InHiroshima, the early postwaryears were, besides, a time, especiallypainful for poor people35like her, of disorder, hunger,greed, thievery, black markets.Non-hibakusha employers developeda prejudice against the survivorsas word got around that40they were prone to all sorts ofailments, and that even those,like Nakamura-san, who were notcruelly maimed and had not developedany serious overt symp-45toms were unreliable workers,since most of them seemed tosuffer, as she did, from the mysteriousbut real malaise that came50 to be known as one kind of lastingA-bomb sickness: a naggingweakness and weariness, dizzinessnow and then, digestivetroubles, all aggravated by a feelingof oppression, a sense of55doom, for it was said that unspeakablediseases might at anytime plant nasty flowers in thebodies of their victims, and even60 in those of their descendants.Aunque Nakamura-san no podíasaberlo, un oscuro porvenir la esperaba.<strong>En</strong> Hiroshima, los primerosaños después de la guerra fueron untiempo particularmente dolorosopara gente como [114] ella: un tiempode desorden, hambre, codicia, robos,mercados negros. Los empleadosno—hibakushas desarrollaronprejuicios contra los sobrevivientescuando corrió el rumor de que eranbeneficiarios de todo tipo de ayudas,y de que incluso aquellos, comoNakamura-san, que no habían sufridomutilaciones crueles ni desarrolladosíntomas serios y manifiestos,eran trabajadores poco confiables,puesto que la mayoría parecían sufrir,como ella, del malestar misteriosopero real que llegó a ser reconocidocomo un tipo duradero de laenfermedad de la Bomba A: debilidadpersistente, mareos ocasionales,problemas digestivos, todos agravadospor un sentimiento de opresión,una sensación de estar condenados amuerte, pues se creía que inefablesenfermedades podían en cualquiermomento plantar su semilla en elcuerpo de sus víctimas e incluso enel de sus descendientes.As Nakamura-san struggled to getfrom day to day, she had no time forattitudinizing about the bomb or anythingelse. She was sustained, curi-65ously, by a kind of passivity, summedup in a phrase she herself sometimes[121] used—”Shikata ga-nai,”meaning, loosely, “It can’t be7080Nakamura-san se esforzaba porvivir el día a día, y no tenía tiempopara adoptar poses acerca de la bombani nada parecido. Curiosamente,la sostenía una especie de pasividadresumida en una frase que ella mismasolía usar, «Shikata ga nai», quesignificaba: «Nada que hacer». No


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510152025helped.” She was not religious,but she lived in a culture longcolored by the Buddhist beliefthat resignation might lead toclear vision; she had sharedwith other citizens a deep feelingof powerlessness in theface of a state authority thathad been divinely strong eversince the Meiji Restoration in1868; and the hell she had witnessedand the terrible aftermathunfolding around herreached so far beyond humanunderstanding that it was impossibleto think of them as thework of resentable human beings,such as the pilot of the<strong>En</strong>ola Gay, or PresidentTruman, or the scientists whohad made the bomb—or even,nearer at hand, the Japanesemilitarists who had helped tobring on the war. The bombingalmost seemed a natural disaster—onethat it had simply beenher bad luck, her fate (whichmust be accepted), to suffer.era una mujer religiosa, pero vivíaen una cultura impregnada desdetiempos inmemoriales por la creenciabudista de que la resignación llevaa una percepción clara de las cosas;había compartido con otros ciudadanosun profundo sentimiento deimpotencia frente a una autoridadestatal que había gozado de una solidezdivina desde la RestauraciónMeiji de 1868; y el infierno que lehabía tocado presenciar, y las terriblessecuelas del desastre que sedesarrollaban a su alrededor, trascendieronel entendimiento humanode tal forma que fue imposible considerarlasobra de seres humanos resentidos,como el piloto del «<strong>En</strong>olaGay», o el presidente Truman, o loscientíficos que construyeron labomba —o incluso, más próximos aella, los militaristas japoneses quefueron responsables de la entrada[115] en guerra—. La bomba parecíacasi un desastre natural: un desastreque era simplemente consecuenciade la mala suerte, parte deldestino (que debía ser aceptado).30354045When she had been wormed andfelt slightly better, she made an arrangementto deliver bread for abaker named Takahashi, whosebakery was in Nobori-cho. On dayswhen she had the strength to do it,she would take orders for breadfrom retail shops in her neighborhood,and the next morning shewould pick up the requisite numberof loaves and carry them inbaskets and boxes through thestreets to the stores. It was exhaustingwork, for which sheearned the equivalent of aboutfifty cents a day. She had to takefrequent rest days.Después de la purga, cuando comenzóa sentirse mejor,Nakamura-san hizo un acuerdopara repartir el pan de un panaderollamado Takahashi, cuya panaderíaquedaba en Nobori-cho.Cuando se sentía dispuesta, recibíapedidos de comerciantes aldetal de su vecindario, y a la mañanasiguiente recogía las barrasde pan requeridas y las llevaba porla calle, en canastas y cajas, hastalas tiendas. Era un trabajo agotadorpor el cual ganaba el equivalentede cincuenta centavos de dólaral día. Luego, tenía que tomarsevarios días de descanso.50556065After some time, when she wasfeeling a bit stronger, she took upanother kind of peddling. Shewould get up in the dark andtrundle a borrowed two-wheeledpushcart for two hours across thecity to a section called Eba, [122]at the mouth of one of the sevenestuarial rivers that branch fromthe Ota River through Hiroshima.There, at daylight, fishermenwould cast their leaded skirtlikenets for sardines, and she wouldhelp them to gather up the catchwhen they hauled it in. Then shewould push the cart back toNobori-cho and sell the fish forthem from door to door. Sheearned just enough for food.Después de cierto tiempo, cuandocomenzó a sentirse algo más fuerte,se hizo cargo de otro tipo de ventaambulante. Se levantaba cuando aúnestaba oscuro, y durante dos horasempujaba una carretilla prestada através de la ciudad y hasta una secciónllamada Eba, sobre la boca deuno de los siete ríos del estuario que,en la desembocadura del Ota, divideHiroshima. Al amanecer, los pescadoresarrojaban allí esas redes que parecíanfaldas con plomos, y ella losayudaba cuando había que tirar de lared para recoger la pesca. <strong>En</strong>toncesempujaba el carrito de vuelta aNobori-cho y vendía el pescado depuerta a puerta. Ganaba apenas lo suficientepara comer.70A couple of years later, shefound work that was better81Un par de años después pudo encontrarun trabajo que se acomodaba me-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandsuited to her need for occasionalrest, because within certainlimits she could do it on herown time. This was a job of collectingmoney for deliveries of5the Hiroshima paper, theChugoku Shimbun, which mostpeople in the city read. She hadto cover a big territory, and oftenher clients were not at home10or pleaded that they couldn’tpay just then, so she would haveto go back again and again. Sheearned the equivalent of about15 twenty dollars a month at thisjob. Every day, her willpowerand her weariness seemed tofight to an uneasy draw.jor a su ocasional necesidad de descanso,porque podía, dentro de ciertoslímites, llevarlo a cabo en su propiotiempo. Se trataba de recolectar dineropara la distribución del diario deHiroshima, el Chugoku Shimbun, queera leído por la mayoría de los habitantesde la ciudad. Tenía que cubrirun territorio extenso, y con frecuenciasus clientes no se encontraban encasa o le aseguraban que en ese instanteno podían pagar, así que ella seveía obligada [116] a volver una y otravez. Con este trabajo ganaba el equivalentea veinte dólares al mes. Cadadía su fuerza de voluntad y su cansancioparecían luchar hasta lograr un difícilempate.20 IN 1951, after years of thisdrudgery, it was Nakamurasan’sgood luck, her fate (which mustbe accepted), to become eligibleto move into a better house. Two25 years earlier, a Quaker professorof dendrology from the Universityof Washington named Floyd W.Schmoe, driven, apparently, bydeep urges for expiation and reconciliation,had come to30Hiroshima, assembled a team ofcarpenters, and, with his ownhands and theirs, begun buildinga series of Japanese-style houses35 for victims of the bomb; in all, histeam eventually built twenty-one.It was to one of these houses thatNakamura-san had [123] the goodfortune to be assigned. The Japanesemeasure their houses by mul-40tiples of the area of thefloor-covering tsubo mat, a littleless than four square yards, andthe Dr. Shum-o houses, as the45 Hiroshimans called them, had tworooms of six mats each. This wasa big step up for the Nakamuras.This home was redolent of newwood and clean matting. The rent,50 payable to the city government,was the equivalent of about a dollara month.<strong>En</strong> 1951, después de años de estadura rutina, a Nakamura-san le tocóen suerte —fue su destino, que debíaser aceptado— resultar elegiblepara mudarse a una mejor casa. Dosaños antes, un cuáquero de nombreFloyd W Schmoe, profesor dedendrografía de la Universidad deWashington, había venido aHiroshima, llevado aparentementepor profundos afanes de expiacióny reconciliación, formado un equipode carpinteros y, con sus propiasmanos (y las de ellos), había comenzadoa construir una serie de casasestilo japonés para las víctimas dela bomba; en total, el equipo llegóeventualmente a construir veintiúncasas. Una de ellas le fue asignadaa Nakamura-san. Los japoneses midensus casas por múltiplos del áreade la estera tsubo que cubre el piso,que mide algo más de tres metroscuadrados, y las casas DoctorShum-o, como las llamaban los habitantesde Hiroshima, tenían doshabitaciones de seis esteras cadauna. Fue un gran paso adelante paralos Nakamura. Esta casa olía a maderanueva y a esteras limpias. Larenta debía pagarse al gobierno dela ciudad, y era el equivalente de undólar mensual.Despite the family’s poverty,55 the children seemed to be growingnormally. Yaeko and Myeko,the two daughters, were anemic,but all three had so far escapedany of the more serious complicationsthat so many young60hibakusha were suffering. Yaeko,now fourteen, and Myeko,eleven, were in middle school.The boy, Toshio, ready to enter65 high school, was going to have toearn money to attend it, so hetook up delivering papers to theplaces from which his motherwas collecting. These were some7082A pesar de la pobreza de la familia,los niños parecían crecer normalmente.Yaeko y Myeko, las dos hijas, estabananémicas, pero hasta ese momentoninguno de los tres había sufridolas complicaciones más serias quesufrían tantos jóvenes hibakushas.Yaeko, que ahora tenía catorce años,y Myeko, de once, asistían a la escuelasecundaria. El niño, Toshio, listopara entrar a la preparatoria, iba a tenerque ganar dinero para pagar su escuela,así que comenzó a repartir diariosen los lugares donde su [117] madrerecolectaba dinero. Aquellos sitiosquedaban a alguna distancia de la casa


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylanddistance from their Dr. Shum-ohouse, and they had to commuteat odd hours by streetcar.Doctor Shum-o, y ambos tenían quetomar el tranvía entre la casa y el trabajoa horas difíciles.5 The old but in Nobori-chostood empty for a time, and,while continuing with hernewspaper collections,Nakamura-san converted it into10 a small street shop for children,selling sweet potatoes, whichshe roasted, and dagashi, orlittle candies and rice cakes,and cheap toys, which she15 bought from a wholesaler.La vieja choza de Nobori-chopermaneció desocupada durante untiempo, y, mientras continuaba consu recaudación para periódicos,Nakamura-san la convirtió en unapequeña tienda callejera para niños,y vendía patatas dulces —asadaspor ella misma—, dagashi, o pequeñosdulces, pasteles de arroz yjuguetes baratos que le compraba aun mayorista.All along, she had been collectingfor papers from a small company,Suyama Chemical, that made20 mothballs sold under the tradename Paragen. A friend of hersworked there, and one day thefriend suggested to Nakamura-santhat she join the company, helping25 wrap [124] the product in its packages.The owner, Nakamurasanlearned, was a compassionate man,who did not share the bias of manyemployers against hibakusha; he30 had several on his staff of twentywomen wrappers. Nakamura-sanobjected that she couldn’t workmore than a few days at a time; thefriend persuaded her that Mr.35 Suyama would understand that.Durante todo este tiempo habíaestado recaudando los pagos de unapequeña compañía química, Suyama,fabricante de bolitas de naftalina quese vendían bajo la marca Paragen.Allí trabajaba una amiga suya, y undía la amiga le sugirió que entrara ala compañía y ayudara a envolver elproducto en sus paquetes. Nakamurasansupo que el dueño era un hombrecompasivo que no compartía elresentimiento de otros empleadoreshacia los hibakushas; de hecho, habíavarias entre las veinte mujeres desu equipo de empacadoras.Nakamura-san objetó que era incapazde trabajar más de algunos días seguidos;la amiga la persuadió de queel señor Suyama lo entendería.So she began. Dressed in companyuniforms, the women stood,somewhat bent over, on either40 side of a couple of conveyorbelts, working as fast as possibleto wrap two kinds of Paragen incellophane. Paragen had a dizzyingodor, and at first it made45 one’s eyes smart. Its substance,powdered paradichlorobenzene,had been compressed intolozenge-shaped mothballs andinto larger spheres, the size of50 small oranges, to be hung inJapanese-style toilets, wheretheir rank pseudo-medicinalsmell would offset the unpleasantnessof non-flushing facilities.55Así que empezó a trabajar. Vestidascon uniformes de la compañía, lasmujeres permanecían de pie, algo inclinadashacia delante, a ambos ladosde un par de correas transportadoras,trabajando tan rápido como fuera posiblepara empacar en celofán dos tiposdistintos de Paragen. El olor delParagen causaba mareos y al principiohacía arder los ojos. Su principalingrediente, el paradiclorobenzeno enpolvo, había sido comprimido en bolasde naftalina con forma de pastillas,y en esferas más grandes, del tamañode una naranja, que se colgabanen los servicios japoneses dondesu repugnante olor pseudomedicinalcompensaba la inexistencia de unacisterna. [118]606570Nakamura-san was paid, as abeginner, a hundred and seventyyen-then less than fifty cents-aday. At first, the work was confusing,terribly tiring, and a bit sickening.Her boss worried about herpaleness. She had to take manydays off. But little by little shebecame used to the factory. Shemade friends. There was a familyatmosphere. She got raises. In thetwo ten-minute breaks, morningand afternoon, when the moving83Como novata, Nakamura-san recibióciento setenta yenes al día: menosde cincuenta centavos de dólar.Al principio el trabajo era complicado,terriblemente agotador y un poconauseabundo. Su palidez preocupabaa su jefe. Con frecuencia se tomabael día libre. Pero poco a poco se acostumbróa la fábrica. Hizo nuevas amigas.Había una atmósfera familiar.Logró aumentos. <strong>En</strong> las dos pausas dediez minutos, en la mañana y en latarde, cuando las correas transporta-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbelt stopped, there was a birdsongof gossip and laughter, in whichshe joined. It appeared that allalong there had been, deep in her5 temperament, a core of cheerfulness,which must have fuelled herlong fight against A-bomb lassitude,something warmer and morevivifying than mere [125] submission,than saying, “Shikata10ga-nai.” The other women took toher; she was constantly doing themsmall favors. They began callingher, affectionately, Oba-san—15 roughly, “Auntie.”doras se detenían, había un murmullode risas y cotilleos al cual ella se sumaba.Parecía que en el fondo de sutemperamento hubiera habido, a lolargo de todo este tiempo, un núcleode alegría que actuara como el combustiblede su larga lucha contra lalasitud de la bomba atómica; algo máscordial que la mera sumisión, másvivificante que decir «Shikata ganai».Las demás mujeres seencariñaron con ella; ella les hacía favorestodo el tiempo. Comenzaron allamarla Obasan, que aproximadamentesignifica «tía querida».She worked at Suyama for thirteenyears. Though her energy stillpaid its dues, from time to time,20 to the Abomb syndrome, the searingexperiences of that day in 1945seemed gradually to be recedingfrom the front of her mind.Trabajó trece años en Suyama.Aunque su energía todavía rendíacuentas de vez en cuando al síndromede la bomba atómica, lastraumáticas experiencias de esedía de 1945 parecían alejarse gradualmenteen su memoria.25 THE Lucky Dragon No. 5 episodetook place in 1954, the yearafter Nakamura-san started workingfor Suyama Chemical. In theensuing fever of outrage in the30 country, the provision of adequatemedical care for the victims of theHiroshima and Nagasaki bombsfinally became a political issue.Almost every year since 1946, on35 the anniversary of the Hiroshimabombing a Peace Memorial Meetinghad been held in a park thatthe city planners had set aside,during the city’s rebuilding, as a40 center of remembrance, and onAugust 6, 1955, delegates from allover the world gathered there forthe first World Conferenceagainst Atomic and Hydrogen45 Bombs. On its second day, a numberof hibakusha tearfully testifiedto the government’s neglectof their plight. Japanese politicalparties took up the cause, and in50 1957 the Diet at last passed theA-Bomb Victims Medical CareLaw. This law and its subsequentmodifications defined four classesof people who would be eligible55 for support: those who had beenin the city limits on the day of thebombing; those who had enteredan area within two kilometres[126] of the hypocenter in the60 first fourteen days after it; thosewho had come into physical contactwith bomb victims, in administeringfirst aid or in disposingof their bodies; and those who had65 been embryos in the wombs ofwomen in any of the first threecategories. These hibakusha wereentitled to receive so-calledhealth books, which would entitle7084El episodio del «Dragón con suerteNo. 5» ocurrió en 1954, un año despuésde que Nakamura-san comenzara a trabajarpara Suyama. <strong>En</strong> medio de la fiebrede indignación que hubo a continuaciónen el país, la provisión de cuidadosmédicos adecuados para las víctimasde las bombas de Hiroshima yNagasaki se volvió por fin cuestión política.Casi cada año desde 1946, en eldía del aniversario del bombardeo deHiroshima, un <strong>En</strong>cuentro Conmemorativopor la Paz había tenido lugar enun parque definido por los urbanistasdurante la reconstrucción de la ciudadcomo [119] lugar de recuerdo; el 6 deagosto de 1955, fue allí donde se reunierondelegados de todo el mundopara la Primera Conferencia contra lasBombas Atómicas y de Hidrógeno. <strong>En</strong>el segundo día de la conferencia, ungrupo de hibakushas dio testimonio,entre lágrimas, de la falta de atenciónpor parte del gobierno hacia sus peticiones.Los partidos políticos japonesesasumieron la causa, y por fin, en1957, el Diet promulgó la Ley de CuidadosMédicos para las Víctimas de laBomba Atómica. Esta ley —y sus modificacionessubsiguientes— definiócuatro clases de personas que seríancandidatas a ayudas: aquellos que estabanen los límites de la ciudad el díade la bomba; aquellos que entraron enun área de dos kilómetros de radio apartir del hipocentro en los catorce díassiguientes al bombardeo; aquellos queentraron en contacto físico con las víctimas,ya fuera administrándoles primerosauxilios o cremando sus cuerpos; yaquellos que fueron embriones en elvientre de una mujer incluida en cualquierade las tres categorías anteriores.Estos hibakushas tenían derecho a recibirlos llamados libros de salud, los


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5them to free medical treatment.Later revisions of the law providedfor monthly allowances tovictims suffering from various aftereffects.IN 1966, Nakamura-san, havingreached the age of fiftyfive, retiredfrom Suyama Chemical. At the end,she was being paid thirty thousandyen, or about eighty-five dollars, amonth. Her children were no longerdependent on her, and Toshio wasready to take on a son’s responsicualesles daban, a su vez, derecho atratamiento médico gratuito. Posterioresrevisiones de la ley asignaron mensualidadesa víctimas que sufrieran deciertas secuelas.101520Like a great many hibakusha,Nakamura-san had kept away fromall the agitation, and, in fact, alsolike many other survivors, she didnot even bother to get a healthbook for a couple of years afterthey were issued. She had been toopoor to keep going to doctors, soshe had got into the habit of copingalone, as best she could, withwhatever ailed her. Besides, sheshared with some other survivorsa suspicion of ulterior motives onthe part of the political-mindedpeople who took part in the annualceremonies and conferences.Como muchos hibakushas,Nakamura-san se había mantenido lejosde la agitación, y, de hecho, comovarios sobrevivientes, ni siquiera semolestó por conseguir un libro de saludhasta un par de años después deque éstos aparecieran. Siempre habíasido demasiado pobre para frecuentara un doctor, y se había acostumbradoa arreglárselas sola y como pudiera,fuera cual fuese su problema. Ademáscompartía con otros sobrevivientes lasospecha de que había motivos ulterioresde parte de esa gente politizadaque participaba en las ceremonias yconferencias anuales. [120]Nakamura-sans son, Toshio, right25 after his graduation from highschool, went to work for the bus divisionof the Japanese NationalRailways. He was in the administrativeoffices, working first on timetables,later in accounting. When he30was in his mid-twenties, a marriagewas arranged for him, through arelative who knew the bride’s family.He built an addition to the Dr.35 Shum-o house, moved in, and beganto contribute to his mother’s support.He made her a present of a newsewing machine.Inmediatamente después de graduarse,Toshio, el hijo de Nakamurasan,fue a trabajar para la división debuses de los Ferrocarriles Nacionalesjaponeses. Trabajaba en las oficinasadministrativas, primero en Horarios,luego en Contabilidad. Tenía unosveinticinco años cuando su matrimoniofue arreglado a través de un parienteque conocía a la familia de lanovia. Construyó una ampliación parala casa Doctor Shum-o, se mudó y comenzóa contribuir a la manutenciónde su madre. Le dio una nueva máquinade coser como regalo.4045Yaeko, the older daughter, leftHiroshima when she [127] was fifteen,right after graduating frommiddle school, to help an ailingaunt who ran a ryokan, aJapanese-style inn. There, in duecourse, she fell in love with a manwho ate at the inn’s restaurant, andshe made a love marriage.Yaeko, la hija mayor, se fue deHiroshima tan pronto como se hubograduado de la escuela secundaria, alos quince años, para ayudara una tíaenferma que administraba un ryokan,una hostería al estilo japonés. Allí seenamoró de un hombre que solía comeren el restaurante de la hostería, ycelebró un matrimonio por amor.5055After graduating from highschool, Myeko, the most susceptibleof the three children to the A-bombsyndrome, eventually became anexpert typist and took up instructingat typing schools. In time, amarriage was arranged for her.Tras graduarse del bachillerato,Myeko, la más susceptible de lostres al síndrome de la bomba atómica,se volvió una mecanógrafaexperta y tomó cursos en escuelasde mecanografía. Tiempo después,su matrimonio fue arreglado.Like their mother, all three childrenavoided prohibakusha and antinuclear60 agitation.Igual que su madre, los tres hijosevitaron todo tipo de agitaciónprohibakusha o antinuclear.657085<strong>En</strong> 1966, al cumplir cincuenta ycinco años, Nakamura-san se retiró deSuyama. Al final recibía un sueldo detreinta mil yenes al mes, cerca deochenta y cinco dólares. Sus hijos yano dependían de ella, y Toshio estabapreparado para asumir su responsabilidadde hijo frente a su madre.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbility for his aging mother. She feltat home in her body now; she restedwhen she needed to, and she had noworries about the cost of medical5 care, for she had finally picked upHealth Book No. 1023993. It wastime for her to enjoy life. For herpleasure in being able to give gifts,she took up embroidery and the10 dressing of traditional kimekomidolls, which are supposed to bringgood luck. Wearing a bright kimono,she went once a week todance at the Study Group of JapaneseFolk Music. In set movements,15with expressive gestures, her handsnow and then tucking up the longfolds of the kimono sleeves, andwith head held high, she danced,20 [128] moving as if floating, withthirty agreeable women to a songof celebration of entrance into ahouse:Ahora se sentía a gusto con su cuerpo;descansaba cuando lo necesitaba,y no tenía preocupaciones acerca delcosto de los medicamentos, porquehabía acabado por recoger la libretade salud número 1.023.993. Era tiempo[121] de disfrutar la vida. Por elplacer de regalar, tomó cursos de bordadoy de confección de vestidos paralas tradicionales muñecas kimekomi,que según se dice dan buena suerte.Una vez a la semana, vestida con unkimono claro, iba a bailar al Grupode Estudio de la Música Popular japonesa.Con gestos expresivos y enmovimientos establecidos, con lasmanos escondidas en los largos plieguesde las mangas del kimono y lacabeza en alto, Nakamura-san bailaba,moviéndose como si flotara, juntoa treinta agradables mujeres, mientrasescuchaban una canción que celebrabala entrada a una casa:25May your family flourish For athousand generations, For eightthousand generations.Que florezca tu familia Pormil generaciones, Por ochomil generaciones.About a year after30 Nakamura-san retired, she wasinvited by an organization calledthe Bereaved Families’ Associationto take a train trip with abouta hundred other war widows to35 visit the Yasukuni Shrine, in Tokyo.This holy place, establishedin 1869, was dedicated to the spiritsof all the Japanese who haddied in wars against foreign powers,and could be thought roughly40analogous, in terms of its symbolismfor the nation, to the ArlingtonNational Cemetery—with thedifference that souls, not bodies,45 were hallowed there. The shrinewas considered by many Japaneseto be a focus of a still smolderingJapanese militarism, butNakamura-san, who had never50 seen her husband’s ashes and hadheld on to a belief that he wouldreturn to her someday, was obliviousof all that. She found the visitbaffling. Besides the Hiroshima55 hundred, there were huge crowdsof women from other cities on theshrine grounds. It was impossiblefor her to summon up a sense ofher dead husband’s presence, and60 she returned home in an uneasystate of mind.Cerca de un año después de queNakamura-san se jubilara, una organizaciónllamada Asociación de FamiliasAfligidas la invitó a hacer unviaje en tren con otras cien viudasde guerra para visitar el TemploYasukuni, en Tokio. Este lugar sagrado,establecido en 1869, estabadedicado a las almas de todos los japonesesque habían muerto en lasguerras contra las potencias extranjeras,y podía considerarse análogo,en términos de simbolismo nacional,al Cementerio Nacional deArlington —con la diferencia de queaquí se santificaban almas, no cuerpos—.El templo era consideradopor muchos japoneses como foco deun militarismo japonés todavía vivo,pero Nakamura-san, que nunca habíavisto las cenizas de su esposo yse había aferrado a la creencia deque algún día lo vería regresar a sulado, hizo caso omiso de todo aquello.La visita le pareció desconcertante.Aparte de las cien mujeres deHiroshima, había en los terrenos deltemplo [122] una multitud de mujeresde otras ciudades. A Nakamurasanle fue imposible sentirse encompañía de su marido muerto, y regresóa casa con la conciencia intranquila.JAPAN was booming. Thingswere still rather tight for the65 Nakamuras, and Toshio had towork very long hours, [129] butthe old days of bitter struggle beganto seem remote. In 1975, oneof the laws providing support to7086Eran momentos de auge para Japón.Los Nakamura todavía sufríancierta estrechez, y Toshio debía trabajarlargas horas, pero los días deluchas amargas comenzaban a parecerremotos. <strong>En</strong> 1975, una de las leyesque otorgaba apoyo económico


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510152025303540455055the hibakusha was revised, andNakamura-san began to receive aso-called health-protection allowanceof six thousand yen, thenabout twenty dollars, a month; thiswould gradually be increased tomore than twice that amount. Shealso received a pension, towardwhich she had contributed atSuyama, of twenty thousand yen,or about sixty-five dollars, amonth; and for several years shehad been receiving a war widow’spension of another twenty thousandyen a month. With the economicupswing, prices had, ofcourse, risen steeply (in a fewyears Tokyo would become themost expensive city in the world),but Toshio managed to buy a smallMitsubishi car, and occasionallyhe got up before dawn and rode atrain for two hours to play golfwith business associates. Yaeko’shusband ran a shop for sales andservice of air conditioners andheaters, and Myeko’s husband rana newsstand and candy shop nearthe railroad station.In May each year, around thetime of the Emperor’s birthday,when the trees along broad PeaceBoulevard were at their featherybest and banked azaleas were everywherein bloom, Hiroshima celebrateda flower festival. <strong>En</strong>tertainmentbooths lined the boulevard,and there were long parades,with floats and bands and thousandsof marchers. In the fortiethyear after the bombing,Nakamura-san danced with thewomen of the folk-dance association,six dancers in each of sixtyrows. They danced to Oimai-Ondo,a song of happiness, lifting theirarms in gestures of joy and clappingin rhythms of threes: [130]Green pine trees, cranes andturtles . . .You must tell a story of yourhard timesAnd laugh twice.a los hibakushas fue reformada, yNakamura-san comenzó a recibir unamensualidad, llamada de protecciónsanitaria, de seis mil yenes, cerca deveinte dólares; gradualmente, estasuma se incrementaría hasta casi eldoble. Nakamura-san recibía tambiénuna pensión, para la cual habíacotizado en Suyama, de veinte milyenes al mes, o sesenta y cinco dólares;y durante varios años había recibidouna pensión mensual comoviuda de guerra de veinte mil yenesmás. Con la bonanza económica, porsupuesto, los precios habían subidoabruptamente (en algunos años Tokiose transformó en la ciudad máscostosa del mundo), pero Toshio selas arregló para comprar un pequeñocoche Mitsubishi, y de vez en cuandose levantaba al amanecer y viajabados horas en tren para jugar golfcon sus socios. El marido de Yaekotenía una tienda de venta y serviciode calefactores y aparatos de aireacondicionado, y el marido deMyeko tenía un puesto de dulces yrevistas cerca de la estación de trenes.<strong>En</strong> mayo de cada año, por laépoca del cumpleaños del emperador,cuando los árboles de la Avenidade la Paz estaban en su momentomás frondoso y las azaleasflorecían por todas partes,Hiroshima celebraba un festival deflores. Había cabinas de entretenimientoque flanqueaban el bulevar, ylargos desfiles con carrozas, bandasy miles de participantes. Cuarentaaños [123] después de la bomba,Nakamura-san bailó con las mujeresde la Asociación de Bailes Populares:había seis bailarinas en cada una delas seis filas. Bailaron Oiwai-Ondo,una canción de felicidad, levantandolos brazos con gestos de alegría yaplaudiendo en ritmos de tres:Pinos verdes, grullas ytortugas...Debéis contar la historia de vuestrostiempos difícilesY reír dos veces.606570The bombing had been four decadesago. How far away itseemed!The sun blazed that day. Themeasured steps and the constant liftingof the arms for hours at a timewere tiring. In midafternoon,Nakamura-san suddenly felt woozy.The next thing she knew, she wasbeing lifted, to her great embarrassmentand in spite of begging to belet alone, into an ambulance. At the87El bombardeo había ocurrido cuatrodécadas atrás. ¡Qué lejano parecía!El sol brillaba ese día. Medir lospasos y levantar los brazos durantehoras seguidas era agotador. A mediatarde, Nakamura-san se sintióde repente atontada. Lo siguientefue sentir que la levantaban y lametían en una ambulancia, para sugran vergüenza y a pesar de susruegos por que la dejaran quieta. <strong>En</strong>


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandhospital, she said she was fine; allshe wanted was to go home. She wasallowed to leave.el hospital dijo que se encontrababien; sólo quería volver a casa. Asíque la dejaron irse.rack 1 1 a a framework usu. with rails, bars, hooks,etc., for holding or storing things. b a frame forholding animal fodder. 2 a cogged or toothed baror rail engaging with a wheel or pinion etc., orusing pegs to adjust the position of something. 3hist. an instrument of torture stretching thevictim’s joints by the turning of rollers to whichthe wrists and ankles were tied.52 DR. TERUFUMI SASAKIDR. TERUFUMI SASAKI Wasstill racked by memories of thefull value of the property to which it relates. 2 anextortionate rent.— v.tr. exact this from (a tenant) or for (land).rack-renter a tenant paying or a landlord exactingan extortionate rent.rack-up US achieve (a score etc.).rack-wheel a cog-wheel.1 (of disease or pain) inflict suffering on. 2 hist. torture(a person) on the rack. 3 place in or on a 10 appalling days and nights right afterrack. 4 shake violently. 5 injure by straining. 6oppress (tenants) by exacting excessive rent. 7the explosion-memories itexhaust (the land) by excessive use.on the rack in distress or under strain.would be his lifework to distancerack one’s brains make a great mental effort (rackedmy brains for something to say).himself from. Besides his duties asrack-railway a railway with a cogged rail betweenthe bearing rails.a junior surgeon at the Red Crossrack-rent n. 1 a high rent, annually equalling the15 Hospital, he now had to spend everyThursday across the city at theUniversity of Hiroshima, to chipaway at his doctoral dissertationon appendicial tuberculosis. As20 was the custom in Japan, he hadbeen [131] permitted to start hispractice as soon as he was graduatedfrom medical school. It tookmost young internes five years of25 additional study to get their actualdoctoral degree; in Dr. Sasaki’scase, it was, for various reasons,to take ten.Doctor Terufumi SasakiAl doctor Terufumi Sasaki todavíalo atormentaban recuerdos de losdías y noches atroces que siguierona la explosión: distanciarse de ellossería la labor de su vida. Aparte desus tareas como cirujano subalternoen el hospital de la Cruz Roja, ahoratenía que pasar todos los jueves, enla Universidad de Hiroshima, al otrolado de la ciudad, para ir trabajandopoco a poco en su disertación doctoralsobre la tuberculosis del apéndice.Como era costumbre en Japón, lehabían permitido comenzar prácticastan [124] pronto como se graduara dela universidad. A la mayoría de losjóvenes internos, obtener realmentesu diploma doctoral les tomaba cincoaños de estudio adicional; por variasrazones, al doctor Sasaki le tomaríadiez.30 He had been commuting duringthat year from the smalltown of Mukaihara, where hismother lived, about an hour bytrain from the city. His family35 had moneyand, indeed, over theyears it turned out (as it did fora great many Japanese doctors)that the most efficacious medicinefor whatever ailed him40 would be cash or credit, thelarger the dosage the better.His grandfather had been alandlord and had accumulatedwide mountain tracts of valuablewoodland. His late father,45a doctor, had earned goodmoney in a private clinic. Duringthe turbulent time of hungerand crime after the bombing,thieves had broken into50two fortlike storage repositoriesnext to his mother’s houseand taken many valued heirlooms,including a lacquer box55 given to the doctor’s grandfatherby the Emperor, an ancientcase for writing brushes andink blocks, and a classic paintingof a tiger, alone worth ten60 million yen, or more thantwenty-five thousand dollars.Durante ese año, el doctor habíaestado viajando al trabajo desde elpequeño pueblo de Mukaihara, dondevivía su madre, a una hora en trende la ciudad. Su familia era adinerada;de hecho, a través de los añosresultó (y ocurrió igual para muchosmédicos japoneses) que la medicinamás eficaz para cualquier enfermedadera el dinero en efectivo o elcrédito, y entre más grande fuera ladosis, mejor el resultado. Su abuelohabía sido terrateniente y acumuladoen las montañas amplias extensionesde tierra maderera muy valiosa.Su difunto padre, médico, habíaganado buen dinero en una clínicaprivada. Durante los tiemposturbulentos de hambre y crimen quesiguieron al bombardeo, unos ladroneshabían conseguido entrar a dosdepósitos tan sólidos como un fuerteque había junto a la casa de sumadre, y se llevaron valiosas reliquiasfamiliares, entre ellas una cajade laca que el padre había recibidodel Emperador, un antiguo estuchepara tinteros y pinceles de escritura,y una pintura clásica de un tigreque valía por sí sola diez millonesde yenes, más de veinticinco mildólares.His marriage was working outwell. He had been able to pick and65 choose. There had not been manysuch eligible young men as he inMukaihara, and numerous marriagebrokers had sounded himout. He had followed up some of7088Su matrimonio funcionaba bien.Había tenido la oportunidad de escoger.No había en ese momentomuchos solteros tan cotizados comoél en Mukaihara; varios agentes matrimonialeslo habían tanteado, y élhabía seguido el rastro de algunos


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510152025these feelers. One father of an offeredbride had received his agentand turned him down. Perhaps thiswas because Dr. Sasaki had areputation of [132] having been avery bad boy, a “tomcat,” somesaid, when he was young; and thefather may have known about hisillegal treatment of patients inMukaihara in the evenings afterhis work at the Red Cross Hospital.But perhaps it was also becausethe father was overcautious.It was said of him that he not onlyfollowed the Japanese saying,“Check an old iron bridge well beforecrossing,” he would not crosseven after checking. Dr. Sasaki,never in his life having experiencedsuch a rebuff, had decidedthat this was the girl for him, andwith the help of two persistentgo-betweens he had eventuallywon the wary parent over. Now,married only a few months, hewas quickly learning that his wifewas wiser and more sensible thanhe.tanteos. El padre de una de las noviasofrecidas había recibido alagente y lo había rechazado. Quizádebido a que el doctor Sasaki habíatenido la reputación de haber sidoen su juventud un chico malo, un«gato salvaje», según decían algunos;y el padre habría escuchado losrumores de que el doctor atendía ilegalmente[125] a pacientes deMukaihara después de sus horas detrabajo en el hospital de la CruzRoja. Pero también era posible queel padre fuera demasiado cuidadoso.De él se decía que no sólo seguíael refrán japonés «Revisa unpuente viejo antes de cruzarlo», sinoque tampoco cruzaba después de revisarlo.El doctor Sasaki no habíaexperimentado nunca un rechazo semejante,y decidió entonces que éstaera la chica para él, y, con la ayudade dos persistentes intermediarios,eventualmente ganó la confianza delcauteloso padre. Ahora, tras pocosmeses de casado, se daba cuenta deque su esposa era más sabia y mássensata que él mismo.30 MUCH of Dr. Sasaki’s workas a surgeon at the Red CrossHospital in the next five yearswas in the removal of keloidscars—hideously ugly, thick,35 itchy, rubbery, copper-redcrablike growths that oftenformed over bad burns thathibakusha had suffered, and particularlythose victims who had40 been exposed to the great heat ofthe bomb within two kilometresof the hypocenter. In dealingwith the keloids, Dr. Sasaki andhis colleagues were groping in45 the dark, because they had no reliableliterature to guide them.They found that after the bulbousscars had been removedthey often recurred. Some, if50 they were left unattended, becameinfected, arid otherscaused underlying muscles totense up. He and his colleagueseventually came to the reluctant55 conclusion that they should nothave operated on many of thekeloids. [133] The scars tendedin time to shrink spontaneously,and could then be more easily60 excised, or be left alone.Gran parte del trabajo que tuvo eldoctor Sasaki en el hospital de la CruzRoja a través de los cinco años siguientesconsistió en eliminar las cicatricesqueloides, tumores que causabancomezón, horribles, gruesos ygomosos, parecidos al caparazón de uncangrejo, que se formaban a menudosobre las quemaduras graves que sufríanlos hibakushas, y particularmentequienes habían estado expuestos alcalor de la bomba a menos de dos kilómetrosdel hipocentro. <strong>En</strong> la luchacon los queloides, el doctor Sasaki ysus colegas andaban un poco a ciegas,porque carecían de cualquier tipo deliteratura confiable para usar comoguía. <strong>En</strong>contraron que a menudo las cicatricesbulbosas se reproducían despuésde haber sido eliminadas. Si nose las trataba, algunas podían infectarse;otras hacían que los músculos subyacentesse tensaran. Eventualmente,el doctor Sasaki y sus colegas llegarona la reticente conclusión de que enmuchos de los casos no hubieran debidooperar. Con el tiempo las cicatricestendían a encogerse espontáneamente,y entonces podían ser extirpadascon más facilidad o dejarse delado. [126]6570IN 1951, Dr. Sasaki decided toquit working for the hospital, withits awful memories, and to set himselfup, as his father had done, ina private clinic in Mukaihara. Hewas ambitious. He had had anolder brother, who, according tothe custom of Japanese medical89<strong>En</strong> 1951 el doctor Sasaki decidiórenunciar a aquel hospital de malosrecuerdos, y establecerse en una clínicaprivada en Mukaihara como lohabía hecho su padre. Era un hombreambicioso. Había tenido un hermanomayor del cual se esperabaque, según la costumbre de las fa-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandfamilies, had been expected to succeedto the father’s practice; thesecond son would have to make hisown way, and in 1939, urged by the5 propaganda of the time to seek afortune in the vast undevelopedreaches of China, Terufumi Sasakihad gone there and had studied atthe Japanese Eastern Medical University,in Tsingtao. He had gradu-10ated and returned to Hiroshimashortly before the bombing. Hisbrother had been killed in the war,so the way was clear for him—not15 only to start a practice in hisfather’s town but also to withdrawfrom Hiroshima and, in effect,from being a hibakusha. For thenext four decades, he also never20 spoke to anyone about the hoursand days after the bombing.milias de médicos en Japón, sucedieraa su padre en la práctica; el segundohijo tenía que abrirse su propiocamino, y en 1939, llevado porla propaganda de la época a buscarfortuna en las zonas más vastas yatrasadas de China, Terufumi Sasakihabía viajado y estudiado en la Universidadjaponesa Oriental de Medicina,en Tsingtao. Se graduó y regresóa Hiroshima poco antes de labomba. Su hermano había muerto enla guerra, así que el camino estabalibre: no sólo para que el doctorSasaki pusiera una práctica en laciudad de su padre, sino para retirarsede Hiroshima y dejar de ser unhibakusha. Durante cuatro décadasno le habló a nadie acerca de lashoras y los días que siguieron albombardeo.His grandfather having depositedlarge sums in the Bank of25 Hiroshima, Dr. Sasaki went to itconfidently expecting a big loan tohelp him get started. But the banksaid that a clinic in such a smalltown could easily fail, and it put a30 cap on his credit of three hundredthousand yen, then less than athousand dollars. So Dr. Sasakistarted treating patients in hiswife’s parents’ house. He performedsimple surgery—on appen-35dixes, gastric ulcers, compoundfractures—but he also rather daringly[134] practiced every othersort of medicine, too, except gynecologyand obstetrics. He did40surprisingly well. Before long, hewas getting nearly a hundred patientsa day. Some came to himfrom considerable distances. The45 bank noticed, and his limit ofcredit rose to a million yen.Su abuelo había depositado grandessumas de dinero en el Banco deHiroshima. El doctor Sasaki fue albanco con la seguridad de que le daríanun buen préstamo para ayudarlo aempezar. Pero el banco dijo que unaclínica en una ciudad tan pequeña podíafácilmente fracasar, y le dio un créditomáximo de trescientos mil yenes,menos de mil dólares de la época. Asíque el doctor Sasaki comenzó a atenderpacientes en casa de los padres desu esposa. Realizaba cirugías sencillas—apéndices, úlceras gástricas, fracturasmúltiples— pero también practicaba,de forma algo arriesgada, cualquierotro tipo de medicina, exceptoginecología y obstetricia. Le fuesorprendentemente bien. Poco despuésvenían a verlo casi cien pacientes pordía. Algunos venían de muy lejos. Elbanco se percató de ello, y el límitedel crédito se elevó a un millón deyenes.In 1954, he put up a proper clinicbuilding within the compound of his50 wife’s family; it was a two-storystructure with nineteen beds forin-patients and a total floor space oftwo hundred and eighty mats. He financedthe building with a loan of55 three hundred thousand yen from thebank and by selling timber from thelands he had inherited from hisgrandfather. In the new clinic, witha staff of five nurses and three60 on-the-job trainees, and workinghimself without pause six days aweek from eight-thirty in the morningtill six in the evening, he continuedto prosper.6570LONG before this, doctors inHiroshima had begun to find thatthere were much more seriousconsequences of exposure to the90<strong>En</strong> 1954, el doctor Sasaki construyóuna clínica adecuada en el terreno dela familia de su esposa; era una estructurade dos [127] pisos con diecinuevecamas para pacientes internos y unasuperficie total de doscientos ochentaesteras. Financió el edificio medianteun préstamo de trescientos mil yenesde parte del banco y mediante la ventade madera de las tierras heredadasde su abuelo. <strong>En</strong> la nueva clínica, conla ayuda de un equipo de cinco enfermerasy tres aprendices de prácticas,y trabajando sin descanso seis días ala semana de ocho y media de la mañanaa seis de la tarde, el doctor Sasakisiguió prosperando.Mucho antes de esto, los médicosde Hiroshima habían comenzadoa percatarse de que el contactocon la bomba tenía conse-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510152025303540455055606570bomb than the traumatic woundsand keloid scars that had been sodramatically visible in the earlydays. The violent symptoms ofprimary radiation sickness woreoff in time in most patients, butit soon became clear thathibakusha were liable to deeperand far more dangerous sequelsfrom the enormous doses of radiationdealt them by the bomb.Above all, it was evident by1950 that tire incidence of leukemiain hibakusha was muchhigher than normal; among thosewho had been exposed withinone kilometre of the hypocenter,the incidence was reported to bebetween ten [135] and fiftytimes above the norm. Over theyears, the appearance of “purplespots,” tiny surface hemorrhagessymptomatic of leukemia, cameto be dreaded by hibakusha.And, later on, other forms ofcancer besides leukemia, withlonger periods of latency, wereshowing up at higher than normalrates: carcinomas of the thyroid,the lungs, the breast, thesalivary glands, the stomach, theliver, the urinary tract, and themale and female reproductiveorgans. Some survivors—evenchildren—were developing whatwere called A-bomb cataracts.Some exposed children weregrowing up stunted, and one ofthe most shocking findings wasthat some children who had beenin their mothers’ womb at thetime of the bombing were bornwith heads smaller than normal.Because it was known that radiationaffected the genes of laboratoryanimals, a fear spreadamong many hibakusha that futuredescendants of the survivorsmight be subject to mutations.(It was the late sixties beforeanalyses indeed showed somechromosome aberrations inHiroshima and Nagasaki survivors,and it would, of course,take much longer to tell what, ifany, effects there would be ontheir progeny.) There were severalailments, less life—threateningthan the cancers, that werethought by many doctors—andby most of the people who weresubject to them—to have resultedfrom exposure to thebomb: several sorts of anemia,liver dysfunction, sexual problem,endocrine disorders, acceleratedaging, and thenot-quite-really-sick yet undeniabledebilitation of which so91cuencias mucho más serias que lasheridas traumáticas y las cicatricesqueloides tan dramáticamentevisibles en los primeros días. Paramuchos pacientes, los violentos síntomasde la radiotoxemia primariacesaban con el tiempo, pero prontofue claro que los hibakushas eransusceptibles a secuelas mucho máspeligrosas por las enormes dosis deradiación recibidas de la bomba.Sobre todo fue evidente, hacia 195o,que la incidencia de leucemia en loshibakushas era mucho más alta de lonormal; entre quienes habían estadoexpuestos a la bomba a menos deun kilómetro del hipocentro, se reportóque la incidencia era entre diezy cincuenta veces superior a la norma.A través de los años, loshibakushas empezaron a temer laaparición de «puntos violetas», diminutashemorragias superficialessintomáticas de leucemia. Y despuésotras formas de cáncer, distintas dela leucemia y con períodos delatencia más largos, empezaron arevelarse a una velocidad mayor quela normal: carcinomas de la tiroides,los pulmones, los senos, las glándulassalivares, el estómago, el hígado,el tracto urinario y los órganosreproductivos, tanto del hombrecomo de la mujer. Algunos sobrevivientes—niños incluidos— [128]desarrollaban lo que se llamó cataratasde la bomba atómica. Algunosniños afectados por la bomba crecíanraquíticos, y uno de los descubrimientosmás terribles fue que algunosde los niños que habían estadoen el vientre de sus madres al momentode la bomba nacían con cabezasmás pequeñas de lo normal. Puestoque se sabía que la radiación afectabalos genes de animales de laboratorio,se esparció entre los hibakushasel temor de que descendientes futurosde los sobrevivientes pudieranser objeto de mutaciones. (Fue precisoesperar hasta finales de losaños sesenta para que los análisisdemostraran aberraciones delcromosoma de los sobrevivientesde Hiroshima y Nagasaki, y seríapreciso esperar aún más para saberqué efectos, si los hubiera,sufriría su progenie.) Hubo variasenfermedades —menos mortalesque los cánceres— que según muchosdoctores eran el resultadodel contacto con la bomba: variostipos de anemia, mal funcionamientodel hígado, problemassexuales,desórdenesendocrinológicos, envejecimientoacelerado y la innegable debilidadacompañada del no-estarprecisamente-enfermode la cual


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandmany complained.muchos se quejaban.Dr. Sasaki, who had himself sufferednothing but this [136] last,5 paid little or no attention to any ofthese revelations. He did not followthem closely in the medicaljournals. In his town in the hills,he treated few hibakusha. He lived10 enclosed in the present tense.El doctor Sasaki, que salvo esta últimadebilidad no había sufrido problemaalguno, se ocupó poco o nadade aquellas revelaciones. No les seguíala pista en los periódicos médicos. <strong>En</strong>su pueblo de las montañas, trató a muypocos hibakushas. Vivía encerrado enel presente del indicativo.IN 1963, wanting to get caughtup on the latest developments inanaesthesia, Dr. Sasaki went to the15 Yokohama Red Cross Hospital tolearn about them from its directorgeneral, Dr. Tatsutaro Hattori. Aschief of surgery at the Hiroshimahospital, Dr. Hattori had been Dr.20 Sasaki’s boss there; he had comedown with radiation sickness afterthe bombing and had moved toYokohama. Dr. Hattori suggestedthat Dr. Sasaki might as well have25 a thorough physical examination,taking advantage of the hospital’sup-to-the-minute equipment, whilehe was there, and Dr. Sasakiagreed. A tomographic scan of his30 chest showed up a shadow in theleft lung. Dr. Sasaki smoked.Without going into what had beenlearned about the incidence of lungcancer in hibakusha, perhaps supposingthat Dr. Sasaki would know35all about such things, Dr. Hattorirecommended a biopsy. It wasdone, and when Dr. Sasaki cameout of the anaesthetic he found that40 his entire left lung had been removed.<strong>En</strong> 1963, con la intención de enterarsede los últimos desarrollos enel campo de la anestesia, el doctorSasaki fue al hospital de la Cruz Rojade Yokohama para aprender de su directorgeneral, el doctor TatsutaroHattori. <strong>En</strong> tanto que jefe de cirugíadel hospital de Hiroshima, el doctorHattori había sido superior del [129]doctor Sasaki, había enfermado deradiotoxemia después de la bomba yse había mudado a Yokohama. Eldoctor Hattori sugirió que, ya que seencontraba allí, el doctor Sasaki sesometiera a un examen médico riguroso,aprovechando el avanzadoequipo médico del hospital. El doctorSasaki estuvo de acuerdo. Unatomografía de su pecho reveló unasombra en el pulmón izquierdo. Eldoctor Sasaki era fumador. Sin entraren los descubrimientos acerca dela incidencia de cáncer de pulmón enlos hibakushas (suponiendo quizáque el doctor Sasaki lo sabía todo alrespecto), el doctor Hattari recomendóuna biopsia. Se llevó a cabo, ycuando el doctor Sasaki salió de laanestesia vio que su pulmón izquierdohabía sido extirpado entero.Años después, el doctor Sasakiconcluyó que aquella era la experienciamás importante de su vida —másimportante que el bombardeo—. Obsesionadopor la soledad que habíasentido cuando creyó que moría, ahorase esforzaba tanto como fuera poconstruev.tr. 1 interpret (words or actions) (theirdecision can be construed in many ways). 2 (oftenfoll. by with) combine (words) grammatically(‘rely’ is construed with ‘on’). 3 analyse thesyntax of (a sentence). 4 translate word for word.interpretar, inferir, traducirA few hours after the operation,a ligature of one of the blood vesselsinto the lung cavity gave way,45and Dr. Sasaki suffered severehemorrhaging for nearly a week.One day toward the end of thattime, as he continued to cough up50 blood and grew worrisomelyfeeble, there gathered around himwhat he construed as a death [137]watch: his wife, Dr. Hattori, thehospital matron, several nurses.55He thanked them, said goodbye tohis wife, and died.Pocas horas después de la operación,la ligadura de uno de los vasossanguíneos en la cavidad pulmonarreventó, y el doctor Sasaki sufrió hemorragiasseveras durante casi unasemana. Hacia el final de ese tiempo,puesto que continuaba tosiendo sangrey debilitándose de forma preocupante,se reunió a su alrededor lo que aldoctor le parecía ser un cortejo demuerte: su esposa, el doctor Hattori,la matrona del hospital y varias enfermeras.Les agradeció, le dijo adiós asu esposa, y murió.Or, rather, he thought he died.Some time later, he regained consciousnessand found himself on60the mend.O, mejor, pensó que moría.Poco tiempo después, recuperóla conciencia y se encontró mejorandopoco a poco.IN later years, Dr. Sasaki cameto think of that experience as the65 most important of his life—moreimportant than the bombing.Haunted by the loneliness he hadfelt when he thought he was dying,he now did his best to move closer7092


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5101520to his wife and his children—twosons and two daughters. An auntstartled him one day by saying,“You are lucky, Terufumi. Afterall, i wa jinjutsu—medicine is theart of compassion.” He had neverthought about the meaning of thissaying, which is held up before allyoung Japanese training to be doctors.He determined thenceforth tobe calm and composed, and not toleave undone anything he could dofor a patient. He would try to bekind to people he detested. Hewould give up hunting andmah-jongg. His wife said, “You’vereached maturity in your forties. Igrew up when I was in my twenties.”He did not give up cigarettes.sible para acercarse a su esposa y asus hijos —dos varones y dos mujeres—.Una tía lo asustó un día diciéndole:«Tienes suerte, Terufumi. Despuésde todo, i wa jinjutsu: la medicinaes el arte de la [130] compasión».No había meditado nunca acerca delsignificado de este refrán, transmitidoa los jóvenes japoneses que se preparanpara ser médicos. El doctortomó entonces la decisión de guardarla calma y la compostura, y nunca dejarde hacer todo lo posible por un paciente.Trataría de ser amable congente a la cual detestaba. Abandonaríala cacería y el mah jongg. Su esposale decía: «Has llegado a la madureza los cuarenta. Yo crecí a losveinte años».El doctor Sasaki no dejó el cigarrillo.IN 1972, Dr. Sasaki’s wife diedof breast cancer—the third crisis25 of his life. He achieved now anothersort of loneliness connectedwith death, this one nontransientand intense. He threw himselfmore tirelessly than ever into his30 work.<strong>En</strong> 1972, la mujer del doctorSasaki murió de cáncer de seno:fue la tercera crisis de su vida.Descubrió entonces un nuevo tipode soledad relacionado con lamuerte, permanente e intenso. Seconsagró a su trabajo con másenergía que nunca.35404550His wife’s death and his ownnear-death, together with [138] hisrealization that he was no longeryoung, started him thinking aboutthe elderly, and he decided tobuild a much larger new clinic,where he would practice geriatricmedicine. This branch of the compassionateart was attracting someof the ablest Japanese doctors, andit also happened to be growing extremelylucrative. As he put it tofriends, who laughed at what theyconsidered his overreaching, everyoneafter sixty had aches andpains, everyone as old as thatneeded massage, heat therapy,acupuncture, moxa, and comfortfrom a friendly physician—theywould come in flocks.La muerte de su esposa y su propiaagonía, junto a la revelación deque ya no era joven, lo hicieron comenzara preocuparse por los ancianos,y decidió construir una clínicamucho más grande en la cual practicaríamedicina geriátrica. Esta ramadel arte de la compasión atraía a algunosde los más hábiles doctores japoneses,y daba la casualidad de queestaba volviéndose extremadamentelucrativa. Como se lo explicó a algunosamigos, que se rieron ante loque consideraron ambición excesiva,todo el mundo tenía dolores y achaquesdespués de los sesenta, todo elmundo a esa edad necesitaba masajes,terapia de calor, acupuntura,moxa y el apoyo de un médico amigable.Vendrían en bandadas.55606570By 1977, Dr. Sasaki’s creditwith the Bank of Hiroshima hadsoared, and it granted him aloan of nineteen million yen, orabout eighty thousand dollars.With this money he put up, onland on the edge of town, an imposingfour-story concretebuilding, with nineteen beds forin-patients and with extensivefacilities for rehabilitation, andalso with a splendid apartmentfor himself. He took on a staffof three acupuncturists, threetherapists, eight nurses, and fifteenparamedics and maintenancepeople. His two sons,93Para 1977, el crédito del doctorSasaki frente al Banco de Hiroshimase había disparado: el último préstamohabía sido de diecinueve millonesde yenes, o cerca de ochenta mil dólares.Con este dinero construyó, sobreterrenos de las afueras, un imponenteedificio de concreto de cuatro pisos,con diecinueve camas [131] para pacientesinternos y amplios servicios derehabilitación, y también con un espléndidoapartamento para él mismo.Contrató a un equipo de tresacupunturistas, tres terapeutas, ochoenfermeras y quince paramédicos, ademásde personal de mantenimiento.Sus dos hijos, Yoshihisa y Ryuji, que


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandYoshihisa and Ryuji, by nowboth doctors, came to help outin specially busy periods.para este momento ya eran médicos,venían a ayudarlo en épocas especialmenteconcurridas.5 He was right about the flocks.Again he worked from eight-thirtyto six, six days a week, and he sawan average of two hundred andfifty patients a day. Some came to10 him from cities as far away asKure, Ondo, and Akitsu, on thecoast, and others from villages allover the prefecture. Taking advantageof huge tax deductions15 that Japanese doctors could claim,he saved large sums, and [139] ashe returned money on his bankloans the bank kept raising hisline of credit. He got the idea of20 building an old-people’s home,which would cost two hundredmillion yen. It would be necessaryto get approval for this projectfrom the Takata County Medical25 Association. He submitted plans.He was turned down. Soon afterward,a leading member of the associationbuilt in the city ofYoshida just such a home as Dr.30 Sasaki had proposed.Tenía razón acerca de las bandadas.De nuevo se encontró trabajandode ocho a seis, seis días a la semana,y recibía un promedio de doscientoscincuenta pacientes al día.Algunos venían de ciudades tan alejadascomo Kure, Ondo y Akitsu,sobre la costa, y otros de pueblos detoda la prefectura. Aprovechandolas gigantescas deducciones fiscalesque podían reclamar los doctores japoneses,ahorró grandes sumas dedinero, y a medida que devolvía lospréstamos el banco levantaba aúnmás el límite de su crédito. Tuvo laidea de construir un hogar de ancianosque costaría dos millones deyenes. Sería necesario obtener laaprobación de la Asociación Médicadel Condado de Takata. Presentólos planes. Fue rechazado. Poco después,un importante miembro de laasociación construyó, en la ciudadde Yoshida, un hogar exactamentecomo el propuesto por el doctorSasaki.not discouraged or intimidated, intrepid, perseveringUndaunted, Dr. Sasaki,aware that the three foremostpleasures of his elderly patientswere family visits,35good food, and a relaxed bathtime, used the bank’s loansto build, on the site of hisformer clinic, a luxurious40 bathhouse. This was ostensiblyfor patients, but heopened it to the townspeopleas well, charging more foradmission than the usual45 public bathhouse did; itstubs, after all, were ofmarble. He spent half a million(deductible) yen a monthon its upkeep.50Every morning, Dr. Sasaki metwith the entire staff of the clinic.He had a favorite lecture: Do notwork primarily for money; do55 your duty to patients first and letthe money follow; our life isshort, we don’t live twice; thewhirlwind will pick up the leavesand spin them, but then it will60 drop them and they will form apile.Impertérrito, consciente de quepara sus pacientes ancianos los tresplaceres principales eran las visitasfamiliares, la buena comida y losturnos generosos en el baño, el doctorSasaki utilizó los préstamos delbanco para construir, en el lugar desu antigua clínica, una lujosa casade baños, aparentemente para uso delos pacientes, pero abierta tambiéna los habitantes del pueblo, a quienesse cobraba más del costo habitualde una casa de baños pública;sus albercas, después de todo, erande mármol. El doctor Sasaki gastabamedio millón de yenes al mes(deducibles) en el mantenimientodel lugar. [132]Cada mañana, el doctor se reuníacon el personal entero de la clínica.Tenía un sermón favorito: no trabajesprincipalmente por dinero; primerocumple tu deber con los pacientes,y deja que el dinero vengadespués; la vida es corta, no se vivedos veces; el torbellino alza las hojasy las hace girar, pero luego lasdeja caer, y las hojas se apilan unassobre otras.Dr. Sasaki’s own pile grew andgrew. His life was insured for a65 hundred million yen; he was insuredagainst malpractice for threehundred million yen. He drove awhite BMW. Rare vases stood onchests in his living room. In spite7094La pila del doctor Sasaki crecía ycrecía. Su vida estaba asegurada encien millones de yenes; tenía un segurocontra negligencia profesionalpor trescientos millones. Conducía unBMW blanco. Sobre los cofres de susalón había jarrones extraordinarios.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510of the enormous tax deductionsallowed Japanese doctors, he hadcome to be the payer of the highestincome tax in Takata County(population thirty [140] seventhousand), and his tax was amongthe ten highest in all of HiroshimaPrefecture (twelve cities andsixtyeight towns in fifteen counties;population two million sevenhundred thousand).A pesar de las enormes deduccionesfiscales otorgadas a los doctores japoneses,el doctor había llegado apagar el impuesto a la renta más altodel condado de Takata (de treinta ysiete mil habitantes), y sus impuestosestaban entre los más elevados detoda la prefectura de Hiroshima (doceciudades y sesenta y ocho pueblos enquince condados; dos millones setecientosmil habitantes).152025He had a new idea. He woulddrill down next to the clinic forsubterranean hot water, to fillhot-springs baths. He hired theTokyo Geological <strong>En</strong>gineeringCompany to do a survey, and itassured him that if he drilleddown eight hundred metres hewould get from sixty to a hundredlitres of water a minute, at between79 and 86 degrees Fahrenheit.He had visions of ahot-springs spa; he calculated thathe could supply water for hotbaths in three hotels. He starteddigging in June 1985Tuvo una nueva idea. Perforaríael terreno junto a la clínica en buscade agua caliente para llenaraguas termales. Contrató a la Compañíade Ingeniería Geológica deTokio para realizar un estudio, yle aseguraron que si perforaba auna profundidad de ochocientosmetros, obtendría de sesenta a cienlitros de agua por minuto, a unatemperatura entre 26 y g o grados.Tuvo visiones de balnearios deaguas termales; calculó que podríasuministrar agua para las termalesde tres hoteles. Comenzó en juniode 1985gaudy 1 tastelessly or extravagantly bright or showy.303540455055606570DR. SASAKI began to be considereda bit strange by Hiroshimadoctors. He was not attracted, asthey were, to the exclusive highsociety of the medical associations.Instead, he went in for suchthings as sponsoring a Mukaiharacontest in gateball, a primitivevariant of croquet; he often worea necktie—which cost him fivethousand yen, or twenty dollars—with Gate Ball embroidered acrossit in <strong>En</strong>glish script. His principalpleasure, apart from his work, wasto take an occasional trip toHiroshima to eat Chinese food inthe basement of the Grand Hotel,lighting up, at the end of the meal,a cigarette of the brand MildSeven, which had printed on itspacket, besides its name in <strong>En</strong>glish,this courteous Japanese admonition:“Let’s be careful not tosmoke too much, for the sake ofour health.”He could face Hiroshima now,because a gaudy phoenix [141]had risen from the ruinous desertof 1945: a remarkably beautifulcity of more than a million inhabitants—onlyone in ten of whomwas a hibakusha—with tall modernbuildings on broad, tree-lined avenuescrowded with Japanese cars,all of which had <strong>En</strong>glish letteringon them and appeared to bebrand-new; a city of strivers andsybarites, with seven hundred andfiftythree bookstores and two95El doctor Sasaki empezó a serconsiderado raro por los doctoresde Hiroshima. A diferencia deellos, no se sentía atraído por laexclusiva sociedad de las asociacionesmédicas. <strong>En</strong> cambio le gustabancosas como patrocinar unconcurso de gateball, una varianteprimitiva del croquet; con frecuenciallevaba una corbata [133] —quele había costado cinco mil yenes, oveinte dólares— con la palabraGateball bordada sobre ella en caracteresingleses. Su principal satisfacción,aparte de su trabajo, erahacer un viaje ocasional aHiroshima para comer comida chinaen el sótano del Gran Hotel, yencender, al final de la comida, uncigarro de la marca Mild Seven, encuyo paquete, junto al nombre eninglés, se leía esa amable admoniciónjaponesa: «Cuidemos de no fumardemasiado, por el bien de nuestrasalud».Ahora podía enfrentarse a Hiroshima,porque un fénix chabacano se habíalevantado del ruinoso desierto de1945: una ciudad sorprendentementebella de más de un millón de habitantes—de los cuales sólo uno de cadadiez era hibakusha— con edificiosaltos y modernos sobre avenidas anchas,flanqueadas por árboles y repletasde coches japoneses que parecíannuevos y llevaban letras inglesas; unaciudad de sibaritas y gente esforzada,con setecientas cincuenta y tres libreríasy dos mil trescientos cincuenta y


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandshamble v.intr. walk or run with a shuffling orawkward gait. andar arrastando los pies n. ashambling gait.shambles matanza, carnicería, caos, confusión , ruina,follónin shambles haciéndose añicos5thousand three hundred andfifty-six bars. If past memories didstir up in him, Dr. Sasaki had cometo be able to live with his one bitterregret: that in the shambles ofthe Red Cross Hospital in those firstdays after the bombing it had notbeen possible, beyond a certainpoint, to keep track of the identi-10 ties of those whose corpses werearrastrados, empujados, forzados, obligadosdragged out to the mass cremations,with the result that namelesssouls might still, all theseyears later, be hovering there, unattendedand 15dissatisfied.seis bares. Aunque las memorias delpasado regresaban de vez en cuando,el doctor Sasaki había llegado a sercapaz de vivir con un amargo arrepentimiento:que durante los primerosdías después de la bomba no hubierasido posible, más allá de ciertopunto, establecer, entre los destrozosdel hospital de la Cruz Roja, la identidadde aquellos cuyos cuerpos fueronllevados a cremaciones masivas,con el resultado de que almas anónimaspodrían estar aún flotando por ahí,después de todos estos años, desatendidase insatisfechas.3 FATHER WILHELM KLEINSORGE20BACK IN THE HOSPITAL InTokyo for the second time, FatherKleinsorge was suffering from fever,diarrhea, wounds that would25 not heal, wildly fluctuating bloodcounts, and utter exhaustion. Forthe rest of his life, his was to be aclassic case history of that vague,borderline form of A-bomb sicknessin which a person’s body de-30veloped [142] a rich repertory ofsymptoms, few of which could bepositively attributed to radiation,but many of which turned up in35 hibakusha, in various combinationsand degrees, so often as tobe blamed by some doctors andalmost all patients on the bomb.Padre Wilhelm KleinsorgeDe vuelta por segunda vez al hospitalde Tokio, el padre WilhelmKleinsorge sufría fiebres y diarrea, heridasque no sanaban, recuentos [134]sanguíneos terriblemente fluctuantes yagotamiento absoluto. Durante el restode su vida el padre sería el caso clásicode esa forma vaga y fronteriza deradiotoxemia en la cual el cuerpo dela persona desarrollaba un amplio repertoriode síntomas, pocos de los cualespodían ser atribuidos a la radiación,pero muchos de los cuales aparecíanen los hibakushas, en combinacionesy grados diversos, con tanta frecuenciacomo para que algunos de los doctoresy todos los pacientes culparan ala bomba.40 Father Kleinsorge lived this lifeof misery with the most extraordinarilyselfless spirit. After his dischargefrom the hospital, he returnedto the tiny Noborimachi45 chapel he had helped build, andthere he continued hisself-abnegating pastoral life.El padre Kleinsorge vivió estavida miserable con un ánimo extraordinariamentedesinteresado.Tras darse de alta en el hospital,regresó a la diminuta capilla deNoborimachi, la misma que habíaayudado a construir, y allí continuócon su abnegada vida de pastor.In 1948, he was named priest50 of the much grander Misasachurch, in another part of town.There were not yet many tallbuildings in the city, and neighborscalled the big church the55 Misasa Palace. A convent ofHelpers of Holy Souls was attachedto the church, and besideshis priestly duties of conductingMass, hearing confessions, and60 teaching Bible classes he raneight-day retreats for novicesand Sisters of the convent, duringwhich the women, givenCommunion and instructed by65 him from day to day, wouldmaintain silence. He still visitedSasakisan and other hibakushawho were sick and wounded, andhe would even babysit for young7096<strong>En</strong> 1948 fue nombrado sacerdotede la iglesia Misasa, una iglesia muchomás grande de otra parte de laciudad. No había aún demasiadosedificios altos, y la iglesia era conocidapor los vecinos como el PalacioMisasa. Un convento de Ayudantesde Santas Almas existía adjunto a laiglesia, y aparte de su tarea sacerdotalde dar la misa, escuchar las confesionesy enseñar la Biblia, el padreorganizaba retiros de ochentadías para novicias y hermanas delconvento durante los cuales las mujeresrecibían del padre la comunióny las instrucciones para el día a día,y guardaban silencio. El padreKleinsorge visitaba todavía aSasakisan y a otros hibakushas quese encontraban heridos o enfermos,e incluso hacía de niñero para madres


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandmothers. He often went to thesanatorium at Saijyo, an hour bytrain from the city, to comforttubercular patients.5Father Kleinsorge was brieflyhospitalized in Tokyo twice more.His German Jesuit colleagueswere of the opinion that in all his10 work he was a little too much concernedfor others, and not enoughfor himself. Beyond his own stubbornsense of mission, he hadtaken [143] on himself the Japanesespirit of enryo—setting the15self apart, putting the wishes ofothers first. They thought hemight literally kill himself withkindness to others; he was too20 rücksichtsvoll, they said—too regardful.When gifts of delicaciescame from relatives in Germany,he gave them all away. When hegot penicillin from an Occupation25 doctor, he gave it to parishionerswho were not as sick as he.(Among his many other complaints,he had syphilis, which hehad apparently caught from transfusionsin one of his hospital30stays; it was cured eventually.)He gave lessons on the catechismwhen he had a high fever. Afterhe came back from a long hike of35 pastoral calls, the Misasa housekeeperwould see him collapse onthe steps of his rectory, headdown—a figure, it seemed, of utterdefeat. The next day, he would40 be out in the streets again.jóvenes. Iba con frecuencia al sanatoriode Saijyo, a una hora en trende la ciudad, para consolar a pacientestuberculosos.El padre Kleinsorge fue hospitalizadobrevemente dos veces más, enTokio. Sus colegas jesuitas alemanesopinaban que en su trabajo sepreocupaba demasiado por los demásy no lo suficiente por sí mismo.Más allá de su obstinado sentidode la misión, [135] había adoptadopara sí mismo el espíritu japonésde enryo: apartarse a sí mismo,poner a los demás en primer lugar.Sus colegas pensaban que literalmentese mataría de piedad por losdemás; decían que era demasiadorücksichtsvoll: demasiado atento.Cuando le llegaban de Alemania comidasfinas como obsequio, las regalabatodas. Cuando consiguió queun doctor de la Ocupación le dierapenicilina, se la dio a parroquianosque se encontraban tan enfermoscomo él. (<strong>En</strong>tre sus muchos achaques,el padre tenía sífilis; aparentementese la habían contagiado enuna transfusión, durante alguna desus hospitalizaciones; acabó por curarse.)<strong>En</strong>señaba el catecismo aunquetuviera una fiebre alta. Tras regresarde una larga excursión de visitassacerdotales, el ama de llavesde Misasa solía verlo derrumbarse,cabizbajo, en las escaleras de la rectoría,como una figura de extremaderrota. Y al día siguiente estaba devuelta en la calle.Gradually, over years of this unremittinglabor, he gathered hismodest harvest: some four hundred45 baptisms, some forty marriages.50556065FATHER KLEINSORGE lovedthe Japanese and their ways. Oneof his German colleagues, FatherBerzikofer, jokingly said that FatherKleinsorge was married to Japan.Shortly after he moved to theMisasa church, he read that a newlaw on naturalization had beenpassed by the Diet, with these requirements:that one live in Japanfor at least five years, be overtwenty years old and mentallysound, be of good character, beable to support oneself, and beable to accept single nationality.He hastened to [144] submit proofsthat he met all these, and aftersome months of review he was accepted.He registered himself as aJapanese citizen under the name hewould henceforth bear: FatherMakoto Takakura.Poco a poco, a través de años detrabajo sin descanso, recogió su modestacosecha: unos cuatrocientosbautismos, unos cuarenta matrimonios.El padre Kleinsorge amaba a los japonesesy sus costumbres. Uno de suscolegas alemanes, el padre Berzikofer,decía en broma que el padre Kleinsorgeestaba casado con Japón. Poco despuésde mudarse a la iglesia de Misasa, elpadre leyó que una nueva ley de naturalizaciónhabía sido promulgada porel Diet con estos requisitos: que uno hubieravivido cinco años en Japón, fueramayor de veinte años y mentalmentesano, de buen carácter, capaz de lapropia manutención y capaz de aceptaruna única nacionalidad. Se dio prisa enpresentar pruebas de que cumplía contodo ello, y después de algunos mesesde consideración, fue aceptado. Se registrócomo ciudadano japonés bajo[136] el nombre que llevaría de ese momentoen adelante: padre MakotoTakakura.7097


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandFoR a few months in the springand summer of 1956, his poorhealth declining still further, FatherTakakura filled a temporary5 vacancy in a small parish in theNoborimachi district. Five yearsbefore that, the Reverend Mr.Kiyoshi Tanimoto, whom FatherTakakura knew well, had begun10 giving Bible classes to a group ofgirls whose faces had been disfiguredby keloids. Later, some ofthem had been taken, as so-calledHiroshima Maidens, to the United15 States for plastic surgery. One ofthem, Tomoko Nakabayashi, whomFather Takakura had convertedarid baptized, died on an operatingtable at Mount Sinai Hospital20 in New York. Her ashes were carriedto her family when the firstgroup of Maidens returned toHiroshima that summer of 1956,and it fell to Father Takakura to25 preside at her funeral. During it,he nearly fainted.Durante algunos meses de primaveray verano de 1956, mientras su ____salud declinaba más todavía, el padreTakakura llenó una ausencia temporalen una pequeña parroquia del distritoNoborimachi. Cinco años antes el reverendoKiyoshi Tanimoto, a quien elpadre Takakura conocía bien, había comenzadoa enseñar la Biblia a un grupode chicas cuyas caras habían sidodesfiguradas por los queloides. Mástarde algunas de ellas fueron llevadasa los Estados Unidos —las llamadasDoncellas de Hiroshimapara ser sometidasa cirugía estética. Una de ellas,Tomoko Nabakayashi, a quien el padreTakakura había convertido y bautizado,murió en la mesa de operacionesdel Hospital Mount Sinai de NuevaYork. Sus cenizas fueron llevadas asu familia cuando el primer grupo dedoncellas regresó a Hiroshima en elverano de 1956, y le correspondió alpadre Takakura presidir el funeral,durante el cual estuvo a punto de desmayarse.At Noborimachi, he began instructingthe female members, a30 mother and two daughters, of awealthy and cultured family namedNaganishi. Feverish or not, he wentto them, always on foot, everyevening. Sometimes he would arriveearly; he would pace up and35down the street outside, then ringthe bell at precisely seven o’clock.He would look at himself in a hallmirror, adjust his hair and habit,40 and enter the living room. Hewould [145] teach for an hour; thenthe Naganishis would serve tea andsweets, and he and they would chatuntil exactly ten. He felt at home45 in that house. The younger daughter,Hisako, became devoted tohim, and when, after eighteenmonths, his various symptoms grewso bad that he was going to have to50 be hospitalized she asked him tobaptize her, and he did, on the daybefore he entered the HiroshimaRed Cross Hospital for an entireyear’s stay.55His most disturbing complaintwas a weird infection in his fingers,which had become bloated with pusand would not heal. He had fever60 and flulike symptoms. His whiteblood count was seriously low, andhe had pain in his knees, particularlythe left one, and in otherjoints. His fingers were operated on65 and slowly healed. He was treatedfor leukopenia. Before his discharge,an ophthalmologist foundthat he had the beginnings of anA-bomb cataract.7098<strong>En</strong> Noborimachi comenzó aeducar a las mujeres —la madre ydos hijas— de una familia culta yadinerada de nombre Naganishi.Iba cada tarde a verlas, con o sinfiebre, siempre a pie. Algunas vecesllegaba antes de la hora; recorríade arriba abajo la calle, ytimbraba a las siete en punto. Semiraba en el espejo del zaguán, seacomodaba el pelo y el hábito, yentraba al salón. Daba una hora declases; entonces los Naganishiservían té y dulces, y el padre ylas mujeres conversaban hasta lasdiez en punto. El padre se sentíacomo en casa en ese lugar. La hijamás joven, Hisako, sentía devociónpor él, y dieciocho mesesdespués, cuando los síntomas delpadre se agravaron tanto que ibaa ser necesario hospitalizarlo, ellale pidió que la bautizara, y él lohizo el [137] día antes de entraral hospital de la Cruz Roja deHiroshima, donde se quedaría unaño entero.Su achaque más molesto era unarara infección en los dedos, que se habíanhinchado de pus y se negaban amejorar. Tenía fiebre y síntomas degripe. Su cuenta de glóbulos blancosera alarmantemente baja, y le dolíanlas rodillas, en particular la izquierda,igual que otras articulaciones. Looperaron de los dedos y sanó poco apoco. Recibió tratamiento para laleucopenia. Antes de ser dado de alta,un oftalmólogo se percató de que elpadre tenía comienzos de las cataratasasociadas a la bomba atómica.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandabet (usu. in aid and abet) encourage or assist(an offender or offence). Instigar, incitar, sercómplice (abetter)510He returned to the large Misasacongregation, but it was harder andharder for him to carry the kind ofoverload he cherished. He developedback pain, which was caused,doctors said, by a kidney stone; hepassed it. Dragged down by constantpain and by infections thatwere abetted by his shortage ofwhite cells, he limped through hisdays, pushing himself beyond hisstrength.El padre regresó a la gran congregaciónde Misasa, pero le resultó másy más difícil soportar el tipo de sobrecargaque le gustaba. Empezó atener dolores de espalda causados,según los doctores, por cálculos enlos riñones; no les prestó atención.Arrastrado por el constante dolor y lasinfecciones instigadas por su escasezde glóbulos blancos, pasaba los díascojeando, esforzándose más allá desus capacidades.15 Finally, in 1961, he was mercifullyput out to pasture by the diocese,in a tiny church in the countrytown of Mukaihara—the townwhere Dr. Sasaki was flourishing20 in his private clinic. [146]Finalmente, en 196o, la diócesis decidiómisericordiosamente mandarlo a cuartelesde invierno, a una iglesia diminutaen el pueblo campestre de Mukaihara: elpueblo en el cual florecía el doctor Sasakicon su clínica privada.flag 1 [flæg]A noun[of country] bandera f(nautical) pabellón m(small, as souvenir, also <strong>Sp</strong>ort) banderín mflag of convenience pabellón m de conveniencia? IDIOM: to keep the flag flying mantener alto el pabellón? IDIOM: to show the flag hacer acto de presencia? IDIOM: to wrap oneself or drape oneself in the flag (espUS) escudarse en el patriotismoB transitive verb(= mark)[+ path] señalar con banderitas[+ item, reference] señalar; marcar(also flag down)[+ taxi] (hacer) pararC compoundflag day noun (British) día de colecta de una organizaciónbenéficaFlag Day noun (US) día m de la Bandera (14 junio)flag stop noun (US) parada f discrecionalflag 2 [flæg] intransitive verb[strength, person] flaquear[enthusiasm] enfriarse; decaer[conversation] decaerhe soon revived their flagging spirits les levantó el ánimorápidamenteflag 3 [flæg] noun(also flagstone) losa f25303540455055606570THE compound of theMukaihara church, at the crest ofa steep rise from the town, encloseda small chapel, with anoaken table for an altar and withspace for a flock of about twentyto kneel, Japanese-fashion, on aspread of tatami matting; and,uphill, a cramped parsonage. FatherTakakura chose as his bedroomin the parsonage a room nomore than six feet square and asbare as a monk’s cell; he ate inanother such cell, next to it; andthe kitchen and bathroom, beyond,were dark, chilly, sunkenrooms, no larger than the others.Across a narrow corridor runningthe length of the building were anoffice and a much larger bedroom,which Father Takakura,true to his nature, reserved forguests.When he first arrived, hefelt enterprising, and, on theprinciple that souls are bestcaught while unripe, he hadbuilders add two rooms to thechapel and started in themwhat he called the St. Mary’sKindergarten. So began ableak life for four Catholics:the priest, two Japanese sistersto teach the babies, and aJapanese woman to cook. Fewbelievers came to church. Hisparish consisted of four previouslyconverted families,about ten worshippers in all.Some Sundays, no one showedup for Mass.After its first spurt, FatherTakakura’s energy rapidly flagged.Once each week, he took a train toHiroshima and went to the RedCross Hospital for a checkup. At99El complejo de la iglesia deMukaihara quedaba sobre la cresta deuna pendiente que se empinaba desdeel pueblo, y comprendía una pequeñacapilla con una tabla de roble comoaltar y con espacio para un grupo deveinte parroquianos arrodillados alestilo japonés sobre un despliegue deesteras tatami; y, arriba de la colina,una parroquia estrecha. El padreTakakuta tomó por dormitorio [138]una habitación de mucho menos dedos metros cuadrados y tan desnudacomo la celda de un monje; comíajunto a ésta, en otra celda similar; yla cocina y el baño, al fondo, erancuartos oscuros, fríos, hundidos, nomás grandes que los otros. Cruzandoun estrecho corredor que recorría eledificio había una oficina y una habitaciónmás grande, la cual el padreTakakura, fiel a su naturaleza, reservabapara los invitados.Cuando llegó la primera vez, sesentía emprendedor, y, bajo el principiode que las almas se capturanmejor cuando no están maduras, hizoque unos albañiles le añadieran doshabitaciones más a la capilla y enellas abrió lo que llamaba el JardínInfantil de Santa María. Así comenzóuna vida desolada para cuatro católicos:el padre, dos hermanas japonesasque se encargaban de la enseñanzade los bebés y una japonesa quecocinaba para ellos. Pocos creyentesvenían a la iglesia. La parroquia consistíade cuatro familias previamenteconvertidas: unos diez feligreses entotal. Había domingos en que nadievenía a misa.Tras la primera racha, la energía delpadre Takakura flaqueó rápidamente.Una vez por semana tomaba el tren aHiroshima e iba al hospital de la CruzRoja para hacerse un chequeo. <strong>En</strong> la


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510Hiroshima station, he picked upwhat he loved best to read as hetravelled—timetables with schedulesof trains going all overHonshu Island. The doctors injectedsteroids [147] in his painfuljoints and treated him for thechronic flulike symptoms, andonce he reported he had foundtraces of blood in his underwear,which the doctors guessed camefrom new kidney stones.estación de Hiroshima recogía lo quemás le gustaba leer mientras viajaba:los horarios de los trenes que iban portoda la isla Honshu. Los doctores leinyectaban esteroides en susadoloridas articulaciones y tratabansus síntomas crónicos, parecidos a losde la gripa, y en una ocasión dijo haberencontrado rastros de sangre ensu ropa interior, que, supusieron losdoctores, venía de nuevos cálculos renales.In the village of Mukaihara,15 he tried to be as inconspicuous—asJapanese—as hecould. He sometimes woreJapanese clothes. Not wantingto seem high-living, he never20 bought meat in the local market,but sometimes hesmuggled some out from thecity. A Japanese priest whooccasionally came to see him,25 Father Hasegawa, admired hisefforts to carry his naturalizationthrough to perfection butfound him in many waysunshakably German. He had a30 tendency when he was rebuffedin an undertaking tostubbornly push all the harderstraight for it, whereas a Japanesewould more tactfully35 look for some way around. FatherHasegawa noticed thatwhen Father Takakura washospitalized, he rigidly respectedthe hospital’s visiting40 hours, and if people came,even from far away, to seehim, outside proper hours, herefused to receive them. Once,eating with his friend, Father45 Hasegawa declined his host’soffer of a bowl of rice; he saidhe was full. But then deliciouspickles appeared, whichcaused a Japanese palate to50 cry out for rice, and he decidedto have a bowl after all.Father Takakura was outraged(i.e., in his guest’s view, German):How could he eat rice55 plus pickle when he had beentoo full to eat rice alone?<strong>En</strong> el pueblo de Mukaihara tratóde ser tan inconspicuo —tanjaponéscomo pudiera. Algunas vecesusaba ropas japonesas. Por nodar una impresión de buena vida,nunca compraba carne en el supermercado,pero algunas veces la sacabade la ciudad [139] de contrabando.El padre Hasegawa, un sacerdotejaponés que venía a verlo ocasionalmente,admiraba su esfuerzopor naturalizarse hasta la perfección,pero lo encontraba de muchasformas inevitablemente alemán.Cuando una de sus empresas era rechazada,el padre Takakura teníatendencia a perseguirla tercamentey con más fuerzas, mientras que unjaponés, con más tacto, buscaríaotra forma de conseguirla. El padreHasegawa se percató de que cuandoel padre Takakura estaba hospitalizado,respetaba con rigidez las horasde visita del hospital, y si veníagente a verlo fuera de esas horas,aunque viniesen de muy lejos, se negabaa recibirlos. Cierta vez, comiendocon su amigo, el padreHasegawa declinó el plato de arrozque le ofrecía, diciendo que estabasatisfecho. Pero entonces aparecieronunos pepinillos deliciosos frentea los cuales un paladar japonéspedía a gritos un poco de arroz, y elpadre Hasegawa decidió servirse unplato, después de todo. El padreTakakura se mostró indignado (desdeel punto de vista del huésped, semostró como un alemán): ¿Cómopodía comer arroz y además pepinilloscuando se había sentido demasiadolleno para comer solamentearroz?DURING this period, FatherTakakura was one of many people60 whom Dr. Robert J. Lifton interviewedin preparing [148] to writehis book Death in Life: Survivorsof Hiroshima. In one conversationthe priest hinted that he realized65 he had achieved a truer identity asa hibakusha than as a Japanese:Durante este período, el padreTakakura fue una de las muchas personasentrevistadas por el doctor Roben J.Lifton como parte de la preparación paraescribir su libro Death in Life: Survivorsof Hiroshima. <strong>En</strong> una conversación elsacerdote sugirió haberse dado cuenta delograr una identidad más real comohibakusha que como japonés:70If a person says to me that he isweary [durui], if it is a hibakusha100Si una persona me dice que sesiente agotada [darui], me da una


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandpuffy 1 swollen, esp. of the face etc. 2 fat. 3 gusty. 4short-winded; puffed out.puffy hinchado, abotargado, presuntuoso, orondo,modesto, poco imaginativo<strong>En</strong> 1966, el padre Takakura tuvoque cambiar a sus cocineras. Unamujer llamada Satsue Yoshiki, detreinta y cinco años, recientementecurada de tuberculosis y recientementebautizada, había recibido laorden de presentarse para una entrevistaen la iglesia de Mukaihara. Lasorprendió, puesto que le habíandado el nombre japonés del sacerdote,encontrarse con este grangaijin, este extranjero, vestido conuna bata japonesa acolchada. Sucara, redonda e hinchada (sin dudaa causa de las medicinas), le parecióla cara de un bebé. De inmediatocomenzó una relación que llegaríaa ser de confianza mutua y total,en la cual su papel era algo ambiguo:en parte hija, en parte madre.La creciente invalidez del padreTakakura la mantenía subyugada;ella lo atendía con ternura. La cocinade ella era primitiva; el temperamentode él, caprichoso. Él se decíacapaz de comer cualquier cosa, inclusofideos japoneses; pero, en lo tocantea la comida de ella, se portaba conmás dureza de la que nunca había empleadocon alguien. Una vez habló delas «patatas al horno coladas» que su[141] verdadera madre solía hacer. Ellatrató de hacerlas. «Esto no es como loque hacía mamá», dijo él. Le gustabanlos langostinos fritos y solía comerloscuando iba a Hiroshima para los chequeos.Ella trató de cocinarlos. «Estánquemados», dijo él. Ella se quedaba depie junto a él en el minúsculo comedor,y las manos detrás de su espalda apretabanla jamba de la puerta con tanta fuerzaque poco a poco la pintura fue gastándose.Y sin embargo él se deshacíaen elogios con ella, le confiaba sus procranky1 colloq. eccentric, esp. obsessed with a particulartheory (cranky ideas about women). 2 workingbadly; shaky. 3 esp. US ill-tempered or crotchety,peevish, irritable.510152025303540455055606570who says it, it gives me a differentfeeling than if he is an ordinaryperson. He doesn’t have toexplain .... He knows all of the uneasiness—allof the temptation tolose spirit and be depressed—andof then starting again to see if hecan do his job .... If a Japanesehears the words “tenno heika”[His Majesty the Emperor], it isdifferent from a Westerner hearingthem—a very different feeling inthe foreigner’s heart from what isfelt in the Japanese person’s heart.It is a similar question in the caseof one who is a victim and one whois not, when they hear about anothervictim .... I met a man onetime . . . [who] said, “I experiencedthe atomic bomb”—andfrom then on the conversationchanged. We both understood eachother’s feelings. Nothing had to besaid.IN 1966, Father Takakura hadto change cooks. A woman namedSatsue Yoshiki, who wasthirty-five years old, recentlycured of tuberculosis, and recentlybaptized, had been told toreport for an interview at theMukaihara church. Having beengiven the Japanese name of thepriest, she was astonished to begreeted by a big gaijin, a foreigner,dressed in a quilted Japanesegown. His face, [149] whichwas rounded out and puffy(doubtless from medication),struck her as that of a baby. Atonce, indeed, there commenced arelationship, soon to blossominto one of complete mutualtrust, in which her role seemed tobe ambiguous: part daughter, partmother. His growing helplessnesskept her in subjugation; she tenderlynursed him. Her cooking wasprimitive, his temper cranky. Hehad said he would eat anything,even Japanese noodles, but hewas sharp with her about hisfood, as he had never been withanyone else. Once, he spoke of“strained baked potatoes” his realmother had cooked. She tried tomake them. He said, “These arenot like my mother’s.” He lovedfried prawns and ate them whenhe went to Hiroshima forcheckups. She tried to cook themHe said, “These are burned.” Shestood beside him in the tiny eatingroom, her hands behind hergripping the doorjamb so tightlythat in time its paint was all wornaway. Yet he praised her, confidedin her, joked with her,101sensación distinta si se trata de unhibakusha que si se trata de una personaordinaria. No tiene que dar[140] explicaciones... Lo sabe todoacerca del desasosiego —la tentaciónde perder el ánimo y sentirsedeprimido— y acerca de comenzarde nuevo y ver si logra llevar a cabosu trabajo... Si un japonés escuchalas palabras «tenno heika» [Su Majestadel Emperador], es diferenteque si las escucha un occidental: enel corazón del extranjero hay unsentimiento muy distinto del quehay en el corazón del japonés. Sucedeigual en el caso de alguien quees una víctima y alguien que no loes, cuando oyen hablar de otra víctima...Una vez conocí a un hombre...[que] dijo: «Yo viví la bombaatómica». Y a partir de entonces laconversación cambió. Ambos comprendimoslos sentimientos del otro.No había que decir nada.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5apologized to her each time helost his temper. She thoughthim—under the shortness, whichshe attributed to pain—gentle,pure, patient, sweet, humorous,and deeply kind.blemas, bromeaba con ella, se disculpabacada vez que se ponía de mal humor.A ella, él le parecía —bajo la brusquedad,que atribuía al dolor— amable,puro, paciente, dulce, divertido y profundamentebueno.Once, on a late-spring day, notlong after Yoshiki-san arrived,10 sparrows alighted in a persimmontree outside his office window. Heclapped his hands to drive themaway, and soon there appeared onhis palms purple spots of the sort15 that all hibakusha dreaded. Thedoctors in Hiroshima shook theirheads. Who could say what theywere? They seemed to be bloodbruises, but his blood tests did not20 suggest leukemia. He had slighthemorrhages [150] in his urinarytract. “What if I get blood in mybrains?” he asked once. His jointsstill hurt. He developed liver dysfunction,high blood pressure,25back pains, chest pains. An electrocardiogramturned up ananomaly. He was put on a drug toward off a coronary attack, and on30 an antihypertensive drug. He wasgiven steroids, hormones, an antidiabeticdrug. “I don’t takemedicines, I eat them,” he said toYoshiki-san. In 1971, he was hospitalizedfor an operation to see35whether his liver was cancerous;it was not.Una vez, un día de finales de primavera,poco después de que Yoshikisanllegara, un grupo de gorriones seposó sobre un caqui justo frente a laventana de la oficina. El padreTakakura aplaudió para espantarlos, ypronto aparecieron en sus palmas puntosvioletas del tipo tan temido por loshibakushas. Los doctores deHiroshima se mostraron impotentes.¿Quién podía saber de qué se trataba?Parecían moretones, pero los exámenesde sangre no revelaban leucemia.El padre tenía leves hemorragias enel tracto urinario. «¿Y si me da un derrameen el cerebro?», dijo una vez.Todavía le dolían las articulaciones.Desarrolló disfunciones hepáticas,presión alta, dolores de pecho y espalda.Un electrocardiograma dio resultadosanormales. El padre comenzóa tomar una droga para prevenir unataque al corazón y otra contra lahipertensión. Tomaba esteroides, hormonasy drogas antidiabéticas. «Notomo medicinas, me las trago», le dijoa Yoshiki-san. <strong>En</strong> 1971, fue hospitalizadopara una operación que determinaríasi su hígado estaba canceroso.No lo estaba.All through this time of decline,a stream of visitors came to40see him, thanking him for all hehad done for them in the past.Hisako Naganishi, the woman hehad baptized the day before his45 long hospitalization, was especiallyfaithful; she brought himopen-faced sandwiches on Germanrye bread, which he loved,and when Yoshiki-san needed a50 vacation, she would move in andtend him in her absence. FatherBerzikofer would come for a fewdays at a time, and they wouldtalk and drink a great deal of gin,55 which Father Takakura had alsocome to love.Durante este tiempo de deteriorovino a verlo un torrente de visitantesque le agradecían las cosas que habíahecho por ellos [142] en el pasado.Hisako Naganishi, la mujer a la quehabía bautizado el día antes de su largahospitalización, era particularmentedevota; le traía emparedados abiertossobre pan de centeno alemán, quea él le fascinaban, y cuando Yoshikisannecesitaba vacaciones, ella se mudabaal hospital para atenderlo durantesu ausencia. El padre Berzikofersolía venir por temporadas de pocosdías, y juntos hablaban y bebían buenascantidades de ginebra, lo cualtambién le encantaba al padreTakakura.ONE winter day at the beginningof 1976, Father Takakura60 slipped and fell on the steep icypath down to town. The next morning,Yoshiki-san heard him shoutingher name. She found him in thebathroom, leaning over the washstand,unable to move. With all the65strength of her love, she carriedhim-he weighed a hundred andseventy-five pounds-to his bed,and laid him down. For a month,70102Un día de invierno a comienzos de1976, el padre Takakura resbaló ycayó sobre el sendero empinado ycubierto de hielo que bajaba al pueblo.A la mañana siguiente, Yoshikisanlo escuchó llamarla a gritos. Loencontró en el baño, apoyado en el lavamanos,incapaz de moverse. Contoda la fuerza de su amor, lo llevócargado —el padre pesaba setenta ynueve kilos— hasta la cama. Duranteun mes fue incapaz de moverse. Ella


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510152025he was unable to move. She improviseda bedpan, [151] and cared forhim day and night. Finally, sheborrowed a wheelchair from thetown office and took him to Dr.Sasaki’s clinic. The two men hadknown each other years before, butnow, one living in his monk’s celland the other in his grand apartmentin the four-story clinic, theywere light-years apart. Dr. Sasakitook an X-ray, saw nothing, diagnosedneuralgia, and advised massage.Father Takakura could notabide the idea of the usual femalemassager; a man was hired. Duringthe workout, Father Takakuraheld Yoshiki-sans hand, and hisface reddened. The pain was unbearable.Yoshiki-san hired a carand drove Father Takakura to thecity, to the Red Cross Hospital. AnX-ray on a bigger machine showedfractures of the eleventh andtwelfth thoracic vertebrae. He wasoperated on to relieve pressure onthe right sciatic nerve, and he wasfitted with a corset.improvisó una bacinilla, y lo cuidódía y noche. Finalmente tomó prestadauna silla de ruedas de la municipalidady lo llevó a la clínica del doctorSasaki. Los dos hombres se habíanconocido años atrás, pero ahora, eluno viviendo en su celda monacal yel otro en el grandioso apartamentode su clínica de cuatro pisos, eracomo si años luz los separaran. Eldoctor Sasaki tomó unas radiografías,no vio nada, diagnosticó una neuralgiay aconsejó masajes. El padreTakakura no podía soportar la idea dela masajista habitual; un hombre fuecontratado. Durante los ejercicios, elpadre Takakura sostenía la mano deYoshiki-san, y su rostro enrojecía. Eldolor era insoportable. Yoshiki-sanalquiló un coche y llevó al padreTakakura a la ciudad, al hospital dela Cruz Roja. <strong>En</strong> radiografías realizadaspor una máquina más potenteaparecieron fracturas en la undécimay duodécima vértebras torácicas. El[143] padre fue operado para disminuirla presión sobre el nervio ciáticoderecho, y se le puso un corsé.30 <strong>Fr</strong>om then on, he was bedridden.Yoshiki-san fed him,changed diapers that she madefor him, and cleaned his body.He read the Bible and timetables—theonly two sorts of35texts, he told Yoshiki-san, thatnever told lies. He could tellyou what train to take where,the price of food in the dining40 car, and how to change trains atsuch-and-such a station to savethree hundred yen. One day, hecalled Yoshiki-san, greatly excited.He had found an error.45 Only the Bible told the truth!Desde entonces se vio postradoen cama. Yoshiki-san le daba decomer, le cambiaba los pañaleshechos por ella misma, lo lavaba.El padre leía la Biblia y tambiénhorarios de trenes —los dos únicostextos, le dijo a Yoshiki-san, quenunca mentían—. Podía decirle auno qué tren tomar para ir a un sitio,el precio de la comida en elvagón comedor, y cómo cambiar detren en tal estación para ahorrartrescientos yenes. Un día llamó aYoshiki-san, muy excitado. Habíaencontrado un error. ¡Sólo la Bibliadecía la verdad!5055His fellow-priests finally persuadedhim to go to St. Luke’s Hospitalin Kobe. Yoshiki-san visitedhim, and he drew out from a booka copy of his chart, on which waswritten “A living corpse.” He saidhe wanted to go home with her, andshe took him. “Because of you, my[152] soul has been able to getthrough purgatory,” he said to herwhen he was in his own bed.Sus compañeros de sacerdocio lopersuadieron finalmente de ir alHospital de San Lucas, en Kobe.Yoshiki-san lo visitó, y él sacó deentre las páginas de un libro su gráficomédico, en el cual se leía «Uncadáver viviente». Dijo que queríavolver con ella a casa, y ella se lollevó. «Gracias a ti, mi alma ha podidoatravesar el purgatorio», ledijo al llegar a su cama.He weakened, and his60 fellow-priests moved him to atwo-room house in a hollow just belowtheir Novitiate, in Nagatsuka.Yoshiki-san told him she wanted tosleep in his room with him. No, he65 said, his vows would not permitthat. She lied, saying that the fathersuperior had ordered it. Greatly relieved,he allowed it. After that, heseldom opened his eyes. She fed him70103Se puso débil, y sus compañeroslo mudaron a una casa de dos habitacionesjusto debajo del noviciado,en Nagatsuka. Yoshiki-san le dijoque quería dormir con él en su habitación.No, dijo él, sus votos no lopermitirían. Ella mintió diciendo queel padre superior lo había ordenado;más tranquilo, él aceptó. Después deaquello, apenas abría los ojos. Ellano le daba de comer más que helado.


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5only ice cream. When visitors came,all he could say was “Thank you.”He fell into a coma, and on NovemberI g, 1977, with a doctor, a priest,and Yoshiki-san at his side, thisexplosion-affected person took adeep breath and died.Cuando venían a visitarlo, todo loque lograba decir era «gracias». <strong>En</strong>tróen coma, y el 19 de noviembre de1977, acompañado de un doctor, unsacerdote y Yoshiki-san, este hombreafectado por la explosión respiróprofundo y murió.He was buried in a serene pine10 grove at the top of the hill abovethe Novitiate.Fue enterrado en un pinar serenoen la cima de la colina, sobreel noviciado.15FATHER WILHELM M.TAKAKURA, S J.R.LP.PADRE WILHELM M. TAKAKURA,S .J.Q.E.P.D. [144]The fathers and brothers of theNagatsuka Novitiate noticed overthe years that there were almost20 always fresh flowers at that grave.Los padres y los hermanos del noviciadode Nagatsuka notaron, a travésde los años, que casi siempre habíaflores frescas en la tumba.4 TOSHIKO SASAKI25IN AUGUST 1946, ToshikoSasaki was slowly pulling out ofthe ordeal of pain and low spiritsshe had undergone during the year30 since the bombing. Her younger[153] brother, Yasuo, and sister,Yaeko, had escaped injury on theday of the explosion because theyhad been in the family home in the35 suburb of Koi. Now, living withthem there, she was just beginningto feel alive again, when a newblow came.Toshiko Sasaki<strong>En</strong> agosto de 1946, ToshikoSasaki comenzaba lentamente a salirdel suplicio de dolor y depresiónen que se había visto metida duranteel año siguiente a la bomba. Su hermanomenor, Yasuo, y su hermana,Yaeko, habían salido indemnes el díade la explosión porque se encontrabanen la casa de la familia, en el suburbiode Koi. Ahora, viviendo conellos, justo cuando comenzaba a sentirseviva otra vez, la sacudió un nuevogolpe.40 Three years earlier her parentshad entered into marriage negotiationswith another family, andshe had met the proposed youngman. The couple liked each other45 and decided to accept the arrangement.They rented a house to livein, but Toshiko’s fiancé was suddenlydrafted to China. She hadheard he was back, but for a long50 time he had not come to see her.When he finally showed up, itseemed clear to both parties thatthe engagement was doomed.Each time the fiancé appeared,55 young Yasuo, for whom Toshikofelt responsible, would rush angrilyout of the house. There wereindications that the fiancé’s familyhad had second thoughts about60 permitting their son to marry ahibakusha and a cripple. Hestopped coming. He wrote lettersfull of symbolic, abstract images—especiallybutterflies—evidentlytrying to express his trem-65bling uncertainty and, probably,guilt.Tres años atrás, sus padres habíanentrado en negociaciones matrimonialescon otra familia, y la señoritaSasaki había conocido al joven que leproponían. Los jóvenes se gustaronmutuamente y decidieron aceptar elarreglo. Alquilaron una casa para vivir,pero el novio de Toshiko fue llamadoa filas y repentinamente enviadoa China. Ella había sabido de suregreso, pero pasó largo tiempo antesde que él fuera a verla. Cuando alfin lo hizo, fue claro para ambas partesque el compromiso estaba condenadoal fracaso. Cada vez que aparecíael novio, el pequeño Yasuo, porquien Toshiko se sentía responsable,escapaba iracundo de la casa. Habíaindicaciones de que la familia del noviono estaba tan segura de permitirque su hijo se casara con una mujerhibakusha e inválida. El novio dejóde venir. Escribió cartas llenas deimágenes abstractas y simbólicas —en especial mariposas—, tratando,evidentemente, de expresar su tremendaincertidumbre y, quizá, su culpa.70The only person who gave104La única persona capaz de recon-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland51015Toshiko any real comfort was FatherKleinsorge, who continuedcalling on her in Koi. He wasclearly bent on converting her. Theconfident logic of his instructiondid little to convince her, for shecould not accept the idea that aGod who had snatched away herparents and put her through suchhideous trials was loving and merciful.She was, however, warmedand healed by the priest’s faithfulnessto her, [154] for it was obviousthat he, too, was weak and inpain, yet he walked great distancesto see her.fortar realmente a Toshiko fue el padreKleinsorge, que siguió visitándolaen Koi. El padre estaba [145] claramentedispuesto a convertirla. Laconfiada lógica de sus lecciones nologró convencerla demasiado, puesella no podía aceptar la idea de queun Dios que le había quitado a sus padresy la había hecho pasar por pruebastan horribles fuera un Dios deamor y de misericordia. Sin embargo,sentía que la fidelidad cariñosadel padre la curaba, pues era evidenteque también él estaba débil y adolorado,y aun así caminaba grandesdistancias para ir a verla.2025Her house stood by a cliff, onwhich there was a grove of bamboo.One morning, she stepped outof the house, and the sun’s raysglistening on the minnowlikeleaves of the bamboo trees tookher breath away. She felt an astonishingburst of joy—the first shehad experienced in as long as shecould remember. She heard herselfreciting the Lord’s Prayer.Su casa daba a un precipicio en elcual había un bosquecillo de bambú.Una mañana salió de casa, y la visiónde los rayos del sol,reverberando en las hojas de los árbolescomo sobre un pez, le quitó elaliento. Sintió un sorprendente estallidode alegría —el primero que habíaexperimentado desde que teníamemoria—. Se oyó a sí misma recitandoel padre nuestro.30In September, she was baptized.Father Kleinsorge wasin the hospital in Tokyo, soFather Cieslik officiated.<strong>En</strong> septiembre fue bautizada. El padreKleinsorge se encontraba en el hospital enTokio, así que fue el padre Cieslik quienllevó a cabo los oficios.3540455055606570SASAKI-SAN had some modestsavings her parents had left, andshe took in sewing to help supportYasuo and Yaeko, but she worriedabout the future. She taught herselfto hobble without crutches. Oneday in the summer of 1947, shetook the two for a swim at a beachat nearby Suginoura. There she gotto talking with a young man, a KoreanCatholic novice who was tendinga group of Sunday-school children.After a while, he told her thathe did not see how she could possiblygo on as she was living, responsiblefor her brother and sisterand so fragile herself. He told herof a good orphanage in Hiroshimacalled the Garden of Light. Sheentered the children in the orphanage,and a short time later she appliedfor a job as an attendant there.She was hired, and after that shehad the solace of being with Yasuoand Yaeko.She was good at her work. Sheseemed to have found [155] a calling,and the next year, convinced thather brother and sister were well caredfor, she accepted a transfer to anotherorphanage, called the WhiteChrysanthemum Dormitory, in a suburbof Beppu, on the island ofKyushu, where it would be possible105Sasaki-san tenía algunos ahorrosmodestos que le habían dejado suspadres, y comenzó a coser para sostenera Yasuo y a Yaeko, pero lepreocupaba el futuro. Aprendió acaminar sin muletas. Un día del veranode 1957 llevó a sus dos hermanosa nadar a una playa cercanade Suginoura. Allí comenzó a conversarcon un joven coreano, un noviciocatólico que cuidaba a un grupode niños de la escuela dominical.Después de un rato, el joven ledijo que no comprendía cómo eraella capaz de continuar viviendoasí, tan frágil y con la responsabilidadde sus hermanos. Le contó deun buen orfanato de Hiroshima llamadoEl Jardín de la Luz. Ella ingresóa los niños al orfanato, ypoco tiempo después solicitó allímismo un empleo como dependienta.Fue [146] contratada, y a partirde entonces tuvo la satisfacción deestar con Yasuo y Yaeko.Era buena en su trabajo. Parecíahaber encontrado su llamado,y al año siguiente, convencida deque sus hermanos estaban en buenasmanos, aceptó ser transferidaa otro orfanato, llamado Dormitoriodel Crisantemo Blanco,en un suburbio de Beppu, en laisla de Kyushu, donde podría re-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandfor her to receive professionalchild-care training. In the spring of1949, she began commuting by train,about a half hour each way, to the5 city of Oita, to take courses at OitaUniversity, and in September shepassed an examination that qualifiedher as a nursery-school teacher. Sheworked at the White Chrysanthemum10 for six years.cibir formación profesional comoniñera. <strong>En</strong> el verano de 1949, comenzóa hacer trayectos de mediahora en tren hasta la ciudad deOita para tomar clases en la Universidadde Oita, y en septiembrepresentó los exámenes que la titulabancomo profesora de guardería.Trabajó seis años en el CrisantemoBlanco.Her lower left leg was badlybent, its knee was frozen, andits thigh was atrophied by the15 deep incisions Dr. Sasaki hadmade. The Sisters in charge ofthe orphanage arranged for herto enter the National Hospital inBeppu for orthopedic surgery.20 She was a patient there for fourteenmonths, during which sheunderwent three major operations:the first, not very successful,to help restore her25 thigh; the second to free herknee; and the third to rebreakher tibia and fibula and set themin something like their originalalignment. After the hospitalization,she went to a nearby30hot-springs therapeutic centerfor rehabilitation. Her legwould give her pain for the restof her life, and her knee would35 never again bend all the way,but her legs were now more orless equal in length, and shecould walk almost normally.She went back to work.40The White Chrysanthemum,with space for forty orphans, stoodnear an American Army base; onone side [156] was an exercise45 field for the soldiers, and on theother were officers’ houses. Afterthe Korean War began, the baseand the orphanage were packed.<strong>Fr</strong>om time to time, a woman would50 bring in an infant whose father wasan American soldier, never sayingthat she was the motherusually thata friend had asked her to entrustthe baby to the orphanage. Often,55 at night, nervous young soldiers,some white, some black, havingsneaked off the base without leave,would come begging to see theiroffspring. They wanted to stare at60 the babies’ faces. Some of themtracked down the mothers and marriedthem, though they might neveragain see the children.La parte inferior de su pierna izquierdaestaba gravemente doblada,su rodilla paralizada y su muslo atrofiadopor las profundas incisiones queel doctor Sasaki había hecho. LasHermanas responsables del orfanatose encargaron de que la señoritaSasaki fuera admitida para cirugíaortopédica en el Hospital Nacional deBeppu. Estuvo interna en el hospitalcatorce meses durante los cuales fuesometida a tres operaciones de importancia:la primera, no muy exitosa,para restablecer su muslo; la segundapara liberar el movimiento de surodilla; y la tercera para romper denuevo la tibia y el peroné y colocarloscerca de su posición original. Despuésde la hospitalización, la señoritaSasaki fue a rehabilitarse a un centroterapéutico de aguas termales cercade allí. La pierna le dolería por elresto de su vida, y nunca más podríadoblar por completo la rodilla, perosus piernas tenían ahora más o menosla misma longitud, y su caminar eracasi normal. La señorita Sasaki regresóal trabajo.El Crisantemo Blanco, que teníaespacio para cuarenta huérfanos,estaba ubicado cerca de una basemilitar norteamericana; de un ladohabía un campo de ejercicio para lossoldados, y [147] del otro estabanlas casas de los oficiales. Cuandocomenzó la guerra de Corea, la basey el orfanato se llenaron de gente.De vez en cuando una mujer traía aun niño cuyo padre era un soldadonorteamericano, sin decir que ellaera la madre, sino alegando que unaamiga le había pedido encomendarleel niño al orfanato. <strong>En</strong> las nochesvenían a menudo soldados nerviosos,unos blancos, otros negros, quesalían sin permiso de la base paraver a sus hijos. Querían mirar lascaras de los bebés. Algunos perseguíana las madres y se casaban conellas, aunque quizá nunca volvierana ver a los hijos.65 Sasaki-san felt compassionboth for the mothers, some ofwhom were prostitutes, and forthe fathers. She perceived the latteras confused boys of nineteen70106Sasaki-san se compadecía de lasmadres, algunas de las cuales eranprostitutas, tanto como de los padres.Le parecía que éstos no eran más quemuchachos confundidos, de diecinue-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland51015202530and twenty who as draftees wereinvolved in a war they did notconsider theirs, and who felt a rudimentaryresponsibility—or, atthe very least, guilt—as fathers.These thoughts led her to anopinion that was unconventionalfor a hibakusha: that too much attentionwas paid to the power ofthe A-bomb, and not enough tothe evil of war. Her rather bitteropinion was that it was the morelightly affected hibakusha andpower-hungry politicians who focussedon the A-bomb, and thatnot enough thought was given tothe fact that warfare had indiscriminatelymade victims ofJapanese who had sufferedatomic and incendiary bombings,Chinese civilians who had beenattacked by the Japanese, reluctantyoung Japanese and Americansoldiers who were drafted tobe killed or [157] maimed, and,yes, Japanese prostitutes andtheir mixedblood babies. She hadfirsthand knowledge of the crueltyof the atomic bomb, but shefelt that more notice should begiven to the causes than to the instrumentsof total war.One day, at the White Chrysanthemum,she got an urgent messagethat her brother had been inan automobile accident and mightdie. She hurried to Hiroshima.Yasuo’s car had been hit by a policepatrol car; it had been thepoliceman’s fault. Yasuo survived,but four ribs and both legs hadbeen broken, his nose had beencaved in, there was a permanentdent in his forehead, and he hadlost the sight of one eye.Sasaki-san thought she was goingto have to tend him and supporthim for good. She began taking accountingcourses, and, after a fewweeks, qualified as a Third ClassBookkeeper. But Yasuo made a reveo veinte años, que estabaninvolucrados como reclutas en unaguerra que no consideraban suya, yque sentían una responsabilidad rudimentaria—o una culpa, al menoscomopadres. Estos pensamientos lallevaron a una opinión que no era laconvencional de un hibakusha: demasiadaatención se le prestaba a la bombaatómica, y no la suficiente a lacrueldad de la guerra. Según su amargaopinión, eran los políticos hambrientosde poder y los hibakushasmenos afectados quienes se concentrabantanto en la bomba, y nadie pensabademasiado en el hecho de que laguerra había transformado en víctimas,indiscriminadamente, a los japonesesque sufrieron bombardeos atómicoso incendiarios, a los civileschinos que fueron atacados por los japoneses,a los jóvenes soldados, japonesesy norteamericanos, que fueronreclutados a pesar de sus renuenciaspara acabar mutilados o muertos,y, por supuesto, a las prostitutas japonesasy sus bebés mestizos. Sasakisanhabía conocido de primera manola crueldad de la bomba atómica, perosentía que más atención debía serprestada a las causas de la guerra, ymenos a sus instrumentos. [148]ABOUT once a year during this35 time, Sasaki-san travelled fromKyushu to Hiroshima to see herbrother and sister, and, always, tocall on Father Kleinsorge, nowTakakura, at the Misasa church.40 On one trip, she saw her formerfiancé on the street, and she wasquite sure he saw her, but they didnot speak. Father Takakura askedher, “Is your whole life going to45 be like this, working so hard?Shouldn’t you be married? Or, ifyou choose not to marry, shouldn’tyou become a nun?” She thoughtlong about his questions.5055606570107Durante ese tiempo Sasaki-san viajabade Kyushu a Hiroshima unavez al año para ver a sus hermanosmenores, y para visitar al padreKleinsorge, ahora Takakura, en laiglesia de Misasa. <strong>En</strong> uno de susviajes vio a su antiguo prometidopor la calle, y estaba segura de quetambién él la había visto, pero nose hablaron. El padre Takakura lepreguntó: «¿Te vas a pasar toda lavida así, trabajando tan duro? ¿Nodeberías casarte? O, si decides nocasarte, ¿no deberías volvertemonja?». Ella meditó largo tiemposobre estas preguntas.Un día, en el Crisantemo Blanco,recibió un mensaje urgente: suhermano había sufrido un accidenteautomovilístico y era posible queno sobreviviera. Viajó deprisa aHiroshima. El coche de Yasuo habíasido chocado por una patrullapolicial; la culpa era del policía.Yasuo sobrevivió, pero tenía cuatrocostillas y ambas piernas rotas,la nariz aplastada, una abolladurapermanente en la frente, y habíaperdido la vista de un ojo. Sasakisanpensó que tendría que atenderloy mantenerlo para siempre. Comenzóa tomar cursos de contabilidad,y después de algunas semanascalificó como contable de terceraclase. Pero Yasuo se recuperó de


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5markable recovery, and, using thecompensation he was paid for theaccident, he entered [158] a musicschool, to study composition..Sasaki-san went back to the orphanage.manera extraordinaria, y, con la indemnizaciónque le pagaron por elaccidente, se inscribió en una escuelade música para estudiar composición.Sasaki-san regresó al orfanato.In 1954, Sasaki-san visited FatherTakakura and said that she10 knew now that she would nevermarry, and she thought the time hadcome for her to go into a convent.What convent would he recommend?He suggested the <strong>Fr</strong>ench orderof Auxiliatrices du Purgatoire,15Helpers of Holy Souls, whose conventwas right there in Misasa.Sasaki-san said she did not want toenter a society that would make her20 speak foreign languages. He promisedher she could stay with Japanese.<strong>En</strong> 1954 Sasaki-san visitó al padreTakakura y le dijo que ahora estabasegura de que no se casaríanunca, y pensaba que era tiempo deentrar en un convento. ¿Qué conventole recomendaba él? El padre sugirióla orden francesa de lasAuxiliatrices du Purgatoire(Auxiliadoras del Purgatorio), cuyoconvento estaba allí mismo, enMisasa. Sasaki-san dijo que no queríaentrar en una sociedad que laobligara a hablar en lenguas extranjeras.Él le prometió que podría seguirhablando japonés. [149]She entered the convent, and in25 the very first days she found thatFather Takakura had lied to her.She was going to have to learnLatin and <strong>Fr</strong>ench. She was told thatwhen the knock of reveille came in30 the morning, she must cry out,“Mon Jésus, miséricorde!” Thefirst night, she wrote the words inink on the palm of one hand, so shecould read them when she heard the35 knock the next morning, but itturned out to be too dark.Sasaki-san entró al convento, y losprimeros días se dio cuenta de que elpadre Takakura le había mentido. Ibaa verse obligada a aprender latín yfrancés. Le dijeron que cuando escucharael llamado de diana en las mañanas,debía gritar: «Mon Jesus,miséricorde!». La primera noche seescribió las palabras sobre la palmade una mano, con tinta, para poderleerlas cuando escuchara el llamadoa la mañana siguiente, pero resultóque estaba demasiado oscuro.founder 1 fundador 2. ir a pique, fallar, fracasar, hundirse,sumergirse, naufragarShe became afraid she mightfail. She had no trouble learning40 about Eugenie Smet, known asBlessed Mary of Providence, thefounder of the order, who in1856 had started programs inParis for care of the poor and for45 home nursing and had eventuallysent to China twelve Sisters shehad trained. But, at thirty,Sasaki-san felt too old to be aschoolgirl learning Latin. She50 was confined to the conventbuilding except for occasionalwalks—two hours each way,painful for her bad leg—toMitaki, a mountain where there55 were three beautiful waterfalls.[159] In time, she discovered shehad surprising hardihood and tenacity,which she credited to allshe had learned about herself in60 the hours and weeks after thebombing. When Mother Superior,Marie Saint Jean de Kenti, askedher one day what she would do ifshe were told she had failed and65 would have to leave, she said, “Iwould take hold of that beamthere and hold on with all mystrength.” She did hold on, and in1957 she took vows of poverty,70108Comenzó a tener miedo de fracasar.No tenía problemas para aprenderacerca de Eugénie Smet, conocidacomo María Bendita de la Providencia,la fundadora de la orden, queen 1856 había instaurado en París programaspara el cuidado de los pobresy de enfermería doméstica, y eventualmentehabía enviado doce hermanasa China, entrenadas por ellamisma. Pero a sus treinta años,Sasaki-san se sentía demasiado viejapara ser una niña de escuela estudiandolatín. Fue recluida en el edificiodel convento, pero podía hacer caminatasocasionales —dos horas de iday dos de vuelta, lo cual era dolorosopara su pierna enferma— a Mitaki,una montaña donde había tres hermosascascadas. Con el tiempo descubrióque era capaz de sorprendentes audaciasy tenacidades, y lo atribuyó atodo lo que había aprendido de sí mismadurante las horas y las semanasque siguieron a la bomba. Cuando laMadre Superiora, Marie Saint Jean deKenti, le preguntó un día qué haría sile dijeran que había fracasado y debíairse, Sasaki-san repuso: «Me agarraríade esa viga con todas mis fuerzas».Se agarró, en efecto; y en 1957tomó los votos de pobreza, castidad


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandchastity, and obedience and becameSister Dominique Sasaki.y obediencia, y se transformó en lahermana Dominique Sasaki.51015202530By now, the Society of Helpersknew her strength, and it assignedher, straight from the novitiate,to the pest of director ofa home for seventy old peoplenear Kurosaki, on Kyushu, namedthe Garden of St. Joseph. She wasonly thirty-three, and she was thefirst Japanese director of thehome—in command of a staff offifteen, five of whom were<strong>Fr</strong>ench and Belgian nuns. She hadto plunge straight into negotiationswith local and national bureaucrats.She had no books toread on care of the aged. She inheriteda decrepit wooden building—aformer temple—and an institutionthat had had difficultyeven feeding its enfeebled inmates,some of whom had had tobe sent out foraging for firewood.Most of the old men were formercoal miners from the notoriouslycruel Kyushu mines. Some of theforeign nuns were crusty, andtheir modes of speech, unlikethose of the Japanese, were blunt,harsh, and hurtful to SisterSasaki. [160]Para ese momento, la Sociedad deAuxiliadoras ya sabía de su fortaleza,y apenas hubo salido del noviciado fuenombrada directora de un hogar de setentaancianos cerca de Kurosaki,Kyushu, [150] llamado jardín de SanJosé. Tenía sólo treinta y tres años, yera la primera japonesa en ser directoradel hogar: estaba al mando de unequipo de quince personas, cinco delas cuales eran monjas francesas y belgas.De inmediato tuvo que enfrentarsea negociaciones con burócratas localesy nacionales. Carecía de librosacerca del cuidado de los ancianos.Recibió un decrépito edificio de madera—un antiguo templo— y una instituciónque había tenido problemasincluso para dar de comer a sus debilitadosinternos, algunos de los cualeshabían tenido que ser enviados en buscade leños para la chimenea. La mayoríade los ancianos eran antiguos minerosde las notoriamente crueles minasde carbón de Kyushu. Algunas delas monjas extranjeras eran malhumoradas,y su manera de hablar, al contrariode la de los japoneses, le parecíaa la hermana Sasaki burda, dura,hiriente.3540455055Her hard-earned doggednesstold, and she remained fully incharge of the Garden of St. Josephfor twenty years. Thanks to herschooling as an accountant, shewas able to introduce a rationalsystem of bookkeeping. Eventually,the Society of Helpers, withsupport from branches in theUnited States, raised money for anew building, and Sister Sasakisupervised the construction of aconcrete-block structure cut intothe brow of a hill. A few yearslater, a subterranean waterwaybegan to undermine it, and shesaw to its replacement with amore modern building, of reinforcedconcrete, with single anddouble rooms fitted withWestern-style washbasins and toilets.Su merecida obstinación dio resultado,y la hermana Sasaki permanecióveinte años a la cabeza del jardínde San José. Gracias a sus estudioscomo contable, fue capaz de introducirun sistema racional de contabilidad.Eventualmente la Sociedadde Auxiliadoras, con la ayuda de variasramas de los Estados Unidos,consiguió dinero suficiente para unnuevo edificio, y la hermana Sasakisupervisó la construcción de una estructurade bloques de concreto talladaen la cima de una colina. Pocosaños después, un canal subterráneocomenzó a minar la estructura,y la hermana Sasaki se ocupó de reemplazarlapor un moderno edificiode concreto reforzado con habitacionessimples y dobles provistas de lavamanose inodoros estilo occidental.606570Her greatest gift, she found, washer ability to help inmates to die inpeace. She had seen so much deathin Hiroshima after the bombing,and had seen what strange things somany people did when they werecornered by death, that nothingnow surprised or frightened her.The first time she stood watch by adying inmate, she vividly remembereda night soon after the bombingwhen she had lain out in the109Pero se dio cuenta de que su donmás grande era su habilidad para ayudara los internos a morir en paz. Trasla bomba había visto tantas muertesen Hiroshima, y había visto tantas delas cosas extrañas que suele hacer lagente cuando se ve arrinconada por lamuerte, que ya nada la sorprendía nila asustaba. La primera [151] vez queveló a un interno moribundo recordóvívidamente una noche después de labomba en que yacía al aire libre, sin


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510open, uncared for, in dreadful pain,beside a young man who was dying.She had talked with him all night,and had become aware, above all,of his fearful loneliness. She hadwatched him die in the morning. Atdeathbeds in the home, she was alwaysmindful of this terrible solitude.She would speak little to thedying person but would hold a handor touch an arm, as an assertion,simply, that she was there.nadie que la cuidara, con un dolor terrible,junto a un joven que se estabamuriendo. Había hablado con él todala noche y se había dado cuenta, sobretodo, de su temerosa soledad. Lohabía visto morir en la mañana. <strong>En</strong> elhogar, junto a los lechos de muerte,siempre tenía presente esta terriblesoledad. Le hablaba poco al moribundo,pero podía darle la mano o sostenersu brazo, reafirmando simplementesu presencia.Once, an old man revealed to15 her on his deathbed, [161] withsuch vividness she felt she waswitnessing the act, that he hadstabbed another man in the backand had watched him bleed to20 death. Though the murderer wasnot a Christian, Sister Sasaki toldhim that God forgave him, and hedied in comfort. Another old manhad, like many Kyushu miners,25 been a drunkard. He had had asordid reputation; his family hadabandoned him. In the home, hetried with pathetic eagerness toplease everyone. He volunteered30 to carry coal from storage bins,and he stoked the building’sboiler. He had cirrhosis of theliver, and had been warned not toaccept the daily ration of five35 ounces of distilled spirits that theGarden of St. Joseph mercifullyissued to the former miners. Buthe continued to drink it. Vomitingat the supper table one night,40 he ruptured a blood vessel. Ittook him three days to die. SisterSasaki stayed beside him allthat time, holding his hand, sothat he might die knowing that,45 living, he had pleased her.Cierta vez un hombre le reveló ensu lecho de muerte —con descripcionestan vívidas que a ella le parecíaestar presenciando el acto— que habíaacuchillado a otro por la espalday lo había visto desangrarse. Aunqueel asesino no era cristiano, la hermanaSasaki le dijo que Dios lo perdonaba,y el hombre murió consolado.Otro anciano había sido un borracho,como tantos mineros de Kyushu. Habíatenido una sórdida reputación; sufamilia lo había abandonado. <strong>En</strong> elhogar intentaba, con patético entusiasmo,complacer a todo el mundo.Se ofrecía como voluntario para llevarel carbón desde los botes de almacenajey alimentar la caldera deledificio. Tenía cirrosis del hígado, yle habían advertido que no aceptarala ración diaria de cinco onzas de alcoholdestilado que el Jardín de SanJosé regalaba misericordiosamente alos antiguos mineros. Pero él siguióbebiéndola. Una noche, mientras vomitabasobre la mesa de la cena, sufrióla ruptura de un vaso sanguíneo.Tardó tres días en morir. La hermanaSasaki permaneció a su lado todo esetiempo, sosteniendo su mano para quemuriera con la certeza de que, envida, la había complacido.IN 1970, Sister Sasaki attendedan international conference ofworking nuns in Rome and, after50 it, inspected welfare facilities inItaly, Switzerland, <strong>Fr</strong>ance, Belgium,and <strong>En</strong>gland. She retiredfrom the Garden of St. Joseph atthe age of fifty-five, in 1978, and55 was awarded a vacation trip to theHoly See. Unable to be idle, sheinstalled herself at a table outsideSt. Peter’s to give advice to Japanesetourists; later, she became a60 tourist herself, in Florence, Padua,Assisi, Venice, Milan, and Paris.<strong>En</strong> 1970, la hermana Sasaki asistióa una conferencia internacional demonjas trabajadoras en Roma y despuésinspeccionó las [152] instalaciones dela seguridad social en Italia, Suiza,<strong>Fr</strong>ancia, Bélgica e Inglaterra. Se retiródel Jardín de San José a la edad de cincuentay cinco años, en 1978, y fue premiadacon un viaje de vacaciones a laSanta Sede. Incapaz de quedarse ociosa,se instaló en una mesa fuera de SanPedro para dar consejos a los turistasjaponeses; más tarde ella misma setransformó en turista por Florencia,Padua, Asís, Venecia, Milán y París.Back in Japan, she did volunteerwork for two years at the Tokyoheadquarters of the Society of65Helpers, [162] then spent twoyears as Mother Superior of theconvent at Misasa, where she hadtaken her training. After that, she70110De vuelta al Japón se presentócomo voluntaria por dos años en lasoficinas de la Sociedad deAuxiliadoras en Tokio, y luego pasóotros dos años como Madre Superioraen el convento de Misasa, dondehabía recibido su capacitación. Des-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510152025led a tranquil life as superintendentof the women’s dormitory atthe music school where herbrother had studied; it had beentaken over by the Church and wasnow called the Elizabeth Collegeof Music. After finishing at theschool, Yasuo had become qualifiedas a schoolteacher, and nowhe taught composition and mathematicsin a high school in Kochi,on the island of Shikoku. Yaekowas married to a doctor whoowned his own clinic inHiroshima, and Sister Sasakicould go to him if she needed adoctor. Besides continuing difficultieswith her leg, she had enduredfor some years a pattern ofailments which—as with so manyhibakusha—might or might nothave been attributable to thebomb: liver dysfunction, nightsweats and morning fevers, borderlineangina, blood spots on herlegs, and signs in blood tests of arheumatoid factor.pués de aquello llevó una vida tranquilacomo superintendente del dormitoriode mujeres en la escuela demúsica donde su hermano había estudiado;la escuela había sido tomadapor la iglesia, y ahora se llamabaElizabeth College of Music. Tras terminarsus estudios, Yasuo se habíatitulado como profesor, y ahora enseñabacomposición y matemáticasen una secundaria de Kochi, en la islade Shikoku. Yaeko estaba casada conun doctor que era dueño de su propiaclínica en Hiroshima, y la hermanaSasaki podía ir a verlo si necesitabaatención médica. A pesar delas continuas dificultades con supierna, había soportado durante variosaños un patrón de dolencias que—como les sucedía a tantoshibakushas— podía o no ser consecuenciade la bomba: disfuncioneshepáticas, sudores nocturnos y fiebresmatinales, dudosas anginas,manchas sanguíneas en las piernas yseñales de un factor reumatoide enlos análisis de sangre.One of the happiest moments in30 her life came in 198o, while shewas stationed at the society’sheadquarters in Tokyo: she washonored at a dinner to celebratethe twenty-fifth anniversary of35 her becoming a nun. By chance, asecond guest of honor that nightwas the head of the society inParis, Mother General <strong>Fr</strong>anceDelcourt, who, it happened, had40 also reached her twenty-fifth yearin the order. Mother Delcourtgave Sister Sasaki a present of apicture of the Virgin Mary. SisterSasaki made a speech: “I shall not45 dwell on the past. It is as if I hadbeen given a spare life when I survivedthe A-bomb. But I prefernot to look back. I shall keepmoving forward.” [163]50<strong>En</strong> 1980, mientras se encontrabaemplazada en las oficinas de la Sociedaden Tokio, llegó uno de los momentosmás felices de su vida: se celebróuna cena en su honor para conmemorarsus veinticinco años comomonja. Por casualidad, una segundainvitada de honor esa noche era la directorade la sociedad en París, [53]la Madre General <strong>Fr</strong>ance Delcourt, ysucedió que también ella celebraba suvigésimo quinto año en la orden. LaMadre Delcourt le dio a la hermanaSasaki un cuadro de la Virgen Maríacomo regalo. La hermana Sasaki pronuncióun discurso: «No pensaré demasiadoen el pasado. Cuando sobrevivía la bomba, fue como si me dieranuna vida de repuesto. Pero prefierono mirar atrás. Seguiré moviéndomehacia adelante».5 DR. MASAKAZU FUJIIDoctor Masakazu FujiiEl doctor Fujii, un hombre amenoque había cumplido ya los cincuentaaños, disfrutaba de la compañía delos extranjeros, y en las tardes legustaba, puesto que su práctica en laclínica Kaitachi prosperaba casi sinsu ayuda, invitar a los miembros delas fuerzas de ocupación y servirlescantidades aparentemente interminablesde whisky Suntory que conseguíade alguna manera. Durante añosse había entretenido aprendiendolenguas extranjeras como pasatiempo,entre ellas el inglés. El padreKleinsorge era ya un viejo amigo, ylo visitaba en las tardes para enseply1 a : to use or wield diligently b : topractice or perform diligently 2 : to keepfurnishing or supplying something to 3 a : to make a practice of rowing or sailing over or on b : to go or travel regularly over, on, orthrough 1 : to apply oneself steadily 2 : to go or travel regularlyply 1 [+ needle, tool] manejar; emplear [+ oars] emplear [+river, route] navegar por to ply one’s trade ejercer su profesión2 to ply somebody with questions acosar a alguiencon preguntasto ply somebody with drink no parar de ofrecer de beber aalguiento ply between ir y venir deA CONVIVIAL MAN, fifty55 years old, Dr. Fujii enjoyed thecompany of foreigners, and as hispractice in the Kaitaichi clinicrolled comfortably along, it washis pleasure, in the evenings, to60 ply members of the occupyingforces with a seemingly endlesssupply of Suntory whiskey thathe somehow laid hands on. Foryears he had had a hobby of65 studying foreign languages, <strong>En</strong>glishamong them. FatherKleinsorge had long been afriend, and he used to visit in theevenings to teach Dr. Fujii to70111


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510speak German. The doctor hadalso taken up Esperanto. Duringthe war the Japanese secret policehad got it into their headsthat the Russians used Esperantofor their spying codes, and Dr.Fujii had more than once beenquestioned closely about whetherhe was getting messages from theComintern. He was now eager tomake friends with Americans.55DR. Fujii suffered from none ofthe effects of radiation overdose,and he evidently felt that for anypsychological damage the horrors60 of the bombing may have done himthe best therapy was to follow thepleasure principle. Indeed, he recommendedto hibakusha who didhave radiation symptoms that they65 take a regular dosage of alcohol.He enjoyed himself. He was compassionatetoward his patients, buthe did not believe in working toohard. He had a dance floor inñarlea hablar alemán. El doctor tambiénhabía empezado a aprenderesperanto. Durante la guerra, a la policíasecreta se le había metido en lacabeza que los rusos usaban elesperanto para sus códigos de espionaje,y el doctor Fujii fue interrogadomás de una vez acerca de si recibíamensajes del Comintern. Ahoralo entusiasmaba hacerse amigo de losnorteamericanos.In 1948, he built a new clinic,in Hiroshima, on the site of the15 one that had been ruined by thebomb. The new one was a modestwooden building with half a dozenbedrooms for in-patients. He hadtrained as an orthopedic surgeon,20 but after the war that craft wasbecoming subdivided into variousspecialties. He had earlier had asa special interest prenatal hip dislocations,but he now thought25 himself too old to go very far withthat or [164] any other specialty;besides, he lacked the sophisticatedequipment needed for specialization.He performed operationson keloids, did appendecto-30mies, and treated wounds; he alsotook medical (and, occasionally,venereal) cases. Through his Occupationfriends, he was able to35 get penicillin. He treated abouteighty patients a day.<strong>En</strong> 1948 construyó una nueva clínicaen Hiroshima, sobre el lote de laque había sido destruida por la bomba.La nueva era un modesto edificiode madera con media docena de habitacionespara los internos. El doctorhabía recibido entrenamientocomo cirujano ortopédico, pero despuésde la guerra ese oficio [154] estabadividiéndose en varias especializaciones.Al principio lo interesaronlas dislocaciones prenatales de lacadera, pero ahora se sentía demasiadoviejo para avanzar con ésa u otrasespecializaciones; además, carecía delos sofisticados equipos necesariospara especializarse. Realizó operacionessobre queloides, realizóapendicetomías y trató heridas varias;también aceptó casos médicos (y, enocasiones, venéreos). A través de susamigos de la Ocupación logró obtenerpenicilina. Llegó a tratar a unosochenta pacientes diarios.He had five grown children,and, in the Japanese tradition, they40 followed in their father’s footsteps.The oldest and youngestwere daughters, Myeko andChieko, and both married doctors.The oldest son, Masatoshi, a doctor,inherited the Kaitaichi clinic45and its practice; the second son,Keiji, did not go to medical schoolbut became an X-ray technician;and the third son, Shigeyuki, was50 a young doctor on the staff of theNihon University Hospital in Tokyo.Keiji lived with his parents,in a house that Dr. Fujii had builtnext to the Hiroshima clinic.70112Tenía cinco hijos adultos que,en la tradición japonesa, siguieronsu camino. Sus hijas Myekoy Chieko, la mayor y la menor, secasaron con doctores. El hijo mayor,Masatoshi, doctor, heredó laclínica de Kaitachi y su práctica;el segundo hijo, Keiji, no estudiómedicina, pero se hizo técnico enrayos X; y el tercer hijo,Shigeyuki, era uno de los jóvenesmédicos del Hospital de la UniversidadNihon en Tokio. Keijivivía con sus padres en una casaque el doctor Fujii había construidojunto a la clínica deHiroshima.El doctor Fujii no sufría ningunode los efectos de la sobredosis radioactiva,y sentía evidentemente que apesar de todo el daño psicológico quele pudieron haber causado las—efectosde la bomba, la mejor terapia eraseguir el principio del placer. De hecho,les recomendaba a loshibakushas que sí tenían síntomasradioactivos que tomaran dosis regularesde alcohol. Se divertía mucho.Era compasivo con sus pacientes,pero no creía en el trabajo demasiadoduro. Tenía un salón de baile ins-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5stalled in his house. He bought abilliard table. He enjoyed photographyand built himself a darkroom.He played mah-jongg. Heloved having foreign houseguests.At bedtime, his nurses gave himmassages and, sometimes, therapeuticinjections. [165]talado en su casa. Había compradouna mesa de billar. Le gustaba la fotografía,y se construyó un cuarto oscuro.Jugaba mah jongg. Le encantabatener huéspedes extranjeros. A lahora de dormir, sus enfermeras ledaban masajes y, algunas veces, inyeccionesterapéuticas. [155]101520He took up golf, and built a sandbunker and set up a driving net inhis garden. In 1955, he paid theentrance fee of a hundred and fiftythousand yen, then a little morethan four hundred dollars, to jointhe exclusive Hiroshima CountryClub. He did not play much golf,but, to the eventual great joy of hischildren, he kept the family membership.Thirty years later, itwould cost fifteen million yen, orsixty thousand dollars, to join theclub.Empezó a jugar golf, y se construyóun búnker de arena y puso unared de práctica en su jardín. <strong>En</strong> 1955pagó una cuota de entrada de cientocincuenta mil yenes, que entonceseran poco más de cuatrocientos dólares,para asociarse al exclusivoCountry Club de Hiroshima. No llegóa jugar mucho al golf, pero conservóla membresía familiar, paraeventual felicidad de sus hijos.Treinta años después, entrar al clubcostaría quince millones de yenes, osesenta mil dólares.25303540455055606570He succumbed to the Japanesebaseball mania. TheHiroshima players were at firstcalled, in <strong>En</strong>glish, the Carps,until he pointed out to the publicthat the plural for that fish,and for those ballplayers, hadno “s.” He went often to watchgames at the huge new stadium,not far from the A-BombDome—the ruins of theHiroshima Industrial PromotionHall, which the city had kept asits only direct physical reminderof the bomb. In theirearly seasons, the Carp had dismalrecords, yet they had a fanaticalfollowing, somethinglike those of the BrooklynDodgers and the New YorkMets in their lean years. ButDr. Fujii rather mischievouslyrooted for the Tokyo Swallows;he wore a Swallows button onthe lapel of his jacket.Hiroshima, in its regenerationas a brand-new city after thebombing, turned up with one of thegaudiest entertainment districts inall Japan—an area where, at night,vast neon signs of many colorswinked and beckoned to potentialcustomers of bars, geisha houses,coffee shops, dance halls, and licensedhouses of prostitution. Onenight, Dr. Fujii, who had begun tohave a reputation [167] as apurayboy, or playboy, took his tenderfootson Shigeyuki, who wastwenty years old and home awhilefrom the grind of his Tokyo medicalschool, out on the town to showhim how to be a man. They wentto a building where there was a113Sucumbió al furor japonés por elbéisbol. Al principio, a los jugadoresde Hiroshima se los llamaba, eninglés, the Carps, las Carpas, hastaque el doctor señaló al público queel plural de ese pescado, y de esosjugadores, no llevaba «s». Iba a menudoa ver partidos al gran estadionuevo, que no estaba lejos del Domode la Bomba A —las ruinas del Salónde Promoción Industrial deHiroshima, que la ciudad había decididomantener como único recordatoriofísico de la bomba—. <strong>En</strong> susprimeras temporadas, las Carpas obtuvieronresultados desalentadores,y sin embargo contaban con seguidoresfanáticos, más o menos comotuvieron los Dodgers de Brooklyn ylos Mets de Nueva York en sus buenosaños. Pero el doctor Fujii se inclinó,maliciosamente, por las Golondrinasde Tokio; y usaba un botónde las Golondrinas en la solapade su chaqueta.<strong>En</strong> su proceso de regeneracióncomo ciudad recién hecha después delos bombardeos, Hiroshima descubrióque tenía uno de los barrios de entretenimientomás chabacanos de todoJapón: un área en la cual vastos anunciosde neón de colores diversos titilabanen la noche como llamando alos clientes potenciales de bares, casasgeisha, cafés, salones de baile yprostíbulos registrados. Una noche eldoctor Fujii, que había comenzado atener reputación de purayboy, oplayboy, llevó a la ciudad aShigeyuki, su hijo inocente —que teníaveinte años y estaba de regreso encasa descansando de los duros estudios[156] de medicina en Tokio—para enseñarle a hacerse hombre. Fue-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510huge dance floor, with girls linedup along one side. Shigeyuki toldhis father he didn’t know what todo; his legs felt weak. Dr. Fujiibought a ticket, picked out an especiallybeautiful girl, and toldShigeyuki to bow to her and takeher out there and do the step thathe had taught him on the dancefloor at home. He told the girl tobe gentle with his son, and hedrifted away.ron a una construcción donde habíaun gran salón de baile con chicas alineadasde un lado. Shigeyuki dijo queno sabía qué hacer; las piernas le temblaban.El doctor Fujii compró untiquete, escogió a una chica especialmentehermosa y le dijo a Shigeyukique hiciera una venia, la sacara a lapista e hiciera el paso que el padre lehabía enseñado en casa. Le dijo a lachica que fuera amable con su hijo, ydesapareció.Algunas veces el doctor Fujii salíasolo a divertirse. El otro doctor jadevise1 plan or invent by careful thought. 2 Lawleave (real estate) by the terms of a will (cf.bequeath). Inventar, concebir, diseñar, fabricar,idear, concebirIN 1956, Dr. Fujii had an adventure.At the time the so-called15Hiroshima Maidens had gone tothe United States for plastic surgery,the year before, they wereaccompanied by two Hiroshima20 surgeons. Those two could not stayaway for more than a year, and Dr.Fujii was selected to take the placeof one of them. He left in February,and for ten months, in and25 around New York, he played thepart of a warm and caring fatherto twentyfive handicapped daughters.He observed their operationsat Mount Sinai Hospital and acted30 as interpreter between the Americandoctors and the girls, helpingthe latter to understand what washappening to them. It pleased himto be able to speak German with35 the Jewish wives of some of thedoctors, and at one reception noless a person than the governor ofNew York State complimented himon his <strong>En</strong>glish.40The girls, staying with Americanhost families who [167] spoke littleor no Japanese, were often lonely,and Dr. Fujii devised ways to cheer45 them up. He was playful and considerate.He organized outings forJapanese food, taking two or threegirls at a time. Once, a party was tobe given by an American doctor and50 his wife just three days after one ofthe Maidens, Michiko Yamaoka,had undergone a major operation.Her face had a dressing on it, andher hands were bandaged and55 strapped to her body. Dr. Fujiididn’t want her to miss the party,and he got one of the American doctorsto arrange for her to ridethrough the city to the party in an60 open red limousine, behind a policeescort with a siren. On the way, Dr.Fujii had them stop at a drugstore,where he bought Michiko a toyhorse for ten cents; he asked the policemanto take a picture of the pre-65sentation of this gift.<strong>En</strong> 1956, el doctor Fujii participóen una aventura. Un año antes,cuando las llamadas Doncellasde Hiroshima se habían ido a losEstados Unidos para su cirugíaplástica, dos cirujanos deHiroshimalas habían acompañado.Aquellos dos no podían estar fuerade la ciudad más de dos años, yel doctor Fujii reemplazó a uno deellos. Partió en febrero, y durantediez meses, en Nueva York y susalrededores, jugó el papel de padrecariñoso y comprensivo consus veinticinco hijas impedidas.Observó sus operaciones en el hospitalMount Sinai e hizo de intérpreteentre los doctores norteamericanosy las chicas, ayudando aéstas a entender lo que les ocurría.Le agradó ser capaz de hablar alemáncon las esposas judías de algunosdoctores; en una recepción,nada menos que el gobernador delestado de Nueva York lo felicitópor su inglés.A menudo las chicas, hospedadaspor familias norteamericanas que hablabanpoco o nada de japonés, se sentíansolas, y el doctor Fujii inventóvarias maneras de alegrarlas. Organizósalidas a comer comida japonesallevando a dos o tres chicas a la vez.Una vez, un médico norteamericanoy su esposa iban a dar una fiesta apenastres días después de que una delas doncellas, Michiko Yamaoka, pasarapor una operación de importancia.[157] Su cara estaba cubierta degasa, y sus manos habían sido vendadasy sujetadas a su cuerpo. El doctorFujii no quería que ella se perdierala fiesta, así que hizo arreglos conun doctor norteamericano para que lepermitiera asistir en una limusinaabierta de color rojo seguida por unaescolta policial con sirena. <strong>En</strong> el caminose detuvieron en una farmacia,y el doctor Fujii le compró a Michikoun caballo de juguete por diez centavos;le pidió al policía que fotografiarala entrega del regalo.70Sometimes, he went out aloneto have a good time. The other114


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. WeylandHacia fines de 1963, el doctor Fujiiapuró la terminación del edificio parapoder albergar a una pareja de norteamericanosque habían hospedado aalgunas doncellas y llegarían de visifloppyflexible, balndoflop 1 sway about heavily or loosely (hair flopped overhis face). 2 move in an ungainly (clumsily) way(flopped along the beach in flippers). 3 (often foll.by down, on, into) sit, kneel, lie, or fall awkwardlyor suddenly (flopped down on to the bench). 4 sl.(esp. of a play, film, book, etc.) fail; collapse(flopped on Broadway). 5 sl. sleep. 6 make a dullsound as of a soft body landing, or of a flat thingslapping water.1 a a flopping movement. b the sound made by it. 2sl. a failure. 3 sl. esp. US a bed.51015202530354045505560Japanese doctor, namedTakahashi, was his hotel roommate.Dr. Takahashi was a lightdrinker and a light sleeper. Lateat night, Dr. Fujii would comein, crash around, flop down,and break into asleepshattering symphony of snores.He was having a wonderful time.WAS he, nine years later, inHiroshima, still so happygo-lucky?His daughter Chieko’shusband thought not. Theson-in-law thought he saw signsof a growing stubbornness and rigidityin him, and a turn towardmelancholy. So that Dr. Fujiicould ease up in his work, histhird son, Shigeyuki, gave up hispractice in Tokyo and came to behis assistant, moving into a housethat his [168] father had built ona plot of ground about a blockfrom the clinic. One cloud in thefather’s life was a quarrel in theHiroshima Lions Club, of whichhe was president. The fight wasover whether the club should try,through its admissions policy, tobecome an exclusive, high-societyorganization, like some of theJapanese doctors’ associations, orremain essentially a service organization,open to all. When it appearedthat Dr. Fujii might loseout in his fight for the latter view,he abruptly and disappointedly resigned.His relationship with his wifewas growing difficult. Ever sincehis trip to America, he had wanteda house like that of one of theMount Sinai doctors, and now, toher chagrin, he designed andbuilt, next to the wooden houseShigeyuki was living in, athree-story concrete home forhimself alone. On the groundfloor it had a living room and anAmerican-style kitchen; his studywas on the second floor, linedwith bound books, whichShigeyuki eventually found to bevolume after volume of meticulouscopies he had made in medicalschool of course notes by aclassmate named Iwamoto, whowas brighter than he; and on thetop floor were an eight-matJapanese-style bedroom and anAmerican-style bathroom.ponés, de nombre Takahashi, era sucompañero de habitación en el hotel.El doctor Takahashi bebía poco y teníael sueño liviano. El doctor Fujiillegaba tarde en las noches, se estrellabacon todo, se desplomaba sobrela cama y estallaba en una sinfonía deronquidos que despertaba a cualquiera.Se divertía en grande.¿Seguía siendo tan despreocupadonueve años después, en Hiroshima? Elmarido de su hija Chieko no lo creíaasí. El yerno creía ver en él señalesde creciente terquedad y rigidez, yuna cierta inclinación a la melancolía.Para que su padre pudiera relajarseun poco, Shigeyuki, el tercerhijo, renunció a su práctica en Tokioy regresó para servirle de asistente,mudándose a una casa que su padrehabía construido sobre un lote baldíoa una calle de la clínica. <strong>En</strong> la vidade su padre había una pequeña mancha:una trifulca en el Club de Leonesde Hiroshima, del cual era presidente.<strong>En</strong> la pelea se había discutidosi el club debía intentar, a través desu política de admisión, volverse unaorganización exclusiva para la altasociedad, como algunas de las asociacionesjaponesas de médicos, o seguirsiendo esencialmente una organizaciónde servicio abierta a todo el mundo.Cuando fue evidente [158] quesería derrotado, el doctor Fujii, queapoyaba este último punto de vista,renunció de forma abrupta y defraudada.Su relación con su esposa se volvíadifícil. Desde su viaje a los EstadosUnidos había querido tener unacasa como la de uno de los doctoresdel Mount Sinai, y ahora, para desconsuelode ella, había diseñado yconstruido, junto a la casa de maderaen la que vivía Shigeyuki, una residenciade concreto de tres pisos paraél solo. <strong>En</strong> la planta baja había unsalón de estar y una cocina estiloamericano; su estudio quedaba en elprimer piso, flanqueado por libros encuadernadosque, según descubriódespués Shigeyuki, eran volúmenes yvolúmenes de copias meticulosas quesu padre había hecho, durante la universidad,de los apuntes de Iwamoto,un compañero más inteligente que él;y en el último piso había una habitaciónde estilo japonés, de ocho esterasde superficie, y un baño estiloamericano.shattering destrozado, hecho añicos, abrumador,arrollador, anonadante, trastornador, demoledor,tremendo, estremecedor6570Toward the end of 1963, herushed its completion, so it wouldbe ready to house an Americancouple who had been host parentsto some Maidens and were coming115


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5to visit after the first of the year.He wanted to sleep there for a fewnights to try it out. His wife arguedagainst the haste, but he stubbornlymoved in, late in December.[169]ta después del primer día del año.Quería pasar allí algunas noches, paraensayar la casa. Su esposa no estuvode acuerdo con las prisas, pero él semudó, obstinadamente, a finales dediciembre.NEW YEAR’S EVE, 1963. Dr.Fujii sat cozily on the tatami mattingof Shigeyuki’s living room10with his legs in a kotatsu, an electricallyheated foot-warming recessin the floor. Also gatheredthere were Shigeyuki and his wife15 and another couple, but not Dr.Fujii’s wife. The plan was to havesome drinks and watch an annualNew Year’s Eve television programcalled “Ko-haku20 Uta-Gassen,” a contest betweenred (female) and white (male)teams of popular singers who hadbeen chosen for the program by apoll of listeners; judges were famousactresses, authors, golfers,25baseball players. The programwould run from nine toeleven-forty-five, and then therewould be bell ringing for the New30 Year. At about eleven, Shigeyukinoticed that his father, who hadnot been drinking much, was nodding,and suggested that he go offto bed. And in a few minutes, beforethe end of the program, he35did—this time without the ministrationsof a nurse who, mostnights, massaged his legs andtucked him in. After a while, worryingabout his father, Shigeyuki40went out and around to the riverside of the new house, where,looking up, he saw a light burningin the bedroom window. He45 thought all was well.Víspera de año nuevo, 1963. Eldoctor Fui¡¡ estaba cómodamentesentado sobre la estera tatami delsalón de Shigeyuki, con las piernasen un kotatsu, un recipiente eléctricoabierto en el piso para calentarselos pies. Reunidos allí estaban tambiénShigeyuki y su esposa y otrapareja, pero no la esposa del doctorFujii. El plan era beber algo y ver unprograma de televisión de Año Nuevollamado «Ko-haku Uta-Gassen»,un concurso entre dos equipos decantantes populares —uno rojo (femenino)y uno azul (masculino)—,[159] escogidos para el programa porvotación de la audiencia; los juradoseran actrices famosas, escritores,golfistas, beisbolistas. El programase emitía entre las nueve y las oncey cuarenta y cinco, y entonces se tocabanlas campanas para el Año Nuevo.A eso de las once, Shigeyuki sepercató de que su padre, que no habíabebido demasiado, estaba cabeceando,y le sugirió que se fuera adormir. Y así lo hizo él pocos minutosdespués, antes del final del programa,esta vez sin los cuidados dela enfermera que casi todas las nochesmasajeaba sus pies y lo metíaen la cama. Un rato después, preocupadopor su padre, Shigeyuki salió yle dio la vuelta a la casa, y desde ellado del río, mirando hacia arriba,vio una luz encendida en la ventanade la habitación. Pensó que todo estababien.The family had made a plan tomeet the next morning at elevenfor drinks and the traditional50 New Year’s breakfast of ozani, asoup, and mochi, rice cakes.Chieko and her husband and someother guests arrived and begandrinking. At half past eleven, Dr.55 Fujii had not appeared, andShigeyuki sent hisseven-year-old son, Masatsugu,out to call up to his window. Theboy, getting [170] no answer,60 tried the door. It was locked. Heborrowed a ladder from aneighbor’s house and climbed tothe top of it to call some more,and still there was no response.65 When he told his parents, theybecame alarmed and hurried out,broke a window next to thelocked door to get it open, and,smelling gas, rushed upstairs.70116La familia había planeado reunirsea las once de la mañana siguientepara tomar el desayuno tradicional deAño Nuevo, con ozoni, una sopa, ymochi, pasteles de arroz. Chieko, suesposo y otros invitados llegaron primero,y comenzaron a beber. A lasonce y media el doctor Fujii no habíaaparecido todavía, y Shigeyukimandó a su hijo de siete años,Masatsugu, a que lo llamara desdeafuera. El niño, al no obtener respuesta,intentó abrir la puerta. Estabacerrada con llave. Tomó prestadauna escalera de la casa del vecino,subió hasta el último escalón y desdeallí llamó de nuevo, y tampocohubo respuesta. Cuando se lo dijo asus padres, se alarmaron: corrierona la casa y rompieron un cristal juntoa la puerta para abrirla, y al sentirel olor del gas se apresuraron a subir.Allí encontraron al doctor Fujii


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5101520253035There they found Dr. Fujii unconscious,with a gas heater at thehead of his futon turned on butnot burning. Strangely, a ventilatorfan was also turned on; thedraft of fresh air from it hadprobably kept him alive. He wasstretched out on his back, lookingserene.There were three doctorspresent—son, son-in-law, and aguest—and, fetching oxygen andother equipment from the clinic,they did everything they could torevive Dr. Fujii. They called inone of the best doctors theyknew, a Professor Myanishi, fromHiroshima University. His firstquestion: “Was this a suicide attempt?”The family thought not.There was nothing to be doneuntil January 4th; everything inHiroshima would be shut downtight for the three-day NewYear’s holiday, and hospital serviceswould be at a minimum. Dr.Fujii remained unconscious, buthis life signs seemed not to becritical. On the fourth, an ambulancecame. As the bearers werecarrying Dr. Fujii downstairs, hestirred. Swimming up towardconsciousness, he apparentlythought he was being rescued,somehow, after the atomic bombing.“Who are you?” he asked thebearers. “Are you soldiers?”inconsciente, con un calentador degas junto a la cabecera de su futón,encendido pero sin llama. Extrañamente,un ventilador también estabaencendido; la corriente de aire frescoque producía probablemente habíamantenido con vida al doctor. Estabaacostado de espaldas; tenía unamirada serena. [160]Tres doctores estaban presentes —hijo, yerno y un invitado—, y, despuésde traer oxígeno y otros aparatosdel hospital, hicieron todo lo quepudieron para revivir al doctor Fujii.Llamaron a uno de los mejores médicosque conocían, un profesorMyanishi, de la Universidad deHiroshima. Su primera pregunta:«¿Ha sido un intento de suicidio?».La familia creía que no. Pero no habíanada que hacer hasta el 4 de enero;en Hiroshima, todo estaría cerradodurante la fiesta de Año Nuevo,que duraba tres días, y los servicioshospitalarios se mantendrían al mínimo.El doctor Fujii permaneció inconsciente,pero sus signos vitales noparecían ser críticos. El 4 de enerollegó una ambulancia. Mientras losportadores lo cargaban escaleras abajo,el doctor Fujii se sacudió.Emergiendo hacia la recuperación dela conciencia creyó aparentementeque lo rescataban después de la explosiónde la bomba atómica. «¿Quiénessois?», preguntó a los portadores.«¿Sois soldados?»4045In the university hospital, hebegan to recover. On January 15th,when the annual sumo wrestlingcontests [171] began, he asked forthe portable television set he hadbought in America, and he sat upin bed watching. He could feedhimself, though his handling ofchopsticks was a bit awkward. Heasked for a bottle of sake.50By now, everyone in the familywas off guard. On January 25th,his stool was suddenly watery andbloody, and he became dehydrated55 and lost consciousness.Comenzó a recuperarse en el hospitaluniversitario. El 15 de enero,cuando empezaron los campeonatosanuales de sumo, pidió que le trajeranel televisor portátil que habíacomprado en los Estados Unidos, y sesentó en la cama a verlos. Podía comersin ayuda, aunque su manejo delos palillos era un poco torpe. Pidióuna botella de sake.Para este momento, la familia había bajadola guardia. El 25 de enero sucedióque sus heces se pusieron de repente acuosasy ensangrentadas, y el doctor sedeshidrató y perdió la conciencia.606570For the next eleven years, helived the life of a vegetable. He remainedin the hospital, fed througha tube, for two and a half years, andthen was taken home, where hiswife and a loyal servant cared forhim, feeding him through the tube,changing his diapers, bathing him,massaging him, medicating him forurinary infections he developed. Attimes, he seemed to respond tovoices, and sometimes he seemedto be dimly registering pleasure or117Llevó la vida de un vegetal durantelos once años siguientes. Permanecióen el hospital dos años y medio,alimentándose a través de un tubo, yluego fue llevado a casa, donde su esposay una sirvienta leal cuidaban deél, alimentándolo a través del tubo,cambiando sus pañales, bañándolo,dándole masajes, medicándolo contrainfecciones urinarias que desarrollabaa veces. De [161] vez en cuandoparecía responder a las voces, y algunasveces parecía vagamente regis-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylanddispleasure.trar gustos o disgustos.At ten o’clock on the night ofJanuary 11, 1973, Shigeyuki took5 his son Masatsugu, the boy whohad climbed the ladder to call hisgrandfather on the day of the accident,now a premedical studentof sixteen, to Dr. Fujii’s bedside.10 He wanted the boy to see hisgrandfather with the eye of a doctor.Masatsugu listened to hisgrandfather’s breathing and heartbeatand took his blood pressure;15 he judged his condition stable, andShigeyuki agreed.A las diez en punto de la noche delm de enero de 1973, Shigeyuki llevóa su hijo Masatsugu —el niño quehabía subido a la escalera el día delaccidente para llamar a su abuelo, queya era un estudiante de preparatoriamédica de dieciséis años— a ver aldoctor Fujii. Quería que el muchachoexaminara a su abuelo con ojo médico.Masatsugu escuchó la respiracióny los latidos del corazón de su abueloy le tomó la tensión; juzgó que sucondición era estable, y Shigeyukiestuvo de acuerdo.The next morning, Shigeyuki’smother telephoned him, saying that20 his father looked funny to her. WhenShigeyuki arrived, Dr. Fujii wasdead.A la mañana siguiente, la madre deShigeyuki lo llamó diciendo que le parecíaque el padre tenía un aspecto raro. CuandoShigeyuki llegó, el doctor Fujii estabamuerto.The doctor’s widow was against25 having an autopsy done. Shigeyukiwanted one, and he resorted to aruse. He had the body taken to acrematorium; then, that [172]night, it was taken out a back way30 and was delivered to theAmerican-run Atomic Bomb CasualtyCommission, on top of a hillto the east of the city. When thepost mortem had been done,35 Shigeyuki went for the report.Finding his father’s organs distributedin various containers, he hadthe strangest feeling of a last encounter,and he said, “There you40 are, Oto-chan—there you are,Papa.” He was shown that hisfather’s brain had atrophied, hislarge intestine had become enlarged,and there was a cancer the45 size of a Ping-Pong ball in hisliver.La viuda del doctor se opuso aque se hiciera una autopsia.Shigeyuki quería que se hiciera,y recurrió a una treta. Hizo queel cuerpo fuese llevado a un crematorio;esa misma noche, fuellevado de vuelta a la Comisiónde Víctimas de la Bomba Atómica,que quedaba sobre una colinaal oriente de la ciudad. Cuando sellevó a cabo el post mortem,Shigeyuki fue a buscar el informe.Al encontrar los órganos desu padre distribuidos en varioscontenedores, tuvo la curiosasensación de un último encuentro,y dijo: «Ahí estás, Oto-chan;ahí estás, papá». Le mostraronque el cerebro de su padre estabaatrofiado, su intestino grueso sehabía dilatado y había un cáncerdel tamaño de una bola de pingpong en su hígado.The remains were cremated andburied in the grounds of the Night50 of the Lotus Temple, of the JodoShinshu sect of Buddhism, near hismaternal family home inNagatsuka.Los restos del doctor fueron cremadosy enterrados en los terrenos delTemplo de la Noche del Loto, de lasecta budista Jodo Shinshu, cerca dela casa de su familia materna enNagatsuka.55THEN came a sad ending tothis hibakusha’s story. His familyquarrelled over his property,and a mother sued a son.Esta historia hibakusha terminó demanera triste. La familia se peleó porla propiedad del padre, y una madredemandó a un hijo. [162]606 KIYOSHI TANIMOTOKiyoshi TanimotoA YEAR AFTER the bombing,Hiroshimans had begun repossessingthe plots of rubble where their65houses had once stood. Many hadbuilt crude wooden huts, havingscavenged fallen tiles from ruinsto make their roofs. There was no70118Un año después de la bomba, los habitantesde Hiroshima habían comenzadonuevamente a tomar posesión de los lotesde escombros donde una vez habían estadosus casas. Muchos construyeroncrudas chozas de madera después deescarbar tejas de entre las ruinas para


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5101520253035electricity to light their shacks,and [173] at dusk each evening,lonely, confused, and disillusioned,they gathered in an openarea near the Yokogawa railroadstation to deal in the black marketsand console each other. Into thiszone now trooped, each evening,Kiyoshi Tanimoto and four otherProtestant ministers and, withthem, a trumpeter and a drummertooting and thumping “Onward,Christian Soldiers.” Taking turns,the ministers stood on a box andpreached. With so little to entertainthem, a crowd always gathered,even including some panpangirls, as prostitutes who catered toGIs came to be called. The angerof many hibakusha, directed atfirst against the Americans fordropping the bomb, had by nowsubtly modulated toward their owngovernment, for having involvedthe country in a rash and doomedaggression. The preachers said thatit was no use blaming the government;that the hope of the Japanesepeople lay in repenting their sinfulpast and relying on God: “Seekye first the Kingdom of God, andHis righteousness; and all thesethings shall be added unto you.Take therefore no thought for themorrow: for the morrow shall takethought for the things of itself.Sufficient unto the day is the evilthereof.”construirse un techo. No había electricidadpara alumbrar las chabolas,y cada tarde, solitarios, confundidosy desilusionados, se reunían en unazona abierta cerca de la estación detrenes de Yokogawa para negociar enel mercado negro y consolarse mutuamente.Allí llegaba cada tarde elgrupo de Kiyoshi Tanimoto y otroscuatro pastores protestantes y, conellos, un trompetista y un tambor conpitos y redobles: «Adelante, soldadoscristianos». Los pastores se parabansobre una caja y predicabanpor turnos. Con tan poco para divertirse,la multitud se acercaba siempre,incluidas unas pocas chicaspanpan, como se llegó a llamar a lasprostitutas que se ofrecían a los GI.La ira de muchos hibakushas, dirigidaal principio contra los norteamericanospor haber arrojado la bomba,para este momento se había moduladosutilmente hacia su propiogobierno por haber involucrado alpaís en una agresión precipitada ycondenada al fracaso. Los predicadoresdecían que era inútil culpar al gobierno;que las esperanzas del pueblojaponés consistían en arrepentirsede su pasado de pecadores y confiaren Dios: «Buscad primero el Reinode Dios y su recto camino; y todasestas cosas os serán añadidas. Nopenséis, por lo tanto, en el mañana:pues el mañana se ocupará de suscosas. Para el día es suficiente el malque hay en él».40455055606570Because he had no churchinto which to lure converts, ifthere should be any, KiyoshiTanimoto soon realized the futilityof this evangelism. Partsof the reinforcedconcrete shellof his Gothic-towered church inthe city still stood, and he nowturned his mind to trying tofind ways to restore the building.He had no money. Thebuilding had been insured for ahundred and fifty thousand yen,then less than five hundred dollars,but bank [174] funds hadbeen frozen by the conquerors.Learning that military supplieswere being allocated for variouskinds of reconstruction, hegot requisition slips for “conversionmaterials” from theprefectural government and begana hunt for things he coulduse or sell. In that time ofwidespread thievery and of resentmentof the Japanese military,many of the supply depotshad been looted. Finally, hefound on the island ofKamagari a warehouse of119Puesto que carecía de iglesia haciala cual atraer a eventuales conversos,si los hubiere, KiyoshiTanimoto pronto se dio cuenta dela futilidad de su prédica. Partes dela estructura de concreto reforzadode su iglesia gótica todavía existíanen la ciudad, y comenzó [163] apensar en las formas de reconstruirel edificio. No tenía dinero. El edificiohabía sido asegurado por cientocincuenta mil yenes —en esaépoca, menos de quinientos dólares—,pero los conquistadores habíancongelado los fondos bancarios.Tras enterarse de que se estabandistribuyendo provisiones militarespara diversas formas de reconstrucción,el señor Tanimotoconsiguió del gobierno de la prefecturaboletas de requisición para«materiales de conversión», y empezóuna cacería de cosas que pudieseusar o vender. <strong>En</strong> ese tiempode robos generalizados y de resentimientoshacia el ejercito japonés,muchos de los depósitos de provisionesfueron asaltados. El señorTanimoto terminó por encontraruna bodega de pintura en la isla de


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandpaints. American Occupationpersonnel had made a mess ofthe place. Unable to read Japaneselabels, they had punctured5 many cans and kicked themover, apparently to see whatwas in them. The minister gothold of a boat and carried a bigcargo of empty cans to the10 mainland, and he was able tobarter them with an outfitnamed the Toda ConstructionCompany for a tile roof for hischurch. Little by little, over the15 months, he and a few loyal parishionersworked on the carpentryfor the building withtheir own hands, but theylacked the funds to do much.2025ON JuIy 1, 1946, before the firstanniversary of the bombing, theUnited States had tested an atomicbomb at the Bikini Atoll. On May17, 1948, the Americans announcedthe successful completionof another test.Kamagari. El personal de la Ocupaciónnorteamericana había destrozadoel lugar. Incapaces de leeretiquetas en japonés, los norteamericanoshabían perforado y derribadolos contenedores, aparentementepara ver qué había en ellos.El pastor se hizo de un bote y trajode vuelta un buen cargamento decontenedores, y logró cambiarloscon un negocio pequeño, la Compañíade Construcción Toda, porun techo de tejas para su iglesia.Poco a poco, a medida que pasabanlos meses, algunos parroquianosleales y él trabajaron con suspropias manos en la carpintería deledificio, pero carecían de fondossuficientes para hacer gran cosa.El 1 de julio de 1946, antes del primeraniversario de la bomba, los EstadosUnidos habían probado unabomba atómica en el atolón Bikini. Ely de mayo de 1948, los norteamericanosanunciaron la terminación satisfactoriade otra prueba.IN correspondence with an30 Emory University classmate, theReverend Mr. Marvin Green, whowas now pastor of the Park Churchin Weehawken, New Jersey,Kiyoshi Tanimoto told of his difficultiesin restoring his church.35Green arranged with the MethodistBoard of Missions [175] an invitationto Tanimoto to visit theUnited States to raise money, and40 in October, 1948, Tanimoto, leavinghis family behind, embarkedfor San <strong>Fr</strong>ancisco on an Americantransport, the U.S.S. Gordon.<strong>En</strong> su correspondencia con un compañerode clase de la UniversidadEmory, el reverendo Marvin Green,pastor de Park [164] Church enWeehawken, Nueva Jersey, KiyoshiTanimoto mencionó sus dificultadespara restaurar su iglesia. Green organizó,con el Directorio de MisionesMetodistas, una invitación para queTanimoto visitara los Estados Unidoscon el fin de recaudar dinero, y en octubrede 1948 Tanimoto se despidióde su familia y se embarcó hacia San<strong>Fr</strong>ancisco en un transporte norteamericano,el «U.S.S. Gordon».45 On the sea voyage, an ambitiousidea grew in his mind. He wouldspend his life working for peace.He was becoming convinced thatthe collective memory of the50 hibakusha would be a potent forcefor peace in the world, and thatthere ought to be in Hiroshima acenter where the experience of thebombing could become the focus55 of international studies of meansto assure that atomic weaponswould never be used again. Eventually,in the States, without thinkingto check with Mayor Shinzo60 Hamai or anyone else inHiroshima, he drafted a memorandumsketching this idea.<strong>En</strong> el mar se le ocurrió una ideaambiciosa. Dedicaría su vida enteraa trabajar por la paz. Poco a poco seconvencía de que la memoria colectivade los hibakushas llegaría a seruna poderosa fuerza de paz en elmundo, y de que debería haber enHiroshima un centro donde la experienciade la bomba pudiera volversefoco de estudios internacionales,asegurando así que nunca más volvierana usarse armas atómicas.Eventualmente, ya en los EstadosUnidos, sin pensar siquiera en hablarlocon el alcalde Shinzo Hamaini con nadie más en Hiroshima, escribióun memorando haciendo unbosquejo de la idea.He lived as a guest in the basementof Marvin Green’s65Weehawken parsonage. The ReverendMr. Green, enlisting the help ofsome volunteers, became his managerand promoter. <strong>Fr</strong>om a church70120Tanimoto vivía como huésped enel sótano de la parroquia de MarvinGreen en Weehawken. El reverendoGreen, tras reclutar la ayuda de variosvoluntarios, se volvió representantey promotor de la idea. Usó un


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510directory he compiled a list of allthe churches in the country withmore than two hundred members orwith budgets of more than twentythousand dollars, and to hundreds ofthese he sent out hand-done broadsidessoliciting invitations forKiyoshi Tanimoto to lecture. Hedrew up a series of itineraries, andsoon Tanimoto was on the road witha set speech, “The Faith That GrewOut of the Ashes.” At each church,a collection was taken.directorio de la iglesia para compilaruna lista de todas las iglesias del paísque tuviesen más de doscientos miembroso presupuestos de más de veinticincomil dólares, y a cientos de ellasenvió campañas hechas a mano solicitandoque el señor KiyoshiTanimoto fuera invitado a dar unaconferencia. Éste dibujó una serie deitinerarios, y pronto comenzó a viajarcon un discurso armado, «La feque surgió de las cenizas». <strong>En</strong> cadaiglesia se llevó a cabo una colecta.15 On and between speakingtrips, Tanimoto began submittinghis peace-center memorandum topeople he hoped [176] might beinfluential. On one visit to New20 York from Weehawken, he wastaken by a Japanese friend of histo meet Pearl Buck, in the officeof her husband’s publishing firm.She read, and he explained, his25 memorandum. She said she wasimpressed by the proposal, butshe felt she was too old and toobusy to help him. She thought,however, that she knew just the30 person who might: Norman Cousins,the editor of The SaturdayReview of Literature. Mr.Tanimoto should send his memoto Mr. Cousins, and she would35 speak to him about it.<strong>En</strong>tre viaje y viaje, Tanimotocomenzó a presentar sumemorando sobre el centro depaz a personas que podían ser influyentes.Durante una visita quehizo a Nueva York desdeWeehawken, [165] un amigo japonéslo llevó a conocer a PearlBuck a la oficina de la editorialde su marido. Ella leyó, y él explicó,el memorando. Ella dijoque la propuesta le causaba muybuena impresión, pero que sesentía demasiado vieja y ocupadapara ayudarlo. <strong>En</strong> cambio, conocíaa la persona que sí podría:Norman Cousins, editor de TheSaturday Review of Literature.El señor Tanimoto debía enviarlesu memo, y ella se encargaríade hablar con Cousins.One day not long afterward,while the minister was touring arural area near Atlanta with his40 lecture, he got a telephone callfrom Cousins, who said he wasdeeply moved by the memorandum—mighthe put it in the SaturdayReview as a guest editorial?45Un día, no mucho después, mientrasel pastor hacía una gira con suconferencia por una zona rural cercade Atlanta, recibió una llamada telefónicade Cousins, que dijo sentirseprofundamente conmovido por elmemorando: podía incluirlo en elSaturday Review como editorial invitada?La gente de Hiroshima [...] dedaze1 stupefy, bewilder. 2 a state of confusion orbewilderment (in a daze).50556065On March 5, 1949, the memorandumappeared in the magazine,under the title “Hiroshima’sIdea”—an idea that, Cousins’ introductorynote said, “the editorsenthusiastically endorse and withwhich they will associate themselves”:The people of Hiroshima,aroused from the daze that followedthe atomic bombing of theircity on August 6, 1945, know themselvesto have been part of a laboratoryexperiment which proved thelongtime thesis of peacemakers.Almost to a man, they have acceptedas a compelling responsibilitytheir mission to help in preventingfurther similar destruction anywherein the world .... [177]El 5 de marzo de 1949, elmemorando apareció en la revistabajo el título «Idea de Hiroshima»,una idea que, según decía la notaintroductoria de Cousins, «los editorescomparten con entusiasmo ycon la cual se asociarán ellos mismos».Los habitantes de Hiroshima, yadespiertos del aturdimiento que siguióal bombardeo atómico de suciudad el 6 de agosto de 1945, reconocenque han sido parte de un experimentode laboratorio que comprobólas viejas tesis de los conciliadores.Casi cada uno de ellos haaceptado como imperiosa responsabilidadsu misión de ayudar a prevenirotras destrucciones como éstaen cualquier lugar del mundo.70The people of Hiroshima . . .121


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510earnestly desire that out of theirexperience there may developsome permanent contribution tothe cause of world peace. Towardsthis end, we propose the establishmentof a World Peace Center,international and nonsectarian,which will serve as a laboratoryof research and planning for peaceeducation throughout the world....sea de corazón que de su experienciasurja alguna contribuciónpermanente a la causa de la pazmundial. Para este fin proponemosestablecer un Centro Mundialde la Paz, internacional y nosectario, que servirá como laboratoriode investigación yplaneación para una educaciónhacia la paz en el mundo entero.[166]The people of Hiroshima werein fact, to a man, totally unaware15 of Kiyoshi Tanimoto’s (and nowNorman Cousins’) proposal.They were, nonetheless, acutelyaware of the special role that thecity was destined to play in the20 world’s memory. On August 6th,the fourth anniversary of thebombing, the national Diet promulgateda law establishingHiroshima as a Peace Memorial25 City, and the final design for thecommemorative park by the greatJapanese architect Kenzo Tangewas revealed to the public. At theheart of the park, there would be,30 in memory of those who had died,a solemn cenotaph in the shape ofa haniwa, an arch of clay, presumablya house for the dead,found in prehistoric tombs in Japan.A large crowd gathered for35the annual Peace Memorial Ceremony.Tanimoto was far awayfrom all this, touring Americanchurches.40A few days after the anniversary,Norman Cousins visitedHiroshima. Kiyoshi Tanimoto’sidea had been pushed aside in45 Cousins’ mind by a new one, ofhis own: that an international petitionin support of the UnitedWorld Federalists—a group urgingworld government—[178]50 should be submitted to PresidentTruman, who had ordered thedropping of the bomb. Within ashort time, 107,854 signatures hadbeen gathered in the city. After a55 visit to an orphanage, Cousins returnedto the States with yet anotheridea—for .”moral adoption”of Hiroshima orphans by Americans,who would send financial60 support for the children. Signaturesfor the World Federalist petitionwere being gathered in theUnited States as well, and Cousinsthrilled Tanimoto, who until65 then had known very little aboutthe organization, by inviting himto be in the delegation that wouldpresent the petition to PresidentTruman.70122<strong>En</strong> realidad, los habitantes deHiroshima —casi cada uno de ellosdesconocíanpor completo la propuestadel señor Tanimoto (y ahorade Norman Cousins). Conocían, sinembargo, el rol particular que la ciudadestaba destinada a jugar en lamemoria del mundo. El 6 de agosto,cuarto aniversario de la bomba, elDiet nacional promulgó una ley, instituyendoa Hiroshima como CiudadConmemorativa de la Paz, y el diseñofinal del parque conmemorativo,realizado por el gran arquitecto japonésKenzo Tange, fue revelado alpúblico. <strong>En</strong> el centro del parque habría,en memoria de quienes murieron,un solemne cenotafio en formade haniwa: un arco de arcilla,presumiblemente una casa de losmuertos, que podía encontrarse entumbas prehistóricas de Japón. Unagran multitud se congregó para laCeremonia Anual en Conmemoraciónde la Paz. Tanimoto se encontraba lejosde todo esto, en gira por las iglesiasnorteamericanas.Pocos días después del aniversario,Norman Cousins visitóHiroshima. <strong>En</strong> su mente, la idea deKiyoshi Tanimoto había sido desplazadapor su propia idea: que unapetición internacional en apoyo delos Federalistas Unidos del Mundo—un grupo que exigía un gobiernomundial— fuera presentadaal presidente Truman, quien habíaordenado arrojar la bomba. <strong>En</strong>poco tiempo 107.854 firmas fueronrecogidas en la ciudad. Después dela visita a un orfanato, Cousins regresóa los Estados Unidos conotra idea más: la «adopción moral»de huérfanos de Hiroshima porparte de norteamericanos que enviaríanapoyo económico para losniños. También en los EstadosUnidos se recogían firmas para lapetición de los federalistas, yCousins logró entusiasmar aTanimoto, que hasta ese momentosabía muy poco acerca de la organización,invitándolo a formar partede la delegación que le presentaríala propuesta al presidenteTruman. [167]


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5Unfortunately, Harry Trumandeclined to receive the petitionersand refused to accept the petition.ON September 23, 1949, MoscowRadio announced that the SovietUnion. had developed anatomic bomb.10BY the end of the year, KiyoshiTanimoto had visited two hundredand fifty-six cities, in thirty-onestates, and had raised about ten15 thousand dollars for his church. Beforehe left for home, Marvin Greenhappened to mention that he wasabout to give up on his old greenCadillac. His friend Tani asked him20 to donate it to the church inHiroshima, and he did. Through aJapanese acquaintance in the shippingbusiness, Tanimoto arrangedto have it transported free of charge25 to Japan.Desgraciadamente, Harry Trumanse negó a recibir a los peticionarios yse rehusó a aceptar la petición.El 23 de septiembre de 1949, la radiode Moscú anunció que la UniónSoviética había desarrollado unabomba atómica.Para fines de ese año, KiyoshiTanimoto había visitado doscientascincuenta y seis ciudades en treintay un estados, y había reunido cercade diez mil dólares para su iglesia.Antes de que viajara de vuelta,Marvin Green mencionó casualmenteque estaba a punto de renunciar asu viejo Cadillac verde. Su amigoTan¡ le pidió que lo donara a la iglesiade Hiroshima, y así se hizo. Através de un conocido, un japonésdel negocio del transporte,Tanimoto logró que el coche fuerallevado sin costo hasta Japón.303540455055606570Back home at the beginning of1950, Tanimoto called on MayorHamai and the Prefectural Governor,Tsunei Kusunose, askingtheir official support for hispeace [179] center idea. Theyturned him down. Through apress code and other measures,General Douglas MacArthur, thesupreme commander of the occupyingforces, had strictly prohibiteddissemination of or agitationfor any reports on the consequencesof the Hiroshima andNagasaki bombings—includingthe consequence of a desire forpeace—and the officials evidentlythought that Tanimoto’speace center might get the localgovernments in trouble.Tanimoto persevered, calling togethera number of leading citizens,and, after Norman Cousinshad set up a Hiroshima PeaceCenter Foundation in New Yorkto receive American funds, thesepeople established the center inHiroshima, with Tanimoto’schurch as its base. At first, itfound little to do. (Only yearslater, when a Peace MemorialMuseum and Peace MemorialHall had been built in the park,and lively—and sometimes turbulent—annualinternational conferenceson peace issues weretaking place in the city, couldKiyoshi Tanimoto’s early plantingof seeds for these things, andhis courage in ignoring theMacArthur restraints, be acknowledgedby at least someHiroshimans.)123Ya de vuelta en casa, a comienzosde 195o, Tanimoto llamó al alcaldeHamai y al gobernador de laprefectura, Tsunei Kusunose, solicitandosu apoyo oficial para la ideadel centro de paz. Fue rechazado. Através de un mensaje a la prensa yotras medidas, el general DouglasMacArthur, comandante supremo delas fuerzas de Ocupación, había prohibidoestrictamente la diseminacióno campaña a favor de cualquiertipo de reportes sobre las consecuenciasde las bombas deHiroshima y Nagasaki —incluida laconsecuencia de un deseo de paz—,y los oficiales pensaron evidentementeque el centro de paz deTanimoto podía meter al gobiernolocal en problemas. Tanimoto perseveróreuniendo a un grupo de ciudadanoslíderes, y, después de queNorman Cousins abriera una Fundaciónpara el Centro de Paz deHiroshima en Nueva York destinadaa recibir fondos [168] norteamericanos,esta gente estableció el centroen Hiroshima, usando como basela iglesia de Tanimoto. Al principiohubo poco que hacer. (Sólo añosdespués, cuando ya se habían construidoen el parque un Museo Conmemorativode la Paz y un SalónConmemorativo de la Paz, y en laciudad se llevaban a cabo animadas—y algunas veces turbulentas—conferencias anuales sobre temas depaz, fueron reconocidas, al menospor algunos habitantes deHiroshima, las semillas plantadastiempo atrás por Kiyoshi Tanimotoy su valentía al ignorar las restriccionesimpuestas por MacArthur.)


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510The Cadillac arrived, and the jubilantminister decided to take thegas guzzler for a spin. As he wasclimbing the heights of Hijiyama, tothe east of the city, he was stoppedby a policeman and arrested fordriving without a license. It happenedthat he had recently begunserving as chaplain of the policeacademy, and when the higher-upsat the police station saw himbrought in they laughed and let himgo. [180]15IN midsummer of 1950, Cousinsinvited Tanimoto to return tothe United States for a second tour,to raise money for the World Federalists,for moral adoption, and20for the peace center, and late inAugust Tanimoto was off again.Marvin Green arranged things, asbefore. This time, Tanimoto visitedtwo hundred and one cities, in25twenty-four states, over eightmonths. The high point of the trip(and possibly of his life) was avisit to Washington, arranged by30 Cousins, where, on February 5,195 1, after having lunch withmembers of the House Foreign AffairsCommittee, he gave the openingprayer for the afternoon sessionof the 35Senate:El Cadillac llegó, y el jubilosopastor decidió dar una vuelta en esetragador de gasolina. Cuando ibasubiendo por los cerros deHijiyama, al este de la ciudad, fuedetenido por un policía y arrestadopor conducir sin licencia. Peropoco antes Tanimoto había comenzadoa servir como capellán para laacademia de policía, y cuando losaltos mandos de la estación de policíalo vieron llegar, rieron y lodejaron irse.A mediados del verano de 1950Cousins invitó a Tanimoto a regresar alos Estados Unidos y hacer una segundagira para recaudar fondos a favor delos federalistas, la adopción moral y elcentro de paz, y a finales de agostoTanimoto estaba nuevamente en marcha.Como antes, Marvin Green organizólas cosas. Esta vez Tanimoto visitódoscientos y una ciudades en veinticuatroestados a lo largo de ocho meses.El momento culminante de su viaje(y posiblemente de su vida) fue unavisita a Washington, organizada porCousins, donde, el 5 de febrero de1951, tras comer con miembros delComité de Asuntos Extranjeros de laCasa Blanca, Tanimoto pronunció estaoración para abrir la sesión de la tardeen el Senado: [169]Our Heavenly Father, we thankThee for the great blessing Thouhast granted America in enabling40 her to build in this last decade thegreatest civilization in human history.... We thank Thee, God, thatJapan has been permitted to beone of the fortunate recipients of45 American generosity. We thankThee that our people have beengiven the gift of freedom, enablingthem to rise from the ashesof ruin and be reborn .... God50 bless all members of this Senate....Padre Nuestro que estás en los cielos,te damos gracias por la gran bendiciónque has dado a América al permitirleconstruir, en esta última década,la más grande civilización de lahistoria humana... Te damos gracias,Dios, por haber permitido que Japónsea uno de los afortunados destinatariosde la generosidad norteamericana.Te damos gracias por haber dadoa nuestra gente el don de la libertad,que les permite levantarse de las cenizasde la ruina y nacer de nuevo...Dios bendiga a todos los miembros deeste Senado.Virginia’s Senator A. WillisRobertson rose and declared himself“dumbfounded yet inspired”55that a man “whom we tried to killwith an atomic bomb came to theSenate floor and, offering upthanks to the same God we worship,thanked Him for America’s60great spiritual [181] heritage, andthen asked God to bless everymember of the Senate.”A. Willis Robertson, senador deVirginia, se puso de pie y se declaró«atónito y sin embargo estimulado»por el hecho de que un hombre «al queintentamos matar con una bomba atómicavenga a una asamblea del Senadoy, dando gracias al mismo Diosque nosotros adoramos, le agradezcapor el gran legado espiritual de América,y luego le pida a Dios bendecira cada miembro del Senado».65 THE DAY before the bomb wasdropped on Hiroshima, the city, infear of incendiary raids, had puthundreds of schoolgirls to workhelping to tear down houses and70124El día antes de que cayera la bombasobre Hiroshima, la ciudad, temiendobombardeos incendiarios, habíapuesto a cientos y cientos de niñas atrabajar ayudando a derribar casas y a


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandclear fire lanes. They were out inthe open when the bomb exploded.Few survived. Of those who did,many suffered bad burns and later5 developed ugly keloids on theirfaces, arms, and hands. A monthafter Tanimoto returned from hissecond trip to the States, hestarted, as a project of his peace10 center, a Bible class for about adozen of them—the Society of KeloidGirls, he called them. Hebought three sewing machines andput the girls to work in a dressmakingworkshop on the second15floor of another of his projects, awarwidows’ home he had founded.He asked the city government forfunds for plastic surgery for the20 Keloid Girls. It turned him down.He then applied to the AtomicBomb Casualty Commission,which had been set up to study theradiation aftereffects of the25 bomb—aftereffects that thosewho made the decision to dropthe bomb had utterly failed toforesee. The A.B.C.C. remindedhim that it carried on research,30 not treatment. (The A.B.C.C.was keenly resented for thisreason by hibakusha; they saidthat the Americans regardedthem as laboratory guinea pigs35 or rats.)despejar carriles cortafuegos. Cuandola bomba explotó, estaban a la intemperie.Muy pocas sobrevivieron, y entreellas muchas sufrieron quemadurasgraves y luego desarrollaron queloidesde mal aspecto en sus caras, brazos ymanos. Un mes después de regresar desu segundo viaje a los Estados Unidos,Tanimoto comenzó, como proyecto desu centro de paz, un curso sobre la Bibliacon algunas de ellas —la Sociedadde las Jóvenes Queloides, las llamaba—.Compró tres máquinas de cosery puso a las chicas a trabajar en untaller de confección de vestidos en elsegundo [170] piso de otro de sus proyectos,un hogar para viudas de guerraque había fundado. Solicitó fondosal gobierno de la ciudad para la cirugíaplástica de las jóvenes queloides.Fue rechazado. Se presentó entoncesa la Atomic Bomb CasualtyCommission (Comisión para las Víctimasde la Bomba Atómica), que habíasido implementada para analizarlos efectos secundarios de la radiación—efectos que no habían previsto enabsoluto quienes tomaron la decisiónde arrojar la bomba—. La ABCC le recordóa Tanimoto que su campo era lainvestigación, no el tratamiento. (Poresta razón los hibakushas sentían unprofundo desprecio hacia la ABCC;decían que los norteamericanos losconsideraban ratas de laboratorio.)40455055606570A woman named Shizue Masuginow visited Hiroshima [182] fromTokyo. She had led a wildly unconventionallife for a Japanesewoman of her time. A journalist,married and divorced whileyoung, she had later been the mistress,in turn, of two famous novelistsand, later still, had marriedagain. She had written short storiesabout the bitter loves and bittersolitude of women and wasnow writing a column for lovelornwomen in the big Tokyo newspaperYomiuri Shimbun. She wouldbecome a Catholic before shedied, but she would choose to beburied in the Tokeiji Temple, aZen center founded in 1285 by amonk who felt sorry for womenwith cruel husbands and decreedthat any of them who took asylumin his temple as nuns could considerthemselves divorced. On hertrip to Hiroshima, she askedKiyoshi Tanimoto what mostneeded to be done for women whowere hibakusha. He suggestedplastic surgery for the KeloidGirls. She started a campaign forfunds in the Yomiuri, and soonnine girls were taken to Tokyo forsurgery. Later, twelve more were125Una mujer de nombre ShizueMasugi llegó de visita a Hiroshimadesde Tokio. Había llevado una vidamuy poco convencional para una japonesade su tiempo. Periodista, casaday divorciada siendo muy joven,Shizue Masugi había sido la amantesucesiva de dos famosos novelistas,y después se había casado de nuevo.Había escrito relatos sobre los amargosamores y la soledad amarga delas mujeres, y ahora escribía una columnapara enamoradas en el grandiario de Tokio Yomiuri Shimbun.Antes de morir se convertiría al catolicismo,pero escogería ser enterradaen el Templo Tokeiji, un centrozen fundado en 1285 por un monjeque sentía lástima de las mujeres casadascon maridos crueles y decretóque cualquiera de ellas, al tomar asilocomo monjas en este templo, podíaconsiderarse divorciada. <strong>En</strong> suvisita a Hiroshima, Shizue Masugi lepreguntó a Kiyoshi Tanimoto qué eralo que necesitaban con más urgencialas mujeres hibakushas. Él propusocirugía plástica para las jóvenesqueloides. Ella inició una campañapara buscar fondos en el Yomiuri, ymuy pronto nueve chicas fueron llevadasa Tokio para ser operadas. Mástarde, doce chicas más fueron lleva-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5taken to Osaka. Newspaperscalled them, to their chagrin,Genbaku Otome, a phrase that wastranslated into <strong>En</strong>glish, literally,as A-Bomb Maidens.das a Osaka. Para su gran disgusto,los [171] periódicos las llamabanGenbaku Otome, frase que fue traducidaal inglés, literalmente, comoDoncellas de la Bomba A.10IN October 195 z, GreatBritain conducted its first testof an atomic bomb and theUnited States its first of a hydrogenbomb. In August 1953,the Soviet Union also tested ahydrogen bomb.<strong>En</strong> octubre de 19,52, Gran Bretañallenó a cabo su primera prueba debomba atómica y los Estados Unidossu primera prueba de bomba de hidrógeno.<strong>En</strong> agosto de 1953, tambiénla Unión Soviética probó una bombade hidrógeno.15 THE Tokyo and Osaka operationson the girls were not altogethersuccessful, and, on a visit toHiroshima, Kiyoshi [183]Tanimoto’s friend Marvin Green20 wondered whether it might be possiblefor some of them to be takento America, where the techniquesof plastic surgery were more advanced.In September 1953,25 Norman Cousins arrived inHiroshima with his wife to deliversome moral-adoption funds.Tanimoto introduced them to a fewof the girls, and spoke of Marvin30 Green’s idea. They liked it.Las operaciones realizadas sobrelas chicas en Tokio y Osaka no fuerontotalmente exitosas, y, en ciertavisita a Hiroshima, Marvin Green, elamigo de Kiyoshi Tanimoto, se preguntósi no sería posible que algunasde ellas fuesen llevadas a los EstadosUnidos, donde las técnicas de cirugíaestética eran más avanzadas. <strong>En</strong> septiembrede 1953, Norman Cousins llegócon su esposa a Hiroshima para entregaruna cantidad de fondos deadopción moral. Tanimoto lo presentóa algunas de las chicas y habló dela idea de Marvin Green. La idea legustó a los Cousins.After their departure, an awkwardmeeting took place in theMayor’s office, at which distributionto orphans of the35moral-adoption funds was discussed.Cousins had brought fifteenhundred dollars, but it turned outthat two hundred dollars of this40 amount had been set aside for sixparticular children, sixty-five dollarshad been allocated to the Maidens,and a hundred and nineteendollars had been spent by Tanimoto45 at the Fukuya department store forbriefcases to be presented as giftsby Norman Cousins to the directorsof six orphanages. This left elevenhundred and sixty-five dollars, or50 only about two dollars and seventycents for each of four hundred andten orphans. The city officials, whothought they were in charge of theproject, were furious about the55 sums Tanimoto had deducted. In areport of this meeting, theHiroshima paper Chugoku Shimbunreported, “Rev. Tanimoto responded,‘I was following Mr.60 Cousins’s instructions in this, notmy own wishes.’”Tras su partida tuvo lugar en la oficinadel alcalde una incómoda reuniónen la que se discutió la distribucióna los huérfanos de los fondosde adopción moral. Cousins habíatraído mil quinientos dólares, pero resultóque doscientos dólares de estasuma habían sido apartados para seisniños en particular, sesenta y cincohabían sido repartidos entre las doncellasy ciento diecinueve habían sidogastados por Tanimoto comprandomaletines en los almacenes Fukuyapara ser entregados como regalo porNorman Cousins a los directores deseis orfanatos. Esto dejaba mil cientosesenta y cinco dólares, sólo dosdólares y setenta centavos para cadauno de los cuatrocientos diez huérfanos.Los funcionarios de la ciudad,convencidos de que eran ellos quienes[172] dirigían el proyecto, reaccionaroncon furia ante las sumas queTanimoto había deducido. <strong>En</strong> su crónicade esta reunión, el diario deHiroshima Chugoku Shimbun informó:«El reverendo Tanimoto respondió:‘Sólo seguí las instrucciones delseñor Cousins, no mi propia voluntad»’.Tanimoto had lately been gettingused to criticism. His long65 absences from his church for tripsto America had earned him thenickname of A-bomb minister.Hiroshima [184] doctors hadwanted to know why the Maidens70126Tanimoto se había acostumbradoúltimamente a las críticas. Sus largasausencias de su iglesia, debidas a viajesa los Estados Unidos, le habían validoel sobrenombre de Pastor de laBomba A. Los doctores de Hiroshimaquerían saber por qué las doncellas no


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5were not operated on inHiroshima. And why just girls?Why not boys? Some peoplethought they saw the Reverend Mr.Tanimoto’s name in the paper toooften. The enormous Cadillac hadnot gone down well, even thoughit had quickly turned out to be adog and had had to be junked.10ON March 1, 1954, theLucky Dragon No. 5 was showeredwith radioactive falloutfrom an American test at Bikini15 Atoll.eran operadas en Hiroshima. ¿Y porqué sólo chicas? ¿Por qué no chicos?A algunos les parecía que el nombrede Tanimoto aparecía con demasiadafrecuencia en los periódicos. El enormeCadillac no había sido bien recibido,aunque rápidamente se hubierarevelado inútil y hubiera tenido queser convertido en chatarra.El 1 de marzo de 1954, el «Dragóncon Suerte No. 5 « fue rociadocon lluvia radioactiva producida porpruebas atómicas norteamericanas enel atolón Bikini.202530NORMAN Cousins had gone towork in New York on the Maidensidea, and in late 1954 Dr.Arthur Barsky, the chief of plasticsurgery at both Mount Sinaiand Beth Israel hospitals, and Dr.William Hitzig, an internist onthe Mount Sinai staff and Cousins’personal physician, arrivedin Hiroshima to cull from amongthe Maidens those whose prospectsfor transformation by surgerywere best. Of the many disfiguredgirls in the city, onlyfortythree presented themselvesto be examined. The doctorschose twenty-five.Norman Cousins se había ido aNueva York a trabajar en la idea delas doncellas, y a finales de 1954 eldoctor Arthur Barsky, jefe de cirugíaplástica de los hospitales MountSinai y Beth Israel, y el doctorWilliam Hitzig, un internista del personaldel Mount Sinai y médico personaldel doctor Cousins, llegó aHiroshima para escoger de entre lasdoncellas aquellas que tuvieran mejoresposibilidades de transformaciónquirúrgica. De las muchas chicasdesfiguradas de la ciudad, sólocuarenta y tres se presentaron paraser examinadas. Los doctores escogierona veinticinco. [173]35404550On May 5, 1955, KiyoshiTanimoto took off with the girlsfrom Iwakuni Airport in a UnitedStates Military Air Transportplane. As the girls were beingsettled in host homes around NewYork, he was hustled off to theWest Coast for the start of yetanother fund-raising tour. Amongother appointments on his itinerarywas one for the evening ofWednesday, May 11th, at the NBCstudios in Los Angeles, for whatCousins gave him to understand[185] would be a local televisioninterview that would be helpful tothe project.El 5 de mayo de 1955, KiyoshiTanimoto y las chicas despegaron delaeropuerto de Iwakuni en un avión dela Flota Aérea del Ejército de los EstadosUnidos. Mientras que las niñaseran acomodadas en hogares de reciboa lo largo de Nueva York,Tanimoto fue llevado precipitadamentea la costa oeste para una giramás de recolección de fondos. <strong>En</strong>treotras citas de su itinerario había unaprogramada para la tarde del miércolesm de mayo, en los estudios de laNBC en Los Ángeles, que sería, segúndio a entender Cousins, una entrevistade televisión local útil parael proyecto.55606570That evening, somewhatfuddled, he was seated beforebright lights and cameras on aliving-room-like set. An Americangentleman he had just met,named Ralph Edwards, beamedand, turning to the camera, addressedan estimated forty millionAmericans he attracted everyWednesday night: “Good evening,ladies and gentlemen, and welcometo ‘This Is Your Life.’ Theticking you hear in the backgroundis a clock counting off theseconds to 8: 15 A.M., August 6,1945. And seated here with me isa gentleman whose life was127Esa tarde, algo embotado, Tanimotofue conducido a una silla enfrente de cámarasy luces brillantes, y sobre un platóque imitaba un salón de estar. Un caballeronorteamericano al que acababa deconocer, de nombre Ralph Edwards,miró a la cámara con una sonrisa, y sedirigió a la audiencia de aproximadamentecuarenta millones de norteamericanosque atraía cada miércoles por lanoche: «Buenas noches, damas y caballeros,y bienvenidos a ‘Ésta es su vida’.El tictac que escuchan al fondo es el deun reloj que cuenta los segundos quefaltan para las 8 a5 de la mañana del 6de agosto de 1945. Y sentado aquí conmigoestá un caballero cuya vida cam-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5changed by the last tick of thatclock as it reached eight-fifteen.Good evening, sir. Would you tellus your name?”“Kiyoshi Tanimoto.”bió cuando el último tictac de ese relojllegó a las ocho y cuarto. Buenas tardes,señor mío. ¿Podría decirnos cuál essu nombre?»«Kiyoshi Tanimoto.»“And what is your occupation?”«¿Y a qué se dedica?»10“I am a minister.”«Soy pastor.»“And where is your home?”«¿Y dónde es su casa?»15“Hiroshima, Japan.”“And where were you onAugust 6, 1945, ateightfifteen in the morning?”«<strong>En</strong> Hiroshima, Japón.»«¿Y dónde estaba usted el 6 deagosto de 1945 a las ocho y cuarto dela mañana?»20 Tanimoto had no chance to answer.The ticking grew louderand louder, and there was an uproarfrom kettledrums.Tanimoto no tuvo tiempo de responder.El tictac se hacía más y mássonoro y hubo un clamor de timbales.[174]25 “This is Hiroshima,” Edwardssaid as a mushroom cloud grewon the viewers’ screens, “and inthat fateful second on August 6,1945, a new concept of life and30 death was given its baptism. Andtonight’s principal subject—you,Reverend Tanimoto!—were anunsuspecting part of that [186]concept .... We will pick up the35 threads of your life in a moment,Reverend Tanimoto, after thisword from Bob Warren, our announcer,who has something veryspecial to say to the girls in the40 audience.”«Esto es Hiroshima», dijo Edwardsmientras una nube en forma de hongocrecía en la pantalla de los televidentes,«y e n ese segundo fatídico del6 de agosto de 1945 un nuevo conceptode vida y muerte recibió su bautizo.Y el invitado principal de esta noche—¡usted, reverendo Tanimoto!—fue parte desprevenida de este concepto...<strong>En</strong> un momento retomaremosel hilo .de su vida, reverendoTanimoto, después de estas palabrasde nuestro anunciador, Bob Warren,que tiene algo muy importante quedecirles a todas las chicas de nuestraaudiencia».The fateful clock of doom,now unheard, ticked off sixty additionalseconds as Bob Warren45 tried to remove Hazel Bishopnail polish from a blonde’sfingernailsan effort that was unsuccessful,even though he resortedto using a metal scouring50 pad, with which he had succeededin removing rust from afrying pan.Sin que se lo escuchara, el fatídicoreloj de la muerte siguió sutictac durante otros sesenta segundosmientras que Bob Warren intentabaquitar el esmalte HazleBishop de las uñas de una rubia —un esfuerzo que no tuvo éxito, inclusoa pesar de la utilización deuna esponjilla metálica con la cualhabía logrado quitar óxido de unsartén—.Kiyoshi Tanimoto was totallyunprepared for what fol-55lowed. He sat there, torpid,sweating, and tonguetied, as,after the manner of the famousprogram, his life was sketchily60 reviewed. Through an archwaycame Miss Berths <strong>Sp</strong>arkey, anelderly Methodist missionarywho had taught him in hisyouth about Christ. Then came65 his friend Marvin Green, witha joke about life in divinityschool. Then Edwards pointedout in the studio audiencesome parishioners Tanimoto70128Lo que siguió tomó a KiyoshiTanimoto totalmente desprevenido.Permaneció sentado allí, aletargado,sudoroso y cohibido, mientras que suvida era repasada a grandes rasgos segúnla manera de este famoso programa.Atravesando una entrada en formade arco llegó la señorita Berta<strong>Sp</strong>arkey, una anciana misionaríametodista que en su juventud le habíaenseñado sobre Cristo. <strong>En</strong>toncesentró su amigo Marvin Green, bromeandoacerca de la vida en la escuelade la divinidad. <strong>En</strong>tonces Edwardsseñaló entre el público del estudio aalgunos parroquianos que Tanimoto


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5had had just after his ordination,during a brief temporarypastorate in theJapanese-American HollywoodIndependence Church.había tenido poco después de ordenarse,durante un breve desempeño comopastor en la Iglesia japonesa—Americanade la Independencia deHollywood.101520253035Next came the shocker. Inwalked a tall, fattish Americanman, whom Edwards introducedas Captain Robert Lewis, copilotof the <strong>En</strong>old Gay on theHiroshima mission. In a shakyvoice, Lewis told about theflight. Tanimoto sat there with aface of wood. At one point,Lewis broke off, closed his eyes,and rubbed his forehead, andforty million watchers across theland must have thought he wascrying. (He was not. He had beendrinking. Years [187] later,Marvin Green told a young journalistnamed Rodney Barker,who was writing a book on theMaidens, that Lewis had panickedthe show people by failingto turn up that afternoon for therehearsal of all the participantsexcept Tanimoto. It seemed thathe had expected to be given a fatcheck for appearing on the show,and when he learned that hewould not, he had gone out barcrawling. Green said he hadfound the copilot in time to geta cup of coffee in him before theshow.)<strong>En</strong>tonces ocurrió el desastre.<strong>En</strong>tró un norteamericano alto y unpoco gordo, a quien Edwards presentócomo el capitán RobenLewis, copiloto del «<strong>En</strong>ola Gay».Con voz temblorosa, Lewis hablódel vuelo. Tanimoto mantenía unrostro de piedra. <strong>En</strong> un [175] momentoLewis se calló de repente,cerró los ojos y se frotó la frente,y cuarenta millones de televidentesa lo largo del país debieron depensar que estaba llorando. (Noera así. Había estado bebiendo.Años después, Marvin Green ledijo a un joven periodista llamadoRodney Barker, que escribía unlibro sobre las doncellas, queLewis había hecho que la gentedel programa entrara en pánico alno presentarse esa tarde para elensayo de todos los participantescon la excepción de Tanimoto. Sedecía que había esperado recibirun cheque jugoso por aparecer enel programa, y al enterarse de queno sería así, se había ido de baren bar. Green dijo haberse encontradocon el copiloto a tiempopara llevarlo a tomar un café antesdel programa.)Edwards: “Did you write somethingin your log at that 40time?”Edwards: «¿Escribió usted algo ensu bitácora en ese momento?».Lewis: “I wrote down the words,‘My God, what have we done?”’Lewis: «Escribí las palabras ‘Diosmío, ¿qué hemos hecho?‘.455055606570After that, Chisa Tanimototrotted onstage with clippedsteps, because she was wearingwhat she never wore at home—akimono. In Hiroshima, she hadbeen given two days to uprootherself—and the four childrenshe and her husband now had—and get to Los Angeles. Therethey had all been incarcerated ina hotel, kept strictly away fromtheir husband and father. For thefirst time on the show,Tanimoto’s expressionchanged—to surprise; he seemedto have become a stranger topleasure. Next, two of the Maidens,Toyoko Minowa and TadakoEmori, were presented in silhouettebehind a translucent screen,and Edwards made a pitch to theaudience for money for theMaidens’ operations. And, finally,the four Tanimoto children—daughterKoko, who had129<strong>En</strong>seguida, Chisa Tanimoto subióal escenario, caminando conpasitos cortos porque llevabapuesto lo que nunca se ponía encasa: un kimono. <strong>En</strong> Hiroshima lehabían dado dos días para salir decasa junto con los cuatro hijos quetenían ella y su esposoy viajar aLos Ángeles. Allí, los cinco fueronencarcelados en un hotel, estrictamenteseparados de su esposoy padre. Por primera vez en elprograma el rostro de Tanimotocambió, pero hacia la sorpresa;parecía haberse vuelto inmune alas satisfacciones. <strong>En</strong>seguida dosde las doncellas, Toyoko Minoway Tadako Emori, fueron presentadascomo siluetas detrás de unapantalla traslúcida, y Edwardslanzó un discursito al público pidiendodinero para las cirugías.Finalmente, los cuatro niñosTanimoto —Koko, que era apenasuna recién nacida cuando cayó la


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland5been an infant in the bombing,now ten; son Ken, seven; daughterJun, four; and son Shin, two—came running out into theirfather’s arms. [188]60 THE whole Tanimoto family remainedin the United States throughthe rest of Kiyoshi’s speaking tour,which took him to a total of a hundredand ninety-five cities, in65 twenty-six states. The televisionshow had brought in about fiftythousand dollars, and he raised tenthousand more. Chisa Tanimoto andthe children stayed through a globombay ahora había cumplidodiez años; Ken, el niño de siete;Jun, la niña de cuatro; y Shin, elniño de dos— corrieron a los brazosde su padre. [176]INCOMING TELEGRAM: CON-FIDENTIALTELEGRAMA ENTRANTE CONFI-DENCIAL10 FROM: TOKYODE: TOKIOTO: SECRETARY OF STATEMAY 12, 1955EMBASSY-USIS SHARE15 WASHINGTON CONCERNLEST HIROSHIMA GIRLSPROJECT GENERATE UNFA-VORABLE PUBLICITY ....PARA: SECRETARIO DE ESTADOFECHA: MAYO 12 DE 1955 SERVICIODE INFORMACIÓN DE LA EMBAJADACOMPARTE PREOCUPACIÓN WAS-HINGTON RIESGO PROYECTO CHI-CAS HIROSHIMA GENERE PUBLICI-DAD DESFAVORABLE...20 TANIMOTO IS LOOKED UPONHERE AS SOMETHING OF A PUB-LICITY SEEKER. MAY WELL TRYTO TAKE ADVANTAGE OF TRIPTO RAISE FUNDS FOR25 HIROSHIMA MEMORIAL PEACECENTER, HIS PET PROJECT. DONOT BELIEVE HE IS RED ORRED-SYMPATHIZER, BUT HE CANEASILY BECOME SOURCE OF30 MISCHIEVOUS PUBLICITY ....TANIMOTO ES PERCIBIDO AQUÍCOMO CAZADOR DE PUBLICIDAD.PUEDE TRATAR DE APROVECHAR SUVIAJE CONSIGUIENDO FONDOSPARA CENTRO CONMEMORATIVODE PAZ DE HIROSHIMA, SU PROYEC-TO CONSENTIDO. NO CREEMOS QUESEA ROJO O SIMPATIZANTE DE RO-JOS, PERO PUEDE FÁCILMENTEVOLVERSE FUENTE DE PUBLICIDADMALICIOSA.By diplomatic pouch:Por valija diplomática:SECRET35The Reverend Tanimoto is picturedas one who appears to beanti-Communist and probably sincerein his efforts to assist the girls40 .... However, in his desire to enhancehis own prestige and importancehe might ignorantly, innocently,or purposefully lend himselfto or pursue a leftist line ....45 RALPH J. BLAKESECRETOEl reverendo Tanimoto es percibidocomo un individuo que parece seranticomunista y probablemente sinceroen sus esfuerzos por ayudar a laschicas... Sin embargo, en su deseo poraumentar su prestigio e importanciapodría, por ignorancia, inocencia o conplena conciencia, prestarse a una líneaizquierdista o incluso seguirla ...RALPH J. BLAKEAMERICAN CONSUL GEN-ERAL, KOBE [189]CÓNSUL GENERAL AMERICA-NO, KOBE [177]50 UPON getting back East afterthe show, Robert Lewis, whohad resigned from the Air Forceand was working as personnelmanager of Henry Heide, candy55 makers, in New York, wascalled to the Pentagon and givena heavy chewing out by the DefenseDepartment.Tan pronto como regresó a la costaeste después del programa, RobenLewis, que había renunciado a laFuerza Aérea y ahora trabajaba comodirector de personal de Henry Heide,fabricantes de golosinas, en NuevaYork, fue llamado al Pentágono y recibióun buen regaño de parte del Departamentode Defensa.70130La familia Tanimoto permanecióen los Estados Unidos hasta el finalde la gira de discursos de Kiyoshi,que lo llevó a un total de ciento noventay cinco ciudades en veintiséisestados. El programa de televisiónhabía permitido recaudar cerca decincuenta mil dólares, y Kiyoshi consiguiódiez mil más. Chisa Tanimotoy los niños pasaron un magnífico


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandrious summer in a guesthouse onPearl Buck’s farm in Bucks County,Pennsylvania.verano en la casa de huéspedes de lagranja de Pearl Buck en BucksCounty, Pensilvania.51015On August 6th, the tenth anniversaryof the Hiroshimabombing, Tanimoto placed awreath on the Tomb of the UnknownSoldier at Arlington NationalCemetery. On that day, inHiroshima itself, far away fromhim, a genuine Japanese peacemovement, riding the anger overthe Lucky Dragon incident, gotunder way. Five thousand delegatesattended the first WorldConference against Atomic andHydrogen Bombs.El 6 de agosto, décimo aniversariodel bombardeo de Hiroshima,Tanimoto puso una corona sobre laTumba del Soldado Desconocido enel Cementerio Nacional de Arlington.Ese día, en Hiroshima misma, lejosde Tanimoto, un genuino movimientojaponés por la paz, motivado porla ira que causó el incidente del «Dragóncon Suerte», daba sus primerospasos. Cinco mil delegados asistierona la primera Conferencia Mundialcontra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno.20The Tanimotos returned to Japanin December.Los Tanimoto regresaron a Japónen diciembre.25303540455055606570KIYOSHI TANIMOTO hadbeen swept out of the mainstreaminto an eddy. On his Americanspeaking tours, he had displayedan energy that was remarkablefor a hibakusha, speaking nightafter night after night on theweary circuits. But the realitywas that for some years [190]now he had been hurled along onthe white water of Norman Cousins’ferocious energy. Cousinshad given him heady experiencesthat fed his vanity, but he hadalso now taken out of theminister’s hands the control ofhis own undertakings. Tanimotohad started the whole effort forthe Maidens, but he discoveredthat even though the moneyraised by “This Is Your Life”would pay the Maidens’ expenses,all but one thousand dollarsof the money he had raisedon his tour was also to be controlledby New York Cousins hadbypassed the peace center inHiroshima and dealt with the citygovernment; Tanimoto hadbegged to have themoral-adoption project put underthe center’s wing, but his rolehad turned out to be that of ashopper for briefcases. Thecrowning blow came when theashes of the Maiden namedTomoko Nakabayashi, who haddied under anaesthesia at MountSinai, were returned to her parentsin Hiroshima and he was noteven invited to the funeral, whichwas conducted by his old friendFather Kleinsorge. And when allthe Maidens had come home and,astonishingly, found themselvesthe objects not only of public curiositybut also of envy and spite,131Kiyoshi Tanimoto se había dejadollevar por la corriente y acabó cayendoen un remolino. Durante susgiras de discursos por los EstadosUnidos había desplegado una energíasorprendente para un hibakusha:pasaba noche tras noche tras nochehablando sin parar en los cansadoscircuitos. Pero la realidad [178] eraque durante varios años se había dejadoarrastrar por esa cresta de olaque era la feroz energía de NormanCousins. Cousins le había proporcionadoexperiencias embriagadorasque alimentaban su vanidad, perotambién le había arrebatado el controlde sus propias empresas. Erapor las doncellas que Tanimoto habíacomenzado esta campaña, peroahora descubría que, aunque el dinerorecaudado por «esta es su vida»pagaría los gastos de las doncellas,todo lo que había recogido durantesu gira, salvo mil dólares, era controladopor Nueva York. Cousinshabía pasado por encima del centrode paz en Hiroshima y trataba directamentecon el gobierno municipal;Tanimoto había suplicado que elproyecto de adopción moral quedaraen manos del centro, pero su papelacabó siendo el de un compradorde maletines. El golpe de graciallegó cuando las cenizas de ladoncella Tomoko Nakabayashi, quehabía muerto mientras estabaanestesiada en el hospital MountSinai, fueron devueltas a los padres,en Hiroshima, y Tanimoto ni siquierafue invitado al funeral, que fuedirigido por su buen amigo, el padreKleinsorge. Y cuando todas lasdoncellas hubieron regresado a casay, para su sorpresa, se encontraroncon que se habían vuelto objeto nosólo de la curiosidad del público sinode su envidia y su lástima, se resis-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandthey resisted hispublicity-minded efforts to formthem into a “Zion Club,” and fellaway from him.5Nor did he have any place inthe Japanese peace movement,for he had been out of the countryat crucial moments in its development,and, besides, his10Christian outlook made him suspiciousof the radical groups thatwere on the cutting edge of antinuclearactivity. While he was15 away on this last trip, a nationalorganization [191] called NihonGensuikyo, the Japan Councilagainst Atomic and HydrogenBombs, had come into being, andsurge 1 [of sea] oleaje m; oleada [of people, sympathy]oleada 2 a power surge (electricity) una subida de 20 there had been a surge of activitypushing the Diet for medicaltensión 3 [water of sea] swell, levantarse; hin-care for hibakusha. Like manyhibakusha, he was repelled bythe growing political colorationcharse, encresparse, agitarse 4 [people, crowd] tosurge in/out entrar/salir en tropel 5 the bloodsurged to her cheeks se le subió la sangre a las mejillas.Sudden forward move, tirón, acometida,arranque, puja, sweeping forward suddenly,sobrevoltaje, subida, incremento, sudden pullforward, arremetidasurge 1 : to rise and fall actively : TOSS 2 : to rise and move in waves or 25billows : SWELL 3 : to slip around a windlass,capstan, or bitts — used especially of a rope 4 : torise suddenly to an excessive or abnormal value 5 : tomove with a surge or in surges


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weyland510ONE day toward the end of August,1959, a baby girl was leftin a basket in front of the altarof Kiyoshi Tanimoto’s church. Anote attached to its diaper gavethe baby’s name, Kanae, and itsbirth date, April 28th, and wenton to say, “I am afraid I can’tkeep her at the moment. Godbless her, and will you look afterher in my stead?”Un día, hacia el final de agosto de1959, una niña pequeña fue abandonadadentro de una canasta frente al altarde la iglesia de Kiyoshi Tanimoto.Una nota pegada a su pañal daba elnombre de la niña, Kanae, y su fechade nacimiento, abril 28, y enseguidadecía: «Me temo que no puedo conservarlaen este momento. Dios la bendiga,y ¿podría usted cuidar de ella enmi lugar?».In the summer on Pearl Buck’s15 farm, the Tanimoto children hadplayed with the dozen orphans,mostly Oriental, that the Americanauthor had taken under herwing. The family had been impressedby Mrs. Buck’s generos-20ity, and now they decided tokeep and raise the child who hadbeen entrusted to them.Durante el verano que pasaron enla granja de Pearl Buck, los niñosTanimoto habían jugado con la docenade huérfanos, la mayoría orientales,de los que se había hecho cargola escritora norteamericana. La generosidadde la señora Buck había impresionadoa la familia; ahora, la familiadecidió conservar y criar a laniña que les había sido confiada.25 ON February 13, 1960, <strong>Fr</strong>ancetested a nuclear weapon in the Sahara.On October r6, 1964, Chinacarried out its first nuclear test,and on June 17, 1967, it exploded30 a hydrogen bomb.El 13 de febrero de 196o, <strong>Fr</strong>anciaprobó un arma nuclear en el Sahara.El 16 de octubre de 1964, China llenóa cabo su primera prueba nuclear,y el y de junio de 1967 hizo explotaruna bomba de hidrógeno.35404550KOKO went to the States withher father in 1968, to enter the CentenaryCollege for Women, inHackettstown, New Jersey.Tanimoto had previously been backto America in 1964-65, when hevisited his alma mater, Emory University,and then travelled home byway of Europe; and in 1966, whenhe received an honorary degreefrom Lewis and Clark College.Koko eventually [193] transferredto American University, in Washington,D.C. There she fell in lovewith a Chinese-American and becameengaged to marry him, but herfiancé’s father, a doctor, said thatbecause she had been exposed tothe atomic bomb she couldn’t beara normal child, and he forbade themarriage.<strong>En</strong> 1968 Koko viajó con su padrea los Estados Unidos para ingresaral Centenary College paramujeres en Hackettstown, NuevaJersey. Tanimoto ya había regresadoa los Estados Unidos en1964-1965 para visitar su almamater, la Universidad de Emory,tras lo cual volvió a casa vía Europa;y también en 1966, cuandorecibió un diploma honorario delClark College. Koko fue eventualmentetransferida a la UniversidadAmericana, en Washington,D.C. Allí se enamoró de unchino americano y se comprometiócon él, pero el padre del prometido,un doctor, dijo que ellano era capaz de dar a luz a un hijonormal, y prohibió el matrimonio.[181]Back in Japan, Koko took a job55 in Tokyo, working for anoil-drilling firm, Odeco. She toldno one she was a hibakusha. Intime, she found someone shecould confide in—her boyfriend’s60 best friend. He turned out, in theend, to be the man she married.She had a miscarriage, which sheand her family attributed to thebomb. She and her husband went65 to the A.B.C.C. to have theirchromosomes checked, andthough nothing abnormal wasfound they decided not to tryagain to have a child. In time,70133De regreso a Japón, Koko tomóun empleo en Tokio, con Odeco,una firma de perforaciones petrolíferas.No le dijo a nadie que fuerahibakusha. Con el tiempo conocióalguien a quien podía confiar estascosas: el mejor amigo de su novio.Finalmente, fue éste el hombre conel que se casó. Tuvo un aborto, ytanto ella como su familia lo atribuyerona la bomba. Koko y su maridofueron a la ABCC para hacerserevisar los cromosomas, y aunqueno se encontró nada anormal,decidieron no volver a tratar de tenerhijos. Con el tiempo, adoptaron


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandthey adopted two babies.dos bebés.THE Japanese antinuclear movementhad begun to split up in the5 early sixties. Gensuikyo, the JapanCouncil, was dominated atfirst by the Japanese SocialistParty and by Sohyo, the GeneralCouncil of Trade Unions. In10 1960, it had tried to block revisionof the United States-JapaneseSecurity Treaty, on theground that it encouraged a renewedmilitarism in Japan,15 whereupon some more conservativegroups formed KakkinKaigi, the National Council forPeace and against NuclearWeapons. In 1964, a deeper divisioncame about, when Com-20munist infiltration of Gensuikyocaused the Socialists and thetrade unions to pull out and formGensuikin, the Japan Congress25 against Atomic and HydrogenBombs. For [194] Tanimoto, asfor most hibakusha, these quarrelsreached the zenith of absurditywhen Gensuikin argued that30 all nations should stop testing,while Gensuikyo argued that theUnited States was testing to preparefor war and the SovietUnion was testing to insure35 peace. The division persisted,and year after year the two organizationsheld separate conferenceson August 6th. On June7, 1973, Kiyoshi Tanimoto wrote40 the “Evening Essay” column inthe Hiroshima ChugokuShiynbun:El movimiento antinuclear japonéshabía comenzado a dividirse acomienzos de los años sesenta.Gensuikyo, el Consejo Japonés, habíaestado al principio dominado porel Partido Socialista japonés y porSohio, el Consejo General de Sindicatos.<strong>En</strong> 1960, el movimiento habíaintentado bloquear la revisión delTratado de Seguridad Americano Japonés,sobre la base de que ello alentabaun renovado militarismo en Japón,ante lo cual grupos más conservadoresformaron el Kakkin Kaigi,Consejo Nacional para la Paz y Contralas Armas Nucleares. <strong>En</strong> 1964ocurrió una división más profunda,cuando infiltrados comunistas enGensuikyo provocaron que socialistasy sindicalistas se retiraran y formaranGensuikin, el Congreso Japonéscontra las Bombas Atómicas y deHidrógeno. Para Tanimoto, comopara la mayoría de los hibakushas,estas disputas llegaron al colmo delabsurdo cuando Gensuikin argumentóque todas las naciones deberíandejar de hacer pruebas, mientras queGensuikyo argumentaba que los EstadosUnidos hacían pruebas en preparaciónpara la guerra y la UniónSoviética hacia pruebas para asegurarla paz. La división persistió, yaño tras año las dos organizacionesrealizaron conferencias separadaspara el 6 de agosto. El 7 de junio de1973, Kiyoshi [182] Tanimoto escribióla columna «El ensayo de la tarde»para el Chugoku Shimbun deHiroshima:These last few years when45 August 6th approaches, voicesare heard lamenting that thisyear, once again, the commemorativeevents will be heldby a divided peace movement50 .... The sentence inscribed onthe memorial Cenotaph—”Restin peace, for the mistake shallnot be repeated”—embodiesthe passionate hope of the humanrace. The appeal of55Hiroshima . . . has nothing todo with politics. When foreignerscome to Hiroshima,you often hear them say, “The60 politicians of the world shouldcome to Hiroshima and contemplatethe world’s politicalproblems on their knees beforethis Cenotaph.”65ON May 18, 1974, India conductedits first nuclear test.Estos últimos años, al acercarseel fi de agosto, escuchamosvoces que lamentan que nuevamenteeste año los eventos conmemorativossean llevados acabo por un movimiento de pazdividido... La frase inscrita en elCenotafio del monumento —»Descansad en paz, pues no serepetirá el error»— encarna laesperanza apasionada de la razahumana. El atractivo deHiroshima [ ...] no tiene nadaque ver con la política. Cuandovienen extranjeros a Hiroshima,con frecuencia se los oye decir:«Los políticos del mundo deberíanvenir a Hiroshima y contemplarlos problemas políticos delmundo de rodillas ante esteCenotafio».El 18 de mayo de 1974, India llenóa cabo su primera prueba nuclear.70As the fortieth anniversary of the134Al acercarse el cuadragésimo aniver-


tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandbombing approached, the Hiroshimapeace center was nominally still inplace—now in the Tanimoto home.Its principal project in the seventies5 had been to arrange a series of adoptionsof orphans and abandoned Japanesebabies, who [195] had nothingparticularly to do with the atomicbomb. The adoptive parents were in10 Hawaii and the mainland UnitedStates. Tanimoto had made threemore speaking trips, in the mainlandStates in 1976 and 1982, and in Hawaiiin 1981. He had retired from his15 pulpit in 1982.sario de la bomba, el centro de paz deHiroshima seguía nominalmente operativo,pero en realidad estaba en el hogarde los Tanimoto. Durante los años setenta,su principal proyecto había sido arreglaruna serie de adopciones de bebés japoneseshuérfanos y abandonados que nohabían tenido ninguna relación en particularcon la bomba atómica. Los padresadoptivos vivían en Hawai y en los EstadosUnidos continentales. Tanimoto habíahecho tres giras más como conferencista,en el continente en 1976 y 1982, yen Hawai en 1981. Se retiró de su púlpitoen 1982.2025303540Kiyoshi Tanimoto was over seventynow. The average age of allhibakusha was sixty-two. The survivinghibakusha had been polled byChugoku Shimbun in 1984, and 543per cent of them said they thoughtthat nuclear weapons would be usedagain. Tanimoto read in the papersthat the United States and the SovietUnion were steadily climbingthe steep steps of deterrence. He andChisa both drew health-maintenanceallowances as hibakusha, and he hada modest pension from the UnitedChurch of Japan. He lived in a snuglittle house with a radio and twotelevision sets, a washing machine,an electric oven, and a refrigerator,and he had a compact Mazda automobile;manufactured in Hiroshima.He ate too much. He got up at sixevery morning and took an hour’swalk with his small woolly dog,Chiko. He was slowing down a bit.His memory, like the world’s, wasgetting spotty.Kiyoshi Tanimoto tenía ahora másde setenta años. La edad promedio delos hibakushas era de sesenta y dos. Loshibakushas [183] supervivientes habíansido encuestados por el ChugokuShimbun en 1984, y el 54,3% de elloscreía que las bombas atómicas seríanutilizadas de nuevo. Tanimoto leía enlos periódicos que los Estados Unidosy la Unión Soviética iban subiendo lentamentepor los empinados escalones dela disuasión. Tanto él como Chisa recibíanprestaciones para cuidados médicosen su calidad de hibakushas, y élrecibía una pensión modesta de la IglesiaUnida de Japón. Tanimoto vivía enuna casa pequeña y acogedora con unaradio y dos televisores, una lavadora,un horno eléctrico y un refrigerador, ytenía un automóvil compacto Mazda fabricadoen Hiroshima. Comía demasiado.Se levantaba a las seis cada mañanay caminaba durante una hora conChiko, su pequeño perro lanoso. Sumemoria, como la del mundo, se volvíadesigual. [184]455055606570135

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