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Hersey, John ''Hiroshima''-Fr-En-Sp-Sp

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tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandgrée, qui montait déjà à des kilomètres dans le cielau-dessus de Hiroshima.)ments that had already risen milesinto the sky above Hiroshima.)de fisión que ya se había elevado varioskilómetros sobre Hiroshima.)mos que ya se había elevado varias millasen el cielo por sobre Hiroshima.)M. Tanimoto se détourna de ce spectacleMr. Tanimoto turned awayen entendant M. Matsuo l’appeler 5 from the sight when he heard Mr.et lui demander s’il était indemne. M. Matsuo call out to ask whether heMatsuo, à l’intérieur de la maison effondrée,was all right. Mr. Matsuo hadavait bénéficié de la moelleuse pro-been safely cushioned within thetection de la literie accumulée dans lé falling house by the bedding storedhall d’entre, d’où [44] il avait réussi ensuite10 in the front hall and had workedà se dépêtrer. M. Tanimoto répon-his way out. Mr. Tanimoto scarcelydit à peine à ces appels. Pensant à sa answered. He had thought of hisfemme, à son bébé, à sa chapelle, à son wife and baby, his [25] church, hisfoyer, à ses paroissiens là-bas, tous noyés home, his parishioners, all of themdans ces affreuses ténèbres-une fois de 15 down in that awful murk. Onceplus, il s’était repris à courir, en proie à more he began to run in fear—la panique, vers la ville.toward the city.XEl señor Tanimoto se alejó de la escenacuando escuchó que lo llamabael señor Matsuo, preguntando si se encontrababien. El señor Matsuo habíapermanecido a salvo, protegido por laropa de cama, dentro de la casa quese caía, ___________ y había conseguidoabrirse paso hacia fuera. El señorTanimoto apenas contestó. Pensaba ensu esposa y su bebé, su iglesia, su hogar,sus parroquianos, todos hundidosen aquella oscuridad horrible. Una vezmás comenzó a correr de miedo: pero esta vezcorría hacia la ciudad.El señor Tanimoto abandonó la contemplacióncuando oyó la voz del señorMatsuo preguntándole si estababien. Este había estado bien resguardadoen el interior de la casa destrozadagracias a los colchones depositadosen el vestíbulo de adelante, y habíalogrado salir. El señor Tanimotoapenas le respondió. Pensaba en su esposay en su bebé, en su iglesia, su hogar,sus feligreses, todos ellos sepultadosen aquella espantosa lobreguez.Una vez más comenzó a correr llenode miedo hacia la ciudad.Mme Hatsuyo Nakamura, la veuve dutailleur, s’étant relevée tant bien que mal, 20sous les débris de sa maison, après l’explosion,et voyant Myeko, la plus jeune de sestrois enfants, ensevelie jusqu’au buste etincapable de bouger, rampa parmi les ruines,s’agrippant à des poutres, rejetant des 25tuiles, dans un effort désespéré pour délivrerses enfants. Puis, de ce qui lui parutêtre une profonde caverne dans le sol, elleentendit deux petites voix crier« Tasukete ! Tasukete ! Au secours ! Au secours ! » 30Elle appela son fils et safille par leurs noms :«Toshio ! Yaeko ! »MRS. HATSUYO NAKAMURA,the tailor’s widow, having struggledup from under the ruins of her houseafter the explosion, and seeing Myeko,the youngest of her three children, buriedbreast-deep and unable to move,crawled across the debris, hauled attimbers, and flung tiles aside, in a hurriedeffort to free the child. Then, fromwhat seemed to be caverns far below,she heard two small voices crying,“Tasukete! Tasukete! Help! Help!”She called the names of herten-year-old son and eight-year-olddaughter: “Toshio! Yaeko!”Después de la explosión, la señoraHatsuyo Nakamura, la viuda del sastre,salió con gran esfuerzo de entrelas ruinas de su casa, y al ver aMyeko, la menor de sus tres hijos, enterradahasta el pecho e incapaz de moverse,se arrastró entre los escombros yempezó a tirar de maderos y a arrojarbaldosas en un esfuerzo por liberar a laniña. <strong>En</strong>tonces escuchó dos voces pequeñasque parecían venir de cavernasprofundas: «Tasukete! Tasukete!¡Auxilio! ¡Auxilio!». Pronunció losnombres de su hijo de diez años, de suhija de ocho: «¡Toshio! ¡Yaeko!».La señora Hatsuyo Nakamura, viudadel sastre, luego de emerger dificultosamentede las ruinas de su casa despuésde la explosión y luego de ver a Myeko,la más pequeña de sus tres hijos, enterradahasta el pecho e incapaz de moverse,reptó a través de los escombros,separó vigas y apartó tejas, en un desesperadoesfuerzo para liberar a la niña.<strong>En</strong>tonces, desde lo que parecían ser cavernasmucho más abajo, oyó dosvocecitas que gritaban: Tasukete!Tasukete! «¡Socorro! ¡Socorro !» Llamólos nombres de su hijo y de su hija: «¡Toshio ! ¡ Yaeko !»Au-dessous d’elles, les voix répondirent.35[45]Mme Nakamura, laissant là Myeko qui, du Mrs. Nakamura abandoned Myeko,moins, pouvait respirer, se mit frénétiquement who at least could breathe, and in aà déblayer les débris enchevêtrés qui recouvraientfrenzy made the wreckage fly aboveles cris de ses enfants. Elle les avait lais-40 the crying voices. The children hadsés dormant à quelque trois mètres l’un de been sleeping nearly ten feet apart,l’autre, mais à présent, leurs voix semblaient but now their voices seemed tovenir d’un même lieu. Le garçon, Toshio, apparemment,come from the same place. Toshio,pouvait remuer un peu : elle le sen-the boy, apparently had some free-tait gratter et déplacer le monceau de bois et de 45 dom to move, because she couldtuiles, à sa rencontre. <strong>En</strong>fin, elle aperçut la tête feel him undermining the pile ofdu garçonnet et, empoignant ce qui en émergeait,wood and tiles as she worked fromse hâta de le hisser dehors. Il avait les above. At last she saw his head, andpieds pris dans l’entrelacs d’une moustiquaire, she hastily pulled him out by it. Acomme si on les en eût soigneusement enveloppés.50 mosquito net was wound intri-Il raconta qu’il avait été projeté à l’autre cately, as if it had been carefullybout de la pièce et que, sous les décombres, sa wrapped, around his feet. He said hesueur se trouvait prise sous lui. La voix de had been blown right across the roomYaeko, montait à présent, disant qu’elle ne pouvaitand had been on top of his sisterbouger, à cause de quelque chose qui lui 55 Yaeko under the wreckage. She nowpesait sur les jambes. Après avoir encore gratté said, from underneath, that she couldet déblayé quelque peu, Mme Nakamura parvintnot move, because there wasà faire un trou au-dessus de l’enfant et en-something on her [26] legs. With atreprit de la tirer par un bras. a Itai ! Cela fait bit more digging, Mrs. Nakamuramal ! » criait Yaeko. Mme Nakamura cria en 60 cleared a hole above the child and beganretour : a Ce n’est pas le moment de dire si celato pull her arm. “Itai! It hurts!”fait mal ou non » et hala sans ménagement [46] Yaeko cried. Mrs. Nakamura shouted,la fillette qui pleurnichait. Puis elle s’occupa “There’s no time now to say whether it hurtsde Myeko, qu’elle dégagea à son tour. Les troispulled suddenlyor not,” and yanked her whimpering daughterup. Then she freed Myeko. The childrenenfants étaient couverts de saleté et meurtris, 65mais pas un d’eux n’avait la moindre coupure were filthy and bruised, but none of themou égratignure.had a single cut or scratch.Mme Nakamura les fit sortir dans la rue.70The voices from below answered.Mrs. Nakamura took the children15Las voces que venían de abajo respondieron.[28]La señora Nakamura abandonó aMyeko, que al menos podía respirar, yfrenéticamente lanzó los destrozos por losaires. Los niños habían estado durmiendoa más de tres metros el uno del otro,pero ahora sus voces parecían provenirdel mismo lugar. El niño, Toshio, teníaal parecer cierta libertad de movimiento,porque su madre lo podía escuchar socavandola montaña de madera y baldosasal tiempo que ella trabajaba desde arriba.Cuando por fin lo vio, se apresuró atomarlo de la cabeza para sacarlo. Unmosquitero se había enredadointrincadamente en sus pies como si alguienlos hubiera envuelto con cuidado.Dijo que había saltado por los aires a travésde la habitación, y que bajo los escombroshabía permanecido sobre su hermanaYaeko. Ahora ella decía, desde abajo,que no podía moverse porque habíaalgo sobre sus piernas. Escarbando unpoco más, la señora Nakamura abrió unhueco encima de la niña y empezó a tirarde su brazo. «Itai! ¡Duele!», exclamóYaeko. La señora Nakamura gritó: «Nohay tiempo de ver si duele o no»,tirar de una cuerda pero no bruscamentey jaló a la niña entre lloriqueos. <strong>En</strong>toncesliberó a Myeko. Los niños estabansucios y magullados, pero no tenían niuna cortada, ni un rasguño.yank pull with a jerk, tirar de; they yanked her bag out of her hand, la arrancaron el bolso de la mano; (diente) arrancarLa señora Nakamura losLas voces contestaron desde abajo.La señora Nakamura abandonó aMyeko, quien al menos podía respirar,y en una especie de frenesí hizo volarlos escombros que tapaban las voces.Los chicos habían estado durmiendo acasi [36] tres metros de distancia eluno del otro, pero ahora sus voces parecíanvenir del mismo lugar. Toshio,el varón, tenía aparentemente algunalibertad de movimientos, ya que lamadre podía oírlo removiendo desdeabajo la pila de madera y tejas que ellaapartaba desde arriba. Finalmente viosu cabeza y la tironeó hacia ella. Unmosquitero le envolvía los pies, comosi se lo hubiera ligado cuidadosamente.Dijo que había sido arrojado a travésdel cuarto y que bajo los escombroshabía estado encima de su hermanaYaeko. Desde abajo ésta dijo queno podía moverse porque tenía algo enlas piernas. Excavando un poco más laseñora Nakamura hizo un agujero encimade la niña y empezó a tironearladel brazo. Itai! «¡Me duele!», gritóYaeko. La señora Nakamura contestó:—No hay tiempo de decir si duele ono —e izó a su hija lloriqueante. Luegoliberó a Myeko. Los niños estaban suciosy magullados pero ninguno de ellostenía una sola lastimadura o raspón.La señora Nakamura llevó a los chi-

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