tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandété tuées. <strong>En</strong>fin, sous ce qui avait été l’un women had been killed. At last, underdes coins de la cuisine, il aperçut la tête dewhat had been a corner of theMme Hoshijima. La croyant morte, il se mit kitchen, he saw Mrs. Hoshijima’sà la haler par les cheveux ; sur quoi elle hurla head. Believing her dead, he began tosoudain : « Itai ! Itai ! Vous me faites mal ! 5 haul her out by the hair, but suddenlyVous me faites mal 1 » Il poursuivit le déblaiementshe screamed, “Itai! Itai! It hurts! Itet la tira des décombres. Il parvint hurts!” He dug some more and liftedégalement à retrouver la fille au milieu de la her out. He managed, too, to find herblocaille et à la dégager. Aucune des deux daughter in the rubble and free her.femmes n’était sérieusement, blessée. 10 Neither was badly hurt.Hoshijima estaban muertas. Por fin, bajolo que había sido una parte de la cocina,vio la cabeza de la señora Hoshijima.Empezó a tirarla de los cabellos, convencidode que estaba muerta, pero derepente ella gritó: «Itai! Itai! ¡Duele!¡Duele!». Escarbó un poco más y logrósacarla. También logró encontrar a suhija entre los escombros y la liberó. Ningunade las dos tenía heridas graves.Hoshijima estaban muertas. Finalmente,bajo lo que había sido un rincón de la cocina,vio la cabeza de la señora Horoshima.Creyéndola muerta, comenzó a tirar de ella porel pelo, pero repentinamente la mujer gritó:—Itai! Itai! «¡Me duele! ¡Me duele!»Excavó un poco más y la sacó. Tambiénse las arregló para encontrar a lahija entre los escombros y liberarla. Ningunaestaba gravemente herida.Un établissement de bains publics, adjacentA public bath next door to the mis-à la mission, avait pris feu, mais le vent, sion house had caught fire, but sinceen cet endroit, soufflait du sud et les prêtres there the wind was southerly, thepensèrent que leur maison serait épargnée. 15 priests thought their house would beNéanmoins, par mesure de précaution, le spared. Nevertheless, as a precaution,Père Kleinsorge rentra, pour [52] aller chercherFather Kleinsorge went inside to fetchcertains objets qu’il tenait à mettre à some things he wanted to save. Hel’abri. I1 trouva sa chambre dans un désordrefound his room in a state of weird andétrange et incohérent. Une musette de 20 illogical confusion. A first-aid kit waspansements et de premiers secours pendait, hanging undisturbed on a hook on theintacte, à un crochet dans le mur; mais ses wall, but his clothes, which had beenvêtements, qu’il avait laissés pendus à on other hooks nearby, were nowhered’autres crochets, non loin de là, s’étaient to be seen. His desk was in splintersvolatilisés. Son bureau avait volé en éclats 25 all over the room, but a merepar toute la pièce, alors qu’une simple mallettepapier-mâché suitcase, which he haden cartonpâte, qu’il avait cachée sous le hidden under the desk, stoodbureau, était debout, la poignée n’attendant handle-side up, without a scratch onque sa main, sans une trace d’égratignure, it, in the doorway of the room, wherebien en évidence près de la porte. Le Père 30 he could not miss it. Father KleinsorgeKleinsorge devait, plus tard, considérer ce fait later [30] came to regard this as a bitcomme l’indice d’une intervention providentielle,of Providential interference, inasmuchd’autant que la mallette renfermait son as the suitcase contained his breviary,bréviaire, les livres de compte de tout le diocèsethe account books for the whole dio-et une somme considérable de 35 cese, and a considerable amount ofpapier-monnaie appartenant à la communauté paper money belonging to the mission,et dont il avait la responsabilité. Il sortit en for which he was responsible. He rancourant de la maison et alla déposer la malletteout of the house and deposited the suit-dans l’abri de la mission.case in the mission air-raidshelter.40A la même heure environ, le Père At about this time, Father CieslikCieslik et le Père Schiffer, qui perdait toujoursand Father Schiffer, who was stillle sang en abondance, revenaient, di-spurting blood, came back and saidsant que la maison du docteur Kanda n’était that Dr. Kanda’s house was ruinedplus que ruines et que le feu les empêchait 45 and that fire blocked them from gettingde [53] sortir de ce qu’ils croyaient être unout of what they supposed to bepérimètre de destructions locales, et de the local circle of destruction to Dr.pousser jusqu’à la clinique privée du docteurFujii’s private hospital, on the bankFujii, sur la rive de la Kyo.of the KyoRiver.50Il n’y avait plus de clinique du docteur DR. Masakazu Fujii’s hospitalMasakazu Fujii, sur la rive de la Kyo ; il fallait la was no longer on the bank of thechercher dans la rivière même. Après avoir chaviréKyo River; it was in the river. Af-avec son établissement, le docteur Fujii ter the overturn, Dr. Fujii was sos’était retrouvé si hébété et étroitement coincé 55 stupefied and so tightly squeezed bypar l’étau des poutres sur sa poitrine, qu’il lui fut the beams gripping his chest that hed’abord impossible de remuer et qu’il resta suspenduwas unable to move at first, and hesans broncher, une vingtaine de minutes, hung there about twenty minutes in thedans le matin-voilé de crêpe. Puis une pensée lui darkened morning. Then a thoughtvint que bientôt la marée remonterait les bras de 60 which came to him—that soon the tidel’estuaire et lui recouvrirait la tête, pensée qui would be running in through the estuariesl’incita à déployer une activité panique ; il gigota,and his head would be sub-se tourna et retourna, usant de toute la force merged—inspired him to fearful activity;dont il pouvait disposer (bien que son bras gauche,he wriggled and turned and exertedà cause de la douleur qu’il ressentait dans 65 what strength he could (though his leftl’épaule du même côté, ne lui fût d’aucun secours)arm, because of the pain in his shoul-et il parvint au bout de peu de temps à se der, was useless), and before long hedégager de l’étau. Il souffla [54] quelques instants,had freed himself from the vise. Afterpuis, escaladant l’amas de planches et de a few moments’ rest, he climbedonto7018Junto a la misión, un baño público sehabía incendiado; pero, puesto que allí elviento soplaba del sur, los sacerdotes confiaronen que la casa se salvaría. Comomedida de precaución, sin embargo, el padreKleinsorge entró a buscar algunas cosasque quería rescatar. Su habitación estaba enun estado de extraña, ilógica confusión. Unbotiquín de primeros auxilios colgaba de ungancho en la pared, tal cual había estadosiempre; pero sus ropas, que colgaban deotros ganchos cercanos, habían desaparecido.Su escritorio estaba roto en pedazos ydesparramado por la habitación, pero unasimple maleta de papier-mâché que habíaescondido bajo el escritorio estaba al ladode la puerta, donde no hubiera podido noverla, con la manija hacia arriba y sin unrasguño. Después, el padre Kleinsorge empezóa considerar estos hechos como unaespecie de interferencia divina, en cuantoa que la [32] maleta contenía su breviario,los libros de contabilidad de la diócesisentera y una considerable cantidad de dineroen efectivo perteneciente a la misióny del cual él era responsable. Salió corriendode la casa y depositó la maleta en el refugioantiaéreo de la misión.Más o menos al mismo tiempo, el padreCieslik y el padre Schiffer —de cuyaherida todavía salía sangre a borbotones—regresaron diciendo que la casa del doctorKanda estaba en ruinas y que el fuegoles había impedido salir de lo que parecíaser el círculo local de destrucción para llegaral hospital privado del doctor Fujii,sobre la orilla del río Kyo.El hospital del doctor MasakazuFujii ya no estaba sobre la orilla delrío Kyo; estaba dentro del río. Trasla caída, el doctor Fujii quedó tanestupefacto y aprisionado tan firmementeentre las vigas que tenía sobreel pecho que al principio fue incapazde moverse, y durante veinte minutosse quedó allí, en medio de la mañanaoscurecida. <strong>En</strong>tonces algo se le ocurrió—que muy pronto la corriente entraríapor los estuarios y su cabeza quedaríasumergida—, y esto lo llenó de energíatemerosa; se volteó, retorció y ejerciótanta fuerza como pudo (aunque su brazoizquierdo, debido al dolor en el hombro,no le servía de nada), y poco despuésya se había liberado de la tenaza.Tras un rato de descanso escaló la pilaUn baño público al lado de la Misiónhabía comenzado a arder, pero como elviento soplaba del sur, los sacerdotes pensaronque su casa no se vería afectada. Noobstante, como precaución, el padreKleinsorge entró para recoger algunas cosasque quería salvar. <strong>En</strong>contró su cuartoen un estado de horrible y tremenda confusión.Un botiquín de . .primeros auxilioscolgaba intacto de un gancho en pared, perosus ropas, que antes colgaban de [40] otrosganchos cercanos, no se veían por ningunaparte. Su escritorio, hecho astillas, estabadíseminado por todo el cuarto, pero unasimple maleta de papel-maché, que habíaescondido debajo del mismo escritorio, semantenía derecha, con la manija hacia arriba,sin el más leve deterioro, en el umbralde la habitación, donde no podía él dejarde verla. El padre Kleinsorge pensó mástarde que en esto había intervenido la Providencia,puesto que la maleta contenía subreviario, el libro de cuentas de toda la diócesis,y una cantidad considerable de papelmoneda perteneciente a la Misión, de todolo cual él era responsable. Corrió fuera dela casa y depositó la maleta en el refugioantiaéreo de la Misión.Casi en el mismo momento, el padreCieslik y el padre Schiffer, que todavíasangraba, volvieron y dijeronque la casa del doctor Kanda estabadestruida y que el fuego les impedíapasar desde lo que ellos creían el árealocal de destrucción, hasta el hospitalprivado del doctor Fujii, sobre la margendel río Kyo.El hospital del doctor MasakazuFujii ya no estaba sobre la margen delrío Kyo; estaba en el río mismo. Despuésdel revolcón, el doctor Fujii quedótan estupefacto y tan tremendamenteoprimido por las vigas que le atrapabanel tórax, que al principio nopudo moverse y permaneció allí comoveinte minutos en la mañana oscurecida.<strong>En</strong>tonces, un pensamiento lo asaltó— que pronto la marea entraría por losestuarios y le taparía la cabeza — y leinspiró una temeraria actividad; onduló,dio vueltas y ejercitó toda la fuerzade que era capaz (aunque el brazo izquierdo,a causa del dolor en el hombro,estaba inútil), y antes de mucho se habíalibrado de su prisión. Después deunos momentos de descanso, trepó por la pila
tr. de G. Belmont <strong>Hersey</strong>’s Hiroshima tr. de J. G. Vásquez tr. de A. T. Weylandpoutres et découvrant un madrier jeté comme unpont jusqu’à la rive, le gravit péniblement à califourchonet parvint à la terre ferme.the pile of timbers and, finding a longone that slanted up to the riverbank,he painfully shinnied up it.de maderos y, al encontrar uno que seinclinaba hacia la orilla, trepó, adolorido,sobre él.de maderas y, encontrando [41] una bien largaque se inclinaba hacia la margen del río,se encaramó sobre ella dolorosamente.L’eau ruisselait de ses sous-vêtements ; 5il était sale. Son gilet de dessous était déchiréet dégouttait de sang, il avait de fortesentailles au menton et dans le dos. Dans cedésarroi, il alla jusqu’au pont de Kyo, à côtéduquel s’élevait naguère sa clinique. Le pont 10était toujours debout. Le docteur Fujii, sansses lunettes, ne voyait qu’un monde vagueet confus; mais il voyait pourtant assez clairpour se sentir pris de stupeur, au spectacledes maisons écroulées à l’entour. Sur le pont, 15il fit la rencontre d’un ami, un docteur, dunom de Machii, à qui il demanda, dans sonétonnement : «Qu’est-ce qui a pu faire cela,selon vous ? >Dr. Fujii, who was in his underwear,was now soaking [31] and dirty.His undershirt was torn, and blood randown it from bad cuts on his chin andback. In this disarray, he walked outonto Kyo Bridge, beside which hishospital had stood. The bridge had notcollapsed. He could see only fuzzilywithout his glasses, but he could seeenough to be amazed at the number ofhouses that were down all around. Onthe bridge, he encountered a friend, adoctor named Machii, and asked in bewilderment,“What do you think itwas?”20« Probablement un Molotoffano Dr. Machii said, “It must havehanakago, une corbeille de fleurs Molotov»,been a Molotoffano hanakago”—anom délicatement donné par les Molotov flower basket, the delicateJaponais à la « corbeille à pain » ou Japanese name for the “bread basket,”or self-scattering cluster ofgrappe de bombes qui s’éparpillent 25d’elles-mêmes.bombs.El doctor Fujii estaba en ropa interior,y ahora se encontraba sucio y empapado.Su camiseta interior estaba rota, y habíasangre resbalando desde heridas graves enel mentón y en la espalda. Confundido,salió al puente Kyo, junto al cual habíaestado su hospital. El puente no se habíacaído. Sin sus lentes, el doctor [33] lograbaver poco más que borrones, pero veíalo suficiente como para sorprenderse dela cantidad de casas caídas que había alrededor.Sobre el puente se encontró conun amigo, un doctor llamado Machii, y lepreguntó desconcertado: «¿Qué crees quefue?».El doctor Machii dijo: «Debió deser un Molotoffano hanakago», unacanasta de flores Molotov, delicadonombre japonés para la «canastade pan» o bomba de dispersión automática.El doctor Fujii estaba en paños menores,empapado y sucio. La camiseta estabadestrozada y manchada por la sangreque corría de los tajos del mentón y la espalda.<strong>En</strong> este estado, atravesó el puenteKyo, al lado del cual antes se levantaba suhospital. El puente no se había destruido.La vista del doctor era muy defectuosa sinlos anteojos, pero lo bastante clara comopara sentirse horrorizado ante el númerode casas derrumbadas en las inmediaciones.<strong>En</strong> el puente se encontró con un amigo,un médico llamado Machii, y le preguntó,lleno de aflicción—¿Qué cree usted que fue?El doctor Machii dijo:—Debe de haber sido un Molotoffanohanakago — en alusión al «coctel Molotov», obombas incendiarias, que los japonesesllaman delicadamente «canastilla de floresMolotov».Le docteur Fujii n’avait commencé par discernerque deux foyers d’incendie l’un surAt first, Dr. Fujii could see onlytwo fires, one across the river fromhis hospital site and one quite far tothe south. But at the same time, heand his friend observed somethingthat puzzled them, and which, as doctors,they discussed: although therel’autre rive, en face de l’endroit [55] où se dressaitnaguère sa clinique, l’autre, loin en direction30du sud. Mais dans le même temps, son ami et luiremarquèrent quelque chose qui les intriguaégalement et que, en tant que docteurs, ils semirent à discuter : bien qu’il n’y eût encore que 35très peu d’incendies, les blessés se pressaient surle pont en un défilé interminable de souffranceset nombre d’entre eux montraient de terriblesbrûlures à la face et aux bras. « A quoi celatient-il, d’après vous ? » demanda le docteur 40Fujii. Le simple fait d’émettre une théorieétait d’un certain réconfort en un tel jour etle docteur Machii s’en tint à la sienne. uPeut-être est-ce dû, précisément, à la corbeillede fleurs Molotov », dit-il.45 basket,” he said.were as yet very few fires, woundedpeople were hurrying across the bridgein an endless parade of misery, andmany of them exhibited terribleburns on their faces and arms.“Why do you suppose it is?” Dr.Fujii asked. Even a theory wascomforting that day, and Dr.Machii stuck to his. “Perhapsbecause it was a Molotov flowerAl principio el doctor Fujii podía verdos incendios, uno cruzando el río desdeel terreno de su hospital y el otrobastante lejos hacia el sur. Pero al mismotiempo, el doctor y su amigo observaronalgo que los dejó perplejos yque, en tanto que médicos, discutieron:aunque todavía hubiera pocos incendios,gente herida atravesaba el puenteen un interminable desfile de miseria,y muchos de ellos presentaban quemadurasterribles en la cara y en las manos.«¿A qué crees que se deba?», preguntóel doctor Fujii. Incluso una hipótesisera suficiente ese día para reconfortarlos,y el doctor Machii se apegóa ello. «Quizá fue una canastaMolotov», dijo.Al principio, el doctor Fujii vio solamentedos incendios: uno al otro ladodel lugar en que se encontraba su hospital,y el otro hacia el sur, bastantantelejos. Pero al mismo tiempo, él y suamigo observaron algo que los intrigó yque, como médicos, discutieron: aunqueaún se veían muy pocos incendios, a travésdel puente corría la gente herida enun interminable desfile de miseria, ymuchos de ellos exhibían horribles quemadurasen la cara y en los brazos.—¿Qué supone usted que es eso? —preguntóel doctor Fujii. Aun una teoría resultabaconfortante en un día como aquél, y eldoctor Machii permaneció fiel a la suya:—Quizá fue provocado por la canastillade flores Molotov —contestó.La matinée avait débuté sans un souffle d’air,à l’heure où le docteur Fujii avait accompagnéson ami jusqu’à la gare du chemin de fer ; mais àprésent, des vents vifs et légers souillaient dans 50toutes les directions ; sur le pont, c’était un ventd’est. De nouveaux foyers d’incendie se déclaraient,les flammes bondissaient et s’étendaientrapidement ; en très peu de temps, de terribles etviolentes bouffées d’air brûlant et des averses torrentiellesde cendres interdirent de rester sur le55pont. [56] Le docteur Machii rejoignit en courantle bord le plus lointain de la rivière et là s’engageadans une rue encore épargnée par les flammes.Quant au docteur Fujii, il entra dans l’eau 60et vint s’abriter sous le pont où une vingtainede personnes avaient déjà cherché refuge, entreautres ses domestiques, qui avaient pu se tirerdes décombres. De là, le docteur Fujii aperçutune de ses infirmières, pendue par les jambesparmi l’enchevêtrement des poutres de la65clinique, puis une autre, douloureusementclouée parmi les ruines par un madrier qui luiécrasait la poitrine. Il fit appel à l’aide de70There had been no breeze earlierin the morning when Dr. Fujii hadwalked to the railway station to seehis friend off, but now brisk windswere blowing every which way; hereon the bridge the wind was easterly.New fires were leaping up, and theyspread quickly, [32] and in a veryshort time terrible blasts of hot airand showers of cinders made it impossibleto stand on the bridge anymore. Dr. Machii ran to the far sideof the river and along a stillunkindled street. Dr. Fujii went downinto the water under the bridge,where a score of people had alreadytaken refuge, among them his servants,who had extricated themselvesfrom the wreckage. <strong>Fr</strong>om there, Dr.Fujii saw a nurse hanging in the timbersof his hospital by her legs, andthen another painfully pinned acrossthe breast. He enlisted the help of19No había soplado la brisa esa madrugada(cuando el doctor Fujii habíallegado a la estación a despedir a suamigo) pero ahora soplaban vientos rápidosen todas las direcciones; aquí,en el puente, el viento soplaba del este.Brotaban nuevos fuegos y se propagabancon velocidad, y en poco tiemporáfagas terribles de aire caliente ylluvias de ceniza hicieron que permanecersobre el puente fuera imposible.El doctor Machii corrió hacia el ladoopuesto del río y por una calle que aúnno se había encendido. El doctor Fujiidescendió al río y se refugió en el aguabajo el puente, donde una veintena depersonas —entre ellas sus sirvientes,que habían escapado de los destrozos—ya se habían refugiado. Desdeallí, el doctor Fujii vio a una enfermeracolgando por las piernas de los maderosde su hospital, y otrainmovilizada [34]dolorosamente por<strong>En</strong> la mañana temprano no corría brisaalguna [42] cuando el doctor Fujiifue a la estación a despedir a su amigo,pero ahora soplaban por todos ladosviolentas ráfagas de viento; en ese momento,en el puente provenían del este.Nuevos focos de incendio estallaban yse extendían con rapidez; en pocotiempo, terribles bocanadas de airecaliente y lluvias de ceniza impidieroncontinuar en el puente. El doctorMachii corrió hacia el extremo del ríoy luego se internó por una calle todavíano incendiada. El doctor Fujii volvióa sumergirse en el agua bajo elpuente, donde una veintena de personashabíase ya refugiado, entre ellassus sirvientes, que lograron salir de losescombros. Desde allí, el doctor Fujiivio a una de sus enfermeras colgandode las piernas en el maderamen delhospital, y a otra dolorosamente atrapadapor el pecho. Con la ayuda de al-